Making Home a Place for Learning

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Cómo hacer del hogar un lugar de aprendizaje*
Introducción
Hola, yo soy Eva. En este curso, vamos a analizar estrategias que puede emplear en el hogar para
ayudar a su bebé o niño pequeño a crecer y aprender de muchas maneras. Los bebés y los niños
pequeños aprenden todo el tiempo, independientemente de si hacemos algo con la intención de
fomentar su aprendizaje o no. En cierta forma, su hogar es el primer salón de clase de su hijo. Es
el lugar en donde comienza su aprendizaje. Debido a que su hijo confía en usted para decidir en
qué tipo de entorno vivirá y aprenderá, es importante comprender cómo aprende su hijo y cómo
puede usted crear experiencias que le ayudarán en esa tarea.
[Recomendaciones acerca del cuidado infantil]
A lo largo de este curso, le ofreceremos sugerencias acerca de cómo implementar estrategias
específicas para contribuir al aprendizaje y también cómo deben ser esas estrategias en el
programa de cuidado infantil para su hijo. Consideramos que esto es importante porque, en el
caso de los niños que se quedan en un centro de cuidado infantil, los padres y los proveedores de
cuidado deben trabajar en equipo para que los niños alcancen su máximo potencial.
Las recomendaciones para su programa de cuidado infantil que se incluyen en este curso son
mejores prácticas y pueden o no ser requisitos para obtener certificación. Esperamos que utilice
estas recomendaciones para conversar con su proveedor de cuidado infantil acerca de cómo
pueden trabajar juntos para dar a su hijo el mejor comienzo posible en la vida.
[Objetivos de aprendizaje]
Una vez finalizado este curso, podrá describir las tres áreas principales de desarrollo del niño.
Saber cómo funciona el desarrollo es el primer paso para tomar decisiones para su hijo a fin de
fomentar su crecimiento saludable en estas áreas.
También podrá utilizar estrategias específicas para ayudar a su hijo a alcanzar el máximo
potencial de crecimiento en todas las áreas de desarrollo. Las estrategias que analizaremos son:
cómo crear un entorno seguro y saludable, cómo dar el ejemplo, cómo trabajar para ser
coherente, cómo ser sensible y afectuoso, cómo fomentar el juego activo y cómo crear un
entorno lingüístico enriquecedor. Estas estrategias, que se basan en la forma en que su hijo
aprende naturalmente, sienta las bases que necesita para hacer de su hogar un lugar que
promueve el aprendizaje de su hijo.
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Por último, podrá evaluar si el proveedor de cuidado infantil de su hijo está utilizando estas
estrategias y, tal vez, hacer sugerencias para mejorar la experiencia en cuidado infantil del niño.
Los tres tipos de desarrollo
Es probable que haya observado que su hijo crece y cambia todos los días. El aprendizaje y el
crecimiento de los niños, también llamado desarrollo, se produce en tres áreas diferentes pero
que se encuentran relacionadas. Los expertos en desarrollo infantil llaman a estas áreas
“dominios”. Los tres dominios son: el socio-emocional, el físico y el cognitivo.
El dominio socio-emocional consta en realidad de dos partes. Este dominio trata de las
habilidades sociales y las habilidades emocionales que está desarrollando su hijo. Cuando es un
niño de corta edad, aprende las habilidades básicas para expresarse y controlar sus emociones de
manera adecuada y para entablar y mantener relaciones con los demás. Su relación con su hijo es
el primer conjunto de lecciones en el dominio socio-emocional.
El dominio físico se refiere al crecimiento del cuerpo de su hijo y a su capacidad, cada vez
mayor, de controlarlo y usarlo. De todos los dominios, el desarrollo físico es, con frecuencia, el
que más fácilmente se observa. Desde que su hijo es bebé hasta que pasa a ser un niño pequeño,
su cuerpo cambia de muchas maneras, incluso de estatura y de peso. El desarrollo físico también
hace referencia a la capacidad de su hijo de usar los músculos de manera efectiva, es decir, sus
habilidades motrices. Las habilidades motrices se dividen en dos categorías: gruesas y finas. El
uso de los músculos grandes, como los de las piernas, crea movimientos amplios, como caminar
o correr (motricidad gruesa). El uso de músculos pequeños, como los de los dedos, crea
movimientos pequeños, como agarrar o pellizcar (motricidad fina). El dominio físico también
abarca la salud y el bienestar de su hijo.
