Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de

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Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Tesis de Licenciatura en Antropología social
Tesista: Violeta Vidal
Director: Mgter. Guillermo Luis Castiglioni
Departamento de Antropología Social
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Misiones
2010
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Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Agradecimientos
A Maco, por diseñar el dibujo que pensamos juntos y que recorre este trabajo;
A las tres mujeres de mi familia:
A mi mamá, que siempre estuvo y estará, por todo el cariño y el empeño que puso en
mi formación y por mostrarme tantos colores para pintar la vida;
A mi abuela, que la quiero mucho;
Y a mi prima con su bandoneón;
A mi director de tesis, Guillermo Castiglioni, por su ayuda invalorable, por su
acompañamiento y por la buena predisposición que puso en este viaje;
A Brígida Renoldi, que coordinó un taller de escritura para tesis que me fue muy
productivo;
A los profesores que colaboraron y colaboran en mi formación;
A Gabriela Schiavoni, Lucía Esther Schvorer y Víctor Rozenfeld por leer atentamente el
presente trabajo;
A todos los que me ayudaron en este camino de conocer al Movimiento: a Marcelo,
Gaby, Claudia, Gerardo, Bety, Mauricio, Ana, Isabel, Mónica, Heidi, Cristian, Airton,
Marta, Juan Manuel, Enrique, Silvia, Francisco, Carlos y a todos los productores y
productoras que entrevisté;
A Josefina y a Celestina por haberme abierto las puertas de su casa y de su chacra para
conversar;
A la gente de El hormiguero, un lugar que representa mucho para mí;
A mi Guille, por el amor y la paciencia;
A Mariel, Yamila, Mora y Carla, por su presencia en distintos momentos de mi vida;
A Aimará, Lara, Aimé, Horacio y María Sara, porque pasa el tiempo y siguen estando
con la misma presencia de siempre;
A todos los que están, por alegrarme, motivarme, despertarme, calmarme y
acompañarme en distintos tiempos y espacios;
Y a mi bici, por hacerme más liviano el camino.
1
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Introducción
La estructura productiva de la provincia de Misiones se caracteriza
principalmente por una gran concentración de tierras utilizadas para la forestación, y
pequeñas y medianas extensiones particulares que se dedican a la producción de yerba,
té y tabaco, además de la destinada al autoconsumo.
En el escenario socioeconómico propio de la década de los 90 –donde al
profundizarse las políticas neoliberales y desregulatorias aplicadas durante la última
dictadura militar, las economías regionales vinculadas a actividades agroindustriales
sufrieron un fuerte impacto negativo (Lapegna; 2005)- se comenzaron a implementar
programas orientados a crear alternativas económico-productivas que posibilitaran a los
pequeños productores enfrentar la caída de los precios de los principales productos de
renta (yerba mate, té, tabaco).
Fue así que distintas instituciones y programas estatales, como así también
organismos no gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil comenzaron a
viabilizar estos intentos por mejorar la situación del sector agrario.
El INTA agregó nuevos componentes a las actividades de extensión: los
Programas Minifundio, Cambio Rural, y Pro-Huerta. En estos Programas, los
extensionistas orientaron su tarea en el marco del desarrollo local, procurando mejorar
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Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
la producción de autoconsumo entre las familias, promoviendo la organización de los
productores y la articulación con otras instituciones de distintas regiones del país.
Por otro lado, en este contexto también confluirán… “… las acciones del
Programa Social Agropecuario (PSA) - programa de Estado destinado a paliar la
pobreza rural - y del Movimiento Agrario Misionero (MAM) - gremio de pequeños
productores agrícolas - en pos de generar alternativas de ingresos para el sector,
incentivando la producción de alimentos y el cuidado del medioambiente. Hacia 1994,
dichas entidades toman conocimiento de la modalidad de mercado denominada Ferias
Francas (FF)1, surgiendo las mismas como una propuesta que intentaría dar respuesta
a los problemas que enfrentaban los pequeños productores familiares misioneros.” 2
En 1997 -de la mano de estas mismas organizaciones junto con la Pastoral
Social, la RAOM, Interferias3 e INDES- se suman las denominadas Ferias de
Intercambio de Semillas, revalorizando la variedad de especies vegetales (agrobiodiversidad) que existen en las explotaciones agrícolas de los pequeños productores.
