1 ENSAYO PARA ASPIRAR AL CARGO DE CONSEJERO DE LA

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ENSAYO PARA ASPIRAR AL CARGO DE CONSEJERO DE LA JUDICATURA
FEDERAL.
De conformidad a lo que dispone el punto tercero del Acuerdo de las
Comisiones Unidas de Justicia y de Estudios Legislativos por el que se Establece
el Procedimiento para la Comparecencia y Dictaminación de los Aspirantes para la
Elección de Consejero de la Judicatura Federal, me permito exponer el plan de
trabajo en el supuesto de que se me eligiera para ocupar ese cargo:
A) Como Consejero de la Judicatura Federal, propongo llevar al
Poder Judicial de la Federación a la modernidad, lo que ha de realizarse mediante
la utilización de herramientas tecnológicas subutilizadas, que han demostrado
tener excelentes resultados en los órganos jurisdiccionales en los que se han
implementado; esto es, impulsar un cambio que ha de realizarse de manera
escalonada y paulatina, pero constante, hasta conseguir la meta final, esto es, la
existencia de juicios virtuales.
A grandes rasgos y a fin de apoyar mi argumento, y mostrar que esta
visión es posible de materializar, cito el funcionamiento de los Juzgados Federales
Penales Especializados en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones,
que cuentan con el sistema denominado Ventana Electrónica de Trámite (VET),
que explico brevemente:
El fiscal federal realiza su petición vía electrónica a través de dicho
sistema informático, al que adjunta las constancias relativas a la medida cautelar
solicitada, en archivos digitalizados; dichas constancias son validadas con la firma
electrónica que previamente ha sido autorizada por el Consejo de la Judicatura
Federal.
El Juez especializado recibe dicha solicitud y constancias, que al
contener la firma electrónica del fiscal federal, generan la certeza y autenticidad de
los documentos, acto seguido el juzgador resuelve, y remite, por la misma vía la
determinación adoptada, de igual manera, con el uso de firmas electrónicas.
Un sistema de esta naturaleza resultaría útil a las actividades
desarrolladas por los diversos órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la
Federación, por citar algunos, a los Juzgados de Distrito que conocen de Procesos
Penales Federales, que se encuentran en los Centros Federales de Readaptación
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Social (CEFERESOS), específicamente en lo concerniente a los exhortos. Pues,
de lograrse la implementación del sistema, permitiría que las constancias se
remitieran de forma virtual, lo que generaría un importante ahorro de tiempo y
facilitaría la localización y orden de las constancias requeridas por el juzgador.
Piénsese en los casos en que los exhortos se remiten a fin de
resolver la situación jurídica del detenido, o lo relativo a órdenes de aprehensión,
que por ley tiene el juzgador término establecido para emitir la resolución
correspondiente; los enormes beneficios que aportaría la comunicación
digitalizada, para que la exhortante pueda contar con las constancias autorizadas
mediante firma electrónica de la exhortada, de forma inmediata, segura y sin los
retrasos que genera a menudo el uso del fax, en el mejor de los casos, así como
mensajería privada, o correo ordinario.
Además, tómese en cuenta los beneficios que puede aportar el que
estos asuntos puedan ser resueltos a distancia, encaminados a la protección del
juzgador, en cuanto a su seguridad personal se refiere, pues como sabemos, y
como lo ha expuesto el Ministro Presidente, Juan N. Silva Meza, tristemente se
han presentado amenazas y atentados contra nuestros compañeros jueces, por
grupos pertenecientes a la delincuencia organizada, a fin de que resuelvan de
forma favorable a los implicados, los asuntos relacionados con este rubro.
Con posterioridad podría llevarse este sistema a Tribunales
Colegiados de Circuito, quienes por su naturaleza no requieren el desahogo de
diligencias directamente, pues resuelven, en la mayoría de los casos asuntos ya
concluidos.
Por todo lo anterior, y ante la infinidad de beneficios que podría
aportar la implementación de un sistema de esta naturaleza, la que estoy
convencido de que puede lograrse y generar una impartición de justicia más
efectiva, pronta y expedita, llevará a la modernización y efectividad de nuestro
sistema judicial.
