Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Tesis de Licenciatura en Antropología social Tesista: Violeta Vidal Director: Mgter. Guillermo Luis Castiglioni Departamento de Antropología Social Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales Universidad Nacional de Misiones 2010 0 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Agradecimientos A Maco, por diseñar el dibujo que pensamos juntos y que recorre este trabajo; A las tres mujeres de mi familia: A mi mamá, que siempre estuvo y estará, por todo el cariño y el empeño que puso en mi formación y por mostrarme tantos colores para pintar la vida; A mi abuela, que la quiero mucho; Y a mi prima con su bandoneón; A mi director de tesis, Guillermo Castiglioni, por su ayuda invalorable, por su acompañamiento y por la buena predisposición que puso en este viaje; A Brígida Renoldi, que coordinó un taller de escritura para tesis que me fue muy productivo; A los profesores que colaboraron y colaboran en mi formación; A Gabriela Schiavoni, Lucía Esther Schvorer y Víctor Rozenfeld por leer atentamente el presente trabajo; A todos los que me ayudaron en este camino de conocer al Movimiento: a Marcelo, Gaby, Claudia, Gerardo, Bety, Mauricio, Ana, Isabel, Mónica, Heidi, Cristian, Airton, Marta, Juan Manuel, Enrique, Silvia, Francisco, Carlos y a todos los productores y productoras que entrevisté; A Josefina y a Celestina por haberme abierto las puertas de su casa y de su chacra para conversar; A la gente de El hormiguero, un lugar que representa mucho para mí; A mi Guille, por el amor y la paciencia; A Mariel, Yamila, Mora y Carla, por su presencia en distintos momentos de mi vida; A Aimará, Lara, Aimé, Horacio y María Sara, porque pasa el tiempo y siguen estando con la misma presencia de siempre; A todos los que están, por alegrarme, motivarme, despertarme, calmarme y acompañarme en distintos tiempos y espacios; Y a mi bici, por hacerme más liviano el camino. 1 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Introducción La estructura productiva de la provincia de Misiones se caracteriza principalmente por una gran concentración de tierras utilizadas para la forestación, y pequeñas y medianas extensiones particulares que se dedican a la producción de yerba, té y tabaco, además de la destinada al autoconsumo. En el escenario socioeconómico propio de la década de los 90 –donde al profundizarse las políticas neoliberales y desregulatorias aplicadas durante la última dictadura militar, las economías regionales vinculadas a actividades agroindustriales sufrieron un fuerte impacto negativo (Lapegna; 2005)- se comenzaron a implementar programas orientados a crear alternativas económico-productivas que posibilitaran a los pequeños productores enfrentar la caída de los precios de los principales productos de renta (yerba mate, té, tabaco). Fue así que distintas instituciones y programas estatales, como así también organismos no gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil comenzaron a viabilizar estos intentos por mejorar la situación del sector agrario. El INTA agregó nuevos componentes a las actividades de extensión: los Programas Minifundio, Cambio Rural, y Pro-Huerta. En estos Programas, los extensionistas orientaron su tarea en el marco del desarrollo local, procurando mejorar 2 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal la producción de autoconsumo entre las familias, promoviendo la organización de los productores y la articulación con otras instituciones de distintas regiones del país. Por otro lado, en este contexto también confluirán… “… las acciones del Programa Social Agropecuario (PSA) - programa de Estado destinado a paliar la pobreza rural - y del Movimiento Agrario Misionero (MAM) - gremio de pequeños productores agrícolas - en pos de generar alternativas de ingresos para el sector, incentivando la producción de alimentos y el cuidado del medioambiente. Hacia 1994, dichas entidades toman conocimiento de la modalidad de mercado denominada Ferias Francas (FF)1, surgiendo las mismas como una propuesta que intentaría dar respuesta a los problemas que enfrentaban los pequeños productores familiares misioneros.” 2 En 1997 -de la mano de estas mismas organizaciones junto con la Pastoral Social, la RAOM, Interferias3 e INDES- se suman las denominadas Ferias de Intercambio de Semillas, revalorizando la variedad de especies vegetales (agrobiodiversidad) que existen en las explotaciones agrícolas de los pequeños productores. Los participantes de estas suelen ser vendedores en ferias francas o miembros de organizaciones productivas. Existe actualmente una feria provincial bianual así como distintas ferias regionales, zonales y locales. Respecto al alcance de ciertas instituciones en relación con los pequeños productores, dado que el Movimiento está compuesto por varias de las mismas que tienen llegada a productores y la que en un principio tuvo más alcance fue el PSA (ahora secretaria de agricultura familiar) llegando a cinco o seis mil familias, se puede hablar de un alcance del Movimiento de alrededor de cinco mil familias. Es importante aclarar que los productores que asisten a una Feria de Semillas generalmente lo hacen en representación de sus familias o de grupos de trabajo compuestos por familias de agricultores, la participación en estas ha llegado a ser de hasta más de mil personas. De acuerdo con datos de la Subsecretaría de Agricultura 1 Dicha propuesta comienza a instalarse en la provincia a partir de experiencias y proyectos similares puestos en práctica en algunas regiones y localidades del Brasil, de las cuales distintas organizaciones de la Provincia y Programas Nacionales han tomado elementos para proyectar y promover iniciativas. Concretamente en este caso, el PSA y el MAM tomaron como modelo y ejemplo una experiencia de FF desarrollada con éxito por pequeños productores en Santa Rosa (sur de Brasil). (Schvorer; 2003). 2 Castiglioni, G. L., “Caracterización de los productores del área de influencia de la AER San Vicente”. Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar, INTA, 2008. Inédito. 3 También llamada Asociación de Ferias Francas de Misiones, se trata de una organización que nuclea las distintas ferias francas de la provincia. 3 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Familiar, habría entre 45 a 50 mil pequeños productores familiares en la provincia de Misiones, por lo que se trataría de cerca de 10.000 los que participan en dichas ferias.4 La propuesta de las Ferias de Semillas consiste en la conservación y el intercambio de semillas entre pequeños productores, así como en la organización de talleres en los que se posibilita la discusión de temáticas como ser: la tenencia de la tierra, el patentamiento de los recursos genéticos locales, estrategias de comercialización de la producción, soberanía alimentaria, acceso y cuidado de las fuentes de agua, etc. La pérdida de la agro-biodiversidad y de su libre circulación en la/s comunidad/es local/es que el actual sistema agrícola y de distribución de alimentos determinan es una preocupación que traspasa lo regional. La necesidad de reflexionar sobre tal eje temático y sobre ciertas alternativas propuestas por el Movimiento Semillero, constituye el propósito del presente trabajo. El Movimiento Semillero -conformado por técnicos y productores pertenecientes a las instituciones y organizaciones que participan de la realización de las mencionadas ferias de semillas- se inserta en un movimiento mundial que participa en la lucha por la conservación de la biodiversidad y el fortalecimiento de la soberanía alimentaria. Es así que, en este estado de la cuestión, se considerará este movimiento como el contexto ineludible de la investigación, de un tema inserto en el campo de la antropología rural y los movimientos sociales. Cabe aclarar que no es mi intención presentar el caso de estudio como un fenómeno idílico sino que pretendo describir algunas cuestiones en torno al Movimiento Semillero y a las Ferias de Semillas, como ser intenciones y motivos para la revalorización del intercambio de germoplasma5 local. Organización del trabajo El cuerpo de la presente monografía se divide en cuatro partes en las que se intenta desarrollar el trabajo realizado, en pos de cumplir con los objetivos de un plan. Los mismos son los siguientes: 4 http://www.minagri.gob.ar/ Utilizo el término germoplasma para no referirme solamente a semillas sino también a estacas (de mandioca), tubérculos, bulbos, plantines, etc. 5 4 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Objetivo General: Conocer, describir y explicar, el fenómeno de las ferias de intercambio de semillas en Misiones en base a las significaciones y prácticas que sus participantes llevan adelante. Objetivos Específicos: Describir y analizar las formas de administración de las semillas entre pequeños productores familiares misioneros y de qué manera inciden en la producción y en su alimentación; Registrar formas de clasificación de especies vegetales destinadas a la alimentación, cómo se expresan y de qué manera inciden en la alimentación de los pequeños productores familiares y en su oferta productiva; Analizar las diferentes prácticas y representaciones de miembros del movimiento semillero en torno a las cuestiones de cuidado de la biodiversidad, de la conservación y el intercambio de especies vegetales, diferentes tipos de semillas (criollas, híbridas, transgénicas, guardadas, compradas), propiedad intelectual, libre circulación de especies vegetales y producción alimenticia. En el capítulo 1, presento a los colonos o pequeños productores como los principales protagonistas de las Ferias de Semillas, describo aquello que se escucha y que se ve en un día de feria y cierro con una breve reflexión sobre la producción de autoconsumo. En el capítulo 2, presento al Movimiento por la Semilla Campesina y a los conceptos que guían su accionar. Tales como la biodiversidad y la soberanía alimentaria. En el capítulo 3, presento otras actividades que lleva a cabo el Movimiento en pos de lograr sus objetivos. Esto lleva a abordar las cuestiones tanto de patrimonio y naturaleza como de las formas en que pueden relacionarse los saberes de técnicos y productores. Finalmente, en el capítulo 4, presento a modo de epílogo una reflexión sobre las redes como conducto de conocimientos e ideologías que inciden en las prácticas cotidianas, conectando de esta manera naturaleza y política. 5 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Para la realización de este trabajo se llevaron a cabo entrevistas y observaciones tanto en Ferias de Semillas (2005, 2008, 2009, 2010), como en distintos talleres y encuentros del Movimiento Semillero. También se realizaron visitas a chacras en las localidades de San Ignacio y Bernardo de Irigoyen, algunas de las cuales pertenecen a productores que han participado en las Ferias de Semillas. Cabe aclarar, las razones que he tenido para involucrarme en este se encuentran marcadas fuertemente por repetidas visitas a lo largo de mi infancia y mi adolescencia a la chacra de una familia suizo-argentina en Ruiz de Montoya en la cual han vivido y transitado personas que adhieren a la agricultura biodinámica y a la antroposofía. A su vez, mi acercamiento a distintos foros sociales (Misiones 2002, Porto Alegre 2003) han hecho despertar mi interés por el rol de la agricultura familiar en la soberanía de los pueblos. Así es como en mi búsqueda por aproximarme al tema he llegado a realizar una excursión solitaria a San Pedro de Colalao (Tucumán) para participar en las Primeras Jornadas de Antropología Rural (2005) y luego me he acercado a grupos de trabajo relacionados con esta temática en distintos congresos de Antropología, así como a otras actividades relacionadas a la temática en la provincia (Foro de la tierra, voluntariados, charlas). A pesar de esto he tratado de tomar la suficiente distancia para problematizar el tema de las Ferias de Semillas y del Movimiento Semillero. 6 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Capítulo 1 Las ferias y sus feriantes Tal vez una feria de semillas sea igual en Colombia, Paraguay, el País Vasco o Brasil, en cuanto al esfuerzo por exponer la riqueza con la que convive la gente que trabaja la tierra y por dar un espacio para intercambiar saberes y semillas cotidianas. Lo interesante aquí es realizar un esfuerzo por describir de qué se tratan las ferias de Misiones, así como la red en la que se encuentran insertas. En el caso de la provincia argentina de Misiones6, el fenómeno de “las ferias” comenzó hace ya más de 15 años. En 1995 se constituye la primera feria franca como una opción de comercialización libre de impuestos y en 1997 se lleva a cabo la primera feria de semillas. Ambas están dirigidas hacia los llamados colonos7 o pequeños productores y se realizan con ánimo de mejorar su calidad de vida. 6 Misiones tiene una superficie de 30.000 km², está situada en la región subtropical del globo (25º y 28º latitud sur). A lo largo del año predominan temperaturas de 20º a 30º C; las precipitaciones medias oscilan entre 1600 Mm y 2000 anuales. No hay estación seca; las mayores lluvias (más de 100 Mm por mes) tienen lugar durante la primavera y el otoño (si bien esto está variando en relación a los cambios climáticos que se observan en el orden mundial). Normalmente entre junio y agosto se registran heladas (10 a 12 días por año), aunque en el 2009 ha habido excepciones que demuestran la impredecibilidad del clima. Las diferencias climáticas al interior del territorio obedecen a variaciones de altitud (700m de diferencia entre el SO más bajo y el NE). En términos generales, la provincia presenta importantes potencialidades agronómicas unidas a una gran fragilidad ecológica (suelos degradables). 7 De acuerdo con Leopoldo J. Bartolomé (2007), el término colono es generalmente aplicado a agricultores inmigrantes de origen, o que se instalaron en colonias agrícolas organizadas privadamente. 7 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Breve reseña sobre la colonización en Misiones El término colono en la provincia hace referencia a los habitantes rurales e incluso es un término utilizado por estos para referirse a sí mismos. El “colono” misionero fue el principal protagonista del proceso de colonización agrícola. La primera fase de la colonización en tierras públicas del territorio misionero se llevó a cabo entre 1877 y 1914. La política de colonización ofrecía facilidades al inmigrante extranjero y distribuía las tierras en propiedades de hasta un máximo de 100 Ha, a $2 c/ Ha (Ley Avellaneda). El hecho de que esta política haya tenido en cuenta el tamaño del grupo familiar a la hora de otorgar las tierras, instaló en Misiones el predominio de la explotación agrícola familiar8. A partir de 1915 y durante la década de 1920 tuvo lugar una segunda etapa de la colonización oficial. En este caso se emitieron normas para encuadrar la creación de zonas ocupadas espontáneamente por colonos que, no teniendo otros recursos para acceder a la tierra, abrieron “picadas”, “desmontaron” y se instalaron en tierras fiscales (Abínzano, 1984; Schiavoni, 1988). La colonización privada adquirió relevancia entre 1920 y 1930 y se desarrolló en la zona norte y Alto Paraná a través del accionar de compañías privadas. Mientras la colonización oficial se centró en las costas del Paraná, de Candelaria a Corpus, y en la zona sur o de campo y desde allí se fue extendiendo hacia el centro y norte de la provincia, la colonización privada surgió en el Alto Paraná y desde allí continuó extendiéndose. (Abínzano, 1984). Este proceso dió lugar a una composición multiétnica de la clase agraria, donde poco lugar había para quienes ya habitaban el territorio. Y si bien el mismo fue protagonizado por colonos de los más diversos orígenes (alemanes, polacos, ucranios, rusos, eslavos, españoles, italianos, japoneses, criollos, etc.), en el imaginario local decir colono suele aludir a productores agrarios de origen principalmente europeo. Quizá porque estos últimos fueron beneficiarios de las campañas de colonización (caso de los galitzianos de Apóstoles, San José, etc.), a diferencia de los criollos 9 y los grupos 8 En este tipo de explotación el trabajo agrícola requiere de toda la familia y el uso de mano de obra externa tiene sólo lugar cuando la mano de obra familiar resulta insuficiente, o en períodos del ciclo productivo en que la mano de obra familiar no alcanza para realizar todas las tareas, como por ejemplo en la cosecha (Palomares, 1975; Schiavoni, 1988). 9 Con criollos me refiero a la población local preexistente a las campañas de colonización que fomentaron la inmigración europea entre 1880 y 1930 y que no fueron considerados a la hora de la distribución de tierras. Se suele referir a la población criolla de esa época como mayoritariamente conformada por correntinos, paraguayos y brasileros negando la existencia de población criolla propia del territorio misionero. Es importante señalar la 8 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal indígenas que habitaban previamente el territorio misionero, no considerados por el estado nacional como sujetos de colonización (Abínzano, 1984; Castiglioni, 2003; Bartolomé, 2007). Hoy en día las explotaciones de pequeños agricultores familiares son llevadas adelante tanto por descendientes de colonos inmigrantes, como de población criolla preexistente en la región así como por familias en las que se combinan estas afluencias étnicas10. No por eso, ciertos estigmas y divisiones han dejado de existir. Como relata Lucía Schvorer (2003) en su trabajo sobre las ferias francas, al referirse al momento en que la colonia de Eldorado estaba conformándose: “El colono que desde los comienzos había contado con la colaboración de los paraguayos para domesticar la naturaleza, conocía sus costumbres, a las que atribuía rasgos tales como: “vivir al día, ausencia de previsión, ausencia de fin a largo plazo, indiferencia a la noción de progreso, inestabilidad social...”. Ya cerrada definitivamente la etapa en que colonos y paraguayos habían combatido juntos la selva indómita, a fines de la década del cuarenta se inicia un período de conflictos importantes entre “gringos” y “criollos”. Durante los años del peronismo se ponen con mayor intensidad de manifiesto la conflictiva relación patrón/peón, debido por un lado a la acumulación de los colonos y, por otro, al sistema de previsión social implementado desde el Estado (“Estatuto del Peón Rural”, leyes de seguridad social, el papel de los gremios, etc.) que favoreció el reclamo por mejores condiciones de vida de los peones.” (Schvorer, 2003: 70-72)11 A diferencia de la región pampeana, donde se dieron facilidades a los grandes latifundistas, la promoción de las tierras del territorio misionero recientemente federalizado (1881) estaba dirigida a familias que poblasen esta región. Esto se debió a la preocupación del estado por construir y mantener una presencia nacional en un territorio que se consideraba amenazado por Brasil y Paraguay (Bartolomé, 2007). Al observar este proceso se logra apreciar la actual preponderancia de unidades familiares en la estructura agraria de la provincia y la variedad de situaciones en las que estas se encuentran. constante alusión a las distintas culturas de trabajo de estos grupos: mientras se decía que los criollos eran vagos se aplaudía el esfuerzo y la visión de futuro de los inmigrantes europeos. Como señala L. Bartolomé para el caso de Apóstoles “en esa categoría están incluidos todos los asalariados de las chacras y los obreros no especializados de la zona urbana” (2000; p. 72) 10 En los no poco frecuentes casos en que las parejas se conforman por una persona de tez clara y otra de tez oscura suele decirse de manera simpática que son “arroz con feijão”, aludiendo a la comida tradicional brasilera hecha con arroz blanco y poroto negro. 11 Etnografía de una feria franca. Tesis de Maestría. 9 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Caracterización de colonos y/o pequeños productores misioneros El término colono misionero, como ya hemos mencionado, es utilizado comúnmente para hacer referencia al habitante rural, sin embargo remite a un actor complejo y heterogéneo. Desde la antropología se han realizado valiosos esfuerzos para tipificarlo. En el caso de Bartolomé (1975, 1977, 2000) para quien el colono misionero conforma un tipo social agrario específico distinto al campesino y al farmer, éste comparte con los campesinos la utilización de trabajo familiar y su no inclusión entre los gastos de producción. Pero a diferencia de estos, la economía colona posee el potencial para generar excedentes que puedan ser reinvertidos con fines productivos, sin que la explotación se oriente hacia la obtención de una tasa de ganancia por sobre el excedente regular y la renta económica, ya que los criterios para evaluar el funcionamiento de la explotación y su rentabilidad, y sus motivaciones en general, son diferentes a los del empresario capitalista. Bartolomé combina en su tipología tres criterios (fuente principal de mano de obra, potencial de acumulación y ecotipo productivo) y define cuatro tipos: campesino, colono I, colono II y empresario agrícola (Bartolomé, 1975, 1977, 2000; Schiavoni, 1998). Los campesinos utilizan exclusivamente fuerza de trabajo familiar, no acumulan capital y trabajan con ecotipo paleotécnico (el resto lo hace con ecotipo neotécnico); los colonos I utilizan casi exclusivamente mano de obra familiar y están en condiciones de acumular cierto capital; el colono II emplea en forma combinada mano de obra familiar y asalariada, con variada potencialidad de acumulación de capital; el empresario agrícola utiliza mano de obra asalariada sin participar directamente en el proceso productivo, acumulando capital a través de la maximización de la tasa de ganancia. La diferencia en el potencial de acumulación entre colono I y colono II – tipos donde caerían la mayoría de los productores que participan de las Ferias de Semillas - se vincularía a que, en las explotaciones de estos últimos, la incidencia del trabajo asalariado sería mayor, y a que los factores que regulan la acumulación en las explotaciones agrícolas misioneras varían notablemente entre unas y otras. (Schiavoni, 1998; Bartolomé, 2000). Al respecto, Baranger (citado por Schiavoni, 1998) sostiene que el tamaño de la explotación, la calidad del suelo, la diversidad de cultivos, el grado de tecnificación, el tamaño de la familia, etc., son aspectos que condicionan tal capacidad de acumulación: 10 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal las explotaciones operarían con la lógica del trabajo doméstico, registrando diferentes niveles de capitalización que obedecerían a los mencionados factores, lo que a su vez determinaría distintas posiciones en la estructura social del agro provincial. Otro término muy usado en la provincia y que también alude a los colonos es el de pequeño productor. El término de pequeño productor no es un término menos discutido, ya sea por la antropología o la sociología rural, como en el campo del desarrollo rural, tanto en sus orientaciones de investigación como de extensión. Al analizar los procesos de diferenciación social internos a la categoría de productor familiar, Schiavoni (1998) señala que la caracterización de los productores familiares de Misiones en términos de “colonos” alude al carácter postcampesino de su inserción en la economía provincial, que los coloca en una perspectiva de acumular capital: “En este sentido, la posición de “colono” está referida a la fase ascendente de la trayectoria social de un pequeño agricultor. Sin embargo, antes de volverse “colonos”, los productores familiares de Misiones se reproducen en condiciones próximas al tipo campesino (reproducción simple), y muchos de ellos permanecen en esta posición, sin posibilidades de ascenso social.” (1998: 29) Por otro lado, Marcio Gazolla busca diferenciar campesinos y pequeños productores en relación a su lógica de reproducción y a la producción de autoconsumo, para él no existe una mera agricultura de subsistencia ni un agricultor plenamente mercantilizado. De acuerdo a una caracterización de pequeños productores realizada en forma conjunta en 2006 por el Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios (PROINDER) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en base a los datos del Censo Nacional Agropecuario 2002 (CNA 2002), las explotaciones de pequeños productores serían aquellas en las que el productor trabaja directamente en la misma y no emplea trabajadores no familiares remunerados permanentes. Se definieron 11 regiones agro-ecológicas homogéneas para todo el país; establecieron 3 tipos de pequeños productores en base a su nivel de capitalización (tipo1: capitalizados; tipo 2: que viven de su explotación pero no pueden evolucionar; tipo 3: que no pueden vivir exclusivamente de su explotación), señalando que hacia 11 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal 2002 se registraban 218.868 pequeños productores en todo el país, cuyas explotaciones cubrían 23,5 millones de Ha (el 13,5% del área total de explotaciones agropecuarias). Según este trabajo, los pequeños productores son predominantes en el norte del país y en la Mesopotamia, región a la que pertenece Misiones. Su presencia es notable en cultivos de elevada importancia para la economía de la provincia: el tabaco, la yerba mate y la caña de azúcar. La situación de estos es muy variada, pueden ser productores propietarios de sus tierras u ocupantes de tierras fiscales o privadas y muchos de ellos incluyen en sus estrategias de vida la venta de su mano de obra de manera extrapredial. Como señala un antiguo técnico del PSA: “Hay diferentes criterios que se usan para decir si es pequeño o mediano y eso varía en cada provincia. En la zona árida de Santiago del Estero un pequeño productor tiene 200 ha y un pequeño productor aquí en Misiones con 200 ha no es un pequeño productor. Se hace jugar superficie, se hace jugar si la familia vive en la explotación o no, qué cantidad de animales menores (chancho oveja cabra) y animales mayores (vaca), un productor que tenga más de 50 vacas ya no es pequeño productor. Incluso aquí en Misiones que tenga más de 20 vacas ya se arrima a ser un productor más capitalizado, es pequeño productor todavía pero tenés que hacer jugar varias cosas porque si el tipo tiene 21 vacas y no tiene más nada, tiene pasto y vaca, no es que saca tanto tampoco. (…) Un productor más capitalizado puede contratar a alguien, o tener un peón más permanente o una buena cantidad de meses al año, está más mecanizado. Tiene su arado, tractor, rastra… son varias cosas que hay que mirar.” En Misiones, el pequeño productor se encuentra estrechamente vinculado a las explotaciones agropecuarias familiares. En base al siguiente cuadro podemos apreciar la presencia de las pequeñas explotaciones agropecuarias en la provincia. EAP’s Superficie Tamaño (ha) Total Media Casos % Ha % Ha/EAP Menos de 25 14.745 54,5 240.381 11,6 16,3 entre 25 y 50 7.115 26,3 262.438 12,8 37 entre 51 y 100 3.273 12,1 228.966 11,1 70 entre 101 y 500 1.629 6,0 312.784 15,1 192 entre 501 y 1000 149 0,6 106.309 5,1 713,5 Más de 1000 161 0,5 916.927 44,3 5.695 Total 27.072 100,0 2.067.805 100 Fuente: Cuadro elaborado por Gunther, Correa de Temchuk y Lysiak en base al CNA 2002 12 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal “De las EAP’s con limites definidos, el 92,8% corresponden a unidades de hasta 100 ha distribuidas en el 35,4% de la superficie. Dentro de éstas, el estrato más importante lo constituyen aquellas menores a 25ha las que representan el 54,5% del total de EAP’s en la provincia. (…) El alto grado de participación de EAP’s de pequeña escala se vincula con el predominio (más del 86% de los casos) de unidades productivas en las que el trabajo está basado fundamentalmente en el uso de mano de obra familiar.” (Gunther, Correa de Temchuk, Lysiak; 2008; p. 21)12 Pero a la vez atendemos a la paradoja de que las explotaciones agropecuarias de hasta 100 ha -representando el 92,8% de las explotaciones de la provincia- utilizan sólo un 35,5% del territorio, mientras que las mayores de 1000 ha -siendo sólo un 0,5% del total de explotaciones- utiliza el 44,3% de la superficie. La intención de presentar estos números es ilustrar la situación de concentración de tierras por parte de importantes latifundios y establecimientos reforestadores y agroindustriales, proceso que va de la mano de la expulsión de pequeños productores a los cinturones urbanos de pobreza o bien resulta en la partición de chacras13 y la ocupación de tierras privadas.14 Productores y organizaciones La estructura agraria de la provincia de Misiones, caracterizada por la convivencia de estas pequeñas y medianas explotaciones agrarias con modernas agroindustrias, se ha organizado y sigue siendo organizada principalmente por la producción de productos primarios como la yerba, té, y tabaco, además del rápido avance de la industria forestal en las últimas dos décadas15. Pero la desaparición de los mecanismos de regulación16 y la liberación de los mercados en los principales cultivos han determinado una situación de deterioro por la excesiva baja de precios, sobreproducción y concentración monopólica. 