SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES

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220-61476, diciembre 06 de 2002
Ref.: Prohibición del contador para ocupar el cargo de revisor fiscal en la misma empresa, si no han
trascurrido 6 meses de su desvinculación.
Aviso recibo de los escritos radicados con los números 2002-01-146422 y 2002-01-146440 de 12 de noviembre del
año en curso, mediante los cuales consulta si conforme con el artículo 205 del C. de Co. y la Ley 43 de 1990 existe
inhabilidad por el hecho de que el contador de una empresa haya firmado el formato, resumen de los estados
financieros dentro de una licitación, y a la vez se encuentre inscrito en Cámara de Comercio como revisor fiscal
suplente de la misma, sin que haya ejercido el cargo como principal. En el evento de que tal hecho constituya
inhabilidad, pregunta si corresponde al Departamento constatar la existencia de la misma y hacer el juicio de valor
sobre la legalidad o ilegalidad de tal documento, o si por el contrario, es facultad de la Superintendencia de
Sociedades, en ejercicio de las atribuciones de inspección, vigilancia o control, verificar la inhabilidad e imponer las
sanciones a que hay lugar.
Para facilitar la resolución de la consulta planteada, se transcribe la parte pertinente de las normas invocadas que
contemplan inhabilidades para aceptar la designación como revisor fiscal de una empresa.
En primer lugar, el articulo 205 del C. de Co., dispone que no podrán ser revisores fiscales "Quienes desempeñen en
la misma compañía .... cualquier otro cargo" (num. 3º).
Por su parte, el artículo 51 de la Ley 43 de 1990, Estatuto Orgánico de la Contaduría Pública en Colombia, expresa
que "Cuando un contador público haya actuado como empleado de una sociedad rehusará aceptar cargos o
funciones de... revisor fiscal de la misma empresa... por lo menos durante seis (6) meses después de haber cesado
en sus funciones".
Aunque no reviste mayor importancia para el caso expuesto, de la preceptiva transcrita se observa con facilidad que
los presupuestos de inhabilidad son diferentes, la primera, se concibe respecto de una persona que se encuentra
vinculada laboralmente con una empresa en cualquier cargo dentro de la misma; al paso que la segunda, se predica
de quien se ha desempeñado como contador, es designado como revisor fiscal y no han transcurrido 6 meses desde
su desvinculación.
Hecha la anterior precisión no queda duda que la consulta formulada se refiere al segundo de los eventos citados,
aspecto sobre el cual esta Superintendencia ha conceptuado que como el término "empleado", expresado en el
artículo 51 en comento, no ha sido definido en la Ley 43, el Código de Comercio ni en el Código Sustantivo del
Trabajo, fue necesario recurrir a la regla de interpretación contenida en el artículo 28 del Código Civil y a la
definición que da el diccionario de la lengua española, quedando claro que tal acepción indica que "..son personas
naturales que ejecutan actividades de tipo intelectual por oposición a la palabra "trabajador", que denota una labor
de producción de tipo manual y, que en ambos casos existe una subordinación a un empleador facultado para dar
instrucciones en cuanto al modo de ejecución de las tareas, requerir cantidad o calidad de trabajo y exigir el
cumplimiento de reglamentos instaurados en la organización empresarial."
En otro de los apartes del aludido concepto, al hacer referencia al artículo 37 de la misma Ley 43, numeral 3º que
dispone como principio básico de ética profesional, la "independencia mental y de criterio" que todo contador debe
aplicar y demostrar en el ejercicio de su trabajo, con relación a cualquier interés que pueda considerarse como
incompatible con los principios de integridad y objetividad, que por las características de la profesión contable, debe
considerarse esencial y concomitante, concluye que "..si analizamos los objetivos de la revisoría fiscal encontramos
que dentro de esa función fiscalizadora está la de efectuar inspección constante sobre el manejo de los libros de
contabilidad, los de actas, los documentos contables y el archivo en general, con el fin de asegurarse que los hechos
en los libros son correctos y cumplen todos los requisitos establecidos en la ley, lo cual no tendría ningún
fundamento si tal función la cumpliera sobre operaciones realizadas por él mismo" (Oficio OR- 18853 de 9 de agosto
de 1991, publicado en el libro de Doctrinas Contables 1993, Pág. 199 y siguientes).
Con lo antes expresado se colige que mientras el contador como empleado de la sociedad está sujeto a las
instrucciones que imparta la administración de la sociedad, en el ejercicio del cargo como revisor fiscal es
fiscalizador de la gestión de la administración y examinador de la labor encomendada al contador, es por ello que el
legislador consagró la prohibición de que trata el artículo 51, pues mal podría el contador aceptar el cargo de revisor
fiscal cuando en tal calidad corresponde verificar el correcto manejo de los libros de contabilidad, los de actas, los
documentos contables y el archivo en general, a fin de asegurarse que los hechos registrados en los mismos son
correctos y cumplen los requisitos legales.
En ese orden de ideas, lo que pretendió el legislador es que quien se desempeñe como contador bajo ninguna razón
puede aceptar el cargo de revisor fiscal; debe esperar entonces que transcurran como mínimo los 6 meses
establecidos en la ley para consentir y aceptar la designación.
Actuar de otra manera, además de que se impone la renuncia al cargo de manera inmediata y nueva designación
por parte del máximo órgano social, por ser contraria a derecho la decisión esta avocada a la impugnación – art.
191 del C. de Co.-; a la imposición de multa conforme a la facultad asignada a la entidad que ejerce inspección,
vigilancia o control sobre el ente societario y a las sanciones de tipo disciplinario, entre otras, las impuestas por la
Junta Central de Contadores Públicos frente a la inobservancia de los principios básicos de independencia y
objetividad que gobiernan la profesión contable – artículos 37.2 y 37.3 de la Ley 43 citada-.
Finalmente, en opinión de esta Superintendencia tal inhabilidad se predica tanto del revisor fiscal principal como
suplente, en primer lugar, porque la norma nada expresa respecto del ejercicio o no del cargo, y en segunda
instancia, porque el precepto prohíbe "aceptar" el cargo, expresión que en una de sus acepciones significa "Recibir
voluntariamente lo que se le da, ofrece o encarga / Tratándose de un desafío, admitir sus condiciones y
comprometerse a cumplirlas", que no es otra cosa que la manifestación de consentir y expresar su conformidad en
la designación, obligación que se impone tanto del principal como del suplente, como requisito que precede al acto
de registro en la Cámara de Comercio (Circular Externa 10/ 2001, Capítulo I, numeral 1.1.2. Superindustria).
En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del
presente pronunciamiento son los contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
Atentamente,
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