1 Aprender a estudiar. La importancia de saber estudiar para los

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 Aprender a estudiar.
La importancia de saber estudiar para los músicos instrumentistas.
Introducción
De todos losrecursos de los que dispone un estudiante, de cualquierdisciplina,el más
importante, sin lugar a dudas, es saber estudiar. Estocobra más importancia si
hablamos de estudiantes de música y en concreto de instrumentistas.Es muy común
que se trabaje sin un plan predeterminado, sin un mapa que nos diga exactamente
qué tenemos que hacer, por lo que se empieza, y se acaba, “dando palos de ciego”
que no nos llevarán a ningún sitio, más que a un punto donde habremos viciado las
cosas de tal manera que volver atrás será mucho más penoso que el
comienzo.Aprender a estudiar es pues el mejor regalo que un alumno puede recibir de
su profesor.
Y no se trata sólo de una técnica que se aprende para llevarla a cabo durante un
tiempo y luego olvidarla, sino de una técnica que una vez aprendida se interiorizará y
se convertirá en el verdadero motor que hará que el alumno consiga, de verdad,el
fruto de su trabajo, y que ese trabajo sea cómodo, agradable y no produzca tensiones
innecesarias. Estoy seguro de que muchas de las tensiones que habitualmente se
producen en los músicos, tanto físicascomo psíquicas, son el resultado de un estudio
erróneo y de una carga de trabajo que el estudiante no puede abarcar, entre otras
cosas porque su forma equivocada de estudiarle roba mucho tiempo. Un estudio
inteligente nos ahorrará tiempo y sufrimientos inútiles.
Cuando ilustro este tema para mis alumnos me gusta hacer el símil con un viaje en
coche en el que el conductor del vehículo no dispone de mapa ni de ninguno de los
sistemas de navegación actuales, y se adentraen el viaje sin ninguna información.Esta
falta de información puede hacerle llegar a cualquier sitio antes que al punto de
destino.Muy diferente sería si este conductor estudiara primero el mapa con
detenimiento.Pues bien, ocurre lo mismo con el estudio de una partitura:debemos
plantearnos si antes de comenzar con el instrumento tenemos claro el recorrido que
haremos y a donde queremos llegar.La ansiedad porque suene ya, la ansiedad de
tener el instrumento en las manos y trabajar directamente con el sonido nos hace no
querer ver esto y estos se convierten en “el árbol que no nos deja ver el bosque”, a
partir de ahí habrá una sucesión de errores de todo tipo.
1 La importancia del estudio de calidad es tal que no creo exagerar si digo que la
carrera y la llegada a buen puerto del estudiante que intenta llegar a ser profesional
depende en gran medida de saber estudiar.
Aunque los estudiantes no acaben de creerse hasta qué punto esto es importante el
profesor no debe cejar en el intento porque su éxito con el alumno también depende
de la calidad del estudio que éste practique.
Hay que decir también que, incluso cuando la partitura es aparentemente fácil se debe
proceder de esta manera, con la diferencia de que necesitaremos menos tiempo, pero
siempre habrá parámetros que necesitan de una atención consciente.
Los alumnos confían excesivamente en su capacidad de reacción y de
improvisación,aunque normalmenteésta es escasa. Sólo será posible reaccionar
correctamente si antes hemos parado, y hemos trabajado la partitura con calma.
El estudio mental será la única vía rápida y segura parainteriorizar, y quiero subrayar
esta palabra,porque la interiorización del texto musical será el punto al que nos llevará
el estudio inteligente y a partir de ahí todo fluirá con naturalidad.
Por lo tanto: solamente interiorizar el texto musical nos conducirá a una interpretación
interesante y técnicamente correcta.
Voy a citar,antes de continuar, una serie de libros que han sido para mí de gran
ayudaen la tarea de aprender a estudiar:
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Ejercitación mental para músicos. Aprender más fácilmente. Actuar con más
seguridad,de RenateKlöpel, editado por Idea Música.
La interpretación musical de John Rink, editado por Alianza Música: dieciséis
capítulos escritos cada uno por un autor diferente, obra de la que podemos
sacar un gran partido relacionado también con el tema que ocupa este artículo.
Interpretación. Del texto al sonido también editado Alianza Música de Gerhard
Mantel: violonchelista alemán, profesor del Conservatorio de Frankfurt y
presidente
de
honor
de
la
sección
alemana
de
la
EuropeanStringTeachersAssociation.
El violín interior de Dominique Hoppenot, editado por Real Musical que, aunque
dirigido principalmente a los intérpretes de violín, tiene varios capítulos que
pueden ser de gran utilidad para todos los intérpretes.
La actuación en público. Manual básico para interpretar en público de Mª
Ángeles Manresa, editado por Boileau que también abarca este tema.
Por último, el libro de Margarita Lorenzo de Reizabal y Arantza Lorenzo de
Reizabal editado también por Boileau: Análisis musical. Claves para entender e
interpretar la música.
Aprovecho para felicitar a estas editoriales por la importante labor que están haciendo
para el bien de la música clásica, acercándonos textos traducidos de otros idiomas a
los músicos españoles.
