PALABRAS PARA CRECER Una guía para acompañar a los niños en el desarrollo del lenguaje y acercarlos al mundo de la lectura. * Una palabra, lanzada al azar en la mente, produce ondas superficiales y profundas, provoca una serie infinita de reacciones en cadena, implicando en su caída sonidos e imágenes, analogías y recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que afecta a la experiencia y a la memoria, a la fantasía y al inconsciente, complicándolo el hecho de que la misma mente no asiste pasiva a la representación, sino que interviene continuamente, para aceptar y rechazar, ligar y censurar, construir y destruir. Gianni Rodari, Gramática de la fantasía, 1992. F13-778166.indd 1 19/04/13 07:46 Jefe de Gobierno Mauricio Macri Ministro de Educación Esteban Bullrich Subsecretaría de Equidad Educativa María Soledad Acuña Dirección General de Fortalecimiento de la Comunidad Educativa Daniela Lisanti Gerencia Operativa Buenos Aires Ciudad Educadora Inés de Marcos Fundación Leer es una organización sin fines de lucro nacida en 1997, que contribuye a la formación de una Argentina alfabetizada y lectora, con niños que tengan acceso a los libros y puedan descubrir el placer y el valor de la lectura. Trabaja en escuelas, bibliotecas, centros y comedores comunitarios, hospitales, entre otras instituciones. Fundación Leer realiza capacitaciones para docentes, líderes comunitarios y familias, orientadas a la formación de lectores y la promoción de la expresión oral y escrita de los niños. Además, promueve la creación de atractivos Rincones de Lectura. Anualmente, organiza la Maratón Nacional de Lectura en todo el país. Ese día, niños, docentes, familias y otros miembros de la comunidad, convocados por la institución a la que pertenecen celebran la importancia de la lectura mediante diversas actividades. Elaboración de contenidos Fundación Leer Edición Laura Obredor Corrección Gabriela Bing Maneiro Diseño y diagramación Pamela Donnadio Las imágenes que ilustran este cuadernillo pertenecen a los archivos de la editorial Estrada. 2 F13-778166.indd 2 02/05/13 10:38 QUERIDAS FAMILIAS: Quiero darles la bienvenida a Familias a la Escuela, un programa que creamos para ustedes pero pensando también en sus hijos. La familia es fundamental en la educación de los chicos y creemos que es imprescindible que los padres puedan acompañarlos en su paso por la escuela. Estamos convencidos de que la educación empieza en la familia, en el hogar, en el tiempo y las actividades que ustedes comparten con sus hijos. Por eso, hicimos esta serie de cuadernillos sobre diferentes temáticas que van desde la crianza y los hábitos cotidianos, hasta referencias sobre las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Estas guías fueron pensadas para que los ayuden a ustedes en la tarea diaria de criar y educar a sus hijos. Para eso, también creamos un espacio de encuentro, como son los talleres que se darán en toda la Ciudad, donde podrán compartir e intercambiar inquietudes. Para finalizar, quiero expresarles mi agradecimiento porque este paso importante que han dado para ustedes es, a su vez un paso decisivo para mejorar la educación de sus hijos. Les envío un afectuoso saludo, Esteban Bullrich 3 F13-778166.indd 3 19/04/13 07:46 ¿QUÉ ENCONTRARÁN EN ESTE MATERIAL? En estas páginas encontrarán una serie de ideas y propuestas concretas para acompañar a los niños –desde sus primeros días hasta los seis años– en el desarrollo del lenguaje. Y, de este modo, compartir con ellos oportunidades que día a día surgen para hablar, escuchar y disfrutar de sus primeras experiencias con la lectura y la escritura. Además, hallarán información sobre las etapas de crecimiento de los chicos junto con sugerencias para realizar desde el hogar acompañando sus primeros pasos de contacto con historias, cuentos, juegos de palabras, canciones y libros. 