alumnos con necesidades educativas especiales en colegios

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ALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES EN COLEGIOS RELIGIOSOS
La legislación educativa reciente ha contemplado las necesidades educativas
especiales de los alumnos y previsto espacios y recursos para tratarlas en los
colegios ordinarios. ¿Qué ocurre en los colegios religiosos?
La Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE) ha promovido
un estudio sociológico, dirigido por Luis Fernando Vílchez, para descubrir el
significado que la sociedad española actual da a los colegios religiosos (VILCHEZ
MARTÍN, Luis Fernando. Significatividad social de la escuela católica. Ediciones
SM. FERE. Madrid, 2002). Plantea esta pregunta con acierto, realismo y valentía.
En el resumen del número anterior de la revista ENTREMANOS, destacamos
que las comunidades educativas y religiosas opinaban que la sociedad valora la
escuela católica porque "prepara bien en conjunto", por su "calidad global", que
incluye también valores. (ELUSTONDO, V.: ¿Qué se valora en un colegio religioso?
ENTREMANOS, Nº 28. Abril 2003).
También los PADRES reunidos en grupos de discusión declaran que una de
las principales motivaciones para elegir un colegio religioso es la calidad de la
enseñanza: "Los alumnos salen bien preparados", "Nivel alto", "Preparar bien".
Expectativa alta: formación, calidad, futuro.
Esa misma conclusión aparecía en las respuestas de 1.400 padres a una
encuesta. Los motivos por los que eligen colegio religioso para sus hijos los padres
que optan por esta decisión se distribuyen según esta frecuencia.
Buenos compañeros.
Ofertas extraescolares.
Educación religiosa.
Ausencia de alumnos conflictivos.
Control del alumnado.
Elevada exigencia.
Buena enseñanza.
Motivo
segundo
9,50
9,90
8,70
10,10
16,80
25,60
17,70
Motivo
principal
2,30
2,30
4,30
4,30
9,70
11,70
64,60
Suma de
ambos
11,80
12,20
13,00
14,40
16,50
37,30
82,30
Esta buena enseñanza inequívocamente valorada por todos puede llevar
aparejado el peligro de la selectividad elitista, dificultad o resistencia a acoger
alumnos diferentes. Los autores hablan de exclusión indirecta: menor presencia de
alumnos "distintos", a quienes se atribuyen a priori problematicidad y bajada de
nivel académico.
¿Es posible atender las necesidades educativas especiales de algunos
alumnos manteniendo al mismo tiempo ese nivel académico alto de los colegios,
que tanto valoran padres, alumnos, profesores y directivos? El estudio que
comentamos avanza hacia el núcleo del problema a través de preguntas muy
pertinentes.
El cuadro siguiente indica el porcentaje de padres de colegios religiosos que
están de acuerdo con las frases propuestas referidas a alumnos con necesidades
educativas especiales. (Claves: NC: No contesta. N/P: Nada o Poco de acuerdo.
B/M: Bastante o Muy de acuerdo).
Su presencia es positiva para todos los niños.
Las clases con estos niños tienen nivel más bajo.
Estos niños deben integrarse en centros ordinarios.
Deben escolarizarse en centros específicos.
NC
7,80
10,20
11,00
8,40
N/P
35,10
47,90
39,20
41,00
B/M
57,10
41,90
49,80
50,60
Los resultados muestran que los padres se dividen en dos grupos amplios,
con una ligera diferencia a favor de posturas integradoras. Bastantes padres
opinan que la presencia de alumnos con necesidades educativas especiales puede
suponer un nivel académico más bajo.
En teoría, las comunidades educativas y religiosas, y los padres aceptan la
diversidad, pero falta atenderla e integrarla de manera efectiva. Se pone el énfasis
en las dificultades, especialmente en la falta de práctica, preparación y hábitos.
Los padres tienen opiniones contradictorias. Valoran el nivel. También
critican al profesorado a partir de experiencias concretas de falta de éxito en los
estudios o problemas disciplinares. Aún reconociendo que en los últimos años ha
aumentado la sensibilidad ante alumnos con necesidades, creen que los colegios
religiosos tienen menor capacidad para atender y sacar adelante a niños con
problemas de aprendizaje, de manera que algunos acusan de que "sólo interesan
los listos".
Parece que los padres y madres tienen reservas cuando temen que sus
propios hijos resulten perjudicados; hay receptividad, si no hay peligro de que el
nivel baje. Incluso no faltan quienes piensan que tal presencia resta prestigio al
colegio o corre peligro de ello. Aparece una crítica a los colegios religiosos que,
paradójicamente, es autocrítica para los propios padres: poca o menor presencia
de niños diferentes en esos colegios, pero que es debida, en bastantes casos, a la
presión que ejercen los mismos padres. Los padres reconocen el riesgo de cierto
elitismo, menor que en otras épocas, pero no del todo abandonado y dificultades
para acoger a alumnos de diversidad en toda la extensión y según les
correspondería, aspecto reforzado por determinados medios de información que
refuerzan este estereotipo.
Los religiosos responsables de los centros educativos proponen la necesidad
de implicarse, especialmente, con alumnos que tienen necesidades educativas
especiales como prioridad y urgencia para sensibilizarse ante los más necesitados
y acrecentar el significado social de la escuela católica.
También los padres reunidos en grupos de discusión proponen que los
colegios religiosos superen la tendencia al elitismo, se abran a los más necesitados
y sean sensibles por coherencia ante los alumnos más necesitados, empezando por
incorporar el cupo de inmigrantes y de alumnos con necesidades especiales de
educación que les corresponden.
Vicente Elustondo. Orientador.
ENTREMANOS. Nº 29. Junio, 2003.
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