Mundo Maya

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La antigua civilización maya
es reconocida en todo
el mundo, sobre todo, por la exactitud de sus cálculos matemáticos, conocimientos que han trascendido en el tiempo y que todavía se dejan ver en la
perfección de sus construcciones y en la complejidad de su calendario.
El sureste mexicano es el escenario principal de la celebración del
Mundo Maya: los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco
y Yucatán vieron nacer la grandeza, la sabiduría y el esplendor de esta
cultura milenaria y resguardan hasta hoy un patrimonio invaluable al que
hay que aproximarse al menos una vez en la vida. Del año 2000 a.C. al
1546 d.C., aproximadamente, los mayas dieron forma a una civilización
cuyos trabajos arquitectónicos son la parte más tangible de nuestro patrimonio: hasta hoy se conservan enormes palacios, murales ricos en detalles, imponentes centros ceremoniales y vestigios de centros urbanos.
Cada hallazgo hecho en esta tierra arroja luz sobre la profundidad de los
conocimientos científicos y astronómicos de los mayas, y confirma lo
que sabíamos de antemano: que esta civilización es grande como pocas.
Los secretos guardados en pirámides y templos, en la profundidad de
la selva, en la belleza de las calles y en la calidez de la gente son un verdadero motivo de orgullo para México y los mexicanos. Por eso, como siempre, el Mundo Maya tiene las puertas abiertas para recibir a todo aquel
que quiera dejarse sorprender por el lugar en el que esta civilización aún
resplandece.
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Calakmul
CAMPECHE
Este sitio arquitectónico, nombrado Patrimonio
Cultural de la Humanidad por la unesco en el año 2002,
apenas comienza a revelar sus glorias de antigua
ciudad cargada de esplendor. Data del periodo Clásico
y, sin embargo, este centro urbano —considerado
el más grande de México— está magníficamente
preservado, sobre todo los templos que se alzan sobre
la densidad de la selva. La Gran Plaza, alrededor de la
cual se encuentran cinco complejos arquitectónicos,
da cohesión a este antiguo centro político y religioso.
La vista, desde la llamada Estructura II, a más de 50
metros de altura, es realmente inigualable.
Con algunas de las zonas arqueológicas más hermosas, costa, selvas, cenotes y una fuerte
herencia colonial en sus ciudades, este estado, como su capital, parece protegido por una
muralla que lo mantiene fuera del paso del tiempo. Los vestigios de la cultura maya encontrados
aquí datan del Preclásico Medio, periodo a partir del cual hubo un importante desarrollo de la
agricultura y del trabajo sobre cerámica. Fue durante el periodo Clásico que se desarrollaron
muchas de las edificaciones que hasta hoy se conservan y que han convertido a Campeche en
uno de los destinos más atractivos para descubrir el Mundo Maya.
Los habitantes de los 11 municipios de este estado, herederos de una tradición mestiza y
conocidos en todo el país por su hospitalidad, resguardan también el secreto de una gastronomía
centrada en los productos del mar, como el cazón y los camarones.
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Campeche
La capital del estado estuvo habitada por la civilización maya desde el año 900 d.C., aproximadamente, bajo
la jurisdicción del centro político de Edzná. La fundación de la ciudad, sin embargo, tuvo lugar durante la
Conquista de México. La suma del influjo español y la herencia de esta cultura originaria ha tenido aquí un
resultado esplendoroso: en Campeche se respira todavía un aire pueblerino y relajado. El pequeño centro,
protegido por la célebre muralla —construida entre 1686 y 1704, resultado de un largo historial de piratería—,
esconde casas bien conservadas, con fachadas que parecieran siempre recién pintadas. La Plaza de la
Independencia se llena de vida por las tardes, mientras la imponente catedral se ilumina cuando cae la noche.
No sólo es la única ciudad fortificada del país, sino que además su centro fue declarado Patrimonio Cultural de
la Humanidad por la unesco en 1999.