4 F13-778166.indd 4 19/04/13 07:46 LEER ACOMPAÑADOS Los niños aprenden a hablar, a escuchar, a leer y a escribir desde muy pequeños. No solo cuando están en el jardín de infantes, sino también en casa, cuando comparten momentos de afecto con los adultos. Y la experiencia se hace cada vez más interesante cuando los adultos nos tomamos un rato diariamente –de acuerdo a nuestros tiempos y posibilidades– para jugar, conversar y compartir con ellos historias, cuentos, poesías y canciones. Es decir, momentos placenteros en los que usamos las palabras para mostrarles el mundo y expresarles nuestro amor. A lo largo de este documento ampliaremos estas y otras propuestas para compartir espacios de afecto y aprendizaje con los chicos. * Cuando nos acercamos a nuestros bebés, los miramos a los ojos y les damos la bienvenida al mundo; así comienza un rico proceso de aprendizaje. 5 F13-778166.indd 5 19/04/13 07:46 HABLAR, ESCUCHAR, LEER Y ESCRIBIR Día a día, los chicos nos sorprenden con todo lo que pueden hacer. Desde sus primeros días van aprendiendo a utilizar el lenguaje para diferentes fines, y comienzan a disfrutar y apropiarse de las palabras. En este sentido, resulta interesante citar algunos testimonios de padres frente a experiencias de lectura y estímulo del lenguaje con sus hijos. Lucía Lucía Cuando Lucía nació, papá y mamá le regalaron un cartelito con su nombre. Lo colgaron en la puerta de su habitación. Cada vez que la llevan a dormir le dicen: “Es hora de ir al cuarto de Lucía” (y le muestran el cartel). Ahora Lucía tiene un año y medio. Un día su papá la acompaña a la cama, antes de entrar le muestra el pequeño cartel en el que está escrito su nombre, y le pregunta: “¿Quién hace noni acá?” “Lucía”, contesta la pequeña con naturalidad, señalando las letras del cartel. Matías Todos los domingos, el papá de Matías compra el diario y lo lee en la mesa de la cocina. Matías, de tres años, se sienta a su lado y disfruta mirando a su papá con el diario. El papá nota esta actitud y le avisa cada vez que llega el diario, para que se repita. Un domingo, el papá de Matías no estaba en casa. El nene fue en silencio a la cocina, tomó el diario que está sobre la mesa, y comienzó a recorrer sus páginas concentrado, dándolas vuelta del mismo modo en que lo hace su padre. 6 F13-778166.indd 6 19/04/13 07:46 Ramiro Ramiro, de ocho meses, está en brazos de su madre. Ella lo ayuda a mirar un pequeño libro de tela con coloridos dibujos de animales y se los nombra. El bebé la escucha unos segundos y luego, riéndose, se lleva el libro a la boca. A pesar de ser muy chicos y de no saber leer y escribir como lo hacemos los adultos, los niños de los relatos están desarrollando habilidades, comportamientos y actitudes en relación con el lenguaje y con la palabra escrita. Desde que nacen, y sobre todo durante sus primeros años de vida, van comprendiendo de a poco lo que ven y oyen. Aprenden a expresarse oralmente –a escuchar y a hablar–, y luego comienzan a explorar y utilizar el lenguaje escrito para leer y escribir. * Desde su nacimiento, el bebé escucha el lenguaje de sus padres y de las personas que lo rodean. A partir de los primeros sonidos que emite y el intercambio de miradas, el niño establece con sus padres una conversación. 7 F13-778166.indd 7 19/04/13 07:46 EN CADA ETAPA, UN MUNDO POR DESCUBRIR Los bebés Los bebés nacen con la capacidad de distinguir los sonidos propios de la lengua materna, aunque no todavía las palabras. Al comunicarse con las personas que los rodean, primero aparece el “balbuceo”. Es decir, pronuncian de manera espontánea y repetida sonidos para jugar y comunicarse. A medida que pasan los meses, empiezan a decir “palabras” que suenan cada vez más parecidas a las que utilizamos los adultos. Los bebés en sus primeros meses de vida aprenden a comunicarse cuando les hablamos especialmente a ellos –aunque no puedan respondernos– o compartimos canciones, nanas, frases con las que los nombramos y los mimamos. * Muy tempranamente los bebés “saben” que el lenguaje significa y sirve para diversos propósitos: para pedir, prometer, indicar, amenazar. “Perciben” por la entonación cuándo alguien les está ordenando o pidiendo algo. “Se dan cuenta” de que hablando pueden satisfacer sus necesidades, relacionarse con otros. Diseño Curricular para la Educación Inicial, GCBA (2000). 