El dominio cognitivo a veces se denomina dominio intelectual. Incluye las habilidades de
pensamiento y las capacidades que utilizará más adelante en el aprendizaje académico. Durante
los primeros años de vida, su hijo aprende las primeras habilidades que necesitará, al alcanzar la
edad escolar, para tener éxito en ciencias, matemáticas, estudios sociales y lenguaje y
comunicación. De estas habilidades, podría decirse que las más fundamentales son las de
lenguaje y comunicación, ya que el lenguaje se utiliza para comunicar numerosos tipos de
información.
Todo el desarrollo que se produce en los tres dominios ocurre al mismo tiempo y el crecimiento
en un área no necesariamente está separado del crecimiento en otra. Por ejemplo, cuando su bebé
adquiere movilidad, un hito en el desarrollo físico, puede moverse por su entorno, lo cual le
permite adquirir conocimientos de nuevas áreas a las que antes no podía llegar. Esto amplía sus
conocimientos en el dominio cognitivo. Es posible que también pueda acercarse a adultos y a
otros niños para interactuar con ellos, lo cual genera más oportunidades de alcanzar un
crecimiento socio-emocional. Al analizar formas de ayudar a su hijo a aprender en el hogar,
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observe que, aunque algunas estrategias fortalecen el desarrollo en un dominio más que en otros,
cada una de las estrategias que abordaremos puede consolidar el desarrollo de su hijo en general.
Salud y seguridad
Para que su hijo aprenda de su entorno, necesita explorarlo libremente. Asegurarse de que su
hogar sea seguro y saludable es esencial para hacer de él un lugar en el cual su hijo pueda
aprender.
Los bebés y los niños pequeños tienden a pasar gran parte del tiempo en el piso y, generalmente,
se llevan objetos a la boca como parte del proceso de exploración y aprendizaje. En lugar de
tratar de que su hijo no se lleve objetos a la boca, cree un sistema para limpiar y desinfectar los
juguetes con frecuencia. Cuando su hijo deja un juguete que se ha llevado a la boca, puede
separarlo hasta que tenga la oportunidad de lavarlo. Esto resulta de especial importancia antes y
después de invitar a otros niños a jugar, o si tiene varios niños en su casa que usan los mismos
juguetes.
Cuando los bebés adquieren mayor movilidad, tienden a tratar de agarrar todo lo que está a su
alcance. En lugar de luchar con su hijo por las cosas que puede o no puede tomar o llevarse a la
boca, puede ahorrarse mucha frustración haciendo que su hogar sea “a prueba de bebés”. El
hacer un hogar a prueba de bebés se refiere a mantener objetos peligrosos o que se encuentran
fuera de los límites lejos del alcance del bebé. A continuación, se presentan algunos ejemplos:
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Tape enchufes eléctricos que no se usan.
Cierre gabinetes con dispositivos de seguridad, en especial los que contengan productos
químicos nocivos.
Coloque objetos peligrosos o que se puedan romper en estantes altos o tras puertas
cerradas.
Asegure las persianas.
Mantenga los objetos pequeños que podrían representar peligro de asfixia fuera del
alcance de su hijo.
Estas son sólo algunas formas de proteger a su bebé mientras explora y aprende de su entorno.
Una buena manera de evaluar si su hogar es seguro es tirarse al piso y gatear por todos los
lugares donde juega su hijo. Desde ese ángulo, puede ver los peligros desde la perspectiva de su
hijo y tal vez encuentre peligros que hubiera pasado por alto desde el punto de vista de un adulto.