12 Zonas agroeconómicas homogéneas. Misiones. Estudios socioeconómicos de la sustentabilidad de los sistemas de producción y recursos naturales. Nº 5. Ediciones INTA. 13 La partición de chacras hace referencia a la subdivisión de la parcela de los padres destinada a su ocupación por los hijos. Este fenómeno precariza las condiciones de producción ya que cada vez es menor la cantidad de tierra que un núcleo familiar dispone para desenvolverse. 14 De todos modos, la historia de la concentración de la tierra en Misiones tiene sus comienzos previos a la federalización del territorio, cuando este pertenecía a la provincia de Corrientes. (Ver Abínzano, 1984; Schiavoni, 1988, Bartolomé, 2000; Castiglioni, 2003; Kostlin, 2005). 15 En cuanto a la producción de alimentos de los pequeños productores de la provincia (pese a la figura del Mercado Central en Posadas, el cual mayoritariamente se provee de otras provincias), esta se distribuye principalmente en mercados locales (almacenes y pequeños supermercados o venta ambulante) y, desde hace unos 15 años, en las Ferias Francas. 16 Tal es el caso de la disolución de la CRYM (comisión reguladora de la yerba mate) en 1991. 13 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Esta situación generó la necesidad de buscar nuevas alternativas por parte de los productores y las organizaciones rurales: “Ante esta coyuntura el movimiento agrario fue reorganizándose lentamente (…) una de las ideas motrices que marcaron un cambio de estrategias fue la sostenibilidad o desarrollo sustentable. (…) El movimiento agrario de Misiones se apropió de esta noción de desarrollo sostenible, destacando la necesidad de realizar un uso sustentable del suelo y los recursos naturales para detener el deterioro del medio ambiente, la exigencia de generar alternativas al modelo de mercado y de desarrollo aprovechando las potencialidades culturales locales.” (Schvorer ; 2003; 53)17 Una de las propuestas que surge a partir de estas es la de la comercialización por medio de las ferias francas: ferias libres de impuestos con el objetivo de mejorar el nivel de ingresos y calidad de vida de los pequeños productores familiares comercializando su producción. La primera feria se inauguró en Oberá en 1995 y la experiencia fue multiplicándose en distintos lugares de la provincia. Esto fue posible gracias al esfuerzo conjunto del Movimiento Agrario Misionero (MAM) y del entonces Programa Social Agropecuario (PSA18), sumado al apoyo de municipios y ONG’s (INDES, entre otras). Vinculadas a esta experiencia comienzan a realizarse desde 1997, impulsadas por las mismas instituciones que participaban de las Ferias Francas y otros actores afines, ferias de intercambio de semillas en distintos lugares de la provincia con el objetivo de revalorizar, rescatar y difundir toda una serie de prácticas que se han dado a lo largo de generaciones entre familias y vecinos. La primera feria se realizó en San Vicente y tuvo participantes de distintos puntos de la provincia así como también de las provincias argentinas de Chaco, Formosa, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe. Desde ese año hasta el 2003 se realizaron ferias de semillas provinciales cada año, pero al siguiente surgieron las ferias locales y regionales, con el objeto de que pudieran participar una mayor cantidad de agricultores y la actividad tuviera llegada a todos los municipios de la provincia. En 2004 se realizaron ferias de semillas en distintas localidades de la provincia (Wanda, Montecarlo, El Alcázar, Bonpland, San Pedro y San Vicente), en las que participaron más de 1200 personas; en el 2005 la feria provincial se realizó en San 17 Schvorer, Esther L.: Etnografía de una Feria Franca. Estudio de un proyecto de desarrollo rural con productores familiares. Departamento Eldorado, Misiones, Argentina. Tesis de Maestría en Antropología Social, PPAS, FHyCS, UNAM, 2003. 18 Implementado desde 1993 y ahora transformado en la Subsecretaria de Agricultura Familiar 14 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Vicente y también tuvieron lugar ferias locales y zonales en distintas localidades (Santa Ana, Delicia, San Pedro, San Antonio, 2 de Mayo, Wanda, Tobuna, Pozo Azul, Paraíso, Paraje Gentil, Mojón Grande, Taranco, San Juan de la Sierra); en 2006 también se realizaron ferias locales y zonales (El Soberbio, Montecarlo, Taranco, Santa Ana, Pozo Azul) y la feria provincial en Aristóbulo del Valle, donde también se realizó la feria provincial del 2008; durante 2009 se realizaron ferias zonales en San Vicente, Iguazú y Jardín América, como así también ferias locales en San Pedro y en dos comunidades aborígenes sobre ruta 7 y ruta 12: Ysyry y Ka’a Kupe.19 En 2010, la Feria Provincial de Semillas se llevó a cabo en la localidad de Wanda los días 20 y 21 de Julio. Acudieron a esta participantes de distintos puntos de la provincia (Iguazú, Wanda, Andresito, San Antonio, San Pedro, Bernardo de Irigoyen, Puerto Esperanza, Colonia Delicia, Eldorado, Puerto Mado, Piray, Montecarlo, Garuhape, Puerto Rico, Ruiz de Montoya, Puerto Leoni, Jardín América, Candelaria, Posadas, Pozo azul, Ka’a yarí, Alem, Campo Viera, San Vicente, Aristóbulo del Valle, Cerro Azul, Paraje Lucero, J.J. Lanusse, Fracrán, etc. ), así como de otras provincias del país (Santa Fé, Corrientes, Chaco, Buenos Aires, Tucumán) y de países limítrofes: Brasil (Santa Catarina) y Paraguay (Presidente Franco y Ciudad del Este). 19 Si bien a todas las ferias pueden acercarse miembros de alguna comunidad aborigen, esto no es lo más frecuente. Las ferias de semillas realizadas en las dos comunidades guaraníes sobre la Ruta 12 y 7 fueron apoyadas por el movimiento, pero eran cerradas a participantes externos. 15 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Figura 2. Los lugares señalados con pequeños círculos en blanco, hacen referencia a las localidades en las cuales se han llevado a cabo Ferias de Semillas 16 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Muchos de los participantes de las ferias de semillas suelen ser precisamente pequeños productores, vendedores de las ferias francas o miembros de organizaciones productivas, o bien, se trata de productores que se han acercado porque técnicos del PSA, del INTA o de alguna ONG que trabaja en el ámbito rural, los ha invitado. De modo que en las ferias de semillas se pueden ver hombres y mujeres de distintas edades así como de distintas colonias y parajes exponiendo en sus mesas lo que trajeron (semillas, frutos, plantines, huevos, etc.), mientras toman un mate o charlan con el vecino de la otra mesa. Cabe aquí mencionar que así como el equipo técnico que participa en las ferias de semillas tiene algunas características que los engloban y otras que los diferencian (formaciones, trayectorias, pertenencias institucionales), los productores también son parte de una realidad heterogénea si tenemos en cuenta factores como: el tipo y la variedad de su producción, el tamaño de su explotación, su pertenencia o no a organizaciones políticas o productivas, el lugar de donde provienen y su adscripción étnica o religiosa. Como se mencionó arriba, hay distintos tipos de ferias de semillas: provinciales, zonales y locales. Las ferias locales se organizan para recibir participantes de la localidad donde se realizan pero esto no excluye las posibles visitas de otras localidades; las zonales convocan a participantes de varias localidades adyacentes y la provincial ha llegado a movilizar a más de mil productores y observadores de toda la provincia e inclusive de otras provincia y países (Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Salta, Paraguay, Brasil, etc.). Si bien se han llegado a realizar en el transcurso del mismo año una feria provincial y ferias locales y zonales, desde el 2007 el núcleo organizativo del Movimiento Semillero decidió que la feria provincial se lleve a cabo año de por medio, de modo de poder intercalar ferias zonales y locales en un año y al siguiente año organizar exclusivamente una feria provincial. Esto se decidió así debido al esfuerzo organizativo que implica cada una de ellas (traslados, comida, logística, etc.), principalmente la provincial, a la que acuden productores de distintas zonas de la provincia. Para algunos técnicos y productores, las ferias zonales no dan resultado ya que los productores de una misma zona suelen tener las mismas variedades de semillas, pero hay técnicos que sostienen que los productores tienen más posibilidades de asistir a las ferias locales por la accesibilidad geográfica. Entra aquí en juego también la cuestión de los fondos presupuestarios, que para cada feria se constituyen de manera 17 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal diferente de acuerdo a la gestión de los organizadores: la gestión de fondos es una actividad que implica tiempo y trabajo; además, no son siempre las mismas instituciones las que pueden o se encuentran dispuestas a colaborar. Las ferias provinciales suelen durar dos días, con todo lo que esto implica para los técnicos y, sobre todo, para los productores: comer y dormir fuera del hogar y la chacra, compartiendo el tiempo con personas que están viviendo la misma experiencia. Las ferias de menor escala (locales, zonales) citan a los participantes a las 8 a.m. y terminan después de compartir un almuerzo, aunque algunas actividades (por ejemplo, charlas sobre temáticas ambientales) se pueden extender hasta alrededor de las cuatro de la tarde. Lo más común es que se lleven a cabo en un polideportivo o en el tinglado de alguna escuela agrícola, pero también se realizan en algunos de los tantos Centros Integradores Comunitarios con los que cuentan un buen número de municipios. Mientras que en las ferias más pequeñas pueden encontrarse hasta un poco más de cuarenta participantes, en las ferias provinciales pueden llegar a ser más de mil. La propuesta de las ferias de semillas consiste en la conservación e intercambio de semillas entre pequeños productores, así como en la organización de talleres en los que se posibilita la discusión de diferentes temáticas, como ser: la tenencia de la tierra, el patentamiento de los recursos genéticos locales, soberanía alimentaria, comercialización, la escasez o disponibilidad de agua en las chacras (manejo de vertientes), etc. Después de más de diez años de ser llevadas a cabo son cada vez más las entidades participantes (municipios, escuelas agrícolas, organizaciones) así como los pequeños productores que se suman al “Movimiento Semillero”, encargado de dar vida a las ferias. Los equipos encargados de la organización varían de feria en feria. Si bien también participan productores, en estos equipos hay preponderancia de técnicos ya que los mismos cuentan con la posibilidad de incluir esta tarea dentro de la agenda de trabajo de la institución de la cuál forman parte. Para los productores es más difícil participar en actividades que requieran invertir mucho tiempo fuera de su chacra ya que pierden un día de trabajo. Se han realizado ferias en distintos puntos de la provincia, pero la característica más común a la hora de elegir la localidad es la de contar con un técnico en la zona que pertenezca al Movimiento Semillero. Las fechas elegidas para realizar las ferias suelen 18 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal ser la segunda quincena de julio o primera quincena de agosto, para que se pueda maximizar el uso de las semillas que se recogieron en el encuentro después de terminadas las heladas y antes de que el sol comience a calentar demasiado la tierra a partir de septiembre. La realización de estas actividades año a año ha puesto sobre el tapete diversas opiniones sobre la conservación, rescate y puesta en valor de las distintas variedades de especies vegetales existentes en la región. Si bien tanto las Ferias Francas como las Ferias de Semillas levantan la bandera en pro de la soberanía alimentaria, esto es una prioridad para las Ferias de Semillas. En el caso de las Ferias Francas estas se orientan a la integración de la agricultura familiar en el mercado mediante patrones alternativos -sin intermediarios entre productor y consumidor- con el objetivo de asegurar cierto nivel de autonomía y de brindar un ingreso a los pequeños productores ante la crisis de precios de los principales cultivos de renta. Las Ferias de Semillas se enfocan en ciertos valores no económicos: buscan rescatar tanto el valor de lo propio y de la diversidad como de los vínculos sociales que se generan con la circulación de las semillas, así como fomentar una alimentación más variada y saludable. La modalidad de las Ferias de Semillas es la del libre intercambio con el objetivo de rescatar una práctica que se ha ido perdiendo por la presencia de numerosas agropecuarias en las que proveerse de semillas (en su mayoría híbridas). En las Ferias de Semillas estas se presentan como un bien y un valor en sí mismas, no sólo como un insumo para la producción20. Al reflexionar sobre los comienzos de esta experiencia algunos técnicos comentan: (…) no había mucha conciencia de la cantidad, variedad, el significado, lo simbólico que para el pequeño productor significaba la semilla”. (Técnico PSA) “Ellos llevan y valoran [sus semillas] y [la] tienen como un símbolo, como un signo.” (Técnica INTA) Dada la apertura a este espacio donde el que participa no solo recibe una alternativa más -que consiste en el acceso a la variedad semillas y por ende de 20 Sin embargo, como veremos más adelante, no todo es como se desearía desde la organización del Movimiento, ya que en las ferias de semillas también se dan algunos casos de compra y venta de semillas entre productores. 19 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal alimentación, de producción, de consumo y/o de venta- sino que también posibilita desnaturalizar las prácticas de conservación y selección de semillas, se abre un abanico de intercambios de todo tipo donde el diálogo juega un papel importante ya que estos también revalorizan los conocimientos y valores ligados a aquello que se intercambia. Como señala Gazolla21: “En muchos casos es a través de una de estas formas de sociabilidad y de conversaciones que surge información sobre cómo plantar determinada especie, cuál es el mejor tipo de cultivo, o qué rinde más, o también cuáles son las técnicas de manejo más adecuadas. De este modo, si por un lado la producción para autoconsumo engendra sociabilidad, por otro, las formas de sociabilidad también hacen surgir nuevos conocimientos relacionados a la producción para autoconsumo.” (2004:81, Traducción propia) Un día de feria Las ferias son encuentros para distenderse y compartir. En las ferias provinciales, el primer día se destina a exhibir las semillas y a la realización de talleres de diferentes temáticas a cargo de técnicos y productores. Ya de noche, una vez que estos concluyen, nunca falta algún animador que saque a varios de su timidez y logre que se arme el baile. De hecho, en algunas ferias el micrófono es usado en varias ocasiones para compartir opiniones y expresiones artísticas (guitarreadas, poesías, representaciones teatrales), mientras los productores continúan en sus distintas ubicaciones mostrando sus semillas. Al siguiente día se realizan los intercambios y se cierra la jornada con un almuerzo, a modo de despedida. En el caso de las ferias locales y zonales, estas se desarrollan durante un solo día: la mañana se destina a exhibir semillas y a la realización de talleres; y antes o después del almuerzo se intercambian las semillas. A pesar de estas diferencias, un día tipo en la feria se desarrolla aproximadamente como sigue: Cuando es todavía temprano y todo está recién comenzando algunos se anotan en la lista de participantes mientras otros van acomodando frascos y bolsitas o anotando en papelitos el nombre con el que conocen las semillas que trajeron y del lugar de donde 21 Agricultura familiar, segurança alimentar e polçiticas públicas uma analise a partir da produçao para autoconsumo no territorio do Alto Uruguay / RS. Universidade Federal de Ciencias Economicas. Programa de Posgraduaçao en desenvolvimiento Rural. 20 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal las trajeron. También hay lugar para ramas22 de distintas variedades de mandioca o de uva, plantines, zapallos, huevos, frutas… y también algún pickle, algún dulce o algún panificado. Desde la organización se prevén distintos momentos entre los que transcurre la acción de la jornada. La feria comienza a cobrar vida con los productores llegando y colocando sus productos en las mesas. Las semillas, frutas, plantas y demás estarán expuestas para quien las quiera ver hasta que llegue el momento en que se ha indicado que comience el intercambio. En ese momento, los que no se apuraron a intercambiar comienzan a hacerlo, pero sin antes haber realizado un paseo mesa por mesa negociando qué se puede dar a cambio al poseedor de algún material de interés. La gente suele ir con algún vecino o familiar de modo de turnarse a cuidar la mesa para conversar con quien se acerque y salir a recorrer las otras mesas. Si bien a la feria se llevan semillas para intercambiar, también hay quien elige vender o regalar. Cabe aclarar que la propuesta de la feria intenta potenciar el intercambio y no incluir las ventas en el circuito, pero a pesar de esto las ventas se realizan.23 Si las ferias francas proponen una noción alternativa a la figura de mercado, las ferias de semillas proponen la revaloración de los intersticios del mercado: la posibilidad de abastecerse por fuera de éste, conformando redes y organizaciones por medio de las cuales circulen semillas y saberes. No en vano dijo una productora de San Pedro (NE de Misiones) que “a la feria se viene a intercambiar ideas”. Pero si bien no se trata de un intercambio económico, existen distintas expectativas entre los productores: dar una semilla y ser correspondido con una semilla que uno no posee; esperar que aquel a quien se entregó la semilla haga un buen uso de la misma, (que no se la lleve para dejarla guardada u olvidada, sino para multiplicarla). 22 Que es la forma en que se planta la mandioca, un alimento preponderante en la zona. Esto se da sobre todo en casos como el siguiente: Juan no posee semillas que interesen a Pedro, entonces Pedro le vende un puñado de semillas por unos pesos. Carlos, un técnico que participa en la organización de la feria, se entera pero no dice nada aunque hubiera preferido que se realice un intercambio de semillas por semillas. 23 21 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal En ambos casos, se apunta a que la semilla dé fruto y su alimento beneficie a alguna de las partes o a ambas, para que la semilla cierre el círculo o, como dice una productora de Puerto Piray, “para llevar y seguir plantando, para que no termine esa cadena”. De esta manera la biografía de la semilla no se limitaría simplemente a la venta, la compra y el usufructo como una mera mercancía o insumo, sino que haría alusión a la diversidad y a los ciclos de la vida. Como señala Kopytoff (1991) al indagar sobre la biografía social de las cosas: “La misma cosa puede concebirse como mercancía en cierto momento, pero no en otro. (…) la misma cosa puede ser vista simultáneamente como una mercancía por una persona y como algo distinto por otra”. (1991: 89)24 Cuando un productor da o recibe una semilla puede intercambiar saberes y anécdotas acerca de esa semilla. Se comparte con el otro el conocimiento de cuándo plantarla, cómo plantarla, cómo cosechar la semilla y sus frutos, cómo cocinarlos25, cómo guardar la semilla, desde cuándo la tiene en la familia, o cómo la perdió, si es que en ese momento la está recuperando. A medida que va avanzando la mañana, cuando las mesas están casi todas llenas de bolsitas y frascos con semillas, de frutas y verduras, de huevos y plantas; ya se empieza a notar cierto movimiento, se empieza a percibir un cierto zumbido… como de abejas trabajando en un panal. Un ir y venir de personas curioseando el resto de las mesas, viendo las semillas de los otros y comentando lo que trajeron, sondeando un posible canje en el cual los principios de intercambio no serán siempre los de rentabilidad26. Hay veces que la curiosidad lleva a una persona a probar cierta semilla o a acercarse a una mesa para conversar y conocer mejor esta semilla. En relación con las expectativas, es importante recalcar que si bien el productor está en búsqueda de una semilla que no tiene, no siempre espera obtener otra semilla a cambio, sino que en ocasiones también está en búsqueda o a la espera de alguien a quien darle sus semillas. 24 Kopytoff analiza dos procesos por los que la vida social de las cosas se vería atravesada: mercantilización y singularización. En el caso de este último, el autor plantea que la cultura asegura que algunas cosas permanezcan inequívocamente singulares, mientras que evita la mercantilización de otras o resingulariza lo que ha sido mercantilizado extrayéndolo de la esfera mercantil usual. Al referirse a las sociedades complejas, Kopytoff señala que “En el mundo homogeneizado de las mercancías, la biografía memorable de una cosa se convierte en la historia de las diversas singularizaciones experimentadas por ella, de las clasificaciones y reclasificaciones a las cuales ha estado sujeta en el mundo incierto de categorías cuya importancia varía con cada modificación menor del contexto. Al igual que en el caso de las personas, el drama reside aquí en la incertidumbre tanto de la valoración como de la identidad.” (1991: 120) Considero que el caso de las semillas se encuentra en un punto intermedio entre la mercancía y el objeto sacralizado, debido justamente a que las semillas han sufrido cambios a través de la historia que las han dotado de un carácter polisémico. 25 También se intercambian recetas de comidas en la feria de semillas 26 Me refiero al rendimiento de la semilla, “el rinde”, como lo llaman los productores. 22 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Fotografía de Claudia Noceda Es interesante comentar aquí el caso de cierta mujer que conocí en una feria y que ya no vivía en su chacra, la cual me contó cómo a pesar de no poder seguir plantando guarda las semillas de lo que consume para los “chacreros”27, que a veces no tienen. Esta mujer canalizaba su frustración de no poder tener una producción propia, compartiendo sus semillas a cambio quizás de una fruta de la semilla de mamón que ella regaló. Quizás esto también tenga que ver con lo que me hizo notar otra productora quien dio suma importancia al hecho de “tener para dar”, pero al preguntarle sobre esto me aclaró: “Sí, sí. Eso a mi me gusta… pero ahí yo tengo que ver, porque si yo voy a dar para que lleve a dejar secar no doy… ahora, si yo veo que es una persona interesada, que se interesa en tener, en plantar, en criar, yo no le vendo, yo le doy nomás”. 27 El chacrero es una persona que, junto a su familia, cuida un lote perteneciente a otro productor, a cambio de lo cual tiene derecho a vivir y cultivar en él. El arreglo con el propietario puede incluir la asociación con éste para producir algún cultivo de renta (por ej., tabaco). Podría considerarse al chacrero como un trabajador subremunerado que no goza de los beneficios asociados al empleo formal. 