Los participantes de estas suelen ser vendedores en ferias francas o miembros de
organizaciones productivas. Existe actualmente una feria provincial bianual así como
distintas ferias regionales, zonales y locales. Respecto al alcance de ciertas instituciones
en relación con los pequeños productores, dado que el Movimiento está compuesto por
varias de las mismas que tienen llegada a productores y la que en un principio tuvo más
alcance fue el PSA (ahora secretaria de agricultura familiar) llegando a cinco o seis mil
familias, se puede hablar de un alcance del Movimiento de alrededor de cinco mil
familias. Es importante aclarar que los productores que asisten a una Feria de Semillas
generalmente
lo hacen en representación de sus familias o de grupos de trabajo
compuestos por familias de agricultores, la participación en estas ha llegado a ser de
hasta más de mil personas. De acuerdo con datos de la Subsecretaría de Agricultura
1
Dicha propuesta comienza a instalarse en la provincia a partir de experiencias y proyectos similares puestos en
práctica en algunas regiones y localidades del Brasil, de las cuales distintas organizaciones de la Provincia y
Programas Nacionales han tomado elementos para proyectar y promover iniciativas. Concretamente en este caso, el
PSA y el MAM tomaron como modelo y ejemplo una experiencia de FF desarrollada con éxito por pequeños
productores en Santa Rosa (sur de Brasil). (Schvorer; 2003).
2 Castiglioni, G. L., “Caracterización de los productores del área de influencia de la AER San Vicente”. Instituto de
Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar, INTA, 2008. Inédito.
3 También llamada Asociación de Ferias Francas de Misiones, se trata de una organización que nuclea las distintas
ferias francas de la provincia.
3
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Familiar, habría entre 45 a 50 mil pequeños productores familiares en la provincia de
Misiones, por lo que se trataría de cerca de 10.000 los que participan en dichas ferias.4
La propuesta de las Ferias de Semillas consiste en la conservación y el
intercambio de semillas entre pequeños productores, así como en la organización de
talleres en los que se posibilita la discusión de temáticas como ser: la tenencia de la
tierra,
el
patentamiento
de
los
recursos
genéticos
locales,
estrategias
de
comercialización de la producción, soberanía alimentaria, acceso y cuidado de las
fuentes de agua, etc.
La pérdida de la agro-biodiversidad y de su libre circulación en la/s
comunidad/es local/es que el actual sistema agrícola y de distribución de alimentos
determinan es una preocupación que traspasa lo regional. La necesidad de reflexionar
sobre tal eje temático y sobre ciertas alternativas propuestas por el Movimiento
Semillero, constituye el propósito del presente trabajo.
El Movimiento Semillero -conformado por técnicos y productores pertenecientes
a las instituciones y organizaciones que participan de la realización de las mencionadas
ferias de semillas- se inserta en un movimiento mundial que participa en la lucha por la
conservación de la biodiversidad y el fortalecimiento de la soberanía alimentaria. Es así
que, en este estado de la cuestión, se considerará este movimiento como el contexto
ineludible de la investigación, de un tema inserto en el campo de la antropología rural y
los movimientos sociales.
Cabe aclarar que no es mi intención presentar el caso de estudio como un
fenómeno idílico sino que pretendo describir algunas cuestiones en torno al Movimiento
Semillero y a las Ferias de Semillas, como ser intenciones y motivos para la
revalorización del intercambio de germoplasma5 local.
Organización del trabajo
El cuerpo de la presente monografía se divide en cuatro partes en las que se
intenta desarrollar el trabajo realizado, en pos de cumplir con los objetivos de un plan.
Los mismos son los siguientes:
4
http://www.minagri.gob.ar/
Utilizo el término germoplasma para no referirme solamente a semillas sino también a estacas (de mandioca),
tubérculos, bulbos, plantines, etc.
