BASES CONSTITUCIONALES DE LA ACTIVIDAD PROBATORIA

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BASES CONSTITUCIONALES DE
LA ACTIVIDAD PROBATORIA
Concepto de dignidad
La dignidad de la persona es el rasgo distintivo de los seres
humanos respecto de los demás seres vivos, la que constituye a
la persona como un fin en sí mismo, impidiendo que sea
considerada un instrumento o medio para otro fin, además de
dotarlo de capacidad de autodeterminación y de realización
del libre desarrollo de la personalidad.
La dignidad es así un valor inherente a la persona humana
que se manifiesta a través de la autodeterminación consciente
y responsable de su vida y que exige respeto de ella por los
demás. En ese sentido, la dignidad tiene una doble dimensión.
El principio-derecho de dignidad
Conforme a la Constitución, la dignidad del ser humano no sólo representa
el valor supremo que justifica la existencia del Estado y de los objetivos
que este cumple, sino que se constituye como el fundamento esencial de
todos los derechos que, con la calidad de fundamentales, habilita el
ordenamiento [STC N° 002273-2005-PHC/TC].
La dignidad ocupa una posición preferente en el ordenamiento jurídico, ser
fin y límite frente a la existencia de todos los derechos fundamentales.
La dignidad humana es comprensiva de la autonomía, libertad e igualdad
humana.
El doble carácter de la dignidad humana
La dignidad humana constituye tanto un principio como un derecho
fundamental.
En tanto principio, actúa a lo largo del proceso de aplicación y ejecución
de las normas por parte de los operadores constitucionales, como: a)
criterio interpretativo; b) criterio para la determinación del contenido
esencial y cuestiones de conflicto entre derechos; y c) criterio que comporta
límites a las pretensiones legislativas, administrativas y judiciales, e incluso
extensible a los particulares.
En tanto derecho fundamental se constituye en un ámbito de tutela y
protección autónomo. Comprende la posibilidad de que los individuos se
encuentren legitimados a exigir la intervención de los órganos
jurisdiccionales para su protección en la resolución de conflictos donde está
en juego.
El derecho fundamental de
presunción de inocencia
Para el Tribunal Constitucional la presunción de inocencia es un
derecho reconocido por el PIDCP, la CADH y el art. 2°.24.e) de la
Constitución: “Toda persona es considerada inocente mientras no se
haya declarado judicialmente su responsabilidad”. El constituyente ha
reconocido la presunción de inocencia como un derecho fundamental.
El fundamento del derecho a la presunción de inocencia se halla
tanto en el principio-derecho de dignidad humana, así como en el
principio pro hómine [STC 10107-2005-PHC/TC].
Como todo derecho fundamental, el derecho a la presunción de
inocencia tiene un doble carácter. Esto es, que no solamente es un
derecho subjetivo, sino también una institución objetiva dado que
comporta determinados valores inherentes al ordenamiento
constitucional.
Presunción de inocencia. Alcance
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En la STC 10107-2005-PHC/TC se ha sostenido que en cuanto a su
contenido, el derecho a la presunción de inocencia comprende: a) el
principio de libre valoración de la prueba; b) que la sentencia
condenatoria se fundamente en auténticos actos de prueba; y, c) que la
actividad probatoria sea suficiente para generar en el tribunal la
evidencia de la existencia no sólo del hecho punible, sino también la
responsabilidad penal que en él tuvo el acusado y así desvirtuar la
presunción.
Asencio Mellado considera que el derecho fundamental a la presunción de
inocencia se desenvuelve en las siguientes exigencias: a) la carga de la
prueba, b) la exigencia de una actividad probatoria, y c) pruebas
practicadas con todas las garantías.
Alcance del derecho fundamental a
la presunción de inocencia
La presunción de inocencia como principio cardinal del derecho
procesal contemporáneo presenta un triple contenido (art. II.1 T.P.):
Como regla de tratamiento, la presunción de inocencia obliga a
que el acusado sea tratado durante el desarrollo del proceso penal
como inocente mientras no se declare su culpabilidad en una
sentencia condenatoria.
Como regla de juicio penal, la presunción de inocencia opera
imponiendo la absolución del acusado tanto en los supuestos de
ausencia total de prueba como en los supuestos de insuficiencia
probatoria o duda razonable.
Como regla probatoria, la presunción de inocencia exige que la
carga de la prueba es del que acusa, la concurrencia de prueba, su
condición de prueba de cargo, suficiencia y su legitimidad.
El derecho a la prueba. Concepto
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El derecho a la prueba es aquél que posee el litigante consistente en la
utilización de los medios probatorios necesarios para formar la convicción
del órgano jurisdiccional acerca de lo discutido en el proceso [Pico I Junoy].
Que las partes tengan el derecho a probar un hecho significa que tienen la
facultad de presentar todos los medios de prueba relevantes y admisibles
para apoyar su versión de los hechos en litigio [Taruffo].
