• Cuáles son las pautas que están surgiendo en el mercado para

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REVISTA CREA - N.º 388 febrero 2013 - Ejemplar en la Argentina $15-
• Cuáles son las pautas que están surgiendo en el mercado
para adecuar el negocio a la actual coyuntura económica
N.º 388 Febrero 2013 - Ejemplar en la Argentina $15-
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CREA
Sumario
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08
Cambios en el negocio de arrendamientos agrícolas
Comienzan a consolidarse pautas establecidas en función de la nueva realidad económica.
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Una actividad cada vez más dudosa
Crece el riesgo de la agricultura en campos arrendados.
26
24
Reacomodamiento de precios
26
¿Qué pasa en Ganancias cuando baja la rentabilidad?
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El sector agropecuario destinó 236.317 millones de pesos al desarrollo de sus
actividades en la campaña 2011/12
Actualización de la situación del mercado de semillas forrajeras.
Algunas distorsiones que pueden prevenirse.
Superó en 27% lo invertido en el ejercicio anterior y permitió volcar al mercado 150 millones de toneladas de productos agrícolas, ganaderos, forestales y frutales.
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¿Cómo resultó la campaña de garbanzo 2012/13?
Escasean las partidas de mayor calidad.
40
Arveja: un negocio pasado por agua
La legumbre no es una buena opción para campañas húmedas.
42
Inundaciones: siempre se puede salir adelante
Perseverar ante la adversidad. Testimonio de un sobreviviente de la tragedia de los Andes.
40
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Uruguay: cómo alimentar en sistemas lecheros de base pastoril
Impacto productivo de diferentes estrategias de alimentación durante la lactancia.
58
Un emprendimiento integrado en el Valle de Uyata
64
Recaudos para evitar fracasos
76
Educación, trabajo y diálogo
La familia Acosta produce vinos con marca propia, a partir de viñedos de alta tecnología.
Todos los controles que permiten alcanzar mayor eficiencia en tratamientos fitosanitarios.
Son los pilares de la Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado, que trabaja para lograr
un país más solidario, justo e integrado.
64
80
82
90
radiagrofías
La lechería argentina se sube a la carrera genómica
Comienza a elaborarse en el país una base de datos propia.
noticias de empresas
SECCIÓN ECONÓMICA
82
92
El precio de la tierra
94
LO AYUDAMOS A PRESUPUESTAR
98
APUNTES
AACREA
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Asociación Argentina de Consorcios Regionales
de Experimentación Agrícola
Editorial
FUNDADOR ARQ. PABLO HARY (†)
COMISIÓN DIRECTIVA – EJERCICIO 2012/13
Decidir en un contexto
de incertidumbre
El año 2013 se avizora complejo. Las empresas agropecuarias, que soportaron
situaciones climáticas extremas y tienen por delante un contexto macroeconómico poco previsible, desarrollan la actividad en condiciones de margen de
riesgo creciente.
Para tomar decisiones, cada uno debe conocer lo que está en su área de
control, lo que está en su área de influencia y lo que queda por fuera de ellas.
Hay un primer círculo en el que se pueden manejar casi completamente las
variables, que en el campo lo situamos “tranqueras adentro”. El nivel de
tecnología por utilizar y la distribución del área sembrada son resortes del
empresario, en los que hay que trabajar de la manera más eficiente posible en
cada situación.
El análisis de los factores de control directo permite armar la agenda y establecer las prioridades con herramientas objetivas, como la planificación, la
presupuestación y la formulación de escenarios.
Hay otras variables no controlables por el empresario, pero que también influyen en el negocio agropecuario: la presión impositiva, la política económica,
el comportamiento del clima y de los precios, por ejemplo. El empresario
no las puede modificar, pero sí puede tomar decisiones para atemperar sus
potenciales efectos desfavorables. Puede orientar su energía hacia lo que tiene
posibilidades de ser modificado con su intervención personal.
Es un error habitual en momentos de incertidumbre dedicar demasiado tiempo
a analizar variables que están fuera del alcance individual del productor y que
sólo generan preocupación que no le reporta nada a la empresa. No hay que
quedarse atrapados sólo en las conversaciones, que son sólo eso. Hay que ver
cómo, a partir de ellas, se definen acciones y se imaginan nuevas respuestas.
La mochila de experiencias que se cargó hasta ahora puede no servir para un
presente distinto, con variables que no se habían visto hasta el momento. Hay
que tomar decisiones en función del futuro esperado –con información segura
y no con especulaciones– y no del pasado inmediato.
En situaciones nuevas, es necesario revisar el modelo interno de negocio de
cada empresa y preguntarse: “¿Estoy haciendo lo que debo, lo que quiero o
lo que puedo?”.
Un empresario sensato debe acotar el riesgo de su negocio a su propio nivel de
tolerancia; caso contrario, se cargará de ansiedad, lo que le impedirá dormir;
y tras una noche de insomnio se decide peor o se posterga la decisión en el
tiempo, lo que reduce las opciones por tomar.
En 2013 se impone la racionalidad, la reflexión, la flexibilidad, la adaptabilidad
y la apertura mental. Y, sobre todo, no decidir en soledad; aceptar el consejo
de otros, aprovechar la experiencia de los pares. La esencia misma de la
metodología del Movimiento CREA.
Presidente
Juan Balbín
Vicepresidente
Alejandro Blacker
Secretario
Hugo Japaze
Prosecretario Francisco Iguerabide
Tesorero
Fernando Zubillaga
Protesorero
Santiago del Solar
Vocal titular
Hermenegildo Pini
Vocal titular
Francisco Perkins
Vocal suplente
Alejandro Toso
Juan Minvielle
Vocal suplente
Revisores de Cuentas
Francisco Lugano y Bernardo Debenedetti
Vocales regionales
Oeste: Domingo Iraeta; Mar y Sierras: Hernán
Moreno; Litoral Norte: Amalia Lagerheim; Litoral
Sur: Mariano Nogués Loza; Norte de Buenos Aires:
Michael Dover; Centro: Patricio Quinos; Sudoeste:
Delfina Ratti Quintana; Sudeste: Alberto Garré; Semiárida: Cornelio Donovan; Norte de Santa Fe: Paula
Mitre; Este: Luis Schenone; Sur de Santa Fe: Santiago
Nobile (h); Santa Fe Centro: Alejandro Biava; Oeste
Arenoso: Mariano Sobre; NOA: Lucas Elizalde; Valles
Cordilleranos: Andrés Méndez Casariego; Córdoba
Norte: Alejandro Conci y Chaco Santiagueño: Juan
Pablo Miretti.
Consejo consultivo
Eduardo P. Pereda, David Arias (†), Esteban L. Berisso,
Luis E. Garat, Federico Méndez Duhau (†), Miguel
I. Moneta, Lorenzo Amelotti, Manuel Candia,
Manfredo von Rennenkampff, Bruno Quintana,
Marcelo Lanusse, Alberto Ruete Güemes, Orlando
Williams Seré, Luis M. Coviella, Eduardo Pereda (h),
Carlos M. Vaquer, Marcos Rodrigué, Marcelo Carrique,
Germán Weiss, Oscar Alvarado (†), Rafael Llorente
y Juan Carlos Burgui.
Socios honorarios
Gregorio Pérez Companc, Wolfgang Grabisch, Marino
Zafanella (†), Carlos Puricelli (†), Gianfranco Pensotti (†),
Ignacio Galli, Luis Barberis (†), Adolfo Glave,
Jorge Molina (†), Ángel Berardo, Sergio Lenardón,
Bolsa de Cereales, Adolfo Casaro, Marcelo Foulon,
INTA, FAUBA y Ernesto Viglizzo.
Coordinadores regionales
Oeste: René Martineau; Mar y Sierras: Nora Mailland;
Litoral Norte: Alejandro Socas; Litoral Sur: Fernando
García Frugoni; Norte de Buenos Aires: Pedro
Estrugamou; Centro: Carlos Peñafort; Sudoeste:
Marcelo Canosa; Sudeste: Pablo Corradi; Semiárida:
José Ansaldo; Norte de Santa Fe: Edgardo Dutto;
Este: Daniel Fernández Cisneros; Sur de Santa Fe:
Santiago Gallo; Santa Fe Centro: Rodolfo Tkachuk;
Oeste Arenoso: Oscar Satorre; NOA: Daniel
Frascarolo; Valles Cordilleranos: Fernando Ruiz
Toranzo; Córdoba Norte: David Rubin
y Chaco Santiagueño: Marcelo Zucal.
Coordinador general
Jorge Latuf
Jorge Latuf
Coordinador general
Equipo de dirección organizacional
Comunicación y Marketing: Graciana Mujica;
Investigación y Desarrollo: Ricardo Negri.
Metodología y Desarrollo Personal: Federico Guyot
Administración, Procesos y Gestión de Personas:
Eduardo Bottinelli
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CREA
Cambios en el negocio de
arrendamientos
agrícolas
Comienzan a consolidarse pautas establecidas
en función de la nueva realidad económica
CREA
El negocio agrícola en campo arrendado fue una alternativa muy viable durante la década pasada. Pero
en los últimos años, ese paradigma está entrando
en crisis a causa de la creciente suba de costos
combinada con una mayor variabilidad climática.
La tendencia –con los niveles actuales de precios
agrícolas– indica que si el negocio continúa funcionando por inercia con las pautas establecidas
durante la buena época, va camino a generar
muchos problemas.
Entonces: o cambia la dinámica del negocio o
este se reduce. En la presente campaña comenzó
a advertirse la consolidación de algunos cambios
en ese sentido. Veamos.
Precio de referencia
La mayor parte de los alquileres negociados en
esta campaña por empresarios del grupo CREA
Santa Isabel (región Sur de Santa Fe) se hicieron
en cuotas determinadas con el precio de referencia de la soja nueva (Mayo 2013) y con parte del
pago a cosecha.
“Queremos mantener esa metodología en las
próximas campañas, porque la consideramos
más adecuada para la estructura de costos del
negocio”, comenta Sebastián Pizzi, asesor del
CREA Santa Isabel.
Al tomar como referencia el precio de la soja nueva
del Matba –en este caso el contrato Mayo 2013–,
existe la posibilidad de que el empresario agrícola
vaya cubriendo precios a medida que el propietario
cobra las diferentes cuotas establecidas en el contrato de arrendamiento.
Acuerdos asociativos
Los acuerdos asociativos, aquellos en los cuales
el dueño del campo comparte el riesgo con el
arrendatario de manera parcial o total, son una
alternativa viable para disminuir el riesgo del
negocio para este último, a cambio de perder ingresos en años climáticos buenos.
Existen diferentes fórmulas de acuerdos asociativos (porcentaje total, base de qq/ha más adicionales a cosecha según escala de rindes finales,
base de qq/ha más porcentaje en caso de superar
determinado rinde, etcétera). Todo depende de la
zona y del perfil del propietario del campo.
El condimento esencial para lograr un acuerdo
asociativo es la confianza entre las partes. Y esta
se logra a través del conocimiento mutuo. Por
ende, la construcción de un contrato de tales
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CREA
Cobertura contra sequía
En la campaña 2012/13, los miembros de los grupos CREA Victoria y Montoya (ambos de la región Litoral Sur) lograron, por cuarto año
consecutivo, contar con un seguro de granizo que, además de los adicionales tradicionales –como heladas, falta de piso o planchado–,
dispone también de una cobertura contra sequía. Se trata de un producto único diseñado a medida.
En el presente ciclo, la superficie asegurada superó las 100.000 hectáreas, de manera tal que los empresarios CREA que participan de la
cobertura pudieron obtenerla a un costo muy atractivo. “Este año, por las características de la campaña, la cobertura contra sequía seguramente no tendrá impacto, pero lo interesante es que se mantiene para el ciclo 2013/14”, explica Eduardo Grimaux, integrante del CREA
Victoria y uno de los impulsores de la modalidad de cobertura agrícola.
Los empresarios agrícolas que integran una red con pares de un mismo perfil profesional tienen la posibilidad de solicitar coberturas
especiales personalizadas a las compañías aseguradoras, a cambio de ofrecer un volumen significativo de hectáreas. No se trata de un
proceso sencillo: requiere muchas horas de negociaciones. Pero el resultado es una mayor estabilidad de ingresos en caso de inconvenientes climáticos.
características, más que como una imposición,
debe entenderse como un proceso en el cual se
comparte la información disponible del negocio
–de la manera más clara y transparente posible–
al tiempo que se van conociendo las necesidades
del propietario.
No se trata únicamente de enviar un informe
mensual acerca del estado de los cultivos, los
márgenes proyectados del negocio y demás. También se deben organizar visitas al campo en los
momentos clave de la actividad (por ejemplo:
siembra y cosecha) y explicar las ventajas de la
rotaciones agrícolas. La cuestión, en definitiva,
reside en comenzar a relacionarse con los propietarios como si fuesen socios.
La mayor parte de los acuerdos asociativos se
establecen a partir de un trabajo que requiere
tiempo, paciencia y creatividad por parte de los
arrendatarios, lo que no siempre es aceptado por
los propietarios.
“El aspecto central de un acuerdo asociativo es
arbitrar bien los porcentajes, de manera tal que
los propietarios, a cambio de compartir el riesgo
con el arrendatario, ganen mucho más dinero en
los años climáticos favorables”, comenta Agustín
Barattini, asesor del CREA Casares-9 de Julio.
Empresarios de ese grupo CREA en esta campaña
lograron acuerdos asociativos con una base de 7
a 8 qq/ha de soja (pago adelantado o en pocas
cuotas sobre la base de la soja Mayo 2013), con
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CREA
una distribución 50-50% de los rindes que superaran determinadas escalas (que se calculan en
cada caso particular según la historia productiva
de cada campo).
Medir la heterogeneidad
Los avances realizados durante los últimos años
en ambientación agrícola permitieron determinar
que la variabilidad intrazonal de ambientes es
tan significativa como la presente entre regiones
productivas diferentes.
Actualmente existen herramientas tecnológicas
que permiten medir esa variabilidad con información satelital. Los números del negocio agrícola
actualmente son tan finos que ningún empresario
debería cerrar un acuerdo de alquiler sin antes
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CREA
Mercado De Alquileres Agricolas
examinar las imágenes satelitales del campo
debidamente procesadas e integradas con un sistema GIS (Geographic Information System).
“En el contexto actual, la capacidad de pago de
un arrendamiento debería realizarse en función
del potencial productivo presente en cada ambiente y no del promedio de cada zona”, asegura
Santiago González Venzano, director de la consultora Solapa4.
A partir de datos reales, generados por caracterizaciones georreferenciadas de ambientes en di-
ferentes zonas productivas argentinas, los técnicos de Solapa4 crearon una matriz para evaluar
la capacidad teórica de pago de un arrendatario
agrícola en la campaña 2012/13 (el “FAS teórico”
de la tierra).
El modelo –que contempla una renta esperada del
20% para el arrendatario con los precios actuales
de la soja Mayo 2013– permite apreciar que en
una misma zona existen diferentes capacidades
de pago de alquiler a partir de los distintos ambientes presentes (ver gráfico 1).
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CREA
El negocio agrícola en campos alquilados se
complicó por la suba de costos y por la gran
variabilidad climática.