5
4
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Objetivo General:
 Conocer, describir y explicar, el fenómeno de las ferias de intercambio de
semillas en Misiones en base a las significaciones y prácticas que sus
participantes llevan adelante.
Objetivos Específicos:
 Describir y analizar las formas de administración de las semillas entre pequeños
productores familiares misioneros y de qué manera inciden en la producción y
en su alimentación;
 Registrar formas de clasificación de especies vegetales destinadas a la
alimentación, cómo se expresan y de qué manera inciden en la alimentación de
los pequeños productores familiares y en su oferta productiva;
 Analizar las diferentes prácticas y representaciones de miembros del movimiento
semillero en torno a las cuestiones de cuidado de la biodiversidad, de la
conservación y el intercambio de especies vegetales, diferentes tipos de semillas
(criollas, híbridas, transgénicas, guardadas, compradas), propiedad intelectual,
libre circulación de especies vegetales y producción alimenticia.
En el capítulo 1, presento a los colonos o pequeños productores como los
principales protagonistas de las Ferias de Semillas, describo aquello que se escucha
y que se ve en un día de feria y cierro con una breve reflexión sobre la producción
de autoconsumo.
En el capítulo 2, presento al Movimiento por la Semilla Campesina y a los
conceptos que guían su accionar. Tales como la biodiversidad y la soberanía
alimentaria.
En el capítulo 3, presento otras actividades que lleva a cabo el Movimiento
en pos de lograr sus objetivos. Esto lleva a abordar las cuestiones tanto de
patrimonio y naturaleza como de las formas en que pueden relacionarse los saberes
de técnicos y productores.
Finalmente, en el capítulo 4, presento a modo de epílogo una reflexión sobre
las redes como conducto de conocimientos e ideologías que inciden en las prácticas
cotidianas, conectando de esta manera naturaleza y política.
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Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Para la realización de este trabajo se llevaron a cabo entrevistas y
observaciones tanto en Ferias de Semillas (2005, 2008, 2009, 2010), como en
distintos talleres y encuentros del Movimiento Semillero. También se realizaron
visitas a chacras en las localidades de San Ignacio y Bernardo de Irigoyen, algunas
de las cuales pertenecen a productores que han participado en las Ferias de Semillas.
Cabe aclarar, las razones que he tenido para involucrarme en este se
encuentran marcadas fuertemente por repetidas visitas a lo largo de mi infancia y mi
adolescencia a la chacra de una familia suizo-argentina en Ruiz de Montoya en la
cual han vivido y transitado personas que adhieren a la agricultura biodinámica y a
la antroposofía. A su vez, mi acercamiento a distintos foros sociales (Misiones 2002,
Porto Alegre 2003) han hecho despertar mi interés por el rol de la agricultura
familiar en la soberanía de los pueblos. Así es como en mi búsqueda por
aproximarme al tema he llegado a realizar una excursión solitaria a San Pedro de
Colalao (Tucumán) para participar en las Primeras Jornadas de Antropología Rural
(2005) y luego me he acercado a grupos de trabajo relacionados con esta temática en
distintos congresos de Antropología, así como a otras actividades relacionadas a la
temática en la provincia (Foro de la tierra, voluntariados, charlas). A pesar de esto
he tratado de tomar la suficiente distancia para problematizar el tema de las Ferias
de Semillas y del Movimiento Semillero.
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Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Capítulo 1
Las ferias y sus feriantes
Tal vez una feria de semillas sea igual en Colombia, Paraguay, el País Vasco o
Brasil, en cuanto al esfuerzo por exponer la riqueza con la que convive la gente que
trabaja la tierra y por dar un espacio para intercambiar saberes y semillas cotidianas. Lo
interesante aquí es realizar un esfuerzo por describir de qué se tratan las ferias de
Misiones, así como la red en la que se encuentran insertas.
