Reconstrucción histórica de la reclamación venezolana sobre el

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RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA DE LA RECLAMACIÓN VENEZOLANA
SOBRE EL TERRITORIO ESEQUIBO DURANTE EL PERIODO 1982
HISTORICAL RECONSTRUCTION OF THE VENEZUELAN CLAIM ON THE
TERRITORY ESEQUIBO DURING THE PERIOD 1982
Carlos Perozo
RESUMEN
ABSTRACT
Con el nacimiento de los primeros atisbos
de independencia de las colonias americanas
con respecto a España, las Juntas de
Gobierno nacientes incorporaron el Utis
Posidetis Iure para fijar los límites de las
nuevas naciones según las viejas cédulas
reales. No obstante, durante toda la vida
republicana que hasta el momento
comprende poco mas de 200 anos,
Venezuela ha perdido 883.555 Kilómetros
cuadrados de “Suelo Patrio”. De esta
manera, la presente revisión documental
pretende aportar un conocimiento más
amplio y detallado sobre un capítulo poco
estudiado de la historia y la geografía patria
contemporánea, como lo fue el despojo
territorial de 159.500 Kilómetros cuadrados
experimentado por la nación venezolana, a
manos de la Gran Bretaña, el cual se
recuerda como uno de los episodios más
vergonzosos y vejatorios de los derechos de
un país independiente: el de la Guayana
Esequiba.
Palabras Clave: Reconstrucción Histórica.
Despojo Territorial. Guyana Esequiba.
Territorio en reclamación, período 1982.
With the birth of the first observations of
independence of the American colonies with
regard to Spain, the nascent Meetings of
Government incorporated the Utis Posidetis
Iure to fix the limits of the new nations
according to the old royal bonds.
Nevertheless, during the whole republican
life that up to the moment there understands
few mas of 200 anuses, Venezuela has lost
883.555 square Kilometres of " Native Soil
". Hereby, the present documentary review
tries to contribute a knowledge more wide
and detailed on a chapter little studied of the
history and the native contemporary
geography, since it it was the territorial
spoliation of 159.500 square Kilometres
experienced by the Venezuelan nation, to
hands of the Great Britain, who is
remembered as one of the most shameful
and annoying episodes of the rights of an
independent country: that of the Guyana
Esequiba.
Keywords: Historical
Reconstruction.
Territorial Spoliation. Guyana Esequiba.
Territory in claim, period 1982.
Carlos Perozo. Profesor en Ciencias Sociales, Graduado en 2008 del Pedagógico de
Barquisimeto. Maestrante en Enseñanza de la Historia UPEL – IPB. Ha participado como
ponente en diversos congresos nacionales e Internacionales. Actualmente Labora como
Profesor Instructor en el Departamento de Ciencias Sociales en el Pedagógico de
Barquisimeto. Correo electrónico: [email protected]
Artículo recibido en abril de 2012 y aceptado en octubre de 2012.
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Con el nacimiento de los primeros atisbos de independencia de las colonias americanas con
respecto a su metrópolis, España, el Utis Posidetis[1]
Iure fue incorporado a las
instituciones americanas para fijar los límites de las nuevas naciones según las viejas
cédulas reales. En virtud de esto nuevas naciones se formaron respetando la demarcación de
los virreinatos y las capitanías generales.
De esta manera, en el caso Venezuela, sus territorios comprendían aquellos que alguna vez
fueron los de la Capitanía General de Venezuela, hecho que quedó ratificado en el mismo
texto de su primera constitución como país independiente y soberano. No obstante, la férrea
realidad de una guerra total en el continente americano, impulsó el conveniente sentido de
unidad entre los antiguos territorios españoles y de esta manera hizo su aparición “La Gran
Colombia”, idea de Francisco de Miranda, hija de Simón Bolívar. Pero una vez absorta de
la quintaesencia que llegó a justificar su constitución: la guerra contra España, así como la
existencia de múltiples vicisitudes y diferencias entre sus dirigentes, además del carácter
de su gobierno, sociedad, amplio espacio territorial y demás factores, el coloso americano
no tardo en desplomarse. Poco más de una década perduró la inmensa y gran república
Grancolombiana.
Después de ello, Venezuela, Colombia y Ecuador, naciones por siempre hermanas, se
establecieron cada una bajo la fórmula del Utis Posidetis Iure. Así ingresaba Venezuela de
manera definitiva a la palestra mundial de naciones independientes y soberanas.
