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TIPOS SOCIALES AGRARIOS Y PRACTICAS GANADERAS
TESIS DE MAESTRIA-FLACSO –SANZ, H.-BS AIRES ( 2004)
1. Introducción
En la Argentina y en particular en la región Pampeana, el papel de la
explotación capitalista terrateniente fue centro de discusión durante mucho
tiempo confrontándose el uso expansivo de las tierras con las posibilidades de
las expansiones de los tipos chacareros generadas a partir de una base
familiar.
La denominación de productores familiares abarca realidades diferentes como la
de los minifundistas, agricultores campesinos, colonos, chacareros que manifiestan
formas económicas del agro latinoamericano con un rasgo común que es el de
utilizar la mano de obra familiar como el factor de producción preponderante.
Las explotaciones familiares materializan los nexos de integración familiar y
comunitaria en el proceso productivo, mediante la aplicación de prácticas
tradicionales basadas en la incorporación de la fuerza de trabajo familiar. A la
mano de obra familiar no se le asigna una remuneración formal, y la misma ha
sufrido una transformación profunda producto de las modificaciones operadas
en el agro en los últimos años, a partir de los cambios macroeconómicos, la
globalización, y desarrollo de la tecnología de comunicaciones y transportes
que permite a las familias mudarse a los centros urbanos y emplearse en otras
actividades formales.
La mayor parte de los estudios sobre la inserción de las explotaciones
familiares en el desarrollo agrario argentino centralizan el análisis en la
1
actividad agrícola, siendo menos frecuentes las investigaciones sobre la
participación y características de este tipo de explotaciones en la ganadería.
En este contexto, y a fin de contribuir a la búsqueda de soluciones en el campo
de la salud animal, cabe reflexionar, en un espacio particular, el Partido de
Balcarce en la Provincia de Buenos Aires, donde existe un sistema mixto de
producción ganadera (cría, recría, invernada y tambo), en
torno a las
siguientes cuestiones:
•
¿Consideran los productores a la sanidad como una estrategia primordial de
sus prácticas productivas?
•
¿La estrategia en sanidad de los productores del Partido de Balcarce es
uniforme o persiste la heterogeneidad propia de los diversos tipos sociales
presentes en el Partido?
•
¿Qué aporte se realiza a las estrategias de salud animal cuando se
considera los tipos sociales agrarios y la percepción de los mismos frente a
la sanidad?
Para responder a estas preguntas, en primer lugar, se presenta la discusión
teórica planteada en las teorías sociales clásicas referidas al mundo agrario,
que demuestran la existencia de la heterogeneidad social agraria, y diferencian
las explotaciones empresariales de las explotaciones familiares con sus
características peculiares de capitalización y descapitalización.
En segundo lugar, se realiza una revisión de los antecedentes académicos
referidos a la heterogeneidad social presente en el agro argentino y las
prácticas ganaderas llevadas adelante por los productores agropecuarios.
Además, en la revisión se incluyen estudios referidos al perfil de salud animal,
2
que incorporan en el análisis variables socioeconómicas, como forma de
superar la visión meramente biomédica.
En tercer lugar se propone el marco teórico en el que se inscribe la
investigación, en la cual por un lado se conjuga el concepto de perfil de salud
animal, con la noción de estrategia productiva y por otro lado se vinculan las
prácticas ganaderas utilizadas conforme a los distintos tipos sociales agrarios
identificados. A través de la información disponible en SENASA y dos
encuestas a campo, se organizan los resultados del estudio de la siguiente
manera: en primer término se describen las características e importancia de la
actividad ganadera en el partido de Balcarce, en segundo término se definen
los tipos sociales agrarios existentes en las explotaciones en el municipio,
mientras en tercer término se analizan las prácticas ganaderas desarrolladas
por los productores pecuarios en el mismo. Luego se relacionan estas
estrategias con los distintos tipos sociales, en la búsqueda de similitudes y
diferencias en sus prácticas. Posteriormente a raíz de la reciente reintroducción
de la fiebre aftosa en Argentina se expone la opinión y propuestas que surgen
de los distintos tipos de productores frente al nuevo status de país con fiebre
aftosa, luego de haber alcanzado un reconocimiento internacional de país libre
de la enfermedad sin vacunación.
Finalmente, a modo de conclusión se realizan una serie de reflexiones finales e
interrogantes que surgen de la investigación, referidos tanto a los resultados
obtenidos, como a la concepción teórico metodológica bajo la que se inscribe el
presente análisis.
2. Objetivo General
3
“Indagar acerca de la importancia que les asignan los distintos tipos sociales
agrarios a los diferentes tipos de prácticas ganaderas”.
3. Hipótesis de la investigación
“Los productores consideran a la sanidad como una variable de mayor
importancia en el contexto de variables productivas”.
“Es posible señalar diferencias de estrategias en prácticas productivas de
acuerdo a estratos definidos según tipos sociales agrarios”.
“Dado que hasta el momento los distintos planes de salud animal encarados en
el país no contemplan la heterogeneidad social agraria, cabe plantear que
existiría un conjunto de estrategias sanitarias selectivas de acuerdo al tipo de
productor, que dotarían de mayor eficiencia el cumplimiento de las metas u
objetivos de los mismos”
4. Discusión teórica en torno a las principales teorías sociales clásicas
agrarias.
La inserción de la agricultura familiar en el proceso de desarrollo capitalista,
constituye un tema que ha sido abordado desde diversas perspectivas teóricas.
A continuación se realiza una revisión de las principales visiones que tratan de
explicar los procesos de integración/exclusión de la agricultura familiar en el
sistema capitalista de producción y consumo. En este sentido se analizan los
postulados de la visión económica neoclásica, del marxismo agrario, el modelo
de Chayanov y los aportes del estructuralismo latinoamericano.
4
4.1. El enfoque neoclásico
En general, la teoría neoclásica plantea como objetivo prioritario la
maximización del beneficio de la empresa agrícola. Se presupone un
comportamiento racional por parte de la unidad de decisión, iluminado por la
existencia de información suficiente y escasa incertidumbre sobre la evolución
futura de una empresa agropecuaria. Las variables utilizadas para la
maximización de la ganancia son el margen bruto, margen neto, o renta
agrícola (beneficio más costo de oportunidad, etc).
Entre los principales autores
pertenecientes a esta corriente se destacan:
Lewis, A. (1955) y Schultz, T. (1965).
El primero de ellos considera que los pequeños productores son una reserva
de mano de obra desde la cual los trabajadores pueden trasladarse desde el
sector de menor productividad (sector tradicional) a los sectores de mayor
productividad que son más modernos y dinámicos como el sector industrial y
de servicios.
Específicamente, Lewis supone que en las primeras etapas del desarrollo, la
mano de obra puede ser obtenida de la pequeña agricultura sin tener que
aumentar la productividad de los trabajadores que permanecen en dicho sector.
Parte de a noción de una curva perfectamente elástica para la mano de obra
donde, en las primeras etapas del desarrollo económico, la industria y los
servicios no agrícolas pueden crecer rápido al atraer a nuevos trabajadores, sin
tener que subir los sueldos, ya que el costo marginal de la mano de obra en la
agricultura no se vería afectada por las deserciones del sector.
5
Para Lewis, la pequeña agricultura era implícitamente una ‘caja negra’ en la
cual la baja productividad podría deberse ya sea a una sobrepoblación extrema
y/o a la débil integración al mercado y la conducta no capitalista del sector.
Shultz (1965) por su parte, sostiene que la característica decisiva de la
agricultura tradicional se funda en el bajo rendimiento proporcionado por las
inversiones en los factores agrícolas que los productores utilizan desde
generaciones pasadas. Centraliza el análisis en la combinación de los factores
tradicionales (no modernos) de producción, señalando que los productores
tradicionales son bastante racionales y eficientes en la utilización de los
recursos que disponen.
Además, en su concepción, los productores son
individuos que buscan como cualquier agricultor capitalista la máxima
satisfacción de sus necesidades, la mayor tasa de ganancia y la venta de sus
productos. Es decir, si las comunidades agrícolas son pobres, no es porque los
campesinos carezcan de una racionalidad de lucro en la asignación de los
factores, sino porque los factores de los cuales depende su economía no son
capaces de producir más en esas circunstancias. La expresión repetida de
Schultz, eficiente pero pobre, se ha convertido en un punto clave para aquellos
que argumentan la necesidad de políticas de modernización a gran escala de
los campesinos.
Por otra parte, esta visión sirve de base para la línea de argumentación que se
da en los debates sobre liberalización de fines de los 80’ y que, durante los 90’,
usada por el Banco Mundial cuando señalan que una intervención mucho más
reducida por parte del gobierno en todos los ámbitos de la economía, e incluso
en algunos aspectos de la agricultura, probablemente tendría resultados
positivos para los pequeños agricultores.
6
El argumento neoclásico no considera las ‘fallas del mercado “ y, en lugar de
ello, se concentraba en las distorsiones de las políticas de gobierno que
rebajan en forma artificial los precios de los insumos (y a veces aumentaban
los precios de los productos).
Según Costabeber, J. (1998), la transición propuesta de Schultz corresponde a
un proceso unilineal de desarrollo, materializado en la ruptura radical con las
bases tecnológicas de la agricultura tradicional y en el olvido de las
experiencias y los conocimientos autóctonos de los agricultores, así como la
adopción de un tipo nuevo, moderno, de agricultura, basado en insumos de alto
rendimiento ofertados en el mercado. En palabras de Schultz, “los campesinos
sujetos a la agricultura tradicional han de adquirir, adoptar y aprender a
manejar eficientemente otra serie, nueva, de factores rentables”.
Según Shejtman, A (1982) para los neoclásicos el campesino no constituye un
sujeto específico distinto del análisis de la empresa agrícola, se interpreta que
las características observadas son debidas a las diferencias de escalas de
producción y distintas dotaciones relativas de factores. Las decisiones referidas
a que, como y cuanto producir, están regidas por el uso de los factores
empleados y la relación entre la productividad marginal y los precios.
En la perspectiva liberal tradicional, cabe destacar el aporte de Rogers, E.
(1973) desde la Sociología Rural, quien señala que la conducta campesina no
es guiada completamente por consideraciones racionales y económicas, y que
los medios de comunicación pueden ayudar a ampliar la visión del mundo que
tienen los campesinos y convencerlos sobre la necesidad del cambio. En la
concepción de Rogers, el campesinado impide el desarrollo económico y frena
el proceso de modernización de los países subdesarrollados.
7
Diversos autores han puesto de relieve las limitaciones y restricciones de los
postulados neoclásicos para explicar la realidad. Frente a la existencia de fallas
de mercados (mercados imperfectos y
asimetrías de la información) los
productores que poseen racionalidad limitada1, no conocen todas las
alternativas y encaran su actividad de acuerdo a su experiencia y tratando de
no incurrir en
grandes riesgos para su producción (aversión al riesgo e
incertidumbre)2 .
Se reserva el concepto de empresa para aquella unidad de producción basada
en el trabajo asalariado, en la que el productor tiene las funciones de
organización y dirección. Esta forma particular de organización social de la
producción generalmente se corresponde con una disponibilidad de capital y
recursos naturales para la cual puede ser válido considerar el criterio de
maximización de beneficio, entendiendo como tal a la retribución de todos los
factores de la producción.
Cabe destacar que no todas las explotaciones agropecuarias de la región
pampeana son empresas propiamente dichas, a las que se les pueden aplicar
categorías del análisis neoclásico. La escuela neoclásica ortodoxa considera a
las empresas como un agente maximizador de funciones de utilidad y las
oportunidades tecnológicas, están dadas exógenamente como la función de
1
En este sentido, distintos autores como Simon (1957), Cyert y March (1961) entre otros, sostienen
que los agentes económicos son limitadamente racionales y que enfrentan una información costosa
e imperfecta, cuya comprensión es con frecuencia defectuosa. De este modo como saben que
probablemente no encontrarán la mejor solución, actúan de una manera intencionalmente racional
tratando de hacer lo mejor que pueden, dadas las limitaciones bajo las que trabajan y aprende. En
otras palabras, para estos autores la racionalidad es intencionada y limitada porque el decisor
se da por satisfecho ya que no tiene la capacidad necesaria para conseguir el máximo o elegir
siempre la mejor alternativa.
2
En la literatura económica se diferencia riesgo de incertidumbre, el primer término se refiere a
una situación en la que si bien no se tiene certeza sobre lo que ocurrirá se puede basar en
experiencias anteriores para deducir al menos la posibilidad de que algo ocurrirá o no. El
8
producción o de costos. Desde este enfoque, el sistema económico sería un
sistema en equilibrio donde el mercado es perfectamente competitivo, es decir
actúan muchos compradores y vendedores estableciendo una relación
exclusivamente a través del mecanismo de mercado. Los agentes son
anónimos, no se conocen entre sí, y tienen perfecto conocimiento de la
información de mercado en cuanto a cantidades, precios y factores disponibles,
que les permite la toma de decisiones sin incertidumbre.
4.2. La perspectiva del marxismo agrario
Dada la relevancia e influencia de Lenin y Kautsky dentro del pensamiento
social agrario, a continuación se reseñan los aportes de ambos autores
respecto al análisis del desarrollo de capitalismo en la agricultura.
Lenin clasifica a los productores como grandes, medianos y pequeños, lo que
le permite comprar o no fuerza de trabajo. El mercado es el que define el
tamaño de las explotaciones, indicando la presencia de campesinos ricos y
proletarios. La tesis de Lenin se basa en que el avance del capitalismo en la
agricultura provoca el desarrollo de dos grupos extremos en detrimento del
campesino medio, conduciendo a la desintegración del campesinado y
consolidación de dos grupos de población rural, que presentan en común el
carácter mercantil y monetario de la economía: la burguesía rural y el
proletariado rural.
Para Lenin, la agricultura basada en trabajo familiar no representa un tipo
particular de organización socioeconómica, porque a medida que se inserta en
un régimen de producción de mercancías, siendo el capitalismo predominante,
segundo término en cambio, alude a situaciones en la que no se conoce que puede ocurrir y ni
siquiera se dispone de información previa de la probabilidad de que algo ocurra o tenga lugar.
9
las formas de producción campesinas son como cualquier otra forma pequeño
burguesa, en cuyo seno se establecen constantemente los elementos de la
relación capitalista: capital y fuerza de trabajo. En esta concepción está
presente un incremento de la diferenciación social en el seno de la economía
campesina, y una creciente proletarización social agraria
Por su parte, Kaustky, K (1899) en su libro “ La cuestión agraria”, realiza un
profundo estudio sobre el carácter capitalista de la agricultura, en especial en
los aspectos de la plusvalía y el beneficio de la renta agraria. Estudia los límites
de agricultura capitalista desarrollando explicaciones sobre el tamaño de las
explotaciones, el precio de la tierra y la proletarización del campesino.
Todo campesino hace frente a sus necesidades no vendiendo sus mercancías
sino su fuerza de trabajo excedentaria. El campesino no es un capitalista típico,
ya que lo producido sólo es para el propio consumo familiar, siendo el uso de
la tierra como el medio para ganarse la vida y no para sacarle beneficio o renta
agropecuaria.
Para Kautsky la aparente superioridad de la pequeña agricultura familiar sobre
la gran agricultura no era el resultado de su mayor eficiencia, capacidad de
producción y de competencia en el mercado capitalista, sino su mayor
capacidad de autoexplotación de la mano de obra familiar.
Tanto las consideraciones de Lenin sobre la proletarización campesina, como
las de Kautsky respecto a la polarización social agraria, implican una
interpretación unilineal de la evolución de la estructura agraria en el proceso
histórico. Por otra parte, la visión tradicional del marxismo ha sido considerada
como una variante de la teorías de la modernización agraria, al plantear la
desaparición por anacrónicas de determinadas formas de explotación agrícola.
10
4.3. El Modelo Chayanov:
Casi todos los estudios de la cuestión agraria se remontan al análisis de este
autor sobre el campesinado ruso. De él se deriva la noción de economía
campesina como una forma especial de organización de la producción.
En la economía campesina, el proceso agropecuario se desarrolla en unidades
del tipo familiar, teniendo por objetivo asegurar de forma cíclica la reproducción
de sus
condiciones de vida y de trabajo; es decir, la reproducción de los
productores y de la misma unidad de producción.
En otras palabras, la explotación debe generar los medios necesarios para
asegurar el sostenimiento biológico de los integrantes de la familia y la
satisfacción de las otras necesidades, cultural e históricamente determinadas,
como así también, debe proveer de los medios para reponer los bienes
consumidos en la realización del ciclo productivo.
El enfoque de la escuela de Chayanov, radica en considerar que el campesino
no es un capitalista típico, sino que opera con una racionalidad propia que
explica el desarrollo económico.
El núcleo principal de su teoría pasa a ser el balance existente entre el
consumo familiar y la explotación de la fuerza de trabajo, en donde las
operaciones de transacción comercial es la subsistencia y no la normal tasa de
ganancia capitalista.
Chayanov, basa sus estudios en las características productivas de la
comunidad rural rusa del período de 1900, utilizando los mismos datos
estadísticos básicos que Lenin, pero ofrece una explicación distinta a la
postulada por Lenin sobre el desarrollo del capitalismo rural.
11
En efecto, mientras que para Chayanov el campesino no era un capitalista
natural y que la economía de su casa sirve como base para la economía
nacional, Lenin establecía que las diferencias de tamaño de las granjas eran la
evidencia de las divisiones sociales incipientes.
