Fortificación de Alimentos “Hacia una fortificación adecuada y segura” Bioq.Alicia Rovirosa Lic. Maria Elisa Zapata Fortificación de Alimentos INTRODUCCIÓN Existen varias estrategias para incrementar la ingesta de nutrientes deficitarios a nivel poblacional y mejorar el estado nutricional en micronutrientes: 1. Mejora de la diversidad alimentaria 2. Fortificación de alimentos (voluntaria o masiva) 3. Suplementación. De las tres opciones, los programas que proporcionan suplementos medicamentosos suelen determinar una rápida mejora en el estado de micronutrientes de los individuos o población objetivo, sin embargo la mayor dificultad radica en su cumplimiento (“compliance”) dado que dependen de la voluntad de cada persona. La fortificación de alimentos tiende a tener un efecto menos inmediato, pero sin embargo el impacto puede ser más amplio y sostenido. Aunque el aumento de la diversidad de la dieta generalmente se considera como la opción más deseable, se requiere de mayor tiempo y recursos para poder implementarse. (Allen, 2006) La fortificación de alimentos se refiere a la adición de micronutrientes a determinados alimentos. Esta estrategia es considerada actualmente como uno de los principales enfoques para mejorar el consumo de vitaminas y minerales en las poblaciones (WHO, 2010). Debido a los costos relativamente bajos y a los demostrados beneficios, la fortificación de alimentos aparece como una de las intervenciones de salud pública más rentables. Sin embargo, deben tenerse en cuenta algunas condiciones para que los programas de fortificación sean efectivos: 1. Que el alimento fortificado sea consumido en cantidades constantes y conocidas, Fortificación de Alimentos por una gran proporción de la población objetivo 1 2. Que el compuesto de fortificación a utilizar presente buena biodisponibilidad y no afecte las propiedades sensoriales de los alimentos. 3. Que los niveles seleccionados de fortificación sean adecuados para mejorar la ingesta de nutrientes de la población y que sean seguros, para evitar que aquellos que tienen un consumo elevado de alimentos fortificados tengan ingestas excesivas del nutriente. Se han identificado tres tipos de fortificación de los alimentos: 1. Enriquecimiento o fortificación masiva (mass fortification en inglés) que suele ser propiciado por los gobiernos en casos en que exista una ingesta insuficiente a nivel poblacional, con consecuencias negativas para la salud pública. En general se utilizan alimentos básicos e inclusive condimentos como vehículo para aportar vitaminas y minerales adicionales al total de la población. El enriquecimiento es obligatorio, es decir, todas las marcas del alimento fortificado deben adicionar el/los micronutrientes, y todos utilizan los mismos niveles de fortificación y el mismo compuesto. Existen numerosos ejemplos en el mundo; en Argentina desde 1967 la sal para uso humano y animal está enriquecida con yodo. En 2003, con el objetivo de prevención de las anemias y malformaciones del tubo neural, tales como la anencefalia y la espina bífida, se implementó el enriquecimiento de la harina de trigo con hierro y ácido fólico, adicionándose también tiamina, riboflavina y niacina a niveles de restitución de lo que se pierde en la molienda del trigo. 2. Fortificación de alimentos específicos, en que los nutrientes se adicionan a alimentos dirigidos a subgrupos específicos de la población. Los ejemplos incluyen alimentos complementarios para lactantes y niños de corta edad, alimentos desarrollados para programas de alimentación escolar, galletas especiales para los niños y las mujeres embarazadas, y las raciones para la alimentación de emergencia y personas desplazadas. En nuestro país la ley 25459 estableció la obligatoriedad de fortificar las leches que se distribuyan a través de programas alimentarios nacionales. Desde 2001, el Programa Materno Infantil del Ministerio de Salud de la Nación inició la entrega de leche entera en polvo, fortificada con hierro, zinc y vitamina C a embarazadas, mujeres en período de lactancia y niños menores de dos años. 3. Fortificación voluntaria, impulsada por el mercado (market driven fortification en inglés), en los casos en que una determinada empresa productora de alimentos toma la iniciativa de agregar cantidades