“En el norte de Buenos Aires, por ejemplo, una
zona en la cual hubo casos en los que se pagaron
alquileres muy caros, encontramos que la capacidad de pago es evidentemente alta en ambientes
con un FAS teórico de 592 u$s/ha, pero en otras
situaciones ese valor es de 310 u$s/ha”, explica
González Venzano. “Todo empresario agrícola que
trabaje en campos de terceros tiene la obligación
de reconocer esa heterogeneidad, más allá del
riesgo que esté dispuesto a asumir”, añade.
Un campo del oeste bonaerense integrado en un
30% por un bajo, en un 60% por una media loma y
en el 10% restante por una loma generaba un FAS
teórico promedio de 379 u$s/ha en la precampaña
2012/13. Actualmente, debido a las inundaciones
registradas en dicha zona, ese valor se redujo a un
promedio de sólo 128 u$s/ha (ver cuadro 1).
“La variabilidad climática también debería hacerse presente en los acuerdos de arrendamientos, ya sea arbitrando formas de alquiler que
contemplen la posibilidad de siembras fuera de
época o determinando el pago sobre la superficie
efectivamente disponible para sembrar”, comenta
González Venzano.
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CREA
Una actividad cada
vez más dudosa
Crece el riesgo de la agricultura en campos arrendados
En la mayoría de las zonas productivas, los rindes de indiferencia 2012/13 de la soja de primera y del
maíz sembrado en fecha convencional se encuentran –a pesar de los excelentes precios internacionales– muy cerca o por encima del rinde promedio de los últimos cinco años.
Por ejemplo: en la zona norte de Buenos Aires, con un alquiler de 16 qq/ha de soja valorizada a un
promedio de 375 u$s/tonelada, el rinde de indiferencia con un precio bruto final de venta de 320 u$s/
CREA
tonelada se ubica en torno a 33 qq/ha. En maíz,
ese mismo cálculo genera una cifra de 78 qq/ha
(recordemos que el rinde de indiferencia es aquel
en el cual se igualan los egresos y los ingresos sin
incluir renta empresaria ni impuestos).
“Se trata, en ambos casos, de rindes demasiado
elevados en el actual escenario climático de alta
variabilidad, que poco tiene que ver con la realidad presente durante la década pasada, en la
cual prevalecieron ciclos con regímenes hídricos
óptimos”, comenta Alejandro Vejrup, especialista
en tecnología comercial de la consultora Globaltecnos S. A.
Inflación
Los ingresos proyectados de la actividad agrícola
en campo arrendado no alcanzan a compensar el
enorme crecimiento que vienen registrando los
costos de producción.
La paradoja es que la mayor parte del crecimiento
de los costos proviene de los insumos “pesificados”, tales como la siembra, la cosecha y los
fletes, dado que los valores de esos servicios se
ajustan en función de la depreciación efectiva del
peso argentino. En cambio, los insumos “dolarizados” o importados –como algunos herbicidas
o fertilizantes–, al adquirirse al tipo de cambio
Cualquier merma en la
producción o baja de
precios determina que
los resultados de la
agricultura en campos
arrendados ingresen
en un terreno negativo.
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CREA
Vejrup: “El alquiler
adelantado se pagó con
una soja de 380 u$s/t y la
producción se venderá a
mucho menos”.
oficial, experimentan una evolución menos violenta.
“Los valores de siembra pasaron de
160/170 $/ha en octubre de 2011
a 210/220 $/ha en octubre de
2012, aumentando alrededor de
un 30% en apenas un año, mientras que, por ejemplo, el valor del
fosfato diamónico –un fertilizante 100% importado– se mantuvo
prácticamente sin cambios en
dólares por tonelada en ese
mismo período”, explica Vejrup.
El negocio agrícola en campos
de terceros está dejando de ser
competitivo por la suba de costos
internos. “Cualquier merma en la
producción o baja de los precios
esperados de los granos determina
que los números ingresen en un terreno negativo;
es decir, el negocio no tolera ningún margen de
error, lo que equivale a decir que al momento de
planificar la inversión se está asumiendo un riesgo
significativo”, añade el especialista.
Además, en el plano interno existen diversos factores comerciales que, si bien actualmente no
están expresados en los precios ofrecidos de los
granos (por el déficit de oferta generado por la
seca 2011/12), podrían comenzar a tener algún
impacto en cosecha. En esa lista puede incluirse
la intervención del mercado de biodiésel, las exigencias para pagar retenciones por adelantado
(ROE 365 y 180) y los crecientes controles aplicados a las cargas parciales de buques graneleros,
entre otros inconvenientes.
“Si los derechos de exportación no se reducen y
la elevada inflación se mantiene, seguramente el
negocio agrícola seguirá ajustándose en la próxima
campaña, a menos, claro, que los precios internacionales experimenten un alza importante en el transcurso del ciclo 2013/14, algo que, por el momento,
parece improbable porque los actuales precios en
el mundo ya son altos en términos históricos. El
problema es que eso no se percibe en el mercado
local, por factores internos”, explica Vejrup.
“En el negocio agrícola, los principales factores
manejables por el empresario son la rotación,
la tecnología y el valor del alquiler. La rotación y
la tecnología vienen golpeados por la sequía e
inundaciones, con lo cual no quedan muchas más
opciones de ajuste para que el negocio siga siendo
viable en lo sucesivo”, añade. f CREA
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CREA
CREA
Reacomodamiento
de precios
Actualización de la situación del
mercado de semillas forrajeras
Muchos productores lecheros y ganaderos bonaerenses perdieron buena parte de sus pasturas por
una seca seguida de excesos hídricos. En dicho
segmento se está registrando la necesidad de
recomponer pasturas con rapidez, pero con un
costo lo más bajo posible (habrá poca liquidez
hasta el ingreso de la próxima cosecha gruesa).
En este escenario, comenzaron a ingresar los
primeros materiales importados de la campaña
2012/13, los cuales, si bien –en general– tienen
precios superiores a los del ciclo anterior, deben
“competir” en el mercado local con el remanente
del ejercicio 2011/12 y con las respectivas producciones locales.
por un volumen de casi 500.000 kilos a un valor
de 0,94 u$s/kg (FOB), y 56.000 toneladas de la
variedad Estanzuela proveniente del mercado
uruguayo a un precio de 0,79 u$s/kg.
Festuca. La cosecha nacional de festuca fue
aceptable (con pérdidas de algunos lotes por
anegamientos). En las últimas semanas se registraron importaciones de festuca estadounidense
de los cultivares Fawn, a un valor de 1,77 u$s/kg
(FOB), y Aprilia, a 3,77 u$s/kg. f CREA
Alfalfa. En el mercado argentino, existe un importante remanente de semilla de la campaña
2012 que no pudo venderse (especialmente de los
grupos 5 a 7). Pero hay una oferta más acotada de
variedades de grupos 8 a 10 (razón por la cual en
los últimos dos meses se importaron mayormente
partidas de esos grupos; ver cuadro 1).
En lo que respecta a la producción nacional, las
posibilidades de una cosecha temprana están
prácticamente descartadas en muchas áreas de
siembra. Buena parte de la superficie destinada
a la producción de semillas fue recortada para
desplazar la floración y promover cosechas más
tardías en condiciones que, si bien podrían ser
eventualmente más favorables, son por el momento inciertas.
Raigrás anual. Los excesos hídricos dañaron
buena parte de las cosechas locales previstas de
raigrás anual (con mayor impacto en los cultivares
tetraploides). Existen contratos de exportación a
destinos europeos que deberán cumplirse (en los
últimos años, las ventas externas de esta semilla
forrajera vienen creciendo de manera sostenida).
En tanto, en los últimos dos meses se registraron
ingresos de partidas de raigrás estadounidense
Los excesos hídricos malograron
gran parte de la cosecha nacional de
raigrás anual.
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CREA
CREA
¿Qué pasa en Ganancias
cuando baja la rentabilidad?
Algunas distorsiones que pueden prevenirse
En el año 2012, muchas explotaciones agropecuarias arrojarán quebrantos impositivos o menores
utilidades fiscales que en años anteriores por
adversidades climáticas y aumento de costos.
En virtud de la existencia de regímenes de pagos
a cuenta del impuesto a las Ganancias (los más
importantes son las retenciones sufridas y los
anticipos), es muy probable que muchas explotaciones queden con saldo a favor del impuesto. Si
bien dicho saldo es de libre disponibilidad luego
de presentar la declaración jurada, no parece
buen negocio inmovilizar fondos en las cuentas
del fisco, más aún teniendo en cuenta el actual
contexto inflacionario.
Por supuesto que tanto el régimen de anticipos
como el de retenciones son perfectibles; posiblemente, para el contribuyente sería mejor que no
existieran. Pero siendo realistas y sabiendo que
estos sistemas de recaudación llegaron para quedarse, nos parece oportuno mencionar algunas
herramientas que permiten evitar la generación
de futuros saldos a favor.
Certificado de no retención
La primera de estas herramientas está relacionada con las retenciones del impuesto sufridas al
vender (2% sobre excedentes de 12.000 pesos
mensuales). Obviamente, las retenciones efectuadas contribuyen a engrosar los saldos a favor.
Entonces, para evitar esa distorsión, la Resolución
830 de la AFIP, en su Anexo VI, permite solicitar
una autorización de no retención.
El trámite se inicia con una solicitud del certificado
de exclusión mediante transferencia electrónica
de datos por Internet. Como constancia, el sistema
emite un recibo. La información por suministrar
se debe transmitir mediante el programa aplicativo denominado “Solicitud exclusión RET.IMP.
GCIAS. – Versión 1.0”, que apunta básicamente
a demostrar, mediante datos empíricos y estimativos, que si no se obtuviera el certificado de no
retención se produciría, como consecuencia, un
saldo a favor en el impuesto.
Si al realizarse el envío de la información surgieran
inconsistencias, la presentación sería automáticamente rechazada, generándose la respectiva
constancia. Las inconsistencias deben ser subsanadas dentro de los 10 días corridos posteriores
a la presentación. Una vez que la información
es admitida, el sistema emite una constancia. El
seguimiento del trámite se realiza on line.
Dentro de los 10 días corridos a partir del siguiente a la presentación de la solicitud, la AFIP
también puede requerir el aporte de elementos
adicionales. De no aclararse las inconsistencias
o de no contestarse este último requerimiento,
podría producirse la caída de la solicitud.
La AFIP cuenta con 15 días corridos para resolver
si aprueba o deniega la solicitud presentada,
contados desde la fecha de su presentación
o, de corresponder, desde la fecha en que se
cumplimente la presentación de la totalidad de la
documentación que puede haber sido requerida.
Cabe destacar que, antes de aprobar el pedido, la
AFIP realiza varios controles informáticos tendientes a verificar que se cumplan todos los requisitos,
entre ellos, el buen comportamiento fiscal del
solicitante. Esos controles no inhiben al fisco de
realizar una posterior fiscalización respecto de la
validez de los datos aportados.
Si la solicitud es favorable, la AFIP emite un certificado de exclusión, cuyo carácter es total y tiene
una vigencia de períodos mensuales completos a
partir del primer día del mes inmediato siguiente
a aquel en que sea resuelta favorablemente. En
ningún caso se extenderá más allá del último
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CREA
Si un productor calcula
que deberá pagar menos
impuesto a las Ganancias,
puede solicitar un certificado de no retención
o una reducción de
anticipos.
día del tercer mes siguiente al cierre del ejercicio
fiscal en cuestión.
El beneficio podría perderse si se produjeran algunas de las causas que establece la resolución,
como por ejemplo, la falta de actualización del domicilio fiscal, la detección de diferencias entre lo
informado para obtener el beneficio y la realidad,
la no presentación de declaraciones juradas de
Impuesto a las Ganancias e Impuesto al Valor Agregado durante la vigencia del certificado, etcétera.
Si esto ocurriera, deberán pagarse las retenciones
que se dejaron de sufrir más los intereses resarcitorios correspondientes. En situaciones más
graves, puede disponerse la inhabilitación para
pedir un nuevo certificado.
Si, en cambio, la solicitud fuera denegada, la resolución establece un mecanismo para que el contribuyente pueda manifestar su disconformidad e
intentar lograr que se le otorgue el certificado.
Reducción o eximición de anticipos
Otro mecanismo para prevenir la generación de
saldos a favor en el impuesto a las Ganancias es
la posibilidad de solicitar la reducción o eximición
de pago de anticipos. En efecto, la Resolución
327 de la AFIP establece que si el contribuyente
estima que la suma por ingresar en concepto de
anticipos excederá el importe definitivo de la
obligación, puede optar por pagar en función del
monto proyectado de impuesto definitivo para no
“pasarse” y generar saldo a favor.
Conviene recordar que la base para calcular los
anticipos de un ejercicio se relaciona con el im-
puesto del año previo; los anticipos a pagar por
una sociedad constituyen prácticamente el 100%
del importe del impuesto determinado, neto de
retenciones y otros pagos a cuenta. Obviamente,
no se restan de la base los anticipos pagados.
Por ello, una variación negativa en la utilidad
impositiva de un ejercicio fiscal respecto del anterior puede generar saldos a favor por abonarse
anticipos que no tienen que ver con la magnitud
del impuesto contra el que se pagan.
En el caso de las explotaciones constituidas como
sociedades que liquidan directamente el tributo,
la opción se puede ejercer a partir del quinto anticipo inclusive (ya tenemos 50% ingresado); en
cambio, las personas físicas (incluidas las empresas unipersonales, integrantes de sociedades de
hecho, etc.) pueden efectuarla desde el tercero.
Si se estima que la suma total por ingresar en
concepto de anticipos superará en más del 40%
el importe estimado de la obligación, la opción
puede ejercerse desde el primer anticipo.
La operación se realiza a través de Internet. Hay
que ingresar al sistema de “Cuentas tributarias” y
seleccionar la opción “Reducción de anticipos”.
Las sociedades contribuyentes del impuesto
deberán presentar, además, una nota donde se
manifieste la proyección realizada y las razones
que originan la disminución de su renta, firmada
por una autoridad competente y por contador
público, con firma autenticada por el consejo profesional correspondiente.
La AFIP dispone de 10 días hábiles contados a
partir de la realización de la transacción informá-
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CREA
tica para solicitar los elementos y la documentación que estime necesarios a fin de considerar la
solicitud.
Si el contribuyente se hubiera equivocado en la
estimación y hubiera pagado en defecto los anticipos, considerando el impuesto que en definitiva
liquidó, deberá pagar intereses resarcitorios por
las diferencias generadas.
Comentarios finales
A efectos de determinar cuál de las dos herramientas se va a utilizar, lo ideal es evaluar cuál
es la causa de la generación de los saldos a favor
(las retenciones o los anticipos). También puede
presentarse una concurrencia de causas, por lo
cual habría que ir por las dos vías.
Si la situación permitiera elegir entre alguno
de los dos caminos mencionados para evitar
la generación de saldos a favor, parecería más
aconsejable optar por la reducción de anticipos,
dado que la obtención de la constancia de no
retención, además de ser más riesgosa por las
causales de pérdida del beneficio, genera más
actividad fiscalizadora por parte de la AFIP y, consecuentemente, una carga administrativa mayor
para el productor. De todas maneras, desde que
se informatizó el procedimiento de solicitud, si
bien pueden aparecer inconsistencias al realizarla o surgir pedidos adicionales que generen
demoras, se ganó en eficiencia al no ser imprescindible, como lo era antes, la contestación de un
requerimiento que se convertía prácticamente en
una inspección. La obtención de la reducción de
anticipos es bastante más automática.