El factor más importante para mantener seguro y saludable a su hijo es la supervisión. Sepa
siempre dónde se encuentra su hijo y qué está haciendo. Al supervisar a su hijo, es más probable
que vea los problemas antes de que ocurran y pueda evitar más fácilmente que el niño corra
peligro.
Un entorno seguro y saludable ofrece a su hijo la mejor oportunidad de jugar y aprender. Para el
cuidado infantil, busque un lugar limpio y libre de peligros. Pregunte acerca del programa de
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limpieza y desinfección que emplea el proveedor de cuidado, acerca de cómo controla el entorno
para detectar peligros y acerca del porcentaje de proveedores de cuidado por niño (lo cual influye
sobre la cantidad de supervisión proporcionada).
Cómo dar el ejemplo
A fin de ayudar a su hijo a aprender, primero necesita comprender cómo lo hace. Una de las
formas en que los niños aprenden es observando a las personas importantes en su vida.
Independientemente de si tiene la intención de hacerlo, usted enseña a su hijo incalculables
lecciones cada día con tan sólo llevar a cabo sus rutinas cotidianas. Debido a que este
aprendizaje se lleva a cabo todo el tiempo, es fundamental que preste atención a lo que hace y
dice cuando su hijo está presente. Este proceso de enseñanza y aprendizaje a través de las
acciones se denomina ejemplo.
El ejemplo es una de las herramientas más poderosas con las que usted cuenta como padre. Si
bien su hijo escuchará lo que usted le diga que haga o no haga, a la larga, es muy probable que
haga lo que usted hace. Al demostrar a su hijo lo que usted desea que haga y al evitar hacer las
cosas que no quiere que él haga, puede enviarle un gran mensaje en relación con sus valores y
expectativas.
Su hijo también aprende de otros proveedores de cuidado adultos. Dicho esto, el proveedor de
cuidado infantil también debe dar el ejemplo con conductas adecuadas. Si es posible, observe a
su proveedor periódicamente para ver el tipo de conductas con las que da ejemplo a su hijo y a
otros niños que se encuentran a su cargo.
Coherencia
Su hijo aprende mejor cuando se siente a gusto porque siente confianza explorando su entorno a
través del juego. Se siente más cómodo cuando sabe qué puede esperar. Es por eso que muchas
familias tienen rutinas para ayudar a los niños a prepararse para ir a la cama o para el momento
del baño. Cuando un niño no sabe qué puede esperar, se confunde, se asusta o se estresa.
Lo mismo sucede al asistir al centro de cuidado infantil. Si la manera en que se hacen las cosas
en el entorno de cuidado infantil son muy diferentes de lo que su hijo está acostumbrado a hacer
en el hogar, siente confusión acerca de lo que va a suceder y de lo que se supone que haga.
Cuando las reglas, las técnicas de disciplina y las rutinas son similares en el hogar y el entorno
de cuidado infantil, el niño sabrá qué puede esperar en ambos lugares. Esto se denomina
“coherencia entre los entornos”. Cuando usted crea coherencia entre los entornos, su hijo se
siente más cómodo en su hogar y el centro de cuidado infantil.
Crear coherencia requiere esfuerzo. La mejor forma de comenzar a hacerlo es entablar una
relación con el proveedor de cuidado de su hijo. Si trabajan juntos, pueden mantenerse
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informados acerca de lo que sucede con su hijo y pueden diseñar un conjunto de objetivos y
expectativas comunes. Esto le permite aprender las cosas que desea que aprenda más fácilmente.
También puede crear coherencia hablando con su proveedor acerca de las actividades que puede
hacer con su hijo en el hogar. Ampliar y expandir las ideas que su hijo está aprendiendo en el
entorno de cuidado infantil puede consolidar más su aprendizaje. Por ejemplo, si el proveedor de
cuidado infantil de su hijo tiene un área de ciencias donde los niños pueden observar diferentes
tipos de hojas, entonces usted puede salir a caminar con su hijo por el vecindario y ver qué tipos
de hojas pueden encontrar juntos.