8 F13-778166.indd 8 19/04/13 07:46 Entonces, ¿qué podemos hacer? 1 2 3 4 5 6 7 Cantarles canciones de cuna cuando los llevamos a dormir. Puede ser una canción distinta cada vez o siempre la misma para que se identifiquen con ella y la recuerden como un momento de afecto. Relatarles lo que vamos haciendo, por ejemplo, cuando los vestimos. “Ahora vamos a poner un poquito de talco”, “Acá traje un pañal sequito para que estés más cómodo”, etcétera. Interpretar los sonidos que emiten y los gestos que hacen, poniéndoles palabras. Si el bebé dice “ammm” podemos responderle con la palabra que pensamos que está diciendo. Por ejemplo “agua”, “papá”, “mamá”. Acompañar nuestros movimientos con expresiones similares a las que emiten ellos, decir “upa”, al cargarlos de modo tal que estén inmersos en un universo de sonidos que les resulten familiares. Jugar con partes de su cuerpo al cambiarlos o darles de comer, acompañando con frases o canciones. Canciones tradicionales como “Saco una manito, la hago bailar…”, “¿Dónde está la nariz?”, etc., son muy placenteras para los bebés. Hacer juegos de imitación. Por ejemplo, imitar sonidos de animales, ruidos de la naturaleza, instrumentos musicales. Ofrecerles libros de tela, plástico o goma eva. Mostrarles y nombrarles las imágenes y dejarlos jugar con ellos. 9 F13-778166.indd 9 19/04/13 07:46 Durante el primer y el segundo año de vida Alrededor del primer año de vida, la mayoría de los chicos comienzan a unir las palabras con sus significados. Esto quiere decir que, aunque no pueden formar oraciones completas, comprenden y utilizan palabras sueltas para designar objetos conocidos, para pedir, para señalar, etc. De esta manera, comienza la etapa conocida como “media lengua”. Muchas palabras son expresadas correctamente por el niño, sobre todo las más sencillas (por ejemplo, “luz”, “mamá”) y otras son pronunciadas a “media lengua” resaltando alguna vocal o sílaba. Por ejemplo, “aba” en vez de “agua”, “bobo”, en vez de “globo”. También aparecen las expresiones del estilo “guau guau” para señalar un perro o “¡ay!” para mostrar alguna lastimadura. Finalizando esta etapa, los niños pronuncian con mayor claridad y dan un significado más preciso a cada término. Es importante que los adultos los animen a hablar, contestar, completar oraciones, para que adquieran confianza en sí mismos y se expresen cada vez mejor. 10 F13-778166.indd 10 19/04/13 10:23 Entonces, ¿qué podemos hacer? 1 2 3 4 5 6 7 8 9 Nombrar correctamente las palabras que ellos señalan y repetírselas algunas veces hasta lograr que ellos mismos puedan decirlas, a su manera. Ayudarlos a que se hagan entender de la forma más clara posible. Por ejemplo, si el nene señalando el chupete dice “tete”, podemos preguntarle “¿Cómo se llama eso?” y ayudarlo a nombrar lo que necesita. Siempre es bueno acompañarlos con felicitaciones que motiven a seguir intentando. Jugar algún juego de memoria o lotería sencilla. Puede ser uno donde saquen cartones con dibujos, colores o formas y los niños tengan que nombrarlos para ganar. Mostrarles palabras escritas que vemos todos los días en el hogar. Decirles: “Ahora te voy a dar leche. Acá en el envase dice ‘leche’”. * En todas las etapas del niño, los juegos y la lectura son dos fuentes de estímulo del lenguaje que resultan muy importantes. Ofrecer materiales para jugar con palabras, como bloques y tarjetas con letras e imágenes. Podemos armar tarjetas con cuadraditos de papel en los que dibujemos objetos, personas, animales y letras. La idea es juntar, por ejemplo, la letra P con el dibujo del perro, la letra N con el dibujo de un nene, la letra A con el dibujo del árbol. Contarles cuentos antes de dormir, relatos que conozcamos de nuestra propia infancia o inventar nuevas historias para ellos. Leerles cuentos en voz alta. Los chicos disfrutan de ver a los adultos leyendo en voz alta. No solo disfrutan del texto, sino también del proceso de ponerles palabras a los libros. Ofrecerles libros con imágenes sencillas para nombrar y describir. Por ejemplo, de animales, colores, comidas, etcétera. Compartir canciones, rimas y juegos de palabras. 