Ambos institutos son herramientas genuinas para
evitar distorsiones financieras generadas por el
impuesto a las Ganancias. En ambos casos, se
requiere tener los papeles en orden y una buena
planificación fiscal, lo que, como hemos señalado
en diversas oportunidades, incluye la necesidad
de realizar una proyección impositiva al menos
tres meses antes del cierre del ejercicio fiscal.
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CREA
Gabriel Gambacorta
Estudio Ferrari Herrero
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CREA
CREA
El sector agropecuario destinó
236.317 millones de pesos al
desarrollo de sus actividades
en la campaña 2011/12
Superó en 27% lo invertido en el ejercicio anterior y permitió volcar al mercado 150
millones de toneladas de productos agrícolas, ganaderos, forestales y frutales
Según un trabajo desarrollado por el Movimiento
CREA con el financiamiento del Fondo Federal
Agropecuario, que fue presentado recientemente
por la Comisión de Enlace, en el ejercicio 2011/12
el sector agropecuario destinó 236.317 millones
de pesos en concepto de gasto e inversión. El
informe incluyó las actividades de agricultura
extensiva, ganadería de carne, ganadería de leche
y cultivos plurianuales.
Lo invertido por los productores desde el 1.° de
julio de 2011 hasta el 30 de junio de 2012 representa un 27% más que en el ejercicio anterior
(185.715 millones de pesos). En parte, esta suba
es consecuencia de la mayor superficie agrícola
destinada a algunas actividades y del incremento
del precio de los insumos utilizados en todas las
actividades.
Análisis por actividades
Si se consideran las actividades individualmente,
en agricultura extensiva el aumento del gasto y
de la inversión fue del 35%, equivalente a 94.710
millones de pesos; en ganadería de carne, ambos
ítems representaron 101.594 millones de pesos,
un 22% más; en ganadería de leche se invirtieron
20.294 millones de pesos (30,1% más), y en cultivos plurianuales hubo un aumento del 18,1%,
representado por 19.720 millones de pesos.
El análisis desarrollado incluyó 2 actividades ganaderas, 18 cultivos extensivos y 32 cultivos
plurianuales, que en total suman 886 modelos
productivos. A partir de esta modelización, se
calculó el volumen total producido de granos,
frutas, carne vacuna, leche, madera, etcétera, que
para la campaña 2011/12 fue de 150,5 millones de
toneladas distribuidas a lo largo de todo el país.
Esa producción total se descompone de la siguiente
manera: cereales: 45,3 millones; oleaginosas: 45,0
millones; caña de azúcar: 22,6 millones; forestación: 14,5 millones; leche: 11,6 millones; frutas: 7,7
millones; carne vacuna: 2,5 millones, e infusiones:
un millón (gráfico 1).
Si se relaciona la producción total con la cantidad
de productores, se observa que cada uno, en
promedio, ofreció al mercado 544 toneladas en
el ejercicio, para lo cual invirtió 854.423 pesos, a
razón de 1945 $/ha.
Por su parte, la comparación entre ejercicios muestra una caída del volumen total de producción del
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CREA
Conclusiones
Negri: “El sector
agroindustrial argentino produce un volumen
de alimentos que puede
atender las necesidades
de 418 millones
de personas”.
4,8%, debida principalmente a la menor producción de oleaginosas (-20,9%); caña de azúcar
(-7,4%); frutas (-20,2%), e infusiones (-6,7%).
De acuerdo con el informe de CREA, los 236.317
millones de pesos invertidos a riesgo por los productores agropecuarios en el ejercicio 2011/12
sirvieron para ofrecer un volumen de alimentos
que puede atender las necesidades de una población de 418,5 millones de personas en todo el
mundo, 10,3 veces la población de nuestro país.
Más allá de los avatares climáticos y de mercado,
la producción continúa para ofrecer los elementos
esenciales de la dieta propia de nuestra cultura. Las
actividades provenientes del campo ofrecieron 3,8
toneladas de productos por habitante y por año.
A modo comparativo, el monto invertido por el
campo en el ejercicio de referencia –236.317
millones de pesos– equivale a la creación de 74
autopistas Rosario-Córdoba o a la construcción
de 165.421 escuelas.
Se destaca que más del 77% del gasto e inversión
productiva se localiza en las comunidades donde
se lleva a cabo la producción, lo que genera desarrollo, ocupación territorial y empleo, variables que
trascienden las fronteras productivas. f CREA
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CREA
CREA
¿Cómo resultó la campaña
de garbanzo 2012/13?
Escasean las partidas de mayor calidad
La experiencia de la empresa Cigra con el garbanzo resume lo que sucedió con el cultivo en
2012/13 a nivel nacional. Los lotes sembrados
en el sudeste cordobés se perdieron totalmente
por los excesos hídricos. Pero los sembrados en
la zona santiagueña de Gancedo rindieron un
promedio de 15,4 qq/ha con un calibre predominante de 8 milímetros.
“En la próxima campaña vamos a volver a producir garbanzo en el norte del país, pero no vamos
a insistir con el cultivo en la región pampeana”,
comenta Sergio Serra, socio de Cigra (firma integrante del CREA Monte Maíz).
“La rabia del garbanzo impactó sobre todo en los
sectores más golpeados por las heladas, pero
pudimos contenerla a partir de un esquema de
aplicación de fungicidas que habíamos programado
oportunamente”, explica José María Vocos, miembro del CREA Montecristo (región Córdoba Norte).
La mayor parte de los embarques realizados por
la Argentina corresponden a calibres de 7, 8 y 9
milímetros. Este año, a diferencia de lo que ocurrió en 2011/12, prevalecen los calibres de menor
tamaño (7 y 8).
Unos meses antes de la cosecha, algunos exportadores de la legumbre brindaron la posibilidad
de calzar ventas anticipadas a precios FAS del
orden de 750, 600 y 450 u$s/tonelada para las
partidas de 9, 8 y 7 milímetros, respectivamente.
Esos acuerdos, si bien resultaron desfavorables
en el primer caso, fueron convenientes en los
dos últimos.
La cuestión es que en el presente ciclo, a diferencia
de lo que ocurrió en la campaña 2011/12, prevalecen mayoritariamente los calibres de menor tamaño (7 y 8). El dato es que la escasez de partidas de
calibre 9 milímetros generó, una vez finalizada la
cosecha, valores ofrecidos superiores a 800 u$s/
tonelada, mientras que los precios de las partidas
con calibres menores comenzó a descender por
debajo de los valores ofrecidos en precosecha.
Exportación
El precio promedio ponderado FOB del garbanzo
argentino en noviembre y diciembre de 2012 fue
de 929 y 925 u$s/tonelada, respectivamente. Y
en enero, tal como ocurrió el año pasado, comenzó a descender (gráfico 1).
Sin embargo, las partidas con un calibre de 9 milímetros, que, en términos generales, se registran
con un FOB superior a 1100 u$s/tonelada, representaron apenas un 15% del volumen declarado
en diciembre (gráfico 2).
“Este año, la proporción de partidas con un calibre de 9 milímetros es muy reducida. Las plantas
procesadoras que operan en el país mejoraron
mucho; entonces es posible obtener partidas de
9 milímetros luego de realizar diferentes procesos
sobre la mercadería recibida, pero a un costo mu-
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CREA
cho más elevado”, comenta Matías Macera, senior
trader de la compañía exportadora de legumbres
Desdelsur (que concentra sus operaciones en el
norte de la provincia de Salta).
Buena parte de lo que se cosechó en esta campaña
tiene una calidad comercial regular (con gran
proporción de granos manchados y “lavados”, es
decir, de color blanquecino a causa de un exceso de
humedad durante el período previo
a la cosecha).
“Los pronósticos climáticos
de largo plazo indicarían que el año próximo las
condiciones para producir garbanzo serían más
favorables, pero vamos a tener un serio déficit de
semilla con una calidad aceptable”, alerta Macera.
La ventana comercial óptima del garbanzo argentino se inicia en noviembre, cuando termina
de ingresar la cosecha mexicana (que tiene muy
buenos calibres), y finaliza con el ingreso de la
cosecha india.
“La India, en caso de contar con un saldo exportable importante, deprime el mercado internacional; lo contrario sucede si debe importar por
registrar una mala cosecha”, explica Diego Ruiz,
gerente comercial de la compañía exportadora de
especialidades agrícolas Paramérica (con sede
en Tucumán).
La cosecha india de garbanzo Kabuli (la variedad
producida en la Argentina) ingresa al mercado internacional hacia el mes de marzo. “El problema es
que en esta campaña los indios prevén que van a
tener una buena cosecha y comenzaron a colocar
por adelantado contratos de venta de garbanzo con
un calibre de 9 milímetros”, añade Ruiz. f CREA
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CREA
Arveja: un negocio
pasado por agua
La legumbre no es una buena opción para campañas húmedas
CREA
En la campaña 2012/13,
se esperaba una gran producción
argentina de arveja a partir de un aumento significativo del área de siembra. Pero los excesos
hídricos liquidaron muchos lotes y dañaron la
calidad comercial de buena parte de la cosecha.
“Las partidas de arveja que están ingresando a
la planta tienen una merma de entre 20% y 25%
versus el promedio histórico, que se ubica en torno a 12%”, comenta Federico Varela, integrante
del CREA Pergamino y socio de Lideragro, una
firma dedicada a procesar y exportar legumbres.
“Los excesos hídricos generaron un recorte de
la cosecha prevista y efectos negativos sobre la
calidad, especialmente por blanqueado”, añade.
La escasez de partidas de buena calidad comercial comenzó a evidenciarse en los precios de
exportación de la arveja: entre 2011 y mediados
de 2012, los valores se ubicaron en un rango de
300 a 500 u$s/tonelada FOB (según calidad),
mientras que a partir del segundo tramo de 2012
empezaron a subir hasta alcanzar un máximo de
740 u$s/tonelada (ver gráfico 1).
En cuanto a los precios recibidos por el productor,
mientras que en la campaña pasada se ubicaron
en un promedio del orden de 250 u$s/tonelada,
en la cosecha 2012/13 se encontraban en un
rango de 350 a 380 u$s/tonelada, para seguir subiendo a comienzos de 2013 a valores del orden
de 450 u$s/tonelada.
De todas maneras, los valores que se pueden
conseguir por la mercadería de descarte –que
sólo puede destinarse a usos forrajeros– rondan, en el mejor de los casos, apenas unos 500
$/tonelada.
Menores rindes
En 2012 se declararon exportaciones argentinas de
arveja entera a granel por un volumen de 131.700
toneladas versus 83.500 toneladas en 2011.
Los principales destinos de exportación en 2012
fueron España, India y Brasil.
“En la
campaña anterior, el rinde promedio de arveja del
grupo se ubicaba en 23 qq/ha, mientras que este
año apenas fue del orden de 16 qq/ha”, comenta
Sebastián Villena, asesor del CREA Pergamino.
“Los excesos hídricos generaron muchos inconvenientes por enfermedades”, agrega.
La fecha de siembra de arveja en la zona norte de
Buenos Aires se extiende desde comienzos de julio
hasta mediados de agosto. El cultivo también es
extremadamente sensible al encharcamiento (en
ciclos tan húmedos como el 2012/13; por lo tanto,
no es conveniente apostarle muchas fichas).
La variabilidad de rindes y de calidad es bastante
importante entre campañas y el aspecto crucial
del negocio no es tanto el rinde, sino la calidad
obtenida: es preferible –por ejemplo– cosechar
18 qq/ha de una arveja de buena calidad que 30
qq/ha de una mediocre. f CREA
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CREA
Inundaciones:
siempre se puede
salir adelante
Perseverar ante la adversidad. Testimonio de un sobreviviente
de la tragedia de Los Andes
CREA
En la montaña, si el grupo humano que conformamos los sobrevivientes no hubiese funcionado de
la manera que funcionó, nos habríamos muerto
todos. La resistencia del cuerpo es limitada. Pero la
fuerza de una mente bien equilibrada es inagotable, y cuando ese vigor se multiplica por el número
de integrantes de un equipo bien constituido, los
hombres somos capaces de obtener logros que,
antes de alcanzarlos, podían parecer imposibles.
En cada uno de los 72 días que permanecimos
en la montaña, los 16 sobrevivientes tratamos
de buscar soluciones a los problemas que se
nos presentaban. Cometimos muchos errores.
Pero siempre perseveramos. Antes de la última
expedición de Fernando Parrado, Roberto Canessa y Antonio Vizintín Brandi –en la cual los dos
primeros caminaron durante diez días hasta ser
descubiertos por el arriero chileno Sergio Catalán–, hubo ocho expediciones que fracasaron,
pero de cada una de ellas aprendimos algo que
aplicamos en la siguiente, y así pudimos finalmente ser rescatados.
Trabajo en equipo
En la montaña comprendí la importancia del trabajo en equipo. Después de todo, somos el fruto
de un equipo que denominamos familia, y muchos
de los problemas presentes en la persona –que
luego se trasladan a la sociedad– se originan en
familias fracturadas, enfermas o disfuncionales.
Los límites siempre los fijamos nosotros mismos
a partir de la confianza que tengamos –valga la
redundancia– en nosotros mismos. Tal como sucede con los integrantes de un grupo, los límites
por superar dependen de la confianza mutua de
cada uno de sus integrantes.
Algunos de los sobrevivientes éramos los que
organizábamos, coordinábamos y preveíamos,
mientras que otros eran las locomotoras que empujaban, alentaban y trabajaban. Si bien los
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CREA
Strauch: “La resistencia
del cuerpo es limitada.
Pero la fuerza de una
mente bien equilibrada
es inagotable”.
expedicionarios, por ejemplo, necesitaban más
raciones porque tenían un mayor consumo de
calorías, todos entendíamos que ninguno era
más importante que otro y que todos, cada uno
en su lugar, necesitábamos de todos. Y eso era
posible porque la base fundamental a partir de la
cual se consolidaba la dinámica del grupo era la
confianza. No podría haber sido de otra manera.
Confianza en que el otro iba a cumplir la tarea
asignada sin importar cuán cansado, maltrecho
y hambriento estuviese.
Sobrevivimos porque cada uno de nosotros confiaba totalmente en el otro. Confiábamos tanto
que, si en algún momento alguien sentía que no
había hecho lo suficiente por los demás, lo decía
públicamente para exponer su falta y dejar en
claro que al día siguiente se esforzaría más.
Para que esa confianza mutua se mantuviese
encendida en aquel desierto gélido, cada uno
de nosotros debía estar plenamente convencido
de que saldríamos vivos de la montaña. En cada
mirada, en cada gesto y en cada palabra que
intercambiábamos, nos blindábamos contra la
desesperanza. Y si alguno se caía, siempre había
alguien dispuesto a darle la mano para levantarlo
y ayudarlo a seguir adelante.
Confianza
Al regresar a la civilización, nunca pude dejar de
preguntarme por qué abunda la desconfianza cuando se pueden obtener logros enormes a partir de
la confianza. Quizás porque el primer requisito
para que eso suceda es que haya personas que
confíen en sí mismas.
