INSTITUTO LIBERTAD Y PROGRESO ILP BOGOTÁ, COLOMBIA SUGERENCIAS PARA EL INTERGOVERNMENTAL WORKING GROUP ON PUBLIC HEALTH, INNOVATION AND INTELLECTUAL PROPERTY (IGWG) DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Agradecemos a la Organización Mundial de la Salud la oportunidad que nos brinda para expresar nuestras ideas acerca del complejo tema de cómo estimular el desarrollo de nuevos medicamentos, y en particular cómo lograr que las poblaciones más pobres y vulnerables tengan acceso a dichos avances tecnológicos, y puedan por tanto experimentar mejorías sustanciales en sus condiciones de salud y su expectativa de vida. A través de estas breves sugerencias queremos, desde nuestro punto de vista como ONG de un país en desarrollo, recomendar al IGWG que siempre tenga presente algunos hechos y realidades importantes en el desarrollo de su trabajo. De ignorarlos, el IGWG podría fracasar en su intento de promover a la vez la innovación y el acceso a medicamentos para los pobres. Es más, fácilmente podría en IGWG, por causa de las enormes presiones políticas e ideológicas que se acumulan alrededor de este tema, terminar recomendando un conjunto de políticas que tengan como efecto, en el largo plazo, un estado de cosas totalmente contrario al que se buscaba promover y estimular; es decir, podríamos terminar en una situación en la cual los incentivos para la innovación y el desarrollo de tecnología de salud desaparezcan o se reduzcan, y persistan las verdaderas causas que impiden que la población pobre tenga acceso a medicamentos y avances en tecnología médica. Por tanto, de manera muy respetuosa, queremos transmitir al IGWG las siguientes RECOMENDACIONES: 1. En el desarrollo de su actividad, el IGWG siempre debería tener en mente que las condiciones de salud de las poblaciones pobres están determinadas, principalmente, por el grado de desarrollo económico de las sociedades en las cuales viven. Por esta razón, sin desarrollo económico, no habrá política alguna para promover el acceso a medicamentos, sin importar cuán sofisticada parezca desde el punto de vista técnico, que pueda tener un efecto real y positivo en el mejoramiento de las condiciones de salud de los países pobres. Por tanto, sin importar si aparentemente esto se desvía de su ámbito temático inicial, el IGWG debe pronunciarse, con su autoridad como institución multilateral, en favor de políticas que estimulen el crecimiento económico. 2. El IGWG debe tener en cuenta que, sin un mejoramiento integral de las instituciones políticas y jurídicas en los países pobres, no hay esperanza alguna de que las poblaciones de dichos países puedan disfrutar de unas mejores condiciones de salud, y en particular de un mayor grado de acceso a medicamentos. Esto, en primer lugar, porque sin buenas instituciones no es posible el crecimiento económico, y sin este no es posible lograr mejores condiciones de salud. Además, como veremos en puntos posteriores, buena parte de los verdaderos obstáculos que restringen el acceso a medicamentos en los países pobres tienen origen en el diseño y funcionamiento de las estructuras políticas y jurídicas. Cuando no hay vigencia plena del Estado de Derecho (Rule of Law), cuando hay concentración de poder, cuando no hay transparencia y predomina la corrupción, se crean los verdaderos obstáculos que impiden que las poblaciones de nuestros países tengan un mayor acceso a medicamentos y tecnologías médicas. 3. Sabemos que el IGWG tiene como mandato estudiar el impacto de esquemas como la propiedad intelectual y las patentes en el acceso a medicamentos. Sin embargo, creemos que si el IGWG se concentra de manera exclusiva en la cuestión de la propiedad intelectual, corre el riesgo de pasar por alto los factores que verdaderamente están impidiendo que los pobres tengan un adecuado acceso a medicamentos. Lamentablemente existe el riesgo de que esto suceda, ya que hay un significativo número de organizaciones y actores que, movidos por razones de orden ideológico, y en general motivados por un rechazo de la empresa privada y la libre iniciativa económica, buscan debilitar los esquemas normativos que permiten a las empresas privadas involucrarse activamente en la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. De ese modo, corremos el riesgo de que el IGWG dedique prioritariamente sus esfuerzos a tratar de limitar la participación de la empresa privada en la investigación médica, mientras que factores como la corrupción, el diseño inadecuado de sistemas de salud, y la gran cantidad de obstáculos burocráticos que existen en nuestros países, continúen impidiendo que los pobres accedan a medicamentos. 4. Existe también el riesgo de que el trabajo del IGWG pueda derivar en consecuencias no intencionadas, que terminen produciendo un efecto contrario al que dicho grupo se propone. De nuevo, gracias a la enorme presión política e ideológica que existe hoy frente al tema, hay un riesgo de que el trabajo del IGWG termine por recomendar acciones que debiliten los incentivos que existen hoy para que el sector privado investigue y desarrolle nuevos medicamentos. El sistema de patentes y propiedad intelectual no es perfecto, pero ha sido durante muchas décadas la principal fuente de innovaciones clínicas, las mismas que son responsables de elevar los niveles de vida en el mundo desarrollado. 5. El IGWG debe evitar el riesgo de que los gobiernos corruptos, burocratizados e ineficientes que abundan en los países en desarrollo, busquen disculpar a través del trabajo y las conclusiones del IGWG su propia incapacidad para crear mejores condiciones de salud y acceso a medicamentos. En varios países, incluido el nuestro (Colombia), se ha tratado de culpar al sistema de patentes por los problemas financieros del sistema público de salud. Esto no es más que erigir un chivo expiatorio (scapegoat) que impide ver los auténticos problemas de gestión y diseño que afectan a los sistemas públicos de salud. 