Con su enfoque Chayanov desarrolla un modelo en el cual la cantidad de
trabajo de los miembros de una familia es una función del cociente del
consumidor-trabajador de la familia, y sostiene que además, esta función se
presenta de manera cíclica, conforme a un patrón biológico familiar (Letenyei
L., 2000).
En este sentido establece una correlación entre la familia con hijos en
capacidad de trabajar y el consumo de alimentos por parte del grupo familiar,
indicando un gráfico de forma gausiana (Ver gráfico A), donde se observa que
en el año 14,
es
el pico máximo de la relación dependientes (D) vs
trabajadores (W), (D/W= 1,64 ) y a partir del año 15 comienza a declinar.
Ind. Hijos Trabajadores
Gráfico A: Correlación entre el ciclo de la familia y la proporción de hijos
dependientes y trabajadores
2
1.5
1
0.5
0
0
10
20
30
40
Años Flia
Chayanov además observa, una relación directamente proporcional entre, el
número de personas de la familia y la superficie cultivable, siendo esta relación
creciente a medida que se incrementa la producción, y en ese momento la
12
sobreproducción que es volcada al mercado, pasa a complicar al mundo
campesino (ver gráfico B).
En los trabajos estadísticos de Chayanov, el promedio de la personas por
familia es de 6,5, el primer bebé nace a los 3 años después de casado, luego
se tenía otro hijo, y en un ciclo de 26 años
los niños de las familias se
incorporan paulatinamente con el padre al trabajo rural iniciándose a partir de
los 12 años,
siendo considerado a los 15 años como casi un productor
agropecuario.
Superficie Cultivada
Gráfico B: Relación del tamaño familiar y la superficie cultivable.
300
250
200
150
100
50
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Nº de personas en la Familia
La tasas de trabajadores y dependientes resulta desfavorable en los primeros
años de matrimonio, donde los niños son chicos no trabajaban y consumen
alimento, luego esto cambia a medida que los hijos se incorporan al trabajo con
el padre, aumentando la producción familiar hasta un pico de los 15 años, para
luego decrecer la superficie capaz de ser cultivable por ese grupo.
Gráfico C: Relación del ciclo de vida familiar en años con la superficie
cultivable.
13
Superficie
15
10
5
0
0
5
10
15
20
25
30
Años de existencia del grupo familiar
De esta forma los años de producción favorables eran en cuando los chicos se
incorporaban a la fuerza de trabajo familiar lo que incrementaba la capacidad
de producción del grupo, hasta que los hijos se casaban y forman un nuevo
hogar iniciándose el ciclo nuevamente.
En este sentido el capital más importante para el campesino pasa a ser el
capital social, conformado por el grupo familiar, lo que señala Chayanov en
1921 en sus libros como “ gente que se sienta a la misma mesa y come del
mismo plato “.
En conclusión, el campesinado para hacer frente a la presión de la familia,
cuando la relación dependientes hijos es desfavorable, debe trabajar
duramente más horas en una especie de auto-explotación, o bien hacer lo que
Lenin interpreta como protocapitalismo, es decir alquilar más tierra, aumentar el
ganado, contratar trabajadores externos, a los efectos de aumentar la
producción y alimentar a las nuevas bocas.
Todo este proceso de producción del trabajador en la explotación doméstica
se detendrá en el punto de natural equilibrio, ya que cualquier otro aumento en
el desgaste de fuerza de trabajo resultará desventajoso. Cualquier unidad
14
doméstica de explotación agraria tiene así un límite natural para su producción,
el cual está determinado por las proporciones entre la intensidad del trabajo
anual de la familia y el grado de satisfacción de sus necesidades.
En este modelo la remuneración del trabajo es el equivalente al ingreso anual
disponible para la familia después de deducir los gastos. No hay salarios
imputables al trabajo familiar, ni ganancia (que no se busca, dado que el nivel
de actividad es regulada por la satisfacción de las necesidades familiares), ni
renta (en el sentido capitalista). El beneficio de la explotación se obtiene
mediante el balance trabajo-consumo, establecido por el equilibrio económico
básico, entre las fatigas del trabajo y la satisfacción de necesidades.
No persiguen en su actividad la obtención de la máxima ganancia, sino del
máximo ingreso, para poder hacer frente a sus necesidades más urgentes y de
la de su familia. Para esto su esfuerzo se concentra en lograr el mejor
aprovechamiento de la mano de obra familiar, único bien disponible.
En la unidad económica campesina de Chayanov, está presente la categoría
"capital", pero con leyes diferentes a las que lo rigen en una unidad capitalista.
El incremento, formación y renovación del capital está sujeto al equilibrio básico
de la unidad (intensidad de la fuerza de trabajo, satisfacción de las
necesidades).
Para Marx,
la economía campesina era por definición mercantil simple. El
campesino vende para comprar nuevas mercancías y satisfacer sus
necesidades. Lo central son las transacciones entre el campesinado como
clase social y el sistema económico global en donde el salario es la explotación
de su fuerza trabajo y en donde no existe la renta de la tierra, porque el valor
del producto sobre su precio de producción no genera excedente.
15
Marx, parte de la premisa de que los campesinos ceden a la sociedad el
excedente de trabajo lo cual permite alcanzar el precio del valor de mercado,
en donde nuevas necesidades son creadas continuamente y todo excedente en
forma de dinero es utilizado por los mismos para adquirir mas tierras o
incrementar el proceso capitalista. Su racionalidad descansa en no evaluar la
intensidad de trabajo entregado al sistema, en la cual el tamaño de la familia y
el desarrollo del ciclo familiar explican el proceso de desarrollo económico
campesino.
Uno de los puntos más polémicos en la discusión de Marx y Lenin con
Chayanov, es la comparación de las teorías de diferenciación social y la de
diferenciación demográfica.
A diferencia de Lenin, Chayanov en cambio, considera que las familias
campesinas atraviesan durante su vida diferentes ciclos de explotación de su
fuerza de trabajo siendo la tesis central de que al acceso a la tierra esta dado
por las variaciones de esa fuerza de trabajo y no por el tamaño de la
explotación y que la expansión de tierras esta relacionada a
la auto-
explotación familiar y sus ciclos.
Los campesinos si tienen excedentes como el mismo es producto de su fuerza
de trabajo ese excedente se canaliza para restablecer el equilibrio de sus
necesidades o sea disminuyendo el desgaste laboral de sus energías (o sea
trabajando menos). Estas diferencias generaron en esa época fuertes
enfrentamientos ideológicos entre Lenin y Chayanov.
No obstante, Chayanov reconoce imperfecciones en su razonamiento cuando
indica que para que haya una alta correlación entre tamaño de familia con
tamaño de explotación se requiere de una parcela lo suficientemente amplia
16
para que todos los hijos hereden con un sistema patrilineal la división de la
tierra. En el caso contrario la presión del desarrollo biológico familiar opera en
forma negativa sobre la cantidad de tierra disponible.
4. 4. El enfoque estructuralista latinoamericano
A partir de la década del 60 se asiste a una proliferación de estudios y de
publicaciones sobre la cuestión agraria divididas en dos grandes corrientes la
denominada estructuralista y la corriente histórico estructural o materialismo
histórico. En la corriente estructuralista los análisis de la cuestión agraria giran
en torno a la tenencia y el tamaño de propiedad, mientras que para las
segundas el análisis se centra básicamente en las relaciones sociales de
producción.
4.4.1 Estructuralista
En esta corriente se comienza a discutir la heterogeneidad estructural y dan
inicio a estudios estratificados de productos conforme al uso de mano de obra
familiar y/o asalariado. Productores que no lograr absorber el potencial del
trabajo familiar los que si logran absorberlo y las que requieren de trabajo
asalariado para explotar las tierras.
4.4.2 Histórico estructural o materialismo histórico
En esta corriente se explicítan la teoría de la dependencia al considerar que el
proceso de generación de estructuras agrarias es parte de un proceso histórico
que caracteriza la inserción subordinada de las economías periféricas en la
división internacional del trabajo. En esta corriente también se señala que la
heterogeneidad agraria debe ser analizada con relación a la forma de
organización social de la producción y de la lógica de manejo de recursos que
caracteriza a las diversas unidades de conjunto en la cual el tamaño la tenencia
17
son solo partes de un todo que caracteriza a la estructura agraria, (Cepal
1982).
5. Antecedentes académicos en el agro argentino
A continuación se seleccionan y analizan diversos estudios desarrollados por
distintos investigadores del campo social, que manifiestan la existencia de una
marcada heterogenidad social del agro argentino y de sus principales
particularidades. Se complementa el análisis con los estudios realizados en el
campo de la salud animal desde la perspectiva de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) en la que se destacan las particularidades y
problemáticas de los distintos tipos de organización social de producción
pecuaria.
5.1. Heterogeneidad social en el agro argentino
El panorama general del campo argentino presenta aspectos capitalistas
caracterizados por la concentración del capital en los procesos productivos de
importancia y por el otro extremo un deterioro constante y permanente de los
sectores más pobres tanto campesinos como otros tipos de trabajadores
agropecuarios. Los procesos de capitalización y tecnificación operados en lo
últimos años han profundizado las diferencias sociales de los distintos de
productores y afectado al umbral mínimo de producción capitalista (Murmis, M.
1998). Diversos autores han
estudiado esta problemática de las distintas
capas sociales del agro estableciendo estudios de clasificaciones en tipologías
que evidencian la heterogeneidad presente en el agro argentino, entre los que
aparece la tipología elaborada por Basco, M. (1982) quien sostiene que el
sistema agrario argentino está integrado por diferentes tipos de productores en
18
función de la mano de obra empleada en la explotación y de los ingresos que
son capaces de generar.
La autora hace una clara distinción entre productores: familiares no
capitalizados (o minifundio), familiares capitalizados y empresarios, con la
peculiaridad de que las especializaciones productivas dependen más de la
región en la que se localizan que del tipo de productor. Plantea las
racionalidades
específicas
que
tienen
distintos
tipos
de
productores
agropecuarios, según sean las relaciones de trabajo y la dotación de recursos
con las que cuenten las unidades de producción. Así logra explicar,
fundamentalmente a partir de las características estructurales, la diferente
racionalidad económica de los distintos tipos de productores.
Entre los autores que han señalado la heterogeneidad rural en la argentina y
desarrollado importantes trabajos iniciales sobre esta problemática son los
documentos de Archetti E. y Stolen K. cuando afirman en su trabajo de
explotación familiar agraria, que
no existe una clasificación única de actor
social campesino, ya que se podría construir un continuo de actores sociales
en la estructura agraria que iría desde un modelo de campesino típico pasando
por modelos intermedios como los farmers americanos,
hasta formas de
productores capitalistas puros, en donde la fuerza de trabajo es asalariada
siendo el principal propósito la obtención de la tasa normal de ganancia
existente en la sociedad.
El campesino es el segmento social que establece una relación productiva con
la tierra que le permite subsistir sin llegar a acumular, lo que se traduce en
relaciones horizontales entre iguales, mediante acciones de cooperación y de
redistribución en el marco de la comunidad rural; y otro vertical, asimétrico y
19
desigual, con un conjunto social más grande, más poderoso, a través del cual
se lo despoja al campesino de su excedente productivo.
En este sentido el manejo productivo campesino, persiguiendo los objetivos
descriptos, posee una racionalidad propia y distinta de la que caracteriza a la
agricultura empresarial. (Archetti, E. 1974).
La unidad de producción campesina fundada en la combinación de tierra y
trabajo familiar, no es mas que un punto de referencia teórico y por ende
debatibles; aunque es claramente visible que son categorías dinámicas, que
permanente evolucionan en forma ascendente o descendente, alejadas de la
estática rígida visión chayanoviana. (Murmis M. 1992).
El campesinado es aquel sujeto social que se desarrolla en una forma de
organización económica social distinta a la capitalista y que tiene implicancias
en los planos culturales y religiosos.
El campesinado presenta rasgos característicos como que la población rural
debe ser mayoritaria, el desarrollo capitalista es débil y por lo tanto, el sector
industrial es bajo o nulo, la forma de producción es de subsistencia, destinando
una gran proporción de los insumos productivos a trabajos artesanales para los
mercados locales y en donde los productos se presentan en un mercado de
características diferente con
dispersión desde la oferta y de concentración
desde la demanda en el contexto de un crédito escaso o nulo.
Piñeiro M. y Llovet I. (1986)
indican que; la categoría campesinado esta
recortada a partir de la incapacidad de compra de trabajo asalariado y de la
falta de acumulación de capital, razón por la cual es a partir de ese tipo de
producción dónde puede pasarse a considerar a la misma como otro escalón
de producción considerado como pequeño productor agropecuario
20
En este contexto, el campesinado asume una conducta que lo lleva a
maximizar su ingreso global, para alcanzar la subsistencia dentro del grupo
familiar.
Se considera que son de predominio campesinado; aquellas unidades
domésticas de producción basadas en el trabajo familiar y cuya dotación de
medios de producción impiden superar el umbral de la acumulación.
(Tsakoumagkos, P. 1987).
Estos
trabajos
han
servido
como
marco
metodológico
a
distintas
investigaciones realizadas en el país, que buscan variables más explicativas de
los comportamientos de los productores, que la tradicional estratificación por
tamaño (medido como cantidad de superficie), enfatizando la mayoría de ellos
el análisis en las explotaciones campesinas de áreas no pampeanas.
Para analizar estas ideas; habría que realizar los estudios en función de la
región Pampeana o Extrapampeana en donde la pobreza rural se presenta de
una manera una diferente. ( Manzanal y Rofman, 1989).
En la región Pampeana la economía campesina es capaz crear excedentes de
mano de obra y ofrecer fuerza de trabajo para el desarrollo de los segmentos
capitalistas modernos agrícolas y principalmente, no agrícolas; suministrar
alimentos a bajo costo para el desarrollo de dichas actividades; y suministrar a
las economías centrales alimentos y materias primas a bajo costo.( Barsky O.
1992 ).
Esta distinción de producción entre el área Pampeana y extrapampeana marca
realidades productivas muy diferentes en donde el capital establece un corte
dejando a amplios sectores rurales en forma atrasada, dependiente y funcional
al primero (Murmis. M.,1992 ).
21
Por otro lado,
la producción de alimentos a bajo costo constituye una
transferencia de valor, de la cual se beneficiarían otros grupos de la economía
como los comerciantes, consumidores y asalariados, que compensan
el
ingreso per-cápita.
Para Tsakoumagkos, Manzanal y Rofman, los campesinos aparecen como
eslabones en la cadena de producción y comercialización; que se observa en el
caso de la producción de algodón, el campesino permite abaratar el producto y,
por ende, contribuye a la valorización del capital agroindustrial.
Los productos de las empresas campesinas, son producidos en forma mucho
más barata que en las empresas más grandes, tanto en términos de capital
invertido,
como en
términos del trabajo, cuyo costo no es calculado en
cantidad de salarios, implican que una porción de ese trabajo no remunerado
es transferido a los compradores tanto de su
tiempo de trabajo como de sus
productos (Posada, M. 1986).
En las unidades campesinas se presenta el fenómeno de la subordinación del
segmento campesino frente a la agroindustria, en tanto que ésta los somete a
un intercambio desigual ya que la modernización aumenta el grado de la
dependencia al introducir tecnología, insumos y crédito.
De los estudios del campesinado
pueden derivarse
también toda una
elaboración tipológica, utilizando variables como: el tipo de mano de obra
empleada y el nivel de mecanización (Giarraca N. y Aparicio S.,1992).
A su vez, Tort, M. I (1982), desarrolla una clasificación de productores, dentro
del marco de la agricultura pampeana, a partir del análisis de la dotación de
cada uno de los factores de producción, enfatizando en la caracterización de
los estratos de menor dotación de tierra.
22
Martínez, A.; Cloquell, S. et al. (1983), basándose en las condiciones sociales,
económicas, históricas, y tecnológicas que originan los incrementos de la
producción agropecuaria, introducen la variable organización laboral para
explicar la racionalidad de los distintos tipos de productores del sur de la
provincia de Santa Fe. Plantean que la distinción entre las unidades típicas
empresariales basadas en el uso de trabajo asalariado y las unidades
familiares centradas en el trabajo del productor y su familia se constituye en un
aspecto clave en las interpretaciones de las conductas de los productores.
Cabe señalar que el análisis del desarrollo del ciclo doméstico permite
distinguir distintas personas de la unidad de producción que aportan fuerza de
trabajo familiar a las explotaciones agropecuarias, distinguiendo tres fases o
estadios: expansión, fisión o dispersión y la final o reemplazo.
Según Barsky, O. (1991) los cambios operados en el agro pampeano permiten
visualizar la presencia de nuevos actores y procesos sociales en la cual la
capitalización en maquinaria, la farmerización son ítems de nuevos enfoques
explicativos. Además, manifiesta su preocupación por el fuerte grado de
concentración, similar en países del norte, en la cual la desaparición de ciertos
números de unidades parecen dar razón a procesos parecidos en el agro
argentino. Por otra parte, el estudio y profundización de la estructura agraria
argentina muestra el peso de los contratistas con una base tradicionalmente
familiar lo que conformaría formas productivas y sociales que hacen a sus
actores adquirir gran capacidad de resistencia frente a picos más agudos de las
crisis.