2 Para mí,como decía antes, estos libros significaron un gran descubrimiento y quiero
recomendarlos encarecidamente a todoslos estudiantesy profesionales que quieran
profundizar en el estudio de la música y de su instrumento.
La postura, el movimiento corporal y el estudio mental.
El cuerpo es en muchos casos un escollo para el músico que convive con el
instrumento durante muchas horas al día.Debemos empezar por entender que nuestro
cuerpo es la otra mitad del instrumento. Pues bien, esta otra mitad del instrumentose
puede convertir en un muro que nos impida hacer la música como la concebimos. En
esta cuestión también nos puede ayudar del estudio mental; al igual que los
deportistas de élite, todos los movimientos y la dirección de nuestro cuerpo con el
instrumento se pueden trabajar primero con la imaginación. Si me detengo a pensar
cómo me voy a mover y estudio solamente con la partitura este parámetro, con el
paso de los días, también seré capar de interiorizar el movimiento correcto.Llegaré a
moverme como lo pienso evitando así movimientos parásitos. Esto no quiere decir
que no sea necesario trabajaralguna técnica corporal, por supuesto; creo que para un
intérprete también es algo de vital importancia,que ayudará aevitar muchos problemas.
Volviendo al símil con el deportista de élite: los instrumentistas también trabajamos
una serie de músculos de forma mecánica y repetitiva, durante muchas horas, por lo
que se llega auna sobrecarga muscular que en la mayoría de los casos no se
contrarresta porque
no se hace ningún ejercicio anterior ni posterior de
estiramiento.Como decía: al igual que el deportista, lo ideal sería tener calculados
antes, interiorizados, todos los movimientos. Llegados a este punto se podría objetar
que no serían naturales y espontáneos, todo lo contrario: si se trabajan en la
imaginación llegará el momento que serán tan naturales o espontáneos como los
movimientos habituales y digo incluso más: más naturales y espontáneos que los
movimientos anteriores porque habrán desaparecido los movimientos parásitos, que sí
que no tienen nada denaturales. Desecharemos una insana postura corporal,
aprendida, aunque sea parte de nosotros,por una sana postura corporal.
¿Imagina alguien a un atleta de élite o a un equipo de futbol, baloncesto o cualquier
otro deporte, ensayando sus jugadas o su técnica sólo sobre la pista ?: es
impensable, además de agotador. Todos sabemos que hay un trabajo previo muy
importante de apoyo psicológico y de trabajo sobre la pizarra, donde se idean todas
las jugadas. Pensemos,por ejemplo, en un atleta de barras paralelas practicando su
especialidad sólo sobre las barras; seguramente no conseguiría ninguno de los
precisos movimientos con los que trabajan. Hay muchas horas de trabajo mental
anterior.
3 Análisis de la partitura
Si somos capaces de detenernos (detenerse, parar, esa es la clave para todo antes
de actuar) delante de la partitura durante unos minutos cada día antes de empezar a
tocar directamente con el instrumento comprobaremos que una vez llegado el
momento de tocar, todo será mucho más fácil, tendremos una seguridad que no
conseguimos con un estudio exclusivamente físico y caótico, y además podremos
disfrutar mucho más de la música, lo que seguro, se notará en el resultado
final.Porque, dejémoslo claro, la música es principalmente una actividad intelectual y
entendiendo esto se comprenderá mejor la importancia de esta forma de estudiar.
Debemos estudiar sólo con la partitura unos días antes de enfrentarnos a ella con el
instrumento. El tiempo dependerá del grado de dificultad de la música.
Con la partitura en la mano podremos imaginar dinámicas, articulación, timbres,
medida, afinación, digitación, fraseo, etc. En nuestra mente la música sonará como en
la mejor grabación y esa idea a priori seré nuestro mapa. Hay estudios de
neuropsicología que demuestran que cuando se está haciendo un trabajo mental en
músicos experimentados,en el cerebro se activan las mismas zonas y este envía
señales eléctricasa los músculos como si se estuviera con el instrumento.
El hecho de acotar en un análisis las frases, las secciones, las modulaciones nos dará
una idea clara de la estructura del texto que a su vez hará que el intérprete pueda dar
sentido a la interpretación.
En cuanto al ritmo, estudiar sólo con la partitura evitará los numerosos problemas que
surgen de medida habitualmente. Podremos visualizar nítidamente el discurso musical
e interiorizar incluso el pulso con toda naturalidad.
Digitación
El problema de la digitación, principalmente en los pasajes más densos, se resuelve
bastante bien y en menos tiempo si estudiamos de esta manera. Estudiar directamente
con el instrumento este tipo de pasajes mecánica y rítmicamente complicados más
que ayudar supone una fuente de problemas. Con el instrumento desde un primer
momento se crean muchas tensiones innecesarias que a largo plazo traerán más
problemas. La forma correcta de proceder será pues trabajar sólo con la partitura
también este factor y hacerlo imaginando los pasajes en distintos tempos.Empezando
en un tempo muy lento, seremos capaces de ver todos los movimientos necesarios de
nuestros dedosy abarcaremos sin problema las dificultades rítmicas que se planteen.