23 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Vemos aquí la importancia que se otorga a que se cierre el círculo, de asegurarse que la semilla sea aprovechada. Como remarcaban dos productores, uno de Colonia Yabebirí y el otro de San Pedro: “…Porque también hay que saber a quién dar… porque si le vas a dar a alguien que no va a cuidar…” “Hay algunos que llevan y tiran todo de vuelta... hay de todo en la viña del Señor…” De una bolsita de semillas de zapallo Andaí28, algunas pueden darse a cambio de una ramita de uva que la señora de otra mesa injertó, mostrando paso a paso cómo es el procedimiento y sin escatimar los consejos. Una bolsita de tierra para cataplasma puede ser retribuida con un puñadito de semillas de esponja o simplemente regalarse. Recorriendo el local donde se desarrolla una feria de semillas en Misiones, se puede conocer un fruto de Curuguá o ver semillas que casi no se ven o nunca se han visto. No falta tampoco el visitante que trajo alguna semilla de otros pagos, un maíz salteño o unas semillas de cayote desde Tucumán. A la feria se va tanto a buscar una semilla en particular como a sorprenderse viendo qué se puede llevar de “nuevo”. Incluso se dan los casos en que alguien divisa en el montón una semilla que conoce pero que hace tiempo no veía, produciéndose así un emotivo reencuentro… pero también se va con la intención de disfrutar del encuentro, conocer personas con las cuales compartir experiencias y aprender cosas nuevas que podrían ser aplicadas en el hogar y la chacra. Habrá distintos momentos para conocerse entre sí; charlando con el vecino de mesa, haciendo fila para almorzar, en los talleres dictados por técnicos y productores sobre distintas temáticas (conservación del maíz, la tenencia de la tierra, las leyes sobre semillas, el cuidado del las fuentes de agua y su relación con el monte, plantas medicinales, la elaboración de algún tipo de producto), o compartiendo alguna experiencia (ej., la producción de maíz local para comercialización). Esta instancia posibilita un espacio de socialización tanto hacia dentro de la feria, como hacia fuera, con los vecinos a los que cada participante de la feria pueda llegar. Como señala una productora “Uno trabaja en grupo en los talleres y aprende cosas para transmitir a los vecinos”. Calabaza usualmente usada para hacer “dulce” o preparar ensaladas a pesar de que es muy agradable para todo tipo de comidas. Para comidas calientes se suele usar el zapallo cascara de hierro u otras variedades. 28 24 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Fotografía de Silvia Goya Quienes participan están a la expectativa de mostrar y de ver, y de llevarse algo a cambio. Ya se trate de una feria provincial, zonal o local, se podrá ver una amplia gama de semillas de muchos colores –amarillos, marrones, naranjas, rojos, negro, bordo, gris, blanco- y variadas formas –pequeñas, medianas, redondas, alargadas, planas, arrugadas, lisas, en forma de lagrima, estrelladas-, así como oír voces que caminan de mesa a mesa dando consejos, contando historias, haciendo preguntas y compartiendo opiniones. Consejos, recetas y reflexiones se escuchan por doquier. Mientras que en una mesa una productora enseña a otra a injertar dos clases de uva y le explica que “hay que sacar los brotes del pie porque tienden a abortar la uva injertada”, a unos metros en un grupo de mujeres una explica que “si no se hace abono orgánico las huertas van decayendo”, y otra comenta: “no hay más árboles nativos frutales, los chicos no conocen…”. Es que en la feria hay muchísimos disparadores para comenzar a hablar de distintos temas; habitualmente se designa un momento del día para charlar sobre algún tema en especial y ese tema sigue rondando las conversaciones, pero en general los tiempos están abiertos para el libre intercambio de pareceres. 25 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Fotografía de Silvia Goya En algunas ocasiones el ambiente de las ferias se inunda de un aire más politizado, en el sentido de hacer visible el valor de las semillas que se producen en la chacra en contraposición a las que venden las trasnacionales acompañadas de su paquete tecnológico que las hará “infalibles” –como dicen irónicamente algunos miembros del Movimiento Semillero. En otros encuentros simplemente se alude al temor de que “el día de mañana” el productor… “… se vuelva cada vez más dependiente de las semillas que circulan en el mercado o que el Pro-huerta trae desde San Juan”29. Percepciones y clasificaciones Para algunos técnicos la distribución gratuita de semillas crea una mala costumbre entre los productores, “la gente agarra la cómoda” dicen algunos, aludiendo a la elección de la vía identificada como menos dificultosa. Lo cierto es que no todos los productores que van a la feria perciben las cosas de la misma manera. La percepción que se tiene sobre los distintos tipos de semillas, y en cómo estas diferencias inciden en sus prácticas alimentarias y de cultivo, es muy variada. 29 Las semillas que entrega el INTA a los productores vienen desde San Juan y por ende están adaptadas principalmente al clima y a los ritmos de cultivo y cosecha cuyanos. 26 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Las clasificaciones que ponen en juego los productores no siempre tienen las fronteras muy claras, o bien estas se solapan entre sí. Se puede escuchar hablar de semillas híbridas, tradicionales, transgénicas, criollas, de la semillas propia, de la comprada, de la que entrega el INTA (o el Ministerio de Agricultura), de la originaria, de la común, de la de nuestros antepasados, etc. Mientras que algunos prefieren, por ejemplo, la híbrida porque “da pronto” y argumentan que la tradicional necesita “demasiados cuidados”, otros plantean que sólo produciendo “lo propio” se tiene certeza de lo que se consume. En el caso de las semillas que se compran en una agropecuaria, no se sabe qué tipo de semillas son, es decir, no se conocen ni la forma ni los criterios con que fueron seleccionadas y qué características se conservarán más allá de la primera cosecha30. Quizás el productor desconozca el origen que tienen las semillas que guarda desde hace varias cosechas, pero de acuerdo con el criterio de algunos técnicos, una semilla que se utiliza repetidamente año a año31 se adapta al clima y a la tierra de la zona. El problema es que no siempre se pueden guardar las semillas, algunas de las que se compran pierden el vigor genético a la segunda o tercera cosecha. Si bien no es lo más común encontrar semillas transgénicas en la Provincia32, esto sí sucede con las híbridas. Para Lorena, productora de Mado, la semilla natural es la que no es científica y los transgénicos no sirven “porque son semillas que no se pueden guardar porque se llena de bicho o no nace”. Mientras que la híbrida es “rápida” pero no permite guardar la semilla porque salen “pocas” de las que se plantan. Lo mismo sostiene Héctor, de San Pedro, para quien las semillas transgénicas no se pueden guardar y las híbridas no llegan a dar siquiera el 50% de lo que rinden las tradicionales. Javier, productor de San Pedro, sostiene que la semilla tradicional se denomina así porque se vincula con lo que él y otros identifican como la “tradición”, “viene de los abuelos, viene de la generación de antes, por eso se dice semilla tradicional”. Mientras que para Myriam, también de San Pedro, la semilla tradicional es aquella hecha por el productor y agrega: “nosotros con transgénicos no queremos saber nada. La transgénica es soja con químicos, si no ponés “Round-up” no reproduce, y el híbrido es 30 Algunos productores tampoco tienen certeza de que tipo de semilla reparten el INTA o el Ministerio de agricultura, de si son híbridas o no. 31 Esto se logra guardando parte de las semillas para utilizar como semillas –es decir, como material de reproducción, el resto se utilizará para los cultivos destinados al autoconsumo (humano o animal) o para la venta. 32 Con excepción de gran parte de la soja cultivada en la provincia, y en los últimos tiempos con parte del maíz. 27 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal una cosa que no da, se debilita. Cada año tenés que ir cambiando, no es una semilla buena… La soja que tenemos (es) común, vos plantas de un año al otro año y te sigue dando lo mismo”. Para Tomasa, de El Soberbio, la semilla originaria o común da más “fácil” y no necesita abono. Dice que hay gente que prefiere la híbrida porque “no tienen bichitos y viene más rápido”. Esto es porque este tipo de semillas “vienen curadas”, es decir, pintadas con una sustancia química. Tal es el caso de las semillas violetas de zapallo, color del plaguicida con el que se las presenta.33 Al respecto, Rina y Luz, de Campo Grande, sostienen que las semillas transgénicas no son buenas porque no son naturales: “los científicos le preparan con veneno para que no entre el caruncho34, ya desde la semilla no es sano”, y se preguntan “¿Cómo va a salir un maíz sano si tiene ya ese veneno tan fuerte que hasta que crezca la planta y nazca el choclo está manteniendo ese veneno?”. Por su parte, Diana, de Mado, plantea que trata de “no utilizar la híbrida porque es una semilla que necesita otro tratamiento, necesita por ahí un abono químico, necesita otro tipo de labor cultural y como nosotros estamos acostumbrados a trabajar la tierra entonces descartamos todo lo que sea químico. Por eso preferimos las semillas nativas de la zona, inclusive hemos recuperado por los aborígenes semillas muy interesantes que dan muy buen resultado”. Fabián, de Colonia Yabebirí35, brinda mucha importancia a la semilla autóctona y valora la independencia que resulta de no tener que comprar la semilla. Para Ernesto, de las Breñas (Chaco), la híbrida “da” más que la común pero no se puede guardar. Por otro lado, también plantea que la híbrida es “cara” y que por eso usan la “común”. De acuerdo a lo observado en campo, hay algunos productores que prefieren comprar la semilla porque les ahorra el trabajo de seleccionar, como señaló Natalia, productora de Colonia Alegría36: “es de buena calidad y da mejor, ya se dan [la 33 En algunas ferias se ven semillas que son evidentemente compradas en agropecuaria. Como lo que se promueve desde el Movimiento es que las semillas no sean de agropecuaria sino de las que el productor guarda año a año en su chacra, algunos productores que no tienen semillas propias lavan las semillas para quitarles el color del producto químico. Esto deja ver la pérdida de variedades locales cada vez más profunda. 34 Forma en que se llama a cierta plaga, “puede ser gusano o bichito”. De ahí que algunos llaman al veneno “carunchol”. 35 Próxima a Oberá. 36 Próxima a San Pedro. 28 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal industria] el trabajo de seleccionar la semilla que no va a fallar”37. Y por otro lado, hay quienes perciben que el modelo agroindustrial puede ser más efectivo en algunos casos pero no siempre es más conveniente. De esta manera lo plantea Bruno, de San Vicente: “hay nueva tecnología pero va todo con química, con transgénico que no es tan bueno, que te rinde pero no es tan bueno para el cuerpo [la salud]… entonces es importantísimo mantener la tradición de la familia. Quizás la hibrida le rinda más kilos más volumen pero en el fondo los nutrientes quizás sean mucho menos de lo que es una original”. En concordancia con esto, Analía, de Paraje Campinhas38, recuerda: “Siempre decía mi papá: conservá la semilla, m´hija, porque es muy sano lo que vos producís…y no lo que vos compras de afuera… porque de afuera vos compras y tenés muchas mezclas con veneno…al tiempo te enfermás. Y si vos producís vos sabés qué alimento vos estás consumiendo. Entonces sigo eso.” Vemos aquí cómo cobra importancia la cuestión de los saberes y prácticas locales, como señala Paula, productora de Colonia San Jorge39: “Yo tengo entendido que las transgénicas dan más rápido, pero allá en la colonia normalmente se siembran las semillas caseras nomás, porque no tenés que gastar en comprar ni nada. No sé si será mejor o qué pero ya la gente se acostumbró ya, creo que en las colonias todo el mundo tiene esa costumbre”. De guardar y conservar Conversando con los feriantes se alcanza a conocer un poco de la heterogeneidad de costumbres que circulan en torno a la conservación y el cuidado de las semillas, y sobre lo que esta práctica significa en la vida de los productores. Javier, de San Pedro, delegado de una organización de pequeños productores, reconoce que su forma de guardar las semillas atiende a un modelo que la familia viene sujetando y continuando a lo largo de las generaciones: “yo vengo de generación de los 37 Se trata de una selección genética que en el caso de los híbridos se hace en campo, manipulando la polinización para conseguir determinado rendimiento (tamaño, ciclos de crecimiento, consistencia del grano, etc.), y en el caso de los transgénicos en laboratorio, inyectando un gen vegetal o animal con determinadas características (como es el caso de determinada bacteria resistente al Round Up). 38 Próximo a Bernardo de Irigoyen 39 11 km de San Pedro. 29 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal indios, mis abuelos mis abuelas … , y nosotros teníamos un modelo de canasto grandote que hacíamos de tacuara, forrábamos todo por adentro con hojas de tacuara y ahí poníamos 8-10 bolsas de porotos y tenías para 2-3 años, entonces ese era un modelo que nosotros usábamos que la semilla no se arruina, no se caruncha. Y el arroz la misma cosa, se hacía una caja grande de madera bien cerrada y ahí se guardaba el arroz, teníamos para 4-5 años. La pipoca se puede guardar en botellas o sifones, de ahí van 12 meses para el consumo de la casa”. Para él, no sirve guardar las semillas en bolsas de plástico ya que se caruncha muy pronto, “hace un gusanito que perfora la semilla y no sirve más”. Al preguntar a Andrea, productora de Colonia Esmeralda sobre la importancia de tener semillas propias sostuvo que “significa mucho porque si vos no tenés, tenés que andar comprando o… porque no es todo el año que te van a dar la semilla, te van a regalar una vez pero la otra vez tenés que tener, a mi me significa mucho. Me significa esfuerzo también porque viste que si yo no junto se van a pudrir todo ahí y el año que viene voy a salir pidiendo por ahí. Eso tenemos que hacer siempre, todos los que estamos en la chacra tenemos que tener nuestra semilla.” Mónica, de Colonia Primavera, alerta de que “hay veces no se puede ir hasta el pueblo a comprar y la semilla del INTA llega tarde. Entonces es mejor tener guardada la semilla, tener de la producción de uno.” Para Nilda, de Paraje Gentil, es una tranquilidad tener las propias semillas, ya que además de darle uso puede regalarlas o intercambiarlas por otras con vecinos y/o parientes. Hace muchos años que conserva y usa semillas de pepino, melón japonés, sandía, poroto arroz, la chaucha orejona y dice: “Nosotros antes no sabíamos comprar la semilla de repollo40 o de cebolla, se cosechaba la semilla propia. Se deja florecer la cebolla y se junta la semilla y se siembra”. Para Sonia, de San Pedro… “Hay distintas formas de guardar las semillas, porque hay semillas que se pueden guardar de una forma y semillas que se pueden guardar de otra forma. Por ejemplo las semillas que quiero guardar de un año a otro no las guardo en bolsitas de polietileno, las guardo en bolsitas de papel de diario, es 40 No todos los productores saben obtener la semilla del repollo, son costumbres que se van perdiendo y que obligan al productor a comprar la semilla. 30 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal muy importante. También se puede guardar en un cajón de madera, separado clase por clase.” Claudia, de Colonia Esmeralda, también cuenta que hay distintas maneras de guardar las semillas… “Porque hay algunas como el maíz que vos podés dejar con la chala, no se necesita desgranar y poner en una bolsa. Y el maní también, porque tiene su chauchita, viste que eso vos ponés en una bolsa y desgranás recién cuando vas a plantar, desgranás y plantás. Lo que es para producir vos no podes guardar en una cosa cerrada, porque viste que si vos no secaste bien puede brotar adentro o puede juntar un hongo y no nace, entonces… como el maní: si vos no secas bien, si estás más o menos sabiendo que vos no secaste bien, entonces pones en el cajón de madera y ahí no se arruina.” Y es así como las formas de guardar las semillas pueden hasta llegar a ser opuestas; algunos productores aconsejan guardar en botellas, bidones, frascos y damajuanas bien cerrados41 porque “donde entra el aire ahí los bichitos nacen”, mientras que otros sostienen que tiene que entrar aire “para que la semilla no se estrague”42, “para que no se muera”, “para que no se ahogue”, “para que brote siempre”. Otros prefieren secar las semillas al sol antes de guardar, y otros las secan a la sombra “porque sino fica muito torradito43”. 41 Algunos cierran herméticamente con cera de abejas, mientras que otros usan un trozo de algodón para cerrar una botella llena de semillas o una lona para cubrir un tambor cargado de las mismas. 42 Del portugués “estragar”: arruinar. 43 También del portugués, indica que algo se quema o se achicharra. 31 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Fotografía de Silvia Goya Entre las recomendaciones que se escuchan entre los productores están las de utilizar la pimienta para ahuyentar a los roedores -ratas - de la semilla que se guarda para la próxima siembra; la de guardar las semillas con ceniza para que estas no se humedezcan y “no entre el caruncho”; se recomienda siempre guardar las ramas de las heladas cubriéndolas del frío hasta que llegue la época de la siembra; también se guarda las semillas en latas agujereadas o cajones con rendijas para que entre el aire pero no las ratas. Mientras algunos productores llevan a cabo antiguas prácticas, como es el caso de quienes cuelgan semillas cerca del humo de la hoguera o de la cocina a leña, a la manera de los guaraníes; otros se manejan con métodos que son permitidos por tecnologías “modernas”. Tal es el caso de Bruno, productor y presidente de una ONG de San Vicente, “Generalmente se trata de sembrar el mismo año pero hay semillas que no hace falta conservar especialmente, pones en una lata cerrada por las ratas o algún insecto, o si no también el otro método es guardarlo en el fondo de la heladera donde se pone la verdura, depende de la semilla, en el fondo de la heladera que no agarre muy frío, entonces se mantiene ahí, que no brote, se mantiene ahí para el otro año.” 32 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Por su parte, Analía, de Paraje Campinhas, comenta su técnica para preparar el poroto “Al poroto hay mucha gente que pone el carunchol, eso para consumir tiene gusto a veneno. Nosotros quemamos la leña en la cocina a leña y sacamos la ceniza y lo pasamos en una zaranda44 y ahí ponemos el poroto y lo movemos bien, tiene que estar bien seco y dejar el más fino del poroto, el yuyo que sale, viste? Y ahí vos podés guardar una cantidad de años, no se te echa a perder, no agarra gorgojo tampoco.” Sobre la relación entre el uso del carunchol y los cultivos destinados a la alimentación, hay ciertos reparos manifestados por los productores que participan de las ferias. Rina comenta que hace unos años sus padres compraban carunchol pero que este “deja gusto, por ahí porque uno sabe qué tiene y por más que uno le lave y le cocine tiene gusto igual”. Mónica, por su parte, comenta que ahora guarda en botellas de plástico bien cerradas pero que antes solía comprar una pastilla en las veterinarias y que para consumir la semilla había que esperar aproximadamente un mes… “Por eso a veces vos compras un poroto y uno consume y te da mucha acidez, infla la panza. ¿Por qué? Por el veneno, porque no pasa el tiempo de que tiene que salir eso”. Otra cuestión que es importante a la hora de conservar un tipo de semilla es la de cuidar que no se crucen unas con otras, como dicen los productores, que no se “casen”. Como señala Mónica: “Viste que uno tiene que conservar la semilla, la original, viste? Porque muchos se casan y por eso es que muchos que pierden las semillas… la original, como vamos a suponer el maíz blanco, el de harina. Ese se casa con el maíz duro y ya no te sirve para hacer la harina”. Es así que Cecilia, de Montecarlo, cuida hace 40 años una semilla de pepino para que no se case con otros. Algunos productores tienen en cuenta las fases de la luna a la hora de sembrar o cosechar, pero no es el caso de todos. En una ocasión una productora de Bernardo de Irigoyen, al respecto de este tema, me repitió el comentario de un conocido suyo: “yo no vivo en la luna, yo vivo en la tierra”. Este tipo de prácticas son valorizadas por ciertos técnicos del Movimiento Semillero, tal es el caso de la Asociación Biodinámica 44 Un cedazo o tela para limpiar el alimento. 33 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal (ABDA) de Misiones. Esta asociación gestionó la edición y distribución de calendarios biodinámicos por medio del INTA de Rosario45. En general se habla de “cosechar en buena luna” para luego dejar secar y guardar. No en luna nueva sino en creciente o llena. Juliana, de Dos Arroyos, sostiene que… “… si vos tenés guardado en un frasco o en bolsitas la semilla buena, no cierto? ahí vos tenés para todo el año”. Para Nilsa, productora de Paraje Gentil, la luna marca los tiempos… “Marca por ejemplo que usted tiene para sembrar o transplantar o tiene que podar. Por ejemplo, en la creciente usted puede sembrar, hasta el 3er día de la nueva usted puede sembrar, trasplantar mudas… y podar usted tiene que podar en la llena”. Del manejo de estos tiempos también puede depender que las semillas “agarren caruncho”, o no.46 Claudia, de Colonia Esmeralda, recuerda que sus abuelos tenían muy en cuenta la luna: “En la nueva sabes que se planta batata, mandioca, la rama, todas las cosas que dan debajo de la tierra, maní también, mis abuelos decían que yo tenía que plantar en la luna nueva. Y después los que van arriba, en la llena. Ellos sacaban ahí con la chala y todo, ataban así y colgaban en el humo, todas las semillas de maíz, el poroto también”. Pero a su vez reconoce que hoy en día no todos los productores lo hacen. Lo cierto es que no siempre hay tiempo de seguir los ritmos de la luna, como señala Nilsa: “Mirá, si llueve y brota todo, no…!”. Reflexionando sobre las distintas formas de guardar, Marisol, productora de Candelaria compartía conmigo su parecer. Para ella se trata simplemente de una cuestión de hábitos: “A la gente le pueden mostrar una forma nueva pero va a seguir guardando como ya conoce. Yo guardo como me enseño mi mamá, y con mi marido no nos ponemos de acuerdo. Cada uno guarda a su manera, el también aprendió de su mamá. Es muy difícil cambiar los hábitos, ese es un trabajo que los técnicos vienen haciendo hace tiempo (intentar cambiar sus hábitos), es una lucha.” 45 En general las políticas del INTA se enfocan al desarrollo de grandes y medianos productores mediante nuevas tecnologías, pero en el caso de la Agencia de Extensión Rural INTA de la Ciudad de Rosario, se destaca, entre otras cosas, por su trabajo con huertas urbanas y las Agencias de Extensión Rural INTA de San Vicente y Aristóbulo del Valle en Misiones, destinan buena parte de su trabajo al sector de pequeños productores, poniendo el acento en el manejo sustentable de los recursos y en asegurar la soberanía alimentaria de las familias. 46 Un permacultor español que suele participar en actividades del movimiento explicó que esto tiene que ver con que en una luna, la salvia de las plantas sube y en otra, baja. Cuando baja se pueden sacar frutos u hojas, cuando se trata de raíces el procedimiento es el opuesto. 34 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Buscando cosas nuevas Así como los distintos ambientes pueden provocar distintos comportamientos en las semillas, también influyen en la variedad que encontramos en una zona u otra de la provincia. Si se observan los cultivos en una comunidad guaraní y en una explotación de colonos, en un paraje del sur de la provincia, quizás encontremos prácticamente la misma variedad de productos. En cambio, en el nordeste de la provincia, caracterizado por una mayor agrobiodiversidad, esta variedad es aún más compleja47. La diferencia en variedades de acuerdo a las zonas es un aliciente a la hora de buscar semillas en una feria provincial, ya que en estas es más notable la diversidad de las especies vegetales presentes en Misiones. Para Claudia, de Colonia Esmeralda, es importante tener variedad porque mientras que “un poroto da en 40 días, otro en unos meses… hay unos que son tardíos y otros que son más tempraneros. Si tenés una sola vos ya cosechas y ya no tenés, porque viste que hay poroto que es lindo comer verde, otro es seco y entonces… como las verduras también. ¿Viste que hay de otoño, de invierno, de verano?”. De aquí tenemos que la cuestión de la estacionalidad de los cultivos hace realmente necesario tener cierta variedad de los mismos. Al preguntarle a Nilsa, de Paraje Gentil, sobre la importancia de tener variedades, no sólo sostuvo que es necesario… “para mejorar la calidad de vida en el comer, para no aburrirse siempre de una cosa sola”, sino que también planteó que a ella le gusta “a veces no para consumir sino para ver qué hay, qué producen”. Lo mismo se observa en el comentario de María, de Fracrán, sobre distintas variedades de zapallo: “allá había botija, el redondota, unas larguitas con cuello, otras tipo calabacitas, otras redondas, otras verdes, otras rojas, las bien naranja con manchas, no… vaya a ver lo que era eso! A mi me encantaba sólo de mirar.” Acercándose a las mesas que exponen semillas, frutos, plantas, dulces, huevos, etc., se escucha al productor que busca lo que se le perdió por una seca o una helada, o 47 De acuerdo con INDES prácticamente sólo en el nordeste de Misiones se mantienen variedades por parte de los pequeños agricultores, quienes debido a su situación socio-económica se ven obligados a la conservación de semillas propias. (Registro de experiencias, rescate, identificación, y mejoramiento de variedades de maíces locales 2002-2007). 35 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal al que abandonó un tiempo la chacra y cuando volvió descubrió que le descuidaron48 el maíz que hacía tanto que guardaba. Como aquel productor que contaba de su búsqueda: “estoy viendo si en esta feria encuentro la soja Santa Rosa que perdí hace mucho. La gente de mucho progreso nos metió en la cabeza que esto no va y nos metieron su material, y no sirve el material de ellos y perdimos el que teníamos nosotros”. En esta última frase se comienza a tener un atisbo no sólo de por qué los pequeños productores van a las ferias sino de por qué nacieron estas ferias y cuál es la ideología que las sostiene. Por sobre todo, las ferias se consideran un lugar donde ir a compartir y quienes ya han participado probablemente se alegren con la posibilidad de volver a hacerlo. Como señala una ex técnica del PSA: “Si vos decís vamos a la feria de semillas “¡¿dónde?!” Ya quieren venir. Yo creo que nosotros estamos participando en muchos espacios pero el espacio más valorado por los productores es este, lejos... Uno puede discutirlo pero yo creo que es un dato de la realidad, nada más.” La posibilidad que existe en las ferias de semillas de diversificar la variedad repercute tanto en la alimentación y en la mayor oferta de productos para vender como en la amplitud de conocimientos sobre las especies vegetales de la región. Lo cual se valora aún más debido a la pérdida de conocimientos y de biodiversidad que han sido consecuencia de fenómenos como el de la llamada Revolución Verde. 