Conflicto negativo de jurisdicciones suscitado entre el JUZGADO

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CONFLICTO
NEGATIVO
/
Jurisdicción
Ordinaria
Civil
y
Jurisdicción
Contencioso Administrativa.
Conflicto negativo de jurisdicciones suscitado entre el JUZGADO SEGUNDO
ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA, y el
JUZGADO NOVENO CIVIL DEL CIRCUITO DE LA MISMA CIUDAD, por el
conocimiento de la demanda de Reparación Directa, promovida a través de
apoderado judicial por el señor DANIEL HERNÁNDEZ REY y otros, contra
ECOPETROL S.A., FUNDACIÓN OFTALMOLOGICA DE SANTANDER
CLINICA CARLOS ARDILA LULLE - FOSCAL y EDGAR ALBERTO GALVIZ
LOZANO.
República de Colombia
Rama Judicial
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA
SALA JURISDICCIONAL DISCIPLINARIA
Bogotá D.C., tres (03) de diciembre de dos mil catorce (2014)
Magistrada Ponente: Dra. JULIA EMMA GARZÓN DE GÓMEZ
Radicación No. 110010102000201402487 00 (9957-21)
Aprobado según Acta de Sala No. 99
ASUNTO
Procede la Sala a resolver el conflicto negativo de jurisdicciones suscitado
entre el JUZGADO SEGUNDO ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO
DE BUCARAMANGA, y el JUZGADO NOVENO CIVIL DEL CIRCUITO DE
LA MISMA CIUDAD, por el conocimiento de la demanda de Reparación
Directa, promovida a través de apoderado judicial por el señor DANIEL
HERNÁNDEZ REY y otros, contra
ECOPETROL S.A., FUNDACIÓN
OFTALMOLOGICA DE SANTANDER, CLINICA CARLOS ARDILA LULLE FOSCAL y EDGAR ALBERTO GALVIZ LOZANO.
ANTECEDENTES Y ACTUACIÓN PROCESAL
1.- El 16 de julio de 2014, a través de apoderado judicial, el señor DANIEL
HERNÁNDEZ REY y otros, impetraron demanda en ejercicio del medio de
control de Reparación Directa, contra ECOPETROL S.A., FUNDACIÓN
OFTALMOLOGICA DE SANTANDER CLINICA CARLOS ARDILA LULLE FOSCAL y EDGAR ALBERTO GALVIZ LOZANO, con ocasión del
fallecimiento de la señora AMPARO QUIROZ DE HERNÁNDEZ el día 7 de
diciembre de 2012, cuya pretensión principal consistió en:
“que se declare la RESPONSABILIDAD DE LOS DEMANDADOS FUNDACIÓN
OFTALMOLOGICADE
SANTANDER
CLINICA
CARLOS
ARDILA
LULLE-
FOSCAL- Y EDGAR ALBERTO GALVIZ LOZANO”, “Que subsidiariamente se
declare que ECOPETROL S.A. es solidariamente responsable de los daños aquí
ocasionados, dando aplicación a la solidaridad, la subcontratación, o vinculación
civil o laboral entre ECOPETROL S.A. y la FUNDACION OFTALMOLOGICA DE
SANTANDER CLINICA CARLOS ARDILA LULLE-FOSCAL”.
“Que como consecuencia de la primera declaración de responsabilidad se profieran
todas las declaraciones de condena contra todos los aquí demandados, por todos
los perjuicios materiales y morales que en adelante se exponen y que resulten
probados mediante proceso (…)” (sic) (fls. 1 a 9 c. principal).
2.- El conocimiento del asunto le correspondió por reparto al JUZGADO
SEGUNDO
ADMINISTRATVO
ORAL
DEL
CIRCUITO
DE
BUCARAMANGA, quien mediante auto del 28 de julio de 2014, declaró su
falta de competencia para conocer de la demanda interpuesta al considerar “
(…) Como se observa, y es importante reiterarlo, la jurisdicción de lo contencioso
administrativo
conoce
de
los
procesos
relativos
a
la
responsabilidad
extracontractual de cualquier entidad pública, por consiguiente, al ser una entidad
de carácter privado la que presuntamente causó los perjuicios deprecados en el
presente proceso (FUNDACIÓN OFTALMOLÓGICA DE SANTANDER CLINICA
CARLOS ARDILA LULLE-FOSCAL Y EDGAR ALBERTO GALVIS LOZANO), y al no
estar legitimado ECOPETROL, tanto por su naturaleza jurídica como por sus
funciones; dicho expediente deberá remitirse a la jurisdicción ordinaria civil a la
mayor brevedad posible” (sic) (fls. 99 a 100 c. principal).