Una persona insegura, inestable; en definitiva, una
persona que no tenga confianza en sus propias
capacidades jamás podrá confiar nada a nadie.
La educación formal, en ese sentido, tiene una
gran deuda con todos: la escuela no nos enseña
a confiar en nosotros mismos. Se supone que la
autoconfianza es algo que surgirá de manera espontánea. Pero de hecho suele ocurrir lo contrario:
lo primero que aprende un niño es que cuanto
menos espontáneo, original y creativo pueda ser,
menos problemas tendrá con sus maestros.
Así vamos fabricando hombres y mujeres desconfiados de sí mismos desde bien temprano. Algún
día, algunos de ellos llegarán a ocupar cargos
directivos, tendrán responsabilidades crecientes,
personal a cargo, y descubrirán que no están preparados emocionalmente para asumir esa tarea;
comenzarán a consumir textos y seminarios insufribles sobre liderazgo, que sólo servirán para
engrosar los ingresos de quienes imparten esas
baratijas de conocimiento y que, además, nunca
serán suficientes. Porque lo único que necesitan
saber es que deben estar absolutamente seguros
de que pueden hacerlo. Porque el momento es
ahora y no tiene sentido alguno llevar la carga del
miedo al fracaso antes de haber fracasado.
Una persona insegura, inestable suele proyectar
en los demás sus propias inseguridades: quienes deberían ser su apoyo y su sostén son con
frecuencia víctimas de humillaciones, escarnios y
burlas. Una persona inestable se relaciona con sus
semejantes a través del temor y de la necesidad.
La desconfianza es para ella un ámbito natural.
Cuando estos comportamientos comienzan a multiplicarse en los diferentes estratos de una sociedad hasta volverse endémicos, las naciones
colapsan bajo su propio peso sin importar cuánta
riqueza natural o intelectual pueda haber en ellas.
Somos humanos. En cada uno de nosotros habita
un gigante: sólo tenemos que despertarlo y ponerlo
a prueba. Llamarlo por su nombre y decirle: vamos
a hacerlo. Quizás se nos vaya la vida en lograrlo.
Quizás no lo alcancemos y debamos pasarle la
posta a la siguiente generación. No importa. Lo
importante es animarse a salir del estadio larval,
del automatismo conformista, de nuestra zona de
comodidad, para descubrir el potencial que habita
en nosotros y en los demás. f CREA
Daniel Fernández Strauch
El presente texto pertenece al libro Regreso a la
Montaña. Una guía de supervivencia espiritual,
de Daniel Fernández Strauch, sobreviviente de la
tragedia de Los Andes.
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CREA
Uruguay:
cómo alimentar en sistemas
lecheros de base pastoril
Impacto productivo de diferentes estrategias de alimentación durante la lactancia
En una jornada sobre pasturas organizada por el INTA Balcarce, Pablo Chilibroste, técnico de la Estación
Experimental Dr. Mario Casinnoni de Uruguay (EEMAC), analizó el balance entre oferta y demanda de
nutrientes en sistemas pastoriles de producción lechera de ese país y evaluó el impacto productivo de
diferentes estrategias de alimentación aplicadas durante la lactancia temprana y media.
CREA
Una mirada desde la demanda
Durante su exposición, Chilibroste realizó un análisis de los resultados obtenidos en la estación
experimental desde el año 2004 hasta la fecha.
Describió un trabajo cuyo objetivo fue evaluar la
relación entre oferta y demanda de nutrientes en
el sistema de producción y la curva de lactancia
de las vacas en distintas situaciones.
Explicó que la lactancia es un proceso que implica
un rápido incremento de la producción de leche
desde cero hasta un valor máximo que se alcanza
entre la quinta y la sexta semana posterior al
parto. Luego se produce una declinación gradual
hasta la finalización de la lactancia, que puede
ocurrir en forma natural o inducida.
El momento de parto afecta la producción de leche por vaca y por hectárea a través de diversas
vías, directas e indirectas, con efectos importantes en el patrón de demanda de alimentos y en la
oferta de leche a lo largo del año.
El técnico recurrió a un estudio realizado en
2007 sobre la base de registros aportados por el
Instituto de Mejoramiento Lechero del Uruguay,
clasificados según región, tipo de lactancia
(primera, segunda o tercera), nivel productivo y
sus interacciones. Se presentó la cantidad de re-
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CREA
Las lactancias iniciadas en invierno, que son las
más productivas, contaron con mayor cantidad
de vacas de nivel III respecto de las de principios
de otoño o fines de primavera.
Estrategias de acumulación
gistros según lactancia para todas las regiones y
niveles de producción (cuadro 1) y su distribución
según nivel de producción de leche corregida a
los 305 días (cuadro 2).
“Las vacas de primera lactancia (nivel I) constituyeron más del 30% de la población en estudio”,
sostuvo el disertante. El nivel II estuvo conformado por animales con registros productivos de
entre 4000 y 6000 litros de leche por lactancia,
que constituyó el grupo más numeroso (62%),
mientras que los animales del nivel III exhibieron
registros de entre 6001 y 8000 litros de leche y
conformaron el 25% de los casos analizados.
A continuación, Chilibroste presentó las estrategias de producción de leche de cada época
de parto (gráfico 1). Caracterizó tres tipos dominantes de curvas: las primeras, con doble pico
de producción, correspondientes a la época de
parto de febrero a mayo. Luego del segundo pico
se produce un descenso.
Las segundas son curvas con un único pico de
producción, correspondiente a las épocas de
parto de junio a septiembre. “Este pico se produce en el momento del tercer control cuando el
parto ocurre entre junio y julio, y en del segundo
control para los partos de agosto-septiembre, o
sea que corresponden al mismo momento calendario (septiembre-octubre). Luego se produce un
descenso en ambas curvas.
El tercer tipo de curvas, en las que prácticamente
no hay pico de producción, corresponde a épocas de parto de fines de primavera o comienzos
del verano.
Chilibroste señaló que las lactancias de los partos de invierno tardío y primavera responden a
una forma clásica, con un pico notorio entre el
segundo y tercer control (4 a 8 semanas) y un
descenso pronunciado hasta el control número
12 (fines de verano-principios de otoño), con una
persistencia bastante similar en ambos casos.
Las curvas correspondientes al otoño (febreromarzo y abril-mayo) muestran una tendencia
a generar dos picos durante los primeros seis
controles: el primero cerca del segundo control
(marzo a mayo) y el segundo (aproximadamente
de la misma magnitud) durante el quinto o sexto
(julio-septiembre).
Los niveles de producción durante el pico son
menores que los considerados en partos de
primavera; sin embargo, su mayor persistencia
genera una oferta de leche algo superior en los
meses siguientes (desde el cuarto o quinto control en adelante).
El análisis comparativo de las curvas de primera
lactancia y las de las vacas adultas no presentó
cambios significativos, repitiéndose las tendencias recién descriptas. Las únicas diferencias radican en los valores de inicio de la lactancia (las
50
CREA
vaquillonas generan 2-4 litros menos que las vacas adultas), aunque luego mantienen la misma
evolución.
“Los sistemas de producción expresan con mucha claridad los desbalances estructurales entre
oferta y demanda de nutrientes, que se manifiestan con diferente intensidad según la categoría,
el potencial de producción y la época de parto”,
explicó el disertante.
“El análisis de las curvas sugiere que en los partos
de otoño hay que intervenir durante los primeros
meses de lactancia, mientras que en los partos
de invierno y primavera, el esfuerzo debería focalizarse en la segunda mitad”, explicó.
Pastoreo primaveral
Chilibroste comentó que durante dos años consecutivos en la estación experimental se evaluó,
en primavera, el efecto del tiempo de acceso a
la pastura (GT8 vs. GT16, 8 horas de acceso vs.
16, respectivamente) y el nivel de asignación de
forraje (HA vs. LA, 30 vs. 60 kg MS/vaca/día)
sobre la producción y la composición de la leche
de vacas Holando de parición de otoño.
El experimento I fue realizado durante la transición de la primavera al verano, cuando se registraron condiciones de estrés calórico, mientras
que el experimento II fue desarrollado a inicios
de primavera, con clima templado. Las vacas
se encontraban en una etapa más avanzada de
lactación (199 días versus 122).
En el experimento I las vacas pertenecientes al
tratamiento GT16 pastorearon durante 453 minutos, mientras que las del GT8 lo hicieron durante
384. Es decir que, a pesar de que las vacas en
GT16 dispusieron de 8 horas adicionales de acceso a la pastura, sólo explotaron una hora extra
en actividades de pastoreo, mientras que las del
grupo GT8 dedicaron más del 80% del tiempo a
esta actividad.
“Es interesante resaltar que esta elevada dedicación al pastoreo no comprometió la calidad de
la dieta, ya que la concentración de fibra detergente neutro y proteína cruda en muestras que
se tomaron simulando el consumo de las vacas
no difirió estadísticamente entre tratamientos”,
aclaró Chilibroste.
Asimismo, una observación indirecta de los cambios drásticos observados en el comportamiento
ingestivo fueron las observaciones realizadas a
nivel ruminal. Las vacas en GT8 presentaron una
caída lineal en los valores de pH, tanto en condiciones de baja como de alta asignación de
forraje. En ambos casos, los valores mínimos se
detectaron después de 8,5 horas de comenzado
el pastoreo, lo que sugiere un ingreso prácticamente constante de material fermentable en el
rumen, con el consecuente incremento en la concentración de ácidos grasos volátiles a lo largo de
la sesión de pastoreo.
Las vacas pertenecientes al tratamiento GT16
exhibieron una tendencia similar a las del grupo
GT8, con un valor mínimo de 6,2. Luego de que
ese valor mínimo fuera alcanzado, el pH se
incrementó en todos los tratamientos. A su vez,
Chilibroste indicó que el tiempo de rumia fue
mayor para las vacas en GT16 que en GT8 (480 vs.
419 minutos).
A partir de estos indicadores, el técnico observó
que “la falta de efecto de la variable ‘asignación
de forraje’ sobre los componentes principales del
tiempo de pastoreo y los movimientos mandibulares sugiere que es la propia estructura de la pastura
la que puede haber impuesto restricciones a una
utilización más eficiente del forraje disponible”.
CREA
En el experimento II, se observó un efecto significativo del tiempo de acceso de los animales a
la pastura y de la asignación de forraje sobre la
producción y composición de la leche.
Al igual que en el experimento I, las vacas del
grupo GT16 pastorearon por más tiempo que las
del GT8 (481 vs. 379 minutos). A pesar de que las
vacas de GT16 tuvieron acceso a la pastura durante 102 minutos extras en comparación con las
vacas en GT8, sólo utilizaron un 30% del tiempo
extra en actividades de cosecha de forraje.
En este punto, el orador manifestó que “la alta
eficiencia exhibida por las vacas con tiempo
restringido de pastoreo, que dedicaron a las
actividades de cosecha de forraje entre un 70 y un
80% del tiempo disponible en la pastura, puede
ser atribuido al largo período de ayuno previo (16
horas), como así también a la buena condición
de la pastura”.
A su vez, señaló que estos factores “pueden haber
inducido a las vacas GT8 a expresar altas tasas de
consumo instantáneo en largas e ininterrumpidas
sesiones de pastoreo”. Por otro lado, indicó que
ambos grupos de animales, “exhibieron patrones
de consumo similares al inicio del pastoreo, con
sesiones iniciales intensas de aproximadamente
90 minutos”.
A partir de esta observación, Chilibroste manifestó que “las diferencias en el comportamiento ingestivo se hicieron aparentes durante la segunda
y tercera parte de la sesión de pastoreo, momento
en que las señales de saciedad pueden comenzar
Chilibroste: “Muchos sistemas de producción lechera de Uruguay exhiben un desbalance estructural entre oferta y demanda de nutrientes,
que se intenta corregir con reservas forrajeras y concentrados, lo que
genera niveles crecientes de complejidad operativa y requerimientos de
infraestructura”.
a operar con más intensidad, o que la estructura
de la pastura, como resultado del proceso de
defoliación, comienza a tener un efecto directo
sobre el comportamiento ingestivo”.
Por otro lado, respecto a las variaciones en el
contenido ruminal a lo largo del día, el orador comentó que “las vacas en GT8 exhibieron el mayor
contenido ruminal (80,1 kg) al final de la sesión de
pastoreo de la tarde, a pesar de que comenzaron
la sesión con niveles significativamente más bajos
51
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CREA
(41 kg) que los demás tratamientos, consecuencia
del largo período de ayuno experimentado antes
del pastoreo”.
Explicó que los mayores valores de contenido
ruminal observados para las vacas GT8 al final
de la sesión de pastoreo de la tarde “sostienen
la hipótesis de que el llenado ruminal no es el
principal factor involucrado en la definición de
las estrategias de pastoreo de vacas lecheras”.
Pastoreo otoñal
Chilibroste: “Las curvas de lactancia de las vacas muestran
comportamientos diferentes según la época de inicio”.
Sobre la base de los antecedentes recogidos por
el grupo de lechería de la EEMAC respecto a las
condiciones de nutrición subóptima en que se
desempeñan los rodeos lecheros en Uruguay, especialmente en los animales de primera lactancia,
se diseñó una experiencia orientada a evaluar el
impacto de la oferta de forraje sobre el comportamiento productivo de vacas de primera lactancia.
El ensayo se realizó con 44 vacas primíparas Holstein del rodeo de la EEMAC, que tenían, en promedio, tres años de edad, 596 ±40 kg de peso
vivo y un estado corporal de 3,6 ± 0,25 al momento del parto.
Todos los animales parieron entre el 22 de marzo
y el 5 de mayo de 2010. Los tratamientos en pastoreo tuvieron lugar en una pastura plurianual
compuesta por festuca alta, lotus y trébol blanco.
Los animales accedieron a la pastura durante
ocho horas entre el ordeñe de la mañana y el de
la tarde.
La disponibilidad promedio de la pastura fue de
2750 ± 275 kg MS/ha. Se aplicaron cuatro tratamientos diferentes; en tres de ellos, los animales
tuvieron acceso a la pastura; el restante se manejó en confinamiento, como tratamiento testigo:
1. Tratamiento “TMR”: los alimentos se ofrecieron en comederos individuales, teniendo acceso
cuatro veces al día en sesiones de dos horas.
El régimen de alimentación fue ad líbitum; por
lo tanto, las cantidades ofrecidas inicialmente
fueron ajustadas individualmente a medida que
se observaban rechazos inferiores al 15% del
alimento ofrecido.
2. Tratamiento “AF32”: se ofrecieron 32 kg de
MS/vaca/día de forraje.
3. Tratamiento “AF15”: se dispuso una oferta de
forraje intermedia: 15 kg de MS/vaca/día.
4. Tratamiento “AF8”: pastoreo con baja oferta de
forraje: 8 kg de MS/vaca/día.
54
CREA
Los tratamientos en pastoreo fueron suplementados luego del ordeñe de la tarde en forma individual con una mezcla de 10 kilos de silo de maíz
y 4,8 kilos de ración comercial (base fresca). Las
distintas ofertas de forraje resultaron en diferentes utilizaciones del forraje disponible: 47, 61 y
73% para AF32, AF15 y AF8, respectivamente.