48 Expresión muy usada en la provincia. Se refiere a no encargarse de cuidar algo como es necesario e incluso abandonarlo. 36 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Pensando el autoconsumo “O travalho do agricultor é produtivo, más e também simbólico e repleto de significaçoes e sentidos que lhe são fundamentales para a construção da sua identidade social en quanto agricultor familiar. A sua identidade, por sua vez, está ligada ao ser colono, ao trabalho laborioso aplicado no proceso produtivo, ao apego à terra enquanto patrimonio, à familia, ao saber-fazer histórico transmitido de geração em geração, que embassa a produção para autoconsumo enquanto produção alimentar é simbólica das relaçoes sociais. Assim a produção para autoconsumo longe de ser apenas mais uma mercadoría produzida pelo colono, é a produção e reprodução de relaçoes sociais e expresa um saber acumulado e transmitido na socialização dos filhos” (GAZOLLA: 2004). Las ferias de semillas son descriptas por algunos técnicos como eventos que rescatan y revalorizan una práctica de los productores, el intercambio de semillas. Si bien esto es cierto, también es cierto que esta práctica se ha ido perdiendo -por motivos como la producción enfocada al monocultivo, la posibilidad de comprar semillas o de recibirlas gratis del programa Pro Huerta (INTA) y que muchos productores se han reencontrado o han descubierto esta práctica a partir de las ferias. Incluso, algunos productores han ingresado en las ferias francas a partir de éstas, o simplemente han comenzado a diversificar la producción para el autoconsumo. La posibilidad de tener un producto que no está destinado a la venta le permite al productor el intercambio con otros productores como una estrategia de resistencia a los vaivenes del mercado, más aún si posee mayor diversidad en su chacra. Que una productora pueda intercambiar cierta cantidad de maíz por un lechón o sus gallinas por el azúcar que produce un productor vecino, no significa que haya tomado una postura en contra del mercado, sino que simplemente suma una opción a sus estrategias de supervivencia. (Garay – Vidal; 2008) 37 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal De acuerdo a Leite (2004)49, si se limita el estudio del autoconsumo exclusivamente a la producción de alimentos, este se define como la parte de la producción agropecuaria, realizada en el establecimiento familiar, destinada a alimentar a los miembros de estas familias, a los animales y al consumo productivo del excedente, deduciendo de esta producción las partes relativas a la comercialización, donación o pérdida. Por su parte, del Pilar Carrillo et al, agregan que el autoconsumo es una actividad ancestral que en la práctica se constituye en un complemento a los ingresos familiares, o en un ahorro. Para ellos: “El ACO [autoconsumo] incorpora una estrategia de manejo de recursos humanos, naturales y financieros por parte del productor campesino y de su familia y guarda una relación estrecha con su actividad económica generadora de ingresos y con el mercado. Posee nexos claros con los patrones de consumo familiares y locales y con los lazos de parentesco y vecindario, así como con las características culturales de las sociedades locales” (2006:3) Generalmente el pequeño productor misionero se especializa de manera relativa en uno o dos cultivos de renta y destina sólo una porción de la producción al consumo familiar. Además, en algunos casos recurre a un empleo fuera de su predio para obtener o completar sus ingresos. Ya sea por las crisis en los mercados o el deterioro medio ambiental, sobre todo de la tierra50, puede suceder que la mano de obra familiar se convierta totalmente en asalariada y se descomponga la unidad de producción familiar, pero que aún así se continúe con la producción de autoconsumo con el fin de abaratar los costos de alimentación (del Pilar Carrillo et al, 2006). Pero en general las prácticas de autoconsumo son degradadas por la especialización productiva que se da a partir del proceso de modernización de la agricultura, como señalan del Pilar Carrillo et al: “En estos sistemas de producción suelen existir diversas formas de emplear los recursos naturales, y en muchos casos la ausencia de información técnica para el desarrollo de formas más sostenibles de producción o la poca sensibilización ambiental y productiva pone en riesgo la sostenibilidad y con ella la producción interna de alimentos”. (2006:23). “Autoconsumo y sostenibilidad en la agricultura familiar: una aproximación a la experiencia brasileña”, en: Políticas de seguridad alimentaria y nutrición en América Latina (comp.), ED. HUCITEC FAO-FODEPAL. Sao Paulo. Citado por del Pilar Carrillo et al. 50 El deterioro de la tierra debilita la fertilidad de la misma y por ende la capacidad de reproducirse que tendrán las especies vegetales, sin las cuales la tierra a su vez se ve desprotegida y no sólo se erosiona cada vez más sino que pierde la capacidad de retención de agua y nutrientes. De este modo, las posibilidades de un pequeño productor son cada vez más escuetas –para la producción orientada tanto al autoconsumo como al mercado- si no se acude a tratamientos de conservación y protección de suelos y vertientes. 49 38 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Para estos autores, hoy en día la típica unidad agrícola familiar es aquella que, aún sumando la producción de autoconsumo a la venta e intercambio de productos y de su mano de obra, obtiene ingresos de subsistencia familiar que no le permiten realizar ahorros o tener excedentes para acumular. En épocas de crisis, cuando las familias poseen pocos ingresos para comprar alimentos y otros bienes, la producción para el autoconsumo se vuelve estratégica para la supervivencia. Pero no puede afirmarse que si se supera la crisis el ACO deja de ser importante: “En este caso se convierte en un factor de cubrimiento frente al riesgo y la vulnerabilidad de caer en la inseguridad alimentaria. Con crisis o sin ella, el autoconsumo es estratégico para las familias de bajos ingresos, pues disminuye la dependencia del mercado en una parte de la alimentación familiar. Es un colchón de seguridad, o si se quiere, es un ahorro que se reproduce constantemente pero se consume.” (2006: 5) Como señala una productora de Colonia Primavera al preguntársele que diferencia habría en su vida si no pudiera producir para comer: “ahí no sé que sería porque para vivir de todo lo comprado no… no se puede, es muy caro.” En un trabajo donde se analiza la agricultura familiar, la seguridad alimentaria y las políticas públicas teniendo en cuenta principalmente a la producción para autoconsumo, Gazolla (2004) reflexiona sobre el principio de alternatividad productiva que permite a los productores tanto consumir los productos directamente para atender las necesidades domésticas o venderlos cuando la renta monetaria que estos proporcionan permita adquirir otros productos también de consumo domésticos, pero que no pueden ser producidos por la unidad productiva familiar (sal, aceite, querosene, utensílios de limpieza, etc.). Para Gazolla, la producción de autoconsumo trae un mayor “juego de cintura” a la unidad productiva, una autonomía relativa que permite generar “un círculo virtuoso de intercambios ventajosos al grupo doméstico, pudiendo garantizarse todos los bienes necesarios para la alimentación de la familia a través del consumo diferido” (2004: 141, Traducción propia). La alternatividad entre consumir sus productos y venderlos permite al pequeño productor familiar enfrentar la mercantilización del consumo familiar que implica que el productor deje de producir sus alimentos al interior de las unidades familiares y pase a adquirirlos en los mercados perdiendo así el control efectivo de sus estrategias de vida: “La mercantilización del consumo se corporiza a través de la externalización del consumo familiar, en la que “la producción propia es 39 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal substituida en nuevas bases, por un proceso de compra de los alimentos necesarios para alcanzar lo que Wolf (1976) llamó el mínimo calórico y, así, garantizar la reproducción social y alimentaria del grupo doméstico.” (2004: 129, Traducción propia) De acuerdo con Gazolla, al fortalecer el autoconsumo es más probable que la unidad doméstica del pequeño productor posea una renta mayor y que su familia sea menos vulnerable en términos de salud. Además, este tendrá elevada su autoestima por ser un policultor y por llevar adelante lo que el autor llama la agroindustria casera 51. Tal como vemos en el caso de Sonia, de Colonia San Lorenzo52: “Vendo no todo lo que tengo en la chacra porque tenemos yerba pero hay un problema con el precio de la yerba, mas nos defendemos con las plantas anuales (poroto maíz, entre otros), las verduras, y a través de la experiencia que uno va formando en las ferias y trabajando en grupo… yo me hago casi todos los alimentos en mi casa, por ejemplo, la mermelada, el pan con verduras, en distintas formas, hago mucho alimento que es orgánico. Hago pan de zanahoria, de remolacha, envasados.” El autor sostiene la hipotesis de que una via de producción de consumo poco mercantilizada es fundamental para que el agricultor familiar pueda realizar la diversificación de sus estratégias de vida: “La diversificación de las estrategias de vida solamente es posible en el momento en que las familias consiguen generar activos, rentas, o poseen la capacidad de obtener un excedente monetario para hacer frente a otras necesidades y posibilidades de reproducción social. Es por eso que el fortalecimiento del autoconsumo en contextos de agricultura familiar mercantilizada es tan importante. Él es el que forma, en gran medida, la base para la diversificación de las estrategias de vida y reduce la vulnerabilidad del grupo doméstico a las situaciones de pobreza rural e inseguridad alimentaria.” (2004: 146, Traducción propia). Cabe aclarar que si bien promueven la producción de autoconsumo, no necesariamente la agroecología y las posturas que promueven el cuidado del medio ambiente se contraponen a las estrategias de comercialización. Así sucede con las Ferias Francas y la Red Cañera53 de la provincia de Misiones, las que nacieron con el propósito de ser social, ambiental y económicamente sustentables. En el caso de las Ferias Francas, se fusionan objetivos que van desde canalizar el excedente de la producción destinada al autoconsumo -consolidando así una alternativa de ingresos a los 51 Agroindustria casera: producción realizada al interior de las unidades familiares sin tener, necesariamente, la legalización formal para tal emprendimiento. “El agricultor vende la mayoría de su producción vegetal y animal pero no comercializa gran parte de los productos de la agroindustria casera”. (2004: 117). 52 Próxima a San Pedro 53 Red de productores de azúcar que promueve la producción orgánica y sin intermediarios entre el pequeño productor y el mercado. 40 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal cultivos de renta- hasta apostar a un tipo de producción que refuerce la soberanía alimentaria y rescate tanto saberes como productos locales (Castiglioni, 2009). Las Ferias de Semillas -y otras actividades organizadas por el Movimiento Semillero- se encuentran en consonancia con este objetivo, ya que promueven la variedad en la producción alimenticia tanto para el autoconsumo como para la venta con semillas propias de los pequeños productores. 41 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Capítulo 2 Del “G7” al Movimiento por la Semilla Campesina Cuando la historia de las Ferias de Semillas recién arrancaba para Misiones en 1996, quienes la comenzaron a encarrilar se llamaban a sí mismos con humor “el Grupo de los Siete”54, refiriéndose a las distintas entidades gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en conjunto desde aquel entonces. Hubo dos o tres años en que el trabajo de la organización recayó más sobre algunos técnicos e instituciones que sobre otros, pero entre todos se colaboraba, y de ahí en más, con distinto grado de participación, algunos siguieron, otros abandonaron, y otros nuevos se fueron sumando. Con el tiempo este grupo empezó a crecer como Movimiento, y hoy ya no hay un acuerdo unánime sobre sus alcances. Se podría decir que son simplemente quienes se reúnen para recaudar fondos y organizar cada detalle de la feria –transporte, comida, alojamiento, talleres, sonido, difusión- ya sea sólo técnicos, o técnicos y productores, pero también se dice que los que constituyen el Movimiento Semillero son quienes llevan adelante sus objetivos sea donde sea y sea como sea. Como señala uno de los técnicos integrante: “un productor que en su colonia está empujando el cuidado de las semillas criollas o el intercambio ¿no es parte del Movimiento? Para nosotros sí, para él… no sé si él quiere ser parte del Movimiento Semillero. Pero si el 54 Irónicamente hace referencia al G8, grupo de países industrializados de gran peso político, económico y militar (Alemania, Canadá, E.E.U.U., Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia), o bien al grupo de diputados que se apartaron del Partido Justicialista en Argentina durante la presidencia de Carlos Menem. 42 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal tipo está empujando las cosas que nosotros queremos empujar, para nosotros es alguien que hace parte de este movimiento.” A pesar de que el grupo se extiende y varía cada año llegando a sumar más de 30 instituciones entre municipios, iglesias, asociaciones, EFAs55 (Escuelas de la Familia Agrícola), IEAs (Institutos de Enseñanza Agropecuaria) y demás, pasaré a describir a las siete instituciones que estuvieron desde los comienzos. Como señalaba una ex técnica del PSA: “Este movimiento empezó fuerte con algunas instituciones y ahora hay muchas ONG’s, está el INTA de San Vicente, otros INTAs colaboran pero el INTA de San Vicente forma parte del Movimiento… están la ferias francas, unas organizaciones de semilleristas de San Pedro, está la organización de productores, la UTR 56, y voy a pecar porque me voy a olvidar un montón, porque son como treinta…” (Subrayado mío). Como se puede notar al comparar ambas citas, para algunos sus límites tienen que ver con las orientaciones prácticas e ideológicas y para otros, estos se sostienen con la participación estable en el tiempo. Si bien todas estas instituciones buscan trabajar de manera articulada en torno a problemáticas de los pequeños productores tales como la tenencia de la tierra, el uso del agua y otros recursos, la producción y comercialización de la producción, etc., partiré describiendo a uno de sus integrantes fundamentales, el PSA, y seguiré con el resto de los actores insertos dentro del grupo originario del Movimiento Semillero, con quien el primero mantiene relaciones interinstitucionales: el Movimiento Agrario Misionero (MAM), el Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana (INDES), la Asociación de Ferias Francas de Misiones (AFFM), la Pastoral de Diócesis de Iguazú, la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM), y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Programa Social Agropecuario (PSA) Los convenios con otras instituciones pasan más bien por el trabajo en terreno que por acuerdos escritos, lo que sí estipula el programa es que debe articular acciones. Como señala Otero et al (2001) en un trabajo sobre las relaciones entre el Estado, las ONG’s y los productores: 55 Las EFAs siempre han participado directa o indirectamente, prestando sus instalaciones para la realización de las ferias, colaborando en su organización y, en algunos casos, socializando trabajos de sus alumnos sobre conservación de semillas. 56 Unión de Trabajadores Rurales, organización de Bernardo de Irigoyen que nuclea a productores y técnicos. 43 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal “La originalidad que introduce el PSA es la institucionalización de los vínculos entre el Estado, las ONGs y las organizaciones agrarias. En vez de "generar espacios propios o exclusivos en oposición", el PSA trató de "acompañar y potenciar las iniciativas, acciones y espacios existentes", ya que uno de los objetivos del programa es "fortalecer a los agentes de desarrollo que tradicionalmente prestan servicio a los productores minifundistas, y a las organizaciones propias de estos últimos, de modo que no se genere una dependencia con respecto a la asistencia del Estado" (informe de monitoreo, 1998:195, citado en Otero et al) El Programa Social Agropecuario (PSA) fue un programa nacional de desarrollo rural dependiente de la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca (SAGPyA) implementado en 1993, que junto con esta ha ido cambiando de rango desde el 2008. Hasta 2008, la SAGPyA era una Secretaría dependiente del Ministerio de Economía y, desde aquel año hasta 2009, de la cartera de Producción. A partir del 1 de octubre de 2009, el Departamento fue elevado a rango de Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, dependiente del Poder Ejecutivo Nacional. Junto con estos cambios el programa en cuestión pasó a ser: primero, Secretaría de Agricultura Familiar y Desarrollo Sustentable, dependiente todavía de la SAGPyA pero ya no como programa sino dentro de su estructura; y desde la creación del Ministerio, Subsecretaría de Agricultura Familiar. Cabe aclarar que estos cambios todavía no son del todo asimilados y que al referirse a esta entidad se la llama alternadamente PSA, ex PSA, secretaría y subsecretaría.57 De acuerdo a Nardi (2006)58, el PSA se origina y ejecuta en el marco de las políticas de desregulación de la economía nacional y la descentralización y desconcentración del gobierno central hacia las provincias. En el caso de Misiones, la 57 Tanto en la página web de la secretaria de la SAGPyA como en la del ministerio (http://www.sagpya.mecon.gov.ar/ y http://www.minagri.gob.ar/. Por el momento ambas son iguales pero hasta que desaparezca la primera se puede acceder de las dos maneras) se puede leer: “El Programa Social Agropecuario es una propuesta de promoción dirigida a los pequeños productores minifundistas de todo el país, tendiente a superar las restricciones financieras, productivas y sociales y lograr, a través de una estrategia organizativa grupal, una inserción social más plena y equitativa de los mismos. Los objetivos generales del Programa Social Agropecuario son: Contribuir, mediante la asistencia técnica y financiera y la capacitación, al mejoramiento de las actividades productivos y de los niveles de ingreso de los productores minifundistas; Generar un espacio de participación que facilite la organización de los productores minifundistas, a los efectos de que puedan asumir su propia representación y desarrollar su capacidad de gestión; Promover la participación organizada de los pequeños productores en las decisiones de políticas, programas y proyectos a nivel local, provincial y nacional. El PSA cuenta con el financiamiento del Estado Nacional (Ley de Presupuesto), habiendo iniciado sus acciones en abril 1993, las que continúan hasta el presente.” 58 Una aproximación a la gestión del desarrollo rural del Programa Social Agropecuario en la Provincia de Misiones, Argentina. En: Estudios Regionales. Año 14, Nº 33, UNaM, Posadas, mayo 2006. 44 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal coordinación provincial esta compartida por organizaciones de agricultores, ong’s y el estado: “La UTCP [unidades de coordinación provincial] de Misiones en un principio se organizó de esta manera: la dirección de la UTCP bajo la responsabilidad del Coordinador del Equipo Técnico de Apoyo local (ETA) y un representante de las siguientes organizaciones: el Movimiento Agrario Misionero (MAM), el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Misiones, (MAA); el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); la Asociación de Tabacaleros; la Pastoral Social (ONG que pertenece a la Iglesia católica) y el Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana (INDES). En 2001, a raíz de un conflicto59 suscitado en el PSA local, productores y técnicos en una asamblea decidieron ampliar la UTCP, para ello se incorporaron cinco miembros más: un delegado por la Asociación de Interferias de Misiones, un miembro de la RAOM (Red de Agricultura Orgánica de Misiones), un representante de los técnicos del PSA, un miembro de la Pastoral Social de la Diócesis de Iguazú y una representante por las mujeres productoras. De esta manera se trató que las decisiones y las políticas a implementar sean producto de una decisión compartida por las personas e instituciones involucradas.” (Schvorer: 2001) La concepción del PSA, así como la del Movimiento Semillero, se ha cimentado sobre un conjunto de ideas recogidas del ambientalismo. Esto tiene que ver con la orientación práctica e ideológica de quienes lo integran. Tal es el caso del primer coordinador del PSA, el ingeniero agrónomo Roberto “Coya” Cametti, quien había realizado en España un posgrado relacionado a la gestión ambiental y la agricultura sustentable. Los resultados de esta orientación se pueden ver en el caso de las ferias francas, cuya producción debe ser orgánica, partiendo de la premisa básica de un manejo sustentable de la naturaleza. Como así también en las líneas de apoyo financiero, que apoyan tanto al fortalecimiento del autoconsumo como a emprendimientos productivos asociativos (EPA’s), y dentro de estos últimos promueven tanto actividades tradicionales e innovadoras60, como proyectos de sostenibilidad que apunten a la recuperación del medio ambiente. Es importante destacar que en un principio el PSA tuvo un rol muy importante en la difusión de las ferias de semillas mediante los técnicos de los grupos que 59 Para mayor información sobre esta cuestión ver Schvorer: Etnografía de un conflicto en el Programa Social Agropecuario de Misiones. En: Estudios Regionales. Año 10, Nº 20, UNaM, Posadas, diciembre 2001. 60 Aquí se refiere tanto a actividades ya realizadas por los pequeños productores, como a actividades con rentabilidad conocida pero que no han sido implementadas por pequeños productores de la zona, o han sido llevadas a cabo por medianos y grandes productores con tecnología posible de adoptar por pequeños productores, o bien, implican un cambio en la orientación productiva del grupo y por lo tanto requieren un tiempo mayor de aprendizaje 45 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal financiaba en distintos puntos de la provincia. Como señala un ex técnico de esta institución: “En los inicios el PSA tenía un rol fundamental en esta cuestión, si no hubiera estado quizás las ferias hubieran perdido mucho dinamismo. Hoy si el PSA se corre, la cosa sigue. Ya adquirió vuelo propio esto. El Movimiento Semillero ya tiene vuelo propio y no está apoyado en una sola institución. Y la feria, con esto de hacer las locales, se conoce por todos lados.” Movimiento Agrario Misionero El MAM es un movimiento gremial cuyo accionar con los pequeños productores se remonta a los años ’70, previa a la conformación de las Ligas Agrarias. De vuelta a la democracia, ante la organización de productores por sector61, el MAM comenzó a recomponer las formas de organización gremial que se habían intentado construir en los 70, buscando congregar la mayoría de los productores en un mismo movimiento. El MAM tiene una fuerte presencia en los departamentos del centro de la provincia (Oberá y Cainguás, principalmente) y goza de reconocimiento como organización de lucha, si bien no representa a todos los pequeños y medianos productores de Misiones. Esto hace que el MAM tenga un espacio ganado institucionalmente en la provincia, tanto político, como institucional y de defensa del sector. La relación con el PSA se basa en el trabajo con el mismo sector de productores. Es miembro de la UTCP y financian proyectos de asistencia técnica y capacitación. De acuerdo a Otero et al, a mediados de los 90, el Movimiento Agrario Misionero impulsa el proyecto ferias francas a partir de una transformación interna del movimiento, marcada por una mayor apertura hacia el Estado y los planes de desarrollo. Entre las principales figuras fundacionales del MAM se encontraba Michel Guilbard. Este último fue un dirigente campesino francés - en 1964 secretario del Movimiento Rural de las Juventudes Cristianas de Francia - que en 1965 llegó a la argentina convocado por el Movimiento Rural Cristiano de la Acción Católica para trabajar en la formación de cuadros intelectuales. En 1971 participó de la formación del MAM y fue miembro de su dirigencia hasta 1976 cuando fue detenido durante un año y medio por la dictadura argentina. En el exilio siguió trabajando para dar apoyo a la 61 Luego de que la dictadura desbarató las organizaciones políticas rurales se impuso una forma de organización dividida de acuerdo al producto (tabacaleros, yerbateros, etc.), esto debilitó las posibilidades de acción del movimiento agrario. 46 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal lucha por los derechos humanos en la Argentina de aquellos años. Restaurando el sistema democrático, regresó a la Argentina para trabajar en la reorganización del MAM, donde tuvo un papel protagónico en la conformación de las Ferias Francas (Arce, 2007).62 La relación entre el MAM y las ferias francas fue muy estrecha desde sus comienzos. Ha colaborado en la conformación y desarrollo de las ferias, y uno de sus principales dirigentes, Eugenio Kasalaba, ha sido presidente de la asociación de Ferias Francas de Misiones repetidas veces. Si bien en el presente no participa en la organización de Ferias de Semillas, sigue vinculado a estas justamente a través de los numerosos productores que trabajan en distintas Ferias Francas y que participan en Ferias de Semillas. Asociación de ferias francas de Misiones La Asociación de ferias francas de Misiones (AFFM) es una organización que congrega a delegados de todas las ferias (aproximadamente cuarenta y cinco) y constituye la representación gremial de los feriantes. Su propósito fundamental es desarrollar y consolidar la experiencia de venta en mercados locales, unificando criterios en el ámbito de lo productivo y en la comercialización, además de buscar la concreción de reivindicaciones gremiales del sector, tales como la cobertura previsional y de salud para los feriantes.