11 F13-778166.indd 11 19/04/13 07:46 Entre los 2 y 3 años… En esta etapa, los chicos comienzan a decir oraciones completas, primero sencillas, luego más complejas. Por ejemplo, oraciones cortas: “se fue”, “quiero pis”, “vamos a jugar”. La manera en que hablan comienza a parecerse cada vez más a la de los adultos, pero tienen mucho por aprender, día a día pueden incorporar nuevas palabras y maneras de expresarse. * La conversación entre el niño y el adulto estimula el desarrollo del lenguaje y enriquece su vocabulario. Entonces, ¿qué podemos hacer? 1 2 3 Ofrecerles momentos para conversar. Por ejemplo, preguntarles cómo les fue en el jardín, en la casa de los abuelos o en algún paseo. Proponer a los chicos que dibujen algo que les guste y luego conversar sobre lo que dibujaron. También podrán escribir juntos un título para el dibujo, el nombre de ellos como autores, la fecha o algunas palabras que le quieran agregar. Conversar sobre lo que dicen los carteles en la calle, los envases de comida u otros escritos con los que se encuentren. Dejar que ellos imaginen qué expresan esos carteles y luego leerlos juntos. 12 F13-778166.indd 12 19/04/13 07:46 * Durante este período, los niños utilizan un lenguaje más parecido al de los adultos. Incluso, les gusta copiar sus expresiones aunque aún no comprendan del todo su significado. 4 5 6 7 Jugar juegos en los que representen personajes y situaciones de la vida diaria. Por ejemplo: “a la casita”, “a la verdulería”, “al supermercado”. A algunos chicos les gusta hacer estos juegos utilizando muñecos y títeres. Leer cuentos en voz alta. Mientras el adulto lee, puede ir señalando con el dedo las palabras escritas. Es interesante detenerse para imaginar cómo sigue la historia o, al final, conversar sobre lo que leyeron. Preparar dibujos y tarjetas para regalar en las fiestas y cumpleaños. Podemos aprovechar también esta oportunidad para proponerles dibujar y animarse a experimentar con la escritura. Ayudarlos a escribir. Aunque todavía no dominen la escritura, ellos pueden dictar al adulto lo que quieren escribir. 13 F13-778166.indd 13 19/04/13 07:46 Entre los 4 y 6 años… Continúan comunicándose con oraciones, ahora más complejas. Por ejemplo, “el nene se fue a su casa y yo me quedo acá”, “voy al baño, y vengo”, “¿querés jugar conmigo a la lotería?”. Pueden contar cosas en forma clara y fluida, así como también mantener conversaciones coherentes. El vocabulario empieza a ser cada vez más completo según el tema de conversación. En general, les gusta hablar de sí mismos, de las cosas que hacen cada día y de sus fantasías o sueños. Entonces, ¿qué podemos hacer? 1 2 3 4 Conversar con ellos sobre diferentes temas. Por ejemplo, sobre experiencias que vivieron o sobre cosas que les gustaría hacer en el futuro. Leerles cuentos y disponer de un rato para charlar sobre lo leído, para intercambiar impresiones y sensaciones frente a la historia. Compartir la lectura de un libro, leyendo algunas partes del texto el adulto y otras partes, el niño. Para ello, conviene elegir textos cortos y sencillos. Escribir junto a ellos después de leer un cuento. Podemos cambiarle el final y escribirlo. También inventar una historia, escribirla y hacer un dibujo. * Durante toda la niñez, más allá de la etapa en la se encuentren, compartir con los chicos momentos de juego, charlas, cuentos y canciones es una de las mejores maneras de brindarles amor y acompañarlos en su crecimiento. 