3.- Recibida la actuación en el JUZGADO NOVENO CIVIL DEL CIRCUITO
DE BUCARAMANGA, el Despacho mediante proveído del 4 de septiembre
de 2014, negó ser competente y remitió las actuaciones a la Sala
Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Seccional de la Judicatura de
Santander a fin de dirimir el conflicto negativo de jurisdicciones.
Consideró el Despacho que el Juzgado Segundo Administrativo Oral del
Circuito de Bucaramanga, actuó de manera apresurada por cuanto no le
correspondía al Juez sustituir a la parte actora para escoger a las personas
contra las cuales se pretendía dirigir la demanda, aunado a que no
habiéndose iniciado el respectivo proceso, hizo un juicio de responsabilidad
de manera superficial y confundió la responsabilidad con la falta de
legitimación en la causa, aclarando que ésta última hacia relación a la
idoneidad para actuar en un proceso, aspecto que se examinaba en el
momento de proferir la decisión de mérito, y precisamente por ello excluyó a
ECOPETROL de la demanda.
Agregando “Así las cosas y como quiera que el juez no podía de manera
caprichosa en este momento procesal declarar la falta de legitimación en la causa
por pasiva, por cuanto atendiendo el hecho DÉCIMO SEXTO del libelo introductorio
en el cual se señala que “Ecopetrol es solidariamente responsable de los daños
causados a los demandados, con base en la contratación o vinculación civil o
laboral entre ECOPETROL S.A. y la IPS FUNDACIÓN OFTALMOLOGICA DE
SANTANDER CLÍNICA CARLOS ARDILA LULLE-FOSCAL” es claro que la
vinculación de Ecopetrol que hizo el demandante no es antojadiza , pues según el
supuesto ya anotado tuvo como fundamento una relación contractual entre esa
entidad y la entidad médica también demandada; luego si de los hechos y las
pretensiones de la demanda se deduce que estos se circunscriben entre un
particular y una entidad de derecho público es evidente que dicha controversia debe
ser conocida y dirimida por la Jurisdicción Administrativa en virtud del artículo 104
del Código Contencioso Administrativo- C.P.A.C.A…” (sic) (fls. 111 a 114 c.
principal).
4.- La Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Seccional de la Judicatura
de Santander, mediante auto del 18 de septiembre de 2014, dispuso remitir
las diligencias a la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de
la Judicatura, a fin de dirimir el conflicto negativo de competencias (fl. 4 c.
principal).
CONSIDERACIONES DE LA SALA
1. Competencia
De conformidad con las atribuciones consagradas en el numeral 6º del
artículo 256 de la Constitución Política, en armonía con el numeral 2 del
artículo 112 de la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia, esta Sala
Jurisdiccional Disciplinaria es competente para dirimir conflictos de
competencia que se susciten entre distintas jurisdicciones y entre éstas y las
autoridades administrativas a las cuales la ley les haya atribuido funciones
jurisdiccionales, salvo las consagradas en el numeral 3º del artículo 114 de la
Ley 270 de 1996.
Entendida la jurisdicción como la función del Estado de administrar justicia, y
la competencia, como la facultad que tiene el juez o el Tribunal para ejercer,
por autoridad de la ley en determinado asunto.
Así tenemos que por regla general, el conflicto se presenta cuando dos o
más funcionarios investidos de competencia, se disputan el conocimiento
de un proceso, bien porque ambos funcionarios estiman es de su
conocimiento, caso en el cual será positivo; o por considerar que no les
corresponde, evento en el cual será negativo, y para que éste se estructure o
proceda, es necesario que se presenten los siguientes presupuestos:
1. Que el funcionario judicial esté tramitando determinado proceso.
2. Que surja disputa entre el funcionario que conoce el caso y otro u otros
acerca de quién debe conocerlo.