B) Mejorar los concursos de oposición para designación de Jueces
de Distrito.
El establecimiento de reglas claras en los procedimientos de
selección y designación de Jueces de Distrito, que otorguen seguridad jurídica a
los participantes, ha sido uno de los objetivos perseguidos por el Consejo de la
Judicatura Federal, siendo una de las fuentes que generan el perfeccionamiento
de las reglas, los criterios emitidos por la Suprema Corte de Justicia la Nación, al
resolver los recursos de revisión administrativa planteados por quienes consideran
ser afectados con las determinaciones emitidas por el propio Consejo en Materia
de concursos de oposición.
Sobre la base anterior, es importante establecer el sistema de
examen de Jueces de Distrito acorde a los tiempos actuales, que otorguen la
legitimación necesaria a tales funcionarios para ejercer su cargo ante la sociedad,
para lo cual estimo necesario establecer un sistema de examen donde se tome en
consideración como aspecto relevante, los méritos judiciales y en la carrera de
abogados de los aspirantes, con la finalidad de que quienes sean sujetos de
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elección, cuenten con una trayectoria que se apegue a los principios de
excelencia, imparcialidad y probidad necesarios para ese cargo; de igual manera,
es necesario hacer énfasis sobre una etapa de examen en que se resuelva un
caso práctico y entrevista presencial, pues ello pone en evidencia las aptitudes del
examinado para resolver asuntos y toma de decisiones que sean apegados a
derecho; finalmente, dada su trascendencia y buenos resultados, es pertinente
someter a los aceptados, a un curso donde se les impartan las materias
necesarias a fin de contar con los elementos necesarios para hacer frente al cargo
de juzgador federal.
De igual manera, estimo necesario mejorar la transparencia en los
siguientes aspectos:
Establecer los lineamientos a efecto de que los procesos de
selección de Jueces y Magistrados, a través de los concursos de oposición, se
atestigüen por observadores ciudadanos, con la finalidad de que puedan constatar
la legalidad de los mismos y transmitir su apreciación a la sociedad, de tal forma
que le den certeza de que los juzgadores son nombrados democráticamente,
buscando además, las personas adecuadas para esa función, aparte con esto se
da cumplimiento a la exigencia de la sociedad de que sus miembros se juzguen
por jueces dignos, y para ello necesita tener la seguridad de lo ético de su
conducta, de su capacidad jurídica, así como de su total entrega al trabajo, esto
es, quiere conocerlos, porque hoy, la figura del juez resalta como nunca antes,
estamos ante una nueva forma de participación ciudadana: la de la sociedad que
juzga a sus juzgadores.
C) En las reformas al artículo 94 Constitucional, mediante decreto
publicado el seis de junio de dos mil once, se estableció la obligación de emitir
acuerdos generales para establecer Plenos de Circuito, atendiendo al número y
especialización de los Tribunales Colegiados que pertenezcan a cada Circuito, así
como que las leyes determinarán su integración y funcionamiento.
Los plenos de circuito serán órganos del Poder Judicial de la
Federación, conformados por magistrados, que se encargarán de dirimir las
contradicciones que surjan en criterios, tesis y jurisprudencias que emitan los
tribunales colegiados de circuito. Lo anterior, para lograr uniformidad y mayor
claridad en el Derecho.
En la actualidad, esa labor la realiza la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, pero con la reforma constitucional parte de esa tarea será encargada a
los futuros plenos de circuito.
Sobre esa base, estimo necesario la emisión de acuerdos generales
donde se instrumente la funcionalidad de los Plenos de Circuito, para lo cual es
necesario que se establezcan dos plenos de circuito a nivel regional, asimismo,
funcionen con Magistrados de Circuito que se ocupen específicamente del
funcionamiento de esos tribunales y se defina que dichos plenos, al resolver las
contradicciones de tesis suscitadas entre los Tribunales Colegiados del circuito al
que pertenezcan, se definan como superiores jerárquicos.
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Los Plenos de circuito deberán ser encabezados por Magistrados de
Circuito que tengan una reconocida trayectoria, haber servido con eficiencia,
capacidad y probidad en la impartición de justicia, con honorabilidad, competencia
y antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica; pues deberán
emitir sus criterios atendiendo a la defensa de los derechos humanos, en la
interpretación de leyes y procurar la defensa a favor de los derechos de las
personas o de los gobernados, en observancia a los pactos internacionales y
sobre todo, a la Carta Magna.