En el caso de la provincia argentina de Misiones6, el fenómeno de “las ferias”
comenzó hace ya más de 15 años. En 1995 se constituye la primera feria franca como
una opción de comercialización libre de impuestos y en 1997 se lleva a cabo la primera
feria de semillas. Ambas están dirigidas hacia los llamados colonos7 o pequeños
productores y se realizan con ánimo de mejorar su calidad de vida.
6
Misiones tiene una superficie de 30.000 km², está situada en la región subtropical del globo (25º y 28º latitud sur). A
lo largo del año predominan temperaturas de 20º a 30º C; las precipitaciones medias oscilan entre 1600 Mm y 2000
anuales. No hay estación seca; las mayores lluvias (más de 100 Mm por mes) tienen lugar durante la primavera y el
otoño (si bien esto está variando en relación a los cambios climáticos que se observan en el orden mundial).
Normalmente entre junio y agosto se registran heladas (10 a 12 días por año), aunque en el 2009 ha habido
excepciones que demuestran la impredecibilidad del clima. Las diferencias climáticas al interior del territorio
obedecen a variaciones de altitud (700m de diferencia entre el SO más bajo y el NE). En términos generales, la
provincia presenta importantes potencialidades agronómicas unidas a una gran fragilidad ecológica (suelos
degradables).
7 De acuerdo con Leopoldo J. Bartolomé (2007), el término colono es generalmente aplicado a agricultores
inmigrantes de origen, o que se instalaron en colonias agrícolas organizadas privadamente.
7
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Breve reseña sobre la colonización en Misiones
El término colono en la provincia hace referencia a los habitantes rurales e
incluso es un término utilizado por estos para referirse a sí mismos. El “colono”
misionero fue el principal protagonista del proceso de colonización agrícola.
La primera fase de la colonización en tierras públicas del territorio misionero se
llevó a cabo entre 1877 y 1914. La política de colonización ofrecía facilidades al
inmigrante extranjero y distribuía las tierras en propiedades de hasta un máximo de 100
Ha, a $2 c/ Ha (Ley Avellaneda). El hecho de que esta política haya tenido en cuenta el
tamaño del grupo familiar a la hora de otorgar las tierras, instaló en Misiones el
predominio de la explotación agrícola familiar8.
A partir de 1915 y durante la década de 1920 tuvo lugar una segunda etapa de la
colonización oficial. En este caso se emitieron normas para encuadrar la creación de
zonas ocupadas espontáneamente por colonos que, no teniendo otros recursos para
acceder a la tierra, abrieron “picadas”, “desmontaron” y se instalaron en tierras fiscales
(Abínzano, 1984; Schiavoni, 1988).
La colonización privada adquirió relevancia entre 1920 y 1930 y se desarrolló en
la zona norte y Alto Paraná a través del accionar de compañías privadas. Mientras la
colonización oficial se centró en las costas del Paraná, de Candelaria a Corpus, y en la
zona sur o de campo y desde allí se fue extendiendo hacia el centro y norte de la
provincia, la colonización privada surgió en el Alto Paraná y desde allí continuó
extendiéndose. (Abínzano, 1984).
Este proceso dió lugar a una composición multiétnica de la clase agraria, donde
poco lugar había para quienes ya habitaban el territorio. Y si bien el mismo fue
protagonizado por colonos de los más diversos orígenes (alemanes, polacos, ucranios,
rusos, eslavos, españoles, italianos, japoneses, criollos, etc.), en el imaginario local decir
colono suele aludir a productores agrarios de origen principalmente europeo. Quizá
porque estos últimos fueron beneficiarios de las campañas de colonización (caso de los
galitzianos de Apóstoles, San José, etc.), a diferencia de los criollos 9 y los grupos
8
En este tipo de explotación el trabajo agrícola requiere de toda la familia y el uso de mano de obra externa tiene sólo
lugar cuando la mano de obra familiar resulta insuficiente, o en períodos del ciclo productivo en que la mano de obra
familiar no alcanza para realizar todas las tareas, como por ejemplo en la cosecha (Palomares, 1975; Schiavoni,
1988).
