fundacións de millonarios filantropía interesada?

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FUNDACIÓNS DE MILLONARIOS
FILANTROPÍA INTERESADA?
As vantaxes fiscais que ofrecen determinados países fan que aumenten constantemente as fundacións
ou entidades sen ánimo de lucro.
O fundador do xigante informático Microsoft, Bill Gates, e o investidor máis astuto da Bolsa de
Nova York, Warren Bufett, converteron a fundación creada polo primeiro na máis poderosa do
mundo. Son exclusivamente filantrópicas as finalidades destas fundacións?
A 59 años del nacimiento de una de las figuras más importantes en la historia de la tecnología,
elaboramos una lista de Bill Gates, su multimillonaria fortuna y su importante labor filantrópica. El
dueño de Microsoft dona más de US$5 millones al día.
1. Bill Gates es considerado por la revista Forbes el hombre más rico del mundo según una
publicación que realizaron este año. Además ser el hombre más rico de América por varios años
consecutivos, ya que cuenta con una fortuna aproximada de 80.9 mil millones de dólares. La mayor
fuente de su riqueza es la corporación tecnológica multinacional Microsoft, fundada por él mismo
en 1975 junto a Paul Allen, y vigente hasta la fecha.
2. Junto a su esposa Melinda, comparte The Bill & Melinda Gates Foundation, organización
benéfica que ha logrado donar más de treinta mil millones de dólares desde su creación, en el año
2000. Dicha cifra, según Forbes, podría significar por sí misma la fortuna del puesto número 16 de
los hombres más ricos de América.
3. Gracias a sus donaciones, la viruela ha sido prácticamente erradicada y el polio está muy cerca de
desaparecer. Además, debido a su ayuda económica, el sistema educativo de los Estados Unidos ha
presentado notables mejoras. Por ello, es considerado uno de los filántropos más importantes de la
historia contemporánea.
4. Hoy por hoy, la fundación de Bill y Melinda Gates combate las plagas de mosquitos
internacionalmente, en aras de erradicar la terrible enfermedad de la malaria y otros virus similares,
transmitidos por vectores. Debido a su ayuda económica, desde el año 2000, los casos de malaria
han decrecido en un 25% a nivel mundial.
5. Mientras tanto, según Forbes, Bill Gates sigue haciéndose todavía más millonario. Solo en el
último año, añadió nueve mil millones de dólares a su fortuna, debido a distintas ganancias
obtenidas durante el 2013. Entre ellas, figuran las acciones que posee en Microsoft y otras empresas
en las que ha invertido.
6. Entre otras empresas que engrosan su fortuna están Canadian National Railway y Republic
Services, a través de sus inversiones en la firma conocida como Cascade. También tiene una
participación en el mercado de tractores con Deere & Co., y la franquicia sudamericana de los
restaurantes McDonald’s.
http://trome.pe/actualidad/bill-gates-seis-datos-sobre-millonario-mas-caritativo-mundo-2027999
ENTREVISTA
Melinda Gates: "Ya hemos convencido a 127 millonarios para que donen la mitad de su
fortuna"
13/07/2014 - 00:00Samiha Shafy y Mathieu von Rohr - XL Semanal
La esposa del creador de Microsoft es una de las mayores filántropas del planeta. Hablamos con ella
sobre impuestos a las grandes fortunas; sobre su marido, Bill Gates; sobre las contradicciones de
vivir en una gran mansión y dedicarse a la cooperación; y sobre el futuro de su fundación, la mayor
institución privada de ayuda al desarrollo.
Melinda Gates, de 49 años, licenciada en Informática y antigua gerente de Microsoft, dirige
junto con su marido y el inversor Warren Buffett la Bill & Melinda Gates Foundation, la
mayor organización privada de ayuda al desarrollo del mundo, con unos fondos de 40.000
millones de dólares y una contribución anual por encima de los 3000 millones. La fundación
financia proyectos en más de un centenar de países. Se centra especialmente en la mejora de la salud
de niños y madres en el Tercer Mundo, la planificación familiar, las campañas de vacunación y el
desarrollo de vacunas contra la malaria y el sida. Con una fortuna personal estimada en unos 78.000
millones de dólares, Melinda y Bill Gates se cuentan entre las personas más ricas del mundo.
Señora Gates, ¿cómo se siente uno cuando con su dinero influye en la vida de millones de
personas? Nuestro presupuesto parece enorme, pero no lo es tanto si se tiene en cuenta la cantidad
de proyectos que apoyamos. Bill y yo estamos convencidos de que nuestra labor solo es efectiva si
impulsa cosas nuevas. Nosotros invertimos en
proyectos que los gobiernos no pueden permitirse,
como el desarrollo de una vacuna contra la
malaria. Sabemos que, de seis proyectos que
financiemos, cinco fracasarán. Pero uno de ellos
será un éxito. Cuando una madre te dice que su
hijo está vivo porque hemos podido ayudarlo... te
sientes de maravilla.