D) Se propone que las sesiones del Consejo de la Judicatura Federal
se hagan públicas a través de los medios electrónicos, principalmente cuando se
trate de procedimientos administrativos con motivo de alguna falta de un
funcionario judicial y su posible sanción, para lograr garantizar que la sociedad
tenga conocimiento de que se ejercen con eficacia las funciones de vigilancia a
cargo del propio Consejo.
E) Por otro lado, se propone someter las diversas áreas del Consejo
de la Judicatura Federal, a control de calidad, con base en mediciones de sus
logros y el cumplimiento de la misión y objetivos que deriven metas claras, de tal
forma que se consigan los siguientes objetivos en cada área administrativa:
- Impulsar la eficiencia, eficacia y productividad de las actividades de
cada miembro.
- Disponer de una herramienta de información sobre la gestión de la
organización, para determinar si se están logrando los objetivos propuestos de
manera adecuada.
- Identificar oportunidades de mejoramiento en actividades que por
su importancia requieren reforzar o reorientar esfuerzos.
- Identificar fortalezas en las diversas actividades, que puedan ser
utilizadas para reforzar comportamientos positivos.
- Contar con información que permita priorizar actividades y tomar
decisiones basadas en la necesidad de cumplimiento de objetivos a corto,
mediano y largo plazo.
F) Hacer una acuciosa revisión de los acuerdos que en la actualidad
emitió el Consejo y que se encuentran vigentes, para efectos de depurar aquellos
que resulten obsoletos, que su fin no sea práctico o que se contrapongan con
algún criterio que sustente la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Para avalar
lo anterior, basta con remitirse a la aclaración del Acuerdo General 10/2006, en el
cual se estableció los días inhábiles para efectos del cómputo de los plazos
procesales en los asuntos de la competencia del Consejo de la Judicatura Federal,
órganos auxiliares y órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación,
con excepción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Tribunal
Electoral, con lo que sin duda, se persigue evitar la confusión, en beneficio de la
seguridad jurídica de los gobernados, sin embargo, tal criterio se contrapone a la
tesis 19/2003, que sustentó el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de
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la Nación, bajo la voz: “DÍAS INHÁBILES PARA EL ANUNCIO DE LAS
PRUEBAS TESTIMONIAL, PERICIAL E INSPECCIÓN OCULAR EN EL
AMPARO. SÓLO TIENEN ESE CARÁCTER LOS ESTABLECIDOS EN
DISPOSICIONES GENERALES EXPEDIDAS POR EL ÓRGANO LEGISLATIVO,
SIN INCLUIR LOS DÍAS EN QUE SE SUSPENDAN LAS LABORES DEL
ÓRGANO JURISDICCIONAL POR ACUERDO DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN, DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL O
DEL PROPIO TRIBUNAL O JUZGADO”, de cuyo contenido, en lo que interesa,
se desprende, que se consideró que los días que se pueden considerar inhábiles
son aquellos que previenen las disposiciones legales y no los que provengan de
acuerdos que pronuncie el Consejo de la Judicatura Federal, otro punto a
considerar se encuentra en la modificación del Acuerdo General 57/2006, en
donde se agregó la fracción XXXI, que es del tenor siguiente: “Los jueces de
Distrito en Materia Penal del Primero, Segundo, y Tercer Circuito, y los Mixtos con
sede en aquellos lugares donde exista un centro federal de readaptación social de
máxima seguridad ejercerán jurisdicción en toda la República para conocer de
aquellos asuntos que se encuentren en la hipótesis del artículo 10, párrafo tercero,
del Código Federal de Procedimientos Penales, conforme al turno que les
corresponda”. Lo que revela que si de conformidad con lo dispuesto por el numeral
10 del Código Federal de Procedimientos Penales se faculta al Ministerio Público
Federal de considerarlo necesario de llevar el ejercicio de la acción penal ante un
Juez de Distrito distinto al lugar del de la comisión del delito, por razones de
seguridad en las prisiones, entendiendo por este los reclusorios catalogados como
de máxima seguridad, entonces, porqué en la fracción que se invoca se alude al
Primer Circuito, cuando este comprende a la ciudad de México y en dicho circuito
no existe reclusorio de máxima seguridad.
