Diario Penal Nro 107 – 06.05.2016 Las funciones del documento (perpetuación, garantía y probatoria) como herramienta práctica en el análisis de las falsedades documentales Por Matías Buenaventura* Las falsedades documentales son un grupo de delitos que tradicionalmente se caracterizaron por una marcada falta de acuerdo sobre determinadas cuestiones comunes a los diferentes tipos penales de la parte especial. Desde la discusión acerca del concepto de documento en las legislaciones que no poseen un definición propia para el derecho penal, pasando por el debate acerca del bien jurídico protegido o los problemas concursales generados por su innegable naturaleza instrumental, hasta la enorme cantidad de discusiones que generanlos denominados “documentos electrónicos”. Algunas de esas cuestiones fueron pacificándose, ya sea por acuerdo en la jurisprudencia (es casi unánime la idea de que el bien jurídico protegido por los tipos penales del art. 292 a 299 CP es la “fe pública”) o por ayuda del legislador (por ejemplo al introducir en el art. 77 CP un concepto propio de “documento” que calmara la discusión acerca de si el derecho pena debía tener una noción ad hoc de estos instrumentos o, en cambio, si debía utilizar la ley civil para definirlos). Ante esa situación resulta importante establecer desde qué mirada se analizan esta clase de delitos. Para ello, el estudio de las falsedades documentales puede abordarse, en líneas generales, desde dos ópticas diferentes. La primera identifica a la falsedad como un “cambio de la verdad” o una “mutación de la realidad” (es decir, una mentira)pero no sólo trae como consecuencia la equivocada idea de que existe un derecho a la verdad sino que también conlleva ínsito el peligro de que los tipos penales alcancen algunas conductas que difícilmente tengan una finalidad político criminal deseada. La segunda, que se aleja de la idea protección de la veracidad del contenido del documento, parte de la noción de que el documento al que se refieren los códigos penales posee tres funciones que los caracterizan y, por ende, toda maniobra ilícita relacionada con estos instrumentos debe afectar (o al menos intentar hacerlo) a alguna de esas funciones. Hace un tiempo existe en la doctrina 1 (y especialmente en la Jurisprudencia) una considerable tendencia a relacionar las conductas falsarias con la posible afectación a esta triple función: perpetuación, garantía y probatoria. La función de perpetuación exige la posibilidad de que el documento sea conocido por terceros y que, como lo señala su propia denominación, perdure en el tiempo. Esta función se ocupa de la apariencia externa que debe tener, es decir, la forma en que se materializa sobre un determinado soporte que permita cierta permanencia temporal. Por ello, se ejemplifica diciendo que no satisface esta garantía la escritura en la arena de una playa, dado que la permanencia de lo escrito * El autor es Abogado, UBA; Magister en Derecho Penal y Ciencias Penales, Universidad Pompeu Fabra – Universidad de Barcelona; Especialista en Administración de Justicia, UBA. Desde 2012 Prosecretario Letrado de Cámara en el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 1 Ver en ese sentido: BACIGALUPO, Enrique, Delito de Falsedad Documental, Ed. Hammurabi, BsAs., 2002; y MAYORGA, Silvina - BUENAVENTURA, Matías, Falsedades Documentales, Ed. Astrea., Buenos Aires, 2016, en Colección: Derecho Penal. Parte Especia (OCAMPO, Martín -Dir.-, CAPUCHCETTI –Coord-). no se encuentra relacionada con el objeto. Por esta razón, remover esa escritura hecha en la arena no implica la acción típica del delito de falsificación. La función de garantía, se refiere a la posibilidad de conocer tanto al autor de los actos o hechos que el documento representa como al del instrumento propiamente dicho. Finalmente, la función probatoria se refiere a la posibilidad que debe ofrecer el documento de constatar el acto o hecho que representa, lo que supone una aptitud para ello, independientemente de su valor probatorio en un determinado proceso. La declaración inserta no se convierte en veraz por estar allí escrita, pero sí prueba que esa declaración se ha hecho. Estos puntos de vista, ya sea como herramienta práctica o como un elemento de juicio objetivo adicional, deben mantenerse presentes en todo estudio que se quiera hacer sobre las falsedades documentales por cuanto resulta difícil afirmar la presencia de este tipo de falsedades si no se afecten alguna de estas funciones.