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Edzná
Esta enorme zona arqueológica, cuyos más antiguos vestigios se remontan al año 400 d.C., tuvo su momento de
esplendor alrededor del año 1000 d.C., como un importante centro político y religioso. Destacan las numerosas
construcciones que alberga, desde templos hasta edificios con funciones administrativas y habitacionales. Sin
embargo, lo que más llama la atención en Edzná y que da cuenta de los conocimientos de la cultura maya y
de sus implantaciones tecnológicas es un avanzado sistema de drenaje que ayudaba a drenar el valle durante la
época de lluvias y canalizarla de manera que sirviera para irrigar los campos de esta región predominantemente
agrícola. Entre otras construcciones, es notoria la importancia del Edificio de Cinco Pisos —ubicado en el
complejo conocido como la Gran Acrópolis—, en cuya parte superior hay un templo. Esta edificación protagoniza
la celebración de los equinoccios en esta zona, ya que en torno a él muchos viajeros se reúnen para la simbólica
ceremonia de renovación.
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reserva Calakmul
El área protegida en la que se ubica la antigua ciudad
maya del mismo nombre es la selva tropical más
grande de México, y fue declarada Reserva de la
Biosfera por la unesco en 1989. En sus alrededores
de 700,000 hectáreas se conservan más de 230
especies de aves y unos 90 mamíferos distintos, entre
los que el jaguar ocupa un lugar relevante, ya que aquí
tiene una de sus poblaciones más cuantiosas.
Lo más destacable, sin embargo, es la flora, pues
en la reserva se preservan unas 15,000 especies de
plantas, muchas de las cuales son endémicas del
estado de Campeche, y por lo tanto no pueden ser
encontradas en ningún otro sitio.
CHIAPAS
En este estado sobran los tesoros: desde la herencia prehispánica que preservan las etnias
locales hasta la influencia colonial de sus pueblos y ciudades, pasando por una gran diversidad
de flora y fauna. Los mayas habitaron este territorio desde alrededor del año 600 d.C., y hoy es
posible encontrar vestigios de esta civilización, sobre todo hacia el norte de la entidad.
No hay que olvidar la singular gastronomía que caracteriza a Chiapas: no se puede dejar de
probar el puerco con chirmol y los tamales como el toro pinto o el picte, así como el chipilín en
todas sus versiones. Por si fuera poco, este estado se ha erigido como uno de los destinos más
atractivos para quienes gustan del ecoturismo.
izapa
Muy cerca de la frontera con Guatemala y del volcán
Tacaná, esta antigua ciudad sorprende por la gran
cantidad de montículos que conserva (cerca de
130), muchos de los cuales daban soporte a diversos
templos. Aún hay mucho por restaurar, pero se
sabe que la extensión del complejo arquitectónico
ronda los 2 kilómetros, un tamaño considerable que
deja entrever su importancia. Se han descubierto
basamentos piramidales, juegos de pelota y plazas,
pero lo más sobresaliente es la llamada Estela 5: un
monumento monolítico de 1.5 toneladas de peso que,
se cree, registra un mito creacional. Las edificaciones y
los vestigios de Izapa están rodeados por una intensa
vegetación, en la que destaca el cacao, que aquí
siempre se ha producido en abundancia.
Palenque
En medio de la espesura de la selva se encuentra una
de las ciudades mayas más hermosas. Palenque,
cuyas construcciones principales datan del periodo
Clásico, destaca por su juego de pelota y su acueducto,
pero sobre todo por sus templos y palacios, que están
en buen estado de conservación. El Templo de las
Inscripciones es considerado el más importante de toda
la zona arqueológica y es también el de mayor tamaño.
Debe su nombre a que en su interior se conservan
numerosos jeroglíficos que narran la historia de la
nobleza de la ciudad. Entre la humedad del aire, el verde
del paisaje y el calor, no hay visitante que no se pregunte
cómo fue que una civilización consiguió levantar estas
construcciones bajo unas condiciones climáticas tan
duras. La belleza del sitio, declarado Patrimonio de la
Humanidad por la unesco en 1987, crece con el paisaje
de fondo y hace que la experiencia de esta visita se
convierta en una aventura maravillosa.