9 Con criollos me refiero a la población local preexistente a las campañas de colonización que fomentaron la
inmigración europea entre 1880 y 1930 y que no fueron considerados a la hora de la distribución de tierras. Se suele
referir a la población criolla de esa época como mayoritariamente conformada por correntinos, paraguayos y
brasileros negando la existencia de población criolla propia del territorio misionero. Es importante señalar la
8
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
indígenas que habitaban previamente el territorio misionero, no considerados por el
estado nacional como sujetos de colonización (Abínzano, 1984; Castiglioni, 2003;
Bartolomé, 2007).
Hoy en día las explotaciones de pequeños agricultores familiares son llevadas
adelante tanto por descendientes de colonos inmigrantes, como de población criolla
preexistente en la región así como por familias en las que se combinan estas afluencias
étnicas10. No por eso, ciertos estigmas y divisiones han dejado de existir. Como relata
Lucía Schvorer (2003) en su trabajo sobre las ferias francas, al referirse al momento en
que la colonia de Eldorado estaba conformándose:
“El colono que desde los comienzos había contado con la colaboración de los
paraguayos para domesticar la naturaleza, conocía sus costumbres, a las que
atribuía rasgos tales como: “vivir al día, ausencia de previsión, ausencia de
fin a largo plazo, indiferencia a la noción de progreso, inestabilidad social...”.
Ya cerrada definitivamente la etapa en que colonos y paraguayos habían
combatido juntos la selva indómita, a fines de la década del cuarenta se inicia
un período de conflictos importantes entre “gringos” y “criollos”. Durante los
años del peronismo se ponen con mayor intensidad de manifiesto la conflictiva
relación patrón/peón, debido por un lado a la acumulación de los colonos y,
por otro, al sistema de previsión social implementado desde el Estado
(“Estatuto del Peón Rural”, leyes de seguridad social, el papel de los gremios,
etc.) que favoreció el reclamo por mejores condiciones de vida de los peones.”
(Schvorer, 2003: 70-72)11
A diferencia de la región pampeana, donde se dieron facilidades a los grandes
latifundistas, la promoción de las tierras del territorio misionero recientemente
federalizado (1881) estaba dirigida a familias que poblasen esta región. Esto se debió a
la preocupación del estado por construir y mantener una presencia nacional en un
territorio que se consideraba amenazado por Brasil y Paraguay (Bartolomé, 2007).
Al observar este proceso se logra apreciar la actual preponderancia de unidades
familiares en la estructura agraria de la provincia y la variedad de situaciones en las que
estas se encuentran.
constante alusión a las distintas culturas de trabajo de estos grupos: mientras se decía que los criollos eran vagos se
aplaudía el esfuerzo y la visión de futuro de los inmigrantes europeos. Como señala L. Bartolomé para el caso de
Apóstoles “en esa categoría están incluidos todos los asalariados de las chacras y los obreros no especializados de
la zona urbana” (2000; p. 72)
10 En los no poco frecuentes casos en que las parejas se conforman por una persona de tez clara y otra de tez oscura
suele decirse de manera simpática que son “arroz con feijão”, aludiendo a la comida tradicional brasilera hecha con
arroz blanco y poroto negro.
11 Etnografía de una feria franca. Tesis de Maestría.
9
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Caracterización de colonos y/o pequeños productores misioneros
El término colono misionero, como ya hemos mencionado, es utilizado
comúnmente para hacer referencia al habitante rural, sin embargo remite a un actor
complejo y heterogéneo. Desde la antropología se han realizado valiosos esfuerzos para
tipificarlo. En el caso de Bartolomé (1975, 1977, 2000) para quien el colono misionero
conforma un tipo social agrario específico distinto al campesino y al farmer, éste
comparte con los campesinos la utilización de trabajo familiar y su no inclusión entre
los gastos de producción. Pero a diferencia de estos, la economía colona posee el
potencial para generar excedentes que puedan ser reinvertidos con fines productivos, sin
que la explotación se oriente hacia la obtención de una tasa de ganancia por sobre el
excedente regular y la renta económica, ya que los criterios para evaluar el
funcionamiento de la explotación y su rentabilidad, y sus motivaciones en general, son
diferentes a los del empresario capitalista.