(Otero et al, 2001). Según los registros del PSA las Ferias Francas involucran más de cinco mil explotaciones agrícolas familiares. Este programa trabajo junto al MAM, ONG’s y Municipios en la organización de las Ferias Francas con el objetivo de: lograr la inserción de los pequeños productores en los mercados locales a través de lo que producen en la chacra y sin alterar los patrones de producción tradicionales; impedir que los mismos emigren a las ciudades a ensanchar los cinturones de pobreza. Es importante resaltar que muchos de los productores que participan en las Ferias de Semillas son feriantes de distintas Ferias Francas de la provincia –gran parte de estas Escribe Eugenio Kasalaba en la Edición homenaje a Michel Guilbard del Amanecer Agrario: “Su enorme prestigio le abrió, a su querido Movimiento Agrario, las puertas de numerosas Instituciones extranjeras, lo que permitió desarrollar exitosamente sus proyectos. Fue también mejor comprendido en los medios gubernamentales, lo que permitió la participación del MAM en todas las instituciones vinculadas al agro y la producción.” 62 47 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal han estado representadas en las Ferias de Semillas-, estas últimas un importante canal de comunicación y promoción de actividades. Además, teniendo en cuenta que de 1998 al 2003 las Ferias de Semillas se realizaron en Eldorado, la presencia de los feriantes de la Feria Franca de esa localidad fue muy fuerte, sobre todo de las mujeres. Pastoral de Diócesis de Iguazú El Proyecto de Desarrollo Rural de la Pastoral de Diócesis de Iguazú tuvo su accionar en los departamentos de la zona norte de Misiones. Desde 1993 ha trabajado en zonas rurales asistiendo a pequeños productores en cuestiones productivas y reivindicativas, respecto a la tenencia de la tierra. En esto ha tenido vital importancia el aporte del Mons. Joaquín Piña Batllevell, jesuita, primer obispo de Puerto Iguazú. En su momento, el PSA otorgó asistencia financiera a los grupos apoyados por la Pastoral y muchos de los integrantes de este programa (su ex coordinador, algunos miembros del equipo técnico de apoyo y varios técnicos de campo) provienen de este sector de la iglesia católica, con antecedentes de trabajo con la población rural más pobre. Vale señalar que la presencia de la Pastoral Social y sobre todo del Obispo Piña han sido fundamentales tanto en el trabajo con la población en cuanto a información sobre sus derechos y búsqueda de alternativas, como también, al constituirse como canal de divulgación y vehiculización del conflicto de ocupación de tierras privadas 63, y de reclamos de productores a nivel provincial y nacional. En este punto inicial los mediadores ante los otros protagonistas del conflicto han sido los miembros de la Pastoral. (Otero et al, 2001). Cabe mencionar aquí que fueron parte de dicho proceso el INDES y la ONG APHyDAL (Asociación de Promoción Humana y Desarrollo Agroecológico Local). La Pastoral Social se disuelve como equipo de trabajo a partir del cambio de Obispo. Según ex miembros de esta organización la llegada de un nuevo obispo cerró las puertas a quienes se encontraban trabajando previamente. A pesar de esto, el trabajo con esta población sigue dándose con otras instituciones y organizaciones, es así que algunos productores que en su momento participaron en la lucha por la tierra ligados a 63 De acuerdo a Baranger (2008), el epicentro simbólico de la lucha de los ocupantes misioneros fue -y continúa siendo- Pozo Azul; situado en el Departamento de San Pedro en el límite de los dos latifundios ocupados de mayor extensión: Colonizadora e Intercontinental. Para más información ver Kostlin (2005) y (2010). 48 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal la Pastoral y hoy luchan por el acceso a ciertos recursos (agua, luz, subsidios, escuelas, etc.), siguen participando en Ferias de Semillas y otras actividades vinculadas al Movimiento Semillero. Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana El INDES es una ONG que viene trabajando en Misiones desde 1981, y por lo tanto tiene mucha experiencia de trabajo con pequeños productores. Comenzó a trabajar junto a la Pastoral en la zona de San Pedro, estuvo acompañando los conflictos por la tierra y hoy sigue trabajando en la zona. La relación de INDES con el PSA se da tanto a través de su participación en la UTCP como en el trabajo en campo con los productores. INDES se encuentra registrado en el programa como proveedor de asistencia técnica y capacitación. Se acuerdan estrategias y líneas de trabajo así como el marco político de desarrollo de que tienen cada uno por su lado y en común para ver como el programa puede favorecer o promover esas instancias de trabajo. Esta institución promueve estrategias de autoconsumo y brinda muchísima importancia a la formación de dirigentes. De acuerdo a un documento de la organización: “Colabora y articula con las organizaciones locales y grupos humanos, en el análisis de sus problemas y necesidades, en la planificación, ejecución de proyectos y actividades destinadas a superarlos. Trabaja en cuestiones vinculadas al mejoramiento del autoabastecimiento, la capitalización y los ingresos, el acceso a derechos sociales básicos y a la generación de empleo desde una perspectiva de desarrollo sustentable. Contribuye mediante formación y capacitación en aspectos técnicos, organizativos y administrativos, y acompaña gestiones de apoyo financiero. Además facilita la representación de las organizaciones de base en los espacios de consulta y participación de los organismos y programas estatales a escala municipal, provincial y nacional, entre otras actividades.”(Registro de experiencias, rescate, identificación, y mejoramiento de variedades de maíces locales) El INDES ha trabajado junto a organizaciones de productores en el rescate y selección de variedades de semillas, mandioca y caña de azucar, con el objetivo de promocionar las variedades locales más eficientes. Si bien para algunos miembros del 49 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Movimiento esto arrasaría con la diversidad local de la misma manera que los híbridos, técnicos del INDES sostienen que hay variedades que tienen una producción muy pobre y que de todos modos esta discusión es muy compleja. Sobre la experiencia llevada adelante con productores del Municipio de San Pedro entre el 2002 y el 2007, sostienen lo siguiente: “La finalidad del trabajo que se viene realizando desde el INDES con los productores es rescatar, describir y mejorar las variedades de maíces a partir de prácticas de selección, pretendiendo lograr un mayor conocimiento sobre las mismas, sus características, adaptabilidad, y posibilidades que brindan de aumentar la producción. Además, disponer de semillas de estas variedades de maíces para la producción propia, su multiplicación y difusión.64” (Op Cit) Si bien algunas de estas actividades las realizan en forma independiente al Movimiento Semillero, es una de las instituciones participantes que más ha sostenido el trabajo y los objetivos de éste. Me refiero tanto a los técnicos que colaboran con las ferias y otras actividades del Movimiento, como a los productores vinculados al INDES que participan en las mismas. La Red de Agricultura Orgánica de Misiones La RAOM, conformada en 1993, incluye entre sus miembros productores, asociaciones, ONG’s y técnicos de distintas instituciones. Para Simón Blaser, ex secretario de la RAOM, esta es… “… como expresa la palabra Red, una organización abierta y multifacética. Integra organizaciones públicas y de la sociedad civil, productores, técnicos, consumidores, etc., sin categorizar a sus integrantes”. En cuanto a su enfoque y líneas de acción, Blaser define a la RAOM como un lugar de encuentros múltiples a favor de la agricultura y se refiere a esto como… “Una causa nada fácil frente a los presupuestos comerciales del agrobusiness basada en monocultivos, tóxicos, consumo, destrucción irreversible de recursos naturales y comercialización engañosa de sus frutos poco favorables a la salud de los consumidores. Por definición quien defiende la agricultura no tiene nada a “vender” porque la agricultura es autosuficiente y genera sus propios recursos al mismo tiempo que produce alimentos – así mismo, sin propuesta comercial, la RAOM consigue estar “Ello fue incentivado al comprobar la persistente pérdida de las variedades en las sucesivas “Ferias de Semillas” desarrolladas tanto a nivel provincial como locales, y en oportunidad de realizarse un programa de acopio para el Programa Alimentario Nacional y corroborar la mezcla de variedades, impurezas, etc.” 64 50 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal presente en muchas o casi todas las actividades de la agricultura orgánica en la provincia y también se proyecta más allá de la provincia con una base administrativo y económica más que modesta. Actúa en movimientos como los de las ferias francas o ferias de semillas, en organizaciones de extensión rural, etc. dando sus impulsos para la cura de nuestra agricultura, sirviendo de plataforma de constante renovación e innovación tecnológico y social.” Es así que la RAOM promueve la agricultura familiar agroecológica y agropastoril como propuesta de desarrollo y forma de vida, frente a los postulados de la economía de libre mercado y a sus consecuencias entre los pequeños productores y el medio ambiente -agrotóxicos, monocultivo, desforestación, dependencia de insumos externos-. Diversos miembros de esta organización pertenecen a varias instituciones a la vez, tales como el ex PSA o el INTA y muchos de estos pertenecen al Movimiento Semillero. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria El INTA es un organismo creado en 1956, con el propósito de… “… impulsar y vigorizar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuarias y acelerar con los beneficios de estas funciones fundamentales: la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural”65. Depende de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA), con autarquía operativa y financiera. De acuerdo al sitio web del Instituto, su objetivo central es contribuir a la competitividad del sector agropecuario, forestal y agroindustrial en todo el territorio nacional, en un marco de sostenibilidad ecológica y social; “Prioriza entre sus acciones la generación de información y tecnologías para procesos y productos de este vasto sector, poniendo los mismos al servicio del productor rural a través de su sistema de extensión.” El INTA se encuentra realizando acciones en todo el territorio misionero. Su estructura en la provincia consta de un centro regional, dos estaciones experimentales (Cerro Azul y Montecarlo), y ocho agencias de extensión rural (Oberá, Apostoles, San Javier, Aristóbulo del Valle, San Vicente, Puerto Rico Eldorado, Bernardo Irigoyen). A 65 http://www.inta.gov.ar/ins/presenta.htm 51 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal través del Programa Minifundio tiene grupos de trabajo con pequeños productores en distintos departamentos de la Provincia, y a través del PROHUERTA 66 trabaja con población periurbana y rural en toda la provincia. De esta institución participaron originalmente en el Movimiento, técnicos de la Agencia de Extensión Rural – INTA San Vicente, vinculados al Proyecto Minifundio. Tal es el caso de Silvana Zimmermann y Mauricio Colombo. Para algunos miembros, este último es “el padre de la criatura”, en alusión al Movimiento Semillero. Ambos empezaron trabajando con semillas mejoradas, pero luego siguieron trabajando con rescate de semillas locales, es decir, adaptadas a la zona. Técnicos rurales y pequeños productores Si bien aquí se ha hecho alusión a instituciones en general son sólo individuos o grupos de individuos aislados dentro de estas instituciones los que adhieren a la ideología del Movimiento Semillero, utilizando así a las instituciones a las que pertenecen como herramienta para viabilizar sus líneas de acción. Esto pasa principalmente con el INTA y el PSA por ser organismos del Estado que se enfocan más bien en la aplicación de nuevas tecnologías y en el crecimiento de los pequeños productores. Tal es así que el importante aporte de fondos por parte del INTA, tanto en las ferias realizadas en el 2008 como en 2009, fue considerado como una novedad. En cuanto a la Secretaria de Agricultura (ex PSA), sus integrantes reconocen que… “… si bien el ministerio (MAyP) colabora con fondos para actividades tales como talleres organizados por el Movimiento Semillero, habría que ver si realmente quieren apoyar eso o si en realidad sólo es para no hacer un cambio muy brusco.” (Ex técnico PSA). Esto indica que la orientación agroecológica que ha tenido el PSA no necesariamente es la que predomina en la nueva estructura inserta en el Ministerio de Agricultura, pero que representa a cierto sector de los técnicos que luchan por su reconocimiento. 66 Financiado por la Secretaría de Desarrollo Social de la Nación, como parte del Programa de Políticas Sociales Comunitarias desde 1992, es ejecutado por el INTA. A partir del 2004 y bajo el nuevo gobierno nacional el Pro— Huerta continúa en ejecución bajo la órbita de la Secretaría, como parte del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria “El Hambre Más Urgente”, creado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. 52 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal En el caso de la última Feria de Semillas, realizada en Wanda en julio del 2010, las entidades que colaboraron económicamente fueron la municipalidad local y otros municipios (los cuales contribuyeron con el traslado de los participantes), comercios locales, Iglesia Luterana e Iglesia Evangélica del Río de la Plata (también miembros del Movimiento Semillero67), UTERMI (Unión de Técnicos Rurales de Misiones), INDES, INTA (Programa Pro-Huerta, IPAF NEA, ProFeder, Centro Regional Misiones), Ministerio de Trabajo de la Nación, Proyecto Araucaria XXI, Proyecto Porvenir, UNEFAM (Unión de EFA’s) y R.A.O.M. Si bien desde el Movimiento las declaraciones apuntan a que este se encuentra conformado tanto por productores como por técnicos, nos hemos enfocado en el grupo fundante del movimiento, en el cual predomina la presencia de los denominados “técnicos”. Es por eso necesario hacer una breve mención a qué se hace referencia al decir “técnicos” en el ámbito rural de la provincia. Al preguntar a distintos productores de diversos puntos de la provincia ¿Qué es un técnico? las respuestas suelen ser del tipo “están capacitados”, “tienen libro”, “tienen estudio”, “son los que acompañan”, “los que capacitan”. La figura del técnico casi siempre hace alusión al extensionista de determinada institución –ya sea gubernamental o no gubernamental- que posee determinados saberes generales obtenidos en su formación académica, los cuales se irán complementando con saberes que obtendrá a lo largo de su experiencia sobre el terreno. Hay técnicos que no son de la zona y que han venido a Misiones a partir de su formación terciaria o universitaria. Y hay técnicos que son hijos de productores y que han logrado realizar estudios terciarios o que por su trayectoria ahora trabajan como técnicos. Su formación de base puede provenir tanto de la agronomía, la veterinaria o la bromatología, como de un secundario con orientación agrícola, e incluso de las ciencias sociales.68 Por otro lado, sin el aporte de la presencia y el constante trabajo de numerosas organizaciones de pequeños agricultores que participan en distintos espacios de debate y de construcción de alternativas para el sector (Foros de la Tierra, Ferias de Semillas, 67 Para más información sobre el papel de estas en las reivindicaciones de pequeños productores en los últimos años, ver Fernández (2006). 68 Como es el caso de algunos trabajadores sociales y antropólogos que trabajan en entidades gubernamentales y ONG’s de la provincia. 53 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Ferias Francas, LAICRIMPO69, emprendimientos, cooperativas, etc.), el Movimiento Semillero no sería más que un discurso. Tal es el caso de las mujeres de Colonia Paraíso (San Pedro) quienes han conformado la Cooperativa Unión y Progreso con acompañamiento del INDES. Esta cooperativa ha participado en los inicios de las Ferias de Semillas, pero es importante considerar que a los productores les es más difícil participar sostenidamente, ya que no tienen las facilidades de movilidad y los sueldos fijos que sí poseen los técnicos. De esta zona también han participado diferentes grupos de base de la Subsecretaria de Agricultura Familiar y del INDES, tal es el caso este año de OPFAL (organización de pequeños productores familiares agroecológicos locales), de la Comunidad de pequeños productores familiares de la zona uno y en años anteriores: Productores de la Cooperativa Siete Estrellas, Productores Unidos de ruta 20, Portón Viejo, Pozo Azul. Como también grupos de base y promotores de INTA Pro Huerta, como sucede en la zona de Puerto Rico, Jardín América y en otros lugares de la provincia. En cuanto a la zona de Iguazú, Wanda, Libertad, se encuentran la Asociación de productores cebolleros, Cooperativa Grupo San Benito, Cooperativa Tupi Kua, Asociación de productores de Santa Rosa, Asociación el Hornero, Asociación de Sierra Morena, Asociación Nueva Argentina, Asociación Lanusse, Grupo Neike, Asociación de productores de tacuaral, Asociación de productores del puerto. La mayoría grupos de base del INTA Pro Huerta articulados con la casa del colono, las municipalidades, la Subsecretaria de agricultura Familiar. También se trabaja en forma articulada con programas de Salud Pública con grupos de trabajo sobre nutrición. Como éstas, muchas otras organizaciones participan en una red que nutre y da beneficios (en conocimientos, en infraestructura, económicamente, en viajes, en experiencias) pero que a la vez sostienen con el trabajo cotidiano, ya sea asistiendo a talleres y reuniones como protegiendo, reproduciendo e intercambiando semillas. Algunas de estas son: APAM (Asociación de Productores Agrícolas de Misiones), ODHAT (Organización para el desarrollo humano, ambiental y tecnológico), Juventud Cooperativa de Montecarlo, grupos de mujeres de floricultura, Productores de Mado y Alicia Unidos, Red Cañera, PIP (Productores Independientes de Piray), UTERMI, 69 “Laicrimpo- salud” es un movimiento popular por la salud integral que se inicia en las provincias del nordeste argentino. 54 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal MOCAMI, Municipios Unidos, Productores Rurales, Unión de Familias Agrarias, Cooperativa Mbororé, Grupo “Los del 9”, PROFASUR70. A lo largo de los años han participado productores de la mayoría de las Ferias Francas de la Provincia, grupos de base de PSA, del INTA Pro Huerta, con sus respectivos nombres. A su vez han participado comunidades aborígenes de distintas localidades de la provincia, como ser comunidades de Cdte. Andresito, de Pozo azul, de Capiovi, de San Vicente, de Montecarlo, Mado, Aristóbulo del Valle, Iguazú, etc. Jornada de intercambio de maíces del Pueblo Guaraní, Ruiz de Montoya71. Los comienzos Al remontarse al surgimiento de las ferias de semillas uno de los miembros fundadores del movimiento me comentaba que todo surgió cuando varios técnicos que trabajaban con pequeños productores desde diferentes programas con inquietudes en común comenzaron a conformar una red interinstitucional: 70 En los últimos años han surgido muchas organizaciones de pequeños productores, tal es el caso de PROFASUR (Productores Familiares del Sur). A diferencia del centro y norte de la provincia, en la zona sur no existía una organización que nuclee a gran parte de los productores. PROFASUR surge en el 2008 y actualmente forma parte del Foro departamental de agricultura familiar de San Ignacio y de otros departamentos del sur de la provincia. 71 Se realizó en la chacra de la médica responsable de la salita de Ruiz de Montoya, miembro de la RAOM y de la Asociación Biodinámica Argentina. 55 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal “(…) nos dábamos cuenta de que la semilla era algo muy sentido para la gente y era, como por ejemplo, el padre que le da la herencia al hijo para que haga su propia familia y tal vez lo más apreciado era un manojo de semillas para que vuelva a armar su chacra en otro lado, reproducir toda la diversidad de los padres en otro lugar, y eso era muy fuerte, por ejemplo que los vecinos se intercambiaran las semillas aprovechando las reuniones o las visitas de uno a otro y que cuando uno perdía una semilla por una seca o por cualquier otra circunstancia, sabía que en los alrededores tenía algún pariente o algún vecino que le iba a dar esa semilla, que a lo mejor alguna vez se la dio ese mismo productor u otro, entonces todo ese intercambio se nos ocurrió hacerlo una fiesta. Roberto Cametti, que fue el padre de todo esto, que fue el que tuvo la idea, el había visto en otros países como Brasil y en algún otro país de Latinoamérica que hacían estos eventos. Entonces decidimos hacer la primera feria en San Vicente, un poco para llevar a una gran fiesta todo este intercambio de semillas. (Técnico del INTA) Si bien, como antecedente de las ferias que se suma a la historia organizativa del sector rural en la provincia, ya se venían realizando acciones en defensa de la biodiversidad agrícola como la revalorización y recuperación de las semillas campesinas y charlas debate sobre los impactos de la revolución verde en el país en encuentros de agricultores, fue en el 2005 que se conforma el “Movimiento en Defensa de la Semilla Campesina” de Misiones con el objetivo de llevar adelante más acciones y funcionar como un espacio de articulación para enfrentar la situación de la agricultura familiar, el acceso a la tierra por los pequeños agricultores, la concentración de la tierra, el avance del pino sobre tierras agrícolas, la introducción de semillas transgénicas, entre otros. Vía Campesina y GRAIN De acuerdo a Arellano (2005), la organización que inició el planteo de la necesidad de la recuperación de semillas en Misiones fue la ONG RAOM (Red de Agricultura Orgánica de Misiones) “sustentada básicamente en las propuestas de las organizaciones internacionales VIA CAMPESINA y GRAIN” (Arellano: 2005). La relación con Vía Campesina es más bien una adscripción ideológica a los preceptos de esta organización, como ser la lucha por los recursos naturales y la soberanía alimentaria. La asociación que mantenía vínculos más estrechos con esta organización hoy ya no se encuentra trabajando en conjunto con el Movimiento Semillero. Me refiero a APHyDAL (Asociación de Promoción Humana y Desarrollo Agroecológico Local), entidad que comenzó a trabajar en la zona nordeste de la 56 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal provincia como parte de la Pastoral Social de la Diócesis de Iguazú y que desde el 2004 organiza ferias de semillas y actividades afines a la temática, independientemente del Movimiento Semillero. Para Baranger (2008) Vía Campesina… “… no agrupa solamente a ‘campesinos’, en el sentido antropológico social clásico, sino que apunta a un concepto de campesino ampliamente resignificado, mediante la incorporación de dimensiones novedosas como el ecologismo antiproductivista y la antiglobalización” (2008: 56). Este autor reconoce en esta organización fundada en 1993 un proyecto altermundista con ansias de cambiar el sistema planetario neoliberal. De acuerdo a la página web de este ‘Movimiento Campesino Internacional’ sus objetivos son… “Desarrollar la solidaridad, la unidad en la diversidad entre las organizaciones miembros para promover las relaciones económicas de igualdad, de paridad de género, de justicia social, la preservación y conquista de la tierra, del agua, de las semillas y otros recursos naturales; la soberanía alimentaria; la producción agrícola sostenible y una igualdad basada en la producción a pequeña y mediana escala”. Este movimiento se integra por 148 organizaciones provenientes de 69 países de Asia, África, Europa y el continente Americano. En el caso de GRAIN, se trata de una organización internacional que comenzó su historia a principios de los 80 con activistas preocupados por la pérdida de la 57 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal diversidad genética y que en los 90 se constituyó legalmente como fundación independiente sin fines de lucro -con sede principal en Barcelona, España- con el propósito principal de apoyar a agricultores de pequeña escala y a movimientos sociales en sus luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente. Su trabajo consiste en producir investigaciones e impulsar la conformación de redes a nivel local, regional e internacional, orientándose mayormente hacia África, Asia y América Latina. Si bien su sede se encuentra en Barcelona, GRAIN diversifica su equipo con representantes de distintos continentes. La relación con GRAIN tuvo sus comienzos previamente a la conformación del Movimiento Semillero, más precisamente con la R.A.O.M. A diferencia de la relación con Vía Campesina, las relaciones del Movimiento Semillero con GRAIN permiten llevar adelante acciones conjuntas en el plano práctico, tales como talleres de formación sobre cuestiones legales que rondan la temática sobre semillas, o bien sobre el cambio climático. Cierto referente de esta organización, hace mención de sucesos tales como la Cumbre de los Pueblos (Río de Janeiro, 1992) y sobre tratados internacionales que allí se pusieron en marcha como fueron el Convenio sobre Cambio Climático y el Convenio sobre Biodiversidad (COB). Sobre este último comenta: “Una de las cosas claves que marcó fuerte el COB –que venía siendo una pelea de países del sur- es que hasta el 92 los recursos genéticos y la biodiversidad eran patrimonio de la humanidad, no había una posibilidad de los países de reclamar por sus semillas, plantas, etc. El convenio establece por primera vez que la biodiversidad es patrimonio de cada país y que entonces el acceso a la biodiversidad es una decisión soberana de cada país. Entonces eso significó por un lado un gran avance porque los países podían decir “no queremos que nos pirateen la biodiversidad, podemos protegerla, podemos crear leyes de acceso” y al mismo tiempo significó una enorme trampa porque una vez que esta establecida una norma de acceso la biodiversidad se puede poner en venta y abrió las puertas para toda la oficialización de la piratería como son la mayor parte de los países del sur, con los gobernantes que tienen. Pero entonces, el COB empieza a funcionar, Argentina lo ratifica en el 94, a partir de ahí es una parte más –Estados Unidos no lo ratifica nunca por ejemplo, lo desconoce- y en el 96, Argentina organiza la conferencia de las partes. Te imaginas, María Julia Alsogaray era la secretaria de Recursos Naturales, lo que se podía esperar de eso. Entonces me proponen que organicemos nosotros una reunión -que bautizamos enseguida “Los Pueblos en la Convención”, con la idea de marcar la presencia de indígenas, campesinos, etc.