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San Cristóbal
de las Casas
Este pueblo colonial de espíritu prehispánico
posee una enorme riqueza formada por la suma
de culturas locales, que ha encontrado un espacio
para manifestarse y que se deja ver al recorrer sus
calles. Los trajes típicos, de textiles mayas llenos de
colorido y estilos distintos, muestran la diversidad de
los pueblos que habitan la zona. Declarado Pueblo
Mágico en 2003, San Cristóbal tiene una rica herencia
española que se puede apreciar, sobre todo, en la
arquitectura. Un ejemplo de ello es la Catedral de
San Cristóbal Mártir, de perfil barroco, que comenzó
a construirse en 1528. Su primer párroco fue fray
Bartolomé de las Casas, cuyo nombre se conserva en
el de este pueblo chiapaneco.
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lagunas de montebello
En los altos de Chiapas, a 1,500 metros sobre el nivel
del mar, se encuentra una de las regiones naturales
más hermosas del estado. Este parque nacional
preserva más de 50 cuerpos de agua de diferentes
dimensiones que se forman entre grutas y cavernas
y sobre los desniveles del suelo. Presumen los más
diversos tonos, desde el verde limón hasta el azul
cobalto. Está enclavado en un entorno montañoso, y
resguarda una vegetación de pino y encino, además
de algunas especies de liquidámbar. Este conjunto
crea uno de los paisajes más asombrosos del
territorio mexicano, complementado por tortugas,
ranas y salamandras, además de mamíferos como
tlacuaches, armadillos o zorros de cola blanca.
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Cobá
QUINTANA
ROO
Antes de los grandes desarrollos turísticos, antes de Cancún y la Riviera Maya, este estado era
una sola cosa: la selva que se encuentra con el Mar Caribe. Hoy, este corredor que recibe
a viajeros de todo el mundo sigue fascinando por la misma razón: el mar turquesa.
Pero, no todo es mar: este estado pertenece al Mundo Maya por derecho propio.
El territorio actualmente ocupado por esta entidad fue uno de los más poblados en
el esplendor de la antigua civilización maya, y resguarda hasta hoy numerosas zonas
arqueológicas de visita imprescindible.
Desde Cancún hasta Bacalar, la diversidad de opciones turísticas en el estado es gigantesca,
y está condimentada por una gastronomía igual de variada que su población heterogénea.
Aún en proceso de que la totalidad de su riqueza
sea descubierta, esta ciudad —que tuvo su periodo
de esplendor alrededor del año 623 d.C.— encierra
una belleza sorprendente e inigualable, y se piensa
que es el centro religioso más antiguo del estado.
El complejo sobresale por su estética asombrosa,
así como sus antiguos caminos que, aunados a la
ubicación estratégica entre lagos, propiciaron que
Cobá se convirtiera también en un importante centro
comercial. La suma de estos elementos hizo de éste
un territorio con poder e influencia en gran parte de
Quintana Roo. Las pirámides e inscripciones que ahí
se conservan aún guardan muchos secretos en espera
de ser revelados.
El Cedral
Pequeña comunidad, ubicada en Cozumel, que fascina
en especial por sus fantásticos cenotes y por la gran
diversidad de flora y fauna. Su impresionante zona
arqueológica, del periodo Clásico, se suma a las más
de 20 que se conservan en esta isla. El estado puro de
la naturaleza lo convierte en un lugar particularmente
atractivo para el turismo ecológico. Además, todos los
años se celebra aquí el Festival de El Cedral, que da
cabida a diversas manifestaciones culturales.
Tulum
Se trata de un antiguo puerto comercial y ciudad
amurallada que fue construida, en su mayoría,
durante el periodo Posclásico. Entre otras funciones,
fue un importante centro de observación astronómica,
y todavía hoy es un escenario privilegiado para la
contemplación de las estrellas o la celebración de
equinoccios y solsticios. Aquí vale la pena apreciar
la diversidad de flora y fauna, así como la blanca
arena, todo lo cual enmarca el edificio principal de
la imponente zona arquitectónica, conocido como
El Castillo: esta construcción funcionaba como un
faro, cuyo objetivo era ayudar a los comerciantes,
que viajaban por mar, a esquivar el cercano arrecife
de coral. Otra edificación destacable es el Templo del
Dios Descendente, deidad que puede verse aquí en
diversas inscripciones.
