Introducción Tomado y modificado de ALBERTS. B.− HOPKIN K. – JOHNSON A. − LEWIS J. − RAFF M. − ROBERTS K. − WALTER P.: Introducción a la Biología Celular 2ª edición−2006, Editorial Médica Panamericana. ”Para que surja una célula debe haber una preexistente, así como los animales solo pueden nacer de otros animales y los vegetales de otros vegetales." Esta doctrina celular, propuesta por el anatomopatólogo alemán Rudolf Virchow en 1858, transmitía un mensaje de continuidad vital de importantes connotaciones. Las células son generadas por otras células, y la única manera de que la cantidad de células aumente es por la división de las células preexistentes. Todos los organismos vivos, desde las bacterias unicelulares hasta los mamíferos pluricelulares, son el producto de ciclos repetidos de crecimiento y división celulares que datan desde el comienzo de la vida, hace más de tres mil millones de años. Una célula se reproduce mediante una secuencia ordenada de procesos en la que duplica su contenido y luego se divide en dos células. Este ciclo de duplicación y división, conocido con el nombre de ciclo celular, representa el mecanismo fundamental subyacente a la reproducción de todos los seres vivos. Los aspectos específicos del ciclo celular varían en los distintos organismos y en diferentes momentos de la vida de un organismo dado. No obstante ello, ciertas características son universales en la medida que el ciclo celular comprende un conjunto de procesos esenciales que todas las células deben llevar a cabo para cumplir su función principal: copiar y transmitir la información genética a la próxima generación de células. Para producir dos células genéticamente idénticas es necesaria la replicación exacta del DNA en cada cromosoma y la separación y la distribución precisas de los cromosomas replicados en las dos células hijas, de manera que cada célula reciba una copia de la totalidad del genoma (fig. 18-1). La mayoría de las células también deben replicar sus orgánulos y macromoléculas, ya que en caso de que ello no ocurra irán disminuyendo de tamaño después de cada división sucesiva. Por lo tanto, para mantener su tamaño, las células en división deben coordinar la división con el crecimiento. Fig. 18-1 Las células se reproducen mediante la duplicación de su contenido y bipartición, proceso denominado ciclo celular. La figura ilustra la división de una célula eucarionte hipotética con dos cromosomas para mostrar cómo se producen dos células genéticamente idénticas en cada ciclo. Cada célula hija a menudo se divide nuevamente y pasa por otros ciclos celulares. En consecuencia, para explicar la reproducción celular es necesario resolver tres interrogantes fundamentales: 1) ¿Cómo logran las células duplicar su contenido? 2) ¿Cómo logran las células la partición del contenido duplicado y dividirlo en dos? 3) ¿Cómo logran las células coordinar la maquinaria necesaria para llevar a cabo estos dos procesos? La primer pregunta la venimos trabajando desde el inicio del curso, las otras dos las trabajaremos en esta unidad y en la próxima. Para garantizar la progresión correcta a lo largo del ciclo celular, las células eucariontes desarrollaron una compleja red de proteínas reguladoras que se conoce con el nombre de sistema de control del ciclo celular. El elemento central de este sistema consiste en una serie ordenada de "interruptores" bioquímicos que gobiernan los principales procesos del ciclo celular, como la replicación del DNA y la segregación de los cromosomas duplicados. Para poder coordinar esas actividades, el sistema de control del ciclo celular responde a varias señales intracelulares y extracelulares. En el interior de las células, debe monitorear la progresión a través del ciclo celular para asegurar, por ejemplo, que la división no comience antes de que se complete la replicación del DNA. También debe vigilar las condiciones en el medio extracelular. En un animal pluricelular, el sistema de control es muy sensible a las señales provenientes de otras células, de modo que estimula la división celular cuando se necesitan más células y la bloquea en el caso contrario. Por lo tanto, el sistema de control del ciclo celular desempeña un papel fundamental en la regulación de la cantidad de células en los tejidos corporales; una disfunción del sistema que permita una división celular excesiva puede conducir al desarrollo de un cáncer. En este capitulo comenzaremos describiendo las generalidades del ciclo celular. Luego haremos una descripción general de la fase M, y analizaremos por partes, los eventos que se producen durante la mitosis y la citocinesis especialmente en las células animales, aunque también haciendo referencia a las células de plantas. En el próximo capítulo profundizaremos en la descripción de los mecanismos de control y coordinación de la división celular con un enfoque general de los procesos que se producen durante el ciclo celular. Luego se comentará la forma en la que el sistema de control