3. Que el proceso se halle en trámite, esto es, que no esté fallado.
Por otra parte, y previo a analizar el asunto que ocupa la atención de la
Sala, es necesario precisar que en los pronunciamientos de esta
Colegiatura, han de desarrollarse los principios rectores que enmarcan una
adecuada administración de justicia, en la búsqueda de la eficiencia y
eficacia de la función judicial, que puede generar variaciones en el trámite
de los conflictos de jurisdicción y competencia puestos a conocimiento de
esta Colegiatura, en aras de prever actualmente un trámite expedito y ágil
en orden a lograr la eficiencia en el ejercicio de la función judicial tal como lo
contempló el principio constitucional consignado en el artículo 2° Superior
que a la letra reza:
“Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover
la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la
participación de todos en las decisiones que los afectan y en la
vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación;
defender la independencia nacional, mantener la integridad
territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un
orden justo. Las autoridades de la República están instituidas para
proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida,
honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para
asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de
los particulares.”
En ese orden de ideas y en aras de materializar tal principio, se ceñirá la
Sala a pronunciarse sobre el tema propuesto a su consideración en el
entendido de que lo pretendido es definir a quién corresponde la
competencia para conocer de determinado proceso judicial, esto es, el
verdadero acceso a la administración de justicia, teniendo en cuenta que
esta Colegiatura es el órgano constitucional encargado para dirimir este tipo
de conflictos, y en aras de garantizar el principio de economía procesal,
dada la trascendencia social del litigio traído en autos, por consiguiente, se
procederá a analizar el sub lite y tomar una decisión de fondo en la cual se
esclarezcan los hechos objeto de la controversia, y así garantizar la
prevalencia del derecho sustancial sobre el formal, conforme lo prevé el
artículo 228 de la Constitución Política cuyo texto legal es del siguiente
tenor:
“La Administración de Justicia es función pública. Sus decisiones
son
independientes.
Las
actuaciones
serán
públicas
y
permanentes con las excepciones que establezca la ley y en ellas
prevalecerá el derecho sustancial. (…)”
2.- Del caso en concreto:
El conflicto negativo de jurisdicciones, se relaciona con el conocimiento del
medio de control de Reparación Directa, interpuesto a través de apoderado
judicial por el señor DANIEL HERNÁNDEZ REY y otros contra
ECOPETROL S.A., FUNDACIÓN OFTALMOLOGICA DE SANTANDER
CLINICA CARLOS ARDILA LULLE - FOSCAL y EDGAR ALBERTO
GALVIZ LOZANO, por medio de la cual pretenden la declaración de
responsabilidad
de los demandados por los daños ocasionados con la
muerte de la señora AMPARO QUIROZ DE HERNÁNDEZ, debido a
supuestos errores en la prestación del servicio de salud.
Ahora bien, para dirimir el presente conflicto negativo de Jurisdicciones, es
prudente establecer que la demanda fue interpuesta el 16 de julio de 2014,
fecha en la cual se encontraba vigente la Ley 1437 de 2011, por lo tanto, el
análisis jurisprudencial se hará con la referida norma, tal como lo establece
el artículo 308 de la ley 1437 de 2011, que a la letra reza:
“Artículo 308. Régimen de transición y vigencia. El presente
Código comenzará a regir el dos (2) de julio del año 2012.
Este Código sólo se aplicará a los procedimientos y las
actuaciones administrativas que se inicien, así como a las
demandas y procesos que se instauren con posterioridad a la
entrada en vigencia.
Los procedimientos y las actuaciones administrativas, así
como las demandas y procesos en curso a la vigencia de la
presente ley seguirán rigiéndose y culminarán de
conformidad con el régimen jurídico anterior”.
Pues bien, en materia de Responsabilidad Médica, ha expresado esta
Superioridad en cuanto a los conflictos negativos de competencia entre la
Jurisdicción Contenciosa y la Jurisdicción Ordinaria, que tanto la Corte
Suprema de Justicia como el Consejo de Estado manejan diferentes
posturas referentes a los temas de pagos por indemnizaciones médicolegales y del Sistema de Seguridad Social Integral dilucidado en la Ley 100
de 1993.
