SERIE DE ARTÍCULOS INTRODUCTORIOS Mecanismos de drenaje de los yacimientos Tony Smithson Editor senior Gas Petróleo desplazado hacia el interior del pozo por la elevación del contacto agua-petróleo Condiciones originales Contacto gas-petróleo Petróleo Contacto agua-petróleo Contacto agua-petróleo Parcialmente agotado Figura 1. Mecanismos de drenaje de las formaciones. Los sistemas de drenaje por empuje de agua (izquierda) dependen del agua de un acuífero conectado para reemplazar el petróleo producido. Los mecanismos de drenaje por casquete de gas (centro, a la izquierda) son energizados por el gas en expansión que rellena los vacíos que quedan después de remover los líquidos. El gas presente en el petróleo saturado de un sistema de drenaje por gas disuelto (centro, a la derecha) se desprende de la solución después que la presión del yacimiento cae por debajo del punto de burbujeo. Los sistemas de drenaje gravitacional, o de drenaje combinado (derecha), poseen capas de gas, petróleo y agua. A medida que se produce el petróleo, el contacto gas-petróleo cae conforme el casquete de gas se expande, y el contacto agua-petróleo se eleva. La producción de hidrocarburos, es decir la acción de llevarlos desde el fondo del pozo a la superficie, de manera eficaz y económicamente efectiva puede constituir un desafío para las compañías de E&P. Para producir esos hidrocarburos con eficacia, los ingenieros de yacimientos deben comprender el mecanismo de drenaje del yacimiento; es decir, el mecanismo que desplaza los hidrocarburos fuera de los espacios porosos de las rocas y hacia el interior del pozo. La comprensión del sistema o de los sistemas activos de drenaje de un campo ayuda a los operadores a desarrollar estrategias de producción que maximizan el factor de recuperación, que es el porcentaje de petróleo o gas del volumen original en sitio que se lleva a la superficie. La energía de los yacimientos Los fluidos de yacimientos en su estado original han sido afectados por numerosas fuerzas naturales. Los estratos de sobrecarga —las capas de rocas y suelo que suprayacen un yacimiento— pesan sobre las rocas y los fluidos y afecta la temperatura y la presión del yacimiento. A lo largo del tiempo geológico, las fuerzas presentes en el yacimiento se equilibran y establecen la presión de poro de la formación, que es la fuente de energía más importante para desplazar los fluidos a través de una formación. En una formación permeable, sin la presencia de barreras tales como capas de lutitas o fallas que bloquean su movimiento, los fluidos pueden migrar a través de las rocas. La fuerza de gravedad produce la segregación de los fluidos de Oilfield Review 2016. Copyright © 2016 Schlumberger. acuerdo con su densidad, de manera que el orden típico de los fluidos en un yacimiento es gas en el tope, petróleo, y finalmente agua en la base. Si se produce un desequilibrio de presión, los fluidos se desplazarán desde las regiones de alta presión hacia las de baja presión. Después de perforar y terminar un pozo, éste puede generar una condición de desequilibrio y actuar como un conducto de baja presión hacia el cual migrarán sus fluidos. A medida que el petróleo, el gas y el agua fluyen hacia el interior de un pozo, el equilibrio de presión se perturba cerca del pozo. Para preservar o restaurar el equilibrio, los fluidos que fluyen hacia el interior del pozo son reemplazados por fluidos provenientes de mayores distancias. El movimiento de los fluidos depende de sus propiedades, tales como la densidad y la viscosidad, y de las propiedades de las rocas, tales como la mojabilidad y la presión capilar. Debido a la heterogeneidad de las rocas y los fluidos, puede suceder que los fluidos no se muevan de manera uniforme a través del yacimiento. Además de las propiedades de las rocas y de los fluidos, los mecanismos de drenaje — que describen la fuente de energía que mueve los fluidos hacia el interior, a través y fuera, de un yacimiento— también determinan cómo se desplazan los fluidos dentro del yacimiento. Los principales sistemas de drenaje natural son el drenaje por empuje de agua, la expansión por gas disuelto, el drenaje por casquete de gas y el drenaje gravitacional (Figura 1). Los sistemas de drenaje combinado son comunes y constituyen mezclas de dos o más sistemas de drenaje principales. Si bien otro mecanismo de drenaje —el drenaje por compactación de las rocas— es poco común, constituye un factor importante en algunos campos de gran envergadura de todo el mundo. www.slb.com/defining Pozo productor Petróleo Agua Figura 2. Conificación en un sistema de drenaje por empuje de agua. Para restablecer el equilibrio de presión, el petróleo producido es reemplazado por los fluidos provenientes de otras partes del yacimiento. Los pozos con altas tasas de flujo pueden impartir un gradiente de presión no uniforme en