En el caso particular de la provincia de Buenos Aires, es importante señalar los
trabajos desarrollados por Cittadini, R. et. al (1991), quienes a partir de una
23
caracterización global del partido de Olavarría en la Provincia de Buenos Aires,
y de acuerdo a la organización social de la producción de las explotaciones
agropecuarias existentes en la zona, identifican la presencia de dos grandes
grupos: familiares y empresariales. Los primeros se dividen a su vez en
familiares y familiares capitalizados. La característica principal de estos últimos
es que emplean mano de obra familiar y maximizan el ingreso global a
diferencia de los empresariales que ocupan básicamente trabajo asalariado y
maximizan la tasa de ganancia.
Por su parte, Iriarte, L y Bilello, G. (1992), centralizaron su análisis en la
situación de los productores ganaderos de tipo familiar en la zona de Cacharí
en la Cuenca del Salado a través de un diagnóstico participativo donde
intervienen técnicos, profesionales de instituciones públicas y privadas, como
así también los propios productores en la definición e identificación de sus
problemas. Concluyen
que la
situación por la que atraviesan estos
productores demandan que se incorporen con urgencia alternativas para los
pequeños productores, considerando sus expectativas y potencialidades,
requisito indispensable para aumentar su participación.
Bilello, G. y González, M. (1994) presentan una caracterización de la estructura
productiva agraria del partido de Azul, mediante un estudio de caso donde
clasifican las explotaciones y determinan su rentabilidad. Concluyen que en
este partido, donde la actividad es básicamente ganadera, predominan las
explotaciones empresariales. Asimismo en referencia a la principal fuente de
ingresos, encuentran dos casos extremos: los pequeños empresarios en los
que los mismos no provienen de la explotación agropecuaria y los empresarios
que basan su ingreso en la explotación agrícola.
24
Por otra parte, Solá (1991) distingue los tipos de empresas agropecuarias por
los rasgos generales que le dan al medio agrario pampeano características de
cierta homogeneidad. El autor se refiere a los cinco cultivos más importantes
del agro que se realizan en la región pampeana, en donde la ganadería está
presente, siendo las explotaciones de tipo mixto, donde además se establece
una producción y comercialización con un mercado casi perfecto y con un
fuerte proceso de incorporación tecnológica en semillas y agroquímicos
fundamentalmente. Su tipología prioriza variables tales como mano de obra
utilizada (familiar/asalariado) y la existencia de intereses extraprediales,
construyendo cinco modelos de empresas: la explotación familiar combinada,
explotación agraria capitalista, gran empresa diversificada, empresa mediera
chica y empresa agrícola especializada.
Acuña, et.al. (1995), en base al conocimiento de las formas de organización
social de la producción que coexisten en el agro pampeano, realizan un análisis
de las estructuras productivas regionales del centro y sur de la provincia de
Buenos Aires, con el objetivo de confeccionar el mapa social agropecuario de
esa amplia zona, a partir del diseño de una metodología, que con cierto nivel
de generalización permita explicar los comportamientos diferenciales de los
distintos actores sociales. En la caracterización de las unidades productivas
existentes en la región, en función a las variables: disponibilidad y magnitud de
los recursos productivos y formas de organización social del trabajo, distinguen
también los mismos tres tipos de explotaciones (y por ende tres tipos de
productores) enunciados por los autores precitados: las explotaciones
familiares, las explotaciones empresariales y las explotaciones familiares
capitalizados.
25
Concluyen que existe una gran heterogeneidad del sector agropecuario donde
coexisten distintos tipos de productores con características estructurales y
lógicas de funcionamiento que le son propias y que conducen a que asuman
comportamientos diferenciales ante determinados estímulos y propuestas
tecnológicas.
Las explotaciones familiares son aquellas en la cual hay una gran escasez de
recursos y la organización social se basa en el trabajo de la familia. Las
empresariales son aquellas unidades de producción con una dotación de
recursos productivos importantes y en la cual la mano de obra es
preponderantemente asalariada. Y por último las explotaciones familiares
capitalizadas que las ubican como un caso intermedio entre las familiares y las
empresariales, donde el trabajo es básicamente familiar, pudiendo requerir
personal asalariado. Posee una dotación de factores que le permitiría acumular
excedentes, con cierto grado de capitalización. En el estudio al que se está
haciendo referencia se observa el predominio de las explotaciones familiares
con valores que van hasta 67% del total de los productores.
También se demostró que el 60% de las explotaciones empresariales de la
región logran nivel estimado de rentabilidad acorde al capital invertido. Las
explotaciones familiares capitalizadas detectaron un 22% de ese sector con
fuertes descapitalizaciones y dificultades de permanecer en el sector, mientras
que por último las explotaciones familiares en el 80% de los casos no
alcanzaban a cubrir los gastos derivados del proceso productivo.
Este trabajo no se basa exclusivamente en la superficie de producción aunque
no obstante el mismo señala la fuerte correlación existente entre superficie y
rentabilidad. Al efecto indica en la categoría empresarial a las explotaciones
26
que en promedio tienen 1343 has y habla de un piso de rentabilidad de 800
has. Para el grupo de explotaciones familiares capitalizadas la superficie
promedio es de 600 has con un piso de 330 hectáreas. Por último, los
productores familiares que se los puede ubicar en un promedio de 300 has.
Si bien los estudios analizados plantean la existencia de una lógica de
producción diferente en cada tipo social agrario, no profundizan en la relación
entre tipo social agrario y prácticas llevadas adelante para mejorar o mantener
la sanidad de sus rodeos.
Es posible que una racionalidad diferencial lleve a estrategias productivas de
combinación de ciclos agrícolas y pecuarios, la producción propia o en
aparcería, el distribuir la producción a lo largo del ciclo en diferentes lotes; con
el objetivo de disminuir el riesgo climático, la producción de subsistencia y
aquella destinada al mercado.
De tal forma que es posible pensar que la categoría de campesino como tal no
es fija ni rígida su lógica de funcionamiento, por el contrario que existe una
racionalidad en los mismos capaz de mejorar la producción. También estaría
muy discutido la tendencia a considera a estos productores como reticentes al
cambio, en especial el tecnológico.
Un
proyecto de desarrollo rural impulsado por una
organización no
gubernamental (FUNDAPAZ) entre pequeños productores cabriteros de la
provincia de Santiago del Estero demuestra la aplicación de recomendaciones
tecnológicas.
En este sentido se sugirió para los productores la realización de una actividad
ganadera caprina combinada con la transformación del producto obtenido,
fabricando
quesos. En dos zonas (Robles y Garza) de
características
27
estructurales de profunda pobreza, se pasó a organizar a los productores,
entrenándolos en técnicas de manejo de los rebaños, en los cuidados de la
leche ordeñada y en la construcción de mejoras. El primer paso, y que es lo
que a nosotros nos ocupa aquí, comenzó con la difusión del llamado "botiquín
veterinario comunitario", destinado a disminuir la mortandad del stock de
animales. Este fue rápidamente aceptado por los productores, contradiciendo
aquello de la resistencia al
cambio, lo que demuestra que cuando el
diagnóstico del problema es correcto el pequeño productor no es resistente a la
innovación tecnológica.
Desde otra perspectiva, Wolf, E. (1971), considera que las diferencias entre el
empresario y el campesino no son tan profundas y derivan en gran medida de
la dispar magnitud y estabilidad de los recursos de que disponen, originando
que en caso de una caída de la tasa de ganancia, el empresario pueda cambiar
de ramo de actividad, mientras que el campesino no tiene siquiera la
posibilidad de acceder a tal ganancia. Todo productor, aun el más pequeño,
realiza un balance anticipado de sus recursos y sus necesidades, y se aferrará
a la producción de un rubro que le asegure una combinación óptima de
recursos disponibles. De manera similar se puede analizar su adopción o no de
ciertas tecnologías.
Posada, M. por su parte, concluye, que los estudios agrarios efectuados sobre
el heterogéneo
espectro de los llamados pequeños productores presentan
como una de sus características principales la de asignarles a los mismos
rasgos campesinos, no sólo utilizando esa expresión de manera genérica,
descriptiva, como proponía Archetti, sino con gran parte de su carga teórica.
Así, aparece la noción de una racionalidad diferenciada, no maximizadora de
28
ganancia sino del ingreso, lo cual se entrelaza con la idea de resistencia a los
cambios y de búsqueda de minimizar riesgos.
De la revisión de los antecedentes académicos se desprende que incorporar la
noción de heterogeneidad social agraria, y definir tipos sociales agrarios,
distinguiendo entre productores familiares y capitalizados constituye un aporte
para comprender las distintas estrategias productivas y prácticas ganaderas
desarrolladas por los productores ganaderos del Partido de Balcarce.
5.2 Salud Animal, Prácticas Ganaderas y Tipos Sociales Agrarios
Tradicionalmente las enfermedades de los animales y las prácticas ganaderas
para contrarrestar sus efectos, han sido analizadas desde una perspectiva
puramente biomédica, sin considerar los aspectos sociales y económicos que
las condicionan.
Diversos autores, de la OPS - OMS, entre ellos Obiaga, Rosemberg, Astudillo y
Goic (1979), cuestionan el estudio exclusivamente biológico del problema de
fiebre aftosa, y demuestran el comportamiento diferenciado de la enfermedad
vinculando las formas de organización social de la producción de distintas
áreas geográficas. Surge así, el concepto de ecosistemas de Fiebre Aftosa
clasificados como endémicos primarios, endémicos secundarios, esporádicos y
libres.3
3
Se considera ecosistema endémico primario al sistema donde la forma de producción áreas
de cría extensiva empresarial, caracterizadas por una población ganadera estable, con índices
bajísimos de ingresos y baja densidad por hectárea, condicionan la presentación endémica de
la enfermedad y exportan la misma hacia regiones de engorde a través de terneros mal
inmunizados y enfermos. La enfermedad siempre está presente pero no siempre es visible. En
el ecosistema endémico secundario, las formas de producción en áreas de engorde, con
altos índices de recambio poblacional, con rodeos poco estables, con alta densidad por
hectárea y receptoras de terneros susceptibles y enfermos de las áreas de cría, condicionan la
presentación epidémica de la enfermedad. Se considera esporádico o paraendémico a aquel
sistema donde predominan las formas de producción mercantiles simples o de subsistencia,
29
En esta línea, Rosenberg, F. (1986) siguiendo a Obiaga (1973) sostiene que en
la actividad pecuaria, en particular en las enfermedades de los animales las
distintas formas de organización económico sociales son determinantes del
comportamiento epidemiológico de las enfermedades y se presentan
claramente en espacios productivos definidos, con ecosistemas establecidos
en ellos. Así fue posible estudiar ecosistemas de fiebre aftosa asociados a
distintos formas de producción prevalecientes, y desarrollar en consecuencia
indicadores de medición e instrumentos de estrategias de intervención a los
fines de erradicar las enfermedades en distintos países de Latinoamérica. En
esta concepción se inscriben en Argentina el Plan Argentino de Salud Animal
(PLANARSA) y el Plan de Control de Fiebre Aftosa 1990-92 y de Erradicación
1993-1997. Dadas las condiciones socioeconómicas que enfrenta Argentina a
partir de la década del 90, y ante la crisis del estado de bienestar y las nuevas
propuestas de desregulación de los mercados, apertura comercial y reforma del
Estado, el diseño de los planes de esta etapa contempla la participación de los
productores, a través de la conformación de entes que coordinan los esfuerzos
y recursos públicos y privados para erradicar la fiebre aftosa. Este modelo,
pionero en la región, sirve de base a diversos proyectos de erradicación de
fiebre Aftosa en el resto de los países de América Latina4.
caracterizadas por rodeos pequeños, sin ingresos de animales y con una muy baja densidad
bovina por hectárea, donde no se dan las condiciones necesarias para la difusión de la
enfermedad. Por ellos generalmente, los focos ocurren por ingresos ocasionales de animales y
se limitan casi exclusivamente al establecimiento comprometido, mientras tanto las áreas
libres son aquellas en las cuales uno de los elementos que es el virus de la fiebre aftosa está
ausente y por lo tanto la enfermedad es imposible.
4
Para mayor información sobre el desarrollo histórico de los planes de salud animal en
Argentina, ver Zottele, A. (1995) Tesis de Doctorado. Universidad Federal de Minas Gerais.
Brasil.
30
Tamayo, H. (1981) analiza la estructura de producción como determinante de
salud animal, elaborando una propuesta metodológica para el caso de
Ecuador, en tanto, Astudillo, V, (1984), usando indicadores epidemiológicos del
tipo de explotación pecuaria y organización económica pecuaria, establece el
método de análisis de conglomerados para delimitar regiones homogéneas en
Brasil.
Ante la debilidad de la capacidad de respuesta y el deterioro de los servicios
públicos de atención veterinaria, el excesivo grado de centralización y
burocratización para introducir en el medio pecuario latinoamericano,
modificaciones significativas sobre el comportamiento de los perfiles de salud y
producción animal, Zottele, A., Tamayo, H., Brieva, S., e Iriarte, L. (1993),
plantean la necesidad de incluir las especificidades de la producción familiar y
las estrategias en salud animal que estas asumen en América latina a fin
identificar los problemas que enfrentan y las prioridades en salud animal que
deben desarrollar los planes de Fiebre Aftosa en América Latina, sugiriendo un
enfoque participativo para afrontar los cambios en el perfil de salud animal en
las explotaciones familiares. Insisten en la necesidad de tomar en
consideración las distintas experiencias institucionales y extra institucionales
que se malograron al no considerar las necesidades de los distintos tipos de
productores y el desarrollo local.
Si bien, los antecedentes enunciados plantean claramente la importancia de
incluir en los análisis sobre la salud animal, las variables socioeconómicas a
efectos de explicar los fenómenos y procesos de la actividad agropecuaria, la
mayoría de ellos lo hacen desde un enfoque teórico y macro, sin incursionar en
estudios a nivel local.
31
En este sentido, se rescata la experiencia realizada en el Municipio de Itaguaí,
Brasil, por Cotrina, N., et al
(1994), donde mediante el diseño de una
metodología participativa5, seleccionan en el nivel local, los problemas
prioritarios, sus causas y las acciones destinadas a transformarlas.
Mientras, en la provincia de Buenos Aires, cabe destacar el esfuerzo realizado
por Olmos, M. (1996), quien relaciona los tipos sociales agrarios en el partido
de
Tandil,
permitiéndole
desarrollar
un
análisis
de
las
variables
socioeconómicas para la vigilancia de la fiebre aftosa. No obstante este aporte
no profundiza en la relación entre las prácticas pecuarias que llevan adelante
los productores y la heterogeneidad social presente en el agro. Sin embargo,
es posible plantear que las prácticas ganaderas responden a variables diversas
y complejas, factibles de ser analizadas incorporando la perspectiva
sociológica.
Por otra parte, Cittadini et. al (1999) desde un enfoque que tiene en cuenta a
las prácticas de los actores sociales como objeto de investigación y bajo la
orientación del conocimiento de las interrelaciones entre los procesos
ecológicos, biotécnicos y sociales concernientes a la actividad agropecuaria y
al mundo rural, encuentra gran diversidad de sistemas y de prácticas en
ganadería, cuestión de vital importancia para los programas de desarrollo en la
pampa deprimida bonaerense.
De la revisión bibliográfica realizada, y en función de los cambios ocurridos en
el contexto socioeconómico actual, que llevan por un lado a la concentración
económica de ciertos grupos y por otra a la exclusión de distintos actores
5
La metodología consiste en la construcción - con la participación de los distintos actores
sociales - de una matriz tridimensional de problemas, nudos críticos y módulos operacionales
similar, a la desarrollada por William C. Goggin (1974).
32
sociales ligados a la actividad pecuaria, y frente a las mayores exigencias del
mercado en calidad y sanidad en toda la cadena productiva agroalimentaria, se
desprende la necesidad de profundizar las investigaciones en el nivel local, de
las relaciones existentes entre los distintos tipos sociales agrarios y las
prácticas sanitarias que los mismos desarrollan, a fin de incorporar dichos
resultados en los planes de salud que permitan comprender la lógica de
producción ganadera de los mismos y plantear distintas (o selectivas)
estrategias de intervención a través de planes de salud animal que representen
al conjunto de los productores.
6. Marco Teórico
A partir de la discusión teórica en torno a las principales teorías sociales
clásicas agrarias realizada en el punto 4 y la revisión de los antecedentes
académicos presentada en el punto 5, se seleccionan los conceptos teóricos de
heterogeneidad social agraria, estrategias productivas, prácticas ganaderas y
de perfil de salud animal, como guía de la investigación. Los mismos resultan
adecuados para las necesidades del presente trabajo y para la realidad agraria
de la región pampeana.
La heterogeneidad social agraria es analizada conforme a los conceptos de
Basco M. (1981), quien define los tipos sociales agrarios, distinguiendo en
primera instancia, entre productores asalariados y no asalariados, y en
segundo término recurre a variables –que considera intervinientes-, las que
determinan la forma en como se organiza la producción y comercialización al
interior de las unidades familiares. Entre las variable más relevantes considera
el uso de la maquinaria propia, formas jurídicas de la propiedad, ingresos
extraprediales, estudios cursados por el productor, entre otros, lo que le
33
permite
construir
una
tipología,
donde
se
diferencian,
productores
minifundistas, familiares capitalizado y empresarios, en función de la utilización
o no de mano de obra asalariada.
