91| VELÁZQUEZ, Isidro (Madrid, 1765-1840) Roma. Templo de Antonino Pío y Faustina (1792-1796) Dib/14/8 1 álbum (7 dibujos) sobre papel amarillento verjurado : pluma, pincel, compás, lápiz negro, sanguina, tinta negra, aguadas rosas y grises ; 635 x 504 mm. Barcia n.os 1185-1190 bis. Mandado construir por decreto del Senado en memoria de Faustina, la mujer de Antonino Pío, divinizada tras su fallecimiento en el año 141, el templo fue dedicado también al emperador cuando murió, veinte años más tarde, y fue igualmente divinizado. Próstilo hexástilo, con diez columnas monolíticas de un característico mármol de Carystos y basas y capiteles corintios de mármol blanco, el templo se eleva sobre un podio que se ha conservado casi por entero, aunque las gradas han sido en parte reconstruidas. El tímpano original había sido derribado en el siglo XIV para utilizar sus mármoles en la construcción del Palacio de Letrán y la cornisa presentaba notables ausencias cuando lo dibujó Isidro Velázquez, aunque mantenía completo el friso de grifos, roleos de acanto y candeleros esculpidos. La iglesia medieval de San Lorenzo in Miranda se apropió de los restos del templo hasta que fue derribada en 1536, con motivo de una visita de Carlos V a Roma. En 1602 fue reconstruida ocupando la cella del templo antiguo. Los dibujos de Isidro Velázquez hacen el esfuerzo de abstraer la intervención barroca, dejando sus elementos originales a la vista tal como se encontraban cuando los representa, sin aventurar una hipótesis de restauración gráfica a su primer estado y consignado medidas procedentes de Palladio y Desgodetz. El ejercicio académico de mero levantamiento del templo de Antonino y Faustina lo hicieron también en Roma los pensionados españoles Domingo Lois Monteagudo en 1762 y, quizá a la vez que Isidro Velázquez, Evaristo del Castillo en 1793, aunque este último lo completó añadiendo la restauración gráfica, llegando a formar diez planos que le valieron su elección como académico de mérito por la Arquitectura en la Junta Ordinaria de la de Nobles Artes de San Fernando reunida el 10 de noviembre. Por su parte, Isidro Velázquez no obtuvo reconocimiento alguno por sus planos de este templo, ya que era pensionado extraordinario, es decir, quedaba fuera de la dirección de la Academia de San Fernando a la que estaban sometidos Evaristo del Castillo y Silvestre Pérez como pensionados oficiales. En consecuencia, don Isidro no enviaba a ella sus trabajos. La tutela sobre su actividad la ejercían su maestro, Juan de Villanueva, y el ministro plenipotenciario de España cerca de la Santa Sede, José Nicolás de Azara, por encargo del conde de Floridablanca. [PMG] 11