Sin embargo, esta situación expuso a la recién nacida nación a los tantos riesgos que
caracterizaron a la época imperial del siglo XIX, y que mantiene sus vestigios hasta la
actualidad. Sostiene Earle Herrera que “Cuando un país logra independencia política, es
visto "por encima del hombro" por la naciones dominantes. No sólo le costará ser aceptado
en el concierto de las naciones, sino que muchos países ricos miran su geografía como una
tierra de nadie.” [2] Y este sería la situación Venezuela desde el mismo instante de su
separación de la Gran Colombia.
Durante su vida republicana, que hasta la fecha comprende poco mas de 200 años de
existencia, Venezuela ha tenido que soportar el trago amargo de un salvaje arrebato
territorial cometido por un “concierto de naciones”, potencias coloniales extranjeras e
inclusive naciones hermanas, que ha venido a cercenar casi la mitad de su territorio
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original. Un total aproximado de 883.555 Kilómetros cuadrados han sido separados de lo
que hoy llamamos “nuestro suelo patrio”.
De entre todos los arrebatos territoriales experimentados por la nación venezolana, quizás
el despojo de 159.500 Kilómetros de su suelo patrio por parte de la Gran Bretaña, es el que
se recuerda como uno de los episodios más vergonzosos y vejatorios de los derechos de un
país independiente: el de la Guayana Esequiba.
Este espacio fue usurpado por Inglaterra a Venezuela durante un proceso que se materializó
entre la tercera década del siglo XIX y finales del mismo, cuando es firmado el Laudo de
París el 3 de Octubre de 1899. El proceso de reclamación por parte de Venezuela debido a
este despojo territorial sólo tuvo eco internacional a partir de la Segunda Guerra Mundial,
cuando surgieron condiciones favorables para dialogar sobre este problema y así se arriba a
la firma del Acuerdo de Ginebra el 17 de Febrero de 1966 en el cual Venezuela, Gran
Bretaña y Guayana Británica se comprometieron a buscarle solución a esta disputa
territorial. Pronto se iniciaron las conversaciones directas, pero fueron suspendidas porque
venció el plazo concedido a la Comisión Mixta, por lo cual el 18 de junio de 1970 fue
firmado por Venezuela, la República Cooperativa de Guyana y el Reino Unido de Gran
Bretaña e Irlanda Norte el Protocolo de Puerto España que congeló las negociaciones por
doce años.
Así pues, en Junio de 1982, fecha en que expiraba de manera definitiva el Protocolo de
Puerto España, Venezuela debía tomar una resolución definitiva con respecto a su reclamo
territorial.
El Protocolo de Puerto España quedo sin efecto a partir del 18 de junio de 1982, sin
embargo, ambas partes acuerdan la extensión de un plazo de tres meses a fin de encontrar
una solución apegada a lo estipulado en el mencionado Protocolo.
En este sentido, el 2 de julio del corriente año, el gobierno venezolano se dirige al gobierno
Guyanés una comunicación invitándole a reanudar al dialogo y acudir a la negociación
directa como forma de encontrar una solución satisfactoria a la disputa territorial. Sin
embargo la respuesta del Gobierno guyanés llegará el 20 de agosto de ese mismo año, casi
mes y medio después, lo cual representa en el plano de la diplomacia internacional un plazo
de tiempo significativamente extenso.
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En la respuesta ofrecida, la república guyanesa aboga por someter el asunto en cuestión a
un “Arreglo Judicial en la Corte Internacional de Justicia” lo cual resulta contrario a lo
planteado por Venezuela.
La contestación venezolana al nuevo planteamiento de la Guyana es manifestado 10 días
más tarde, el 30 de agosto. En el mismo, el gobierno venezolano reitera:
“…la invitación a negociar sobre las bases más amplias en la búsqueda de una
solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia.” [3]
De esta manera, la propuesta venezolana de recurrir a la negociación directa entre las partes
refleja un consenso nacional, correcto y ajustado al Acuerdo de Ginebra, el cual plantea la
controversia entre Venezuela y Guyana en términos de carácter “jurídico – políticos”, y no
en términos de carácter exclusivamente jurídicos. En el campo del Derecho Internacional,
estos conflictos de carácter “jurídico – políticos” requieren de técnicas de solución
diferentes a los conflictos de orden meramente jurídico que se resuelven por la vía arbitral,
en este caso tal y como pretendía Guyana a través de la Corte Internacional de Justicia.