El tipo social minifundista o familiar, incluye a todas aquellas unidades
productivo domésticas bajo cualquier forma de tenencia de la tierra que
producen para el mercado, en condiciones de escasez de recursos naturales
y/o de capital, y en dónde el factor trabajo, en razón de las limitaciones
anteriores es exclusivamente familiar. Esta relación de elementos da por
resultado la inexistencia de beneficios económicos al finalizar el ciclo
productivo, lo que impide la capitalización de la unidad de producción y el
acceso a condiciones de vida similar a los productores empresariales.
En este esquema se caracteriza al tipo social familiar capitalizado, como aquel
grupo que incluye unidades propietarias familiares de consumo y producción,
en donde se produce para el mercado con una dotación de recursos tal que, les
posibilita obtener beneficios pero de un monto inferior a la rentabilidad media
obtenida por las empresas, y por ello hay participación en el trabajo del
productor y de su familia, a la vez que recurre a la contratación de mano de
obra asalariada de manera permanente o eventual. Estas unidades producen
para el mercado con una dotación de recursos tal que les posibilita obtener
beneficios, pero de un monto inferior a la rentabilidad media obtenida por las
empresas, razón por la cual se basan en el trabajo directo del productor y su
familia como forma de ahorrar salarios.
En cuanto a los tipos sociales empresariales, se las define como aquellas
unidades de producción agropecuarias, que bajo cualquier forma de tenencia,
poseen una adecuada disponibilidad de capital y de recursos naturales en la
34
cual, el trabajo familiar es inexistente y en donde el empresario se reserva las
funciones de organizador teniendo incluso administradores a su cargo. La
disponibilidad de recursos y su forma social les permite obtener una
rentabilidad que posibilita un ritmo de tasa de ganancia y acumulación muy
superior al de los otros tipos sociales.
La variable estrategias productivas se define como el modo en que organizan la
producción las diferentes unidades al interior de cada tipo social agrario en
concordancia no sólo con los factores estructurales, sino con una serie de
factores socioeconómicos más específicos que caracterizan al tipo social
agrario y que incluyen en las decisiones en un nivel más concreto. El tema de
estrategias admite dos tratamientos: uno centrado en la familia – referido
generalmente a estrategias de supervivencia - y otro que se centra en la
explotación – estrategias productivas.
El concepto de estrategias productivas se plantea que para interpretar
cabalmente la variedad de estrategias productivas (es decir los tipos de
actividades productivas y la manera en que las mismas se realizan) teniendo
en cuenta que existen racionalidades específicas para diferentes tipos de
unidades de producción de la región pampeana. Las estrategias productivas se
refieren al tipo de actividad, a la combinación de actividades y al modo como
estas se realizan.
La diversificación como estrategia de producción, aparece en la cabeza del
productor como la mejor opción, en cuanto a que presenta una
mejor
rentabilidad en las formas familiares al minimizar el riesgo que conllevan este
tipo de actividad. No obstante, la experiencia de producciones en zonas
marginales ha indicado que formas familiares que si se especializan, han
35
resultado estar en mejores condiciones económicas que los otros y debido a la
rentabilidad de ciertas producciones, por el conocimiento de los rindes y de la
experiencia de las labores realizadas (Archetti E. 1974)6
El término prácticas designa “el conjunto de actividades materiales y regulares
que los productores desarrollan en el marco del manejo de los procesos de
producción agropecuaria. Este concepto se diferencia de técnicas en que las
prácticas son del orden de la acción y las técnicas del conocimiento. La técnica,
módulo conceptual transmisible para una acción con un objetivo de logro para
la producción, es descripta en forma abstracta, sin referencia a una situación
concreta, bajo la forma de enunciados enseñables”. La práctica, a la inversa se
sitúa en un contexto histórico, geográfico y social particular (Landais, E y
Balent, G. 1993).
En este sentido, las estrategias productivas utilizadas para poder intervenir en
el proceso de salud – enfermedad de los animales, requiere comprender las
prácticas ganaderas que los productores desarrollan en sus rodeos, y que se
pueden sintetizar en cuatro variables: manejo, genética, nutrición y sanidad.
El perfil de salud animal es definido como síntesis de las acciones que sobre la
producción ganadera producen los problemas de nutrición, manejo, genética y
sanidad, y de las contracciones organizadas por la sociedad para
contrarrestarlas (Rosenberg, 1986).
6
“De acuerdo a , Eduardo Archetti y Kristianne Stolen (1975) los productores que se
especializan en el algodón, que solo hacen otros cultivos con fines de subsistencia (maíz para
los animales) son los que están en mejor situación económica debido a que el algodón es el
cultivo más rentable en las explotaciones chicas, es mas segura ya que siempre se sabe que
se puede cosechar, no se pierde nunca totalmente, la especialización permite concentrar toda
la tecnología y los esfuerzos en un solo cultivo lo que significa mejores tareas culturales y
mejores rindes. Por lo tanto existe una relación entre la diversificación real más racional y
conveniente y los obstáculos para la acumulación capitalista”.
36
En consecuencia la salud de los animales, es entendida no solamente como la
eventual presencia o ausencia de una enfermedad de etiología específica, sino
como el conjunto de condiciones que determinan las características productivas
de una población animal en un momento y espacio concretos (Astudillo, et al.
1983, 1991).
Esta perspectiva da cabida a los determinantes socioeconómicos en los
procesos salud enfermedad al considerar como un fenómeno complejo, cuyos
determinantes son de origen biológicos, de orden socioeconómico y hasta de
orden político en la medida que influyan en el marco de la producción
ganadera. (Obiaga et al 1973). En la figura Nº1 se reflejan los componentes del
perfil de salud animal, resultantes de la interacción de las variables productivas
con la tecnología, políticas y precios.
Figura N° 1: Definición del perfil de salud animal.
PERFIL DE SALUD ANIMAL
Fuente: Extraído de Astudillo, Rosemberg, (CPFA/OPS/OMS), 1983.
Según Rosenberg, F. (1986), en la persecución del objetivo de maximizar
ingresos y/o utilidades según los tipos de propietario se utilizan tecnologías
37
para prevenir las patologías emergentes a través de acciones sanitarias de
intervención.
Por su parte, las explotaciones familiares materializan los nexos de integración
familiar y comunitaria en el proceso productivo, mediante la aplicación de
prácticas tradicionales basadas en la incorporación de la fuerza de trabajo
familiar. Estas eventualmente pueden complementarse con mano de obra
asalariada.
En síntesis, el presente trabajo se inscribe por una parte en los conceptos
teóricos vertidos por OPS – OMS, donde el perfil de salud animal surge de las
estrategias en manejo, genética, nutrición y sanidad, que llevan adelante los
productores asociado a la heterogeneidad social agraria presente en el espacio
ganadero.
7. Metodología
Para el logro de los objetivos propuestos, y bajo el enfoque teórico descripto, la
presente investigación se basa en una metodología de corte cuanti cualitativo
para el análisis de las prácticas sanitarias de los distintos tipos de productores
agrarios pampeanos.
El área de investigación es el municipio de Balcarce que se encuentra ubicado
en el sudeste bonaerense y cuenta con una superficie catastral de 412.000
hectáreas y 800 productores ligados al sector pecuario (ver mapa N°1).
Como fuente de información, en primer lugar se recurre a la información
disponible en la oficina local del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria
(SENASA),
en
el
partido
de
Balcarce,
que
registra
semestralmente vacunaciones realizadas y datos de los productores respecto a
estructura y tenencia de la tierra, razón social, número y categorías de
38
animales, como así también, ocurrencia de enfermedades y movimientos de
ganado. A partir de 1999 se cuenta con datos provenientes de la inscripción de
los
productores
en
el
Registro
Nacional
Sanitario
de
Productores
Agropecuarios (RENSPA), que a los datos anteriores se agrega la identificación
fiscal de los mismos. El número de CUIL constituye un buen elemento para la
identificación del productor y la calidad del producto que oferta en el mercado,
a la vez que facilita la trazabilidad de las mercaderías negociadas, a través de
la cadena productiva agroalimentaria.
En segundo lugar, a fin de analizar las distintas estrategias de prácticas
ganaderas, se selecciona el estrato comprendido entre 200 a 800 has., este
segmento representa un universo de estudio de importancia económica en la
producción
pecuaria en el partido.
En este sentido, en los registros de
SENASA Balcarce, durante el año 1998, se constata que en la distribución de
productores según superficie7, este estrato denota una importante participación
(35%)del total.
Además en la elección del estrato de productores bajo estudio se consideran
otros criterios, por una parte se considera a priori como el segmento de mayor
movilización en cuanto a la forma de utilización de mano de obra familiar,
tenencia de la tierra, dedicación del productor a las tareas pecuarias, tipos y
cantidad de ingresos extraprediales, y grado de importancia de los mismos.
Por otra parte, es plausible pensar que los productores con menos de 200 has,
poseen menor tendencia o posibilidad de evaluar las prácticas ganaderas, y
7
La distribución de la tierra por estrato en el partido de Balcarce es:
Estrato 000/199 has............... 431 productores (55 %)
Estrato 200/800.has............... 279 productores (35 %)
Estrato más 800has................ 79 productores (10 %)
Total....................................... 789 Productores
39
que productores de más de 800 has incorporan toda la tecnología sanitaria
disponible destinada a la ganadería, lo que implica reconocer la importancia
que asignan a la variable sanidad. Diversos trabajos realizados en la zona que
fueron descriptos en la revisión bibliográfica refuerzan esta posición de
considerar a este intervalo como el universo a estudiar (Acuña a et al, 1995).
Además, los estudios de la unidad económica utilizadas por el Ministerio de la
Producción de la Provincia de Buenos Aires (1995), consideran hasta 200
hectáreas como subsistema agrícola puro, de 200 a 560 como Mixto ciclo
completo y más de 560 como de ganadero de cría.
Inicialmente, se realizó una encuesta exploratoria de 10 casos en donde fueron
probados los métodos de recolección de información, y luego se aplica el
cuestionario conforme al modelo estadístico de Marchesky (1984), a un número
de setenta y tres productores8.
En esta primer encuesta a los datos bioproductivos, se agregaron preguntas
tendientes a evaluar la importancia que los productores asignaban a las
prácticas sanitarias, dentro del conjunto de las variables que componen el perfil
de salud, tales como manejo, genética, nutrición y sanidad. En la misma se
solicita al productor que manifieste el orden de importancia que tiene para él
cada una de las cuatro variables. Luego, se le pregunta acerca de cual de
estas variables le preocupa más y cual de ellas le resulta una práctica más fácil
de acceder (ver modelo de la primer encuesta en el Anexo)
En una segunda etapa, a efectos de profundizar el análisis de los tipos sociales
y sus estrategias productivas, se realiza con nuevas entrevistas a cuarenta y
8
El modelo estadístico y discusión de la premuestra resultante de la encuesta piloto se
presenta en el Anexo del documento.
40
ocho productores que habían sido visitados en la primera etapa. En esta nueva
entrevista, se enfatiza en la presencia o no de mano de obra asalariada y
familiar en la explotación, y dedicación laboral del productor en la explotación,
como así también el empleo de contratistas en tareas de la explotación. Se
complementa la entrevista con datos sobre, tipo de tenencia y uso de la tierra,
estudios cursados, familia a cargo y datos del grupo familiar. (Ver modelo de la
segunda entrevista en el Anexo)
Como la realización de esta entrevista coincide con la reintroducción de la
ocurrencia de la Fiebre Aftosa en la Argentina, luego de lograr el status de libre
sin vacunación en el año 1999, y en su erradicación se implementó un plan que
conjugaba los esfuerzos y recursos tanto públicos como privados, se
aprovecha la oportunidad para recabar la opinión de los productores respecto a
la acción tanto del sector público como privado, frente a los nuevos sucesos, y
a su participación en la lucha sanitaria en ambas ocasiones, en el plan anterior
y actualmente.
8. La actividad pecuaria en el Partido de Balcarce
Según el Censo Nacional Agropecuario de 1988, el partido de Balcarce posee
una superficie de 412.000 has., en las que se desarrollan actividades agrícolas
y ganaderas que involucran a alrededor de 1340 productores.
Este partido se ubica en el sudeste bonaerense y presenta dos grandes áreas
bien definidas, dentro de la unidad político geográfica del mismo, destacándose
una zona bastante extensa que va aproximadamente desde la Ruta Nacional
226 hasta el límite con Tandil, Ayacucho y Mar Chiquita y la otra, que se
extiende hacia el sudeste, limitando con los partidos de Lobería, Gral. Alvarado
y Gral. Pueyrredón. De esta forma se delimitan dos grandes áreas, una definida
41
como de cría (con características de producción extractivas, similares a la
Cuenca del Salado) y recría, y una segunda como de recría e invernada y
elevada participación agrícola (ver mapa N°2).
La agricultura ocupa un lugar destacado en el conjunto de actividades
agrícolas, de la totalidad de superficie se destina a agricultura cerca de 135000
has., las que se dedican a cultivos anuales como el trigo, girasol, maíz papa,
soja, avena, alpiste, y otros cultivos hortícolas.
Respecto a la ganadería, de acuerdo a los registros de SENASA, el stock
bovino oscila alrededor de las 240000 cabezas en promedio en los últimos 4
años (Ver Tabla N°1), correspondiendo el mismo a la presencia de
aproximadamente 800 explotaciones pecuarias.
Tabla N° 1: Existencias ganaderas de Balcarce según categorías
Período 1997 – 2000
año
vaca
vaquill
novillo novilli
ternero ternera toro
total
1997
1998
1999
2000*
TOTAL
Promedio
103.410
95.665
105.563
104.653
28.517
28.270
33.674
32.144
13.411
14.682
10.798
22.473
19.155
14.720
15.798
13.113
31.797
33.929
36.205
35.909
37.186
38.135
41.025
33.997
6.373
6.513
6.272
6.793
239.849
231.914
249.325
249.670
102.323
30.651
15.341 15.696
34.460
37.568
6.488
242.689
* en base a información RENSPA
Fuente: Elaboración propia en base a datos SENASA
En la Tabla N°2 se presenta la evolución de la distribución de la cantidad de
explotaciones y cantidad de has., según escala de superficie, en el período
1994 – 2000, verificándose cierta regularidad en la estructura de la producción
pecuaria. Si bien en la tabla se registra una diferencia en el primer estrato, es
posible afirmar que la misma se debe a que los productores de menor tamaño
no han concurrido a cumplimentar el trámite de inscripción en el RENSPA,
42
trámite a su vez indispensable para las transacciones de compra y venta y
movimiento de ganado, es probable que dichos productores operen fuera de
los canales tradicionales de comercialización.
Tabla N° 2: Número de explotaciones y superficie según escala de
tamaño - Período 1994 – 2000 1994
2000*
Estrato
Expl %
Superf.
%
Expl
%
Superf.
%
0-25
146
17,92
1687
0,54
25
5,0
371
0,12
26-100
215
26,38
13635
4,40
129
21,10 8223
3,11
101-500
275
33,74
72433
23,37
283
46,39 78500
28,5
501-1000 100
12,27
70829
22,85
113
18,52 80341
29,34
10015000
* 5000
77
9,45
131413 42,39
58
9.50
106273
38,81
2
0,24
20000
2
0.30
13573
4,95
Total
815
100
309997 100
610
100
287.281 100
6,45
* en base a datos RENSPA
Fuente: Elaboración propia en base a datos SENASA
En cuanto al régimen de tenencia de la tierra, en base a la misma fuente, se
comprueba que en la producción ganadera predomina la propiedad en cerca
del 75 % de las explotaciones, en tanto el arrendamiento alcanza el 25 %
restante, en ambos períodos. Las encuestas realizadas determinaron que el
77% es propietario, el 10 % arrendatario, mientras el 13 % restante es
propietario y arrendatario a la vez, esta tercer categoría, - combinación de
ambas formas -, no son registradas como tal en la base de datos consultadas,
razón por la cual es posible que la superficie arrendada se encuentre
subregistrada, debido a que no se considera la cantidad de hectáreas
ocupadas por el ganadero arrendatario que a su vez es propietario.
43
Cuando se distribuye el número de explotaciones según tipo jurídico surge que
en ambos períodos la mayoría (59 y 64 %) corresponden a formas
unipersonales de tenencia, mientras el 41 % y 36 % son sociedades ya sea de
hecho u otro tipo de sociedad (ver Tabla N°3). Dentro de las sociedades de
hecho se contabilizan las sucesiones y las sociedades conformadas por
hermanos, en los que en general predominarían productores familiares
y
productores familiares capitalizados.