específicas de uno o más micronutrientes a alguno de sus Argentino en cuanto a que alimentos pueden ser fortificados y en que rango de niveles de fortificación, pero cada empresa puede utilizar diferentes niveles de fortificación dentro de los permitidos en la normativa. En muchos casos las empresas adicionan nutrientes respondiendo a necesidades de marketing y de posicionamiento del producto, sin embargo, la fortificación impulsada por el mercado puede desempeñar un papel positivo en la salud pública, contribuyendo a satisfacer las necesidades de nutrientes y de ese modo reducir el riesgo de Fortificación de Alimentos | productos. Este tipo de fortificación está regulado en nuestro país por el Código Alimentario 2 deficiencias . En la Unión Europea, por ejemplo, los alimentos procesados y fortificados han demostrado ser una fuente sustancial de micronutrientes como el hierro, y las vitaminas A y D (WHO 2006). La fortificación voluntaria también puede mejorar la oferta de micronutrientes que son difíciles de agregar en cantidades suficientes a través de la fortificación obligatoria. NORMATIVAS EN NUESTRO PAÍS El Código Alimentario Argentino (CAA) establece en el capítulo XVII Artículo 1363 (Resolución Conjunta SPyRS N° 118/2008 y SAGPyA N° 474/2008) que se entiende por Alimentos Fortificados aquellos alimentos en los cuales la proporción de proteínas y/o aminoácidos y/o vitaminas y/o substancias minerales y/o ácidos grasos esenciales es superior a la del contenido natural medio del alimento corriente, por haber sido suplementado significativamente. La porción del alimento fortificado deberá aportar entre un 20% y 50% para vitaminas liposolubles y minerales, o 20% y 100% para vitaminas hidrosolubles de los Requerimientos Diarios Recomendados establecidos. Mientras que en el artículo 1369 - (Res 1505, 10.08.88), define a los alimentos enriquecidos a aquellos a los que se han adicionado nutrientes esenciales (Vitaminas y/o minerales y/o proteínas y/o aminoácidos esenciales y/o ácidos grasos esenciales) con el objeto de resolver deficiencias de la alimentación que se traducen en fenómenos de carencia colectiva. No se autorizará la fortificación de las siguientes clases de alimentos: cárneos y productos derivados, helados, alimentos azucarados (excepto los que contengan jugo en su composición), bebidas analcohólicas o polvos para prepararlas (excepto en ambos casos que contengan jugo en su composición), aguas, aguas carbonatadas, aguas minerales, con o sin gas. El Codex Alimentarius utiliza el término fortificado como sinónimo de enriquecido, definido como la adición de uno o más nutrientes esenciales a un alimento con el propósito de prevenir o corregir una deficiencia demostrado de uno o más nutrientes en la población o grupo específico de población. SITUACION A NIVEL MUNDIAL Fortificación de Alimentos La fortificación de alimentos tiene una larga historia de uso en los países 3 industrializados, con demostrado éxito en el control de las deficiencias de las vitaminas A y D, varias vitaminas B (tiamina, riboflavina y niacina), el yodo y el hierro. La yodación de la sal se introdujo en la década de 1920, tanto en Suiza como en los Estados Unidos de América y desde entonces ha ampliado progresivamente en todo el mundo. Desde la década de 1940 en adelante, la fortificación de productos de cereales con tiamina, riboflavina y niacina aparece como una práctica habitual. La margarina fue fortificada con vitamina A en Dinamarca y la leche con vitamina D en los Estados Unidos. Algunos alimentos para niños pequeños fueron fortificados con hierro, una práctica que ha reducido sustancialmente el riesgo de deficiencia de hierro y la anemia en este grupo de edad en muchos países. En años más recientes, la fortificación con ácido fólico de la harina de trigo se ha generalizado en las Américas, una estrategia adoptada por el Canadá y los Estados Unidos y cerca de 20 países de América Latina (WHO 2006). En un reciente análisis de los datos de consumo de alimentos de la población de Estados Unidos (NHANES 2003–2006, Fulgoni, 2011), con el objetivo de evaluar el aporte a la ingesta habitual de micronutrientes de las vitaminas y minerales contenidos en forma natural de los alimentos, los adicionados como fortificación o