Bartolomé combina en su tipología tres criterios (fuente principal de mano de
obra, potencial de acumulación y ecotipo productivo) y define cuatro tipos: campesino,
colono I, colono II y empresario agrícola (Bartolomé, 1975, 1977, 2000; Schiavoni,
1998). Los campesinos utilizan exclusivamente fuerza de trabajo familiar, no acumulan
capital y trabajan con ecotipo paleotécnico (el resto lo hace con ecotipo neotécnico); los
colonos I utilizan casi exclusivamente mano de obra familiar y están en condiciones de
acumular cierto capital; el colono II emplea en forma combinada mano de obra familiar
y asalariada, con variada potencialidad de acumulación de capital; el empresario
agrícola utiliza mano de obra asalariada sin participar directamente en el proceso
productivo, acumulando capital a través de la maximización de la tasa de ganancia.
La diferencia en el potencial de acumulación entre colono I y colono II – tipos
donde caerían la mayoría de los productores que participan de las Ferias de Semillas - se
vincularía a que, en las explotaciones de estos últimos, la incidencia del trabajo
asalariado sería mayor, y a que los factores que regulan la acumulación en las
explotaciones agrícolas misioneras varían notablemente entre unas y otras. (Schiavoni,
1998; Bartolomé, 2000).
Al respecto, Baranger (citado por Schiavoni, 1998) sostiene que el tamaño de la
explotación, la calidad del suelo, la diversidad de cultivos, el grado de tecnificación, el
tamaño de la familia, etc., son aspectos que condicionan tal capacidad de acumulación:
10
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
las explotaciones operarían con la lógica del trabajo doméstico, registrando diferentes
niveles de capitalización que obedecerían a los mencionados factores, lo que a su vez
determinaría distintas posiciones en la estructura social del agro provincial.
Otro término muy usado en la provincia y que también alude a los colonos es el
de pequeño productor. El término de pequeño productor no es un término menos
discutido, ya sea por la antropología o la sociología rural, como en el campo del
desarrollo rural, tanto en sus orientaciones de investigación como de extensión.
Al analizar los procesos de diferenciación social internos a la categoría de
productor familiar, Schiavoni (1998) señala que la caracterización de los productores
familiares de Misiones en términos de “colonos” alude al carácter postcampesino de su
inserción en la economía provincial, que los coloca en una perspectiva de acumular
capital:
“En este sentido, la posición de “colono” está referida a la fase
ascendente de la trayectoria social de un pequeño agricultor. Sin embargo,
antes de volverse “colonos”, los productores familiares de Misiones se
reproducen en condiciones próximas al tipo campesino (reproducción
simple), y muchos de ellos permanecen en esta posición, sin posibilidades
de ascenso social.” (1998: 29)
Por otro lado, Marcio Gazolla busca diferenciar campesinos y pequeños
productores en relación a su lógica de reproducción y a la producción de autoconsumo,
para él no existe una mera agricultura de subsistencia ni un agricultor plenamente
mercantilizado.
De acuerdo a una caracterización de pequeños productores realizada en forma
conjunta en 2006 por el Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios
(PROINDER) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA),
en base a los datos del Censo Nacional Agropecuario 2002 (CNA 2002), las
explotaciones de pequeños productores serían aquellas en las que el productor trabaja
directamente en la misma y no emplea trabajadores no familiares remunerados
permanentes. Se definieron 11 regiones agro-ecológicas homogéneas para todo el país;
establecieron 3 tipos de pequeños productores en base a su nivel de capitalización
(tipo1: capitalizados; tipo 2: que viven de su explotación pero no pueden evolucionar;
tipo 3: que no pueden vivir exclusivamente de su explotación), señalando que hacia
11
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
2002 se registraban 218.868 pequeños productores en todo el país, cuyas explotaciones
cubrían 23,5 millones de Ha (el 13,5% del área total de explotaciones agropecuarias).