Tabla N°3: Distribución del tipo jurídico según escala de tamaño de la
Explotación - Período 1994 – 2000 1994*
2000**
Estrato
Personal S.Hecho SA,SRL, Personal S.Hecho SA,SRL,
SCA,
SCA,
0-25
10
11
2
17
1
26-100
170
35
11
104
12
8
101-500
157
66
42
187
44
53
501-1000
41
24
28
58
20
34
1001-5000
25
18
39
16
4
37
> 5000
2
2
2
Total
403
154
124
382
83
134
%
59
23
18
64
14
22
* incluye sólo propietarios
* *Datos RENSPA incluye propietarios y arrendatarios
Fuente: Elaboración propia en base a datos RENSPA y Registro de vacunación
SENASA
En Balcarce se combinan las explotaciones de cría, que se desarrollan en una
amplia zona colindante con la Cuenca del Salado y las del ciclo completo,
ubicadas hacia el sudeste, tal como se describiera anteriormente y se refleja en
el Mapa N° 2. Cuando el análisis de los sistemas de producción se realiza por
estrato, Tabla N° 4, la cría y recría tienen una predominancia en el estrato de 0
a 200 ha, superando ampliamente con el 50 % de las explotaciones, la
participación relativa de invernada y ciclo completo, a partir del estrato
comprendido entre 201 a 300 has
44
45
Tabla N°4: Número de establecimientos por estratos de superficie en has.,
cantidad de animales y sistemas de producción – En % Estratos
Hectáreas % Animales %
Crí Re- Inv Ciclo Otros
a
cría
comp
0 –200
24741
8.6 33491
13.4 110 15 46
67
3
201 – 300
12879
4.5 13912
5.6 16
7
10
19
301 – 400
23232
8.0 22224
8.9 18
9
21
15
3
401 – 500
26155
9.1
24851
9.9 16
3
10
26
2
501 – 600
14193
4.9 11399
4.6
7
4
12
3
601 – 700
23582
8.2 14927
6.0
8
4
16
9
1
701 – 800
18248
6.3 13128
5.2
7
4
30
801 – 900
7764
2.7
7904
3.2
1
3
12
901 – 1000
15552
5.4
9091
3.7
3
5
2
1001 – 2000
54730
19 47416
19.0 12
6
3
23
2001 – 4000
39204
14
24517
9.8
6
1
6
1
> 4000
27001
9.3 26810
10.7
5
TOTAL
287.281
100 249.670
100 204 60 107
226
13
Fuente: elaboración propia RENSPA – SENASA - Balcarce año 2000.
En el partido de Balcarce de los sistemas de producción detectados un 39 %
corresponde a la cría un 31 % al ciclo completo, mientras que la invernada y
recría se reparten el 15 % y el 13 % respectivamente (ver Gráfico N°1).
Gráfico N°1: Sistemas de producción en ganadería en el partido de
Balcarce - En % -
Ciclo
completo
31%
Invernada
15%
Otros
2%
Cría
39%
Re-cría
13%
Fuente: elaboración propia en base a datos RENSPA
46
9. Heterogeneidad social en la ganadería balcarceña
En la zona de Balcarce coexisten productores que manejan explotaciones con
racionalidades distintas lo que determinan diferentes estrategias de producción.
Según Cittadini, R et al (1990), las formas de la organización social de la
producción, medidas por la importancia relativa de la mano de obra familiar o
asalariada y la dotación de recursos productivos constituyen variables que
permiten establecer tipos sociales agrarios definidos.
En este estudio, se seleccionan a priori al grupo de productores comprendidos
entre 200 a 800 hectáreas, a los efectos de indagar en ese segmento como se
desarrollan las prácticas ganaderas y que vinculación existe entre estas
prácticas y el tipo social agrario al que pertenece el productor. Como una
aproximación al estudio de los tipos sociales agrarios en el Partido de Balcarce
se considera a la variable mano de obra como un elemento de corte para
diferenciar distintos tipos de productores agrarios identificándose tres tipos
sociales según la presencia o ausencia de mano de obra asalariada.
En este sentido, con la variable mano de obra empleada9 se establece aunque pueda existir alguna diferencia, por recurrir a una sola variable de
corte - una aproximación a una tipología del estilo del que han desarrollado
otros autores. Así, se clasifica: i) como familiares no capitalizados a aquellos
que no poseen mano de obra asalariada y su actividad agrícola se basa en el
trabajo familiar; ii) otro grupo esta representado por aquellos productores que al
9
Archetti, E y Stölen, K (1974), plantean que en algunos enfoques el criterio principal para
definir la economía campesina es la utilización exclusiva de fuerza de trabajo familiar, el punto
de partida de estos autores es, por supuesto, el trabajo familiar, el trabajo directo del productor,
pero es posible pensar que la venta de fuerza de trabajo propia o la compra de ajena pueden
actuar como complementos necesarios del ciclo productivo y pueden deberse a factores como
condiciones ecológicas, tipo de cultivos, y tamaño y composición de la familia. Detrás de este
razonamiento se supone que la acumulación de todo excedente depende necesariamente de la
cantidad de fuerza de trabajo asalariada utilizada en el proceso productivo.
47
trabajo familiar en la explotación suman mano de obra asalariada, al que se
denomina familiares capitalizados y
iii), un tercer grupo definido como
empresariales, en el cual las tareas agropecuarias son realizadas por
empleados asalariados exclusivamente, siendo la actividad del productor
exclusivamente de gerenciamiento.
Se emplean las categorías de análisis de Archetti, E y Stölen, K (1974), una
economía empresarial se caracteriza por el hecho de que la fuerza de trabajo
es asalariada, la calificada y la no calificada, y el capitalista se reserva para sí
las tareas de control de la combinación de los recursos en el proceso
productivo.
Por otra parte, en una estancia tipo del partido también es posible encontrar
que incluso a nivel de ejecución y administración se emplea personal
asalariado como capataces, administradores, mayordomos o profesionales
como ingenieros agrónomos o veterinarios.
Con la información recabada en la segunda entrevista, se determina que del
total de las 48 encuestas realizadas cinco (5) no tenían empleados asalariados,
siendo ellos mismos los que realizaban las tareas. Doce (12) además de
trabajar ellos mismos tenían mano de obra asalariada, mientras que treinta y
uno (31) de los entrevistados, indicaron que no trabajaban directamente en la
explotación, cuentan con personal para realizar los trabajos rurales, asumiendo
generalmente la gestión del establecimiento. En la Tabla N°5, se determina la
participación relativa de asalariados según tipo de productor.
48
Tabla Nº 5: Cantidad de explotaciones según forma de organización
laboral.
TIPOLOGIA
SIN EMPLEADOS
FAMILIAR-NO
5
CAPITALIZADO
FAMILIAR
CAPITALIZADO
EMPRESARIO -
FAMILIA MAS
EMPLEADOS
-
EMPLEADOS %
SOLAMENTE
10,0 %
12
-
25,0 %
-
31
65,0 %
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Esta situación se refleja también cuando se pregunta sobre el número de
empleados mensualizados, en la Tabla N°6 se registran la cantidad de
empleados según tipo de productor considerado, comprobándose que un 87 %
posee entre 1 a tres empleados, e incluso un 10 % de los tipos empresariales
contratan a más de seis personas. Por otra parte los familiares capitalizados a
pesar de estar ellos mismos trabajando en la explotación en un 50 % de los
casos emplean entre dos y tres empleados.
Tabla N°6: Cantidad de empleados mensualizados y tipos sociales
Agrarios. En %
NUMERO DE
EMPLEADOS
FAMILAR-NO
CAPITALIZADO
FAMILIAR
CAPITALIZADO
1
5
(42%)
2-3
6
(50%)
4-6
1
(8%)
>6
Total
12
(100%)
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
EMPRESARIAL
TOTAL
15
12
1
3
31
20
18
2
3
43
(48 %)
(39 %)
(3%)
(10 %)
(100%)
Cuando se analiza la utilización de la figura de contratistas en la producción
encontramos que un 50 % del total de los entrevistados usan este servicio. Al
realizar una descripción del uso según tipología se observa que el 60 % de los
familiares no capitalizados y el 52 % de las formas empresariales no utilizan
49
esta figura en su producción, mientras que las formas familiares capitalizadas si
lo hacen en el 58% de los casos (ver Tabla N°7).
Es comprensible explicar que los familiares no capitalizados realizan ellos
mismos la producción presumiblemente, mientras que tanto en los familiares
capitalizados y empresarios pueden disponer o no de maquinaria propia que
les permite elegir de acuerdo a la rentabilidad esperada.
Tabla N°7: Participación relativa de la presencia de contratistas rurales
según tipos sociales agrarios
CONTRATISTAS
Familiar no
capitalizado
Familiar
Capitalizado
Empresarial Total
SI utilizan
NO utilizan
Total
2 (40%)
7(58%)
15 (51%)
3 (60%)
5(42%)
16 (52%)
5
12
31
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
24 (50%)
24 (50%)
Según la escala de tamaño de la superficie de tierra, si se consideran estratos
a intervalos de 100 hectáreas, en la Tabla N° 8, se observa:
•
En los estratos más bajos de 200 a 300 has están ubicados la totalidad de
los productores familiares no capitalizados10.
•
En los estratos más bajos de 200 a 300 has, también se corrobora la
presencia de productores empresariales (29 %).
•
En el estrato de 700 a 800 se ubican los establecimientos mayoritariamente
con formas familiares capitalizadas (42%). En este caso se verifica la
presencia de hijos universitarios (veterinarios) trabajando en la misma
explotación y por otra parte son sociedades familiares como hermanos y
esposas.
50
Tabla N° 8: Tipos de productores y estratos por escala de superficie- En %
SUPERFICIE Has.
200-300
301-400
401-500
501-600
601-700
701-800
TOTAL
FAMILIAR-NO
CAPITALIZADO
5(100%)
5
FAMILIAR
CAPITALIZADO
3(25%)
1(8%)
3(25%)
5(42%)
12
EMPRESARIAL
TOTAL
9(29%)
3(10%)
5(16%)
4(13%)
5(16%)
5(16%)
31
17
3
6
7
5
10
48
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Tal como se enuncia más arriba, en cuanto a la tenencia de la tierra el 77,1 %
son propietarios, el 10,4 % arrendatarios y 12,5 % además de ser arrendatarios
son propietarios. En la Tabla N°9, se relaciona estas categorías de análisis con
los tipos de productores.
Tabla N°9: Participación relativa de la tenencia de la tierra según tipos
sociales agrarios
TENENCIA
Familiar no
Familiar
capitalizado Capitalizado
PROPIETARIO
3 (60%)
8 (67%)
ARRENDATARIO
1 (8%)
PROP/ARRENDAT
2 (40%)
3 (25%)
TOTAL
5
12
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Empresarial Total
26 (84%)
4 (13%)
1 (3%)
31
37
5
6
48
En la misma se observa que la forma combinada Propietario/Arrrendatario es
mayor en los familiares no capitalizados y en los familiares capitalizados,
cuestión, que puede atribuirse en parte a la búsqueda de superficie con pastos
para su ganado que no pueden cubrir con tierras de su propiedad o
capitalización de hacienda. En cambio, la forma pura de arrendamiento es
mayor entre los empresariales, donde prima la lógica de maximización del
beneficio a través de negocios de capitalización de hacienda, formas de
10
De acuerdo a Chayanov, 1996 dentro de los productores encuadrados en familiares,
campesinos, minifundistas o pequeños productores existe un rasgo común a todos ellos que es
51
mediería y compra -
venta de animales para engorde rápido, o negocios
ocasionales, que son posibles porque cuentan con capital de inversión.
El tipo jurídico de explotación unipersonal prima en la ganadería del partido
(Tabla N°10) con el 62 %, correspondiendo el 80 % a los productores familiares
no capitalizados. Como es de esperar la presencia de sociedades es mayor en
los dos tipos de productor, no obstante en los familiares capitalizados las
sociedades se deben a sociedades entre hermanos o familias.
Tabla N°10: Formas jurídicas de las explotaciones seleccionadas.
Modalidad
Familiar no Familiar
capitalizado Capitalizad
o
Unipersonal
4
8
Soc. de hecho 1
4
Soc. Anónima 0
0
Empresarial
Total
18
9
4
30
14
4
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Cuando se analiza los ingresos extraprediales11 que poseen los productores
entrevistados, (Gráfico N° 2) se observa que en la mayoría de los productores
familiares no capitalizados, poseen otros ingresos adicionales a los que
provienen de la explotación agropecuaria. En general, estos ingresos
pertenecen a jubilaciones o la actividad docente de las esposas de los
productores.
la escasez de los factores de producción, tierra y capital, siendo el trabajo su principal recurso.
Se trata de una variable que en otros estudios en la región pampeana (Neiman et al 1999)
también se ha revelado como muy significativa. Por otra parte, Gonzalez et al (1996) en un
estudio sobre el partido de Azul comprueban que el 45 % de los productores poseen ingresos
extraprediales.
11
52
Gráfico N°2: Participación relativa de ingresos extraprediales en cada tipo
Social - en % -
100
80
60
40
20
0
FNC
FC
tienen
EE
no tienen
Fuente: Elaboración propia en base a encuestas
Respecto a los estudios cursados por los productores entrevistados, en el
Gráfico N°3, se constata que los familiares capitalizados y los empresarios han
cursado estudios secundarios. Si bien la presencia de egresados del nivel
terciario y universitario entre familiares no capitalizados y empresarios es
semejante, cabe aclarar que en el caso de los familiares no capitalizados se
debe a la profesión del titular del campo (veterinario). No obstante llama la
atención que entre los familiares capitalizados no se encuentren profesionales,
sin embargo un análisis más profundo de la familia de los productores
demuestra que en algunos casos los hijos de los titulares del campo son
profesionales ligados al agro o estudian ciencias afines.
53
Gráfico N°3: Relación de estudios cursados y tipo de productor - En % -
100
50
0
Familiar No
Capitalizado
Primarios
Familiar
Capitalizado
Secundarios
Empresarial
Terciarios
Universidad
Fuente: Elaboración propia en base a encuestas
En el Gráfico N°4 se refleja quien es la persona que lleva la administración de
los establecimientos agropecuarios. Si bien la participación de la gestión de la
producción por medio de administradores (17 %) es bajo, y en todos los casos
corresponden al tipo empresarial.
Gráfico N° 4: Administración del campo y tipos sociales. En número de
encuestas
23
25
20
15
10
5
12
Personal
8
Administrador
5
0
0
Familiar No
Capitalizado
0
Familiar
Capitalizado
Empresarial
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
54
10. Prácticas ganaderas
A fin de conocer la importancia que los productores asignan a tales variables,
en un primer momento se realiza un análisis de las 73 encuestas de la primera
etapa del trabajo a campo, sin discriminar por tipo social agrario. Así, se
pregunta a los entrevistados que valor le asignan por orden de importancia a
cada una de estas variables productivas. También se solicita que manifiesten
cual de las variables enunciadas es a su criterio la práctica más fácil de
acceder, y cual de ellas
es la que más le preocupa porque merma su
producción.
Las respuestas al valor “importancia“ que se le asigna a cada una de las
variables, fueron volcadas en una matriz en la que se rankea en el orden de
prioridad que los productores asignan a cada tema. El primer lugar de prioridad,
puede a priori agruparse en la categoría “muy importante“, al 2° lugar como
“importante”, al 3° como “regular “importancia mientras que al último se lo
consideró como de “nula importancia “. De esta forma y sumando cada una de
las respuestas se establece el Gráfico N°5.
55
Gráfico N°5: Ranking porcentual de importancia de las variables de
estudio que le asignan los productores según las encuestas.
120%
100%
80%
60%
40%
20%
0%
MANEJO
GENETICA
Muy Import.
NUTRICION
Importante
Regular
SANIDAD
Nulo
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Agrupando las categorías de muy importante e importante en una sola variable
de “Importante “ y la de regular y nulo como “No Importante”, se confecciona la
Tabla N°11, que relaciona esta información con el tamaño de la explotación.
Tabla N°11: Proporción de explotaciones por estratos de tamaño y totales
que declararon darle importancia a cada una de las prácticas
ganaderas consideradas. En % Estrato
200 –300
301- 400
401- 500
501- 600
601-700
701- 800
TOTAL
Manejo Genética
39
40
58
50
41
78
42%
39
30
21
10
8
33
25%
Nutrición Sanidad
61
50
64
70
75
67
64%
61
80
72
70
75
67
70%
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
56
Como se observa en la misma, más de la mitad de las respuestas consideran a
la variable manejo, como no importante, sólo en el estrato de mayor superficie
se la considera importante.
Por otro lado la genética se presenta como no importante para el 75 % de los
entrevistados disminuyendo este porcentaje en los de menor superficie. Con
respecto a nutrición y sanidad en ambas variables se destacan valores del 64 y
70 % respectivamente como ponderación de importancia. Esta situación es
coincidente con los resultados detectados en las 10 primeras encuestas
exploratorias.
Resumiendo, todos estos datos se concluye que desde la percepción de los
productores respecto a la importancia que le asignan a cada una de esas
variables, resulta sumamente claro que la sanidad está en primer lugar con el
70% de los casos y en segundo lugar es para la nutrición, siendo la genética el
último escalón.
Sin embargo cuando se les pregunta cual es el aspecto que más le preocupa
se encuentra que la nutrición ocupa el primer lugar para todos los estratos,
salvo el comprendido entre 700 a 800 has. (Ver Tabla N°12).
Tabla N°12: Participación relativa del grado de preocupación según
estrato de tamaño para las variables del estudio - En % Preocupación Manejo
Genética Nutrición Sanidad
Total %
200-300
301-400
401-500
501-600
601-700
701-800
Total
11
10
20
17
0
10%
22
10
2
11%
50
70
64
50
75
44
59%
17
10
14
30
8
56
20 %
100
100
100
100
100
100
100
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
57
En la Tabla N°13, se sintetizan las respuestas sobre la valorización que hace
el productor de las variables, en cuanto a preocupación y facilidad de acceso.
Estas respuestas, fueron clasificadas como de valor Alto o Bajo, dependiendo
de los valores absolutos encontrados en las entrevistas para cada una de las
variables según el criterio de los entrevistados. Para la definición de la
calificación de alto o bajo se considera al valor central de las observaciones
(mediana=20) siendo considerado por debajo de este valor como BAJO y por
encima como ALTO.