Le daremos tiempo a nuestra mente a que desmenuce lo que hay en la partitura.
4 Conforme vamos abriendo camino iremos acelerando el tempo hasta ser capaces de
cantar todas las notas e imaginar la digitación en el tempo que nos pide el compositor.
Dinámicas
Sólo con anterioridad y sin prisas seremos capaces de imaginar las dinámicas ideales
para nuestra interpretación. Algo muy común en la mayoría de los estudiantes es una
interpretación lineal o plana, o unos resultados arbitrarios que son síntoma de la falta
de previsión. Suelen pensar que están sonando los distintos matices que hay en la
partitura pero suele ser también habitual que el resultado final está muy lejos de lo
que se plantea en la partitura, por lo que la interpretación se vuelve monótona y falta
de interés. El oído del oyente desconecta a los pocos minutos si no hay dinámicas que
lo atraigan.
Tocar en grupo
Estudiar a conciencia el papel de los otros instrumentos en cada sección y ser capaz
de tocar bien ensamblado en un grupo de música de cámara sólo se puede hacer si
estudiamos mentalmente primero. No se puede pretender hacer un buen trabajo de
grupo descubriendo sobre la marcha el papel de los otros en un ensayo; ensayos que
por otra parte normalmente son insuficientes. Hacer antes un trabajo con la partitura
general nos dará la visión suficiente para que el ensayo en grupo funcione sin
problemas importantes.
Fraseo
También podremos trabajar con la tranquilidad necesaria, y que sólo nos ofrece esta
forma de estudiar, algo tan importante como el fraseo. El fraseo que lleva implícito un
sutil movimiento en el tempo y en la dinámica surgirá de una forma natural y más
equilibrada si antes hemos dedicado este tiempo sólo con la partitura.
Los colores del sonido
El estudio mental nos facilitará además la tarea de imaginar los colores del sonido que
podemos modelar con nuestro instrumento atendiendo a las necesidades de los temas
y de las frases. Cantando la partitura mentalmente podremos, casi espontáneamente,
oír estos cambios sonoros que en la realidad ayudarán tanto a contribuir a una
interpretación interesante.
5 Las preguntas y respuestas de la estructura de las frases también necesitan de una
atención especial para hacer la música más inteligible y atractiva, y de esta manera
seremos capaces de verlo con toda claridad.
Articulación
Otro de los parámetros importantes en una buena interpretación es la claridad en la
articulación. Para mí articular es sinónimo de vocalizar, si no existe una buena
vocalización nadie te entenderá; si no existe una buena articulación tampoco se
entenderá tu música. Los instrumentos de cuerda y el piano tienen más facilidad para
articular, pero en el caso de los instrumentos de viento se necesita un pequeño
esfuerzo extra para hacer que esa articulación se oiga claramente a unos metros de
distancia. Si dedicamos un tiempo a este parámetro sólo mentalmente, seremos
capaces de hacer oír la articulación que realmente hay escrita en la partitura. Este
suele ser un error muy común, la mayoría de estudiantes se quedan a medio camino
por una falta de previsión y por lo tanto de precisión en la articulación.
La relajación que aporta esta forma de estudiar al hecho de interpretar
El estudio mental no crea tensión muscular alguna, es una forma muy relajada de
estudiar, y nos ayuda a verlo todo muy claro y muy lentamente desde el primer
momento.La música pasa primero por la cabeza y luego por losmúsculos, algo, que
nadie negará, es de lo más lógico y sensato. La relajación con la que se estudia
también se interioriza y lo notaremos al tocar.
Trabajo de la afinación.
Si hemos hecho el primer ejercicio de imaginación, el músico habrá imaginado la idea
perfecta de la partitura que está trabajando. Si el instrumentista canta afinado, aunque
sólo lo haga mentalmente, tocará afinado. Una vez que pasamos al trabajo físico con
el instrumento empezaremos por trabajar nuestra melodía, en la que buscaremos los
intervalos más delicados: quinta justa, cuarta justa y octavas, que no admiten
desviación. Dejaremos memorizados estos intervalos teniendo en cuenta, en principio,
la afinación pura y nuestro papel dentro de la armonía.Sobre todo cuando se trate de
tonos con valores largos este estudio se hace imprescindible. Si no tenemos paciencia
para trabajar de esta forma seguramente memorizaremos una mala afinación que más
tarde será difícil corregir.
El estudio con el instrumento sin sonido.
Este sería el último paso antes de trabajar con el instrumento todos los parámetros.
Podríamos detenernos llegado este momento en los pasajes mecánicamente más
difíciles y trabajar su digitación muy lentamente y sin sonido, esto evitará estar
pendientes de otros factores y concentrarnos en los movimientos que realizamos. La
posición debe ser la misma que cuando tocamos, en el caso de los instrumentos de
viento con el instrumento en la boca. Este paso nos permitirá sentir perfectamente
cualquier tensión muscular que se produzca y nos dará tiempo para asimilar
definitivamente todos los movimientos, memorizarlos y mecanizarlos. Después
6 vendría la siguiente fase que nos llevaría a tocar, ya con sonido, pero esto se sale de
la intención de este artículo.
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