enriquecimiento, y los provenientes de suplementos dietéticos, se analizó la ingesta de 16.110 individuos mayores de 2 años. Se pudo observar como el enriquecimiento y/o fortificación de los alimentos contribuye a la ingesta de vitaminas y minerales (Tabla 1), especialmente en las vitaminas A, C, y D, tiamina, hierro y ácido fólico; y los suplementos dietéticos colaboran aún más en la reducción del porcentaje de la población con ingesta por debajo del requerimiento estimado de todos los nutrientes. Asimismo, el porcentaje de individuos con ingestas totales mayores que el nivel máximo de consumo tolerable (UL) fue baja para la mayoría de los nutrientes, si bien en el caso de la niacina y el zinc cerca de uno de cada 10 individuos tuvo ingestas por encima del UL (límite superior de ingesta tolerable). Los autores concluyen que sin el aporte de micronutrientes provenientes de enriquecimiento y/o la fortificación y suplementación, una importante proporción de la población evaluada no alcanza los niveles de ingesta de micronutrientes recomendadas establecidas en la ingesta dietética de referencia (Fulgoni , 2011). Tabla1. Ingesta media total de nutrientes, natural de alimentos, fortificados y enriquecidos, y porcentaje de la ingesta de nutrientes proveniente en forma de natural de los alimentos, fortificación y enriquecimiento, en individuos mayores de 2 años. Tiamina (mg/d) Riboflavina (mg/d) Niacina (mg/d) Folato (µg FDE/d) Hierro (mg/d) Vitamina D(µg/d) Vitamina A (µg ARE/d) Vitamina E (mg/d) Vitamina K (µg/d) Vitamina C (mg/d) Vitamina B6 (mg/d) Vitamina B12 (µg/d) Calcio (mg/d) Fósforo (mg/d) Magnesio (mg/d) Zinc (mg/d) Cobre (mg/d) Potasio (mg/d) Selenio (µg/d) Total Media Natural de alimentos ± EEM 1.7 2.3 24.3 401 15.8 4.9 602 ± ± ± ± ± ± ± 0.002 0.003 0.3 4 0.1 0.1 10 6.9 85.4 86.6 1.9 5.3 940 1327 277 12.1 1.3 2616 107 ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± 0.1 1.8 1.7 0.03 0.1 12 13 3 0.1 0.01 25 1 Media Enriquecimiento ± EEM % 0.9 1.7 17.4 200 9.8 2.0 418 ± ± ± ± ± ± ± 0.01 0.02 0.2 2 0.1 0.1 6 54.9 75.5 71.6 50.0 62.3 40.8 69.3 6.5 84.3 73.1 1.5 4.4 885 1296 266 10.9 1.2 2597 106 ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± 0.1 1.7 1.5 0.01 0.1 12 12 3 0.1 0.01 24 1 94.1 98.7 84.4 81.0 82.1 94.1 97.7 96.2 90.2 97.0 99.2 99.3 Media 0.5 0.3 3.8 130 3.0 Fortificación ± EEM % ± ± ± ± ± 0.01 0.004 0.05 2 0.04 31.0 12.9 15.5 32.5 19.1 Media EEM % 0.2 0.3 3.1 70.4 2.9 2.9 185 ± ± ± ± ± ± ± 0.01 0.01 0.1 2.6 0.1 0.1 6 14.1 11.6 12.8 17.6 18.6 59.2 30.7 0.4 1.1 13.5 0.4 1.0 55.3 30.9 10.5 1.2 0.04 19.7 0.7 ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± ± 0.05 0.2 0.6 0.02 0.03 2.5 1.5 0.6 0.04 0.004 1.4 0.1 5.9 1.3 15.6 19.0 17.9 5.9 2.3 3.8 9.8 3.0 0.8 0.7 Nota: Información de NHANES 2003-2006. N=16110 recordatorios de 24h. FDE, Folato Dietético Equivalente, ARE, Actividad de Retinol Equivalente . Tomado de Fulgoni, V. J Nutr. 2011; 141:1847–54 Fortificación de Alimentos | Nutriente 4 VENTAJAS Y LIMITACIONES DE LA FORTIFICACIÓN DE ALIMENTOS VENTAJAS • No requiere modificación de los hábitos alimentarios, y a diferencia de lo que sucede con los suplementos, no requiere que la persona tenga que cumplir con la ingesta regular de un suplemento medicamentoso. • El nutriente o nutrientes agregados se incorporan a la alimentación diaria en cantidades bajas pero constantes. En general cuando debidamente regulado, la fortificación lleva un riesgo mínimo de toxicidad crónica. • Alta relación costo/beneficio • Si se consumen de forma regular y frecuente, los alimentos fortificados mantendrán las reservas corporales de nutrientes de manera más eficiente que el uso intermitente de suplementos. LIMITACIONES Un alimento enriquecido puede no llegar a ser consumido por todos los miembros de una población objetivo. Por el contrario, prácticamente todos los miembros de la población está expuesta al aumento de los niveles de micronutrientes en los alimentos, independientemente de si se beneficiarán o no de la fortificación. Aquellos con ingesta frecuente y elevada del alimento fortificado pueden llegar a ingestas excesivas si los niveles de fortificación no son adecuadamente planeados. Los bebés y los niños pequeños, que consumen cantidades relativamente pequeñas de alimentos, es probable que no sean