En lo que toca al Acuerdo General 1/2001, en donde se establecen
las bases para depurar, los expedientes de los archivos de los Órganos
Jurisdiccionales, considero que al comisionar sobre todo a los Jueces de Distrito y
personal directamente a su cargo a realizar esta labor, propicia que desatienda
sus principales funciones que es la de administrar justicia, aparte de que el manejo
de esa clase de expedientes puede ocasionar enfermedades al personal, por lo
que, es necesario que tal encomienda recaiga en un órgano especialmente
establecido, a cargo de la Casa de la Cultura Jurídica con sede en los distintos
Circuitos, para que por medio de personal especializado, se verifique la
depuración de los expedientes en los Juzgados de Distrito.
De igual forma, es conveniente volver a analizar la normatividad bajo
la cual se faculta a los órganos jurisdiccionales auxiliares para el dictado de la
sentencia, con la finalidad de agilizar las consultas que se hagan al Consejo de la
Judicatura Federal y hacer la precisión conducente sobre la competencia de la
cual quedan investidos, esto es, analizar si el órgano auxiliar asume sólo la
especialidad del ente auxiliado o perviven sus atribuciones genéricas, es decir, es
prudente revalorar si a pesar de que el auxilio se preste a una entidad
especializada subsiste la materia mixta.
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La justificación de ello, radica en proponer el análisis de problemas
que se suscitan en la práctica y los cuales generan inseguridad jurídica en tanto se
puede llegar al extremo de que un órgano auxiliar resuelva sobre un asunto de
competencia laboral, a pesar de que el expediente provenga de un ente
administrativo, particularidad sobre la cual una vez, dictada la ejecutoria, ese
asunto laboral se regresará al órgano administrativo para continuar con el trámite
conducente, circunstancia que se confronta con el principio de especialidad.
Lo anterior adquiere relevancia si se toma en consideración que en la
jurisprudencia por contradicción de tesis 1a./J. 115/2010, de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro “ÓRGANOS AUXILIARES.
DEBEN ANALIZAR LA COMPETENCIA AL DICTAR SENTENCIA”, se determinó
que el órgano auxiliar facultado mediante acuerdo general del Pleno del Consejo
de la Judicatura Federal para fallar asuntos en apoyo a otros juzgados de amparo
debe analizar la competencia, ya que puede hacer todo lo que el tribunal de origen
haría si estuviera resolviendo, en virtud de que el estudio de las cuestiones
relacionadas con la competencia constituye uno de los presupuestos para el
dictado de las sentencias, y la facultad para ello no puede disociarse de la de
emitir el fallo; por su parte, la Segunda Sala del propio Tribunal, en la
jurisprudencia 2a./J. 107/2010, de rubro “ÓRGANOS JURISDICCIONALES
AUXILIARES. SU COMPETENCIA”, sostuvo lo contrario, al indicar que los
órganos jurisdiccionales auxiliares tienen una competencia restringida, es decir, no
abierta al turno ordinario de los asuntos, por lo que no pueden declararse
incompetentes y negarse a conocer de los remitidos para su resolución, dado que
su actuar se rige por el acuerdo general correspondiente y, por ende, su
competencia está circunscrita a dictar sentencia en los expedientes remitidos por
disposición del Consejo de la Judicatura Federal.
De ahí la necesidad de la emisión de acuerdos necesarios a fin de
dilucidar la cuestión competencial de los órganos auxiliares, sobre el tópico de
referencia; máxime que tanto la Primera como la Segunda Sala del Alto Tribunal
orientan sus criterios a la luz de lo dispuesto en los acuerdos del Consejo de la
Judicatura Federal.
G) Conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
el Instituto de la Judicatura es el órgano auxiliar del Consejo de la Judicatura
Federal en materia de investigación, formación, capacitación y actualización de los
miembros del Poder Judicial de la Federación y de quienes aspiren a pertenecer a
éste. Por ello, considero importante fortalecer a ese órgano con el objeto de que el
curso de especialización judicial, que se imparte a través de Jueces de Distrito y
Magistrados de Circuito, adquieran un reconocimiento oficial por la Secretaría de
Educación Pública, incluso alcanzando el grado de Diplomado o Maestría.
Para tal efecto, es conveniente poner a consideración del Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal, la propuesta en el sentido de enaltecer la
función de impartir la cátedra en el Instituto de la Judicatura Federal, lo cual se
puede lograr mediante la selección de aquellos jueces y magistrados e incluso
secretarios quienes cuenten con respaldo curricular, experiencia y acercamiento
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con la docencia a fin de elevar el nivel en la impartición de clases, pues ello
constituye un pilar en la preparación y generación de personas quienes cumplan el
perfil del servidor público impartidor de justicia.
Ello, desde luego, deberá ir acompañado de la evaluación periódica
de los profesores y la rotación de los mismos, claro, en los circuitos donde sea
posible, con la finalidad de incentivar el privilegio de impartir cátedra en esa
honorable institución y evitar caer en la monotonía, aunado al hecho de que sea
campo fértil para las nuevas generaciones.
H) Con motivo de reformas que se propongan a las leyes inherentes
a la función del juzgador federal, desde su proyecto, propongo la intervención
directa del Consejo de la Judicatura Federal, a efecto de que se organicen mesas
de trabajo con Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, en las que se elabore
un estudio profundo, sobre el tema, mismo que se hará llegar a la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, para que, si lo estima conveniente, lo haga suyo y lo
presente ante las autoridades correspondientes.
I) Propongo hacer las gestiones necesarias para dotar de defensores
de oficio federal y mejorar las instalaciones de las oficinas de la defensoría que se
ubican en las agencias del Ministerio Público Federal.
J) Otra propuesta consiste en analizar las prestaciones de los
trabajadores del Poder Judicial de la Federación, en relación con quienes opten
por la jubilación, toda vez que las percepciones posteriores a la conclusión de la
relación laboral en activo sufren una disminución substancial en cuanto a la
percepción por sí misma y debido al pago de impuestos que se genera sobre
éstas.
Al respecto, es conveniente destacar que la jubilación se configura
porque el trabajador concluyó su vida laboral productiva o cumplió los requisitos
de ley, lo cual conlleva que sus mejores años de productividad los dedicó a la
institución de ahí que se justifica que los montos de sus percepciones continúen
vigentes, ya que después del retiro sobrevienen diversas adversidades de salud y
otras cuya atención resulta ser de mayor especialidad.
Al respecto, se propone la revisión del Acuerdo general 28/2005 del
Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que regula el plan de pensiones
complementarias de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, con el objeto de
buscar incrementar el plan de pensiones a fin de ajustarlo a una realidad
económica de los pensionados y no hacer derivar el monto de las pensiones, de la
situación económica del pensionado o sus beneficiarios, pues ello redunda en
otorgar una menor pensión a aquél titular o beneficiarios que fueron capaces de
administrar mejor sus ingresos; además de que se debe tomar en consideración
que la pensión de referencia, además de que se calcula tomando en cuenta el
salario compactado, a lo que se resta además, el impuesto sobre la renta,
circunstancia que no concuerda con el derecho que debe asistir a quienes
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entregaron una vida al servicio público de tal responsabilidad, obtengan una
pensión digna y de acuerdo al salario bruto que se venía percibiendo.
Lo anterior deriva de lo dispuesto en el Acuerdo General 35/2010, del
Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que reforma los artículos 4, párrafos
primero y penúltimo, 13, fracción I, y 15, párrafo segundo, del diverso acuerdo
general 28/2005, del propio órgano, que regula el plan de pensiones
complementarias de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, para establecer
que “En ejercicio de dichas atribuciones, el Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal podrá revisar el monto de las pensiones por jubilación, a fin de que la
pensión total se mantenga dentro del 80% del sueldo pensionable, y que la
pensión complementaria no resulte menor al 25% del salario neto que perciban
Jueces de Distrito o Magistrados de Circuito en activo."; pues como se vio, el
monto de la pensión debe obedecer al salario bruto, en un 100% cien por ciento,
de manera que los pensionados obtengan una pensión digna y de acuerdo al
salario bruto que se venía percibiendo.
