Intervenciones de tierra en revisión

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Intervenciones de tierra en revisión
Unidades de producción social son transferidas a las gobernaciones
El abandono y la mala gestión de las fincas intervenidas llevó al Gobierno a descentralizar su
administración
Katiuska Hernández
La guerra contra el latifundio llevó al gobierno de Hugo Chávez a intervenir, con la figura del
"rescate de tierras", más de 8,1 millones de hectáreas.
La primera etapa se caracterizó por la toma de tierras mediante decretos de los gobernadores
de varios estados. Algunas fincas fueron asignadas a campesinos organizados e identificados
con el Gobierno, y la llamada lucha zamorana.
En algunas entidades como Cojedes, la asignación de "tierras rescatadas" no se transformó en
frutos para el sector agrícola sino en un comercio informal de ranchos y parcelas que eran
revendidas a terceros. Al observar la comercialización de las tierras intervenidas y dadas a
algunos campesinos, el gobierno de Hugo Chávez cambió la estrategia.
Se seguiría el rescate de tierras, pero la administración de las fincas sería centralizada en el
Ministerio de Agricultura y Tierras, con el modelo de empresas y unidades de producción
social.
Las principales unidades que se crearon fueron: Empresa Socialista Ganadera Agroecológica
Marisela, Empresa Socialista Ganadera Agroecológica Bravos de Apure, Empresa Socialista
Ganadera Santos Luzardo y Centro Técnico Productivo Socialista Florentino.
También pasaron a formar parte de las unidades de producción socialista y empresas
ganaderas, administradas desde Caracas, haciendas emblemáticas como La Marqueseña, hato
Piñero, Paraima, El Charcote, San Francisco y otras de la compañía inglesa Vestey, hato El Frío,
La Vergareña, hacienda Bolívar, Hoya Grande, El Milagro, por citar algunas, repartidas entre los
estados Apure, Barinas, Bolívar, Cojedes, Barinas y Zulia, Viraje agrícola A finales de 2012 la
ministra de Seguimiento de la Gestión del Gobierno, Carmen Meléndez, por orden del
entonces presidente Hugo Chávez, llegó de sorpresa a varias fincas intervenidas. La funcionaria
escuchó en la mayoría de los hatos quejas de los trabajadores por falta de pago y sueldos
precarios, problemas de suministro de insumos para trabajar, riesgo sanitarios de los rebaños,
baja producción, entre otros inconvenientes.
En algunas fincas como la Bolívar la Bolivariana, en Santa Bárbara del Zulia, que fue intervenida
en diciembre de 2010, la producción de carne y leche descendió en manos del Gobierno. La
finca sería entregada a una empresa platanera rusa, pero un grupo de campesinos la invadió a
mediados de 2012 y reclaman la posesión de tierras para el desarrollo de proyectos agrícolas.
Ahora el presidente Nicolás Maduro, en un cambio de política, anunció el 23 de abril que
pasará a las gobernaciones la administración de las unidades de producción agrícola.
"Hemos decidido entregarles a los gobernadores todas las unidades productivas agrícolas que
el Gobierno nacional venía regentando a nivel central para que ellos, con el apoyo de la
Vicepresidencia Económica del Ministerio de Agricultura y Tierras, las conviertan en unidades
modelos para producir alimentos, leche, carne, arroz, frijoles, cereales", dijo ese día en una
reunión con los mandatarios regionales en Miraflores.
La medida refleja el cambio de la centralización que había sido bandera del gobierno de
Chávez y un reconocimiento tácito a la descentralización.
Los productores están a la expectativa de que "más cerca del campo", las gobernaciones
puedan atender las deficiencias que tienen las unidades de producción ganadera y agrícola.
"Lo ideal es que quienes trabajen la tierra sean los productores, los dueños, los que
verdaderamente tienen sentido de pertenencia de las tierras", opinó el presidente de
Fedeagro, Antonio Pestana, al conocer la decisión.
El ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil, anunció recientemente que la política de rescate
de tierras seguirá en los terrenos que estén ociosos y respetarán a quienes estén produciendo.
Maduro ordenó en la jornada de gobierno de Calle, en Zulia, revisar los procesos de
intervención en la entidad y regularizar la situación de las tierras.
Fallas de gestión Las fallas en la administración de las haciendas intervenidas y de las empresas
de producción social ganaderas y del sector agrícola, también fueron reseñadas en la Memoria
y Cuenta 2012 del ministerio del área.