capaces de obtener sus ingestas recomendadas de todos los micronutrientes a partir de alimentos básicos universalmente fortificados o condimentos solos. En esos casos la utilización de fortificación de alimentos específicos puede ser más efectiva. La naturaleza del alimento vehículo, y / o el compuesto de fortificación, pueden limitar la Fortificación de Alimentos cantidad de fortificante que se pueden añadir con éxito. Por ejemplo, algunos 5 fortificantes de hierro cambiar el color y el sabor de muchos alimentos a los que se añaden, y puede causar la destrucción de fortificante de vitamina A y yodo. Se han desarrollado algunas formas de resolver algunos de estos problemas (por ejemplo, micro encapsulación de fortificantes con revestimientos de protección), pero persisten algunas dificultades. También pueden existir interacciones entre los nutrientes que se adicionan, que pueden alterar la biodisponibilidad de otros nutrientes (por ejemplo , la presencia de grandes cantidades de calcio pueden inhibir la absorción del hierro de los alimentos fortificados) En los casos en que se realiza fortificación voluntaria suelen adicionarse nutrientes para cubrir un determinado % de la ingesta diaria recomendada (IDR). En el caso de alimentos dirigidos a la población general debe tenerse en cuenta que esa IDR corresponde a las necesidades de los adultos, mientras que los niños suelen tener menores ingestas recomendadas. Debe tenerse en consideración que el límite superior de ingesta adecuada (UL) de los niños pequeños puede ser cercano a la ingesta recomendada del adulto para algunos nutrientes, con lo cual los niños pequeños pueden verse más expuestos a ingerir nutrientes en exceso a partir de alimentos fortificados en niveles que son adecuados para la población general. La expansión de la fortificación voluntaria, en algunos casos adicional a la fortificación obligatoria, y el uso de suplementos de vitaminas y minerales puede incrementar excesivamente las ingestas de determinados subgrupos de la población, determinando que las estrategias de fortificación de alimentos deban balancearse cuidadosamente. CÁLCULO DE NIVELES DE FORTIFICACIÓN DE NUTRIENTES En el diseño de un programa de enriquecimiento de alimentos eficaz, el cálculo de las vitaminas y minerales para agregar a los alimentos es una tarea compleja que requiere conocimientos sobre las ingestas dietéticas habituales, vehículos alimentarios potenciales, y otras intervenciones relacionadas con micronutrientes que estén siendo implementadas simultáneamente. Al definir los objetivos nutricionales, es importante asegurar que los niveles de micronutrientes agregados sean eficaces para mejorar la ingesta del nutriente para todos los grupos de población que consumen el alimento fortificado vehículo, y además sean seguros y no impliquen riesgo de ingesta excesiva . alimentos en el diseño, seguimiento y evaluación de programas de fortificación masiva. Los datos de consumo de alimentos pueden ser útiles para establecer las brechas de nutrientes, para la evaluación de la contribución de la fortificación de alimentos a la ingesta total de vitaminas y minerales, la selección del alimento que puede utilizarse como vehículo de fortificación y el seguimiento y evaluación de los programas en curso. Existen software (WHO, 2010), que permite calcular los niveles sugeridos de fortificación masiva de alimentos básicos de acuerdo a Fortificación de Alimentos | Existen recomendaciones de la OMS (WHO, 2010) sobre el uso de datos de ingesta de 6 las ingestas de nutrientes de la población, la brecha para alcanzar la ingesta recomendada y el consumo poblacional del alimento potencialmente vehículo de fortificación. En el caso de la fortificación voluntaria, los niveles de fortificación en general se fijan con el objetivo de alcanzar un determinado nivel de cobertura de la ingesta diaria recomendada, habitualmente alrededor de 20% del VD. Es poco frecuente que se realicen estimaciones del impacto de la fortificación voluntaria en la mejora de los niveles de ingesta de micronutrientes de la población y en general tampoco se evalúa la posibilidad de que ocurran niveles excesivos de ingesta a partir de esta fortificación voluntaria. Al tratarse de fortificación que es implementada por una