K) A efecto de incentivar el aumento de calidad en la elaboración de
resoluciones, es conveniente crear un reconocimiento al desempeño judicial a
través de los cuales se reconozca la labor de jueces y magistrados, por la calidad
de sus sentencias, pero principalmente por su labor jurisprudencial, el que se
puede realizar por circuito y de entre los más destacados de cada circuito otorgar
otro más a nivel nacional.
Considero que de esa manera, al motivar la labor y aumento de
calidad, la potencial consecuencia sería incrementar la seguridad jurídica y
acrecentar la credibilidad en la emisión de resoluciones del Poder Judicial de la
Federación.
L) Un tema de preocupación en la actualidad, es la situación de
inseguridad por la cual atraviesa nuestro país y a la cual no es ajeno el Poder
Judicial de la Federación; por ese motivo, es recomendable emprender un análisis
responsable, objetivo, real y concreto con la finalidad de que todos los elementos
quienes prestan seguridad en los edificios de la institución se encuentren
certificados como aptos y capaces para desarrollar esa noble función y poder
afrontar situaciones de alto riesgo, lo cual garantizará una protección eficaz al
personal de la institución.
Aunado a lo anterior, las medidas de seguridad y protección se
deben extender a los titulares de los órganos jurisdiccionales, pues son públicos
los ataques de que han sido víctimas algunos compañeros y cuyo resultado ha
sido fatal; por eso, es conveniente analizar e implementar medidas de alta
seguridad en juzgadores adscritos a órganos jurisdiccionales que laboren en
lugares donde existan prisiones federales de máxima seguridad, cuyas
circunstancias representen altos riesgos para su vida.
M) Otra propuesta es que para los juzgadores en materia penal, se
autorice la firma electrónica del despacho de asuntos, ello con el fin de evitar
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traslados innecesarios, que sólo exponen a la persona del juzgador, además, en
algunas ocasiones podrá darse el caso de diversas dificultades para trasladarse a
las instalaciones del órgano jurisdiccional, por ser horarios inhábiles, ya que los
fines de semana por lo regular se aprovecha para salir fuera de la zona
metropolitana, o para atender algún compromiso, también, en otras ocasiones por
la hora en que ya es hora de dormir y las distancias se afecta la seguridad del
titular del órgano, lo que se evitaría si se autoriza este tipo de promoción,
aprovechando la tecnología que esta al alcance de los órganos jurisdiccionales;
N) Un dato importante a considerar y, por ende, materia de estudio
para proceder a su regulación normativa, consiste en estudiar la conveniencia o no
de actos tendentes a realizar sorteos, rifas, tandas, cajas de ahorro u otros actos
que tengan por efecto el manejo de recursos económicos entre los miembros del
Poder Judicial de la Federación; ello es así, porque mediante ese tipo de actos se
ha prestado al fraude entre el propio personal de la institución.
Ñ) De relevante importancia resulta proceder al análisis del contenido
del artículo 1° de la Carta Magna, de acuerdo con el cual los tratados, pactos o
convenios internacionales en los que México sea parte, tienen aplicación
obligatoria, motivo por el cual es prudente realizar el estudio de la normatividad
imperante en el Consejo de la Judicatura Federal para determinar si se
contraviene o no alguno de esos pactos y, en su caso, dar paso a las reformas
conducentes a efecto de actualizar el texto legal y armonizarlo con el numeral
citado.
A modo de ejemplo, se tiene que en los supuestos de suspensión de
jueces y magistrados, las resoluciones sobre ese tema resultan inatacables, en
términos del artículo 100 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; sin embargo, debido a la falibilidad del ser humano, es conveniente
que ese tipo de resoluciones, por su trascendencia, sean impugnables.
Lo anterior, en estricto apego al derecho a la impugnación de las
resoluciones judiciales que deriva de lo dispuesto en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), en cuyo artículo 25 prevé el
derecho de recurrir cualquier fallo ante el juzgador o el Tribunal Superior y que
toda persona debe contar con un recurso sencillo y rápido; de ahí lo necesario en
implementar las vías conducentes a fin de garantizar el respeto a dicha
normatividad suprema.