Así las cosas, hechas las precisiones normativas pertinentes, por un lado
tenemos que el artículo 104 de la Ley 1437 de 2011 por la cual se instituye
el nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, señala la competencia de los Jueces Administrativos, en los
siguientes términos:
“Artículo 104. De la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo. La Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo
está instituida para conocer, además de lo dispuesto en la
Constitución Política y en leyes especiales, de las controversias y
litigios originados en actos, contratos, hechos, omisiones y
operaciones, sujetos al derecho administrativo, en los que estén
involucradas las entidades públicas, o los particulares cuando
ejerzan función administrativa.
Igualmente conocerá de los siguientes procesos:
1. Los relativos a la responsabilidad extracontractual de cualquier
entidad pública, cualquiera que sea el régimen aplicable.
2. Los relativos a los contratos, cualquiera que sea su régimen, en
los que sea parte una entidad pública o un particular en ejercicio
de funciones propias del Estado.
3. Los relativos a contratos celebrados por cualquier entidad
prestadora de servicios públicos domiciliarios en los cuales se
incluyan o hayan debido incluirse cláusulas exorbitantes.
4. Los relativos a la relación legal y reglamentaria entre los
servidores públicos y el Estado, y la seguridad social de los
mismos, cuando dicho régimen esté administrado por una
persona de derecho público.
5. Los que se originen en actos políticos o de gobierno.
6. Los ejecutivos derivados de las condenas impuestas y las
conciliaciones aprobadas por esta jurisdicción, así como los
provenientes de laudos arbitrales en que hubiere sido parte una
entidad pública; e, igualmente los originados en los contratos
celebrados por esas entidades.
7. Los recursos extraordinarios contra laudos arbitrales que
definan conflictos relativos a contratos celebrados por entidades
públicas o por particulares en ejercicio de funciones propias del
Estado.
Parágrafo. Para los solos efectos de este Código, se entiende por
entidad pública todo órgano, organismo o entidad estatal, con
independencia de su denominación; las sociedades o empresas
en las que el Estado tenga una participación igual o superior al
50% de su capital; y los entes con aportes o participación estatal
igual o superior al 50%” (Negrilla fuera del texto)
Es decir, que por medio del criterio orgánico es necesario mirar la naturaleza
jurídica de la entidad que realiza la actividad: si ésta es privada conocerá la
Jurisdicción Ordinaria, pero si es pública con más de un 50% de capital del
Estado necesariamente tendrá que intervenir la Jurisdicción Contenciosa
Administrativa sin consideración a la relación existente entre la entidad
prestadora del servicio de salud y sus afiliados o beneficiarios.
Así las cosas, para incoar la Acción de Reparación directa por falla en el
Servicio, consagrada en el artículo 140 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, tendrá que mediar en el
conflicto una entidad de naturaleza jurídica pública:
“Artículo 140. Reparación directa. En los términos del artículo
90 de la Constitución Política, la persona interesada podrá
demandar directamente la reparación del daño antijurídico
producido por la acción u omisión de los agentes del Estado.
De conformidad con el inciso anterior, el Estado responderá, entre
otras, cuando la causa del daño sea un hecho, una omisión, una
operación administrativa o la ocupación temporal o permanente
de inmueble por causa de trabajos públicos o por cualquiera otra
causa imputable a una entidad pública o a un particular que haya
obrado siguiendo una expresa instrucción de la misma.
Expresión subrayada declarada Exequible por el cargo
examinado, mediante Sentencia de la Corte Constitucional
C-644 de 2011 (sic)”
En providencia del 19 de septiembre de 2007, el Consejo de Estado
Sala
de lo Contencioso Administrativo Sección Tercera, con ponencia del
Consejero Dr. Enrique Gil Botero argumentó:
“… Nótese como en la Ley 712, al regular la competencia de la
jurisdicción del trabajo, el legislador definió las materias que le
corresponde conocer atendiendo a un factor material y así
estableció que la jurisdicción ordinaria laboral es la competente
para conocer de los actos jurídicos y por lo mismo no comprende
los juicios derivados de la responsabilidad extracontractual de la
administración que siguen de suerte siendo del conocimiento de la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo.