Chilibroste destacó los altos valores de consumo de los animales en condiciones de estabulación, comparados con los de los tratamientos
en pastoreo.
Asimismo señaló que, mientras el grupo TMR aumentó en 5 kilos el consumo de materia seca entre
las semanas tercera y séptima, el mejor tratamiento
en pastoreo (AF32) lo hizo en 3 kilos.
Por otra parte, el técnico mencionó que “las vacas
primíparas presentaron dificultades de adaptación al pastoreo al inicio de la lactancia, aun en
condiciones de alta oferta de forraje”, y que “los
tratamientos de pastoreo más restringido (AF15,
AF8) tuvieron una evolución prácticamente nula
del consumo total durante las primeras semanas
de lactancia”.
Resaltó que “este fenómeno, a pesar de resultar
obvio en el marco de las restricciones impuestas,
merece ser remarcado dada la alta frecuencia de
registros con ofertas de forraje entre 5 y 10 kg de
MS/vaca/día en los sistemas de producción a
nivel comercial”.
Agregó que “los tratamientos no se diferenciaron
significativamente en el contenido de grasa en
leche, pero sí en el contenido de proteína, con
valores mayores en TMR que en los tratamientos
en pastoreo”.
Manejo del pastoreo
Luego de presentar estos resultados, Chilibroste
describió otras experiencias con tratamientos en
pastoreo y con un control sin aprovechamiento
del forraje.
Los tratamientos en pastoreo fueron todos en
condiciones de asignación de pasto por encima
del tratamiento AF32 del experimento anterior (35
a 50 kg de MS/vaca/día), con una disponibilidad
de entre 3000 y 4000 kg de MS/ha al ingreso de
los animales al pastoreo.
El experimento se llevó a cabo en la EEMAC entre
abril y junio de 2010, con 12 animales por tratamiento, un tercio de los cuales fueron vacas de
primera lactancia. Los tratamientos en pastoreo
compararon tres intensidades de defoliación (6,
9 y 12 centímetros de altura del forraje residual,
referidos como T6, T9 y T12, respectivamente),
sobre una pastura de segundo año de gramíneas
y leguminosas.
El tiempo de acceso de los animales al pastoreo
fue de ocho horas entre el ordeñe de la mañana y
el de la tarde. Tal como en el experimento anterior,
los tratamientos en pastoreo fueron suplementados con 7 kg de MS (40:60, relación forraje/
concentrado) luego del ordeñe de la tarde.
Los tratamientos en pastoreo no fueron significativamente diferentes entre sí para el promedio de
los 60 días, aunque presentaron una interacción
56
Comentó que “el análisis de registros de producción durante las 20 semanas posteriores al experimento arrojó valores de producción promedio
de 26,6 litros por vaca y por día, sin diferencias
significativas entre tratamientos”.
Sin embargo, sostuvo que “la falta de diferencias
en cuanto a la producción de leche no inhibe los
potenciales efectos positivos de una alimentación suplementaria a inicios de la lactancia sobre
la condición corporal, que puede ser determinante del comportamiento reproductivo de los
animales”.
Reflexiones finales
significativa entre producción de leche y días
posparto: en 4 de 8 semanas evaluadas, el tratamiento T6 produjo significativamente menos
leche que los tratamientos T9 y 712.
El contenido de proteína fue mayor en TMR (3,25
± 0,048) que en T6 (3,10 ± 0.054), sin diferencias
significativas respecto a T9 (3,19 ± 0,048) y T12
(3,22 ±0,051).
El tratamiento T12 exhibió un mayor contenido
de grasa que TMR, con comportamientos intermedios de T6 y T9. Las diferencias entre TMR y
pastoreo están dentro de los valores esperados
al inicio de la lactancia, aunque en un nivel productivo de todos los tratamientos mayor que los
reportados hasta el presente.
En este contexto, Chilibroste aseguró que “cobra
especial interés la manifestación o no de efectos
residuales observados, ya que allí radicaría una de
las justificaciones del tratamiento estabulado”.
Sobre el cierre de su exposición, Chilibroste recordó que muchos sistemas de producción de leche de Uruguay exhiben un desbalance estructural
entre oferta y demanda de nutrientes. Comentó
que este desbalance se intenta corregir con reservas forrajeras y concentrados, lo que deriva en
sistemas con niveles crecientes de complejidad
operativa y requerimientos de infraestructura, además de precisión en el manejo de los recursos
alimentarios.
Explicó que en los estudios realizados a partir de
la intervención en la lactancia temprana con altos
niveles de suplementación en pastoreo o con
estabulación de los animales, se generaron altas
respuestas directas (litros extras de leche por
kilo extra de alimentos suministrados durante el
tiempo que dura el tratamiento), aunque también
se obtuvieron respuestas residuales variables
(de 0 a 3 litros extras de leche por kilos extras
de alimento suministrado). “La magnitud de la
respuesta residual parece estar ligada al nivel de
subalimentación experimentado por los animales
al inicio de la lactancia”, apuntó.
Los tratamientos en pastoreo ensayados brindan
una orientación sobre los niveles de oferta y de
manejo de la defoliación que no comprometen
el comportamiento productivo de los animales al
inicio de la lactancia y, menos aún, su capacidad
de respuesta durante el resto de la lactancia.
En este sentido, concluyó que “el estudio integrado de los mecanismos que regulan el consumo
en pastoreo y su expresión metabólica y endócrina
durante las primeras semanas de la lactancia, en interacción con la categoría animal y con la condición
de la pastura, constituyen un camino promisorio
en la determinación de los balances posibles entre
oferta y demanda de nutrientes”. f CREA
58
CREA
Javier (izquierda), Francisco (centro) y Sebastián
Acosta (derecha), en su finca vitivinícola.
Un emprendimiento
integrado en el Valle
de Uyata
La familia Acosta produce vinos con marca propia,
a partir de viñedos de alta tecnología
CREA
Sebastián Acosta, miembro del CREA Valle de
Uyata, desarrolla junto con su padre y su hermano, un emprendimiento vitivinícola integrado en
el departamento de San Martín, de la provincia
de Mendoza. Es una zona de clima cálido, con
200 milímetros de lluvia anual y suelos francos a
franco-arenosos, sin piedras.
Francisco Acosta, el padre de Sebastián, se dedicó
toda la vida al transporte de cargas. Posee una flota
de camiones que viajan a Brasil, Chile, Uruguay y
Bolivia. En 2000 decidió diversificar la actividad del
transporte, que era próspera, para desarrollar otro
negocio. La combinación con la actividad vitivinícola resultó conveniente, porque la vitivinicultura
por sí sola es difícil de llevar adelante por la gran
inversión que exige y el extenso período hasta que
comienza a generar resultados económicos.
Comienzos
En Mendoza hay dos tipos de emprendimientos
vitivinícolas: los tradicionales y los nuevos que,
en muchos casos, son apalancados por otra
actividad comercial.
En 2000, Francisco pensó en incursionar en un
nuevo negocio, para lo cual requirió asesoramiento y diseñó un plan de trabajo. A continuación,
evaluó dos alternativas: desarrollar un proyecto
sobre 150 hectáreas que la familia posee en Agrelo, localidad ubicada en el departamento de Luján
de Cuyo, hacia el sur del río Mendoza y al oeste de
la ruta 40; la otra posibilidad era comenzar en el
departamento de San Martín, cerca de la ciudad
capital, una zona con gran cantidad de viñedos y
bodegas activas. Esta región tuvo su época de oro
en los años 70, con viñedos orientados a producir
vino común: muchos kilos de uva que daban
muchos litros de vino. En aquel momento, el
consumo por habitante y por año era de 90 litros.
En los últimos años, el negocio cambió hacia otro
tipo de vinos y la industria exige cambios no sólo
a los viticultores, sino también a las bodegas.
Después de analizar ambas posibilidades, decidieron instalarse en San Martín, en el Valle de Uyata,
donde compraron 80 hectáreas y una bodega
capaz de elaborar tres millones de litros de vino
por año. Se trataba de una instalación construida
en los años 70 preparada para producir, en sus
orígenes, vino común.
“Decidimos invertir en viñedos y bodegas, pero
modificando su estructura para adaptarlos al negocio actual y al que consideramos será el del futuro: vinos varietales, frescos, jóvenes y frutados.
Para ello, nos asesoramos con gente del INTA y
de otros organismos considerando dos líneas de
acción. En primer lugar, evaluamos los aspectos
comerciales: qué cultivares necesitaba una bodega nueva que quisiera ofrecer su producto al
mundo. Luego analizamos los aspectos técnicos:
qué cultivares se adaptarían al suelo y al clima de
nuestra finca”, apunta Sebastián Acosta.
“Tras examinar ambos aspectos, decidimos implantar variedades tintas como Syrah, Tempranillo,
Malbec y Cabernet Sauvignon en el 75% de la
superficie, y uvas blancas en el resto. Se buscaron
variedades conocidas para hacer vinos finos”,
recuerda.
Comenzaron por eliminar los viñedos anteriores,
nivelar el suelo e implantar los nuevos cultivares
manteniendo los sistemas de riego en algunas
parcelas e incorporando sistemas de riego presurizado y malla antigranizo en otros sectores. Pasaron de desarrollar viñedos en parral a cultivos
Indicadores
• Gracias a las plantaciones nuevas, la producción de la finca alcanzó un crecimiento importante: se producen 11.000 a 20.000 kilos de uva por hectárea, según variedades. Sin embargo, la meta no es el rinde, sino
obtener buenos vinos.
• Para ingresar en el negocio vitivinícola, es necesario realizar inversiones cada vez más importantes. Hay
que destinar muchos recursos a los viñedos, a la bodega y a desarrollar el canal comercial. En la góndola del
supermercado, las pymes deben enfrentarse con firmas internacionales que tienen otra espalda financiera y
logran un mejor posicionamiento de sus productos con mucha publicidad.
• Para competir con los proveedores de otros países, se requiere asociación entre los productores, pero
también a nivel país, para establecer acuerdos de libre comercio con otras naciones que permitan posicionar al vino argentino con estrategias de largo plazo, desarrollar nichos comerciales y vincular productores y clientes.
Antes de desarrollar
su actividad, los Acosta
evaluaron qué cultivares
necesitaba una bodega
nueva que quisiera ofrecer
su producto al mundo.
59
60
CREA
en espaldero para exponer mayor superficie foliar
a la radiación y teniendo en cuenta la necesidad
de mecanizar la cosecha a futuro.
Este proceso comenzó en 2002 y la plantación
finalizó en 2004. “Aprendimos mucho de la parte
productiva. En este sentido, el CREA nos ofreció un
gran apoyo técnico, dada la experiencia de los demás miembros del grupo”, rememora Sebastián.
“Hubo que realizar una gran inversión que debió
esperar 3 a 4 años para dar los primeros resultados. Las primeras producciones se vendieron
a bodegas locales. A partir de 2008 hubo un
volumen suficiente para abastecer la bodega
propia, cuyas instalaciones y tecnología también
debieron ser modificadas para procesar las nuevas variedades”, destaca (ver gráfico 1).
Esta etapa exigió mayor asesoramiento y una nueva
inversión en infraestructura para equipar la bodega con tanques de acero inoxidable y asegurar la
higiene para obtener un producto de alta calidad.
También se compró maquinaria de origen francés
e italiano. Entre viñedos y bodegas se invirtieron
cinco millones de dólares.
Así, haciendo la cosecha con bins plásticos de 200
kilos, se fue abasteciendo la bodega para incursionar más profundamente en la etapa comercial.
Nueva etapa
Francisco siempre consideró que antes de incursionar en el terreno comercial era necesario estable-
62
CREA
La vitivinicultura en el mundo
La producción vitivinícola se divide en dos categorías:
- La producción de los países tradicionales, como Francia, España e Italia, que impulsan su comercialización en
la región de origen de los vinos.
- Nuevas producciones de países como Chile, la Argentina y Nueva Zelanda, con una orientación distinta,
donde predominan los vinos varietales. El Syrah es uno de los productos bandera de Australia, tal como
ocurre con el Malbec en el caso argentino.
cer relaciones de confianza. Eso significaba tomar
compromisos de calidad y ofrecer continuidad en
el abastecimiento del producto. Ese propósito se
podía asegurar con la producción propia desde
la finca, donde es posible un control directo de la
calidad de los rendimientos.
En esta etapa comercial, desarrollaron un plan a
12 años que, en una primera fase, comercializó
producto a granel. De los tres millones de
litros elaborados, el 70% se vendió
a distribuidores y bodegas de
Mendoza. Luego, una pequeña proporción se ubicó fraccionada en el mercado local o se destinó
a exportación.
El producto fraccionado lleva la marca Obelisco, que hoy empieza
a ganar espacio en la
góndola de los supermercados por su calidad (cuadro 1).
“Nuestra expectativa
es seguir creciendo
en productos fraccionados. A pesar de que
la actividad se ve afectada por la inflación y
por el retraso del tipo
de cambio con un aumento de costos, el programa
de trabajo a largo plazo con que cuenta la empresa
está orientado a posicionar vinos de calidad en
ambos mercados”, sostiene Javier Acosta, otro de
los integrantes de la firma.
Futuro
“De cara al futuro, tenemos que procurar un
aumento de nuestra eficiencia como
empresa: bajar nuestros costos
unitarios de producción y
mantener rindes estables.
Ya se empieza a notar
la escasez de agua, lo
que obliga a utilizar un
sistema de riego más
eficiente y a revisar
la sostenibilidad de
los sistemas de fertilización y de poda.
También sería conveniente que las políticas macroeconómicas
del país colaboraran
para aumentar la competitividad del producto
argentino”, apunta Sebastián.
El proyecto de las bodegas Terrasur comienza a ser autosostenible. “No estamos afianzados
del todo; aún necesitamos de la actividad transportista para que los números cierren”, según
manifiesta Javier. “Será necesario esperar un
tiempo para tener utilidades, pero apostamos al
negocio en el mediano plazo, tratando de evitar
errores mediante un buen asesoramiento en la
finca, en la bodega y en la comercialización”,
concluye Acosta. f CREA
64
CREA
Recaudos para
evitar fracasos
Todos los controles que permiten alcanzar mayor
eficiencia en tratamientos fitosanitarios
CREA
Por lo general, se acostumbra evaluar la eficiencia
de los insecticidas, herbicidas y fungicidas por
sus dosis de principio activo y por el momento de
aplicación, asumiendo que dichas dosis alcanzarán el blanco (insecto, maleza o microorganismos)
en su totalidad, cuando en realidad sólo lo logra
una parte.
Los procesos involucrados para que una pulverización alcance una plaga son: a) la formación de
gotas, b) la deriva de gotas, c) la capacidad de esas
gotas para depositarse sobre el blanco alcanzado
y d) la cobertura alcanzada, medida como número
de impactos por centímetro cuadrado y la dosis de
principio activo que se deposita sobre el blanco
en cuestión.
Se entiende por calidad de aplicación la cantidad
de principio activo que es depositado sobre el
blanco con una determinada cobertura y persistencia del producto en una forma absorbible sobre
la superficie foliar. Este hecho permite afirmar que
ningún plaguicida es mejor que la técnica de aplicación. La importancia de este tema se expresa en
la aseveración de Himel (1974): “Sólo el 25% del
volumen aplicado llega a las plantas”, lo que da la
pauta de la brecha por vencer.