14 F13-778166.indd 14 19/04/13 07:46 LECTURAS COMPARTIDAS, MOMENTOS INOLVIDABLES Más de una vez escuchamos que “leer es muy bueno para los chicos”. Son muchas las razones. Entre ellas, podemos pensar: • La lectura compartida puede ser un momento ideal para que adultos y niños se sientan cómodos y libres para charlar, expresar sus sentimientos e intercambiar ideas. • Al leerles los más pequeños se sienten escuchados, queridos y valorados. • Incluso en aquellos casos de chicos que dicen que no les gusta leer, cuando un adulto les lee en voz alta, empiezan a sentir entusiasmo e interés por las historias y los libros. Aprender a leer es un proceso que lleva tiempo y necesita de experiencias de contacto con textos. Cuanto más les leamos a nuestros hijos, más se entusiasmarán, más historias conocerán, más historias querrán leer. En este mismo sentido, aquellos chicos que han vivido experiencias de lecturas compartidas durante sus primeros años de vida, conocerán más palabras y entenderán mejor cómo se forman las frases. En síntesis se comunicarán mejor, tanto en forma oral como escrita. A su vez, las experiencias de lectura compartida enriquecerán su imaginación y creatividad, y podrá inventar relatos y personajes que los acompañarán toda la vida. Además, al compartir lecturas, los niños aprenden a escuchar, a respetar los turnos para hablar, a dar opiniones, a abrir su corazón y revelar sus sentimientos. Por último, a través de la lectura acceden a la información y pueden construir nuevos conocimientos. “ Todo comienza en una habitación iluminada por una lamparita, con alguien que nos cuenta un cuento. O más atrás, con una voz que nos arrulla cuando aún no tenemos las palabras. [ …] Quizás cuando crecemos seguimos leyendo para revivir ese ritual, ese triángulo amoroso que cada noche unía tres vértices: un niño, un libro y un adulto . ” Yolanda Reyes, “El triángulo amoroso”, El Tiempo, mayo 2011. 15 F13-778166.indd 15 19/04/13 07:46 ¡A ponerse en acción! Ahora sí, veamos qué propuestas podemos realizar con nuestros hijos para acercarlos a la lectura: • Pactar con los chicos un “momento de cuentos” para cada día. Por ejemplo, antes de ir a dormir, después de merendar o cuando llegan de la escuela. • Inventar con los niños los “días de cuentos”: “miércoles de terror”, “martes de animales”, “lunes de poesías”, “jueves de amor”, “sábados de dinosaurios”, etc., para conocer diferentes tipos de historias. • Invitar a los abuelos, tíos, primos, a leer. Pueden contar algún cuento en voz alta cuando nos visitan, antes o después de ir a jugar, llevar libros a la plaza para aprovechar el aire libre. • Usar títeres, muñecos, máscaras, sombreros o lo que tengan a mano para enriquecer los momentos de lectura y divertirse juntos. • Dramatizar e inventar historias junto con los chicos, representando personajes, situaciones, diálogos. ¡Disfrazarse es muy divertido! • Dibujar la parte que más nos gustó de un cuento y escribir un relato que lo acompañe. 16 F13-778166.indd 16 19/04/13 07:46 Antes, durante y después de la lectura Leer un cuento es una experiencia placentera que podemos aprovechar y enriquecer conversando con los chicos antes, durante y después de leer. Permitir que el niño elija qué cuento quiere que le leamos. Luego, mostrarle la tapa, preguntarle qué cree que contará esa historia (si no lo conoce), animarlo a reconstruir la historia a partir de los dibujos de la tapa y el interior con sus propias palabras (si ya lo conoce), conversar acerca de por qué eligió ese cuento y no otro. Por último, disponernos en un lugar cómodo. to e cuen s d ro Lib Antes de leer Durante la lectura Acompañar el relato con gestos, acciones, voces; hacer alguna pregunta ocasional para que los chicos expresen sus emociones y opiniones acerca de la historia y compartir algunas de las ilustraciones del libro. Después de la lectura Compartir nuestras propias emociones y opiniones y preguntar al niño acerca de las suyas, volver a leer una parte o todo el texto, acordar la lectura de otro cuento para el día siguiente. 