Cuidado sensible y afectuoso
Según el Centro sobre los Fundamentos Sociales y Emocionales del Aprendizaje Temprano, una
de las mejores maneras de fomentar el aprendizaje de su hijo es a través del cuidado sensible y
afectuoso en la infancia y la niñez. El cuidado sensible y afectuoso implica mostrar afecto a su
hijo y asegurarse de satisfacer sus necesidades.
Existen numerosas formas de ser sensible y afectuoso con su hijo. Abrácelo y hágale mimos.
Responda rápidamente cuando muestre signos de angustia, como cuando llora o pide ayuda.
Cuando responda a sus señales, trate de identificar exactamente lo que necesita y de satisfacer
esa necesidad lo más pronto posible. Deje que el bebé se alimente, duerma y cámbiele los
pañales respetando el ritmo natural de su organismo. Para los niños pequeños, establezca rutinas
y programas amplios para que sepan qué pueden esperar, pero sea flexible y cambie los horarios
de los acontecimientos del niño para satisfacer las necesidades de su hijo.
El ser sensible y afectuoso también implica orientar y disciplinar al niño adecuadamente, según
su nivel de desarrollo. Recuerde que un bebé o un niño pequeño aún están aprendiendo cómo
deben comportarse de manera aceptable y trate de reaccionar a sus errores de conducta de la
misma manera que respondería si caen al aprender a caminar. Sea tranquilo y paciente, y siempre
haga que sus acciones y sus palabras le demuestren cuánto lo ama.
El ser sensible y afectuoso hacia su hijo le demuestra que usted lo respeta y se preocupa por él, y
le permite confiar en que usted se asegura de satisfacer sus necesidades. A medida que su hijo
adquiere confianza, siente más libertad de explorar todo lo que lo rodea, sabiendo que puede
volver a usted si necesita ayuda o consuelo.
Los niños que se sienten amados y seguros tienen mayores probabilidades de explorar con
confianza y aprender de su entorno con mayor facilidad. El proveedor de cuidado infantil
también debe brindarle cuidado sensible y afectuoso. Su bebé debe estar a cargo de un
“proveedor de cuidado primario” o de alguna persona responsable de su cuidado durante todo el
tiempo que pasa en el entorno de cuidado infantil. Al igual que en el hogar, debe permitirse que
el bebé siga sus propios horarios biológicos, mientras que los niños pequeños deben tener rutinas
flexibles. Su proveedor de cuidado debe reaccionar rápida y adecuadamente cada vez que su hijo
muestre indicaciones de estar angustiado, y debe orientarlo con tranquilidad y paciencia.
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Juego
Cada experiencia que atraviesa su hijo le transmite nueva información. Esta información, que
recibe a través de los cinco sentidos (vista, oído, gusto, olfato y tacto), de hecho, afecta la
estructura física del cerebro en desarrollo. El juego permite a su hijo explorar su mundo; esta
exploración sirve de guía hacia nuevos descubrimientos que moldean su aprendizaje en los tres
dominios del desarrollo.
Los bebés y los niños pequeños necesitan oportunidades de jugar y aprender tanto en interiores
como al aire libre. Al aire libre, los niños experimentan todo un conjunto nuevo de imágenes,
sonidos, texturas y sensaciones que pueden ampliar enormemente su aprendizaje. Incluso los
bebés muy pequeños, que todavía no pueden desplazarse solos, aprenden mucho con tan solo
estar afuera en sus brazos o en un cochecito.
Lo importante que hay que recordar acerca del aprendizaje a través del juego es que se trata de
un proceso activo. El mejor aprendizaje se produce cuando su hijo se interesa, se entusiasma y se
involucra. Es mucho más fácil lograr este tipo de experiencia de aprendizaje cuando su hijo
dirige su propio aprendizaje. En otras palabras, cuando muestra interés en un objeto o en una
idea, piense en ello como en una oportunidad de aprendizaje.