Lo expuesto adquiere relevancia, si se toma en consideración la
obligatoriedad de los tratados internacionales y las referidas reformas al artículo 1º
Constitucional, el Consejo debe cuidar el aspecto de la no afectación a los
derechos humanos, lo que origina la necesidad de realizar un análisis profundo de
todos sus acuerdos y de aquéllas disposiciones generales que puedan resultar
adversos al mandato constitucional y esos tratados internacionales.
O) Instituto de la Judicatura Federal.
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El Instituto de la Judicatura Federal, se erige como órgano auxiliar
del Consejo de la Judicatura Federal al cual se encomiendan las tareas de
investigar, formar, capacitar y actualizar a los miembros del Poder Judicial de la
Federación, así como a quienes aspiren a pertenecer a éste.
Ahora, para desarrollar las funciones descritas con antelación y dado
la extensión del Poder Judicial de la Federación en el territorio nacional, se han
establecido extensiones regionales, así como la posibilidad de apoyar programas y
cursos en los diversos poderes judiciales de cada Entidad Federativa e incluso con
las universidades del país a fin de establecer lazos de auxilio para el desarrollo de
sus funciones.
En ese sentido, la noble tarea académica de la cual queda investigo
el Instituto de la Judicatura Federal, requiere ser desarrollada por personal
capacitado y con experiencia suficiente en el desempeño de la función
jurisdiccional por constituir un pilar fundamental en la transmisión de
conocimientos teóricos y prácticos que versen sobre las vivencias diarias dentro
de los órganos jurisdiccionales.
Por eso, es necesario y conveniente perfeccionar la selección de
quienes desarrollen la labor de director en las diversas extensiones del Instituto de
la Judicatura Federal, es decir, la idoneidad y perfil de quien tenga a su cargo la
dirección se debe centrar en aquellos con vocación académica y de investigador,
quien, a su vez, bajo la misma directriz tendrá la encomiable tarea de seleccionar
a los catedráticos del propio Instituto, pues de esa manera se logra un aporte
metódico y científico sobre la capacitación del personal del Poder Judicial de la
Federación.
Asimismo, es conveniente que el cargo de Director de las
extensiones del Instituto sea con duración de cuatro años y, previa evaluación de
su desempeño, prorrogable por otros cuatro más sin posibilidad de segunda
relección y sin perjuicio de contar con la posibilidad de participar de nuevo para
dicho cargo pasados, por lo menos, cuatro años luego de la conclusión de dicho
cargo, de tal manera que la ocupación del puesto sea limitada en cuanto a su
duración y en aras de nutrir a la institución de nuevas ideas en atención a las
cambiantes circunstancias de las necesidades sociales.
Ahora, es conveniente y en aras de incentivar la labor académica y
de investigación, que el trabajo desarrollado por quienes ocupen el cargo de
directores en las extensiones sea tomado en cuenta, por su desempeño, para
participar en la posterior designación Director del Instituto de la Judicatura Federal.
De igual forma, los maestros quienes participen en la impartición de
clases tendrán una participación de uno o dos años máximo, con la finalidad de
lograr la aportación de distintas ideas y rotar, en la medida de lo posible, a los
distintos jueces y magistrados adscritos a la extensión donde se lleven a cabo los
cursos correspondientes; lo anterior, sin perjuicio de que dichos maestros puedan
volver a participar luego de acumulas, como mínimo, un año de descanso sobre
dicha función.
Implementación de juicios orales penales.
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El 18 de junio de 2008 se publicó en el Diario Oficial de la Federación
la reforma de los artículos 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22; las fracciones XXI y XXIII del
artículo 73; la fracción VII del artículo 115 y la fracción XIII del apartado B del
artículo 123, todos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La finalidad es mejorar la función jurisdiccional en el ámbito del
sistema penal, ello en virtud de tener injerencia directa en la seguridad pública, la
procuración e impartición de justicia, la reinserción social y, sobre todo, ante la
demanda incesante e incansable de la sociedad de hacer justicia a fin de hacer
eficaz el estado de derecho.