17 F13-778166.indd 17 19/04/13 07:46 ¿CÓMO LEER EN VOZ ALTA? Las siguientes orientaciones ayudarán no solo a leer mejor, sino también a convertirse en verdaderos intérpretes de las historias. • Dedicar un rato a conocer la historia antes de compartirla con los chicos. De esta manera, podremos ubicar las partes más interesantes, las que pueden emocionarlos y aquellos diálogos atractivos entre los personajes. También nos servirá para elegir las ilustraciones que queremos compartir. • Antes de empezar con el cuento, leer juntos el título y prestar atención a las ilustraciones de la portada. Esto suele entusiasmar a los chicos y los ayuda a comenzar a imaginar de qué trata el libro. • Quien lee en voz alta debe seguir las emociones de la historia: los momentos tristes, de suspenso, de mucha acción y hasta los románticos. Entonar no es solo respetar los signos de puntación, de interrogación o exclamación. • Mientras leemos, compartir solo algunas de las ilustraciones del libro. Si mostramos todas las ilustraciones, corremos el riesgo de perder el hilo de la narración. • En cambio, cuando se trata de los libros álbum, la ilustración es tan importante como el texto. Por eso, es interesante que al leer en voz alta este tipo de libros los chicos puedan ir y venir entre las palabras y la imagen. • Por último, conversar después de la lectura es quizá el espacio más rico para la formación de los niños como lectores. Hablar sobre lo leído permite la reflexión, promueve las interpretaciones y ayuda a repensar la historia desde diferentes puntos de vista. 18 F13-778166.indd 18 19/04/13 07:47 Preguntas posibles para hacer luego de la lectura • ¿Qué te gustó más del cuento? • ¿Querés que volvamos a leer alguna parte en especial? ¿Qué te gusta tanto de este fragmento? • ¿Qué te llamó especialmente la atención? • ¿Te hubiera gustado que hubiese más de algo? (más aventuras por el mar, más personajes, más apariciones de algún personaje, más diálogos entre ellos, etc.). • ¿Hubo algo que no te gustó? • ¿Hubo partes que te parecido aburridas? • ¿Hubo algo que te desconcertó? * La lectura abre el juego a un rico intercambio de interpretaciones entre el niño y el adulto. • ¿Hubo algo que te pareció extraño? • ¿Encontraron algo que nunca antes habías visto en un libro? Las preguntas pertenecen al libro de Aidan Chambers, Dime, México, FCE, 2007. • Aunque los chicos puedan leer solos, es importante no perder los espacios de lectura en voz alta. Los ayudará a seguir construyendo experiencias en su recorrido lector. 19 F13-778166.indd 19 19/04/13 07:47 ¿QUÉ LEER A LOS MÁS CHICOS? Pero la pregunta ahora es qué leer, cómo elegir entre un mar infinito de libros para niños. Quizá resulte útil considerar las siguientes cuestiones: • ¡No es necesario entender todo para disfrutar de un texto! Las poesías, los cuentos, las obras de teatro, las narraciones orales se disfrutan aunque no entendamos completo el significado del texto. • Si no hay libros en casa, ¡visitemos la biblioteca más cercana! Promover la lectura y estimular el lenguaje en los niños no depende de los libros que tengamos. Las bibliotecas públicas y populares ofrecen una gran variedad de libros para chicos y salas específicas que se pueden visitar. • Más allá de los libros. También podemos compartir relatos orales como las anécdotas o los recuerdos familiares, las canciones que sepamos de memoria y hasta las historias que podemos inventar. • Libros para los más pequeños: ¿solamente los que tienen mucha imagen y poco texto? Existen compilaciones de canciones de cuna o antologías de poesías y cuentos breves que, aunque no tienen ilustraciones, pueden ser ideales para los chicos. Podemos elegir este tipo de libros para que un adulto se los lea. 20 F13-778166.indd 20 19/04/13 07:47 • Libros para agarrar, morder y jugar. Los libros objeto, acolchonados, de tela, sumergibles, con ruidos e interacciones, son ideales para que los niños puedan tomar contacto directo. Es importante que las ilustraciones sean coloridas y estimulantes y jueguen con los textos de cada página. • Clásicos de ayer y de hoy. Los clásicos no pasan de moda, los clásicos pasan a las modas. Clásicos son escritores como María Elena Walsh, Javier Villafañe, Graciela Cabal, Laura Devetach y Gustavo Roldán. Sus historias son creativas, llenas de imágenes y con juegos de palabras que sabrán atrapar a los * Existe un sinfín de historias para leerle a los chicos. De a poco ellos irán distinguiendo cuáles son sus relatos preferidos. incipientes lectores. • Cuentos tradicionales. Historias como “Caperucita roja”, “Hansel y Gretel”, “Los tres cerditos”, “El soldadito de plomo” son clásicos de todos los tiempos. Charles Perrault, los hermanos Grimm, Andersen y otros tantos autores han dejado una enorme cantidad de historias, tan fantásticas como inolvidables, que son sin duda el primer paso de todo lector. 