Los bebés y los niños pequeños generalmente prefieren jugar solos y algunas veces con adultos;
pero a medida que crecen, pasan más tiempo interactuando con otros niños. El jugar con otros
significa que su hijo es capaz de aprender incluso más a través del juego. Al interactuar con los
demás, tiene la oportunidad de poner en práctica la resolución de problemas, la cooperación y el
autocontrol. Puede crear más oportunidades de interacción para su hijo uniéndose a grupos de
juegos, invitando a otros niños a jugar y elogiando los esfuerzos de su hijo al interactuar solo.
Los bebés muy pequeños “juegan” sosteniendo juguetes con las manos y la boca. Si observa de
cerca a su bebé muy pequeño, verá que ya está pateando, agitando los brazos y tal vez intentando
levantar la cabeza. Es posible que estos bebés pasen gran parte del tiempo de espaldas. Para
alentarlo a desarrollar sus habilidades motrices, póngalo “boca abajo” varias veces al día.
Coloque el estómago del bebé sobre su propio estómago de manera tal que queden enfrentados.
Luego háblele, cántele o mueva un juguete frente a él. Al obtener su atención, hará que él quiera
mirarlo e intente levantar la cabeza, el cuello y los hombros. Con el tiempo, estar boca abajo
ayuda al bebé a desarrollar los músculos que necesita para gatear.
Los bebés más grandes y los niños pequeños son capaces de realizar juegos más complejos.
Cuando sea lo suficientemente grande como para gatear, levantarse o caminar, es probable que
su hijo pase gran parte del tiempo participando en juegos físicos activos. El niño descubre que es
agradable caminar, correr, saltar, subir escaleras y mover el cuerpo de todas las formas posibles.
El juego al aire libre generalmente ofrece a los niños la oportunidad de jugar y simular
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actividades en formas que no siempre son apropiadas en interiores, como lanzar o patear una
pelota; es por eso que debe alentar a su hijo a jugar afuera con frecuencia.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda a los padres alentar a sus hijos de todas
las edades a participar en numerosas actividades físicas todos los días. Estas actividades pueden
ser diferentes para su bebé o niño pequeño en las distintas etapas de su desarrollo. Hacer de la
actividad física un hábito a muy corta edad ayuda a su hijo a llevar un estilo de vida saludable de
adulto.
Lo bueno es que tal vez su hijo se interese en la actividad física por naturaleza. Para ayudarle a
conservar este interés, ofrézcale suficiente espacio para que haga juegos físicos seguros tanto
dentro del hogar como al aire libre. Juegue con él y ayúdele a jugar con otros niños, incluso con
sus hermanos. Dé el ejemplo con hábitos saludables y muéstrele que usted hace actividad física
para que el cuerpo también esté saludable.
Una manera sencilla de mantener a su hijo activo es apagar el televisor. La Academia
Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños menores de 2 años no deben mirar
televisión. En cambio, debe ayudar a su hijo a encontrar actividades en las que use sus
habilidades motrices gruesas y finas, amplíe su experiencia de aprendizaje y le brinde
oportunidades de interactuar con los demás.
Aliente al programa de cuidado infantil de su hijo a ofrecer al niño tiempo, espacio y materiales
abundantes para juegos activos, tanto en interiores como al aire libre. Todos los niños, incluso
los bebés muy pequeños, deben vivir experiencias al aire libre adecuadas para su edad. Los bebés
deben recibir la oportunidad de que los pongan boca abajo todos los días. Los proveedores de
cuidado no deben usar el televisor con bebés o niños pequeños; deben alentar a todos los niños a
usar sus habilidades motrices gruesas y finas todos los días y deben dar el ejemplo con hábitos
saludables.
Entorno lingüístico enriquecedor
Como explicamos anteriormente, el lenguaje es una de las partes más importantes del desarrollo
cognitivo de su hijo. A través del lenguaje, el niño es capaz de interactuar y aprender del mundo
de maneras diferentes. El lenguaje y la comunicación le ayudan a hacer amistades y compartir
sus ideas con otras personas. El lenguaje también le permite conocer acerca de materias como
matemáticas, ciencia e historia.