determinada marca de alimentos, la realización de este tipo de simulaciones requiere que se tengan datos de encuestas alimentarias que permitan identificar los diferentes niveles de fortificación de las distintas marcas de cada producto. En CESNI desde hace muchos años hemos realizado encuestas alimentarias en diferentes poblaciones (CESNI 1995; 1999; 2000; 2003; 2013), y en todos los casos hemos trabajado con una base de composición de alimentos amplia que incluye marcas de alimentos para captar las diferencias de composición entre distintas marcas, en cuanto a niveles de fortificación, y también variaciones en la composición en macro y micronutrientes que afectan los datos de ingesta a nivel poblacional. A partir de los datos de ingesta de cada individuo en una población pueden hacerse simulaciones de cómo se modificaría la ingesta de nutrientes y la proporción de individuos con ingesta menor a las recomendaciones al introducir determinado nivel de fortificación en un alimento determinado. De esta forma puede estimarse el impacto en la mejoría en la situación nutricional, y también puede evaluarse los potenciales riesgos de ingesta excesiva. En la figura, que se acompaña al sólo efecto de ilustrar el tema, se puede observar que al fortificar un yogur con diferentes niveles de vitamina B12 se obtienen los siguientes datos de prevalencia de ingesta por debajo del EAR en niños en edad escolar, de acuerdo a si consumen o Fortificación de Alimentos no yogur fortificado con diferentes niveles de fortificación (figura 1). 7 Figura 1: Prevalencia poblacional de ingesta por debajo del Requerimiento promedio estimado (EAR) en niños en edad escolar según consumo y diferentes niveles de fortificación adicional del yogur 40% 35% 30% 25% 20% 15% Consumidores yogur No consumidores yogur 10,9% 10,9% 10,9% 10,9% 10,2% 10,0% 7,5% 9,4% 9,3% 6,8% 4,4% 3,8% Fortif 30% Fortif 40% Todos los individuos 10% 5% 0% Fortificacion Fortif 20% actual Fortificación de Alimentos | Fuente: elaboración propia en base a datos de ingesta de nutrientes de la base de encuestas poblacionales de CESNI, en niños de 5 a 12 años 8 CONCLUSIONES La fortificación de alimentos es considerada actualmente como una de las principales estrategias para mejorar el consumo de vitaminas y minerales en las poblaciones. La fortificación puede ser masiva (enriquecimiento), utilizando como vehículo alimentos básicos para la población en caso que se hayan detectado carencias de micronutrientes que afecten la salud pública, o voluntaria de acuerdo a las decisiones de cada fabricante de alimentos. En casos en que las carencias se concentran en un grupo biológico pueden ser más efectivas las estrategias de fortificación de alimentos específicos, dirigidos a las necesidades de ese grupo en particular. La selección del alimento vehículo de fortificación, y de los niveles de adición del nutriente requiere del conocimiento de la cantidad del alimento vehículo que es consumido por la población, de la distribución poblacional de la ingesta de nutrientes, de la brecha ente la ingesta poblacional y las recomendaciones nutricionales, y de la prevalencia de ingestas inferiores a la recomendadas. También debe evaluarse la seguridad de los niveles de fortificación propuestos para no exponer innecesariamente a una parte de la población a ingestas superiores al límite máximo tolerable del nutriente. En el caso de la fortificación voluntaria, es necesario contar también con la información que discrimine las distintas marcas consumidas para estimar el potencial efecto de este tipo de fortificación. Mediante simulaciones del impacto de la fortificación masiva o voluntaria puede estimarse la efectividad de los programas de fortificación en cuanto mejoría en la cobertura de las ingestas recomendadas, y, en el marco de una oferta creciente de alimentos fortificados con micronutrientes, debe prestarse especial atención a la seguridad de los niveles de fortificación implementados, para que no impliquen un riesgo de ingestas excesiva a determinados sectores Fortificación de Alimentos de la población 9 BIBLIOGRAFÍA Fulgoni VL III, Keast DR, Bailey RL, Dwyer J. Foods, fortificants, and supplements, where do Fortificación de Alimentos | Americans get their nutrients? J Nutr. 2011; 141:1847–54. 10