estudio aisenson ganó en la manzana de las luces

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ESTUDIO AISENSON GANÓ EL CONCURSO NACIONAL
DE LA MANZANA DE LAS LUCES Y SU ENTORNO
Publicado en Clarín Arq 13 de Septiembre de 2011
Publicado en Clarín edición impresa pág. 45 y Clarín web 14 de Septiembre de 2011
Más luz en la Manzana histórica
Por BERTO GONZÁLEZ MONTANER *
La semana pasada se conoció el resultado de un concurso convocado por el Ministerio de
Planificación Federal para completar la Manzana de las Luces. La idea es instalar en el vacío
sobre Perú, donde hoy funciona un estacionamiento, las sedes de la Comisión Nacional de
Museos y de Monumentos y Lugares Históricos (CNM) y del Centro Nacional de Patrimonio
(CNP). E integrar los edificios de la emblemática manzana porteña.
Delimitada por Bolívar, Alsina, Moreno y Perú es el enclave de mayor densidad patrimonial de
la Ciudad. No sólo por los túneles que la atraviesan y que algunos asocian con historias de
corsarios y piratas, sino por el palimpsesto de construcciones que emergen en su superficie.
Allí hicieron pie los jesuitas en 1661 y en su ángulo noreste construyeron la Iglesia de San
Ignacio, una de las más antiguas de Buenos Aires. A su costado, emplazaron el colegio
homónimo que en la actualidad sólo conserva uno de los lados. El resto fue demolido y lo
ocupa el Colegio Nacional Buenos Aires (1906-1938).
Sobre Perú y Alsina funcionó la Procuraduría de la Misiones (1730), donde se acopiaban las
mercancías que venían de las reducciones, y hacia Moreno erigieron las Casas de
Redituantes. De las cinco casas originales que eran para renta sólo quedan dos. Pasaron
numerosas instituciones como la Biblioteca Pública de Mariano Moreno y la Sala de
Representantes, un emblema de nuestra democracia. En su pequeño recinto semicircular se
reunieron la Legislatura Provincial (1822 a 1884), el Congreso General Constituyente y el
Nacional (1824 a 1827) y el Concejo Deliberante (1894 a 1931).
Por si le faltaba algo, también la propia Universidad de Buenos Aires ocupó la prestigiosa
manzana. Y trajo consigo a la Facultad de Ciencias Físicas y Naturales, la Facultad de
Ingeniería y la Facultad de Arquitectura hasta su traslado, primero a los provisorios pabellones
de madera al lado de la Facultad de Derecho y luego a la flamante Ciudad Universitaria.
La actual propuesta pretende revitalizar la zona utilizando como oportunidad urbanística el gran
baldío que hoy es un estacionamiento. Los arquitectos Pablo Pschepiurca, María Hojman,
Rodrigo Grassi, Enrique Speroni, Gabriel Martínez y Juan Martín Flores, ganadores del
concurso organizado por la Sociedad Central de Arquitectos, plantean crear un edificio sobre
Perú que termine de definir la manzana con la misma altura de sus vecinos; otro edificio de
altura mayor, en el fondo del lote, que “tapice” la medianera posterior del Colegio Nacional de
Buenos Aires y dos galerías que los unan, pero sin tocar las medianeras de ladrillo que hoy se
ven desde el estacionamiento. En el edificio del frente ubican la Comisión Nacional de Museos
y de Monumentos y Lugares Históricos (CNM) y en el de atrás el Centro Nacional de
Patrimonio (CNP). El conjunto cuenta con oficinas, salas de exposiciones, aulas, auditorio y
sala para actividades culturales y complementarias.
El nuevo edificio intenta no alterar las condiciones del lugar sin renunciar a su
contemporaneidad. El basamento que toma las alturas de los edificios linderos está compuesto
por piezas verticales de hormigón que recuerdan las pilastras de su vecino. El del fondo, de
características similares, cambia su proporción de llenos y vacíos, y sobre él emerge un edificio
de vidrio, de percepción más liviana, aludiendo al lenguaje contemporáneo.
Además, el proyecto del Ministerio de Planificación incluye crear un Centro de Interpretación
Jesuítico en la ex Procuraduría y un Centro de Interpretación de la Manzana de las Luces en el
ex edificio Casas Redituantes y un recorrido interno que vincule todos los edificios de la
manzana.
Se intenta, como expresan las bases del concurso, que “la Manzana de las Luces vuelva a ser
el foco cultural que le valió el nombre que le pusiera el periódico El Argos en 1821, por las
luces intelectuales que dejaron huella en cada etapa de la construcción de la Nación.” Ojalá así
sea.
* Editor Jefe De Arq.
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