486-2013 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce horas con cincuenta y dos minutos del día veintiséis de febrero de dos mil catorce. El presente proceso de hábeas corpus ha sido iniciado a favor de las señoras Gisela Nicolasa Torres Espinoza y Claudia Esmeralda Pérez de López, condenadas por el delito de tráfico ilícito, en contra de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia. Analizada la solicitud presentada y considerando: I.- Las peticionarias exponen lo siguiente: "...el (...) proceso [penal] tiene inicio en el tribunal sexto de sentencia, de la ciudad de San Salvador, tribunal donde se ventila la vista pública, en nuestra contra y en donde en sentencia definitiva, se nos condena a sufrir la pena de tres años de prisión, aplicándosenos al mismo tiempo el beneficio de remplazo de la pena por trabajos de utilidad pública por el mismo período de tiempo, (...) proceso penal marcado bajo el número 228-10-2. (. ..) De dicha sentencia definitiva el fiscal acreditado al proceso penal en mención interpuso el recurso de casación ante la Honorable Sala de lo Penal, de esta corte, alegando entre otras cosas, como agravio la no conformidad con la calificación definitiva del hecho siendo esta el delito de posesión y tenencia, previsto y sancionado en el artículo 34, de la ley reguladora (...) de las actividades relativas a las drogas, específicamente el inciso segundo de este cuerpo normativo, solicitando ante dicho tribunal el cambio al delito de tráfico ilícito, (...) además solicitaba y peticionaba se anulara la sentencia definitiva aludida y se ordenara la reposición del juicio en un tribunal diferente (...) [en] la resolución fallo o sentencia, dictada por la honorable sala de lo penal, (...) en síntesis resuelve: modificando la calificación jurídica de los hechos, de posesión y tenencia ilícita, al de tráfico ilícito, agraviando de esta forma nuestra situación jurídica ya que impone la pena de diez años de prisión sin gozar de ningún tipo de beneficios procesales y penales, y en este sentido dicho tribunal vulnero las garantías del debido proceso ya que impuso una condena sin mediar prueba alguna sin otorgar el derecho de audiencia..." (Mayúsculas suprimidas) (sic). II. 1. Con relación a lo reseñado en el considerando anterior es de indicar, como esta Sala lo ha reiterado en su jurisprudencia, que los asuntos sometidos a control por medio del proceso de hábeas corpus deben cimentarse en la existencia de vulneraciones a derechos fundamentales con incidencia en la libertad física de las personas, es decir deben tener un matiz constitucional. Caso contrario, cuando se propongan cuestiones que deban ser resueltas por otras autoridades y que por lo tanto no trasciendan de ser inconformidades de los demandantes con lo decidido, la tramitación del hábeas corpus será infructuosa y deberá rechazarse la pretensión al inicio del proceso, por medio de una declaratoria de improcedencia —verbigracia resoluciones de HC 328-2011 del 26/10/2011 y HC 220-2012 del 07/07/2012—. 2. En el presente caso, las señoras Torres Espinoza y Pérez de López reclaman en contra de la Sala de lo Penal de esta Corte, alegando que dicha autoridad al momento de resolver un recurso de casación modificó la calificación jurídica del delito que en principio se les atribuía — posesión y tenencia—, por el delito de tráfico ilícito, agravando con ello el tipo penal y, en consecuencia, su situación jurídica ya que, se les impuso la pena de diez años de prisión sin gozar de ningún tipo de beneficios procesales y penales. A ese respecto, debe decirse que si bien las peticionarias alegan una vulneración al debido proceso en la modificación de la calificación jurídica realizada por el tribunal de alzada, se advierte que lo planteado descansa en una inconformidad con la valoración efectuada por los Magistrados de la Sala de lo Penal de esta Corte, en relación a los elementos probatorios en los cuales dichas autoridades judiciales han sustentado la existencia del delito de tráfico ilícito; así como también, con la dosificación de la pena de prisión impuesta por el referido delito, circunstancia que no puede ser sometida a control constitucional por medio de un hábeas corpus, pues los jueces penales son los facultados para determinar reclamos como el expuesto. Y es que cuando se interpone un recurso de casación, el tribunal que dicta la sentencia recurrida debe emplazar a las otras partes para que puedan contestar el mismo, garantizándose así el derecho de audiencia y defensa; siendo este momento procesal, en el cual las solicitantes pudieron hacer las alegaciones de hecho y de derecho, así como ofrecer las pruebas pertinentes —art. 426 Código Procesal Penal derogado—. En tal sentido, lo alegado carece de relevancia constitucional, pues son otras autoridades las facultadas para resolver lo aquejado, siendo improcedente su conocimiento; y es que si a través de este proceso se entrase a examinar y revisar aspectos puramente legales como los planteados, se produciría una desnaturalización del proceso de hábeas corpus, convirtiendo a esta Sala —con competencia constitucional—, en una instancia más dentro del proceso iniciado en sede penal. Lo anterior, se afirma en atención a que el análisis del cumplimiento de los elementos de un tipo penal —juicio de tipicidad—, supondría valorar las pruebas para determinar la existencia del delito, así como cuantificar la pena a imponer en caso de condena, siendo esta