Tabla N°13: Grado de facilidad y/o preocupación de acceso, asignado por
los productores entrevistados, a las variables manejo,
genética, nutrición y sanidad
Manejo
Percepción
Facilidad
ALTO
Preocupación BAJO
Genética
Nutrición
Sanidad
BAJO
BAJO
BAJO
ALTO
ALTO
BAJO
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Respecto a las respuestas brindadas por los productores, pueden realizarse
una serie de consideraciones:
i) En principio respecto a la variable manejo, cabe pensar que la misma surge
como la más conocida y fácil de acceder por parte de los productores, debido a
que esta práctica forma parte de su actividad cotidiana y por lo tanto la
reconocen como “lo que ellos saben hacer”. No obstante, es posible que desde
la perspectiva científico – técnica se discuta acerca la eficacia de la misma,
dado que no siempre lo que los productores hacen se condice con los que la
bibliografía especializada y los técnicos
recomiendan. Muchas veces las
58
recomendaciones no tienen en cuenta el tipo de producto al cual van dirigidos
las propuestas técnicas12.
ii) Respecto a la variable genética no se verifica en las encuestas realizadas
que los productores le asignen suma importancia, al punto que en los
resultados arrojados la enmarcan como el de menor significado para la
producción. Por otra parte, se destaca la uniformidad de las respuestas en
especial sobre el tipo de razas utilizados donde las británicas dominan con el
Aberdeen Angus en cruza con Polled Hereford o sean
los denominados
caretas.
De los 73 encuestados, el 81 % de los mismos respondieron usar cruzas de
sangre entre Aberdeen Angus y Polled Hereford. Mientras el 12 % correponde
a productores que utilizan más de dos razas, el 7 % restante posee las razas
puras como Aberdeen Angus Colorado,
Polled Hereford y Holando, que
coincide con la actividad de cabañas de reproductores y tambo.
Si bien la literatura sobre el tema recomienda reforzar el “vigor híbrido”13,
mediante cruzamientos de razas puras, y esos cruzamientos volver a
adicionarle una tercer raza, con el objetivo de aumentar la producción, en el
relevamiento a campo no se comprueba que los productores presten mayor
atención a esta cuestión, dado que la selección genética deliberada requiere
mayores recursos forrajeros. Esto explica el motivo por el cual las razas caretas
12
En este sentido, Cittadini, R et al (1999), identifican cuatro tipos de sistemas de manejo que
tienen lógicas productivas específicas, y que por ende articulan diferencialmente los
componentes principales tomados en cuenta en la caracterización: reproducción (épocas de
servicio, reposición de vientres, etc) manejo de lotes de animales y producción y utilización de
recursos forrajeros en períodos claves y productos principales buscados. Los tipos que detecta
en la pampa deprimida bonaerense ponen en evidencia una situación de diversidad que no era
suficientemente reconocida hasta el momento por el INTA, a la vez que comprueba que para
determinados sistemas no se disponen de referencias técnicas ajustadas a las necesidades del
productor.
59
son las predominantes, aunque en el mercado exportador se demande otras
razas.
Esto se refuerza con los resultados obtenidos a campo donde el uso de más de
dos razas se observa en estratos de más de 600 has, hecho, que señalaría que
a medida que aumentan las superficies la tendencia es al uso de cruzamientos
de tipo industrial como mejoradora del producto final (ver Tabla N°14)
Tabla N°14: Cantidad de razas según estrato – En % HECTAREAS AAPH*
UNA RAZA
200-300
83%
6%
301-400
80%
10%
401-500
79%
7%
501-600
90%
10%
601-700
83%
701-800
67%
10%
TOTAL
81%
7%
* Aberdeen Angus y Polled Hereford
MAS DE DOS
11%
10%
14%
17%
20%
12%
Fuente: Elaboración propia en base a encuestas
Asimismo en los establecimientos de cría de bovinos al considerar la
importancia de la variable genética debe pensarse en los siguientes tres
aspectos de transmisión hereditaria:
La reproducción: Son aquellos rasgos inherentes a la madurez sexual,
fertilidad, facilidad del parto, porcentaje de terneros logrados etc.
La producción: Se consideran la productividad y producción bruta como litros
de leche, o kilos de carne.
El producto final: Significa perseguir procesos que generen un mejor producto
final al consumidor en concordancia con los conceptos de cantidad y calidad.
13
Consiste en la cruza de dos razas puras y tiene por objetivo cruzamiento de tipo comercial
60
Por otro lado, se comprueba que ente los productores seleccionados resulta
nulo el uso de utilización de técnicas mejoradoras de la heredabilidad, como
cruzamientos especiales, el uso de inseminación artificial o de transferencia
embrionaria.
ii) La nutrición resulta una variable donde los productores responden con
seguridad acerca de las misma, en especial cuando se le establecen preguntas
relativas a la alimentación del ganado como si tienen pasturas para sus
animales, estos respondían afirmativamente independientemente de la
superficie ganadera que poseían.
Así mismo un comportamiento similar
muestra la utilización de suplementos como los rollos y granos, en el primer
caso todos lo usan, en tanto, al grano pocos lo emplean. Es posible que en el
transcurso de los últimos meses la utilización de granos se haya incrementado
debido a la presentación de la misma que responde a una nueva tecnología de
almacenamiento y conservación del grano en bolsas continuas de polietileno
conocidas como “chorizos”.
En general los ganaderos tienen una cantidad de animales de acuerdo a la
curva anual de pastos, y al aprovechamiento de rastrojos de la agricultura. En
ese caso se parcelan las áreas de pastoreo de manera muy personal en
superficies de 20, 25 o 50 hectáreas según la topografía de su suelo y
características de sus potreros usando en la mayoría de ellos el alambrado
eléctrico alimentado con baterías de tractores. En la Tabla N°15, se refleja que
en el 75 % de la superficie dedicada a ganadería por los entrevistados existen
pasturas14.
14
El Censo Nacional Agropecuario de 1988 registra para el partido de Balcarce, el 55 % de la
superficie implantada con forrajeras anuales y perennes
61
Tabla N°15: Indicadores de la variable nutrición según estratos
200-300
301-400
401-500
501-600
601-700
701-800
Total
Has
Has con Relación
Ganader Pasturas Hs.Pt/.Hg
.
a
2825
2310
0,82
2124
1492
0,70
3831
2616
0,68
3961
2790
0,70
4259
3544
0,83
2942
2198
0,75
19942
14950
Relación Rotación Rollos
Hs.Pt/Htt R/73
0,75
Granos
0,58
0,42
0,43
0,50
0,46
0,32
0,12
0,08
0,15
0,09
0,15
0,09
0,8
0,9
0,8
0,8
1
1
0,28
0
0,21
0,1
0,33
0,33
0,44
0,70
0,88
0,22
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
De la misma se desprende que cuando se asocia la superficie en hectáreas
sembradas con pasturas, con relación a la superficie ganadera total, por
estrato, los de menor superficie de hectáreas (200-300) y los de más de 600
hectáreas, son los que poseen la mayor proporción del campo con pasturas.
Una explicación posible puede buscarse en la imposibilidad de los primeros en
hacer agricultura por la escasa superficie de tierra y para conservar la
ganadería se ven obligados a preservar los potreros de pasturas. Por otra parte
la siembra de campos con pasturas es una fuerte inversión que necesita ser
amortizada en varios años y por eso no rotan tan fácilmente esos suelos. Esta
explicación escapa al análisis de esta tesis pero resulta evidente que estos
productores echan mano a alternativas no tradicionales como mecanismos de
supervivencia y quizás aumenten su superficie arrendando otros campos.
Por otra parte hay investigaciones que también demuestran que los
productores le asignan importancia a este aspecto, (Olmos M.R, Tandil 1996)
que indica que el 60% de los ganaderos poseen pasturas perennes y que este
valor es superado cuando se trata de producción lechera con más del 80 % de
62
los casos, como además este tipo de utilización es observable en los
productores tipo empresariales y familiares capitalizados.
Cuando se relaciona las hectáreas dedicadas a pasturas con las hectáreas
totales manejadas en los entrevistados, se observa que el 44 % de la superficie
total productiva se encuentra sembrada con pasturas.
Como la receta tecnológica recomienda la rotación de animales en la pastura
de manera sistemática en los pastoreos intensivos y semi-intensivos, se
pregunta a los productores sobre la rotación o no de los animales,
verificándose que el 70 % de los productores encuestados manifestaron rotar
los animales en sus pastoreos. Las respuestas positivas obtenidas, fueron muy
variadas e imprecisas a la hora de determinar el tiempo exacto de permanencia
de los animales en cada potrero como la intensidad de pastoreo. Los
productores responden que se fijaban cual era la altura del pasto según el corte
que los animales hacían y recién ahí los rotaban. También señalan que
dependía del crecimiento de las pasturas en función del clima, variable muy
importante en la actividad agropecuaria. Esto demuestra una utilización de los
recursos semietensiva, conforme a las condiciones ambientales.
iv) Una explicación posible a la uniformidad de criterios en las prácticas en
sanidad se debe a la sistematización de tareas que se detecta en los
productores cuando se le pregunta si previene las enfermedades. En ese punto
es coincidente observar que la totalidad de ellos realiza alguna práctica de
prevención siendo la más generalizada la aplicación de vacunas. Así el 88 %
de los productores afirmaron con seguridad no tener problemas con las
enfermedades de los animales. Sin embargo a la hora de preguntar ¿cual es la
principal causa de muerte de los animales en los últimos años?, los
63
productores comienzan a recordar
patologías, algunas de las cuales
terminaron en mortandad.
En esta cuestión es importante aclarar que las respuestas son asociadas a las
patologías (enfermedades) con la muerte y en consecuencia desencadenaron
preocupación del entrevistado, que lo lleva a recordar sucesos de los últimos 5
años, infiriéndose que realmente este hecho los había impactado o preocupado
en ese momento.
En la Tabla N°16, se construye un ranking con las principales patologías por
escala de tamaño, que fueron causa de muertes en los últimos 5 años en las
explotaciones de los entrevistados.
Tabla N°16: Principales patologías detectadas en las encuestas según
Superficie
Estratos
Bacterias
Virales
Parasitarias Metabolicas Obstetricas. Carenciales
200-300
9
0
3
4
301-400
4
0
1
2
401-500
6
0
1
5
501-600
5
0
2
1
601-700
6
1 *
1
2
701-800
4
0
0
4
Total
34
1
8
18
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
2
1
1
3
0
0
7
4
0
2
2
2
0
10
Total
22
8
15
13
12
8
78
En la tabla se rescatan 78 observaciones patológicas realizadas por parte de
los productores, las que se agrupan en una clasificación según el agente
etiológico que lo provoca. Las enfermedades de tipo bacteriano son las de
mayor peso con el 34 %, seguidas por las metabólicas con el 18 % y las
carenciales con el 10%.
Por otro lado en las enfermedades vírales no se detectaron registros, a
excepción de un solo caso, que corresponde a diarrea viral bovina (DVB),
concluyéndose que es detectada porque el dueño de la propiedad es un
64
veterinario. En estos casos la baja de los registros puede ser explicada en dos
aspectos: por un lado la dificultad del diagnóstico y otra la complejidad del
control, ya que no se cuentan con buenos inmunógenos y capacidad de
detección precoz, siendo probablemente algunas patologías bacterianas
consecuencia de las vírales y no a la inversa.
En el complejo de enfermedades metabólicas se considera a las intoxicaciones
y los problemas de empaste, mientras que en las carenciales está presente la
carencia de nutrientes, como los oligoelementos como el magnesio que fue la
respuesta de más observaciones registradas con el 13 % del total.
Asimismo, cuando se interroga acerca de la consulta periódica o si reciben
asesoramiento de veterinarios en la explotación, de los 73 entrevistados,14
manifiestan que contratan los servicios profesionales de forma permanente, 4
de ellos son veterinarios los mismos dueños, y el resto que a veces lo hacían.
Esto significa que el 20 % del total, contemplan en los planes de producción la
incorporación de un médico veterinario, mientras que el 80 % restante lo hacen
cuando tienen problemas que no pueden solucionar. En la Tabla N°17, se
verifica que el asesoramiento del médico veterinario en forma permanente,
como es de esperar resulta en los productores de mayor escala de tamaño.
Tabla N° 17: Cantidad y porcentaje de establecimientos según tipo de
utilización de servicios veterinarios.
Encuestas
Veterinario
Veterinario
Permanente
dueño
200-300
18
1
(6%)
301-400
401-500
501-600
601-700
701-800
TOTAL
10
5
1
12
9
73
1
5
1
3
3
14
(10%)
(100%)
(100%)
(25%)
(33%)
(19%)
4
Fuente: elaboración propia en base a encuestas
65
Si bien las prácticas ganaderas descriptas son similares entre los productores
de los distintos estratos según tamaño de superficie que manejan, es posible
que existan diferencias cuando se analiza el tipo de productor desarrolla estas
actividades.
11. Percepción de los productores respecto a la importancia de las
prácticas ganaderas según tipo de productores
En la Tabla N°18, se registran la importancia que los productores asignan a
cada práctica ganadera. Cuando los productores la ubican en primer o segundo
lugar, ser relaciona con importancia alta, mientras que se reserva para el tercer
y cuarto lugar el valor bajo.
Tabla N °18: Importancia asignada por los diferentes tipos de productor a
las prácticas ganaderas
Familiar-no
capitalizado
Familiar
capitalizado
Empresarial
MANEJO
GENETICA
NUTRICION SANIDAD
baja
Baja
Alta
Alta
Alta
Baja
Alta
baja
Baja
Baja
Alta
Alta
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Así, los productores caracterizados como familiares capitalizados difieren de
los otros, en que asignan alta importancia al Manejo como variable productiva,
frente a los demás que plantean que la Sanidad es importante. Es posible que
en la respuesta de los productores familiares capitalizados haya un fuerte
componente que asocia al manejo con la experiencia en el saber hacer, o sus
destrezas o habilidades como productores. En tanto se puede pensar que los
productores familiares no capitalizados le atribuyan alta importancia a la
variable sanidad porque la asocian a enfermedades o muertes que hayan
66
sufrido sus animales, mientras en la respuesta de los productores
empresariales prime la lógica de la mayor productividad y
calidad de la
producción.
Cuando se les pregunta cual de las prácticas enunciadas les preocupa más
porque merma su producción, los tres grupos coinciden en señalar a la
nutrición. Sin embargo difieren respecto a la facilidad de acceso a las variables,
para los familiares capitalizados es el manejo y para el resto la sanidad.
12. Tipos sociales agrarios y prácticas ganaderas en el partido de
Balcarce
A partir de los resultados obtenidos, donde la sanidad resulta en primer lugar y
la nutrición en segundo lugar, con casi igual importancia, y son las más
sentidas y valoradas por los productores, se asociaron las cuatro variables al
tipo de productor a fin de encontrar diferencias y similitudes entre las prácticas
ganaderas desarrolladas por los distintos tipos sociales agrarios presentes en
el partido de Balcarce, en los diferentes sistemas de producción predominante
en cada tipo de productor (Tabla N° 19).
Tabla N° 19: Sistemas de Producción por tipo Social
Sistema de
Empresarial Familiar
Familiar-no
producción
Capitalizado capitalizado
ENGORDE-Ciclo
66%
55%
75%
Completo
INVERNADA
24%
11%
PURA
CRIA
5%
33%
25%
TAMBO
5%
-
-
Fuente: elaboración propia en base a encuestas
Si bien la orientación productiva predominante de los productores analizados
es el engorde en su forma de ciclo completo, se observa que en particular en
67
los productores empresariales existe una tendencia hacia formas
más
especializadas como invernada, con procesos productivos que requieren una
mayor inversión y dedicación como son los feed loot y los tambos. Por el
contrario en los productores familiares capitalizados y familiares no
capitalizados la cría cobra importancia, dado que es una producción que les
permite por una parte combinar mejor los factores de producción - en especial
la menor dotación en el recurso capital, a la vez que requiere de campos de
menor fertilidad.
12.1. Manejo
A fin de comparar las estrategias en el manejo de los distintos tipos de
productores, se seleccionan entre las prácticas que conforman esta variable,
seis indicadores, tales como: cantidad de toros, días de servicio o entore,
porcentaje de productores que hacen tacto rectal, promedio de días esperados
para la realización del tacto rectal, edad al primer parto, rango de destete, e
índice de registros de producción. Cabe destacar que el uso de alambrado
eléctrico y parcelamiento fueron descartados luego de la encuesta piloto,
porque constituyen una práctica generalizada en los tres grupos de
productores.
En el análisis de la variable manejo se observa que muchas respuestas a las
técnicas utilizadas han demostrado ser bastantes semejantes entre sí, en parte
asociado a la generalización de las técnicas, no obstante en dos de ellas se
encuentran valores que marcan un corte definido entre los productores cuando
se interroga sobre el uso de la técnica del tacto rectal y de la practica de llevar
registros en la producción.
68
Al analizar el porcentaje de productores que realizan tacto rectal (81 % en los
empresariales contra 50 % en los productores familiares no capitalizados),
como en aquellos, que llevan registros de la producción, donde el 60 % de los
productores empresariales manifiestan contar con los mismos, lejos de los
familiares capitalizados y no capitalizados, quienes dicen llevar registros en un
35 % y 25 % respectivamente.