En el antiguo Hato Piñero, que era una hacienda agroturística, el informe indica que no se
pudo recibir la cantidad planificada de visitantes debido a que las instalaciones "no se
encuentran en óptimas condiciones para tal fin". La finca además se transfirió del Centro
Técnico Productivo Socialista Florentino a la Corporación Venezolana de Alimentos.
Ahora es posible que pase a la Gobernación de Cojedes.
Otras haciendas del Centro Genético Florentino también necesitan insumos para el desarrollo
genético ganadero.
Hay deudas con otras empresas del estado, lo que ha dejado las finanzas en problemas y sin
recursos para pagar a proveedores.
La Empresa Socialista Ganadera Santos Luzardo, que agrupa varias fincas en Barinas, Aragua,
Portuguesa, Táchira, entre otros, carece de parque automotor para movilizar al personal, no
les aprobaron los recursos para emprender los proyectos planificados y existen retrasos
significativos en el cobro de las cuentas que adeudan empresas del Estado y privadas.
Al final de los ochenta se revirtieron nacionalizaciones de años anteriores por mal desempeño
Afirman que Gobierno fracasó como empresario al reducir expropiaciones
En 2012 se produjeron 28 violaciones de la propiedad, 88,6% menos que las 246 registradas en
2011, según el experto Felipe Benítez.
CARMEN SOFÍA ALFONZO A.
En 2012 la política intervencionista del Gobierno en el sector privado experimentó una merma
significativa. El Observatorio de Derecho de Propiedad de Liderazgo y Visión señala que el año
pasado hubo 28 casos de violaciones de la propiedad privada, lo que representa una caída de
88,6% con respecto a las 246 registradas en 2011.
El notorio descenso es el argumento más contundente con que Felipe Benitez, director del
observatorio, afirma que el Gobierno reconoció su fracaso como empresario.
"Indiscutiblemente no obtuvo resultados satisfactorios en las empresas que tomó. Basta con
hacer un repaso de cualquiera de las compañías que ha adquirido forzosamente o ha
expropiado".
Dos ejemplos emblemáticos, según Benitez, son Lácteos Los Andes y Aceites Diana, las cuales
fueron mostradas como los "buques insignias" del Ejecutivo en su papel de empresario. "En
ambos casos el Estado hizo un gran esfuerzo publicitario en medios públicos y privados para
mostrar lo exitoso de las gestiones, pero en lo que se agudizó la escasez alimentaria hace año y
medio, que afectó la leche y las oleaginosas, las piezas comunicacionales fueron retiradas
totalmente hasta de los canales públicos".
Con la intervención en la gestión empresarial, dijo Benitez, se esperaba que mejoraran las
condiciones laborales de los empleados y se elevara la producción porque tendrían estructuras
de costos más bajas porque los trabajadores participarían activamente. Sin embargo, no hay
señal de esto, afirmó.
Las pocas empresas estatales que logran producir lo hacen en niveles tan bajos que no
obtienen ganancias. No escapan de la política errática macroeconómica: devaluaciones,
escasez de insumos y materias primas, inflación y restricción para obtener dólares, agregó. En
lo que se refiere a las mejoras de los empleados, el Estado suma una gran cantidad de
contratos colectivos sin firmar.
"Los trabajadores no confían en la capacidad del Gobierno como empresario. Antes, frente a
un conflicto laboral, solicitaban públicamente la intervención del Estado en la empresa donde
laboraban. Ya no, al contrario, las veces que pueden dejan constancia de que no quieren que la
compañía sea expropiada".
Efecto cumplido. Desde el punto de vista político, Benitez explicó que el año pasado las
violaciones de la propiedad privada bajaron básicamente por una razón: se trata de una
estrategia que reposaba en su totalidad sobre el presidente Hugo Chávez, que el año pasado
estuvo alejado de sus labores por trastornos de salud y por la campaña electoral.
"Por la enfermedad no podía mantener el ritmo de intervenciones de otros años, y por la
campaña no era oportuno, pues está demostrado que la población rechaza este tipo de
políticas", dijo.
Datos del observatorio muestran que a partir de 2003 se comenzaron a ver los primeros casos
de violaciones de la propiedad, pero fue entre 2005 y 2009 cuando se profundizaron: se
incrementaron 1.026%, al pasar de 23 casos a 374, lo que supone un alza interanual de 108%.