- y nosotros organizamos una reunión internacional, con pocos participantes, con esas personas, pero exigimos que por lo menos 10 de esos 40 de todo el mundo fueran de Argentina.” 58 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Al pensar en los comienzos, se recuerdan distintos acontecimientos tales como un taller con mujeres en 1996 y la mencionada Reunión de los Pueblos en la convención ese mismo año. Esta última consistió en una reunión alternativa a la conferencia de las partes que se realizaría en Buenos Aires, para discutir el Convenio sobre Diversidad Biológica, puesto en marcha en la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro. A su vez se reflexiona sobre procesos de aprendizaje que se fueron atravesando: Ahora ya se conocen las ferias pero en el origen… ¿cómo se convocaba a los productores? ¿A que se los invitaba? ¿Sabían a qué iban? Lo que pasa es que fue al revés. En el origen fue una toma de conciencia de nosotros los técnicos. En el 96 se organizó un taller de mujeres campesinas en Oberá, organizado por el PSA -Creo que era por el PSA y el MAM y no sé qué…- para hablar diferentes temas acerca de la realidad de género y una de las cosas que se había organizado para ese taller era: se le había pedido a Mauricio que hable un poco de semillas, porque Mauricio hacía muchos años que ya venía dedicándose al tema y en la distribución de roles, el cuidado de las semillas está más en las manos de las mujeres. Mauricio había armado qué es lo que iba a charlar, qué es lo que iba a plantear, y había llevado una buena cantidad de semillas. Y como para provocar el tema Mauricio tira un paño en el piso y desparrama las semillas todas mezcladas y la consigna era que cada una elija una semilla… no las podían parar, no podían seguir con lo que estaba previsto inmediatamente. Unas decían “¡mira esa semilla que no sé qué… que había en mi casa!” y así. Y entonces ahí hubo una toma de conciencia de cómo hacemos para meternos más en este tema. Entonces se fue trabajando la cosa y en agosto del año siguiente se hizo la primera feria. Y no es un tema que tenés que provocar mucho. (Miguel, ex técnico del PSA) Carolina (técnica de la Secretaría de Agricultura Familiar) reconoce distintos puntos de partida: “viene de distintas puntas el origen. Por parte de algunos, los que estábamos en la RAOM habíamos participado en el 96 en un encuentro que se hizo en Buenos Aires de muchas ong’s del país como parte de una cosa que en muchas partes del mundo se empezó a hacer, que era tomar conciencia del problema que estaba habiendo de erosión genética, de cómo se estaba perdiendo la diversidad por el avance de la… por la modernización de la agricultura que plantea el monocultivo y las semillas mejoradas, entonces se estaban perdiendo las semillas campesinas. Y por otro lado, en la provincia el equipo técnico de San Vicente venía de Santa Fe y traía semillas mejoradas como propuesta técnica, la gente no las adoptaba, no las quería y ellos empezaron a ver lo que tenía la gente. Haciendo ensayos empezaron a ver que era mucho mejor la semilla que tenía la gente, porque está adaptada a la zona, porque la gente elige por otras cualidades, no solamente por el rendimiento. Bueno, juntando todo eso hicimos todos un compromiso de empezar a fomentar y recuperar lo que era el intercambio de semillas”. 59 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Sobre cómo y por qué se mueve el Movimiento Aquellos que participan del Movimiento atienden a un modelo integral tanto en lo social como en lo ambiental, y muchos de ellos se alistan en la lucha por un modelo agroecológico. Carla De Micco (2008) señala que en el campo del desarrollo rural en Misiones existen técnicos que adhieren a diferentes “paquetes” de ideas: el desarrollista, el organizativo y el agroecológico. “El modelo agroecológico hace referencia a la necesidad de tener en cuenta los aspectos sociales y de conservación de la naturaleza. Se contrapone a la modernización agrícola de la revolución verde, y al modelo de los agronegocios, asociado a la ganancia inmediata, ambientalmente destructiva y sin distribución de los beneficios” (2008: 7). En su libro La invención del tercer mundo (1998) Arturo Escobar plantea el surgimiento de un discurso alternativo al tipo de concepciones de desarrollo como las que dan un empuje a la Revolución Verde. Tal es el caso de la escritora y militante Vandana Shiva, para esta autora hoy nos encontramos ante un panorama de totalitarismo alimentario, de monocultivos que destruyen las alternativas para personas sin acceso a alimentos diversos y seguros producidos ecológicamente, de trasgresión de los derechos a una soberanía alimentaria y de los derechos de los agricultores y de protección de los derechos de las grandes empresas. “El derecho de las grandes compañías a alimentar a la fuerza a los ciudadanos del mundo con alimentos culturalmente inapropiados y peligrosos se ha convertido en absoluto. El derecho a la comida, el derecho a la seguridad, el derecho a la cultura, están siendo tratados todos ellos como barreras al comercio que han de ser desmanteladas” (Shiva, Vandana, 2003). El avance de la frontera de los monocultivos -en cualquiera de los cinco continentes- y el modo en que estos repercuten en la situación económica, social, política de los pequeños productores, amenazando a la vez a la reproducción de la biodiversidad plantea una necesidad de rescatar y socializar las alternativas existentes a estos sistemas productivos. Un caso paradigmático es el del negocio de los transgénicos y del patentamiento de los recursos genéticos. Debido a la modificación genética de las semillas, solamente la descendencia de la primera generación se beneficia con el cruce de las líneas parentales. Esto significa que la composición genética de la semilla ya no funciona de la misma manera si es usada para la cosecha del año siguiente, de modo que el agricultor tiene que volver cada año al distribuidor para obtener nuevas semillas híbridas, 60 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal generándose así un lazo de dependencia no sólo económico sino también social y político. Cuando digo dependencia social me refiero a que al reproducirse la situación de compra de semillas año tras año se da la pérdida de ciertas prácticas de intercambio y conservación que han servido a campesinos e indígenas como una red productora a lo largo de muchas generaciones. Numerosas publicaciones gráficas, audiovisuales y virtuales, dan testimonio de esta realidad. Si bien esto sucede en todo el mundo, las poblaciones más afectadas son las de pequeños productores e indígenas de América Latina, Asia y África. En cuanto a la dependencia política, me refiero a que el monopolio semillero ha tornado difícil acceder a otra opción que la que imponen las empresas semilleras más fuertes. A su vez, determinado tipo de semillas mejoradas genéticamente por grandes compañías no tienen éxito si no es en compañía de los agrotóxicos que venden estas mismas empresas y que –de acuerdo al discurso agroecológico- rompen con el ciclo natural del medioambiente dañando así la tierra, contaminando el agua y destruyendo la biodiversidad. Si a esto se suma que los monocultivos arrasan con las poblaciones boscosas nativas, la alteración llega a generar a corto plazo la aparición de plagas y la merma de las fuentes de agua, y a largo plazo severas alteraciones del clima. Si bien en la Provincia de Misiones los transgénicos no tienen tan fuerte presencia como en otras provincias del país, gran parte de la soja producida sí lo es y ya se puede encontrar maíz transgénico. Este último, a diferencia de la soja que se autopoliniza, es altamente contaminante ya que su polinización puede recorrer varios kilómetros. De acuerdo a lo sostenido por técnicos de INDES, en diez años los transgénicos podrían contaminar genéticamente a todas las variedades de maíz de la región. Para Ferrara: “El uso intensivo de agroquímicos y de semillas genéticamente modificadas en millones de hectáreas como modalidad predominante del capitalismo neoliberal, tiene su expresión en Misiones (…) en una metodología salvaje de fabricación de madera que produce un acelerado desequilibrio ecológico de consecuencias catastróficas” (2007:279). Lo cierto es que los riesgos a los que es expuesta la población por el uso y mal uso de agroquímicos se repite también en la provincia con cultivos tradicionales tales como el tabaco y la yerba –y actualmente con los cítricos-. Como señalan Gortari y Oviedo (2001) en un trabajo donde analizan la viabilidad de políticas de manejo de plaguicidas en el cultivo de la yerba mate: 61 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal “La aplicación de tecnologías desarrollistas en la agricultura impulsada por la llamada ‘revolución verde’, se extendió a los cultivos regionales y también a la Yerba Mate, priorizando altos rendimientos de corto plazo por sobre la sustentabilidad del agrosistema.” (2001; 97) De acuerdo al censo tabacalero 98/99, de los 20 mil productores yerbateros de ese entonces, más de 7 mil eran también productores de tabaco. A su vez, en el censo tabacalero 2002 el número de familias vinculadas al tabaco ascendía a 16.201. De acuerdo a Baranger y Castiglioni (2006) los tabacaleros son en su mayoría productores familiares, propietarios u ocupantes de pequeñas extensiones de tierra y para muchas de estas familias el tabaco es prácticamente la única alternativa para generar ingresos monetarios y obtener una cobertura de salud. De acuerdo a estos dos artículos, tanto en el caso de la yerba como en el del tabaco el uso de plaguicidas sigue siendo alarmante a pesar del intento de instaurar un manejo integrado de plagas. Si consideramos que en su mayoría estos cultivos se llevan adelante por productores familiares y que en muchos casos conviven con la producción de alimentos, podemos entender la importancia que otorga el Movimiento Semillero a lograr la inclusión de cada vez más pequeños productores para lograr la reconstrucción y socialización de tecnologías social y ambientalmente sustentables. ¿Guardianes de la Biodiversidad? Como se puede leer en el afiche que se observa a continuación, el Movimiento por las Semillas Campesinas o Movimiento Semillero es una red integrada por familias agricultoras, técnicas y técnicos, organizaciones, iglesias, entes gubernamentales, escuelas agrícolas, ONGs. 62 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Figura 1 Aquí también se pueden observar a primera vista dos consignas basadas en la tenencia y circulación de semillas: “Las semillas en manos de los agricultores” y “Semillas, patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad”. Ambas sostienen la idea de que de esta manera se garantiza la identidad cultural campesina y la conservación de la biodiversidad. Pero esta concepción que incluye al poblador local no 63 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal siempre fue la imperante en el movimiento ambientalista misionero, el cual en las últimas dos décadas ha ido incluyendo a los pobladores rurales por medio de la difusión de una producción más sustentable. Es así que se ha ido reunificando la dicotomía naturaleza/sociedad en donde la conservación de la naturaleza y de las especies locales no tenía lugar para los ‘pobladores tradicionales’, a quienes consideraba como intrusos. (Ferrero, 2008). Pelegrini (2006) propone un debate sobre la manera en que las concepciones basadas en la relación naturaleza / cultura han influenciado a la noción de patrimonio y a las políticas públicas tendientes a proteger los bienes culturales latinoamericanos. De acuerdo a esta autora, en los últimos años del S.XX e inicios del S.XXI se comienza a plantear que todo el patrimonio se configura y se engendra mediante sus relaciones con la cultura y el medio: “No século XXI, o reconhecimento das chamadas populações tradicionais e da sua possível contribução para a conservação e manutenção da diversidade biológica apontou o surgimento de um ecologismo diferenciado daquele emergente nos países industrializados que sacralizavam o mito da “naturaza intocada”, dois séculos antes. A acepção do “equilíbrio dos ecosistemas” e do “novo naturalismo”, manifestos por meio de movimentos sociais, primou pela diversidade cultural e pela união entre o homen e a naturaza de modo a garantir a gestão democrática dos espaços territoriais e o adecuado manejo das áreas de proteção ambiental.” (2006: 118) El lugar de los pobladores tradicionales como guardianes de la biodiversidad comenzó a reconocerse mediante las circunstancias signadas por numerosas reuniones internacionales que marcaban la importancia por la preservación de los recursos naturales, siendo la década de 1990 una época particularmente importante para esta reivindicación. Como señala Zanirato: “A relação estabelecida entre a preservação dos recursos e os conhecimentos tradicionais indicava o valor atribuído à diversidade, que advinha do conceito antropológico de cultura e da importância que esta confere á diversidade cultural da humanidade.” (2006: 260) Pero Pelegrini nos advierte: “Ainda assim, faz-se necesario atentar para as armadilhas decurrentes das visões simplistas que, por um lado, apostam na posibilidade de a tecnología moderna reverter qualquer impacto das actividades humanas sobre a natureza, e por outro, defendem que as populações tradicionais figuram como “conservacionistas natos” (Pelegrini: 118-119) 64 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Sobre este enfoque la autora resalta las dimensiones sociales que adquiere el patrimonio ambiental mediante una perspectiva dinámica que fomenta la conciencia de uso común del medio y la responsabilidad colectiva por el espacio, ya que cualquier esfuerzo es vano si las poblaciones no reconocen la importancia de su propia cultura y su medio ambiente para salvaguardar su soberania. Para Pelegrini: “(…) os grandes desafíos para aqueles que se dedicam à defesa dos bens culturais não se circuncrevem à descoberta dos meios eficazes para o desenvolvimento da educação patrimonial ou da educação ambiental, mas englobam o despertar da consciencia e do apreço a esses bens.” (Pellegrini: 125) Talleres en Feria de Semillas. Fotografía de Silvia Goya Pero, ¿Qué es un Movimiento? Hasta aquí hemos leído la palabra Movimiento repetidas veces: movimiento cristiano, movimiento agrario, movimiento campesino internacional, movimiento ambientalista, movimiento semillero… la lista podría seguir más allá de los límites de lo tratado en este trabajo pero no por eso desvinculándose de la temática. La idea de movimiento es algo de lo que no podemos escaparnos. Al preguntar a una ex técnica 65 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal del PSA sobre qué era para ella el Movimiento Semillero compartió conmigo una reflexión casi circular: “Es como un movimiento, no tan estructurado y planificado, mientras se mueva, esa es la idea”. Y quizás esta idea se pueda aplicar también a las propias semillas y a la intención de que estas puedan circular libremente. Justamente, a uno de los objetivos del movimiento semillero: la movilidad de las semillas y de los saberes que estas acarrean. Pero veamos qué se dice desde las ciencias sociales. Giddens define a un movimiento social como a: Un intento colectivo de promover un interés común, o de asegurar un objetivo compartido, mediante la acción colectiva en el exterior de la esfera de las instituciones establecidas. (1991: 659-660) Si bien este autor reconoce haber propuesto una definición demasiado amplia, considera que esto es necesario debido a las variaciones entre los diferentes tipos de movimientos: Muchos movimientos sociales son muy reducidos, comprendiendo, quizá, menos de unas docenas de miembros; otros pueden incluir miles e incluso millones de personas. Algunos movimientos llevan a cabo sus actividades dentro de las leyes de la sociedad o sociedades en las que existen, mientras que otros operan como grupos ilegales o clandestinos. (Op. Cit: 660) Según Doug Mc Adam (En: Laraña, E. y Gusfield, 1994) el estudio de los nuevos movimientos sociales ha convertido a los factores culturales y cognitivos en aspectos centrales sin por eso negar la importancia de los factores políticos, económicos y organizativos. En este sentido, ya no se habla de la adscripción a una clase como una condición sine qua non para formar parte de un movimiento social. Esto se ajusta sobre todo a movimientos como el ambientalista, ya que no moviliza solamente a productores sino también a asociaciones de consumidores. Esto sucede sobre todo en Europa pero también en lugares como el sur de Brasil, donde podemos encontrar una fuerte tendencia a la conformación de asociaciones de corte agroecológico: ya se trate de productores, de técnicos, de investigadores o de consumidores. 66 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Objetivos y conceptos guías del Movimiento Semillero en Misiones Como puede apreciarse en el afiche presentado más arriba (Ver figura 1) vemos que se pueden reconocer dos dimensiones interrelacionadas dentro de los objetivos del Movimiento. Por un lado todo lo que refiere a valorizar y defender el libre intercambio de semillas criollas y nativas como una herramienta para rescatar, conservar y multiplicar la biodiversidad, así como para garantizar la soberanía alimentaria. Y por otro lado, aquello que apunta a promover la independencia de los pequeños productores, fortaleciendo la agricultura familiar por medio de la conformación de redes y de la realización de capacitaciones enmarcadas en una propuesta agroecológica. Es importante recalcar que ambos son procesos que avanzan simultáneamente, y que la herramienta del intercambio no sólo se enfoca en el material genético en sí, sino también en el intercambio de conocimientos que contribuyen a la vida cotidiana de familias y organizaciones de pequeños productores. El movimiento busca constantemente generar espacios de intercambio y de articulación en pos de estos objetivos. En relación con el concepto de Soberanía Alimentaria, este fue expresado por primera vez por Vía Campesina en la Cumbre Mundial de la Alimentación realizada en Roma en 1996, y retomado en la declaración política del foro de ONGs y OSCs para la Soberanía Alimentaria en la misma ciudad en 2002: "La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas agrícolas, pastoriles, laborales, de pesca, alimentarias y agrarias que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias exclusivas. Esto incluye el derecho real a la alimentación y a la producción de alimentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho de tener alimentos y recursos para la producción de alimentos seguros, nutritivos y culturalmente apropiados, así como la capacidad de mantenerse a sí mismos y a sus sociedades".72 De: "Soberanía alimentaria: un derecho para todos”, Declaración política del Foro de ONG/OSC para la Soberanía Alimentaria. Roma, junio de 2002. 72 67 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal De acuerdo a un número de la revista Biodiversidad, Sustento y Culturas (2006), el concepto de soberanía alimentaria ha surgido a partir del “(mal) uso” del concepto de seguridad alimentaria: "La definición oficial de la seguridad alimentaria, avalada en las Cumbres de la Alimentación y otras conferencias de alto nivel, habla de que todos y todas tengan una cantidad suficiente de buenos alimentos para comer todos los días. Pero no habla acerca de dónde proviene el alimento, quién lo produce, en qué condiciones se ha cultivado. Esto permite que los exportadores de alimentos del Norte y del Sur argumenten que la mejor manera de que los países pobres logren la seguridad alimentaria es importando alimentos baratos, en lugar de tratar de producirlos por sí mismos. Como ya resulta dolorosamente evidente en todos lados, esto vuelve a esos países más dependientes del mercado internacional, expulsa de sus tierras a los campesinos que no pueden competir con las importaciones subsidiadas y que terminan en las ciudades en búsqueda de empleos que no existen. La seguridad alimentaria, entendida de esa forma, tan solo contribuye a crear más pobreza, marginación y hambre.” Consideramos que el concepto de soberanía alimentaria iría más allá del de seguridad alimentaria, ya que no sólo se plantea el acceder a los alimentos y a los recursos necesarios para la producción de los mismos, sino también considerar cuestiones como costumbres culinarias, el qué y cómo comer y en qué escala producir. Decidir qué consumir, cómo y quién lo produce de tal manera que se puedan restablecer las relaciones con los ecosistemas existentes y reconociendo los conocimientos preexistentes en toda su diversidad. (Garay- Vidal, 2009) Otro concepto guía para el Movimiento -fuertemente ligado al de soberanía alimentaria- es el de Biodiversidad. Veamos que dicen al respecto algunos miembros del Movimiento Semillero. Para Manuel (técnico del INTA): “Es un concepto que para nosotros es muy fuerte porque imitando la naturaleza para que haya equilibrio y algo sea sustentable tiene que haber diversidad. Entonces este concepto lo tenemos que trasladar a la forma de trabajar de una familia o de una región.” Carolina (técnica de la Secretaría de Agricultura Familiar), aclara que la idea es que junto con la valorización de las semillas nativas y criollas vaya toda una propuesta agroecológica que promueva la diversidad, ya que en un lugar como Misiones no se puede pasar de una selva subtropical a un monocultivo de pino, de tabaco o de yerba: 68 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal “Para sostener en el tiempo la producción en nuestra provincia tenés que tener una variedad de plantas, de animales, de árboles, tiene que haber un poco de todo”. Federico (técnico de la misma institución) señala que ya no es suficiente con el cultivo de tabaco adoptado por numerosas familias de pequeños productores para garantizar la subsistencia. Más allá de si adhiere o no a las propuestas agroecológicas, el pequeño productor debe diversificar tanto para el autoconsumo como para el caso de no tener éxito con un único cultivo. “Entonces abre el abanico y hace gallinas, vaca, chanchos, patos, poroto, mandioca, batata, zapallo, sandía, melón. Mantener la diversidad hace a un sistema más resiliente. Resiliente es: si yo tengo un ecosistema y se produce una invasión de langostas, si tengo sólo maíz las langostas se van a hacer un festín, van a arrasar con mi chacra. Si yo tengo diversidad, las langostas me van a comer el maíz, capaz el poroto, pero no me van a comer el araticú, no me van a comer algo del monte, del pedazo de monte que tengo, no me van a comer el pasto. Entonces cuando yo más diversidad tengo el sistema es más resistente a una acción externa y tiene más capacidad de recuperarse más rápidamente. Eso es resiliencia, la capacidad de preservarse o de recuperarse más rápido. Lo mismo para una sequía o para las lluvias.” La soberania alimentaria reivindica la posibilidad de optar por la diversidad, la libertad de elegir el qué y el cómo. En su búsqueda por defender la biodiversidad y la soberania alimentaria el Movimiento realiza diversas actividades, entre las cuales las ferias ocupan un lugar central. Porque como señala uno de los fundadores del Movimiento: “si no hay semillas no hay agricultor, si no hay agricultor no hay semillas”. 69 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Capítulo 3 Buscando pasos para dar Junto al trabajo de valorización y defensa de la semilla criolla, uno de los objetivos al que presta particular importancia el Movimiento Semillero es al de la formación de sus integrantes en cuestiones técnicas y legislativas. El decir “técnicas” remite a saberes y tecnologías en lo que hace a las semillas y los cultivos y los cuidados que éstas y éstos necesitan. En cuanto a la cuestión legislativa, se enfocan en discusiones sobre la protección de la biodiversidad a nivel nacional y mundial. Como señalaba un integrante del movimiento: “(…) es importante formarnos en todo lo que está pasando sobre este tema, las presiones para modificar las leyes sobre el tema. Formarnos y estar atentos a como contrarrestar esas cuestiones. Somos unas hormiguitas al lado de monstruos como Monsanto y algunas empresas semilleras que son las que hacen estos lobbies”. (Ex técnico PSA) En la Feria Provincial de Semillas del 2006 realizada en San Vicente, tuve la posibilidad de observar la situación de, a la vez fuerte y sutil, enfrentamiento entre ciertos visitantes del Instituto Nacional de Semillas (INASE) y la postura del Movimiento. Dichos funcionarios pretendían transmitir la preocupación de que si los productores no registraban sus semillas quedarían libres de ser patentadas por una empresa semillera. Después de debates grupales entre productores y técnicos se decidió 70 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal plantear que la postura del Movimiento Semillero es la del “no registro” de la biodiversidad genética. Para muchos integrantes del movimiento un registro no protege las semillas, e incluso deja una sistematización de éstas a disposición de diferentes entidades que podrían usufructuarlas. Para ellos, luchar contra los registros de propiedad intelectual con la misma herramienta que sus enemigos no tiene sentido, ya que se trata de un mecanismo legal que quieren erradicar. Esto insertó en el movimiento el debate “registro sí, registro no” entre integrantes que quizás antes no lo tenían muy presente, e hizo notar la urgencia de formarse en este tipo de cuestiones legales. Por otro lado, ciertos integrantes del Movimiento están de acuerdo con realizar un registro de semillas locales, pero no con patentarlas.73 Formarse El movimiento constantemente busca nuevos pasos a seguir para fortalecerse. Los talleres de formación y capacitaciones son una apuesta fuerte en este sentido. Desde hace más de 10 años, en distintos puntos de la provincia se han realizado talleres de conservación y producción de semillas criollas, así como talleres de recuperación de arroz, soja santa rosa, maíz, poroto, y talleres sobre cuestiones legales y patrimonio. A su vez, tuvieron lugar ferias locales y zonales de semillas en distintas localidades de la provincia74. En la reunión de planificación bianual realizada a en marzo del 201075 se propusieron nueve talleres para llevar a cabo en distintos momentos a lo largo de dos años. Las temáticas serían las siguientes: Plantas nativas; Plantas medicinales; Conservación y reproducción de semillas76; Árboles frutales; rescate de arroz77; Introducción a la agricultura biodinámica78; Interpretación el Calendario Biodinámico79; Taller de Abonos. 