el yacimiento y hacer que el agua fluya hacia el pozo productor. Este flujo hacia la zona de baja presión puede generar un cono de agua invertido. Mecanismos de drenaje La energía para un sistema de drenaje por empuje de agua proviene de un acuífero conectado. A medida que se extraen los hidrocarburos, el acuífero se expande y el agua migra para reemplazar al petróleo o al gas desplazado. Esta agua puede provenir de abajo, en lo que se denomina drenaje por empuje de agua del fondo, o de fuentes adyacentes, en lo que se conoce como drenaje por empuje de agua del borde. Si el acuífero circunscribe el yacimiento productor, el mecanismo se denomina drenaje periférico por empuje de agua del borde. En un sistema de drenaje por empuje de agua del fondo, a medida que se producen hidrocarburos, el contacto entre el petróleo y agua (CAP) o entre el gas y el agua (CGP) se desplaza hacia arriba. Cuando el contacto se eleva, el agua puede llegar al intervalo productivo del pozo. El movimiento acelerado causado por los grandes diferenciales de presión existentes alrededor del pozo puede hacer que el agua presente cerca del pozo se eleve más rápido. Este fenómeno —denominado conificación— puede ocasionar la producción prematura de agua de pozos con altas tasas de flujo (Figura 2). El agua de formación en los sistemas de drenaje por empuje de agua del borde avanza en los pozos de producción y finalmente irrumpe o incursiona en los mismos. Debido a las heterogeneidades de las formaciones, el agua puede moverse de manera no uniforme, o infiltrarse en forma de dedos, a través del yacimiento, produciendo la incursión prematura de la producción de agua en las zonas más permeables. Si el acuífero es extenso, el influjo de agua puede ser suficiente para mantener la presión del yacimiento durante mucho tiempo. Una técnica común de recuperación secundaria basada en el mecanismo de drenaje por empuje de agua es la inundación con agua, proceso en el cual los operadores inyectan agua en los yacimientos de petróleo para barrer el petróleo hacia los pozos productores, reemplazar los fluidos extraídos y sustentar la presión del yacimiento. Con el tiempo, el corte de agua —la proporción de agua producida en comparación con el volumen total de fluidos producidos— alcanzará un punto en el que el costo de eliminación del agua excederá el valor comercial de los hidrocarburos producidos. En un campo con un mecanismo de drenaje periférico por empuje de agua del borde, los pozos productores emplazados en el borde del campo serán los primeros en experimentar el fenómeno de incursión de agua y podrán cerrarse o convertirse en pozos inyectores para mejorar la recuperación en un proceso de inundación con agua. Los sistemas de drenaje por empuje de agua son eficaces y poseen factores de recuperación que oscilan entre el 35% y el 75% del petróleo original en sitio (POES). El factor de recuperación promedio es de alrededor del 40%. La fuente de energía para el drenaje por casquete de gas proviene de la expansión del gas en el tope del yacimiento. El gas puede encontrarse en sitio cuando se hace producir inicialmente el yacimiento, lo cual se conoce como casquete de gas primario, o puede formarse como un casquete de gas secundario, como resultado de la migración del gas fuera del petróleo cuando la presión del yacimiento cae por debajo del punto de burbujeo. El punto de burbujeo es la condición de presión y la temperatura en la cual comienzan a desarrollarse las primeras burbujas de gas a partir del petróleo que contiene gas en solución. El gas se expande cuando la presión del yacimiento cae, ocupando el volumen poroso que alguna vez contuvo líquidos. La energía mecánica almacenada presente en el gas es liberada a medida que el mismo se expande, lo que ayuda a mantener la presión del yacimiento. Para evitar la producción de gas del casquete, los pozos son terminados a través de la columna de petróleo, en lo que se denomina la pata de petróleo. El contacto gas-petróleo (CGP) se desplaza hacia abajo a medida que se produce el petróleo y el casquete se expande. El gas que forma el casquete de gas no debe producirse pues la presión existente en el yacimiento se abatirá rápidamente; una incursión súbita de gas indica que el CGP ha caído por debajo del intervalo superior extremo disparado de un pozo. El gas producido en el campo puede reinyectarse en el casquete para el manejo de la presión y la sustentación de la expansión posterior. Los niveles de recuperación del sistema de drenaje por casquete de gas oscilan entre el 20% y el 40% del POES. El factor de recuperación promedio es de alrededor del 30%. Los mecanismos de expansión por gas disuelto se observan en los yacimientos saturados, en los que la presión de poro inicial se encuentra por encima del punto de burbujeo. A medida que se produce el petróleo, la presión del yacimiento