¿Por qué no se limitaron a confiarle su fondo a
una gran institución, como hizo el empresario
Ted Turner, quien donó mil millones de
dólares a Naciones Unidas? Siempre creímos
que nuestra experiencia en la economía privada
podía ser útil. Bill fundó Microsoft, yo trabajé allí
durante nueve años. Tenemos un enfoque distinto
al del sector público. Aportamos una forma de
pensar empresarial e impulsamos innovaciones
para que los demás puedan trabajar a partir de
ellas. Esto genera un efecto de bola de nieve.
Su generosidad es incuestionable, pero ¿es correcto que personas particulares fijen las
prioridades de la ayuda global al desarrollo? Nosotros decidimos sobre nuestro dinero y de
acuerdo con nuestras prioridades. Eso no significa que los demás tengan que hacer lo mismo. Los
países africanos tienen su propia agenda, no vamos nosotros y les decimos lo que deben hacer. Pero
colaboramos estrechamente con los gobiernos siempre que se dan coincidencias de intereses.
¿Cómo deciden en qué problemas del Tercer Mundo quieren centrarse? Al principio, cuando
empezamos, nos planteamos varias preguntas: ¿de qué mueren la mayoría de los niños, qué mata a
la mayor parte de los adultos? Así llegamos al sida, la malaria, la tuberculosis... toda la lista. Luego
analizamos qué enfermedades, aunque no maten, causan grandes daños económicos. Siempre hemos
tenido un enfoque económico. Y sobre esta base decidimos dónde puede resultar más eficaz nuestro
dinero.
¿Y dónde lo es? La planificación familiar nos parece importante. Por eso, nos dedicamos desde el
principio al tema de los anticonceptivos. También nos interesa la agricultura porque puede aportarle
una mejora económica a la gente. Hemos invertido 400 millones de dólares en ayudar a los
campesinos a aumentar su productividad.
Acaban de lanzar, en colaboración
con la Organización Mundial de la
Salud (OMS), una iniciativa en pro
de la salud de los recién nacidos. La
tasa de mortalidad en recién nacidos
es la que retrocede más lentamente.
De los 6,6 millones de bebés que
mueren cada año, un millón de ellos
lo hacen el primer día y 2,9 millones
en los primeros 30. Por eso estamos
formando a enfermeros y matronas en
el Tercer Mundo. No tienen que
centrarse solo en la madre, sino
también en el bebé... y desde el
primer
minuto. Son remedios
sencillos que tienen un gran efecto.
¿Cuánto han avanzado en la lucha contra la polio? Hace pocas semanas, la OMS calificó la
expansión de la enfermedad como una amenaza global. Hace tres años, solo estaba en cuatro
países: la India, Pakistán, Afganistán y Nigeria. La India ya está libre de la polio. Pero en Nigeria la
enfermedad ha logrado atravesar la frontera y saltar a Camerún, también la hemos localizado en el
Chad, Somalia y Siria. Si conseguimos erradicar la polio en Nigeria para 2015, estos brotes también
cesarán. Y entonces podríamos concentrarnos en Afganistán y Pakistán. Bill y yo recibimos cada
mes un informe con los casos que se han registrado en Nigeria. A estas alturas del año, en 2013 se
habían producido 24 casos en nueve regiones, mientras que este año solo se han dado tres casos en
dos regiones, de momento. Estamos en la fase final de la lucha contra esta enfermedad.
¿Cómo trabajan sus empleados en zonas de guerra? Es muy difícil. Hay inquietud, ataques
contra los equipos. Pero todavía podemos trabajar sobre el terreno. Los líderes tribales nos ayudan a
distribuir las vacunas. Pero es cierto que los equipos afrontan un trabajo muy duro.
Usted era una ejecutiva que cuidaba de tres hijos. ¿Cómo acabó la fundación convirtiéndose
en su vida? Bill y yo hicimos nuestro primer viaje a África cuando éramos novios; ¡me cuesta
creerlo, pero ya han pasado 21 años de aquello! Vimos la sabana, los animales salvajes, fue
maravilloso. Pero lo que más nos impactó fueron las personas. Nos preguntamos de qué forma
podríamos ayudarlas. Antes del viaje, ya habíamos hablado de devolverle a la sociedad la fortuna
que había hecho Microsoft, pero fue en África donde concretamos aquellos planes. Es verdad que
Bill dijo que podríamos dedicarnos al mundo de la beneficencia cuando tuviéramos 60 años, pero,
bueno, las cosas han sido de otra manera: ahora tiene 58.
