LA HISTORIA DE LA LINGÜÍSTICA EN LA EDAD MODERNA La Edad Moderna se ubica entre los periodos correspondientes a la caída de Constantinopla, antigua capital del imperio romano (1453) hasta la caída del Antiguo Régimen o monarquía francesa (1789). La Edad Moderna se inicia con el Humanismo, durante este lapso hay dos fechas y fenómenos históricos que influyen en el desarrollo de la Lingüística: el hundimiento del Imperio Bizantino en 1453 y el descubrimiento de América en 1492: su influencia se ve reflejada en la consideración de las lenguas antiguas: latín, griego y más tarde hebreo, así como en la amplia consideración de las lenguas vulgares europeas estudiadas hasta el siglo XV: español, italiano, inglés, polaco, eslavo, portugués, etc., todo ello influenciado por la evangelización. La Edad Moderna se caracteriza por la búsqueda de una Gramática general (universal), válida para todas las lenguas. Los estudios sobre el lenguaje se dividen en dos grandes corrientes, que son las mismas que las del Renacimiento, orientadas principalmente al análisis y descripción de las lenguas semíticas y americanas y al estudio genealógico de las lenguas: el Empirismo y el Racionalismo. El Empirismoi tiene como autores importantes en esta época a F. Bacón, Wallis, Wilkins, Locke; quienes tratan de establecer las relaciones entre el lenguaje y el conocimiento: ¿Qué es antes el lenguaje o el pensamiento? ¿Es el pensamiento producto del lenguaje? El Empirismo dará pié al surgimiento del Estructuralismo europeo y americano. Las gramáticas correspondientes al Racionalismoii son escritas en Port Royal y tienen como autores importantes a Arnaul y lancelot (1660), quienes proponen una gramática de validez universal; la novedad está en que hasta entonces la gramática estaba al servicio de la lógica. Hoy en día se ve al revés. La corriente del Racionalismo hará surgir a la Lingüística Transformacional. Las novedades lingüísticas que se presentan durante la Edad Moderna son: el surgimiento del concepto de evolución diacrónica de las lenguas y el parentesco entre las mismas. La importancia de la fonética radica en que se quiere conocer bien el latín. Al estudiarse las lenguas cultas y populares surge la cuestión de su parentesco; se consideran causas de la evolución lingüística los factores de contacto entre lenguas y la evolución interna de las mismas (gramática universal) 1 LA HISTORIA DE LA LINGÜÍSTICA EN LA EDAD CONTEMPORÁNEA La Edad contemporánea comprende el periodo entre la Revolución Francesa (1789-1799) y la actualidad. Es en esta edad en la que nace y se desarrolla una corriente lingüística que toma una postura crítica frente a la gramática tradicional que se considera como precientífica: la Lingüística Histórico-Comparativa (siglo XIX). Es en este siglo también en el que aparece por primera vez el término “lingüista” (1816) y “lingüística” (1833). Como se ha descrito, en la edad moderna existió un afán por centrar el estudio en el sánscrito, a través de un estudio contrastivo del latín, el griego y el sánscrito mismo; se plantea la existencia de una lengua anterior común: el indoeuropeo, de la que provendrían las tres mencionadas. La afirmación de Sir William Jones a la Royal Asiatic Society (1786) sobre el origen común de estas lenguas se convertiría en el punto de partida de la lingüística comparada y su afán por demostrar que las relaciones entre las lenguas pueden explicarse de una manera científica. Los grandes maestros de esta corriente son: Rask, Bopp, Humboldt, Schleicher, Díez, entre otros. A partir de 1876 y con la aparición de Leipzig surge un grupo de jóvenes investigadores en conflicto con las posturas de la época, son los llamados neogramáticos. Varias tesis son generadas por este grupo: los cambios fonéticos condicionados por el hecho de que las lenguas, casi siempre están en contacto con otras; la comprensión de la lingüística como una ciencia histórica; y la última, la vinculación insistente de la lingüística a la psicología, tomando a ésta como un instrumento de investigación en las relaciones entre lengua y pensamiento. Es en esta transición entre los comparatistas y los neogramáticos que surge Ferdinand de Saussure, rompiendo radicalmente la tradición de estudios lingüísticos preocupados hasta ese momento de análisis históricos. i El Empirismo es una manera de entender el conocimiento, sostiene que éste precede de las impresiones de los sentidos y de las operaciones que la mente realiza; por ello es fundamental la experimentación. ii El Racionalismo es otra manera de entender el conocimiento, sostiene que la verdad de éste está en la razón, basándose en conceptos inherentes al hombre en su naturaleza: ideas innatas. La gramática racionalista será descendiente del idealismo platónico desarrollado en la Edad Media. 2