73 Tal es el caso de algunos miembros del INDES. En el 2009 algunas ferias programadas fueron canceladas por la lluvia, ya que debido a la denominada Gripe A, no pudieron realizarse las ferias entre julio y agosto como es de costumbre, y se postergaron para una época de lluvias intermitentes. 75 Llevada a cabo en la chacra biodinámica de Ruiz de Montoya “El Hormiguero”. 76 De acuerdo a una técnica del INTA, en los talleres de conservación “se hace rescate de lo que la gente sabe y se refuerza técnicamente.” 77 Si bien ya se realizó exitosamente un taller de estas características en la zona de San Antonio es importante realizarlo para continuar con el rescate. 78 La agricultura biodinámica es un sistema complejo con una cosmovisión que parte de los principios de la antroposofía de Rudolf Steiner. Algunos sectores del Movimiento Semillero se encuentran fuertemente orientados tanto a la agricultura biodinámica como a la antroposofía en general. 79 Calendario que estudia las relaciones entre los astros y los cultivos, separando a estos últimos por los que se cosechan de fruta, raíz, hoja o flor y recomendando fechas de siembra, transplante y cosecha. 74 71 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Además, se propuso continuar con la cuestión legal y política. Se planteó que es importante continuar con los talleres que hacen a la dimensión social, legal y política del Movimiento Semillero y las problemáticas que abarca. En base al taller “Semillas, ¿patrimonio de quién?”80 surgió la necesidad de realizar sistematizaciones para repartir como material de consulta “porque si no - como planteaba una productora - no sirve”, ya que después de haber realizado el taller resulta difícil referirse a las cuestiones que el disertante explicara tan claramente. El trabajo del grupo de formación que propuso los talleres mencionados se basó en discutir qué cosas se hicieron hasta el momento dentro del Movimiento Semillero y qué cosas nunca se hicieron en materia de capacitación, así como qué cosas sería positivo que se repitan o difundan entre más participantes del movimiento. Un taller tiene un límite de personas a las que se puede dirigir (aproximadamente cincuenta) y es necesario buscar herramientas para que cada participante pueda multiplicar esa información. Es importante tener en cuenta que las capacitaciones son pensadas en función de rescatar los conocimientos, tanto de productores como de técnicos, con el fin multiplicarlos en el medio, y no como una cuestión unidireccional de técnico a productor. Venta colectiva de semillas Impulsadas por algunos miembros del Movimiento se han llevado acciones a nivel provincial tales como gestionar la compra de maíz criollo local por parte de un organismo de gobierno de la provincia81. Esta gestión sentó un precedente de compra de semillas por parte del Estado, a pesar de la legislación argentina que dice que la El taller “Semillas, ¿Patrimonio de quién?” (Eldorado, Noviembre 2009) tuvo como disertante principal al referente de GRAIN en este país, quien presentó la cuestión a nivel mundial y nacional de las leyes sobre semillas, patentes y derechos de propiedad intelectual. El disertante inició una charla sobre cómo la biodiversidad y el conocimiento en torno a ella se están perdiendo y de cómo esto es un problema político, planteando que todas las semillas fueron “creadas por el pueblo” -ya sean campesinos o indígenas- a lo largo de los años en un proceso de diálogo y creación entre las personas y la naturaleza. 81 Los actores involucrados en esta experiencia estuvieron nucleados en la “Comisión Permanente de Organización de las Ferias de Semillas de Misiones”, participaron alrededor de 80 productores de Andresito, San Antonio, Irigoyen, Eldorado, Piray, Montecarlo, El Alcázar, Caraguatay, San Pedro, San Vicente, Oberá, Cerro Azul, Puerto Rico, Ruiz de Montoya, Capioví. Con fuerte presencia de la Cooperativa Agrícola Río Paraná de Oberá, la cual se encargó del seguimiento administrativo del proyecto. Entre el 2003 y el 2007 esta actividad se realizó a través del Ministerio de Bienestar Social de la provincia con fondos de un Plan de Seguridad Alimentaria de la Nación. Por cambios en la conducción del programa la compra se siguió realizando, aunque en menor cantidad, por parte del Ministerio de Trabajo. 80 72 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal semilla para ser legalmente comercializada debe estar registrada y ser identificada o fiscalizada82. Entre los logros alcanzados por esta gestión el Movimiento Semillero destaca la contribución de esta acción a la sustentabilidad del sistema productivo local; la incidencia en un programa del estado desde la organización y la articulación entre distintas organizaciones e instituciones con un mismo objetivo; el beneficio desde el estado a población vulnerable con semillas adecuadas y su aporte a la economía de los pequeños productores locales83; la valorización de la producción y rol de la economía campesina por parte de al menos un sector del gobierno; la toma de conciencia por parte de muchos agricultores y técnicos de la importancia de ofrecer semillas de calidad y respetar acuerdos de calidad; de la continuidad del abastecimiento de semillas por parte de productores organizados; del rescate del conocimiento de los agricultores sobre las distintas variedades, sus ventajas, sus usos y sus formas de selección. A su vez esta experiencia sirve de base para futuros trabajos de rescate de variedades y su multiplicación; y los proyectos, para mejorar la producción de semillas84. Pensando el Patrimonio: Naturaleza y Cultura Ribeiro y Zanirato (2006), quienes trabajan sobre la cuestión de la naturaleza como patrimonio cultural, reseñan los caminos que llevaron de entender al patrimonio como grandes monumentos históricos a entenderlo como “o conjunto dos bens culturais, referente às identidades coletivas”, en sus variadas expresiones. Las autoras hablan de bienes materiales e inmateriales imprescindibles para la conformación de la identidad cultural de un pueblo y hace hincapié en la importancia del patrimonio natural ya que con esta figura se intenta salvaguardar tanto los recursos naturales, como el conocimiento tradicional sobre los usos de esos recursos, así como el hecho de preservar la información genética de las áreas protegidas para uso futuro. De acuerdo a Ribeiro y Zanirato (Op. Cit.), en el curso del siglo XX las formas de comprender la cultura y la historia sufrieron significativas modificaciones que repercutieron en la comprensión de los bienes considerados patrimonios y que llevaron 82 La Ley de semillas y creaciones fitogenéticas Nº 20.247 creó el registro Nacional de Cultivares y Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares. 83 La venta de maíz como semilla y no como grano significó un ingreso seis veces mayor y para la mayoría fue un ingreso extra ya que no venden maíz sino que lo cultivan para autoconsumo. 84 Algunos productores se hicieron “semilleristas”, se han dedicado a la producción y comercialización de semillas de variedades locales de maíz, poroto, abonos verdes y arroz secano. 73 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal a dejar de considerar a estos como bienes aislados del uso. Así, “O valor cultural, a dimensão simbólica que envolve a produção e a reprodução das culturas, expressas nos modos de uso dos bens, foi incorporado à definição do patrimônio” (Ribeiro y Zanirato, 2006:254). Es interesante observar como el Movimiento Semillero local y algunas ramificaciones del movimiento ambientalista a nivel mundial tales como GRAIN, Vía Campesina, organizaciones campesinas e indígenas nacionales85, entre otras, utilizan esta forma de abordar el concepto cuando se refieren a las semillas como “libre patrimonio de los pueblos”. Para ellos las semillas no son un bien que deba ser aislado del uso en un banco de germoplasma sino que la conservación se debe continuar en forma dinámica a través de intercambios de semillas. Por supuesto que esta expresión – libre patrimonio de los pueblos- se pronuncia en contra de las empresas semilleras como Monsanto, Syngenta, Cargill y Nidera, que privatizan el patrimonio genético de pueblos que han ido mejorando y adaptando al ambiente las semillas a través de generaciones. Lo que sostienen las organizaciones indígenas y campesinas es que tanto los organismos genéticamente modificados como los derechos de propiedad intelectual sobre la biodiversidad son instrumentos que privatizan las semillas y la alimentación mundial, atentando contra los sistemas de conocimiento originarios locales, tradicionales y científicos, restringiendo el uso y conservación de la biodiversidad agrícola e ilegalizando prácticas culturales y agrícolas locales, comunitarias y ancestrales. A partir de la década de 1960 se crearon los derechos de obtentor como una norma para registrar una semilla y sus descendientes como propias, siempre y cuando tenga una característica que la distinga y se reproduzca homogéneamente. La paradoja de que sea ilegal intercambiar semillas campesinas porque no están registradas y que no se puedan regalar ni intercambiar las registradas porque estas sean destinadas solamente a lo que legalmente se denomina el “uso propio”, lleva a iniciar una lucha por abolir estas leyes que impiden la libre circulación de las semillas. Existen diversas posturas con respecto a la protección del patrimonio natural, tanto a nivel nacional como internacional. Ribeiro y Zanirato (2006) reseñan el debate entre ambientalistas norteamericanos hacia fines del siglo XIX. Por un lado presenta a 85 Como ser el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MoCaSE) o el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI). 74 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal los conservacionistas, para quienes la conservación ambiental requiere mantener un área protegida utilizándola sin colocar en riesgo su dinámica natural y atributos físicos. Por otro lado, a los preservacionistas, quienes con una postura más radical sostienen que las áreas naturales protegidas no deben ser interferidas por la presencia humana para que sólo procesos naturales influencien su dinámica. Cabe aquí el interrogante de si el hombre no es, acaso, parte de la naturaleza. La Convención sobre protección de patrimonio cultural y natural que tuvo lugar en la Conferencia de Estocolmo en 1972, buscaba definir al patrimonio por su doble aspecto cultural y natural, teniendo en cuenta para esto que el hombre interactúa con la naturaleza y se hace necesario reestablecer el equilibrio entre ambos. De acuerdo al documento naturaleza y cultura son complementarias. Para Ribeiro y Zanirato, dicho planteo procura alterar la visión utilitarista de la naturaleza como una fuente de acumulación de capital. Esta convención define que tanto bienes dotados de valor cultural como natural podían ser inscriptos como patrimonio universal, quedando la protección de estos bajo la responsabilidad de la comunidad internacional. Pero, ¿qué significa internacional? ¿Acaso es internacional para el libre uso de las comunidades o para el libre usufructo de las corporaciones? Reflexionando sobre esta cuestión, Emilio Lombardo86 sostiene que: “La vida no humana se ha convertido en una cuestión de Estado y de Imperio, en el sentido en que lo entienden Negri y Hardt (2000), como una nueva forma global que constituye un orden en el cual el ejercicio del poder no está limitado a ninguna región, sino que se ejecuta de manera desterritorializada bajo una lógica de mando que no tiene fronteras ni límites. Esta configuración trasnacional se encuentra formada por organismos oficiales y ongs internacionales, empresas transnacionales, estados nacionales, hasta llegar a ámbitos provinciales y locales. En este sentido un Leviatán supranacional se erige en una red: Naciones Unidas y sus diversas instituciones adherentes representan la punta del iceberg que en un principio consolidó un orden jurídico internacional sostenido en soberanías nacionales, pero que actualmente adopta una configuración distinta.” (2009:9) Cuando en 1992 la Cumbre de los Pueblos establece que la biodiversidad debe ser patrimonio de cada país para que estos sean quienes tomen decisiones acerca del acceso a la biodiversidad, el panorama no cambia demasiado. Ya sean soberanías UNSa – CIUNSA – CONICET. Ponencia presentada en la VIII Reunión de Antropólogos del Mercosur RAM “Diversidad y Poder en América Latina”. Grupo Nº 15: “Patrimonio Mundial, Identidad y Derechos de las Comunidades Locales”. 2009 86 75 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal nacionales o redes jurídicas internacionales las que se pronuncien en pro de la conservación de la biodiversidad, no se necesita más que observar lo que sucede en el plano local para darse cuenta de la infinita tarea que significa cumplir con estos objetivos. Pienso tanto en el contrabando de madera nativa como en el daño producido por las deforestaciones y los agroquímicos usados en este y otros monocultivos (por ejemplo, en el cultivo de tabaco Burley en la provincia de Misiones). Siguiendo con la cuestión de cómo se interrelacionan cultura y naturaleza es interesante el planteo de Ferrero (2007), quien -utilizando el concepto de cosmografía87- analiza cómo el movimiento ambientalista en la provincia de Misiones ha ido incluyendo a los actores agrarios por medio de la producción sustentable, saliendo así de la dicotomía parques (ANP)88/pobladores (naturaleza/sociedad) en donde la conservación de la naturaleza y de las especies locales no tenia en cuenta a los ‘pobladores tradicionales’: “Durante las últimas décadas del siglo XX y los primeros años de siglo XXI, en el territorio de Misiones se constituyó una cosmografía ambientalista que entró en conflicto con la cosmografía agraria, pero también abrió espacios de negociación y alianza, dándole una nueva impronta al espacio provincial. La cosmografía ambientalista se origina de una confluencia de procesos donde interviene el desarrollo de ideas ambientalistas a nivel mundial, y situaciones particulares de Misiones como la reducción de la superficie de selva”. (2007:84) En la tesis de Ferrero podemos apreciar la heterogeneidad de la cosmografía agraria, la cual incluye sectores heterogéneos de productores e investigadores que trabajan en la búsqueda de formas armónicas de relacionarse con la naturaleza. En la década de 1980, la Comisión Mundial de Medio Ambiente puso en discusión el tema de la sustentabilidad y la conservación, en relación al desenvolvimiento económico y la minimización de los impactos ambientales, pasando estos temas a ser imperativos en diversas reuniones internacionales. Ferrero nos brinda un panorama de la situación del ambientalismo en la provincia para la misma época: 87 Este concepto es definido por Little (2001) como las identidades colectivas e históricamente contingentes, ideologías y sistemas de conocimiento sobre el entorno, desarrollados por un grupo social para establecer y mantener territorios humanos. Ferrero analiza las transformaciones de una cosmografía agraria que se opuso a la selva desde los tiempos de la colonización -sobre todo a partir de la década del 90 cuando finaliza la expansión de la frontera agraria en tierras fiscales y ciertas modificaciones en las políticas económicas deterioran la calidad de vida de los pequeños productores- que generaron el surgimiento de una cosmografía ambientalista basada en modalidades diferentes a las de la cosmografía agraria, en cuanto a las maneras de intervenir y pensar el espacio, la producción y el uso de los recursos naturales, con el agregado de la presencia de nuevos actores sociales. En Misiones, la cosmografía ambientalista se constituye a partir de la presencia de un conjunto de actores, ideas y formas de intervenir en el espacio que promueven la conservación de la selva, crean reservas naturales y proponen modelos alternativos de desarrollo bajo la denominación de desarrollo sustentable. 88 Áreas Naturales Protegidas 76 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Hasta la década de 1980, en la provincia de Misiones se privilegió el desarrollo de un modelo desarrollista rural y forestal, donde la selva pasó a ser vista fundamentalmente como un espacio del cual extraer madera, y como un medio que dificultaba la producción rural; donde el PN Iguazú era una isla de protección de selva en un mar de tierras pensadas a ser explotadas. Ya vimos que los incentivos estatales estuvieron dirigidos a la expansión de la forestación y al desarrollo de la agricultura, llevando a la expansión de la frontera agraria sobre los espacios de selva. Si bien desde inicios del siglo XX, se levantaban voces en pro de modalidades productivas que no degradasen los recursos, tales los casos de Moisés Bertoni, y ya durante la segunda mitad del siglo XX, de Alberto Roth, estas eran voces marginales a la tendencia predominante. Las figuras de Roth y Bertoni, entre otros, serían ampliamente valoradas recién a partir de las décadas de 1980, cuando se comienza a consolidar un frente ambientalista en la provincia. Por ejemplo, a partir de los ’80, estos serían reconocidos entre los pioneros del ambientalismo misionero, con cierto sentimiento de culpa por parte de las nuevas generaciones por no haberles prestado atención antes. (2007: 90)89 En esta coyuntura comienza a germinar el Movimiento Semillero, sumándose acciones y actores durante la década de 1990, para comenzar a realizar las ferias de semillas en 1997 y autoproclamarse como movimiento en el 2004, con la premisa de que la preservación de los recursos genéticos es fundamental para la seguridad alimentaria y la continuidad en el tiempo del ejercicio de la soberanía alimentaria. A su vez, el movimiento denuncia que estos recursos han comenzado a ser considerados “objetos de derecho de propiedad intelectual”. La modificación de organismos genéticos por parte de empresas transnacionales para su posterior patentamiento ha modificado no sólo las modalidades de cultivo del mundo orientándolas al monocultivo, sino que en su afán por incluir a todos los recursos naturales en un registro de propiedad intelectual ponen en riesgo la libertad de los agricultores de guardar e intercambiar la semilla, una práctica que permite una alternativa a los lazos de dependencia económica generada por la necesidad de una compra obligatoria de semillas, indefectiblemente acompañadas de los “paquetes tecnológicos” de herbicidas e insecticidas, sin los que los nuevos organismos genéticamente modificados no tienen éxito. 89 Ricardo, un productor de San Ignacio contaba que Roth iba a las escuelas a dar charlas sobre cuestiones como el manejo de los suelos (curvas de nivel) y que su padre adoptó algunas de las propuestas de Roth. 77 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal La conservación, el manejo y la reproducción: es decir, guardar, intercambiar, dar, elegir a quien dar y cómo cocinar, serían las herramientas fundamentales para alcanzar la continuidad en el tiempo de la satisfacción de necesidades alimentarias y conservar un modo de producción en el que los recursos genéticos estén en manos de los agricultores. Cito a continuación el fragmento de una entrevista a un técnico de una agencia de desarrollo local, quien trabaja hace más de 20 años ligado a pequeños productores: “¿Qué pasaría si no estuviera esta herramienta del intercambio, que ya viene de antes de la feria? Y bueno, es una estrategia que si no se diera un montón de agricultores tendrían que migrar a otras regiones o a otras ciudades porque no podrían sobrevivir, por eso creemos que es una estrategia muy fuerte, lo que hacemos con eso es simplemente por ahí reforzarla, socializarla, multiplicarla o por lo menos hacerle ver la importancia de estas prácticas a un montón de agricultores que ya están muy confundidos y creen que esto no es importante, que la semilla criolla no tiene tanto valor... porque la sociedad consumista nos ha hecho creer que lo de afuera es mejor, que lo comprado es mejor, que lo que sale de una fábrica, lo de las empresas esta hecho mejor que lo nuestro y no es así ¿Por qué no? Y no es así porque lo nuestro lo conocemos, por ejemplo la semilla, la conocemos está adaptada a nuestra forma de vivir, de cultivarla, a nuestra tierra, a nuestro relieve, a nuestros animales, y se parece mucho a nosotros. Entonces cuando vos traes una semilla comprada generalmente no se adapta y encima es cara y la tenés que pagar. Entonces es demasiado fuerte la estrategia” (F, Técnico del INTA). Y esta estrategia es todavía más fuerte en la provincia en la agricultura contemporánea de los Mbya, la cual -como señala Miguel Bartolomé (2010)- no puede ser entendida al margen de su lógica cosmológica que dota al medio ambiente de características humanizadas y de sus relaciones parentales, en las que… “Los sistemas de intercambio recíproco entre las distintas familias extensas de un teko’há y los que se realizan entre los diferentes teko’há90, no solo misioneros sino del Paraguay y el Brasil, determinan la circulación de las semillas que constituyen un verdadero banco cultural de germoplasma guaraní.” (2010: 280). En cierta ocasión tuve la oportunidad de visitar la chacra de la familia de una productora en San Ignacio, ella de ascendencia paraguaya y guaraní, y su marido, de ascendencia polaca. Cada uno hablaba de diferentes formas de guardar las semillas. 90 El autor se refiere a las aldeas mbya, teko’há o teko’a. 78 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal También pude visitar a su nieta, cuya chacra está muy cerca, y el terreno de una de sus hijas, en “el pueblo”91. En ambas visitas me mostraron algunos cultivos que fueron producto de semillas dadas por la abuela. A pesar de esto, el porcentaje de cultivos que obtienen a partir de semillas compradas en agropecuarias es el predominante. En general, las semillas de huerta suelen comprarse en estos comercios mientras que las especies que aún se conservan entre los productores son el maíz, la mandioca, la batata, el poroto y el zapallo, en sus distintas variedades. Aunque existen productores que también compran semillas de zapallo o de maíz. El Movimiento Semillero intenta rescatar estas prácticas de intercambio y conservación de semillas que, aunque en ciertas zonas de la provincia se encuentran en decadencia o retirada, y en otras están más fuertes y presentes, aún existen y persisten. Saberes que van y vienen Si bien la mayoría de los técnicos que integran el Movimiento manejan un conocimiento técnico-científico, son respetuosos de las prácticas locales que pueden haber resultado de fusiones culturales y de distintas readaptaciones. Como señala un técnico de la Subsecretaria de Agricultura Familiar: de acuerdo a sus conocimientos, algunas de las técnicas de los productores para él no tienen sentido, ya que “tienen más riesgos que ventajas”, sin embargo reconoce que sí lo tienen para los productores. Tal es el caso de dejar las semillas en un lugar en donde se ventile. Para él la semilla estaría así en riesgo de que “agarre caruncho”. Esto da muestra de cierta tensión entre los conocimientos y las prácticas de técnicos y productores, en una situación de desequilibrio en la que suele ser el pequeño productor el que debe “recibir” de mano de los técnicos. Los conocimientos suelen terminar entonces circulando en un solo sentido, o bien, la circulación se da en ambos sentidos, pero prevalece el sentido “técnico-productor”, en detrimento del sentido “productor- técnico”. De todas maneras, los técnicos del Movimiento Semillero insisten y no dejan de remarcar la importancia del saber de los agricultores, en tanto que el saber del técnico 91 En el interior de la provincia se suele aludir a las áreas urbana y rural de una localidad como el pueblo y la colonia. 79 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal no sería mejor sino que estaría en igualdad de condiciones. Como señala un miembro del Movimiento, técnico de la Subsecretaría de agricultura familiar (ex PSA): “Me parece importante destacar que en el Movimiento nosotros consideramos los saberes de los productores al mismo nivel que los saberes nuestros, de los técnicos. Nosotros tenemos una formación a través de los libros, a través de la práctica también, y el productor a través de su práctica y análisis cotidiano de lo que está pasando en su chacra. En el tema de semillas, un productor sabe mucho más que yo, y el saber que él tiene es un saber consolidado, mirando diferentes cosas, mirando el suelo, las plantas, el clima, los insectos, las malezas… él, lo que sabe de semillas lo sabe con una integralidad.” Aún así, la situación de desequilibrio entre saberes, se encuentra latente ya que existen asimetrías objetivas en la relación entre técnicos y productores. La posición social de un técnico, así como la sociedad en su conjunto -incluidos los productores- de alguna manera legitiman sus saberes por sobre los de un productor. Existen relaciones de poder que se traslucen en la toma de decisiones del “cómo hacer”. Ambos pueden aportar al saber del otro y llamar la atención sobre cuestiones que pasan desapercibidas. Pero la relación técnico / productor no es siempre igual y los saberes ocuparán distintas posiciones de acuerdo a la naturaleza de esta relación. Los saberes se articulan, se subsumen, se imponen, se complementan, se respetan, se avasallan, están en tensión, se aprovechan y se dejan pasar. Pero sobre todo, ni los técnicos ni los productores son todos iguales, entran en juego variables que van desde el enfoque de trabajo 92 al carácter del técnico o productor. Para Guillerma, técnica de la zona de San Pedro, la relación entre técnicos y productores depende más que nada de la actitud con la que el técnico se introduzca y trabaje en el terreno. Debe trabajar con respeto pero a la vez saber cuando mantenerse inflexible en una postura. De todos modos los resultados no son de hoy para mañana, “a veces te encontrás después de un tiempo con alguien que te dijo que probó algo y le dió buenos resultados pero que en un principio no quiso escuchar”. Un técnico debe 92 Para Carla de Micco (2008) los técnicos de la provincia se dividen en técnicos con enfoques desarrollistas, organizativos y agroecológicos. Se entiende que estos enfoques no son puros sino que son susceptibles de combinarse entre sí, con una predominancia de uno de ellos. Para una referencia al modelo agroecológico véase capitulo 1 del presente trabajo. 