Ahora con Nicolás Maduro al frente de la Presidencia, Benitez no ve cambios sustanciales en la
política intervencionista del Estado. Señaló que mantendrá el ritmo lento de 2012 porque es
una medida que "ya cumplió su efecto".
"Hoy, hasta el empresario más pequeño del país tiene presente que en cualquier momento le
pueden expropiar su negocio. Eso era lo que quería el Gobierno, que el sector privado tuviera
esa amenaza constantemente en la mente".
Las violaciones de la propiedad que se puedan producir, agregó Benítez, serán de política de
mantenimiento, para recordar que el Estado tiene el poder y la capacidad de hacerlo.
Búmeran. El economista y profesor universitario Ronald Balza afirmó que el principal motivo
del fracaso del Gobierno como empresario es que asume que es capaz de producir a bajos
costos, y hace transferencias directa de los bienes y servicios, sin tomar en cuenta los
elementos de mercado, oferta y demanda. "Un ejemplo es el subsidio de la gasolina", añadió.
Afirmó que la política no es sostenible por mucho tiempo, y que inevitablemente conduce a
pérdidas. "Con este esquema no hay rendimiento y los costos superan los ingresos, lo que es
contrario al objetivo de toda empresa".
El economista recordó que la participación del Estado en el sector empresarial no es nueva,
que fue muy popular en los años setenta y ochenta. Las consecuencias más evidentes, según
Balza, es que se desmejora la calidad de los servicios y caen en obsolescencia tecnológica. La
gran cantidad de deudas que acumularon le impedían mantener las operaciones de las
compañías.
"Esto lo que hizo fue que a finales de los ochenta comenzaron a privatizarse empresas que
años antes habían sido nacionalizadas. Los casos más representativos son los de La Electricidad
de Caracas y Cantv".
Alimentos
"Lácteos Los Andes está en quiebra"
Con una protesta de calle el 26 de abril, 150 trabajadores de Lácteos Los Andes exigieron la
intervención inmediata de la compañía. Afirmaron que la empresa está en condiciones críticas
y que desde hace 3 años arroja balances negativos en la producción.
“Lácteos Los Andes está en la quiebra”, era la consigna.
La Memoria y Cuenta 2012 del Ministerio de Alimentación señala que el año pasado Lácteos
Los Andes, nacionalizada en 2008, incrementó los gastos operativos porque da 90 días de plazo
para que Mercal, Pdval y abastos Bicentanario cancelen los productos que le compra; lo que ha
incidido en el retraso del pago a acreedores y proveedores.
Congestión
Inveval hizo 10% de lo provisto
La Industria Venezola-na de Válvulas una de las banderas que usó el presidente Hugo Chávez
para lanzar el modelo de congestión en 2005 se propuso producir el año pasado 230 piezas, sin
embargo sólo logró fabricar 10% de lo previsto, según la Memoria y Cuenta 2012 del
Ministerio de Industrias.
El documento dice que la empresa no alcanzó la meta por falta de financiamiento para la
compra de materia prima. También señala que por la situación que vive la compañía,
Corpivensa elaboró un proyecto para el reimpulso productivo de Inveval.
El año pasado la empresa obtuvo 39% de los ingresos proyectados, lo que generó que perdiera
720.532 bolívares en el ejercicio de 2012.
Industrias básicas
50% bajó producción de Sidor
La Siderúrgica del Orinoco es una de las empresas estatales más representativas. Luego de un
largo conflicto laboral, en 2008 el Gobierno anunció su nacionalización. Se propuso mejorar las
condiciones de los trabajadores y elevar la producción.
Cinco años después Sidor exhibe un balance distinto: los niveles de manufactura han caído
progresiva y sostenidamente, y los problemas laborales persisten. Según la Memoria y Cuenta
2012 del Ministerio de Industrias entre enero y octubre de 2012, la producción de acero
líquido fue de 1.510.220 toneladas, 50% menos con respecto a lo que estaba previsto en el
presupuesto de ese año de la empresa.
Las razones del descenso, de acuerdo con el documento fueron: "La falta de equipos y
repuestos y atrasos en el mantenimiento extraordinario, como consecuencia de la falta de
capital de trabajo, así como los continuos paros laborales".
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