facultad —la valoración de los elementos probatorios— parte de la labor que les ha sido otorgada exclusivamente a las autoridades jurisdiccionales, competentes en materia penal, y cuya consideración, en definitiva, constituye un asunto de mera legalidad que por su naturaleza está excluido del conocimiento de esta Sala. Por las consideraciones que anteceden, esta Sala advierte un vicio en la pretensión de la solicitante, imposibilitándose conocer del fondo de la misma por alegarse asuntos de legalidad; por tanto, deberá finalizarse el presente proceso mediante la declaratoria de improcedencia. III. Es de aclarar que de los argumentos expuestos por las peticionarias en su demanda, en esencia, el derecho constitucional material que presuntamente se les habría sido conculcado es el derecho a la libertad personal, ya que en su escrito señalan que fueron condenadas a diez años de prisión a través de una decisión judicial en la cual la Sala de lo Penal de esta Corte modificó la calificación jurídica del delito, agravando su situación jurídica. De ahí que, si bien es cierto en la solicitud presentada por las demandantes expresan pedir amparo, de la causa de pedir explicitada en la demanda, se determina que la señoras Gisela Nicolasa Torres Espinoza y Claudia Esmeralda Pérez de López piden —en rigor—protección jurisdiccional a su derecho de libertad personal, en relación con el derecho de defensa y audiencia. En ese orden de ideas, debe indicarse que el art. 12 inciso final L.Pr.Cn. prevé que: "Si el amparo solicitado se fundare en detención ilegal o restricción de la libertad personal de un modo indebido, se observará lo que dispone el Título IV de la presente ley". En virtud de ello, y siendo que la tramitación de los procesos constitucionales debe realizarse en función del derecho que pretende tutelar, y evitar el ritualismo y las interpretaciones que supediten la eficacia del derecho a aspectos puramente formales o literales, esta Sala consideró pertinente encauzar la pretensión por la vía procesal idónea y se haga el análisis liminar correspondiente a la pretensión de hábeas corpus, en atención que la pretensión de las demandantes no concuerda con el proceso constitucional elegido, maximizándose así los principios de iura novit curia (suplencia de la queja deficiente, art. 80 L.Pr. Cn.) y el principio de dirección y ordenación del proceso (art. 5 L.Pr. Cn. y 14 C .Pr.0 .M.). IV. Finalmente, en virtud de la situación de restricción que afrontan las peticionarias en el Centro de Readaptación para Mujeres de Ilopango, esta Sala considera procedente, a efecto de garantizar el derecho de audiencia y a la protección jurisdiccional de la misma mediante el conocimiento real y directo de este proveído, requerir auxilio al Juzgado de Paz de Ilopango para notificar este pronunciamiento de manera personal a las señoras Gisela Nicolasa Torres Espinoza y Claudia Esmeralda Pérez de López, en el Centro Penitenciario de dicha localidad. De advertirse alguna circunstancia que imposibilite la comunicación que se ordena practicar a las peticionarias a través del aludido medio, se autoriza a la secretaría de este tribunal para que proceda a realizar la notificación por otros mecanismos dispuestos en la legislación procesal pertinente que fueren aplicables, debiendo efectuar las gestiones necesarias en cualquiera de dichos medios para cumplir tal fin. Inclusive a través de tablero judicial, una vez agotados los procedimientos respectivos. Por las razones expuestas y con fundamento en los artículos 11 inciso segundo de la Constitución, 13 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, 141 inciso 1° y 192 del Código Procesal Civil y Mercantil —de aplicación supletoria—, esta Sala RESUELVE: Por las razones expuestas y con fundamento en los artículos 11 inciso segundo de la Constitución, 13 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, 141 inciso 1° y 192 del Código Procesal Civil y Mercantil —de aplicación supletoria—, esta Sala RESUELVE: 1. Declárese improcedente la solicitud de hábeas corpus planteada a su favor por las señora Gisela Nicolasa Torres Espinoza y Claudia Esmeralda Pérez de López, por haberse reclamado asuntos de mera legalidad. 2. Notifíquese esta resolución a las peticionarias en el Centro de Readaptación para Mujeres de Ilopango; para ello requiérase auxilio al Juzgado de Paz de esa localidad, quien deberá informar con brevedad sobre la realización de ese acto procesal de comunicación. 3. Ordénase a la Secretaría de esta Sala que, con el fin de cumplir el anterior requerimiento, libre el oficio correspondiente junto con la certificación de esta resolución. 4. De advertirse alguna circunstancia que imposibilite la comunicación que se ordena practicar a las peticionarias a través del aludido medio, se autoriza a la secretaría de este tribunal para que proceda a realizar la notificación por otros mecanismos dispuestos en la legislación procesal pertinente que fueren aplicables, debiendo efectuar las gestiones necesarias en cualquiera de dichos medios para cumplir tal fin. Inclusive a través de tablero judicial, una vez agotados los procedimientos respectivos 5. Notifíquese. --------------------J.B. JAIME-----------------E.S. BLANCO R.---------------------FCO. E. ORTIZ R.-----------------------F. MELENDEZ------------------------R. E. GONZALEZ------------- PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.-----------E. SOCORRO C.--------SRIA.--------- RUBRICADAS.-