Para evaluar la eficiencia de un tratamiento fitosanitario, el uso de tarjetas sensibles es un
recurso cómodo y adecuado por disponibilidad
y costo.
Formación de gotas
Los agroquímicos deben depositarse sobre la
planta en forma de gotas. Es frecuente referirse al
tamaño de las gotas por su diámetro en micrones
65
66
CREA
(µ; la milésima parte de un milímetro). Un mismo
volumen puede dispersarse en gotas grandes o
pequeñas.
Las gotas grandes tienen la ventaja de descender
rápidamente y estar menos expuestas a las derivas por viento y a la evaporación. Su principal
desventaja es la falta de deposición y de adherencia sobre la superficie vegetal; por lo general
rebotan contra las hojas y caen al suelo en forma
directa o luego de deslizarse y juntarse con otras.
A igualdad de volumen, el número de impactos
que se puede lograr con gotas grandes es menor.
Las gotas pequeñas, en cambio, mejoran la cobertura al ofrecer la ventaja de una mejor penetración
en el cultivo, especialmente por la posibilidad de
alcanzar la cara inferior de las hojas y los tallos. Su
principal desventaja es que, por su menor peso,
quedan más expuestas a la deriva y a sufrir una
intensa evaporación antes de depositarse.
La relación entre el tamaño y la cobertura de las
gotas guarda la siguiente relación: al reducir el diámetro a la mitad, el número de gotas se multiplica
por 8. Así, de una gota de 400 µ se obtienen 8 de
200 µ; de una de 300, se obtienen 216 de 50 µ. Se
comprende, entonces, el compromiso entre el tamaño de la gota, la cobertura y la persistencia. Para
obtener una cobertura de 30 gotas por centímetro
cuadrado se necesita un volumen de 5,3 litros por
hectárea asperjando gotas de 150 µ, o bien 42,4 l/
ha utilizando un tamaño de gotas de 300 µ.
La práctica indica que, cuando se trabaja con
agua como dispersante, gotas menores de 150
µ están muy expuestas a la evaporación y a la
deriva, mientras que aquellas mayores de 350
µ no proveen una adecuada cobertura y por lo
general caen al suelo arrastrando con ellas al
agroquímico. Se considera que un adecuado
balance se obtiene utilizando gotas de entre 200
y 250 µ de diámetro.
El proceso de formación de gotas se produce por
el paso del líquido a cierta presión a través de las
pastillas que se ubican a lo largo del botalón.
Entre las pastillas más frecuentemente utilizadas
se pueden distinguir dos tipos: de abanico plano
y de cono hueco.
Pensar en un tamaño único de gotas es un concepto idealizado, ya que en una aspersión se producen gotas de distinto tamaño sin solución de
continuidad. Para precisar este concepto, conviene
referirse al diámetro volumétrico medio (DVM)
como el tamaño de gota que divide la aspersión
en dos volúmenes iguales. Otro valor de referencia
es el diámetro numérico medio (DNM), que representa el diámetro a partir del cual se dividen dos
volúmenes distintos pero que contienen un mismo
número de gotas.
Las pastillas de abanico plano constan de un solo
cuerpo que asperja el líquido en un plano único y
de ángulo variable de entre 80° y 110°. La denominación de estas pastillas, 8002 por ejemplo,
identifica el ángulo de aspersión (80°) y el caudal
arrojado en un minuto expresado en galones americanos (0,2 galones por minuto, que equivalen a
0,76 litros por minuto).
A igualdad de caudal, las pastillas con mayor
ángulo de aspersión producen gotas más pe-
68
CREA
queñas que las de menor ángulo. En equipos
terrestres, el uso de pastillas de mayor ángulo de
aspersión exige ubicar el botalón más bajo que
con pastillas de menor ángulo, lo que favorece el
control de la deriva.
Las pastillas de cono hueco constan de dos elementos: un núcleo de turbulencia y un disco difusor. El primero, por su diseño, imprime al flujo
un movimiento de rotación y una salida por uno o
más orificios que regulan el tamaño de las gotas.
El disco difusor, ubicado detrás del núcleo, consta
de un solo orificio y es responsable de regular el
caudal. Tomando como ejemplo de denominación
una pastilla D-8 23, se interpreta que tiene un
disco difusor de 8/64” (3,2 mm) de diámetro y un
núcleo de turbulencia con dos orificios de 3/64”
(1,2 mm) de diámetro cada uno.
Las pastillas de abanico plano generan gotas cuyo
tamaño varía entre los 100 y 500 µ; las de cono
hueco, entre 100 y 250 µ, y los aspersores rotativos
(tipo Micronaire), entre 60 y 180 µ.
Los aspersores de gota controlada (CDA) tipo
Micronaire generan gotas de menor DVM y más
uniformes, comparadas con las pastillas de cono
hueco. Se utilizan para aplicar caudales de menos de 5 l/ha en tratamientos aéreos utilizando
formulaciones para ultrabajo volumen.
En equipos aéreos pueden utilizarse pastillas de
cono hueco, abanico plano o CDA Micronaire. En
tratamientos terrestres, las pastillas de abanico
plano deberían usarse sólo para la aplicación
de herbicidas que exigen uniformidad del tratamiento. Las pastillas de cono hueco, en cambio,
son aconsejables para realizar tratamientos con
insecticidas y fungicidas donde lo importante
es el logro de una gran cantidad de impactos y
su penetración, mientras que la uniformidad es
menos decisiva.
En equipos terrestres automotores, las pastillas de
abanico plano 110xx se utilizan a una distancia de 35
cm y en una cantidad acorde al largo del botalón. Los
aviones deberían contar con un número no inferior
a 30 y hasta un máximo de 60. Los aspersores tipo
Micronaire, entre 4 y 6 según tamaño del avión.
Eficiencia de deposición de las gotas
Una vez que alcanzan la superficie foliar, las gotas
deben depositarse y permanecer sobre ella. Este
proceso depende básicamente de dos aspectos:
de su tamaño y del estado de la superficie de
contacto de la hoja.
Si la aspersión está constituida por muchas gotas
grandes, algunas de ellas, al caer a una velocidad
mayor que las gotas más pequeñas, rebotan y
caen al suelo, o bien se deslizan sobre las hojas
para mezclarse con otras gotas formando gotas
aún más grandes que se acumulan en la punta de
las láminas o, finalmente, caen. Este tamaño de
gotas tiene un solo sentido de movimiento, hacia
abajo. Junto con ellas cae parte del plaguicida
dosificado, factor que agrava la situación porque
las gotas grandes transportan más plaguicida
que las pequeñas.
En cambio, las gotas chicas tienen la oportunidad
de quedar por cierto tiempo suspendidas en el
aire y son transportadas por el viento dentro del
CREA
canopeo, impactando no sólo en la cara superior
de las hojas, sino también en la inferior y sobre
tallos y otras estructuras. Una vez en contacto con
la superficie vegetal, tienen más adherencia por
su menor peso.
Por su parte, la superficie vegetal presenta como
dificultad para la adherencia una capa de cera
más o menos gruesa, y a veces pelos más o menos
largos y densos. La cera favorece el escurrimiento
y la coalescencia de las gotas por resbalamiento,
mientras que los pelos dificultan el contacto con
la epidermis. Estos fenómenos originan, cuando
el dispersante es agua, efectos de alta tensión
superficial que hacen que las gotas adopten una
forma esférica, con poca superficie de contacto, y
tiendan a rodar. Para reducir este efecto negativo,
algunas veces es necesario el uso de tensioactivos que hacen que la gota adopte una posición
achatada incrementando la adherencia por una
mayor superficie de contacto.
Sin tener en cuenta los fenómenos de superficie,
las gotas pequeñas en su conjunto tienen más probabilidades de depositarse que un mismo volumen
representado por una gota de mayor tamaño.
Otras veces, el estado de la superficie puede
afectar la adherencia; por ejemplo, temprano, a
la mañana, el rocío puede provocar el lavado de
las deposiciones. Los efectos de un estrés hídrico
prolongado incrementan el espesor de las capas
cerosas. En tratamientos posemergentes, el polvo
depositado sobre las hojas puede afectar los resultados del control por inactivación de parte del
principio activo, por un fenómeno de adsorción.
Con herbicidas aplicados al suelo, cuando este
está muy seco, los fenómenos de adsorción son
parcialmente irreversibles, aun cuando por efecto
de una lluvia ocurrida con posterioridad hubiera
agua disponible para disolver el producto.
Por todo lo expuesto, se desprende que aquellos
tratamientos que requieran un efecto de contacto
y de penetración en la canopia deben hacerse
con un menor tamaño de gotas y mayor número
de ellas que aquellos realizados con productos
traslocables, que sólo requieren alcanzar una
parte de la superficie por tratar.
Deriva
Se conoce por deriva aquella parte de la aspersión
que no alcanza el blanco objeto del tratamiento.
Algunos autores la dividen en exoderiva y endoderiva. La primera corresponde a aquella parte
del pulverizado que cae fuera del área por tratar;
la segunda refiere a aquella parte que cae dentro
del área, pero no sobre el blanco.
Entre los factores que influyen en la deriva, podemos agrupar los que corresponden a las características de la aspersión, al equipo y técnicas de
aplicación, a las condiciones atmosféricas y a los
equipos y accesorios específicos.
Las características de la aspersión afectan la deriva a través del tamaño de gotas: a menor tamaño,
la velocidad de caída es menor, aunque la evaporación es mayor por la superficie expuesta en relación
con el volumen transportado, lo que reduce progresivamente el tamaño de la gota durante su caída
(gráfico 1). El tiempo que permanece suspendida es
mayor, así como las probabilidades de ser transportada por el viento. A igualdad de humedad relativa
ambiente y temperatura, por ejemplo, 50% de HR y
30 °C, una gota de 200 µ demora 42 segundos en
reducirse a la mitad, mientras que una de 100 µ tarda sólo 14 segundos en evaporarse por completo.
En equipos aéreos de
pulverización, pueden
usarse pastillas de cono
hueco, abanico plano o
CDA Micronaire.
69
70
CREA
En términos prácticos, cuando se usa agua como
diluyente, las condiciones de deriva se incrementan
para tamaños de gotas menores de 150 µ.
La formulación del plaguicida, a través de la volatilidad de los disolventes, afecta la evaporación potencial de las gotas. A su vez, el agua, como medio
dispersante, favorece la evaporación comparada
con diluyentes oleosos.
El equipo que utiliza aspersores de gota controlada tipo Micronaire produce gotas más pequeñas
que aquel que utiliza pastillas de cono hueco. A
su vez, las pastillas equipadas con mayor número
de orificios en su núcleo de turbulencia producirán gotas más pequeñas, porque el líquido debe
repartirse en varios filetes antes de atravesar el
orificio de salida.
El ángulo de ataque de las boquillas tiene incidencia en la rotura de gotas de los equipos aéreos;
pastillas orientadas verticalmente producen gotas
más pequeñas que aquellas inclinadas ligeramente
hacia atrás. Además, la presión de trabajo incrementa el caudal y reduce el tamaño de las gotas.
Otro de los factores decisivos es la altura de vuelo
del avión; con la misma intensidad de viento, mayor
altura genera una mayor deriva por un incremento
en la distancia que debe recorrer la gota.
Las condiciones del tiempo que afectan la deriva
son el viento, la humedad y la temperatura ambiente, y las condiciones de estabilidad atmosférica.
El viento es necesario, especialmente en aplicaciones aéreas. Es beneficioso cuando presenta una
dirección transversal al vuelo, pues colabora para
obtener una deposición uniforme. En aplicaciones
de caudales de entre 10 a 15 litros por hectárea, se
recomienda aplicar con vientos de hasta 8-10 km/
hora, mientras que en aplicaciones de bajo y ultrabajo volumen, la velocidad no debería superar
los 3 a 5 km por hora. Existe una reglamentación
que prohíbe la aplicación de plaguicidas con vientos superiores a los 15 km/hora, condición que
debe respetarse escrupulosamente cuando en el
sentido del viento haya cultivos sensibles a herbicidas. Una manera de contrarrestar sus efectos es
incrementando el tamaño de la gota.
A mayor humedad ambiente, se reducen los efectos por evaporación provocados por las altas
temperaturas. Como límite de seguridad, se recomienda no efectuar tratamientos con plaguicidas
líquidos a más de 25 °C de temperatura y una
humedad relativa inferior al 60%.
En condiciones normales, existe un descenso
aproximado de 1 °C en la temperatura por cada 100
metros de altitud. Esto determina que el aire más
frío de las capas superiores, por su mayor peso,
descienda desplazando y renovando verticalmente
la atmósfera. Este fenómeno contribuye al descenso por arrastre de una aspersión. En caso de inversión térmica, donde capas de aire más caliente se
ubican arriba, no existe dicha renovación vertical,
y las gotas permanecen suspendidas en el aire por
períodos prolongados, sujetas a derivar por largos
trayectos en presencia de pequeñas brisas.
En síntesis, los límites críticos que afectan la deriva pueden establecerse como sigue: temperatura
ambiente no mayor de 25 °C, humedad relativa
superior al 60%, velocidad del viento no superior
a 10 km/hora, altura de vuelo entre 1,5 y 2 metros,
y gotas menores de 100 µ que no superen el 5%
del volumen total.
En equipos terrestres, el efecto de cubrir total o
parcialmente el botalón con pantallas protectoras,
más aún si la pulverización es asistida por un
túnel de viento, es que los efectos de deriva se ven
reducidos y la penetración del asperjado aumenta.
Existen aspersores electrostáticos de gota controlada especialmente diseñados para producir gotas
de tamaño uniforme y con carga eléctrica positiva.
Estas gotas son atraídas por las cargas de signo
opuesto de las estructuras vegetales, reduciendo
la endoderiva. Complementariamente, son muy eficientes en la regulación del tamaño de gotas, un
factor que disminuye los efectos de la exoderiva.
En el mercado argentino, estos equipos (Electrodín,
cabezales rotativos) no han alcanzado difusión.
72
CREA
Eficiencia de la aplicación
Se entiende que la aplicación ha sido eficiente
cuando logra que una cantidad de principio activo
se deposite sobre el blanco con una cobertura
(número de gotas por centímetro cuadrado) y
uniformidad (CV%) acorde al tipo de producto empleado. Es condición, además, la persistencia del
producto en forma absorbible sobre la superficie
del blanco.
No se considerará aquí la cantidad de producto a
la dosis de control requerida. La tabla adjunta, resumen de aquella elaborada por FAO, destaca que
los herbicidas requieren una aplicación uniforme,
cuya variabilidad no supere el 30% entre diferentes
lugares de un lote; para insecticidas y fungicidas
se tolera una desuniformidad de hasta un 70%.
Ello se debe a que las malezas se encuentran fijas
en un lugar, mientras que los insectos son móviles
y se desplazan de un lugar a otro con la posibilidad
de recibir el producto en diferentes sitios.