En el indicador % de destete se calcula el rango entre mínimos y máximos
conseguidos por tipo social, corroborándose un menor valor en las formas
familiares no capitalizadas comparado con los valores logrados por los
familiares capitalizados y los empresarios.
Respecto a los días de entore, se detecta en todos los grupos sociales casos
de alargamiento en los días dedicados al servicio de los toros que en algunos
casos han llegado a 120 y 180 días, aunque la recomendación técnica indica
que el óptimo es 70, 85 días, para alcanzar una mayor productividad y lograr un
ternero al año, cualquier maniobra que intente alargar el período de servicio en
principio conspira contra el logro de la mayor producción. En este sentido un
indicador muy útil para medir la eficiencia en este aspecto es el % de terneros
destetados al año. Los productores contestan que logran alrededor del 90 % de
destete, pero no consideran el año calendario en sus cálculos (ver Tabla N°20).
69
Tabla N°20: Indicadores de Manejo según tipología social
Indicadores
MANEJO
MEDIANA TOROS
Empresarial
Familiar
Capitalizado
Familiar-no
capitalizado
3
3
3
XDIASSERVICIO
100
115
112
%- Tacto Rectal
81
60
50
XDIASPOSTSERV
90
100
92
28,3
26,2
32,5
80 - 97
86 - 92
50 - 92
60
35
25
XMESES E1°P
% Destete
IND-REGISTROS
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
12.2. Genética
En esta variable se consideraron como principales indicadores a analizar, la
inseminación artificial, el transplante embrionario, los tipos de cruzamiento y el
tipo de raza. En concordancia con el análisis realizado en el item 3, a
excepción de contados casos que pertenecen a productores empresariales
(tambo y cabaña) no se pudo determinar valores ideales para cada tipo social,
dada la ausencia de utilización de técnicas o prácticas sofisticadas como
transferencia embrionaria o inseminación artificial en todos los casos.
En cuanto a tipo de raza y tipos de cruzamiento no existen diferencias
sustanciales entre los tres tipos sociales bajo estudio.
El amplio predominio de cruzas clásicas, se atribuye en parte a que desde el
punto de vista comercial, el producto final, denominado careta, tiene amplia
aceptación para consumo en el mercado interno y por otra parte de fácil
adaptación a las otras prácticas productivas, debido a que son animales de
menor peso a la edad faena, que requiere menor recurso forrajero y
demuestran una buena resistencia a las enfermedades. A pesar de que en el
70
tema comercial muchas veces desde el mercado externo se demandan
animales de mayor peso, que implica cruzamientos con razas continentales.
12.3. Nutrición
En este caso, se tomaron en cuenta cuatro indicadores tales como: uso de
rollos, utilización de granos, promedio de superficie cubierta con pasturas y
promedio de superficie ganadera en has. En la Tabla N°21, se transcriben los
valores obtenidos en las entrevistas en cada indicador.
Si bien en todos los casos se comprueba que más del 75 % de a superficie
dedicada a ganadería se encuentra cubierta con pasturas, si bien en los
productores caracterizados como familiares no capitalizados se registra una
cifra mayor cuando se relacionan has con pasturas y has. ganaderas, este
valor se relativiza cuando se contabiliza la antigüedad de la pastura. Este
indicador permite encontrar una brecha entre los tipos sociales descriptos, ya
que muestran una mayor tasa de renovación en pasturas en las formas
empresariales y familiares capitalizados.
Tabla N° 21:Indicadores de la variable nutrición según tipos sociales.
Indicadores de
NUTRICION
Superficie con pasturas
Empresarial
205
Familiar
Familiar no
Capitalizado capitalizado
230
117
77
75
89
Porcentaje con pasturas sobre has.
ganaderas
Tiempo de uso de pastura promedio
en años
Superficie ganadera
3
4
5
265
305
131
Porcentaje de utilización de rollos
100
100
100
Porcentaje de uso de granos
33
66
50
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
71
Por otra parte, en las formas de organización de la producción denominadas
familiares capitalizadas, se observa una mayor diversificación en la nutrición de
los animales, a través de la implementación del uso de granos.
12.4. Sanidad
A fin de analizar el comportamiento de los tipos sociales frente a esta práctica,
se analizaron los siguientes indicadores: hallazgos de enfermedades
reconocidas por los productores, consulta permanentes u ocasionales a los
profesionales veterinarios y tratamientos preventivos.
Respecto a las enfermedades señaladas por los productores, una primera
lectura de la Tabla N°22, demuestra que los productores empresariales y los
familiares capitalizados son los que identifican la mayor diversidad y tipo de
patologías, de donde se infiere que prestan más atención a la sanidad de sus
rodeos, para lograr una mayor productividad.
Mientras, que en las formas
familiares capitalizadas se registra el mayor número en las patologías
asociadas
al timpanismo (empastes), que se vincula directamente con el
tiempo de permanencia de los animales en la pastura, la intensidad de la carga
animal y la producción del forraje. También existe un mayor porcentaje de
enfermedades ocasionadas por bacterias, cuestión que puede relacionarse con
escasa vacunación para prevenir estas enfermedades.
Cuando se analizan los indicadores obtenidos para los productores familiares
no capitalizados, se observa que reconocen que sus animales padecen un
grupo reducido de enfermedades, siendo las de mayor importancia relativa
aquellas patologías que se identifican con la presencia de bacterias como
agentes causales de la enfermedad, las parasitarias y las intoxicaciones. En
72
primer término se puede decir que las enfermedades que nombran son las que
conocen, y después cabe aclarar que los tratamientos preventivos de
parasitarias son caros. Vale aclarar que si bien la prevención de bacterias es
menos onerosa, se deduce que la vacunación en las mismas es conforme a la
aparición de los problemas, dado que cuando se pregunta si previenen
responden
afirmativamente,
este
hecho
contradice
las
respuestas
suministradas en enfermedades con el tipo de vacuna que dicen aplicar los
productores.
En tal sentido, los recientes planes nacionales de lucha contra brucelosis y
tuberculosis, identificadas como importantes zoonosis15 en la región, debe
contemplar una estrategia diferencial para estos productores. Por otra parte,
estas enfermedades se penalizan en el comercio regional (MERCOSUR) e
internacional de productos lácteos.16
Tabla N°22: Indicadores de medición de la variable sanidad según tipo de
productor - En % SANIDAD
Empresarial
29
Familiar
Capitalizado
33
Familiar
no
capitalizado
50
BACTERIAS
PARASITOS
2
11
25
METABOLICAS
29
22
-
OBSTETRICIAS 10
11
-
INTOXICACION 14
-
25
TIMPANISMO
11
-
-
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
15
Se denomina zoonosis a las enfermedades que afectan conjuntamente al hombre y a los
animales.
73
Respecto a las consultas al profesional veterinario se comprueba que el 100 %
de los productores familiares no capitalizados no contrata estos servicios en
forma permanente, porcentaje que se reduce al 77% y 67 % respectivamente
en los productores familiares capitalizados y empresariales.
13. La sanidad desde la perspectiva de los productores: el caso de la
reciente reintroducción de la Fiebre Aftosa en la Argentina.
La coincidencia de esta investigación con la reciente reintroducción de la fiebre
aftosa en la Argentina, plantea una oportunidad para conocer la opinión y
propuestas de los distintos tipos sociales frente al nuevo escenario. Cabe
aclarar que la erradicación de la enfermedad en 1999 fue posible gracias al
esfuerzo conjunto del sector público y privado que comprometieron recursos en
dicha lucha.
En este contexto, a fin de interpretar la posición de los productores, se presenta
a continuación una breve reseña de la lucha antiaftosa en el país, y las
acciones a seguir que proponen los diferentes tipos sociales en el partido de
Balcarce
13. 1. Breve reseña de la lucha antiaftosa en el país
El organismo rector de la salud animal en Argentina corresponde al Servicio
Nacional de Sanidad Animal (SENASA), cuya responsabilidad es velar por la
calidad y sanidad pecuaria con el objetivo de aumentar la eficiencia de la
producción interna y mejorar la competitividad en los mercados externos.
Entre las enfermedades de los animales se distingue la presencia de fiebre
aftosa, la que es objeto de una lucha organizada desde 1962. El período
comprendido entre 1962 hasta 1973, la lucha sanitaria se caracteriza por una
16
La totalidad de los tambos que entrega su producción a las usinas lácteas de primera línea están
obligados a ser libres de brucelosis y tuberculosis, obteniendo diferencial de precios por esa condición.
74
estrategia basada en una vacunación sistemática en forma cuatrimestral, en
manos del productor individual, con una vacuna de baja calidad y en la que no se
compromete a otras instituciones públicas y privadas ligadas a la actividad.
Producto de esta situación, el período se caracteriza por un continuo
descreimiento del sector productivo acerca de la efectividad de las campañas,
que lleva en muchos casos al abandono de la vacunación, no obstante, se logra
reducir la frecuencia y morbilidad de los animales pero no se modifica el
comportamiento epidemiológico de la enfermedad.
Desde 1973 hasta que se formula el Plan Nacional de Control 1990-92, es una
etapa en la que se acentúa el descreimiento de la comunidad ganadera producto
de la escasa cobertura vacunal, especialmente en las zonas endémicas
primarias, pero a mediados de los '80, aparece una nueva vacuna de alta calidad,
con seis meses de inmunidad que da lugar a la formulación de algunos planes
piloto, que logran modificar el comportamiento epidemiológico de la enfermedad y
a la vez remontar la credibilidad del sector pecuario. A partir de este hecho, en
diciembre de 1989 se lanza un nuevo ciclo en la lucha sanitaria a través del Plan
Nacional de Control de Fiebre Aftosa 1990-1992.
Esta etapa se caracteriza por la presencia de una vacuna oleosa de excelente
calidad por su mayor período de protección, la implementación de estrategias
diferenciadas en base al reconocimiento de diferentes ecosistemas para la
enfermedad, por la credibilidad y participación activa del productor e instituciones
públicas y privadas ligadas al sector agropecuario, las que a su vez cuentan con
una decisión política de carácter nacional y los correspondientes recursos
económicos que permiten la ejecución del Plan.
75
A partir de la de descentralización y modernización del Estado iniciada a
mediados de la década del 80 en el país, se profundiza una etapa signada por la
participación activa de los distintos ámbitos de la comunidad, situación a la que
no es ajena el sistema agropecuario. El hecho más significativo lo constituye la
participación real y no simbólica de los productores en la lucha sanitaria contra la
aftosa que permite la erradicación en 1999.
El proceso de ajuste y apertura al que se somete el sistema socioeconómico
nacional conlleva a la reestructuración del sector público asumiendo el sector
privado un rol de mayor protagonismo en el diseño y ejecución de la política
dirigida al sector.
La participación efectiva de la comunidad en la organización, ejecución,
financiamiento y evaluación de las actividades de lucha contra la fiebre aftosa se
materializa a través de la conformación de comisiones de lucha en los distintos
niveles nacional, provincial y local, en las cuales quedan incorporados todos los
sectores interesados en la solución de este problema sanitario.
La experiencia en proyectos de salud animal demuestra que algunos programas
formulados lógicamente y basados en sólidos conocimientos teóricos, han
logrado escasos y parciales resultados. Quizás una de las causas a este
fenómeno debe buscarse en la falta de definición previa de los roles y funciones
de las instituciones y actores sociales ligadas a la actividad pecuaria, como así
también, la debida atención en la unidad responsable de la ejecución y el control
de su eficiencia operativa.
76
El Plan Nacional de Control 1990-92 y de Erradicación a partir de 1993, resultan
una experiencia inédita en el país, no sólo por integrar y comprometer a todos los
actores sociales interesados en el combate de la aftosa, cuestión que le otorga un
carácter participativo, sino también por la magnitud y grado de organización
alcanzado.
13.2. Opinión de los productores entrevistados ante el nuevo escenario
En el Gráfico N°6 se muestran las causas que los productores entrevistados
consideran como los motivos principales de la reaparición de la enfermedad en
la Argentina. Del mismo se desprende que atribuyen la responsabilidad de la
ocurrencia de aftosa, en forma casi equitativa a la falta de vacunación,
deficientes controles de frontera e ineficiencia del gobierno.
Gráfico N°6: Principales causas de reintroducción de la Fiebre Aftosa en
la Argentina, según la opinión de los productores entrevistados.
40%
34%
31% 29%
30%
20%
10%
6%
0%
Se abandonó la vacunación
Deficientes controles de fronteras
Ineficiencia del gobierno
Otros
Fuente: Elaboración propia en base a encuestas
Las opiniones de los productores referidas a cómo se podría haber evitado la
aparición de la Fiebre Aftosa se recogen en el Gráfico N°7, dónde se verifica
que atribuyen este fenómeno en forma casi similar a las deficiencias en los
77
controles de frontera y al hecho de abandonar la vacunación. Además, las
respuestas a cómo se podría haber evitado la presencia de la enfermedad
guarda relación con las prácticas de prevención enunciadas, como vacunas y
controles de frontera, pero llama la atención que no se menciona con la misma
intensidad un mejor desempeño por parte del Estado.
Gráfico N°7: Opinión de los productores de cómo se podría haber evitado
la reintroducción de la Fiebre Aftosa en la R. Argentina.
44%
43%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
11%
15%
10%
2%
5%
0%
1
C o n tr o la n d o
fro n te ra s
M e jo r d e s e m p e ñ o d e l g o b ie r n o
N o H a b e r d e ja d o d e v a c u n a r
O tro s
Fuente: elaboración propia en base a entrevistas
Como se verifica en el Gráfico, sólo el 11% de las respuestas consideraron al
desempeño del gobierno como actor capaz de evitar el problema. A pesar que
controlar las fronteras es una acción que pertenece a las funciones de control
que debe cumplir el Estado, y puede interpretarse conjuntamente, la
clasificación que hizo el productor al contestar, supone un desconocimiento o
desconfianza en la capacidad del rol del estado en esta materia. Por otra parte,
también puede aducirse cierta visión reduccionista17 del problema, donde se
17
Esta concepción fue ampliamente debatida en la Argentina a raíz de la desaparición de los
casos clínicos de la fiebre aftosa desde 1994 a 1999. Efectivamente el país se encontraba en
78
cree que con la sola aplicación de la vacuna resuelve este problema. No
obstante, ser libre de aftosa sin vacunación es muy importante desde la
perspectiva del comercio internacional, para penetrar nuevos mercados y
mantener los envíos al exterior.
Desde 1999 al año 2000 se realizaron movimientos animales con fines
comerciales sin ninguna restricción y sin obligación de vacunar. Por el contrario
se prohibía la realización de vacunaciones como también la fabricación, venta
y/o comercialización de ese producto biológico. A raíz de los sucesos de
conocimiento público de reintroducción de aftosa desde el Paraguay, aparecen
distintos medios de información que destacan esa situación, razón por la cual
es factible pensar sobre el grado de sensibilización en torno a los controles de
fronteras que explican la conciencia de los productores en ese aspecto.
Si bien el desempeño de los productores en la lucha contra la fiebre aftosa fue
importante, ya que como se detalla anteriormente hubo un fuerte compromiso
del sector productivo, este no se corresponde con una mayor participación de
los productores, que en casi en un 60 % plantean que participan a veces en
reuniones informativas y/o que nunca participaron (ver Gráfico N°8).
Una probable explicación esta situación se deba al proceso operado con la
descentralización de actividades realizadas anteriormente por el Estado y que
ese entonces en una situación de libre de la enfermedad pero con vacunaciones semestrales
en la totalidad de la población bovina. Frente a la posibilidad de ingresar al grupo de países
libres de aftosa sin vacunación y ganar mercados (donde realizar vacunar significa la pérdida
del estado sanitario) las entidades que agrupan a los productores manifestaron en distintos
medios y en forma generalizada su oposición a dejar de vacunar ya que atribuían de manera
lineal la no vacunación de aftosa. Esta misma situación fue compartida por un amplio sector
profesional. No obstante el Estado presenta un plan de control de riesgo externo de la fiebre
aftosa en dónde se demuestra que no era posible la presencia de la enfermedad en la
Argentina como consecuencia de la no vacunación ya que el virus de la Fiebre Aftosa se había
eliminado del ecosistema, situación confirmada por la inexistencia de hallazgos serológicos en
los muestreos realizados en el país y a que la única probabilidad de reintroducción consistía en
el riesgo desde el exterior. La duda lógica de los productores era asegurarse ellos mismos a
79
con el Plan de Control pasaron a ser realizadas por entes o fundaciones de
lucha que garantizaban la vacunación de los animales siendo la única
organización legal para aplicar las vacunaciones, llevando a cabo el
relevamiento de la información primaria de los datos de vacunación.
Gráfico N°8: Participación de los productores en las campañas de lucha
contra la fiebre aftosa. en %
17%
29%
25%
29%
A veces en reuniones inform ativas
Nunca participó
En Entes / Fundaciones
Siem pre en reuniones inform ativas
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Otro item de la encuesta se refiere a la opinión que le merece al productor el
desempeño de los distintos actores sociales involucrados en la lucha contra
esta enfermedad, al momento que se había logrado su erradicación, como es
de esperar consideran muy buena su participación y la acción del Estado es la
que recoge la mayor opinión como mala o regular, aunque la mayoría de los
productores la consideran buena y muy buena (54%). En el Gráfico N°9 se
transcribe como valoran los productores entrevistados el esfuerzo realizado por
cada uno de los diferentes actores sociales que participan en la campaña de
lucha sanitaria.
través de vacunas de que los animales no se iban a enfermar no comprendiendo claramente el
riesgo externo.