Según el recurso para padres Zero to Three del Centro Nacional para Bebés, Niños Pequeños y
Familias, su hijo comienza a desarrollar las bases para las habilidades lingüísticas desde el
nacimiento. Debido a que el lenguaje se utiliza de tantas formas, su hijo tarda mucho tiempo en
dominar todas las habilidades necesarias. Estas habilidades incluyen la comprensión de palabras,
el uso de palabras y, con el tiempo, la lectura y la escritura. Durante este largo proceso, puede
fomentar el desarrollo lingüístico de su hijo creando un entorno donde se exponga a gran
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cantidad de palabras, orales y escritas, cada día. Este tipo de entorno se denomina “entorno
lingüístico enriquecedor”.
Créase o no, usted puede (y debe) comenzar a desarrollar un entorno lingüístico enriquecedor
mucho antes de que su hijo sea capaz de usar el lenguaje por sí mismo. El lenguaje se utiliza para
comunicar ideas de una persona a la otra. Desde el día de su nacimiento, su hijo es un
comunicador natural. Cuando llora, está tratando de comunicar que tiene hambre, o que está
cansado o incómodo. No mucho después, comienza a comunicarse mediante el uso de sonidos
como balbuceos o gorjeos. Es posible que empiece a utilizar gestos antes de que realmente pueda
usar palabras. Al final, probablemente aprenda a escuchar, a hablar, a leer y a escribir, todo ello
para comunicarse con los demás.
¿Cómo es exactamente un entorno lingüístico enriquecedor? Durante el resto de este curso,
hablaremos precisamente de eso. Muchas de las recomendaciones que ofreceremos provienen de
Zero to Three. Puede obtener más información acerca de este tema y muchos otros temas
relacionados con la crianza de un bebé o un niño pequeño en www.zerotothree.org.
Debido a que su bebé con frecuencia intenta comunicarse con usted, responder adecuadamente a
sus intentos de comunicación ayuda a generar confianza. Hágale saber que desea escuchar lo que
intenta decir. Puede hacerlo repitiendo lo que su hijo le dice a través de gestos, por ejemplo:
“Estás señalando la silla alta. Tienes hambre”. Si su bebé es muy pequeño, es posible que
simplemente lo mire. Cuando lo haga, mírelo a los ojos, sonría y háblele. Al hacerlo, le está
mostrando que le entusiasma comunicarse con él.
También puede jugar a imitar sus sonidos y su tono cuando balbucea o gorjea. Cuando su bebé
haga un sonido, espere a que termine y luego responda con el mismo sonido. Luego haga una
pausa y espere a que el bebé responda. Esperar turnos para emitir sonidos al otro ayuda a que su
hijo aprenda cómo funcionan las conversaciones: una persona habla, luego la otra y nuevamente
la primera.
Otra manera de fomentar el desarrollo lingüístico de su hijo es narrándole el mundo. Háblele
acerca de lo que ve y experimenta, acerca de acontecimientos de su rutina diaria y acerca de lo
que percibe que su hijo está sintiendo. Por ejemplo, mientras juega con su bebé en el momento
de ponerlo boca abajo, diga: “Estás tratando de alcanzar ese juguete. Estira el brazo. ¡Lo
lograste! ¿Quieres ahora presionar los botones? Es emocionante porque ese juguete hace ruidos”.
Para aprender cómo usar las palabras, su hijo primero tiene que conectarlas con sus significados.
Decirle los nombres de objetos, lugares, acciones y sentimientos le ayuda a desarrollar un
vocabulario que puede utilizar para expresar sus pensamientos, sentimientos e ideas a los demás.
A medida que su hijo crece, puede extender su narración e incluir preguntas abiertas acerca de lo
que está haciendo o sintiendo. Las preguntas abiertas pueden empezar con palabras como “¿Por
qué piensas que…?” o “¿Qué pasaría si…?”