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Sian ka’an
Getty Images
Esta reserva de la biosfera, Patrimonio de la
Humanidad por la unesco desde 1987, es un área
protegida entre el mar y la laguna, y el humedal más
extenso del territorio nacional, con unas 530,000
hectáreas de extensión. Sus arrecifes de coral,
cenotes, manglares, playas y lagunas crean un
ecosistema único, ideal para numerosas especies de
aves. Frente a su costa se despliega el Sistema
Arrecifal Mesoamericano —el segundo más grande
del mundo—, una de las áreas más impresionantes de
la reserva, que alberga desde caballitos y estrellas
de mar hasta caracoles y raras especies de tortugas.
Algunos vestigios arqueológicos dan testimonio de la
cultura maya en la zona desde 2,300 a.C.
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Comalcalco
TABASCO
Un estado donde la protagonista es la selva, sin importar si se trata de la ciudad o de los
pequeños pueblos de la costa. En este territorio se asentó la antigua civilización maya,
principalmente en el periodo Clásico, y de su paso por Tabasco dan testimonio todavía las
diversas zonas arqueológicas que aquí se conservan.
El más importante vestigio de la cultura maya en
esta gran necrópolis, cuya construcción comenzó
cerca del año 700 d.C., es una enorme pirámide,
conocida como el Templo I. También resalta La
Gran Acrópolis, que da muestra de las diferentes
etapas en que la ciudad fue edificada y utilizada
como centro ceremonial y funerario. No deja de
llamar la atención que las edificaciones que aquí
se conservan no son de piedra, como en otras
zonas arqueológicas de la región, sino de ladrillos
de barro. Hay que darse el tiempo necesario para
recorrer los diversos templos, el palacio y otros
edificios y montículos que conforman el complejo.
La visita a este gran escenario del Mundo Maya se
complementa con el Museo de Sitio, que conserva
piezas provenientes de diferentes épocas.
La gastronomía es reflejo de la naturaleza que abunda en el estado. Visitar Tabasco es una
oportunidad para dejarse llevar por los sabores exóticos que lo inundan: desde el pejelagarto con
calabaza y epazote hasta el robalo a la tabasqueña. Éste es un destino que promete asombrar a
quienes aman la naturaleza con todos sus sentidos.
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Pantanos de Centla
Una de las reservas de la biosfera más importantes
del país: 302,706 hectáreas pobladas de ríos, lagunas,
pantanos y extensos humedales. Esto convierte a los
Pantanos de Centla no sólo en una de las reservas de
agua dulce más importantes de Mesoamérica, sino
también en un hábitat fundamental para la vegetación
acuática y subacuática de México; destacan los
magníficos manglares de hasta 30 metros de altura.
Más de 560 especies de flora y fauna protegidas
conviven en este ecosistema, donde se protege a
animales en peligro de extinción como el manatí
antillano o la tortuga de río centroamericana. Aquí
habitan unas 20,000 personas de habla mayachontal, dedicadas a la agricultura y la pesca.
Pomoná
Esta ciudad ceremonial del periodo Clásico Tardío
está integrada, en realidad, por seis conjuntos
arquitectónicos, cuya particularidad es la distancia
que media entre ellos. Llaman la atención, sobre todo,
las distintas técnicas de construcción empleadas
en diferentes secciones del complejo y la variedad
de materiales: hay construcciones de ladrillo, de
roca caliza, entre otros. Los vestigios arqueológicos,
espléndidamente enmarcados por fauna y flora
abundantes, resultan interesantes para estudiar y
comprender las claves de una cultura tan compleja
como la maya. Aún falta por descubrir gran parte de
la historia de este complejo, pero el Museo de Sitio,
que conserva algunas piezas encontradas aquí, aporta
claves para su comprensión.
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villahermosa
La capital del estado de Tabasco conjunta una rica vida cultural con moderna infraestructura turística y un
interesante mosaico natural en las márgenes del río Grijalva. La riqueza del pasado se puede admirar en sus
calles y en la vigorosa gastronomía regional. El museo Carlos Pellicer Cámara es uno de los más importantes de la
ciudad, pues conserva numerosas piezas provenientes de las zonas arqueológicas mayas de los alrededores. Otro
sitio imprescindible es el Parque Tomás Garrido Canabal, cuya arquitectura da cuenta del carácter mestizo de la
ciudad. Desde el Mirador de las Águilas se puede contemplar la Laguna de las Ilusiones.