del ciclo celular coordina estos procesos respondiendo a señales intracelulares y extracelulares. Más adelante se explicará cómo los organismos pluricelulares eliminan las células indeseables mediante la muerte celular programada, o apoptosis, mecanismo que conduce al suicidio de las células cuando ello redunde en beneficio del organismo en su conjunto. Por último veremos cómo los animales regulan el número y el tamaño de las células utilizando señales extracelulares con la finalidad de controlar su división, supervivencia y crecimiento. Generalidades acerca del ciclo celular La función básica del ciclo celular es la de duplicar en forma exacta la gran cantidad de DNA cromosómico y luego distribuir las copias en células hijas genéticamente iguales. La duración del ciclo celular varía de manera significativa en los distintos tipos celulares. Una levadura unicelular puede dividirse cada 90-120 minutos en condiciones ideales, mientras que una célula hepática de mamífero se divide en promedio menos de una vez por año (cuadro 18-1). A continuación nos centraremos en la secuencia de procesos que tiene lugar en una célula de mamífero de división relativamente rápida, con un ciclo celular de alrededor de 24 horas, y describiremos el sistema de control encargado de asegurar que los distintos pasos del ciclo se produzcan en los momentos correctos. Cuadro 18-1. Duración del ciclo celular en algunas células eucariontes TIPO CELULAR DURACIÓN DEL CICLO CELULAR Células de embrión de rana en una fase evolutiva temprana 30 minutos Células de levadura 1,5-3 horas Células epiteliales del intestino ~12 horas Fibroblastos de mamíferos en cultivo ~20 horas Células hepáticas humanas ~1 año El ciclo celular de las células eucariontes se divide en cuatro fases El ciclo celular de las células eucariontes se divide tradicionalmente en cuatro fases. Cuando la célula se examina con un microscopio, los dos acontecimientos más notables del ciclo celular consisten en la división del núcleo, proceso denominado mitosis, y la división de la célula en dos partes, proceso denominado citocinesis. Uno y otro constituyen la fase M del ciclo celular. En una célula de mamífero típica la fase M dura alrededor de una hora, lo cual representa solo una pequeña fracción del tiempo total del ciclo. El período entre una fase M y la siguiente se denomina interfase. En el examen microscópico, se obtiene la falsa impresión de que durante este intervalo la célula sólo aumenta de tamaño sin que se produzcan otros acontecimientos de importancia. Sin embargo, la interfase es un período muy activo que comprende las tres fases restantes del ciclo celular. Durante la fase S ("S" por síntesis) ocurre la replicación del DNA nuclear, un requisito esencial para que pueda producirse la división celular. La fase S es precedida y seguida, respectivamente, de dos fases en las que la célula continúa su crecimiento. La fase G1 ("G" del inglés gap, intervalo) es el tiempo que media entre el final de la fase M y el comienzo de la fase S (síntesis de DNA). La fase G2 es el tiempo que media entre el final de la fase S y el comienzo de la fase M (fig. 18-2). Durante estos intervalos la célula monitorea los ambientes intracelular y extracelular para asegurarse de que las condiciones sean las apropiadas y se hayan completado los preparativos antes de encarar las complejas tareas asociadas con la fase S y la mitosis. En puntos determinados de G1 y G2 la célula debe decidir si pasa a la fase siguiente o efectúa una pausa que permita ganar tiempo para completar la preparación. Fig. 18-2 El ciclo celular se divide en cuatro fases. Las células crecen continuamente durante la interfase que está constituida por tres fases: la replicación del ADN se halla limitada a la fase S; G1 es el intervalo entre la fase M y la fase S; G2 es el intervalo entre la fase S y la fase M. Durante la fase M primero se divide el núcleo y luego el citoplasma. Durante toda la interfase continúa la transcripción de genes, la síntesis de proteínas y el crecimiento de la masa celular. En conjunto, las fases G1 y G2 permiten ganar tiempo para que la célula crezca y duplique los orgánulos citoplasmáticos; si la duración de la interfase se limitase al tiempo necesario para la replicación del DNA, la célula no tendría tiempo de duplicar su masa antes de dividirse y en consecuencia su tamaño disminuiría en forma progresiva después de cada división. En ciertas circunstancias especiales esto es en realidad lo que sucede. Por ejemplo, en algunos embriones animales, las primeras divisiones celulares después de la fecundación (llamadas divisiones de clivaje) sirven para dividir un ovocito gigante en numerosas células más pequeñas con la mayor rapidez posible. Durante estos ciclos celulares, las fases G1 y G2 se acortan mucho y las células no aumentan de tamaño antes de dividirse. El primer indicio de que una célula está a punto de ingresar en la fase M es la condensación progresiva de sus cromosomas, los cuales