(…)
Por manera que los asuntos atinentes a responsabilidad
extracontractual derivada de los hechos jurídicos por parte de
entidades estatales prestadoras de servicios de salud, no fueron
asignados por el artículo 2° de la Ley 712 a la jurisdicción
ordinaria laboral, en cuanto que esta norma asignó a esta sólo las
controversias derivadas de actos jurídicos, y por lo mismo excluyó
aquellas derivadas de otras fuentes del daño, como son
justamente los hechos, los cuales por lo mismo continuaran
siendo de conocimiento de la jurisdicción en lo Contencioso
Administrativo.
(…)
Por último la Sala destaca que la Ley 1107 de 2006 en tanto
preceptiva procesal es de aplicación general inmediata, conforme
lo dispuesto por el artículo 40 de la ley 153 de 1887, según la
cual [l]as leyes concernientes a la sustanciación y ritualidad de los
juicios prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que
deben empezar a regir. Pero los términos que hubieren empezado
a correr, y las actualizaciones que ya estuvieren iniciadas se
regirán por la ley vigente al tiempo de su iniciación”.
Por su parte la Jurisdicción Ordinaria al avocar la competencia para el
conocimiento de este tipo de litigios, en Sentencia del 13 de Febrero de 2007
Rad. 29519, con ponencia del H. Magistrado Carlos Isaac Nader, manifestó
lo siguiente:
“…ninguna duda queda de que aquellos conflictos derivados de
los perjuicios que sufran las personas debido a la falta de atención
médica cuando ella es obligatoria, a defectos o insuficiencia en la
misma, a la aplicación de tratamientos alejados o ajenos a los
estándares y prácticas profesionales usuales, o la negativa de la
EPS de autorizar la realización de medios diagnósticos o
terapéuticos autorizados por el médico tratante, entre otros,
constituyen controversias que tienen que ver con la seguridad
social integral en tanto entrañan fallas, carencias o deficiencias en
la observancia de las obligaciones y deberes que la ley ha
impuesto a las entidades administradoras o prestadores de
servicios de salud, y por lo mismo el conocimiento de ellos
corresponde a esta jurisdicción.
Reiteradamente ha manifestado ésta Corporación que la
portentosa labor transformadora que llevó los profundos cambios
sustantivos en la concepción, definición, naturaleza, cobertura y
filosofía de la seguridad social integral que se dejaron anotados
fue complementada por el legislador cuando optó por propiciar
también cambios significativos en materia procesal, cuya máxima
expresión se encuentra en la Ley 712 de 2001 que introdujo la
innovación competencial que se anotó líneas arriba, mandato
normativo que no hace ningún tipo de excepción y que denota
más bien el interés de otorgar una competencia integral y
omnicomprensiva y especializar un sector de la Jurisdicción
Ordinaria para conocer de todos los asuntos atinentes a la
referida materia, como reafirman las demás expresiones utilizadas
en la Ley, en especial cuando se refiere a que tal competencia no
atiende la naturaleza de la entidad demandada ni el carácter de la
relación jurídica, o sea que estas cuestiones que antes eran
conocidas por diversas jurisdicciones dependiendo del tipo de
entidad que causaba el perjuicio (oficial o particular), a partir de la
expedición de la ley comentada se unifican en la especialidad
laboral de la jurisdicción ordinaria a la cual, para reafirmar lo que
viene diciéndose, se le agregó el título “y de seguridad social” que
no es un simple ornamento sino que refleja fielmente el
replanteamiento y los nuevo designios que se trazaron en este
ámbito.