Ante la nueva comunicación venezolana el Embajador Guyanés ante las naciones Unidas,
Noel Sinclair declara después de entrevistarse con el Secretario General Peréz de Cuellar,
que es “alarmante” la posición de Venezuela en el diferendo que sostienen ambos países, y
a continuación puntualiza que:
“Venezuela ha elegido soberanamente la negociaron directa y nosotros, también
soberanamente, la vía judicial. Venezuela reacciona de una manera como si
creyera que Guyana ni siquiera tiene el derecho de proponer una vía de solución.”
[4]
El 12 de septiembre corresponderá al mismo presidente venezolano, Luís Herrera Campins
declarar que en Venezuela:
“Seguimos sosteniendo que la mejor interpretación del Acuerdo de Ginebra, está en los
planteamientos que nosotros hemos hecho.” [5]
Cuatro días más tarde, periodistas que cubren las noticias de las Naciones Unidas, informan
que el Embajador de Guyana ante el organismo internacional, refutó los argumentos de
Venezuela sobre la disputa territorial y:
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“dijo que si se anulan las fronteras, Caracas deberá poner a discusión los
territorios que le fueron asignados en el Laudo de 1899.” [6]
La declaración del embajador guyanés viene a confundir al sector de la opinión mundial
que desconoce la verdad histórica. Venezuela, en el Laudo de 1899, no le “fueron
asignados territorios’’, y por el contrario, le fueron arrebataros los territorios que le
correspondía al oeste del río Esequibo.
El día 16 de septiembre es anunciada en Venezuela la realización de la operación Halcón
Vista 1701, un despliegue militar que consiste en la ejecución de prácticas de ataque y
defensa en el territorio nacional entre los días 17 al 24 de ese mes, y que contarán con la
participación de todas las instituciones armadas de Venezuela. El Contralmirante Rafael
Antonio Rodríguez Baena, Comandante de la Base Naval Mariscal Falcón y Jefe de la
Guarnición de Paraguaná afirma que tales ejercicios tienen por fin:
…adiestrar a los oficiales, clases y soldados en las técnicas, movimientos y
acciones para defender con eficiencia y prontitud la soberanía y territorialidad
venezolana.
Señaló que las FAN estarán desplegadas y en alerta primero para detectar a
tiempo a los enemigos y capturarlos en defensa de la soberanía nacional y de la
terrritorialidad (sic), para lo cual existen las Fuerzas Armadas. [7]
Estos ejercicios tienen lugar tan sólo a un día del vencimiento del Protocolo de Puerto
España, sin embargo, resalta el marcado énfasis en la palabra “defensa” en la comunicación
expresada por el Contralmirante Rafael Antonio Rodríguez Baena. De tal manera, arriba el
18 de septiembre, y vence el plazo estipulado de tres meses.
El silencio será roto el día 20 por una comunicación que dirige el Gobierno Venezolano al
de Guyana. Esta es:
Señor Ministro:
Tengo la honra de dirigirme a vuestra excelencia en la oportunidad de referirme al
cumplimiento de los procedimientos establecidos por el Acuerdo de Ginebra de
17 de febrero de 1966.
En razón de haber transcurrido el lapso de tres meses previstos en el artículo IV 2.
del Acuerdo de Ginebra, sin que haya sido posible acordarse sobre uno de los
medios de solución pacífica de controversia señalados en el artículo 33 de la Carta
de las Naciones Unidas, se hace necesario aplicar las otras previsiones del mismo
parágrafo.
El Gobierno de Venezuela ha llegado al convencimiento de que el órgano
internacional más apropiado para señalar un medio de solución es el Secretario
General de las Naciones Unidas, quien aceptó esta responsabilidad por la nota del
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4 de abril de 1966, suscrita por Uthant y cuya actuación fue expresamente
convenida por las partes en el texto del mismo Acuerdo de Ginebra.
En consecuencia el Gobierno de Venezuela tiene el propósito de elevar el asunto
Al conocimiento del Secretario General y vería con agrado que el Gobierno de
Guyana hiciese por su parte una gestión similar.
Hago propicia la ocasión para reiterar a vuestra excelencia las seguridades de mi
más alta consideración.