Su fundación es la mayor organización privada de ayuda al desarrollo del mundo. ¿Era ese su
objetivo? No. Mire, yo siempre he viajado mucho por temas de la fundación, desde el principio,
incluso cuando nuestros niños eran pequeños. Bill no tenía mucho tiempo entonces, pero cuando
llegaba a casa le contaba lo que había visto en África. Ahora es igual: cuando vuelvo de un viaje,
Bill es la primera persona con la que quiero hablar, y yo soy la primera persona con la que él quiere
hablar. Hemos aprendido juntos a entender a África. Pero nuestro proyecto, nuestra fundación, solo
empezó a crecer cuando identificamos cuáles era los problemas que queríamos afrontar. Y fue
entonces cuando llegó Warren Buffett y nos dio la sorpresa.
Ha donado a su fundación 31.000 millones de dólares. A partir de ese momento pudimos
empezar con nuestro programa global de desarrollo, con nuestras inversiones en agricultura. Hasta
entonces nos habíamos dedicado solo al tema de la salud.
En un discurso ante la OMS dijo que su marido y usted odiaban la desigualdad. ¿No le parece
contradictorio volver a su lujosa mansión tras sus viajes por África? Creo que a usted le pasa
igual: usted viaja al Tercer Mundo y luego vuelve a casa y tiene un asiento con calefacción en el
coche. O se mete en la ducha, abre el grifo y tiene agua caliente. Tanto si vive en un pequeño
apartamento en Europa o en una mansión enorme, el tema es que hay desigualdades. Pero, para serle
sincera, si ahora tuviésemos que empezar de nuevo, ni Bill ni yo nos construiríamos la misma casa.
La cuestión es qué hacemos cada uno de nosotros para combatir esa desigualdad. Y Bill y yo hemos
orientado nuestra vida a esa labor; no solo aportamos dinero, también invertimos nuestro tiempo.
¿No lo hacen también un poco por mala conciencia? Yo no lo llamaría mala conciencia, sino
conciencia de nuestra responsabilidad. El que tiene la suerte de crecer en un país como España o
Gran Bretaña o Japón o los Estados Unidos debería hacer algo por el resto del mundo.
El economista Thomas Piketty acaba de avivar el debate al asegurar que la desigualdad no
está reduciéndose en los países industrializados, sino que está creciendo. Y exige que se suban
los impuestos a las personas ricas. ¿Está eso en la línea que usted sostiene? Bill y yo somos
partidarios de un impuesto de sucesiones, siempre lo hemos sido. Cuando uno se encuentra en la
parte más alta de la escala de ingresos de un país rico, debería devolverle más a la sociedad. Bill,
Warren y yo estamos intentando convencer a otras personas acaudaladas de que devuelvan a la
sociedad la mitad de su fortuna, ya sea en vida o tras su muerte.
¿Y a cuántos multimillonarios han convencido? Hasta ahora a 127 multimillonarios, no solo de
los Estados Unidos, sino de todo el mundo. Tenemos algunos de Gran Bretaña, de Suiza, de
Australia y de la India. Y Bill está tratando ahora con gente de China.
En los noventa se llegó a demonizar a su marido por haber creado una posición de monopolio
con su empresa. Hoy son ustedes un símbolo del bien. Han logrado cambiar su imagen
radicalmente con la ayuda de su fundación. Verá, en aquella época, Bill era un competidor muy
duro; él y Steve Jobs eran rivales encarnizados. También fueron amigos, sobre todo al final. Pero
cuando empezamos nuestra labor de beneficencia, no lo hicimos para mejorar la imagen de Bill o de
Microsoft; eso habría sido ridículo.
¿Qué será de la fundación cuando Bill y usted no estén? Cuando muera el último de los dos, la
fundación seguirá existiendo 20 años más. El dinero tendrá que gastarse en ese plazo. Los fondos de
Warren Buffett tendrán que invertirse en los diez años siguientes a su muerte. Los tres creemos que
solo podemos combatir los problemas del presente. No tenemos una bola de cristal que nos permita
ver qué pasará dentro de cien años. ¿Se habrá detenido el cambio climático? ¿Se habrán resuelto
nuestros problemas energéticos? Este año cumplo 50 y seguiré trabajando otros 30 en nuestra
fundación. Lo que venga después, eso ya no se lo puedo decir.
http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20140713/melinda-gates-hemos-convencido7406.html
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altruista?
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informe sobre a orixe dos seus fondos, a súa finalidade, con que persoal conta, como realiza o seu
traballo…
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