Además del elemento objetivo que se dejó analizado, la Ley
también fijó un componente subjetivo para la determinación de la
competencia consistente en que los conflictos deben suscitarse
“entre los afiliados, beneficiarios o usuarios, los empleadores y las
entidades administradoras o prestadoras. En lo que tiene que ver
con el campo de salud es sabido que los afiliados pueden
pertenecer al régimen contributivo o subsidiado (artículo 157, Ley
100/93); que los beneficiarios son aquellas personas
pertenecientes al núcleo familiar del afiliado señaladas en el
artículo 163 ibídem; que las entidades administradoras del
sistema son básicamente las entidades Promotoras de Salud
(EPS) y que al lado de éstas se encuentran las que prestan
directamente los servicios de atención de salud (IPS), de modo
que en las diferencias de seguridad social que se susciten ante
esta jurisdicción deben aparecer como sujetos procesales o como
víctima o causante del perjuicio alguna de las personas naturales
y jurídicas señaladas.”
Por lo anterior se entiende que la calidad pública o privada de una entidad no
es lo que define la competencia, ya que lo primordial es la naturaleza de la
entidad como prestadora del Sistema de Seguridad Social Integral,
independientemente de la naturaleza jurídica de aquella.
La posición de la Corte Suprema de Justicia está dada en razón al artículo 2
de la Ley 712 de 2001, por medio de la cual se reformó el Código Procesal
del Trabajo, que decretó lo siguiente:
“Articulo 2. Competencia General. La Jurisdicción Ordinaria, en
sus especialidades Laboral y de Seguridad Social conoce de:
4. Las controversias referentes al Sistema de Seguridad Social
integral que se susciten entre los afiliados, beneficiarios usuarios,
empleadores y las entidades administradoras o prestadoras,
cualquiera que sea la naturaleza de la relación jurídica y de los
actos jurídicos que se controviertan.” (sic).
Igualmente la Corte Constitucional se ha pronunciado haciendo referencia a
que el Sistema de Seguridad Social Integral es un servicio público
obligatorio, pues en Sentencia C-1027 de 2002, expresó:
“El numeral 4° del artículo 2° de la Ley 712 de 2001 al atribuir a la
jurisdicción Ordinaria en sus especialidades Laboral y de
Seguridad Social la solución de los conflictos referentes al sistema
de seguridad social integral que se susciten entre los afiliados,
beneficiarios o usuarios, los empleadores y las entidades
administradoras o prestadoras, cualquiera que sea la naturaleza
de la relación jurídica y de los actos jurídicos que se controvierten,
integra un sistema mediante el cual debe prestarse el servicio
público obligatorio de la seguridad social bajo el principio de
unidad que rige el régimen jurídico que la regula…” (Negrillas
fuera del texto).
Sin embargo, se tiene que la Jurisdicción Ordinaria en su especialidad Civil
se ha apartado del postulado propuesto por la Sala Laboral, en su sentencia
del 4 de mayo de 2009 con ponencia del Magistrado William Nader Vargas,
ha dicho:
“…la Sala, se separa con absoluto comedimiento de la posición
asumida por la sala de Casación Laboral de la Corte en
providencias de 13 de febrero de 2007 (exp. 29519), 27 de marzo
de 2007 (exp. 28983), 26 de abril de 2007 (exp. 3) y 22 de enero
de 2008 /exp. 30621), según la cual, el entendimiento del numeral
4° del artículo 2° de la Ley 712 de 2001, comporta la asignación a
la jurisdicción ordinaria laboral del conocimiento de las
controversias atañederas a la responsabilidad medica licitadas
entre afiliados, beneficiarios, usuarios, empleadores y entidades
administradoras o prestadora de salud.
(…)
En efecto, sin desconocer el juicioso análisis de la Sala de
Casación Laboral para concluir su competencia en estos asuntos
particular, en sentir de la Sala, la recta inteligencia del artículo 2
de la Ley 712, a cuyo tenor, “[la Jurisdicción Ordinaria, en sus
especialidades laboral y de seguridad social conoce de: (…) 4.
Las controversias referentes al sistema de seguridad social
integral que se suscriben entre los afiliados, beneficiarios y
usuarios, los empleadores y las entidades administradoras o
prestadores, cualquiera que sea la naturaleza de la relación
jurídica y de los actos jurídicos que se controviertan (…)]” se
remite exclusivamente en los conflictos de la seguridad
social integral, entendida en la voces del artículo 8° de la Ley
100 de 1993, como “el conjunto armónico de entidades
públicas y privadas, normas y procedimientos que se definen
en la presente Ley”, mas no a todas las controversias sobre
responsabilidad derivada de las relaciones jurídicas medico
legales, pues ninguna parte del precepto, las menciona,
contiene o atribuye expressis verbis a la jurisdicción
ordinaria laboral, ni puede generalizarse sobre la perspectiva
de la unidad del sistema”. (Negrillas fuera del texto).