80
Gráfico N°9: Valorización de los productores entrevistados del esfuerzo
realizado de cada uno de los actores involucrados en la
Lucha contra la Fiebre Aftosa.
25
25
21
20
18
19
17 16
16
18
15
10
5
8
5
4
5
2 3
4
6
0
Estado
Productores
Muy Buena
Fundaciones
Buena
Regular
Veterinarios
Mala
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Entre las cuestiones que guían la entrevista se pregunta acerca de las acciones
que cada uno de ellos propondría ante la presencia de Fiebre Aftosa, las
respuestas son categóricas en un 63 % de los casos propone vacunar, un 19 %
plantea los controles de movimientos de animales, donde incluyen barreras
entre zonas, controles de ingreso en fronteras, cerrar importaciones, entre
otros, mientras que un 9% restante sugiere implementar planes desde el
Estado. Nuevamente la vacunación se plantea como una herramienta de
solución, demostrando la importancia que le asignan los productores a esta
práctica ganadera de sanidad. Si bien el Plan de Erradicación de Aftosa por
parte del Estado es una de las pocas políticas hacia el sector implementada a
partir del 90, los productores no reconocen la misma (ver Gráfico N°10).
81
Gráfico N°10: Principales acciones que sugieren los productores para el
control de la actual situación.
100%
63%
50%
19%
9%
9%
0%
Vacunar
Control de movimientos
Planes y controles de gobierno
Otros
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
13.2.1 Opinión de los productores entrevistados según tipo social
En la Tabla N°23, se registran las opiniones de los productores según tipo
social respecto a las causas, cómo se pudo evitar y las propuestas ante la
nueva situación. Así, se comprueba que la reintroducción de la Fiebre Aftosa
en las formas empresariales, atribuyen el fenómeno mayoritariamente a las
deficiencias en los controles de frontera, y luego a la falta de vacunación. Los
familiares capitalizados consideran los tres factores como responsables de la
reintroducción de la enfermedad, en tanto las familiares no capitalizados creen
que se debe fundamentalmente a no vacunar y escasos controles de fronteras.
Es probable que la visión netamente empresarial que requiere animales para
especialización productiva, como recrías o invernadas, requieran de la compra
82
y traslado de grandes distancias, donde el control del tránsito puede constituir
una preocupación18.
Tabla N° 23: Opinión de los productores entrevistados respecto a causas,
soluciones y propuestas de los distintos tipos sociales ante
la presencia de aftosa
¿a qué causas se debe la reintroducción de la Fiebre Aftosa ?
Tipo social Ineficiente Abandono de Deficiente
Control de Vacunación desempeño
fronteras
del gobierno
Familiar
Familiar
capitalizado
Empresario
33
31
42
17
31
18
Otros
33
17
31
7
35
5
¿cómo se pudo evitar la reintroducción de la Fiebre Aftosa ?
Tipo social
Controlando Vacunand Mejor desempeño Otros
las fronteras o
del gobierno
Familiar
50
50
Familiar
capitalizado
36
50
7
7
Empresario
43
43
8
¿qué acciones propone en la actual situación?
6
Familiar
80
20
Familiar
capitalizado
92
8
33
62
2
3
Empresario
Fuente: Elaboración propia en base a datos
18
En general los invernadores compran terneros en regiones extensivas - extractivas ubicadas
en zonas marginales (Noroeste Argentino) cercanas a la frontera, donde existe gran comercio
de hacienda por diferencial de precios.
83
Como se aprecia en la Tabla, en general las soluciones que proponen los
distintos grupos sociales coinciden con las causas que ellos consideran como
fuente de la presencia de la enfermedad que se debían haber evitado. Si bien
existen similitudes entre grupos sociales en cuanto a las causas y cómo se
pudo evitar, difieren en las propuestas para resolver el problema, entre los
grupos conformados por los familiares no capitalizados y familiares
capitalizados sólo consideran que se debe vacunar, mientras los empresariales
presentan más opciones que incluyen los controles de frontera y los planes de
Gobierno. En este sentido cabe reflexionar respecto a la implementación de
políticas por parte del Estado destinadas a los distintos grupos sociales, ya que
parece existir una aparente contradicción, quienes más necesitan la acción del
Estado no la consideran en su propuesta.
Respecto a opinión que les merece a cada tipo social entrevistado el esfuerzo
realizado por los diferentes actores sociales involucrados en la erradicación de
la Aftosa, en los Gráficos N°11,12 y13, representa la opinión de los mismos. De
la lectura de los mismos, se confirma que el grupo conformado por los
productores familiares capitalizados tiene la peor opinión sobre la acción del
estado.
84
Gráfico N°11 :Valorización de los productores familiares no capitalizados
del esfuerzo de los distintos actores sociales involucrados en la lucha
sanitaria. En número de productores.
3 ,5
3
2 ,5
2
1 ,5
1
0 ,5
0
M uy B ueno
B ueno
R e g u la r
M a lo
E S TA D O
P R O D U C TO R E S
F U N D A C IO N E S
V E T E R IN A R IO S
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
Gráfico N°12: Valorización de los productores familiares capitalizados del
esfuerzo de los distintos actores sociales involucrados en la lucha
sanitaria. En número de productores
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
M uy B ueno
B ueno
R egular
M alo
ES TA D O
PR O D U C TO R ES
FU N D AC IO N E S
VE TER IN AR IO S
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
85
Gráfico N°13: Valorización de los productores empresariales del esfuerzo
de los distintos actores sociales involucrados en la lucha
antiaftosa. En número de productores
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
M uy B ueno
B ueno
R egular
M alo
ES TA D O
PR O D U C TO R ES
FU N D AC IO N E S
VE TER IN AR IO S
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
13.3. Participación de los productores en la lucha sanitaria
En la Tabla N°24 se muestra la participación de los productores según tipo
social, en la misma se observa que en términos generales, los productores
familiares no capitalizados son quienes menos participan ya que no lo hacen o
asisten en forma ocasional (71%), mientras los productores capitalizados
concurren en mayor medida a reuniones informativas (ya sea a veces o
siempre) en un 54 %, los empresariales en cambio tienen mayor participación,
tanto en reuniones como en las fundaciones de lucha contra la fiebre aftosa.
Tabla N° 24: Grado de participación en la lucha sanitaria según tipos
Sociales - En % Familiar no
capitalizado
Familiar
capitalizado
Empresarial
A veces Nunca
28
43
Siempre
-
Fundaciones TOTAL
29
100
31
23
23
23
100
27
27
15
31
100
Fuente: Elaboración propia en base a entrevistas
86
El grado de participación y modalidad es un tema importante a la hora del
diseño de los planes sanitarios. Cualquier acción por parte del Estado que
intente comprometer a los productores familiares no capitalizados y
capitalizados debe considerar y analizar distintas estrategias de comunicación
social que incorporen los diagnósticos participativos que tengan en cuenta las
demandas económicas y sociales para los familiares no capitalizados y para los
familiares capitalizados se debe sumar la realización de talleres donde se
revaloricen las experiencias de los propios interesados. En tal sentido, cabe
reflexionar acerca de la insuficiencia en forma aislada del espacio de las
Fundaciones, quienes convocan más del 20 % de los entrevistados, para lograr
cambios en desarrollo ganadero.
14. Conclusiones y reflexiones finales
A modo de conclusión, a partir del caso analizado se presentan a continuación
una serie de reflexiones tanto respecto a la relación existente entre tipos
sociales agrarios y prácticas ganaderas, como del enfoque teórico–
metodológico en el que se inscribe el trabajo.
En primer lugar, en la presente investigación sobre las características que
asume la actividad ganadera en el partido de Balcarce, se constata la
heterogeneidad social agraria estudiada por distintos investigadores del campo
de la sociología rural. En este sentido, del trabajo a campo realizado se verifica
que del total de productores entrevistados (73) ubicados en el segmento
comprendido entre 200 a 800 has., - que representan alrededor del 40 % de la
superficie total del partido y cerca del 40 % de las existencias ganadera -, el
87
10 % de los productores corresponden a formas familiares no capitalizadas, el
25 % a formas familiares capitalizadas y el 65% a formas empresariales (Tabla
Nº 5).
Como es de esperar, la mayor parte de los productores familiares no
capitalizados se encuentran en los estratos de menor superficie (200 a 300
has), comprobándose no obstante, una importante presencia de productores
familiares capitalizados (42 %) en los estratos correspondientes a 700 a 800
has (Tabla Nº 8).
Cuando el análisis se extiende a la percepción de ingresos extraprediales se
comprueba que el 60 % de los productores familiares no capitalizados perciben
otros ingresos fuera de la explotación. Dado que la totalidad de los
entrevistados son propietarios de la tierra, la consecución de otros ingresos
permite mantener la actividad productiva, evitando un posible fenómeno de
desplazamiento (Gráfico Nº 2).
En cuanto a la administración del campo se observa que los productores
familiares (no capitalizados y capitalizados) administran personalmente su
campo, mientras que la gestión de la producción por medio de administradores
sólo se detecta en las formas empresariales, aunque también en bajo
porcentaje (17%), (Gráfico Nº 4).
Al indagar sobre los estudios cursados por los productores entrevistados, se
observa que los productores familiares capitalizados y los empresarios han
cursado estudios secundarios. Si bien la presencia de egresados del nivel
terciario y universitario entre familiares no capitalizados y empresarios es
semejante, cabe aclarar que en el caso de los primeros se debe a la profesión
del titular del campo (veterinario). No obstante llama la atención que entre los
88
familiares capitalizados no se registren profesionales, sin embargo un análisis
más profundo de la familia de los productores demuestra que en algunos casos
los hijos de los titulares del campo son profesionales ligados al agro o estudian
ciencias afines. Los estudios cursados por el titular de la explotación o por los
miembros de la familia posiblemente poseen gran influencia en las decisiones
referidas a las distintas prácticas ganaderas, (Gráfico Nº 3).
En una aproximación al estudio de las prácticas ganaderas desarrolladas por
los diferentes tipos de productores existentes en el Partido de Balcarce, se
constata que de las cuatro prácticas que conforman el perfil de salud animal:
manejo, genética, nutrición y sanidad, es a estas dos últimas a las que el
productor le asigna la mayor importancia en la búsqueda de mejorar producción
y productividad de sus rodeos (Gráfico Nº 5 y Tabla Nº 11).
Entre los principales resultados a los que arriba la investigación, se corrobora
que cuando se profundiza el análisis de las prácticas ganaderas por tipo de
productor, se encuentran tanto similitudes como diferencias en el tratamiento
que cada tipo social otorga a las mismas. En este sentido, la nutrición
constituye una práctica que preocupa a todos los tipos de productores por igual
y la genética no es un problema sentido por el conjunto de los productores de
este municipio. En el manejo y la sanidad es donde se encuentran las mayores
diferencias entre los tipos de productores, ya sea porque le asignan distinto
grado de facilidad al manejo entre el conjunto de prácticas ganaderas, o porque
cuando se trata de la sanidad, reconocen un mayor número de enfermedades
que padecen los animales y llevan registro de las mismas. En este sentido, a
pesar que este estudio se concentra en un estrato delimitado entre 200 y 800
has y se encuentra diversidad entre las prácticas ganaderas que desarrollan los
89
distintos tipos sociales, es posible que estas aún sean mayores cuando se
incluye en el análisis al estrato de los más pequeños y más grandes
productores.
Aunque en el manejo, se verifica que existen similitudes en cuanto a las
prácticas desarrolladas por los distintos grupos de productores en función de la
generalización y difusión de las técnicas pecuarias, son sólo los productores
familiares capitalizados los que le otorgan una alta importancia. Es posible que
estos asocien el valor de la misma con la experiencia y tradición que los
distingue como productores, (Tabla Nº 18).
En cuanto a la sanidad, si bien todos los tipos de productores dicen aplicar
diferentes tratamientos preventivos en sus rodeos, se comprueba que en la
estrategia de las formas familiares no capitalizadas el uso de medidas
preventivas es escaso, debido en gran parte al costo de los medicamentos para
las enfermedades parasitarias. Además aunque algunas vacunas son
relativamente económicas, tampoco se utilizan de manera sistemática. Los
productores
de
tipo
familiares
capitalizados
por
su
parte,
enfrentan
enfermedades vinculadas a la alimentación de los animales, cuestión que
puede estar relacionada con la intensidad del pastoreo. En cambio en los
productores empresariales, los tratamientos forman parte de la planificación de
la producción del conjunto de la explotación (Tabla Nº 22).
Por otra parte, en el estudio de los distintos sistemas de producción se destaca
que aunque predomina la orientación productiva de ciclo completo en todos los
grupos de productores, el sistema de cría es la segunda opción para las formas
de producción familiares no capitalizados y familiares capitalizados, que
requiere menor dotación de capital y menor fertilidad del suelo. Mientras, los
90
productores empresariales se dedican en segundo lugar a la invernada pura,
donde los recursos de inversión y dedicación de los procesos productivos son
más intensivos, (Tabla Nº 19).
Asimismo, los resultados obtenidos en este trabajo sugieren que los
componentes de nutrición y de sanidad son indicadores a considerar en la
caracterización de los sistemas productivos, ya que su importancia no sólo
radica en la posibilidad de definir con mayor precisión la diversidad de
estructuras ganaderas sino que también contribuye al diseño de políticas y
programas sectoriales y regionales, puesto que en ellos se podrá incorporar
componentes de gran importancia en los costos y en los ingresos esperados de
los productores
En otras palabras, las cuestiones sanitarias a las que todos los productores
manifiestan prestar suma atención, constituyen una importante herramienta
para intervenir a través de programas de intervención en el medio rural, tal es
el caso de la movilización de recursos humanos y materiales en forma conjunta
por parte del sector público y del sector privado en la erradicación de fiebre
aftosa en Argentina, a partir de los 90, (Gráfica Nº 9).
Dada la coincidencia de la reintroducción de esta enfermedad con la realización
de este trabajo, en las encuestas se enfatiza en la percepción y opinión que
poseen los distintos tipos de productores, respecto a las prácticas productivas y
la acción de otros agentes involucrados en los programas de salud animal. De
esta forma, se encuentra que el grado de participación de los productores del
partido es baja, no obstante es diferencial por tipo de productor analizado,
(Gráfica Nº 8). Por lo tanto, cabe plantear que la metodología tradicional
utilizada en la planificación de la salud animal presenta grandes limitaciones, si
91
bien se intenta implementar procesos de descentralización de atención
veterinaria, a excepción de la Fiebre Aftosa, no se han materializado en otros
planes nacionales que involucren al conjunto de la comunidad ganadera.
Por esta razón, si bien se considera que la mejor alternativa en el diseño de
estrategias en los programas en salud animal, es a través de proyectos que
contemplen la posición de todos los sectores involucrados en dicho proceso, se
debe tener en cuenta que la viabilidad de una propuesta de tipo participativa
está condicionada por una parte, por la real participación de los productores y
por otra, por la decisión y vocación de las instituciones públicas y privadas
nacionales e internacionales en promover, conducir y financiar los recursos
materiales y humanos necesarios para llevar a cabo las actividades. Aunque
los procesos participativos no garantizan la perfección en la captación de la
realidad, permite interpretar con mayor precisión los problemas más sentidos
de la comunidad, facilita la interacción y confronta la realidad con las
interpretaciones teóricas y torna más eficaz la intervención de las instituciones,
profesionales, organizaciones y productores.
En cuanto al enfoque teórico metodológico es posible afirmar que el análisis
por tipo de productor enriquece la comprensión de los procesos productivos y
de la salud animal en particular. Desde esta perspectiva profundizar en la
situación de la salud animal como recurso alternativo del diagnóstico
tradicional, consiste en un análisis de la realidad orientado a la acción
modificadora, que da respuesta a fenómenos de orden biológico originados en
procesos económicos y sociales.
Por otra parte, a partir de los resultados obtenidos, se concuerda con otros
investigadores que desde las ciencias sociales plantean que existe una
92
interrelación compleja de diferentes factores que deben tenerse en cuenta a la
hora de explicar la racionalidad de las diferentes prácticas ganaderas
desarrolladas por los distintos productores, como por ejemplo tipo de productor,
disponibilidad de mano de obra familiar, trabajo en la explotación, existencia de
ingresos extraprediales que condicionan los resultados globales de la
explotación, razón por la cual los indicadores bioproductivos y económicos
generalmente utilizados por los técnicos, no constituyen las mejores
herramientas para evaluar y comprender las distintas prácticas ganaderas.
Asimismo, las recomendaciones técnicas en general no tienen en cuenta el tipo
de productor al cual van dirigidas.
Por esta razón, se concluye que al incorporar la percepción de los propios
interesados ante los problemas socioproductivos enriquece el análisis
meramente técnico, a la vez que brinda pistas para que las instituciones
encargadas del tema encaren las acciones tendientes a la solución de los
mismos, teniendo en cuenta la visión de los propios interesados.
Por último, dado que el estudio se realiza en función de dos criterios (el
epidemiológico y el socieconómico) no se debe soslayar la importancia de
realizar un trabajo interdisciplinario en el abordaje de la problemática del perfil
de salud animal, ya que los resultados obtenidos no sólo contribuyen a cada
una de las disciplinas, sino que se enriquece el análisis desde ambas
perspectivas.
93
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