cae por debajo del punto de burbujeo, las burbujas de gas se desprenden de la solución y se expanden en el petróleo. El gas disuelto también puede ser liberado del agua. Las burbujas de gas en expansión agregan energía al sistema y sustentan la presión del yacimiento. Las burbujas de gas presentes en el petróleo pueden ayudar a reducir la viscosidad de este último, facilitando el flujo del petróleo desde el yacimiento hacia el Oilfield Review SERIE DE ARTÍCULOS INTRODUCTORIOS Producción de petróleo Presión de yacimiento Presión de yacimiento RPG Producción de petróleo RPG Tiempo Figura 3. Desempeño típico de un sistema de drenaje por gas disuelto. En la fase de producción inicial con un mecanismo de drenaje por expansión de gas disuelto, el pozo produce petróleo (verde) con una baja relación gas-petróleo (RPG) (azul). A medida que se extrae el petróleo, la presión del yacimiento (negro) se abate, el gas se desprende de la solución, y la relación RPG se eleva bruscamente, como consecuencia de lo cual la producción de petróleo se reduce. interior del pozo, si bien después de alcanzar el punto de burbujeo, la producción de petróleo usualmente declina y la producción de gas se incrementa (Figura 3). En un sistema de gas disuelto, cuando la presión de yacimiento cae, el gas liberado puede migrar hacia el tope del yacimiento, formando un casquete de gas secundario. Si el petróleo es producido rápidamente, pueden formarse burbujas de gas y expandirse en los poros de las rocas, impidiendo el flujo del petróleo a través del yacimiento. Como sucede con un casquete de gas primario, el agotamiento del casquete de gas secundario puede producir el abatimiento rápido de la presión y reducir la recuperación. Los factores de recuperación de los sistemas de expansión por gas disuelto oscilan entre el 5% y el 30% del POES. El factor de recuperación promedio es de alrededor del 15%. Los mecanismos de drenaje gravitacional se observan en los yacimientos que poseen mecanismos de drenaje tanto por casquetes de gas como por empuje de agua; estos tipos de yacimientos pueden ser productores muy efectivos. La energía proviene de dos direcciones: ascendente con respecto a la presión hidrostática de la columna de petróleo y descendente con respecto a un casquete de gas en expansión. Este mecanismo de drenaje de los yacimientos también se conoce como drenaje combinado. En muchos yacimientos de petróleo, la producción de fluidos es controlada por más de un mecanismo de drenaje y los ingenieros de yacimientos utilizan el término “drenaje combinado” para describirlos. Los factores de recuperación de los sistemas de drenaje gravitacional oscilan entre el 5% y el 85% del POES. El factor de recuperación promedio es de alrededor del 50%. La producción lenta de formaciones con estos mecanismos de drenaje puede mejorar considerablemente la recuperación final. La matriz de roca en ciertos yacimientos se contrae a medida que se producen los fluidos. Esto aporta energía al sistema y se denomina drenaje por compactación. Si bien los mecanismos de drenaje por compactación son poco comunes, la presencia de compactación mejora los factores de recuperación con respecto a las tasas de recuperación registradas en las formaciones que no se contraen como consecuencia de la producción. Estos yacimientos con frecuencia poseen mecanismos de expansión por gas disuelto, por empuje de agua o por casquete de gas. Las consecuencias de los mecanismos de drenaje Los ingenieros de yacimientos estudian las condiciones de fondo de pozo para optimizar las estrategias de terminación. Después de iniciarse la producción, estos profesionales monitorean los cambios producidos en las condiciones para evitar situaciones que pudieran incidir negativamente en el comportamiento del yacimiento y los factores de recuperación. El manejo de los yacimientos puede consistir en evitar el inicio prematuro de la incursión de agua y la conificación, el manejo de la presión para prevenir la caída por debajo de la presión de punto de burbujeo, la mayor producción de gas en los sistemas de expansión por gas disuelto y paciencia con los sistemas de drenaje gravitacional para permitir que los fluidos se equilibren. Tarde o temprano, los mecanismos de recuperación primaria se vuelven ineficaces y los ingenieros de yacimientos pueden recurrir a las técnicas de recuperación mejorada para extender la vida productiva de los campos productores. Durante la producción primaria, las técnicas de recuperación secundaria, tales como la inundación con agua y la reinyección de gas, pueden mejorar la recuperación, potenciar la viabilidad económica y extender la vida productiva de un yacimiento. El manejo adecuado de los yacimientos ayuda a los operadores a incrementar la recuperación y mejorar el desempeño de los activos. 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