CONSULTORIO LEGAL DEL ADMINISTRADOR Pregunta: De acuerdo con la información suministrada por algunos habitantes de un edificio, se conjetura que en uno de los departamentos, en el que existiría presencia y circulación de distintas mujeres y de visitantes a todas las horas del día y de la noche, se estarían desarrollando actividades lucrativas moralmente cuestionables.Se pregunta cuáles serían las medidas a adoptar para hacer cesar esa situación y qué posibilidades de resultados concretos ellas producirían.- Respuesta: El artículo 6º de la Ley 13.512 dispone: “Queda prohibido a cada propietario y ocupante de los departamentos o pisos: a) Destinarlos a usos contrarios a la moral o a buena costumbre o a fines distintos de los previstos en el reglamento de copropiedad y administración; b) Perturbar con ruidos o de cualquier otra manera la tranquilidad de los vecinos, ejercer actividades que comprometan la seguridad del inmueble, o depositar mercaderías peligrosas o perjudiciales para el edificio”.Conforme lo informado, la actividad cuestionada no produce ruidos, ni escándalos, ni música, ni perturba el descanso ni la habitabilidad de los departamentos vecinos.Ello descarta la posibilidad de encuadrar el problema en el supuesto contemplado en el inciso b) del artículo antes transcripto.Naturalmente que, si la situación descripta trascendiera los límites externos de la unidad con molestias de ese tipo, no sólo la transgresión a las normas reglamentarias y legales sería más grave sino que, fundamentalmente, sería más sencilla la producción de la prueba.Por lo que se da cuenta en la consulta, existen indicios claros que permitirían inferir la existencia de una violación a la norma contenida en el inciso a), pero -hasta que ello no pueda probarse materialmente- sólo constituiría una conjetura.Uno de los elementos de prueba que suele utilizarse en casos análogos se construye sobre la base de la utilización de la línea telefónica existente en el departamento.- Se procede a requerir los servicios de un Escribano Público y, con su participación, se efectúa una constatación que permite corroborar el ofrecimiento de los servicios en cuestión.Con ello es posible elaborar un principio de prueba que torne viable la solicitud de una medida judicial de prueba anticipada, que se dictaría inaudita parte (es decir, antes que la parte contraria sepa de la existencia de un proceso judicial en su contra) y, si de resultas del allanamiento y constatación judicial, se pudiera probar la citada actividad, la acción judicial tendría buenas posibilidades de éxito.El problema actual consiste en que este recurso ya es sumamente conocido y, por tal razón, en muchos casos se han ido dejando de utilizar las líneas fijas de teléfono sustituidas, para estos usos, por la telefonía celular.Esto dificulta la posibilidad que un tribunal dicte una medida de allanamiento y constatación de un domicilio particular, sin que la contraparte se encuentre notificada de ello.- En general la Justicia hace un uso muy prudente y restringido de esta clase de medidas, pues pueden vulnerar tanto el derecho de defensa en juicio con el derecho a la privacidad del habitante del departamento.Naturalmente que, si se promueve directamente una demanda y el transgresor es notificado de ella, le resultará muy sencillo modificar de inmediato la situación de hecho existente, cesando en la actividad y, con ello, frustrará el reclamo judicial emprendido ante la falta de pruebas.No puede dejar de señalarse que la infracción en cuestión, cuando no va acompañada de ruidos o escándalos, es de prueba bastante dificultosa.- En efecto, el demandado puede aducir que las personas que se encuentran en el departamento o que lo visitan, son de su amistad y, lo cierto es que ni las apariencias físicas, ni las indumentarias de dichas visitas, podrían de por sí constituirse en pruebas de violación de las normas legales que se le pretendería atribuir al propietario u ocupante.Si quien habita el departamento no es el propietario del mismo, sino un locatario, el consorcio podría remitir al titular de dominio de la unidad una carta documento poniéndole al tanto de la situación e intimándole para que adopte las medidas necesarias para que cese la actividad o se desaloje el departamento.El artículo 15º de la Ley 13.512 establece: “En caso de violación por parte de cualquiera de los propietarios u ocupantes de las normas del art. 6º , el representante o los propietarios afectados formularán la denuncia correspondiente ante el Juez competente y acreditada en juicio sumarísimo la transgresión, se impondrá al culpable pena de arresto … o multa … .- El juez adoptará también las disposiciones necesarias para que cese la infracción, pudiendo ordenar el allanamiento del domicilio o el uso de la fuerza pública si fuere menester.- Sin perjuicio de lo dispuesto precedentemente, si el infractor fuese un ocupante no propietario, podrá ser desalojado en caso de reincidencia.- …”.- Vale decir que la ley impone la sanción de desalojo sólo al ocupante no propietario y sólo en caso de reincidencia.En la generalidad de los casos la presión ejercida sobre el propietario de la unidad arrendada, suele surtir efectos en tanto, este último, a su vez actúa sobre el locatario para evitarse un conflicto con el consorcio.Si así no ocurriera o si este tipo de gestiones no resultan exitosas corresponderá promover la acción judicial.No obstante las limitaciones probatorias que ya fueron señaladas más arriba, la experiencia señala que -al notificarse una demanda de estas características- el ocupante modifica la situación existente en el inmueble para frustrar aquélla y ello, indirectamente, importa la obtención -a veces transitoria y muchas veces definitiva- del cese de la actividad cuestionada.En muchos casos la contratación de un servicio de vigilancia permanente que requiera la identificación de las personas que ingresan al edificio también termina desalentando y erradicando dicha utilización del inmueble.Sin perjuicio de todo lo expresado, debe señalarse que ante este tipo de problemas, el administrador del consorcio debe manejarse con extrema prudencia, en especial confirmando la veracidad de las denuncias que se reciban, que -no pocas veces- son el resultado de suposiciones o fantasías.Una vez que se tenga una mediana certeza acerca de la veracidad del planteo, es aconsejable que las medidas que se adopten, ya sea intimaciones al propietario o bien la iniciación de acciones judiciales, cuenten con el debido respaldo de la asamblea de copropietarios.Ya se ha hablado de las dificultades probatorias en esta clase de transgresiones, razón de más para que el representante legal del consorcio tome sus recaudos para no quedar expuesto a acusaciones o cuestionamientos por haber embarcado al consorcio en planteos que no contaban con un explícito aval por parte de los copropietarios.- Dr. Bartolomé Angel Orfila Abogado