Así, al implementarse los juicios orales se atiende a principios
procesales de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación,
tal como se estatuye en los numerales 16, párrafo segundo y décimo tercero, 17,
párrafos tercero, cuarto y sexto, 19, 20 y 21, párrafo séptimo de la carta magna.
Ahora, para implementar, de manera eficaz, el nuevo modelo de
justicia penal en la integridad y finalidades de la reforma, es necesario continuar
con la adecuación de la legislación penal secundaria, capacitación de los
principales actores jurídicos, la dotación de recursos económicos suficientes e
infraestructura adecuada, tanto en el Poder Judicial de la Federación como en
diversas instituciones de procuración de justicia y ejecución de penas, por
mencionar algo de lo más relevante.
Es comprensible la exigencia descrita porque el juicio oral tiene como
presupuesto la intervención de jueces de instrucción y jueces de juicio oral, dado
la prohibición expresa de que un solo juez conozca de la instrucción y la
resolución del asunto.
Sin embargo, para lograr la instrumentación de los juicios orales y
que se logre su eficacia, será necesario la profesionalización de los diversos
actores, tales como agentes de policía, federales y locales, ampliamente
capacitados y equipados, con conocimiento pleno de las funciones eminentemente
preventivas que les toca desempeñar; agentes del Ministerio Público y
ministeriales a su cargo, con conocimientos profundos en técnicas científicas de
investigación del delito, capaces de garantizar la eficiencia en la procuración de
justicia y la confianza de la sociedad; jueces de instrucción, de juicio oral, en
justicia para adolescentes, en ejecución de penas, confiables, con conocimientos
enfocados a cada una de esas áreas; defensores públicos eficientes y eficaces,
que garanticen a la sociedad un cabal acceso a la justicia; abogados capacitados
para litigar conforme a los postulados del sistema garantista acusatorio penal,
comprometidos con la defensa de los derechos fundamentales; y, por último,
docentes e investigadores, dispuestos a ampliar y profundizar los conocimientos
de la oralidad en materia penal, conforme al contexto del sistema jurídico nacional.
Dentro del amplio espectro que requiere la adecuada implementación
de los juicios orales, se destaca que su éxito o fracaso dependerá de la dotación
de recursos financieros que hagan posible tanto la capacitación de abogados,
agentes del Ministerio Público, juzgadores, defensores públicos, como la
adecuación de los inmuebles de los poderes judiciales mexicanos, para el
desarrollo de las audiencias.
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Lo así dicho es necesario porque la modificación fue de un sistema
de justicia penal y no de simples modificaciones a la normativa, de ahí lo
necesario en fortalecer la Policía Federal Preventiva, Procuraduría General de la
República, Consejo de la Judicatura Federal, Defensoría Pública y Órgano
Desconcentrado de Readaptación Social.
Es así, porque dentro del Poder Judicial de la Federación se debe
tener en cuenta la necesidad de contar con mayor presupuesto con partida fija y
con tendencia a incrementarse para desarrollar la infraestructura, sostener su
operación y dar continuidad a los nuevos juzgados de control, de instrucción, de
juicio oral, de justicia para adolescentes y de ejecución de penas, que será
necesario crear para poder cumplir con el texto constitucional.
En concomitancia a ello, se debe continuar la labor de capacitación
incesante del personal en lo referente al nuevo sistema penal, de ahí la necesidad
de desarrollar trabajos de investigación conjuntos con los representantes
conducentes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además del sector
académico y social, en aras de contar con la mayor información posible a fin de
lograr el objetivo.
Por eso, ahora más que nunca es necesario contar con
independencia financiera del Poder Judicial, para efecto de que se cuente no sólo
con los recursos necesarios para financiar los juicios orales, sino también para
asegurar de una vez por todas el óptimo funcionamiento del servicio público de
justicia. Esto con la única y exclusiva finalidad de conferir el manejo de estos
recursos a los propios poderes judiciales, y así evitar la duplicidad de funciones
entre un órgano meramente técnico de la conducción del proceso de reforma
judicial y los órganos de gobierno y administración judicial, cuya función es
precisamente la de administrar los recursos materiales de los Poderes Judiciales.
MAGISTRADO JORGE HUMBERTO BENÍTEZ PIMIENTA.
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