Es decir, la Jurisdicción Ordinaria en su especialidad Civil contempla los
supuestos de hecho que no fueron incluidos en la Ley 100 de 1993 pero que
tienen relación con la responsabilidad médica, cuales son: demandas por
Responsabilidad Civil incoadas por los ciudadanos, ya sean estas
contractuales o extracontractuales y por medio de las cuales se busca recibir
una compensación económica por el daño derivado de una negligencia
médica, omisión de los protocolos, mala praxis, negar la atención o los
medicamentos, entre otros, y que tradicionalmente han tenido como
pretensión principal la reparación integral del daño antijurídico causado a
una persona o a su familia atendiendo a la naturaleza jurídica del sujeto
prestador del servicio y bajo este postulado atiende los conflictos que se den
por Responsabilidad Médica ya sea esta contractual o extracontractual.
En el caso particular los actores instauraron una acción de reparación directa
ante el Contencioso Administrativo al considerar que lo que existió fue una
falla en el servicio; sin embargo atendiendo a los criterios establecidos por la
Ley para la competencia en los asuntos referentes a controversias del
Sistema de Seguridad Social Integral o aquellas que impliquen una demanda
por Responsabilidad Médica por omisión en sus deberes, negligencia,
impericia, falta de aplicación de protocolos, mala praxis o cualquiera otra falla
médica, y que tengan como consecuencia el daño o perjuicio que afecte la
integridad física o mental de una persona, donde no medie una entidad
pública, será la Jurisdicción Ordinaria la que dirima tal controversia.
Por consiguiente y sin más consideraciones, el conflicto de jurisdicciones
suscitado entre JUZGADO SEGUNDO ADMINISTRATIVO ORAL DEL
CIRCUITO DE BUCARAMANGA y el JUZGADO NOVENO CIVIL DEL
CIRCUITO DE LA MISMA CIUDAD, debe resolverse asignando el asunto a
la Jurisdicción Ordinaria representado por el segundo de los juzgados
nombrados, tratándose de un hecho que tuvo origen en la responsabilidad
médica
del
orden
Civil,
teniendo
en
cuenta
los
antecedentes
jurisprudenciales del Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y de
esta Corporación.
Conforme a lo anterior, esta Superioridad asignará el conocimiento del
asunto al JUZGADO NOVENO CIVIL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA.
En mérito de lo expuesto, la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo
Superior de la Judicatura, en uso de sus atribuciones constitucionales y
legales,
RESUELVE
PRIMERO.
DIRIMIR el conflicto suscitado entre el JUZGADO SEGUNDO
ADMINISTRATIVO ORAL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA, y el
JUZGADO NOVENO CIVIL DEL CIRCUITO DE LA MISMA CIUDAD,
asignando el conocimiento del presente asunto a la Jurisdicción Ordinaria,
representada por el segundo de los juzgados mencionados.
SEGUNDO.- REMITIR el presente proceso a conocimiento del JUZGADO
NOVENO CIVIL DEL CIRCUITO DE BUCARAMANGA, y copia de la
presente providencia al JUZGADO SEGUNDO ADMINISTRATIVO ORAL
DEL CIRCUITO DE LA MISMA CIUDAD, para su correspondiente
información.
COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE
MARIA MERCEDES LÓPEZ MORA
BUITRAGO
Presidenta
PEDRO ALONSO SANABRIA
Vicepresidente
JOSÉ OVIDIO CLAROS POLANCO
Magistrado
ANGELINO LIZCANO RIVERA
PATIÑO
Magistrado
JULIA EMMA GARZÓN DE GÓMEZ
Magistrada
NÉSTOR IVÁN JAVIER OSUNA
Magistrado
WILSON RUÍZ OREJUELA
Magistrado
YIRA LUCÍA OLARTE ÁVILA
Secretaria Judicial
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