6. Debe también el IGWG evitar que su trabajo se convierta en un arma para los opositores a los tratados de libre comercio. Este riesgo existe, pues algunos de estos tratados contienen cláusulas de propiedad intelectual. El IGWG debe recordar que el libre comercio es una herramienta fundamental y necesaria para el desarrollo económico. En nuestros países, la falta de libre comercio ha creado oligarquías de privilegiados que se enriquecen a expensas de los consumidores. La falta de libre comercio ha impedido a nuestras economías disfrutar de los beneficios económicos del intercambio, y ha sido un factor fundamental en el hecho de que no hayamos podido derrotar la pobreza. Y como sabemos, la pobreza es la verdadera causa fundamental del acceso deficiente a medicamentos. Por otra parte, cuando los tratados de libre comercio incluyen cláusulas razonables de propiedad intelectual, de acuerdo con los estándares universales, esto ayuda al país firmante a mejorar sus propias instituciones jurídicas, y generalmente se crean incentivos para la innovación local que antes no existían. 7. Buena parte del trabajo del IGWG debería enfocarse en identificar y promover los mecanismos que facilitan la transferencia de tecnología desde el primer mundo hacia los países en desarrollo. Entre estos mecanismos, el principal es la creación de condiciones políticas y jurídicas que brinden reglas claras y seguridad para la inversión y el comercio. Como es bien sabido, la mayor parte de la innovación en tecnología médica tiene origen en los países desarrollados, y en muchos casos, esta tecnología no se transmite al tercer mundo, no porque los mercados sean pobres o pequeños, sino porque en estos no existen garantías jurídicas para la actividad innovadora privada. En lo referente a este punto, haría bien el IGWG en recomendar a los países en desarrollo la adopción o el mejoramiento de sus propias normas de propiedad intelectual. 8. Del mismo modo, y con los mismos mecanismos, el IGWG debería animar a los países en desarrollo a que estimulen la innovación y la investigación local. En muchos países en desarrollo, incluyendo el nuestro, hay una importante masa crítica de talento científico, la cual no tiene el respaldo de las normas jurídicas para poner sus esfuerzos en la búsqueda de nuevos medicamentos y terapias. 9. El IGWG debería pronunciarse de manera categórica en contra de las barreras legales y regulatorias que de manera directa impiden el acceso a medicamentos en los países en desarrollo. En muchos de estos países, existen fuertes aranceles (tariffs) y barreras no arancelarias (non-tariff barriers) que reducen la oferta de medicamentos y elevan sus precios en los mercados locales. El IGWG debería denunciar públicamente estas barreras por inmorales, por ser responsables directamente de la pérdida de muchas vidas, y de la carencia de opciones clínicas para el tratamiento de enfermedades. 10. En cuanto a la consideración de mecanismos específicos para incentivar la innovación, el IGWG debería tener en cuenta el pobre historial de los esquemas que dependen de la financiación gubernamental directa. En un número importante de casos, estos esquemas han fracasado en su objetivo, y además han dado lugar a episodios lamentables de derroche y corrupción. El mismo destino pueden correr, en general, todos aquellos mecanismos que impidan que el valor del producto sea determinado mediante mecanismos de mercado, como es el caso de los premios. 11. Es muy importante que el IGWG reconozca el valor de la innovación mediante incrementos (incremental innovation). Esta ha sido caricaturizada por los oponentes de la propiedad intelectual, quienes se refieren a los productos de esta como me-too drugs. En realidad, la historia de la innovación científica y tecnológica, no sólo en el campo de la medicina, muestra que la mayor parte de las innovaciones útiles provienen de pequeños avances dentro de una misma línea de investigación. Los oponentes de la propiedad intelectual parecen querer que cada nueva droga emerja de una revolución científica, pero esto es totalmente contrario a los patrones normales de desarrollo de la ciencia. 12. En cuanto a otros mecanismos específicos para estimular la innovación, el IGWG debería considerar muy seriamente las recomendaciones incluidas en el Civil Society Report for Intellectual Property, Innovation and Health, un exhaustivo trabajo preparado por una coalición de ONGs de muy diversos países, y el cual contiene, a nuestro juicio, el más completo análisis de cada uno de los mecanismos que se proponen para estimular la innovación. Este informe está disponible aquí: http://www.policynetwork.net/uploaded/pdf/Civil_Society_text_web.pdf 13. Finalmente, el IGWG debe estimular a los gobiernos especialmente en los países pobres, para que mejoren sus procesos de revisión y aprobación regulatoria de nuevos medicamentos. En interés de los pacientes y las poblaciones, estos procesos deben ser rápidos, transparentes y expeditos, y en ningún caso deberían causar, como lo hacen hoy día, demoras irracionales que impiden un acceso más rápido a medicamentos. Nuestra organización agradece muy especialmente a la Organización Mundial de la Salud, y a su grupo especializado de trabajo, la atención prestada a estos comentarios y sugerencias. Andrés Mejía-Vergnaud Director Ejecutivo INSTITUTO LIBERTAD Y PROGRESO ILP Calle 81 # 7-33 Ap. 201, Bogotá, Colombia. Tel-fax: (571)2113128 Cel: (57) 310-5755429 E-MAIL: [email protected] WEB: http://www.libertadyprogreso.net BLOG: http://cosmospolis.blogspot.com