Respete a su hijo durante las conversaciones mirándolo a los ojos, prestándole total atención y, si
es posible, estando a su misma altura. Al conversar con su hijo, siempre espere el tiempo
suficiente para que responda cuando sea su turno de hablar. Los niños pequeños pueden demorar
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mucho tiempo en dar una respuesta, pero esperar con atención le demuestra que sus
pensamientos son muy importantes para usted.
Puede resultar tentador utilizar un “lenguaje de bebé” al hablar con su hijo; sin embargo, el niño
se beneficiará al máximo si lo escucha hablar en un lenguaje simple pero correcto. Recuerde que
usted es el modelo al que seguirá como ejemplo de cómo funciona la comunicación. En sus
conversaciones con los demás, especialmente si su hijo se encuentra presente, comuníquese de la
manera en que desea que su hijo aprenda a comunicarse.
Desarrollar en el niño la comprensión del significado de las palabras y las formas correctas de
comunicarse resulta útil para enseñar a su hijo cómo se utiliza el lenguaje, especialmente en lo
relacionado con el escuchar y el hablar. Las habilidades que aprenda para escuchar y hablar
estarán a mano cuando comience a aprender a leer y escribir. Ahora veamos algunas otras
maneras específicas de ayudar a su hijo a estar preparado para la lectura.
Entorno lingüístico enriquecedor (continuación)
La primera sugerencia podría parecer obvia. Si desea que su hijo sea un buen lector, necesita leer
con él a menudo. Haga que el momento de la lectura sea agradable y tranquilo. Lo que piensan
los niños acerca de la lectura más adelante en sus vidas depende en gran medida de cómo la
lectura los hacía sentir cuando eran muy pequeños. Busque un lugar tranquilo y cálido y
acurrúquese con su hijo a leer.
Para los bebés y los niños pequeños, elija libros resistentes y fáciles de limpiar. Una buena
opción son los libros para jugar en el agua y los de tela. Estos libros generalmente permiten a su
bebé interactuar con el libro, por ejemplo, mediante texturas para palpar o un espejo para que vea
su reflejo. Si elige libros fabricados de cartón grueso, asegúrese de que no se desprendan
pequeños trozos para evitar peligros de asfixia.
Haga de la lectura una parte de su rutina diaria, preferentemente varias veces al día, y ponga
libros al alcance de su hijo, junto con sus otros juguetes. Cuando demuestre interés en un libro en
particular, muéstrese entusiasmado por leerlo con él. Es posible que los bebés y los niños
pequeños a veces deseen escuchar el mismo cuento una y otra vez, lo cual puede poner a prueba
la paciencia de los padres. De hecho, esto es bueno, porque significa que su hijo explora el
cuento de la misma manera que explora el resto del mundo: a través de la repetición.
Deje a su hijo elegir los libros que desea leer con usted. Cuando pueda hacerlo, pídale que dé
vuelta las páginas del libro. No se sorprenda si se demora en agarrar y dar vuelta la página, si
vuelve a una página anterior o si se saltea páginas. Sea paciente y lea la página en que se
encuentra. Esto le enseña que él puede estar a cargo del libro, una sensación importante para
bebés más grandes y niños pequeños que están aprendiendo a ser independientes. Seguir su
iniciativa y leer las páginas que él escoja también le enseña que el cuento avanza con las páginas
y que los libros tienen una estructura.
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A medida que vaya leyendo, señale las palabras con el dedo para ayudar a que su hijo vea que la
lectura se realiza de izquierda a derecha por la página. Tómese tiempo de hablar con él acerca de
lo que sucede en el cuento. Hágale preguntas acerca de cómo piensa que se sienten los
personajes o qué puede pasar luego. Pida a su bebé que señale objetos en las imágenes del libro.
La lectura y la comunicación pueden abrir la puerta al aprendizaje de todo tipo de cosas nuevas
para su hijo. Cuando se toma el tiempo de ayudarle a aprender cómo utilizar el lenguaje de esta
forma, le da la oportunidad de explorar y aprender desde la perspectiva de otras personas y ver
más allá de sus propias experiencias.