A su vez, cuando la acción principal del plaguicida
es de contacto y no por absorción-ingestión, se
requiere una mayor cobertura. Los insecticidas y
fungicidas de contacto demandan una cobertura
mínima de 50 gotas/cm2. Los productos sistémicos se traslocan dentro del organismo resultando
suficiente que sólo una parte de él reciba el
producto; en cambio, cuando la acción principal
es de contacto, se requiere una cobertura muy superior, especialmente con fungicidas cuya acción
está destinada a prevenir una infección en toda la
extensión de la canopia.
Los valores presentados en la tabla se refieren a
impactos medidos sobre el canopeo del cultivo
para una superficie dispuesta horizontalmente.
Para lograr un mayor número de impactos, se debe
reducir el tamaño de la gota.
Para asegurar la persistencia del asperjado, se
utilizan aditivos genéricamente llamados surfactantes, tensioactivos y aceites. Los primeros
mejoran la adherencia, los últimos reducen la evaporación e incrementan la absorción de los plaguicidas. Estos aditivos deben utilizarse bajo
recomendación específica de producto, dosis y
condición ambiental.
Para realizar una evaluación objetiva de la calidad
de aplicación, se utilizan tarjetas sensibles de 7 cm
de largo por 2 de ancho distribuidas en un número
que varía entre 8 y 10, en distintos lugares del lote
lejos de las cabeceras. Existen tarjetas sensibles
al agua, de color amarillo, que se tiñen de azul,
y otras de color gris, utilizadas para aspersiones
74
CREA
mencionó, el grado de cobertura y uniformidad de
un tratamiento; estimar el tamaño de gotas a través
de patrones gráficos provistos por la empresa que
comercializa las tarjetas; medir la penetración en
la canopia realizando lecturas a diferentes alturas;
cuantificar la deriva; determinar el ancho efectivo
en aplicaciones aéreas, y localizar fallas a lo largo
del ancho de aspersión.
Consideraciones finales
Una pulverización con
gotas grandes está menos
expuesta a la deriva, pero
puede deslizarse sobre las
hojas.
con disolventes oleosos, que se tiñen de negro al
depositarse la aspersión.
Las tarjetas pueden disponerse sobre las hojas
superiores y adherirse con clips, a condición de
que mantengan una posición horizontal. El uso
de soportes especialmente diseñados resulta
muy ventajoso. Las tarjetas deben colocarse
inmediatamente antes de la aplicación y retirarse
una vez secas para su evaluación en gabinete. El
número de tarjetas suficiente es aquel que permita
cuantificar los resultados en distintos trayectos del
equipo aspersor y calcular una estadística compatible de promedio y variación espacial.
Los recuentos de impactos sobre tarjetas sensibles se realizan con lupa de mano de 15 aumentos
(cuenta hilos) promediando el número de gotas
en 5 a 7 lugares dentro de la tarjeta, siguiendo
una disposición en forma de V o W. Si el número
de impactos fuera bajo, se usará una superficie
de observación de 1 cm2; por el contrario, con un
elevado número de impactos, conviene contar 1/4
o 1/2 cm2 y multiplicar el valor obtenido por 4 o por
2 para referirlo a 1 cm2.
La tarjeta sensible es una evaluación accesible y
simple que resume la calidad de una aplicación
por el simple hecho de que si un producto no llega
convenientemente, es de esperar que los controles sean deficientes o nulos. Con el uso de una
calculadora científica, se promedian los valores de
los recuentos dentro de la tarjeta. Luego se calcula
el promedio general de todas las tarjetas y su
variabilidad, como el cociente del desvío estándar
sobre la media multiplicado por 100.
Las tarjetas sensibles tienen múltiples usos en
protección vegetal. Permiten determinar, como se
En el presente trabajo se trataron los aspectos teóricos de la calidad de aplicación desde un punto
de vista exclusivamente físico. Es importante tener
en cuenta la participación de factores biológicos y
agronómicos relacionados con el control de plagas
y los aspectos prácticos no detallados.
Los tratamientos con plaguicidas pueden hacerse
por vía terrestre o aérea. En el control de enfermedades epidémicas, su rápida difusión y el tiempo
disponible para su prevención o control hacen del
avión –por su gran capacidad de trabajo– una
alternativa por tener en cuenta para cubrir grandes
extensiones. A su vez, en estos casos, permite
alcanzar la cobertura y uniformidad necesarias.
Por lo anteriormente expuesto, y luego de haber
desarrollado los aspectos teóricos básicos, es
necesario profundizar el estudio del avión como
máquina pulverizadora; analizar los aspectos de
diseño y calibración, las alternativas para reducir
la deriva y la manera de realizar los ajustes para
alcanzar la cobertura y uniformidad requeridas.
No obstante los lineamientos básicos descriptos a
lo largo de este trabajo, es necesario comprender
que una buena calibración se alcanza luego de
varios ajustes sobre la base de prueba y error.
Esto es muy importante teniendo en cuenta que
en más de un 70% de los casos se trabaja con aeronaves adaptadas. Los aviones específicos están
aerodinámicamente diseñados para pulverizar,
mientras que los adaptados se equipan y arman
con accesorios convencionales.
Otros temas de gran importancia y que requieren
un análisis más profundo son las técnicas de
aplicación terrestre que mejoran la penetración de
las aspersiones, los factores que afectan la calidad
del agua y los procedimientos por seguir para el
mezclado de diferentes plaguicidas entre sí y de
los aditivos que pudieran utilizarse. f CREA
Síntesis de un trabajo de Pedro Daniel Leiva, técnico del INTA Pergamino.
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CREA
Alfredo Leuco y Silvia Flores, durante la cena anual de la
Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado.
CREA
Educación, trabajo
y diálogo
Son los pilares de la Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado,
que trabaja para lograr un país más solidario, justo e integrado
El miércoles 28 de noviembre en el pabellón 8 del
predio de La Rural, se desarrolló la Tercera Cena
Anual impulsada por la Fundación para la Integración Social Oscar Alvarado, una organización
de gestión solidaria que surgió en homenaje a su
líder, poco después de su fallecimiento, ocurrido
en septiembre de 2010.
Alvarado fue presidente del Movimiento CREA
durante el período 2007-2009, desde donde
impulsó el desarrollo de programas de responsabilidad social empresaria, como EduCREA, de
apoyo a las escuelas, y Líderes, orientado a la
formación de dirigentes en las comunidades. Dedicó toda su vida a la producción agropecuaria,
tanto desde CREA como desde El Tejar, una de
las empresas más importantes del país, fundada
en 1987.
Quienes tuvieron el privilegio de conocerlo, lo
definen como un visionario, un adelantado para
su época y un pionero en las formas asociativas
de producción, convencido de que las buenas
empresas sólo pueden desarrollarse a partir de
buenas personas y buenos principios.
Hoy, la fundación está constituida por un grupo de
amigos inspirados por esa mística; con ganas de
hacer cosas por el bien común y convencidos de
su capacidad para inspirar a otros el desarrollo de
acciones en ese sentido. Precisamente, esa es su
misión: “Promover iniciativas relacionadas con la
educación, el trabajo y el diálogo entre sectores
sociales no integrados, que estén en camino de
ser autosostenibles”.
Los pilares que sustentan el trabajo diario de esta
organización son la educación para la integración,
Emprender con valores
El libro Oscar Alvarado. Emprender con valores, de Editorial Sudamericana, describe su trayectoria empresarial, su compromiso con la
sociedad y los principios que guiaron sus acciones.
Así, los primeros capítulos consideran la importancia de los valores
compartidos y de la confianza para alinear voluntades en pos de un
objetivo común.
Luego, se describe su concepción de la empresa como una organización cuyo fin último es el bienestar de las personas, constituyéndose
en el lugar de realización de los sueños de sus integrantes.
Más adelante se centra en la apertura de la empresa al contexto social, a través de la responsabilidad social y del trabajo conjunto de
distintos sectores sociales.
Finalmente, los últimos capítulos dan cuenta de una apertura todavía mayor del concepto de responsabilidad social empresaria aplicada a los asuntos de la vida institucional y política de la sociedad.
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78
CREA
Cómo siento a Oscar Alvarado
Por Juan Balbín
“Oscar era un pionero, una de esas pocas personas que nacen cada
muchos años, y llevará mucho tiempo volver a encontrar alguien parecido”, recordó Juan Balbín, presidente del Movimiento CREA.
“Lo extraño. Cuando estoy solo y tengo que tomar una decisión, pienso qué hubiera hecho él en mi lugar. Todavía hoy me pesa mucho
su figura. Siempre imagino cómo hubiera pensado él antes de tomar
alguna decisión”.
“Si tuviera que definirlo como empresario, era un innovador permanente, con muchos proyectos y con un gran poder de convicción respecto de las ideas que planteaba”.
“Oscar Alvarado fue un hombre exitoso en todo lo que emprendió;
marcó a una generación y estableció muchos caminos por los que estamos transitando los que lo seguimos”.
la articulación entre organizaciones privadas, cooperativas y empresas recuperadas, y la creación de
espacios de diálogo y de construcción social.
La fundación está coordinada por un reducido
equipo de dirección ejecutiva, que sirve de sostén
a los mentores y colaboradores que llevan adelante las distintas iniciativas conformando cada una
de ellas un grupo de trabajo específico.
Con esta finalidad, el evento más importante
del año es la cena a beneficio que les permite
recaudar fondos para solventar diversas acciones
comunitarias. Así fue como durante 2011 y 2012
lograron construir una escuela en Laferrere, La
Matanza, junto con la cooperativa del barrio La
Juanita, del mismo partido.
Este año, lo recaudado será destinado a terminar
la sala de salud de la Asociación Identidad Vecinal en el partido de La Matanza y a desarrollar,
junto con la Fundación Defensores de Chaco, un
proyecto educativo a través de la realización de
torneos de fútbol en escuelas de todo el país.
Emprender con valores
Como novedad, en esta tercera edición de la cena
anual se presentó formalmente el libro Oscar
Alvarado. Emprender con valores, un testimonio
de las vivencias más significativas de su vida.
Prologada por el economista y sociólogo Juan J.
Llach, la publicación de Editorial Sudamericana
describe los principios rectores que le permitieron a Alvarado desarrollar proyectos personales,
empresariales, institucionales y sociales con el
objetivo de animar a quienes buscan afianzar
equipos de trabajo inspirados, autónomos y comprometidos en la construcción de una sociedad
más solidaria.
“Oscar era una persona que veía más allá, con
faros largos; él entendía qué es lo que estaba
sucediendo antes que muchos de nosotros. Esa
claridad de pensamiento y su convencimiento,
sumados a su carisma y a su sensibilidad, lograban que uno se convenciera de que ese era
el camino y decidiera seguirlo”, recordó Alfredo
Kasdorf, miembro del consejo de la fundación.
A través de su trabajo en El Tejar, Kasdorf se
vinculó con muchas personas y organizaciones
del sector social que le sirvieron de ejemplo y
fuente de aprendizaje. Actualmente integra el
consejo directivo de la Red Argentina de Bancos
de Alimentos, es directivo del proyecto EduCREA
e integra la comisión directiva del Grupo de
Fundaciones y Empresas (GDFE).
En cuanto a la publicación presentada en el último encuentro, Kasdorf señaló: “Estamos muy
contentos; el libro es una forma de anclar muchas de las enseñanzas y valores que Oscar nos
transmitió y que queremos compartir con mucha
más gente. Creemos que es ahí donde comienza
la construcción de un país más justo, equitativo
y solidario”.
Quienes deseen contactarse con la fundación, pueden hacerlo a través de su página web: http://www.
fundacionisoa.org.ar o enviando un correo electrónico a [email protected]. f CREA
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CREA
Radiagrofías
Adelantos
El director de una compañía que siembra algunas
decenas de miles de hectáreas en la región pampeana comenzó a recibir llamados de propietarios
de campos pidiendo adelantos de dinero de la
cuota por cobrar en cosecha gruesa. El fenómeno
es una señal de que los ingresos por arrendamientos se están licuando de manera frenética a causa
del combo integrado por la elevada inflación y
el incremento del Impuesto Inmobiliario Rural
aplicado por los gobiernos de las principales provincias de base agropecuaria. El problema es que
el negocio agrícola en campo alquilado también
dejó de ser rentable para los arrendatarios.
Mercado congelado
Las restricciones cambiarias terminaron de
complicar la situación del mercado inmobiliario
rural. El año pasado, ese mercado se mantuvo
virtualmente sin actividad. La presencia de
potenciales compradores se redujo de manera
notable, porque los eventuales vendedores de
campos quieren dólares billete por su bien.
Una vez superado ese obstáculo, aparece una
brecha insalvable. “Tengo una operación parada
hace meses de un campo en la zona pampeana:
el comprador ofrece 16.500 u$s/ha y el vendedor quiere 18.000 u$s/ha; ninguno de los
está dispuesto a ceder”, comenta un operador
inmobiliario.
CREA
Inflación agrícola
La tarifa de referencia de un flete de 100 kilómetros, que en septiembre de 2011 era de 68,6 $/t,
pasó en diciembre de 2012 a ser de 94,6 $/t. Es
decir: aumentó un 38% en el último año (y probablemente tenga algún ajuste más en los próximos
meses si sigue subiendo el valor del gasoil).
Las tarifas orientativas de cosecha de soja
publicadas por la Asociación de Propietarios de
Máquinas Rurales de Casilda, que en abril de
2012 eran de 331,6 $/ha para un rinde de 24 qq/
ha, en diciembre pasado se ajustaron a un valor
de 404,5 $/ha (+22% en apenas nueve meses).
Números que asustan.
Trigo oro
La oferta argentina de trigo de buena calidad
panadera no alcanza para satisfacer la demanda regional. La reducción del área de siembra
argentina en 2012/13, combinada con excesos
hídricos, redujo a niveles insólitamente bajos
la disponibilidad de trigo duro. En las últimas
semanas, esa realidad comenzó a evidenciarse
en el mercado: algunos molinos salieron a buscar trigo con una base de gluten de 30% y 300
de fuerza panadera (W) a un valor de 1600 $/
tonelada. Es decir: un valor casi 40% superior al
precio del trigo condición Cámara.
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CREA
CREA
La lechería argentina se
sube a la carrera genómica
Comienza a elaborarse en el país una base de datos propia
En la actualidad, podemos extraer pelos de la
cola de una vaca Holando y enviarlas a un laboratorio de EE. UU. para hacer un test genómico del
ejemplar con un costo de unos 250 dólares. Pero
existe un problema: la base de datos a partir de la
cual se realiza la validación genómica de la vaca
argentina es la correspondiente a EE. UU.
“Por ese motivo, hemos comenzado a trabajar
para realizar una validación local que nos permita
efectuar una interpretación correcta del genoma
en nuestro ambiente”, comenta Horacio Larrea,
asesor genético y miembro de la Comisión de Evaluaciones Genéticas de la Asociación Criadores de
Holando Argentino (ACHA).
“En el marco de un convenio con Pfizer, se extrajeron muestras de 115 toros nacionales probados,
junto con otros 1100 toros internacionales que
también tienen pruebas en el país, para conformar una muestra representativa a partir de la cual
realizar la validación”, añade.
–¿Cuándo va a estar lista la base de datos propia?
–Se está trabajando contrarreloj: el objetivo sería
que en el segundo semestre de 2013 podamos
tener listos algunos parámetros.