se habían replicado durante la fase S precedente (después de la replicación, ambas copias de cromosomas permanecen estrechamente unidas). En este estadio del ciclo celular, los cromosomas replicados comienzan a apreciarse en el campo del microscopio óptico como hebras largas que se tornan progresivamente más cortas y gruesas mediante el proceso de condensación. Este proceso reduce la probabilidad de que los cromosomas se entrelacen y facilita su separación para que se distribuyan en las dos células hijas durante la mitosis. Los principales procesos del ciclo celular son desencadenados por un sistema de control central El funcionamiento del sistema de control del ciclo celular puede compararse con el de una máquina de lavar automática. Esta funciona mediante una serie de pasos: entrada de agua, mezcla del agua con el detergente, lavado de la ropa, enjuague y secado por centrifugación. Estos procesos del ciclo de lavado son análogos a los procesos fundamentales del ciclo celular: replicación del DNA, mitosis, etc. En ambos casos, un controlador central desencadena cada proceso siguiendo una secuencia predeterminada (fig. 18-3). El controlador propiamente dicho es regulado en ciertos puntos críticos del ciclo mediante información de retroalimentación proveniente de los procesos que se llevan a cabo. Por ejemplo, en el tambor de la lavadora de ropa existen sensores que controlan el nivel de agua y envían señales que retornan al controlador para evitar que se inicie el paso siguiente antes de que se complete el paso previo. Sin esta retroalimentación, la interrupción o la demora de cualquiera de estos procesos podría tener consecuencias catastróficas. Fig. 18-3 Los procesos fundamentales del ciclo celular, como la replicación del ADN, la mitosis y la citocinesis, son desencadenados por un sistema de control. Por analogía con una máquina de ropa automática, el SCCC se ilustra como un brazo controlador que gira en el sentido de las agujas del reloj, y desencadena los procesos fundamentales cuando llega a determinados puntos específicos del dial externo. Los procesos del ciclo celular también deben tener lugar en una secuencia específica, que debe preservarse aun cuando uno de los pasos dure más que lo habitual. Por ejemplo, la totalidad del DNA nuclear se debe replicar antes de que el núcleo comience a dividirse, lo cual implica que la fase M debe ser precedida de una fase S completa. Si la síntesis de DNA se demora o se interrumpe, también deberán retrasarse la mitosis y la división celular. Asimismo, si el DNA experimenta un daño, el ciclo se debe interrumpir en G1 o G2 para que la célula pueda reparar la lesión, sea antes de la replicación del DNA o antes de ingresar en la fase M. El sistema de control del ciclo celular logra efectuar estas correcciones mediante "frenos" moleculares capaces de detener el ciclo celular en diversos puntos de control. De esta manera, el sistema de control no desencadena la etapa siguiente del ciclo salvo que la célula se encuentre debidamente preparada. En G1 y G2 existen dos puntos de control importantes. El punto de control G1 permite que la célula se asegure de que el medio es favorable para su proliferación y que el DNA se encuentre intacto antes de pasar a la fase S. La proliferación celular depende de nutrientes y de moléculas de señalización específicas del medio extracelular; si las condiciones extracelulares son desfavorables, las células pueden retardar el progreso a través de G1 e incluso pueden ingresar en un estadio de reposo especializado denominado G0 (G cero). Algunas células, como las células nerviosas y las células musculares esqueléticas, permanecen en G0 durante toda la vida del organismo. El punto de control G2 garantiza que las células no ingresen en la fase de mitosis hasta que no se haya reparado el DNA y se complete su replicación del DNA (fig. 18-4). Los puntos de control son de especial importancia como momentos del ciclo celular en los que el sistema de control puede regularse por señales provenientes de otras células. Algunas de estas señales facilitan el progreso a través del ciclo celular, mientras que otras lo retrasan. Más adelante en este capítulo consideraremos los factores que afectan las decisiones que adopta la célula en los puntos de control, pero en primer término describiremos las principales proteínas que forman el sistema de control del ciclo celular. Fig. 18-4 La retroalimentación proveniente de los procesos intracelulares del ciclo celular y las señales procedentes del entorno determinan si el sistema de control del ciclo celular superará determinados puntos de control. Los recuadros amarillos indican dos puntos de control importantes del ciclo celular: − en el punto de control de G1, el sistema de control determina si la célula continúa hacia la fase S − en el punto de control de G2, el sistema de control determina si la célula continúa hacia la mitosis. Como se verá más adelante existen otros puntos de control del ciclo celular.