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Chichén Itzá
YUCATÁN
Este estado fue el escenario del esplendor de la antigua civilización maya. Durante el periodo
Posclásico, se construyeron las ciudades más impresionantes y poderosas. Por eso no
resulta extraño que se encuentren vestigios de esta cultura en zonas arqueológicas tan
impresionantes como Chichén Itzá. Tampoco extraña que los yucatecos vivan con orgullo la
historia que aquí se respira.
Hoy es una de las Nuevas Siete Maravillas del
Mundo Moderno, pero lo cierto es que en México
hace mucho que sabemos que pocos atractivos
turísticos pueden competir con esta majestuosa
ciudad maya que fue nombrada, también,
Patrimonio de la Humanidad por la unesco en 1988.
Fundado en el año 525 d.C., este complejo destaca
sobre todo por su edificio principal, el Templo de
Kukulcán. Esta pirámide ofrece uno de los más
impactantes espectáculos durante los equinoccios,
cuando un espectro de luces y sombras hace que
la serpiente emplumada descienda por los nueve
niveles de la pirámide. Este fenómeno resalta la
enorme capacidad de observación de la astronomía
por parte de los mayas y la facultad inigualable de
plasmarla en la arquitectura.
Tomar una nieve en el Paseo Montejo de Mérida o probar los panuchos, los papadzules, el
queso relleno y la mejor cochinita del país son apenas algunos de los atractivos de un estado
que se ha hecho fama por su espíritu independiente. Los yucatecos, herederos de la cultura
maya, son tan distintos al resto del país que sus pueblos y ciudades reflejan también una
visión particular que se suma a una hospitalidad inigualable.
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Izamal
Lo más impresionante de la llamada Ciudad Amarilla
es el enorme Convento de Nuestra Señora de Izamal,
desde donde puede apreciarse una serie de
montañas que en realidad no son otra cosa que
pirámides mayas que circundan al pueblo. Los
mayas se asentaron aquí alrededor del año 550 d.C.
y, aunque la ciudad se vería ocupada por españoles
en la época de la Conquista, no perdió del todo su
carácter de pueblo originario. En la actualidad es
famosa por su gigantesca capilla abierta, que fue
diseñada para evangelizar a la mayor cantidad
posible de indígenas, por el impresionante conjunto
conventual de 75 arcos —de 1561— y por la mezcla
cultural que alberga: en sus calles pueden verse
las huellas de la herencia prehispánica y la colonial
en armonía con la vida de la gente que la habita en
la actualidad.
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Uxmal
Tan impactante como Chichén Itzá, y de igual
relevancia para la civilización maya, esta antiquísima
zona arqueológica, que data del siglo vii, es asombrosa
por su apariencia palaciega y por su rica arquitectura
de muros lisos, que da muestra de su importancia
como centro religioso y político de la antigüedad. Una
de las edificaciones más importantes es la Pirámide
del Adivino, que fue construida en cinco niveles
distintos, con sendos templos, que dan testimonio
de las diferentes generaciones que trabajaron
en la edificación. El grado de conservación de las
construcciones y la exuberante naturaleza que las
rodea convierten a ésta en una de las ciudades mayas
más visitadas y llamativas en la actualidad.
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Cenotes
La joya natural del estado son los miles de cenotes
que se extienden por su territorio. Ya sea que se
oculten en grutas de piedra caliza o estén a cielo
abierto, son un atractivo único de la península, y
sus aguas se distinguen por su limpidez y frescura.
Entre los más bellos se encuentra Xlacah, en torno
al cual se construyó la ciudad maya de Dzibilchaltún.
El sitio arqueológico de Chichén Itzá conserva el
llamado Cenote Sagrado, y en las cercanías está Ikkil, a cielo abierto, con plantas colgantes y pequeñas
cascadas. Cerca de Valladolid —en cuyo centro se
encuentra el cenote Zací— están Samulá y Xkekén,
de aguas clarísimas y ubicados en grandes salones
subterráneos en los que apenas se filtra la luz del sol.
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YUCATÁN
QUINTANA
ROO
CAMPECHE
TABASCO
CHIAPAS
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