José Alberto Zambrano Velasco
Ministro de Relaciones Exteriores. [8]
El 9 de octubre de 1982 el gobierno de Guyana, mediante nota entregada a nuestro
Embajador en ese país, hizo saber al de Venezuela que rechaza su proposición de que sea el
Secretario General de la ONU, Javier Pérez de Cuellar, el árbitro de la disputa territorial
entre ambos Países. El gobierno guyanés hace saber al de Venezuela que rechaza su
proposición por considerarla “prematura e inadmisible”.
Por supuesto, la proposición de Venezuela, ni es prematura ni inadmisible. Guyana rechazó
la vía de la negociación directa. Venezuela, en base al Acuerdo de Ginebra, propone
entonces se ponga el asunto en manos del Secretario General de la ONU a fin de que sea él
quien escoja una entre las diferentes vías previstas en el Artículo 33 de la Carta de dicho
organismo internacional, para la solución de controversias territoriales.
A través de una serie de intercambios de notas diplomáticas
se desarrollaran los
acontecimientos hasta el fin del año 1982, y no será hasta siete años más tarde, en 1989 que
la ONU designará al granadino Alistair McIntye para que se desempeñe como mediador
entre las partes.
NOTAS:
[1] Utis Posidetis Iure, es una expresión latina que corresponde a un tipo de interdicto o
medio de proteger al poseedor de buena fe hasta prueba en contrario de quien alegue mejor
derecho. Quiere decir: así como posees continuaras poseyendo o lo que es igual “en la
misma forma como los causantes anteriores venían poseyendo una cosa, la seguirán
poseyendo los sucesores”. Esta esencia ha sido la razón por la cual se ha venido empleando
como una fórmula diplomática de convenios fundados en las posesiones territoriales
actuales de los contrayentes.
[2] Herrera, Earle. Porque Venezuela ha perdido tanto territorio. (s/f).
[3] ROJAS, Antonio. Venezolano: La Guayana Esequiba te pertenece. Conócela y
Defiéndela. p.9
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[4] S/a. Guyana siente alarma ante Venezuela en El Nacional, Año XL, sábado 04 de
septiembre de 1982, Cuerpo D, p.1.
[5] ROJAS, Antonio. Venezolano: La Guayana Esequiba te pertenece. Conócela y
Defiéndela. p.9
[6] Ob. Cit. P.10
[7] S/a. Prácticas de ataque y defensa inician hoy las FAN en El Nacional, Año XL,
viernes 17 de septiembre de 1982, Cuerpo D, p.3.
[8] Rojas, A. Venezolano: La Guayana Esequiba te pertenece. Conócela y Defiéndela.
p.10
REFERENCIAS
CEBALLOS, Beatriz. (1982). La Formación Del Espacio Venezolano. Fondo Editorial de
la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
SERBIN, Andrés. (s/f). Guyana. Editorial Bruguera Venezolana S. A. 275 p.
MORALES, Faustino. (1999). Geografía Física Del Territorio En Reclamación Guayana
Esequiba. Fondo Editorial de Humanidades y Educación Universidad Central de
Venezuela.210 p.
GIACONE De Romero Rita. (1982). Guyana Hoy. Editores Corpoandes. P.258
FUENTES HEMEROGRÁFICAS
J.R. Arnaldo Castro Hurtado y los Aviones: NO DEBEMOS COMPRAR MATERIAL
BÉLICO A UN ENEMIGO POTENCIAL DE VENEZUELA en El Nacional, Viernes 16
de Abril de 1982, Cuerpo D, p.8.
VILLEGAS, Mario. Carlos Andrés Pérez: LA COMPRA DE LOS F – 16 AFECTA
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA SEGURIDAD NACIONAL en El Nacional, Viernes 16
de Abril de 1982, Cuerpo D, p.6.
BLOCK, Elena, Pide Luís Enrique Oberto: ES NECESARIO REVISAR CONTRATOS DE
LOS “HAWK” Y OTROS PAÍSES EUROPEOS en El Nacional, Viernes 16 de Abril de
1982, Cuerpo D, p.6.
S/a. De Venezuela: SOCIEDAD BOLIVARIANA SE SOLIDARIZA CON ARGENTINA en El
Nacional, Viernes 16 de Abril de 1982, Cuerpo D, p.6.
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