CAMBIO El Balance entre los Elementos Humanos y Económicos en los Procesos de Cambio AUTOR: ENEIDA SIERRA, PCC • COACH PROFESIONAL CERTIFICADA Los retos que enfrentan las organizaciones en nuestro Puerto Rico de hoy son monumentales. La desaceleración de la economía, los frecuentes cierres de plantas manufactureras, las restructuraciones organizacionales, la instalación de nuevas tecnologías y la consecuente pérdida de empleos, están elevando la presión, ansiedad y estrés organizacional a niveles insospechables. Como sabemos, el impacto de esta situación no se limita a las organizaciones únicamente; sino que se extiende a nuestras familias, la comunidad y la sociedad en general. En estos días, estamos escuchando con mucha frecuencia preguntas, tales como: ¿existe balance entre los elementos humanos y los económicos en los procesos de cambios drásticos que están haciendo las organizaciones? ¿Cómo estas acciones se reconcilian con el dicho trillado de que “el recurso humano es el activo más valioso de una organización? ¿Lo es realmente? El tema de cuán exitosos han sido estos cambios radicales en las organizaciones ha sido estudiado por expertos del campo de desarrollo organizacional. Los hallazgos no han sido favorables en la mayoría de los casos. En un reciente artículo de la Revista Harvard Business Review, dos catedráticos de la Universidad de Harvard hacen referencia a los resultados de su estudio sobre este tema, el cual indica que un 70% de las iniciativas de cambios organizacionales fracasan. Las dos (2) principales causas de estos fracasos son: 1. Pérdida de focalización. Generalmente, el principal ejecutivo de la empresa (CEO por sus siglas en inglés) y su grupo directivo tienen una presión tan enorme por lograr resultados financieros y aumentar el valor económico de las acciones de capital, que su respuesta lógica es iniciar cambios y más cambios a toda velocidad. Esto crea una reacción en cadena en los diferentes niveles organizacionales, que unida a la presión competitiva en los mercados, lleva a los ejecutivos de alto nivel a una proliferación e inmersión en iniciativas de cambios, muchas veces impensadas, no planificadas y carentes de un plan articulado de implementación. El resultado es la pérdida de focalización en los resultados y estrategias del negocio y deterioro de las capacidades humanas y organizacionales al crearse una cultura de incredulidad, desconfianza, falta de compromiso, comunicación fragmentada, incomprensión, resistencia y conflictos. Todos estos elementos se combinan para producir un desgaste organizacional de tal magnitud, que la desmoralización, el cinismo y el agotamiento de su recurso humano es inevitable. Son tantas las iniciativas, que el tiempo, ni los recursos, son suficientes para hacer lo que hay que hacer. Es realmente una carrera desenfrenada, donde la meta no se sabe dónde está y muy poco puede lograrse. 2. Choque de dos teorías diametralmente opuestas sobre cómo liderar y gerenciar los cambios organizacionales. Una de estas es la “Teoría E”, la cual está basada en crear valor económico para la empresa y sus accionistas. La otra es la “Teoría O”, la cual focaliza en crear capacidades organizacionales a través del desarrollo y compromiso del recurso humano. Los CEO’s que favorecen la “Teoría E”, enfocan en iniciativas drásticas de cambios, tales como restructuraciones, cierres o venta de unidades de negocios improductivas, downsizings/rightsizings y lay offs masivos. Estos cambios drásticos son los que a diario leemos en los periódicos y revistas de negocios. El estilo de liderazgo de estos CEO’s se centra en “empujar” los cambios de “arriba hacia abajo”, con muy poca involucración de los diferentes niveles organizacionales. Su meta es lograr resultados financieros de gran impacto y crear valor económico para los accionistas en corto tiempo. CAMBIO 1 El precio que se paga es el deterioro de las capacidades humanas y organizacionales a largo plazo, lo cual también socaba gradualmente la competitividad de la empresa. Los CEO’s que favorecen la “Teoría O”, enfocan en iniciativas que desarrollen la cultura organizacional y las capacidades humanas a través del aprendizaje, la valorización y el compromiso del recurso humano. Estos CEO’s otorgan mucho énfasis a la participación y al logro de los cambios partiendo de “la base de la organización hacia arriba”. Su meta es crear capacidades humanas y organizacionales que produzcan capacidades y ventajas competitivas más duraderas. El precio que pagan es que los resultados se logran a largo plazo, si es que se logran. En estos escenarios, donde la mayoría de las empresas norteamericanas están utilizando la “Teoría E” para implementar cambios rápidos que incrementen el valor económico a corto plazo, el elemento humano pasa a un segundo plano. En estos casos los elementos financieros pesan más que los humanos y se crea un desbalance que a largo plazo socaba la competitividad de la empresa. Pero, también la utilización de la “Teoría O” crea un desbalance a favor del elemento humano, que es perjudicial al éxito de los cambios y lesiona la competitividad de la empresa. Este choque de enfoques explica en gran parte por qué el 70% de los cambios organizacionales fracasan. Se desprende de lo anterior, que la mejor opción es combinar ambas teorías, tomando lo mejor de cada una. El objetivo es lograr los resultados en el tiempo establecido, pero respetando y valorando la confianza y el compromiso de los empleados. Esto es un gran reto para los directivos de cualquier organización, pues es necesario armonizar dos enfoques totalmente opuestos. Pero hay buenos ejemplos de empresas muy reconocidas que han podido lograrlo. General Electric, una de las empresas más admiradas, es un ejemplo de las empresas que han logrado combinar ambos enfoques. Nuestras organizaciones también pueden lograrlo, si se lo proponen e incorporan la función de Gerencia de Recursos Humanos al proceso estratégico de la organización. ___________ PEOPLE’S ADVANTAGE, INC. Tel. 787.763.7171 [email protected] www.peoplesadvantage.com CAMBIO 2