21 F13-778166.indd 21 19/04/13 07:47 NUESTRO HOGAR, UN LUGAR PARA APRENDER Nuestro hogar puede convertirse en un ambiente “amigo de las palabras”, que facilite el desarrollo de la lectura, la escritura y el lenguaje en general. Al compartir experiencias de lectura y escritura, los chicos comienzan a entender cómo se forman las palabras y las frases, qué características tienen los distintos textos, cuándo y para qué es necesario leer y escribir. Por eso, los padres u otros adultos a cargo de su cuidado podemos realizar actividades que favorezcan el desarrollo de los niños, convirtiendo el hogar en un lugar para aprender. Algunas sugerencias • Hacer carteles para decorar las paredes de la casa con motivos elegidos por los chicos como el del cuadro de fútbol o el cantante favorito. • Realizar listas de cumpleaños de los amigos y/o familiares, para colgar en la heladera. • Escribir recordatorios de lo que hay que hacer, la próxima visita al médico u otros compromisos. • Confeccionar listas de compras para el mercado. • Leer las palabras de los envases al ordenar los productos. • Compartir momentos de lectura de diarios, libros y revistas. • Conversar con los niños sobre sus actividades cotidianas. • Escribir o preparar alguna receta de cocina en conjunto. • Hacer juntos la tarea. • Leer y escribir frente a ellos y con ellos. 22 F13-778166.indd 22 19/04/13 07:47 UNA EXPERIENCIA PARA TODA LA VIDA Leer en voz alta, conversar, cantar, jugar con otros son oportunidades especiales para aprender, divertirnos y transmitir nuestro cariño. Las lectura es una experiencia de vida. Luego de leer, somos los mismos y somos otros. En los primeros años de vida esto es aún más poderoso. Leer un cuento que nos hace reír o llorar o descubrir algo que no sabíamos, nos cambia. “ Me gustaban los cuentos. Todavía no conocía los libros. Pero todos los días había cuentos. De mi padre, de mi abuela. […] Cuentos de Pedro Urdemales, cuentos de aparecidos, cuentos exagerados y mentirosos, de miedo, toda clase de cuentos para grandes que se contaban entre ellos. Yo tenía cuatro o cinco años y estaba todo el tiempo metido entre las patas de los grandes escuchando esos cuentos que me parecían muy hermosos . Gustavo Roldán (escritor, 1935-2012) ” 23 F13-778166.indd 23 19/04/13 07:47 Índice ¿Qué encontrarán en este material? ............................................................ 4 Leer acompañados .......................................................................................... 5 Hablar, escuchar, leer y escribir ...................................................................... 6 En cada etapa, un mundo por descubrir ........................................................ 8 Los bebés .......................................................................................................... 8 Durante el primer y el segundo año de vida .................................................... 10 Entre los 2 y 3 años... ...................................................................................... 12 Entre los 4 y 6 años... ...................................................................................... 14 Lecturas compartidas, momentos inolvidables .......................................... 15 ¡A ponerse en acción! ...................................................................................... 16 Antes, durante y después de la lectura ........................................................... 17 ¿Cómo leer en voz alta? ................................................................................ 18 ¿Qué leer a los más chicos? ........................................................................ 20 Nuestro hogar, un lugar para aprender ........................................................ 22 Una experiencia para toda la vida ............................................................... 23 24 F13-778166.indd 24 19/04/13 07:47