–Otra de las novedades es que la Argentina logró
ingresar a Interbull a fines de 2012…
–Así es. Se incluyó en Interbull la base de datos
de toros Holando de la Argentina para las categorías de leche, grasa y proteína; los datos fueron
aportados por la Asociación de Criadores de
Holando Argentino (ACHA) luego de dos años de
un trabajo conjunto realizado por técnicos de la
Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos
Aires –con sede en Tandil– con financiación del
Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense. De
esta manera, desde diciembre de 2012, un grupo
de toros Holando argentino cuenta con una base
de referencia certificada que puede ser comparada
con la genética de toros internacionales. Además,
las características de los toros de otras naciones
podrán traducirse localmente para ser evaluadas
en función de las condiciones de producción argentinas. Es un primer paso, que luego permitirá
incorporar a Interbull datos de conformación, como
facilidad de parto o longevidad.
–¿Qué importancia tiene ese evento para el empresario lechero?
–Por primera vez vamos a tener un parámetro de
comparación con la genética disponible en otros
países lecheros. Una vez que la base de datos
esté armonizada con parámetros de producción,
Los hechos
• En 2004, un consorcio internacional logró secuenciar el primer borrador del genoma
de un bovino (Bos taurus). A fines de 2007, a partir de un desarrollo conjunto con el
USDA y las Universidades de Missouri (EE. UU.) y de Alberta (Canadá), la compañía
estadounidense Illumina comenzó a comercializar test genómicos para bovinos con
50.000 marcadores genéticos (SNP50). Desde entonces, la industria de la genética
bovina en el hemisferio norte ingresó en una carrera frenética.
• A partir de 2009, en EE. UU. y Canadá, países líderes en genética bovina, se comenzó
a incorporar información genómica en las evaluaciones de progenie. Así, esta tecnología comenzó a emplearse para la selección entre hermanos. Con el sistema tradicional
de selección, se suponía que los hijos de un mismo padre y madre tenían similitud genética, mientras que ahora es factible determinar qué grupo de genes heredó cada uno
de los hijos para determinar cuál es el ejemplar más destacado y descartar el resto.
• Los SNP (polimorfismo de un solo nucleótido; en inglés Single Nucleotide Polymorphism; se pronuncia “snip”) son las variaciones más frecuentes en el ADN de un individuo. Los SNP asociados a genes de interés se denominan “marcadores genéticos”.
Las evaluaciones genómicas de un ejemplar se refieren a los datos aportados por más
de 50.000 SNP detectados por el test genómico. Las evaluaciones genómicas consisten en establecer fórmulas a partir de las cuales determinados SNP permiten predecir
el mérito genético de ciertos caracteres de interés.
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CREA
promedio a partir de la ponderación de diferentes
caracteres, tales como leche, grasa, proteína,
sistema mamario y patas y pezuñas.
Larrea: “Hoy, el gran
desafío es que la selección
genética priorice rasgos
de funcionalidad, los
cuales tienen que ver con
animales longevos y que
tengan una menor susceptibilidad a enfermedades”.
Herramienta promisoria
conformación y salud, cada productor tambero
que haga control lechero podrá tener un perfil
genético de la totalidad de vientres de su rodeo,
desde la ternera más joven hasta la vaca más vieja;
todas van a contar con un índice genético que se
podrá comparar con la media regional y nacional.
Actualmente eso no es posible; no se puede estimar el valor genético de una ternera que es hija de
un toro sin prueba nacional, porque sencillamente
el padre no existe para la base genética nacional.
Pero ahora, al incorporar los datos de Interbull
a la base nacional, se les va a poder asignar un
Índice por Producción y Morfología (IPM) a todas
las terneras que tenga un tambero en su rodeo. El
IPM es una herramienta significativa para poder
mejorar la selección. Calcula un valor genético
–¿En qué situación está la genómica aplicada a las
evaluaciones de progenie en EE. UU. y Canadá?
–Se trata de de una tecnología muy nueva: tiene
apenas cuatro años. Antes, los animales tenían un
buen o mal pedigrí. Pero con la genómica es posible determinar si un ejemplar heredó los genes
deseables de sus ancestros. Una ternera puede
provenir de la mejor vaca y del mejor toro, pero si
los análisis genómicos indican que no heredó los
genes de interés de sus padres, entonces no tiene
valor. Observamos una enorme variación entre
animales provenientes de los mismos padres.
–Eso mismo sucede en cualquier familia al
comparar las características diferentes de los
hermanos…
–Correcto. La cuestión es que la genómica, a
medida que vaya progresando, no sólo va ser más
accesible, sino que además va a ser una información indispensable y complementaria del registro
genealógico. En un futuro, más pronto que tarde,
va a ser la única información determinante para
calcular el valor de mercado de un animal. Actualmente, los datos genómicos tienen una confiabilidad del orden del 70%. Pero ese porcentaje se irá
incrementando año tras año y, en algún momento,
reemplazará las pruebas de toros.
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CREA
Sudamérica ingresa a Interbull
A fines de 2012, la Argentina y Uruguay ingresaron oficialmente a Interbull, una
organización con sede de Uppsala, Suecia, dedicada a emplear un procedimiento
estadístico (denominado Multiple Across Country Evaluation) que permite evaluar
toros de diferentes países en el marco de un mismo estándar internacional. Se trata
de los dos primeros países sudamericanos en ser aceptados por Interbull. El representante argentino ante la entidad es ACHA, mientras que en el caso uruguayo, es
el Instituto Nacional para el Mejoramiento Lechero, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). Con sendas incorporaciones, el
número de países que integran Interbull ahora es de 32 (en la lista están incluidos
Australia, Nueva Zelanda, EE. UU., Canadá, Israel, Sudáfrica, Japón, Corea del Sur y
la mayor parte de las naciones europeas).
–Lo que está diciendo es que el porcentaje de
confiabilidad en algún momento va a ser tan alto
que no va a ser necesario validarlo con pruebas
de progenie…
–Desde el año 2009 a la fecha, existe una cantidad
muy importante de toros (en Canadá y EE. UU.) que
en esa época eran genómicos y actualmente son
probados. ¿Qué pudo evaluarse al correlacionar
ambos datos? En primer lugar, que las evaluaciones genómicas son una herramienta extraordinaria
para descartar toros con valores genómicos bajos:
los que no heredaron los genes deseados, no pueden salir buenos en las pruebas. En cuanto a los
toros con valores genómicos elevados, se constató
que hubo algunas diferencias con respecto a los
datos provenientes de las pruebas; en general, se
produjo una ligera sobrevaloración de los toros
genómicos, que se acentuó en los ejemplares
de élite. De todas maneras, en EE. UU. los toros
probados tienen, en promedio, un TPI del orden
de 1800 puntos (el TPI es el equivalente al IPM
argentino). Probablemente, un toro genómico de
2300 puntos termine con un TPI ajustado en 2150
a 2200 al momento de ser probado. Es decir que,
más allá del ajuste, el valor sigue siendo muy
alto con respecto a los toros probados en forma
convencional. La gran mayoría de los ejemplares
que integraban la lista de los mejores 100 toros
genómicos en EE. UU. también forma parte de la
lista de los 100 mejores toros probados; algunos
estarán más arriba, otros más abajo en el ranking,
pero la correlación entre ambas fuentes de datos
es muy elevada. Por ese motivo, actualmente, en
EE. UU., alrededor del 90% de los apareamientos
se concretan con toros genómicos. Por otra parte,
la realización de fertilización in vitro a hembras
de ocho meses de edad con semen de toros
genómicos permite lograr avances genéticos en
dos años, mientras que antes, en el mejor de los
casos, tardaban cinco años.
–La selección va a dejar de ser artesanal para comenzar a instrumentarse según criterios científicos…
–Sin dudas. Hoy, el gran desafío es que la selección genética priorice rasgos de funcionalidad, los
cuales tienen que ver con animales longevos y que
tengan una menor susceptibilidad a enfermedades; es decir, animales que exijan menor atención
y que, por lo tanto, puedan manejarse más fácilmente en rodeos lecheros de cierta magnitud. Esa
necesidad está en línea con la concentración que
se viene evidenciando en el sector. La cuestión es
que muchos de esos rasgos no tienen apreciación
genotípica, es decir, no existe ningún rasgo externo que indique cuáles son esas características
funcionales de un animal. Contamos con muchos
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CREA
datos recolectados en tambos confiables que podemos emplear para validar esas características
funcionales con marcadores genéticos.
–El peligro de esta tecnología es la homogeneización genómica, tal como ocurrió en la industria
aviar y porcina…
–Vamos hacia una genética que es más lineal a
medida que las poblaciones se tornan más grandes. Desde el punto de la selección, actualmente
es necesario buscar animales más productivos en
lo que hace a eficiencia de conversión de alimento
a leche, pero, por otro lado, también es indispensable contar con animales que tengan menos necesidades de manejo individual y menores costos de
mantenimiento. El gran desafío, entonces, es ganar
en funcionalidad sin perder productividad.
–Algo que, de concretarse, traería mejoras concretas a los tamberos argentinos…
–Eso va a suceder. Por ejemplo: hace 20 años, los
toros de EE. UU. que ocupaban los primeros lugares en los rankings tenían hijas con propensión a
sufrir excesivas dificultades en el parto; en aquel
momento, este no se consideraba un criterio de
Humor
interés. Luego se descubrió que un parto difícil
era el origen de la vaca problema, y se priorizaron
los toros con buenos indicadores de facilidad de
parto. Hoy esa realidad ya empieza a observarse
en muchos rodeos estadounidenses. Lo mismo
sucederá en el futuro con otros parámetros, tales
como la resistencia a enfermedades.
–¿Tenemos datos locales para llegar a validar eso?
–En ACHA contamos con unas 600.000 vacas
en control lechero, por eso es importante seguir
aumentando la base de datos. Esa información es
necesaria para luego validarla con marcadores genéticos. La cuestión clave es trabajar con rodeos
bien manejados en los cuales puedan recabarse
datos de buena calidad.
–Eso es fundamental, porque cualquier error
en la base de datos a partir de la cual se va a
hacer la validación genómica, después se puede
pagar caro...
–Por supuesto; la confiabilidad de la información genómica reside en la calidad de la base
de datos empleada para validar los marcadores
genéticos. f CREA
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Cadena de valor del cultivo de tártago
South American Green Oil, empresa argentina especializada en la cadena de valor de la ricinoquímica,
continúa extendiendo el cultivo de tártago a nuevos ambientes. Recientemente, se han desarrollado
ensayos en las zonas de Las Catitas (Mendoza) y Quines (San Luis), con excelentes resultados. De este
modo, la empresa incrementa su presencia en diversos ambientes productivos, que se suman a las
provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, San Luis y Santiago del Estero.
En el plano industrial, avanza sobre la cadena de valor de la mano del investigador del Conicet Jorge
Pérez, quien se integró al staff como responsable de I+D + I de Aceites Industriales, abriendo el abanico
de posibilidades para la transformación del aceite de castor en productos de alto valor comercial.
La complementación perfecta en el manejo
de soja y de maíz
Becker Underwood presentó Foliar Fix, una extensa línea de fertilizantes foliares aptos para la aplicación
de micronutrientes a los cultivos.
La intensificación en el uso de los suelos agrícolas genera ciertos déficits de microelementos que cumplen una función fundamental en el metabolismo de las plantas. Su reposición es muy dificultosa por la
imposibilidad de regular en forma correcta y pareja su dosificación.
Por esta razón, los avances en la tecnología de análisis de suelos y el mayor conocimiento de la interacción de este tipo de elementos con los cultivos hacen de la fertilización foliar una herramienta de gran
utilidad para alcanzar el éxito productivo y económico.
La línea Foliar Fix incluye diversos productos (Complefix, Fospofix, Mangfix, Borofix, Zincofix, Topfix)
basados en diferentes micronutrientes diseñados para ser aplicados en cultivos de soja o de maíz, desde
la semilla hasta el momento de inicio de floración.
Mercoláctea 2013 premiará los mejores forrajes
Este año, en Mercoláctea, tendrá lugar la décima edición del tradicional Concurso de Forrajes Conservados, dirigido a todos aquellos que buscan incrementar su eficiencia y su competitividad en la utilización
del silaje.
En el próximo encuentro anual de la lechería, que se llevará a cabo del 8 al 12 de mayo, los forrajes
conservados se presentarán de dos maneras complementarias: por un lado, a través de una mayor
diversidad de muestras y categorías, y por otro, con las demostraciones de maquinaria a campo abierto
en las dinámicas forrajeras.
Es importante destacar que entre los objetivos del Concurso de Forrajes Conservados se cuenta concientizar al productor para que analice sus reservas y evalúe su calidad para tener un adecuado control
respecto a la nutrición de sus animales; generar las respectivas discusiones sobre cómo proceder para
lograr esos aumentos de calidad y difundir todo ese conocimiento, dándoles a los participantes la posibilidad de competir, entrando en un proceso de mejora continua. Además de las medallas de oro, plata
y bronce, se entregarán premios especiales a las categorías Silaje de maíz, Silaje de sorgo granífero,
Silaje de sorgo silero, Silaje de Sorgo forrajero, Silaje de pastura, Silaje de alfalfa, Silaje de soja, Silaje de
raigrás anual, Silaje de cereales de invierno, Heno de pastura menor y Heno de alfalfa. Ya está abierta la
inscripción; para obtener mayor información, enviar un correo electrónico a www.mercolactea.com.ar.
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Datos del 1 al 5 de enero. Precios de referencia de insumos agropecuarios sin IVAy sin fletes, excepto combustibles.
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Apuntes
REVISTA CREA
¿Otra vez sequía?
N° 388 FEBRERO 2013
Propietario: AACREA
Asociación Argentina de Consorcios
Regionales de Experimentación Agrícola
Director: Gerardo Sibaja
Editor: Carlos Marín Moreno
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Subeditor: Mariela Suárez
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Corrección: Alejandra Valente
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La sequía que generó daños gigantescos a la cosecha estadounidense de
maíz 2012/13, ¿podría extenderse hasta la próxima siembra de maíz de
EE. UU.? Algunos consultores agroclimáticos estiman que sí.
“A menos que haya un cambio repentino hacia condiciones de alta humedad, la sequía seguramente tendrá impacto durante la época de siembra”,
dijo el mes pasado Bryce Anderson, consultor climático del sitio agrícola
DTN, en declaraciones realizadas a las agencia de noticias Bloomberg.
“En la década del 30, hubo un período de cuatro a cinco años en el cual la
sequía fue una constante”, añadió.
El año pasado, EE. UU. experimentó una sequía de magnitud histórica.
Datos recientes publicados por la agencia climática estadounidense
(NOAA) indican que la primavera 2012 registró el promedio de temperaturas más elevado desde 1895 (año en el que comenzó a medirse dicha
variable en ese país).
El momento de la verdad ocurrirá en abril próximo, con el inicio de la
siembra de maíz estadounidense 2013/14. Si las condiciones hídricas no
son favorables para entonces, el factor climático impactará seguramente
en los precios de los principales granos.
Al 8 de enero pasado, Iowa –el principal estado productor de maíz de EE.
UU.– tenía un tercio de su territorio en situación de “sequía extrema”,
según datos del US Drought Monitor.
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