En el siguiente video, veremos a un padre leyendo con su hijo pequeño. Observe cómo el padre
involucra al niño en el cuento empleando algunas de las estrategias que acabamos de explicar.
[VIDEO: Demostración de lectura con un niño pequeño]
El proveedor de cuidado de su hijo debe pasar buena parte del tiempo hablando con los niños en
el entorno de cuidado infantil todos los días. Durante el tiempo que su hijo pasa allí, el proveedor
debe narrar acciones al igual que lo hace usted en el hogar. Su hijo debe tener muchas
oportunidades de participar en conversaciones con el proveedor de cuidado infantil, quien debe
dar el ejemplo con habilidades de conversación adecuadas. La institución debe contar con una
amplia selección de libros adecuados para la edad y su hijo debe escuchar la narración de cuentos
como parte de la rutina y cuando demuestre interés.
Resumen
A lo largo de este curso, hemos hablado acerca de las diferentes estrategias que puede utilizar
para fomentar el aprendizaje de su hijo. Como primer educador de su hijo, usted tiene la
capacidad de producir un impacto positivo en su desarrollo desde el comienzo y de ayudarle a
sentar las bases para el aprendizaje que continuará a lo largo de su vida como adulto. Estos son
algunos de los mensajes más importantes que nos gustaría que recordara:

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

Trabajando junto al proveedor de cuidado de su hijo, usted tiene la capacidad de crear las
experiencias que el niño necesita para crecer y aprender hasta alcanzar su máximo
potencial.
Su hijo crece y se desarrolla en tres áreas principales, que se denominan dominios. Estos
son el dominio socio-emocional, el dominio cognitivo y el dominio físico. Aunque a
veces hablamos de estos dominios como categorías independientes, todos están
interrelacionados.
Su hijo aprende mejor en un entorno seguro y saludable. Usted puede ayudarle
manteniendo limpios sus juguetes, poniendo el hogar a prueba de bebés y ofreciendo la
supervisión adecuada.
Su hijo aprende observando las acciones de los adultos importantes en su vida. Puede
ayudarle dando el ejemplo con las cosas que desea que su hijo aprenda y alejándose de lo
que no desea que el niño aprenda.
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
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
Su hijo aprende mejor cuando existe coherencia entre la manera en que se hacen las cosas
en el hogar y la manera en que las hace su proveedor de cuidado infantil cuando el niño
está a su cargo. Puede ayudar trabajando con el proveedor de cuidado infantil a fin de
crear expectativas y métodos de disciplina comunes y ampliando las ideas que su hijo
aprende en el entorno de cuidado infantil.
Su hijo aprende mejor cuando se siente seguro y amado. Puede ayudar brindando cuidado
sensible y afectuoso, y orientación y rutinas adecuadas para su edad.
Su hijo aprende a través del juego. Puede ayudar ofreciéndole muchas oportunidades para
que juegue, tanto en interiores como al aire libre, para que juegue solo, con usted o con
otros proveedores de cuidado adultos y para que juegue con otros niños.
Su hijo tiene más oportunidades de aprender a medida que aprende a utilizar el lenguaje y
la comunicación. Puede ayudar ofreciendo un entorno lingüístico enriquecedor. Esto se
refiere a hablar y a leer con su hijo a menudo, dar el ejemplo empleando habilidades de
conversación adecuadas y haciendo preguntas abiertas para que su hijo participe en la
conversación.
Gracias por su tiempo y gracias por su compromiso de crear la mejor experiencia de cuidado
infantil posible para su hijo.
* Este curso fue desarrollado y producido por el Servicio AgriLife Extension de Texas del
Sistema Universitario A&M de Texas en colaboración con la División de Certificación de
Cuidado Infantil (Child Care Licensing Division) del Departamento de Servicios para la
Familia y de Protección Familiar de Texas (Texas Department of Family and Protective
Services), con fondos proporcionados en virtud de la Ley de Recuperación y Reinversión
Estadounidense (American Recovery and Reinvestment Act) de 2009.
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