ESPAÑA, EN SITUACION SIMILAR A ALGUNOS ESTADOS

ACTUALIDAD-OPINIÓN
ESPAÑA, EN SITUACION SIMILAR
A ALGUNOS ESTADOS AFRICANOS
Andalucía homenajea a Blas Infante,
notario islamizado que reivindicó la
nación andaluza federada con España.
Entrando ya en política, ¡qué
envidiable ejemplo de unidad nos
acaba de dar Francia con ocasión del
“Je sui Charli”¡. Todos a una para
rechazar el asesinato terrorista de 17
personas. En España los atentados de
Atocha costaron ¡192 víctimas! y se
aprovecharon para descabalgar,
furibundamente, al mensajero,
matándolo políticamente en lugar de
analizar sosegadamente el mensaje
del ataque. ¡Reacción tribal ésa¡, no
de unión sino de antagonismo (mis
intereses por encima del bien común).
Reinos de Taifas
S
ir Paul Collier, experto en
asuntos internacionales y
catedrático de Oxford, tiene
muy claro que el problema de fondo,
para lograr la prosperidad en África,
es que sus Estados carecen de
conciencia nacional. Lo atribuye a
que la mayoría de los africanos sólo
tiene conciencia tribal, que se
manifiesta en una democracia
participativa que únicamente engendra partidos tribales, en continuos
conflictos entre sí.
nacional “propia”, “in crescendo”.
Cataluña ya nombra sus entes así:
Teatro Nacional de Catalunya,
Servicio Metereológico Nacional de
Catalunya, Auditorio Nacional de
Catalunya etc. El País Vasco, también,
pero en euskera; Galicia, en gallego,
etc. Todos tiene su propio defensor del
pueblo (Aragón, su Justicia Mayor).
Tras leerle, no he podido menos
que pensar en España, nuestro “país”.
Como nación, muchos pensamos que
se está desmembrando. Las
Autonomías han ido deviniendo
como estados de Taifas. Conciencia
nacional común, poco; conciencia
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Sigue Sir. Paul Collier: “un
Estado, una Nación, se construye
sobre la base previa del orgullo a una
pertenencia común”. ¿Hay algo
español que nos produzca orgullo a
todos?. Del Cid Campeador ya no se
habla; los Almogávares no han sido
demasiado conocidos en el resto de
España; la gesta del Descubrimiento,
entre todos han conseguido que medio
nos avergüence “dizque” por la
explotación posterior. ¡ Y eso que es el
“leitmotiv” de nuestra Fiesta
Nacional¡ (de España, claro).
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Collier ve en los incipientes
ejércitos de los Estados semifallidos
africanos (Malí, República
Centroafricana, incluso Kenya y
Nigeria) un potencial de ese orgullo
necesario. ¿no dijo alguien en España,
en aquellos tiempos, que las Fuerzas
Armadas eran la columna vertebral
de la Patria?. Recuerdo una curiosa
escultura de un Centro de Instrucción
de Reclutas (cuando se reclutaban por
el sistema del Servicio Militar
Obligatorio, ¡tan cohesionador ¡) en la
que la tal columna se sustentaba,
erecta, sobre una rotunda pelvis (solo
masculina entonces). Esa frase
entronca con el pensamiento, moderno, de Collier.
Puede que, a medio plazo, si el
proyecto de Sir Paul planificando una
nueva estructura militar estable
africana (una especie de OTAN
s u rg i d a d e u n m a n d a t o d e l a
Organización de Estados Africanos)
proporciona la seguridad imprescindible, esas casi tribus, ya penetradas
por el orgullo militar, se constituyan
en estados con conciencia nacional.
Pero en España, ¿cómo lograremos reconstituirnos, reforzar nuestra
identidad?. Los franceses la buscan en
sus valores republicanos ”libertad,
igualdad, fraternidad“ por transmisión eficaz a su multivariedad social y
étnica. Nosotros ¿sustentamos
todavía algunos valores comunitarios?. Los ejércitos sí: Patria, honor,
servicio. ¿Los reconoce como propios
nuestra sociedad?. Después de que
“los maestros de la duda” (Nietzche,
Froid, Sartre, etc.) los socavaran en la
sociedad occidental y de que Derrida
y su escuela filosófica los “deconstruyera” , ¿lograremos los uniformados y
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los intelectuales, y alguien más que se
quiera añadir, no acabar de perder la
conciencia nacional española?.
Porque a semejanza de los Taifas,
esas comunidades de reyezuelos
moros, debilitadas por la división del
Califato cordobés, que acabaron
engullidas por la cristiandad hispana,
como nos descuidemos, ahora
nuestras -todavía constitucionalmente- regiones y nacionalidades (¡vaya
sustantivo político dejaron colar allí
los llamados “Padres de la
Constitución”¡) pueden, a la inversa,
ser engullidas por el Estado Islámico,
en salvaje expansión hacia su
deseado califato.
Enrique Sánchez Costa
Coronel de Infantería DEM (R)