80 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal “saber encontrar líderes en los grupos para comenzar a trabajar, gente que no se queda estancada sino que quiere aprender cosas nuevas”. Guillerma también me habló de la cuestión de género: “si sos mujer, por las dudas primero desconfían de lo que vos decís, de si sabés”. A pesar de haber crecido en el ámbito rural y de producir algunas cosas en su chacra, esta mujer no se considera a la vez productora y técnica ya que el trabajo en la chacra es mucho más duro y un técnico cuenta con la ventaja de un ingreso fijo. Para ella, por estas razones un técnico nunca se debería poner a la altura de un productor, ya que no está sujeto a las mismas incertidumbres. 93 Para Flora, promotora de Pro-huerta94, ningún técnico se impone: “Hay más bien recomendaciones que imposiciones, es una relación libre. Hay capacitaciones abiertas y cerradas a grupos en las que se pregunta al productor si quiere participar y recién ahí se comienza a trabajar. No todos quieren.” El hecho de que técnicos capaciten a pequeños productores en temas de mantenimiento y mejoramiento de huertas me llamo la atención ¿acaso este no es uno de los saberes que caracteriza a los productores? La respuesta que me fue dada por parte de una productora me aclaró el panorama: “ellos siempre saben alguna cosa nueva”. Las novedades suelen venir de la mano de los enfoques que sostienen, tales como el de la agroecología o el de la biodinámica en el control de plagas, siendo éste el modelo, con distintas variantes, en que se insertan los técnicos del Movimiento Semillero. Amelia por su parte, me habló de la “química de entendimiento” que tiene que existir en la relación técnico-productor para que ésta funcione. Ella se considera parte del Movimiento y aunque nota que para otros productores estos talleres son “una pérdida de tiempo”; a ella, en cambio, le parece que “aprende mucho”. Por lo que pude observar del modo de trabajo de las distintas entidades que trabajan con pequeños productores y que forman parte del Movimiento Semillero, en general se otorga muchísima importancia a que el productor salga de su chacra y conozca otras experiencias y modos de hacer las cosas. Pude observar eso en el énfasis 93 Este punto es controvertido. Si bien un productor cuenta con desventajas tales como las de vivir lejos de los centros urbanos, no siempre tener facilidades para movilizarse transporte o estar sujeto a los vaivenes del mercado y del clima, en tiempos de flexibilización laboral un técnico también está sujeto a los vaivenes del mercado. Ya no siempre son planta permanente y –como todos- es preciso que apelen a su red de relaciones para sobrevivir. 94 no cobran sueldo pero pueden participar de capacitaciones, algo muy valorados por algunos productores. 81 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal en el trabajo en grupos y en los viajes para capacitaciones y encuentros entre organizaciones. Esta cuestión me deriva a pensar en las idas y vueltas de una práctica y un discurso que se significa constantemente y que se resignifica con la práctica. Recordemos que los postulados de las ferias de semillas son rescatar -en base a una mirada global- las prácticas y conocimientos locales. El intercambio de semillas locales ya existía en Misiones antes de que los “técnicos” lo identificaran como tal y comenzaran a valorarlo y a fomentar su continuidad. Pero para que ellos pudieran prestar atención y darle fuerza a esta mirada tuvieron que recibir un impulso y una contención que los supere. No me parece que sea coincidencia que 1996 haya sido declarado mundialmente el año de la biodiversidad y al año siguiente comenzaran a realizarse las ferias de intercambio de semillas en Misiones. Considero que así como un productor descubre en un taller que otras personas tienen los mismos problemas que él y logra de esta manera sentirse un poco menos solo, los técnicos que participaron de la Reunión de los Pueblos en la Convención (Buenos Aires, 1996) 95 recibieron algún tipo de motivación para seguir adelante con sus líneas de acción. Hoy, las redes al estilo de MAELA (Movimiento Agro Ecológico Latinoamericano, desde 1992) y la vinculación con otras organizaciones del país o de países vecinos, viabilizan la difusión de experiencias y la discusión sobre alternativas al modelo agroindustrial. Por otro lado, no son todos los productores los que realizan estos intercambios ni estos representan la única forma de circulación en lo que se refiere a semillas sino que conviven con la compra y venta en el mercado. Sin embargo, las prácticas del intercambio y conservación de semillas son valoradas porque permiten -a la vez que colaborar con la continuidad de cierta biodiversidad- generarle al pequeño productor un patrimonio íntimamente ligado a sus condiciones de salud e independencia económica. Quiero señalar que muchas veces -pero no siempre- se construye un discurso basado en la exclusividad de esta práctica como si la circulación mercantil o el uso de las técnicas de control de plagas disponibles en una agropecuaria estuviesen descalificados o impliquen una traición al modelo ideal agroecológico. En tanto que nos 95 Reunión internacional alternativa a la conferencia de las partes realizada asimismo ese año en Buenos Aires. Ver capitulo 1. 82 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal encontraremos con que ambas conviven tanto en las prácticas como en el discurso de los pequeños productores, ya que aunque exista un convencimiento por parte de algunos de estos, la reconversión del método de trabajo en una chacra -donde existe producción de autoconsumo, pero también cultivos de renta que exigen, como en el caso del tabaco, paquetes tecnológicos -es un trabajo largo y arduo. Construyendo Vale la pena retomar aquí, la importancia que Gramsci ha atribuido a la educación como una herramienta que permita superar y desmitificar las visiones ideologizadas de la realidad, logrando así una conciencia objetiva que permita a las “masas” constituirse como clases activadas políticamente, capaces de participar en la construcción de alternativas contra-hegemónicas. La educación no es entonces concebida como un proceso en que el docente o el técnico da y el alumno o el agricultor recibe, sino como una dinámica en la que se articulan los saberes de los distintos participantes de la experiencia (Coben, 2001). En su artículo “Heterogeneidade de conhecimentos no desenvolvimento rural sustentable”, Julia Guivant realiza un análisis de los discursos a favor del desarrollo sustentable, en el que nos advierte acerca de las idealizaciones del conocimiento tradicional por sobre el científico, como si el primero fuera necesariamente sustentable y como si el primero se tratara de un conocimiento estático que no ha recibido influencias a lo largo de las décadas, ya sea de la ciencia, de la historia o de la industria. Me parece de suma utilidad para esta instancia retomar su desafío de cómo desarrollar un concepto de conocimiento local que incorpore de forma mas sustantiva una hibridez. Para esta autora, el conocimiento se construye a partir de las formas de decodificar nuestras experiencias, desde nuestros repertorios cognitivos y en relación/oposición a diferentes actores en “situación de interfase” (Guivant: 1997). Esta es una forma interesante de abordar la construcción del discurso en defensa de una semilla autóctona y su nivel de apropiación. Tanto al hablar de conservar como de intercambiar semillas estamos hablando de prácticas de la zona, preexistentes a la 83 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal presencia del técnico rural, pero resignificadas por éste a través de una mirada global96. Se trata de idas y de vueltas que finalmente inciden en estas prácticas, fortaleciéndolas en un intento de construir una alternativa al modelo agrícola imperante. Siguiendo esta dirección, Pelegrini (2006) plantea que la educación ambiental en América Latina ha sido fundamental en la difusión de la responsabilidad social por el medio ambiente y la orientación hacia el desarrollo sustentable. Para esta autora, la educación patrimonial y ambiental es una tarea prioritaria ya que revela la diversidad y los cambios culturales, sociales y ambientales, prestando particular importancia a los conflictos de intereses entre distintos segmentos sociales. A su vez, esta perspectiva toma a la población como agentes histórico-sociales y productores de cultura en su interrelación con el medio natural y social. “A educação patrimonial e ambiental deve ser conduzida de modo a contemplar a pesquisa, o registro, a exploração das potencialidades dos bens culturais e naturais no campo da memoria, das raizes culturais e da valorização da diversidade. À medida que o cidadão se percebe como parte integrante do seu entorno, tende a elevar sua autoestima e a valorizar a sua identidade cultural” (Pelegrini, 2006: 127) La autora plantea que la percepción de herencias inmateriales -tales como actividades artesanales y producciones artísticas o literarias, canciones, recetas culinarias y saberes medicinales- se vuelven fundamentales para la integración de la población a sus propias condiciones de existencia, con la naturaleza y el medio ambiente. Así, las creencias y el saber hacer también son valorados como un patrimonio: el patrimonio de conocimiento que permite a hombres y mujeres sobrevivir en el medio ambiente que habitan, considerando a este último en tanto “locus da materialização das relações sociais”. 96Esta aseveración de que son los técnicos quienes resignifican las prácticas locales a través de una mirada global, no desmerece la capacidad intelectual de los pequeños productores sino que da pie para aclarar que las situaciones socioeconómicas de los pequeños productores en la provincia de Misiones pocas veces hacen posible el acceso a medios alternativos de información. De ahí la importancia que otorga el Movimiento a la realización de talleres y encuentros que movilicen al productor fuera de su chacra para conocer otras experiencias. 84 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Capítulo 4 Retroalimentándonos ¿Es nuestra la culpa si las redes son a la vez reales como la naturaleza, narradas como el discurso, colectivas como la sociedad? Bruno Latour, en Nunca Fuimos Modernos Volviendo al tema de la construcción del conocimiento, cuando señalo más arriba que las practicas locales son resignificadas a través de una mirada global quisiera dejar claro que no sólo se trata de “miradas más amplias”, sino de procesos que van de lo local a lo global y viceversa. Retroalimentándose. Como señalan Deleuze y Guattari (2000) en su modelo rizomático, cualquier predicado afirmado de un elemento puede incidir en la concepción de otros elementos de la estructura, sin importar su posición recíproca. El Rizoma es un modelo descriptivo y epistemológico que forma parte de la teoría filosófica de estos autores y que intenta escapar a un modelo arbóreo o jerárquico de organización del conocimiento. Esta noción parte de la estructura de algunas plantas cuyos brotes pueden comenzar a ramificarse en cualquier punto y que puede hacer las veces de raíz, tallo o rama, sin importar su posición en la figura de la planta. Este planteo rizomático no dista demasiado de lo que plantea Latour (2007), que reflexionando sobre cómo el artículo de un diario mezcla a la vez relaciones químicas y políticas, nos introduce en el análisis de las redes que articulan estas relaciones: “Un mismo hilo relaciona la más esotérica de las ciencias y la política más baja, el cielo más lejano y una fábrica específica en las afueras de 85 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Lyon, el peligro más global y las elecciones que vienen, o el próximo consejo de administración. Los tamaños, los desafíos, las duraciones, los actores no son comparables y sin embargo ahí están, comprometidos en la misma historia.” (2007:1) De redes y rizomas Para Latour, la noción de traducción o de red es como el hilo de Ariadna que articula esas historias mezcladas a las que él se remite, o también podríamos decir: que articula distintos niveles de acción. Teniendo en cuenta que los discursos también son acciones, una herramienta que pueda articular tal diversidad es sumamente rica. Parafraseando a Latour, una red es “más flexible que la noción de sistema, más histórica que la de estructura, más empírica que la de complejidad.” (Latour, 2007:18) Me gustaría aquí relacionar la noción de red y el modelo rizomático de Deleuze y Guattari, partiendo de los principios que estos últimos proponen para abordar la noción de rizoma, para dar cuenta de ciertos elementos característicos del Movimiento Semillero. De acuerdo a los principios de conexión y heterogeneidad, cualquier punto del rizoma puede ser conectado, y debe serlo. Eso no sucede en el árbol ni en la raíz, que siempre fijan un punto, un orden: “El árbol lingüístico, a la manera de Chomsky, sigue comenzando en un punto S y procediendo por dicotomía. En un rizoma, por el contrario, cada rasgo no remite necesariamente a un rasgo lingüístico: eslabones semióticos de cualquier naturaleza se conectan en él con formas de codificación muy diversas, eslabones biológicos, políticos, económicos, etc., poniendo en juego no sólo regímenes de signos distintos, sino también estados de cosas.” (2000:13) Esto es justamente lo que observo dentro del Movimiento Semillero, donde se buscan integrar distintas dimensiones y a distintos sectores que hacen a un mismo fenómeno. Desde integrar saberes académicos con saberes que nacen desde la práctica y la herencia, hasta conectar episodios que suceden en distintos puntos del planeta en el plano biológico, social, económico, legislativo y, sobre todo, político. Esto crea en las ferias, talleres y reuniones de planificación del Movimiento un ambiente al que, en ocasiones, ciertos sectores del Movimiento llaman “la mística”, aunque esta es una 86 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal noción que no siempre se explicita de manera precisa97. Si bien no profundicé en este tema, cuando pregunté a un miembro del equipo organizador sobre esta cuestión, este prefirió orientarme hacia una lectura del teólogo y filosofo Leonardo Boff, que explicarla con sus palabras. Así lo hice, y reproduzco a continuación un fragmento de su trabajo Ecología, Política, Teología y Mística98: “Cuando aquí hablamos de mística, pensamos en una experiencia de base omnienglobante, mediante la cual se capta la totalidad de las cosas, exactamente como una totalidad orgánica cargada de significación y de valor. La mística está ligada a la espiritualidad. Espíritu, en su sentido originario (de donde viene la palabra espiritualidad), es el ser que respira. Por lo tanto, es todo ser que vive, como el ser humano, el animal y la planta. Pero no sólo eso. La tierra toda y el universo son vivenciados como portadores de espíritu, porque de ellos viene la vida y son ellos quienes mantienen la vida y todo el movimiento creador.” (Leonard Boff) Mi elección de Latour, Deleuze y Guattari no es casual, reconozco en ellos este abordaje omnienglobante que propone Boff. Por supuesto, a medida que aumentan y mutan las conexiones dentro de una red de relaciones también cambia la naturaleza de la misma. Como se puede leer en la introducción de Mil Mesetas: “Los hilos de la marioneta, en tanto que rizoma o multiplicidad, no remiten a la supuesta voluntad del artista o del titiritero, sino a las multiplicidad de las fibras nerviosas que forman a su vez otra marioneta según otras dimensiones conectadas con las primeras (...)” (Deleuze y Guattari, 2000:14) 97 La mística es también un ritual que se realiza en algunas ferias de semillas, se leen poesías que aluden a la importancia de la semillas, a la biodiversidad y a los pequeños productores. Se elige un centro en donde aportar elementos como semillas, frutas, estacas, velas, herramientas, instrumentos de música, vasijas, etc. 98 http://lapiedadymiregion.wordpress.com/ecologia-politica-teologia-y-mistica-leonardo-boff/ http://sociedad-teosofica.com.ar/links/ecologia/boff-ecologia.html 87 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Me interesa este señalamiento en tanto que remite a la voluntad, a aquello formado por múltiples estímulos interconectados. Esto es útil para pensar las distintas influencias internas y externas que llevan al Movimiento Semillero a ser lo que es. Siguiendo con los principios que estos autores proponen para abordar el modelo rizomático, vale la pena retomar aquí el principio de ruptura asignificante. Este principio plantea que un rizoma puede ser interrumpido en cualquiera de sus partes pero esto no significará una ruptura definitiva ya que es capaz de recomenzar en una u otra de sus líneas. Para ilustrar esto los autores presentan el siguiente ejemplo: “Es imposible acabar con las hormigas, puesto que forman un rizoma animal que aunque se destruya en su mayor parte, no cesa de reconstituirse.” (2000:15) Este ejemplo es muy rico para el caso que tomo, ya que mi intención no es plantear al movimiento ambientalista como un movimiento que en la actualidad construye una fuerte contra-hegemonía, sino que lo pienso como un movimiento que a pesar de las sucesivas batallas perdidas sigue trabajando en pos de generar aportes al desarrollo social y ambientalmente sustentable. Si bien algunas acciones en esta dirección puedan parecer débiles, la/s ideología/s que las sustentan están en constante circulación, articulación y multiplicación –debilitándose por aquí y fortaleciéndose por allá-. Para Latour, ningún análisis debe separar a su objeto de esta relación colectiva: “Partimos de una existencia continuada y arriesgada –continuada porque es arriesgada- y no de una esencia; partimos del encuentro y no de la permanencia. Partimos del vinculum mismo, del pasaje y de la relación, no aceptando como punto de partida ningún ser que salga de esa relación a la vez colectiva, real y discursiva.” (2007: 187) Esto es justamente lo que intenta mostrar con su principio de simetría, intentando reestablecer la continuidad e historicidad entre hechos que han sido separados demostrando que aquel “hilo de Ariadna que permitiría pasar continuamente de lo local a lo global, de lo humano a lo no humano, existe”. Para Latour “hasta una red extensa es local, punto por punto”: “Ellas se componen de lugares particulares, alineados por una serie de ramificaciones que atraviesan otros lugares y que para extenderse requieren nuevas ramificaciones. (…) Los dos extremos, lo local y lo global, son mucho menos interesantes que las disposiciones intermediarias, aquí llamadas redes.” (2007: 171 y 177) 88 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal De aquí parto para plantear que un fenómeno como el del Movimiento Semillero no es primero local o primero global sino que hay un movimientos locales y globales que se retroalimentan constantemente a través de discursos, practicas y sentires. Naturaleza y política Hablar de un movimiento ambientalista como es el Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones, implica hacer hincapié en que naturaleza y política de ninguna manera están separadas. De acuerdo a Latour, la constitución moderna separa entre naturaleza y política. Él niega esa división y plantea que la hibridez entre naturaleza y política se observa claramente en temas como los de la biotecnología, la propiedad intelectual y, yo agregaría, la naturaleza como patrimonio de los pueblos. Para Lombardo (2009), se plantea una nueva forma de plantear la relación entre vida y política desde el momento en que el cuidado del ambiente deja de ser una suma de singularidades para convertirse en una problemática única y mundial La politización del objeto de las ciencias naturales vincula a estas a una situación más propia de las ciencias sociales, ya que no se puede comprender a la naturaleza de manera autónoma a los sistemas económicos, políticos y culturales de nuestra sociedad. La naturaleza es un producto histórico integrado a la circulación universal de la producción industrial y los problemas ambientales no sólo afectan a la sociedad sino que son generados socialmente (Beck: 2006). Es así que el Movimiento Semillero además de promover el rescate de prácticas locales que contribuyan al cuidado de la biodiversidad y al mejoramiento de la calidad de vida del pequeño productor, también analiza el modelo agrícola dominante en búsqueda de acciones que se opongan a cuestiones tales como los frentes forestal y tabacalero, al patentamiento de semillas, a convertir a los colonos en empresarios y al discurso que plantea que desarrollo es igual al desarrollo económico, que ignora a las culturas locales. Se busca evidenciar maniobras y debilidades de este modelo a partir de un posicionamiento político que permita construir nuevos modos de ver, actuar y proyectar. El hecho de defender la no separación entre naturaleza y política (o sociedad, o cultura) forma parte de un enfoque holístico que no podría dejar de mencionar ya que 89 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal caracteriza no sólo a la Antropología sino también a la Agroecología e incluso a la Antroposofía. Todas estas disciplinas -ya sean caracterizadas para algunos como ciencias y para otros no- convergen en esta mirada holística que intenta abordar distintas dimensiones de un mismo fenómeno. Quizá por esto ha resultado difícil realizar el exigido extrañamiento y he oscilado permanentemente entre la mirada desde afuera y desde adentro, hasta el punto de sentirme en ocasiones como parte del Movimiento, tal como una observadora participante. 90 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal A modo de cierre En el camino que todavía transito de conocer las múltiples identidades del Movimiento Semillero, atravesé distintas instancias entre las que se contaron el entusiasmo y el escepticismo, la alegría y la tristeza. Y es que como señala Escobar: “El proceso de juzgar experiencias como las anteriores desde las perspectivas occidentales no resulta fácil. Deben evitarse dos extremos: el de adherir a ellas como alternativas sin analizarlas, y el de despreciarlas como exposiciones románticas de activistas o intelectuales” (1998: 322) Como en el caso de todos los grupos humanos, los acuerdos y las construcciones se dan en un lento proceso en el que en ocasiones no pueden evitarse las fisuras y los desencuentros. Por otro lado, la red de relaciones es más amplia que lo que fui capaz de registrar. La consecución de los objetivos del Movimiento Semillero se encuentra inserta en una vorágine en la que junto al modelo agroindustrial imperante, los discursos ecologistas no siempre son de fiar. En el medio de todo esto, los productores deben optar día a día entre elementos de uno y otro modelo, movidos tanto por su experiencia y sus circunstancias como por influencias de distintos tipos: las del vecino, las de la familia, las de los compañeros de alguna organización, las de distintos técnicos o las del vendedor de alguna agropecuaria. El esfuerzo del Movimiento por revalorizar el intercambio de semillas locales me lleva a detectar que el lugar de la semilla entre los productores no siempre es el mismo. Para Kopytoff, la singularización de objetos llevada a cabo por grupos sociales plantea un problema especial ya que… “… debido a que es realizada colectivamente, ostenta el sello de la aprobación conjunta, canaliza la tendencia individual hacia la singularización y asume la responsabilidad del carácter sacro cultural” (1991: 109). Y es posible que aún para quienes no sientan la semilla como un valor en sí, se abra la posibilidad de reflexionar al respecto. Existe conciencia de los cambios que el modelo de monocultivo está provocando en los modelos de vida de pequeños productores e indígenas y muchos reconocen que ya no se guardan semillas como en otros tiempos. Aunque esta práctica ya no sea tan fuerte como lo fue quizá hace algunas décadas, cuando no era tan fácil aprovisionarse 91 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal de insumos en el mercado, el valor simbólico y económico que tiene para muchos productores es un respaldo para seguir adelante. Así mismo, muchos jóvenes rurales están tomando estos valores con la intención de reproducirlos, de modo que no se trata de una reliquia próxima a sepultarse. Muchos de ellos, ya sean parejas comenzando con su propia chacra o jóvenes que todavía trabajan en la de sus padres, buscan pistas para no tener que someterse a un modelo que no está pensado para posibilitar a los pequeños productores una buena calidad de vida sino para maximizar los rindes de los principales cultivos de renta. En este sentido, vuelvo a retomar a Escobar cuando reflexiona sobre la necesidad de asomarse en este tipo de problemáticas: “Quizá los diversos modelos locales que los investigadores y activistas han comenzado a describir en los últimos años puedan servir de base para otros regímenes de comprensión y de práctica.” (1998: 324) En la búsqueda de nuevas líneas de acción, conocer y revalorizar alternativas que todavía circulan en la población - mirar para adentro - puede ser un comienzo. Quisiera señalar que reconozco en el diseño que elegí para el presente trabajo, la inevitable interdependencia entre cultura y naturaleza: la interacción existente desde hace miles de años entre el hombre y su ambiente, modificándose ambos entre sí. 92 Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal Bibliografía Consultada: ABINZANO, Roberto., 1984, Procesos de integración en una sociedad multiétnica: la provincia argentina de Misiones, Tesis doctoral, Universidad de Sevilla. (Inédito). 1984 Amanecer agrario. El periódico del MAM. Año 33 Nº 2 Nueva Época. Abril del 2003. Editorial: Eugenio Kasalaba, secretario general ARCE, Hugo. Voces de la Tierra. Prácticas políticas y estrategias comunicativas de colectivos y agentes en lucha por la tierra en Misiones. Tesis de Licenciatura en Antropología Social, UNaM. 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Las ferias y sus feriantes Breve reseña sobre la colonización en Misiones Caracterización de colonos y/o pequeños productores misioneros Productores y organizaciones Un día de feria Percepciones y clasificaciones De guardar y conservar Buscando cosas nuevas Pensando el autoconsumo 1 2 4 7 8 10 12 20 26 29 35 37 Capítulo 2. Del “G7” al Movimiento por la Semilla Campesina Técnicos rurales y pequeños productores Los comienzos Vía Campesina y GRAIN Sobre cómo y por qué se mueve el Movimiento ¿Guardianes de la Biodiversidad? Pero, ¿Qué es un Movimiento? Objetivos y conceptos guías del Movimiento Semillero en Misiones 42 52 55 56 60 62 65 67 Capítulo 3. Buscando pasos para dar Formarse Venta colectiva de semillas Pensando el Patrimonio: Naturaleza y Cultura Saberes que van y vienen 70 71 72 73 79 Capítulo 4. Retroalimentándonos De redes y rizomas Naturaleza y política 85 86 88 A modo de cierre 91 Bibliografía Consultada 93 Índice 97 97