Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del

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| Milena Velásquez Areiza • Alejandro Cárdenas-Avendaño |
Hay dos cosas infinitas:
el Universo y la estupidez humana.
Y del Universo no estoy seguro
Albert Einstein
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Suma Cultural
T
iempo inicial igual a cero, vacío absoluto, energía y
densidad infinita. Ocurre un rompimiento de simetría
y BOOOOOOOOM!... El universo empieza a existir,
ha superado el umbral máximo y todas las fuerzas
de la naturaleza se encuentran juntas: gravedad, fuerza débil,
electromagnetismo y fuerza fuerte.
El espacio-tiempo ha alcanzado una temperatura de
142.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 grados Kelvin
en tan solo 0.000000000000000000000000000000000000000001
segundos. Un nanosegundo después el universo empieza a
expandirse de forma abrupta; en un milésimo de segundo
ha pasado de un tamaño inferior como el de un microbio
al tamaño de nuestra Galaxia. Tras otro nanosegundo
tiene una temperatura de 10.000.000.000.000 Kelvin y es
un caldo de energía, fotones, quarks y electrones. Unos
0.0000000001 segundos después del Big Bang ya no es
posible la existencia de los quarks como partículas libres,
así que se combinan para formar neutrones y protones. Los
elementos primordiales, como el hidrógeno y el helio, son
formados durante los primeros quince minutos dejando
como remanente los ingredientes que formarán el universo
conocido. Bastarán cerca de 500.000.000.000.000.000
segundos para que se comience a escribir este texto en un
pequeño y pálido punto azul en algún lugar del Cosmos.
¿Es el Universo estable? sí y no, depende de la óptica que
se use. A escala del orden del tamaño del Cosmos la respuesta
puede ser un sí; la energía se conserva y la disponible disminuye,
haciéndolo cada vez más frío. No obstante, a escalas pequeñas
la respuesta tiende al no; por ejemplo, cambios abruptos en
el interior de las estrellas, colisión de galaxias y, por lo menos,
una sociedad en conflicto.
En los sistemas sociales las variaciones pueden ocurrir
también drásticamente y en poco tiempo, debido a que la
sociedad es muy sensible a los cambios, no está preparada
para asumir adversidades y no aprende de su experiencia.
¿Qué se ha aprendido de la Historia?, ¿Qué se aprendió de
acontecimientos nefastos como la Segunda Guerra Mundial,
donde más de 60 millones de personas fueron asesinadas, o
de los 110 minutos que bastaron para derrumbar las Torres
Gemelas?, ¿Qué se necesita aprender y lograr para que cada
60 segundos en el mundo no sea asesinada una persona, o
que cada 100 segundos muera una persona en un conflicto
armado?, ¿No bastan más de dos milenios de experiencia?
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La atroz capacidad destructiva del hombre ya
comprobada, ha crecido sobremanera, no muestra signos
de mejoría y los resultados pueden ser funestos en los
conflictos armados de hoy en día; se estima la existencia
de más de 19.000 armas nucleares1 y más de 20.000
“fuera de servicio”2, guardadas y desactivadas pero no
destruidas, con una capacidad demoledora inimaginable
ante el primer evento. Un gran novelista de nuestro
tiempo concluyó sabiamente y sin exagerar, que la carrera
de las armas va en sentido contrario a la inteligencia
humana. El actuar humano no envejece, no crece, no
madura, no florece, no progresa, no avanza, no prospera
y no se renueva.
Los gastos por concepto de guerra y conflicto son
tan altos, que no evitan que en el mundo cada minuto
mueran de hambre aproximadamente 11 niños por
causas relacionadas3. Las políticas actuales guían toda
la inversión económica e intelectual hacia los síntomas,
sin atacar el mal. El mundo tiene hambre y no solamente
biológica sino hambre de sabiduría. Se necesita que la
sociedad esté fundada en valores éticos, que haya más
respeto por la historia, más tolerancia, más calma, más
reflexión, más unión y amor.
Estamos inmersos en una exótica dinámica, los
cambios suceden a toda escala y no solamente son
causados por el hombre, hay problemas de origen
completamente estocástico que también ocurren
rápidamente, por ejemplo terremotos, erupciones
volcánicas, tsunamis, huracanes e inundaciones. De ahí
la importancia de blindar la sociedad para que no se
deje derrumbar fácilmente ante los problemas naturales
o generados por algunos individuos con crueles ideales.
Se necesita saber responder y actuar a tiempo ante los
hechos. Lo que genera un cambio bueno o malo, dura un
breve instante, potenciarlo o detenerlo es la clave. Una
sociedad en alerta permanente.
¿Qué habría evitado el Big Bang, la Segunda Guerra
Mundial o una bomba en el Club El Nogal? Las soluciones
a estas preguntas no son triviales y es ahí donde se debe
demostrar sabiduría. En quince minutos, ya estaba todo lo
necesario para que millones de años después se formara
esta sociedad, pero en menos de quince minutos esta
sociedad se puede destruir con su estupidez.
Federation of American Scientists. (2012). “Status of World Nuclear Forces”,[en línea]. Disponible en la Web: http://www.fas.org/programs/ssp/nukes/nuclearweapons/
nukestatus.html
Webster, P. (2012). “Just like the old times”. Bulletin of the Atomic Scientists. Vol. 59 no. 4 30-35
Bread for the World. (2012). “Global Hunger”,[en línea].Washington Disponible en la Web: http://www.bread.org/hunger/global/
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