El derecho a la prueba es el que garantiza que los medios probatorios
ofrecidos serán admitidos, practicados y valorados adecuadamente,
observando los principios que delimitan su contenido.
El derecho a la prueba. Reconocimiento
Reconocimiento implícito: El derecho a la prueba goza de protección
constitucional, pues se trata de un contenido implícito del derecho al
debido proceso, reconocido en el art. 139.3 Const. [F.J. 101 de la
STC del 3 de enero de 2003].
Reconocimiento explícito:
PIDCP: Art. 14.3.e): A interrogar o hacer interrogar a los testigos de
cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y
que éstos sean interrogados en las mismas condiciones que los
testigos de cargo.
CADH: Art. 8.2.f): Derecho de la defensa de interrogar a los
testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia,
como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz
sobre los hechos.
NCPP: Art. IX.1: Derecho a utilizar los medios de prueba
pertinentes.
Características del derecho a la prueba
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Se trata de un derecho de configuración legal
Es un derecho complejo
No es un derecho absoluto
Contenido o alcance del derecho a la prueba
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Derecho a que se admita toda aquella prueba que, propuesta por alguna
de las partes, respete los límites inherentes a la actividad probatoria y los
debidos a los requisitos legales de proposición.
Que el medio probatorio admitido sea practicado pues en caso contrario,
estaremos en presencia de una denegación tácita del mencionado derecho.
Implica intervención en la práctica de la prueba y a refutar la prueba de
la contraria.
El derecho a la prueba conlleva que el medio probatorio admitido y
practicado sea valorado por el órgano jurisdiccional (valoración motivada
que tiene lugar en la sentencia) ya que, en caso contrario, se le estaría
sustrayendo toda su virtualidad y eficacia.
El derecho a la prueba en la
jurisprudencia del TC
El derecho a la prueba es un derecho fundamental complejo, cuyo
contenido está determinado por el derecho a ofrecer medios
probatorios que se consideren necesarios, a que éstos sean
admitidos, adecuadamente actuados, que se asegure la
producción o conservación de la prueba a partir de la actuación
anticipada de medios probatorios y que éstos sean valorados de
manera adecuada y con la motivación debida, con el fin de darle
el mérito probatorio que tenga en la sentencia (STC 6712-2005HC/TC y STC 1014-2007-PHC/TC).
Límites al derecho a la prueba
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Límites intrínsecos: se deducen de diversos preceptos
constitucionales, y se concretan en aquellos presupuestos o
condiciones que, por su propia naturaleza, debe cumplir toda
prueba.
Límites extrínsecos: se deben al carácter procesal del derecho
objeto de estudio, y hacen referencia a las formalidades y
cauces procedimentales imprescindibles para ejercitarlo
válidamente.
Límites al derecho a la prueba en la
jurisprudencia del TC
Como todo derecho fundamental, el derecho a la prueba también
está sujeto a restricciones o limitaciones, derivadas tanto de la
necesidad que sean armonizados con otros derechos o bienes
constitucionales – límites extrínsecos-, como de la propia naturaleza
del derecho en cuestión -límites intrínsecos-” (STC 1014-2007PHC/TC, caso Federico Salas Guevara Schultz, F.J. 8).
Entre los límites están las exigencias de pertinencia, conducencia,
utilidad, necesidad y licitud.
Límites intrínsecos
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Pertinencia: Exige que el medio probatorio tenga una relación directa o
indirecta con el hecho que es objeto de proceso.
Conducencia o idoneidad: El legislador puede establecer la necesidad de
que determinados hechos deban ser probados a través de determinados
medios probatorios. Será inconducente o no idóneo aquel medio
probatorio que se encuentre prohibido en determinada vía procedimental
o prohibido para verificar un determinado hecho.
Utilidad: Se presenta cuando contribuya a conocer lo que es objeto de
prueba, a descubrir la verdad, a alcanzar probabilidad o certeza.
Licitud: No pueden admitirse medios probatorios obtenidos en
contravención del ordenamiento jurídico, lo que permite excluir supuestos
de prueba prohibida.
Legitimidad de la prueba
El principio de legitimidad de la prueba ha sido recogido por el
artículo VIII.1 del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Penal,
el mismo que establece que todo medio de prueba sólo podrá ser
valorado si ha sido obtenido e incorporado al proceso por un
procedimiento constitucionalmente legítimo.
El Tribunal Constitucional peruano al desarrollar los alcances del
derecho a la prueba, en su sentencia 1014-2007-PHC/TC,
considera que conforme
a tal derecho se exige la
constitucionalidad de la actividad probatoria, la cual implica la
proscripción de actos que violen el contenido esencial de los
derechos fundamentales o transgresiones al orden jurídico en la
obtención, recepción y valoración de la prueba.
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