Según este trabajo, los pequeños productores son predominantes en el norte del
país y en la Mesopotamia, región a la que pertenece Misiones. Su presencia es notable
en cultivos de elevada importancia para la economía de la provincia: el tabaco, la yerba
mate y la caña de azúcar.
La situación de estos es muy variada, pueden ser productores propietarios de sus
tierras u ocupantes de tierras fiscales o privadas y muchos de ellos incluyen en sus
estrategias de vida la venta de su mano de obra de manera extrapredial. Como señala un
antiguo técnico del PSA:
“Hay diferentes criterios que se usan para decir si es pequeño o mediano y eso
varía en cada provincia. En la zona árida de Santiago del Estero un pequeño
productor tiene 200 ha y un pequeño productor aquí en Misiones con 200 ha no
es un pequeño productor. Se hace jugar superficie, se hace jugar si la familia
vive en la explotación o no, qué cantidad de animales menores (chancho oveja
cabra) y animales mayores (vaca), un productor que tenga más de 50 vacas ya
no es pequeño productor. Incluso aquí en Misiones que tenga más de 20 vacas ya
se arrima a ser un productor más capitalizado, es pequeño productor todavía
pero tenés que hacer jugar varias cosas porque si el tipo tiene 21 vacas y no
tiene más nada, tiene pasto y vaca, no es que saca tanto tampoco. (…) Un
productor más capitalizado puede contratar a alguien, o tener un peón más
permanente o una buena cantidad de meses al año, está más mecanizado. Tiene
su arado, tractor, rastra… son varias cosas que hay que mirar.”
En Misiones, el pequeño productor se encuentra estrechamente vinculado a las
explotaciones agropecuarias familiares. En base al siguiente cuadro podemos apreciar la
presencia de las pequeñas explotaciones agropecuarias en la provincia.
EAP’s
Superficie
Tamaño (ha)
Total
Media
Casos
%
Ha
%
Ha/EAP
Menos de 25
14.745
54,5
240.381
11,6
16,3
entre 25 y 50
7.115
26,3
262.438
12,8
37
entre 51 y 100
3.273
12,1
228.966
11,1
70
entre 101 y 500
1.629
6,0
312.784
15,1
192
entre 501 y 1000
149
0,6
106.309
5,1
713,5
Más de 1000
161
0,5
916.927
44,3
5.695
Total
27.072
100,0
2.067.805
100
Fuente: Cuadro elaborado por Gunther, Correa de Temchuk y Lysiak en base al CNA 2002
12
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
“De las EAP’s con limites definidos, el 92,8% corresponden a unidades de
hasta 100 ha distribuidas en el 35,4% de la superficie. Dentro de éstas, el
estrato más importante lo constituyen aquellas menores a 25ha las que
representan el 54,5% del total de EAP’s en la provincia. (…) El alto grado
de participación de EAP’s de pequeña escala se vincula con el predominio
(más del 86% de los casos) de unidades productivas en las que el trabajo
está basado fundamentalmente en el uso de mano de obra familiar.”
(Gunther, Correa de Temchuk, Lysiak; 2008; p. 21)12
Pero a la vez atendemos a la paradoja de que las explotaciones agropecuarias de
hasta 100 ha -representando el 92,8% de las explotaciones de la provincia- utilizan sólo
un 35,5% del territorio, mientras que las mayores de 1000 ha -siendo sólo un 0,5% del
total de explotaciones- utiliza el 44,3% de la superficie. La intención de presentar estos
números es ilustrar la situación de concentración de tierras por parte de importantes
latifundios y establecimientos reforestadores y agroindustriales, proceso que va de la
mano de la expulsión de pequeños productores a los cinturones urbanos de pobreza o
bien resulta en la partición de chacras13 y la ocupación de tierras privadas.14
Productores y organizaciones
La estructura agraria de la provincia de Misiones, caracterizada por la
convivencia de estas pequeñas y medianas explotaciones agrarias con modernas
agroindustrias, se ha organizado y sigue siendo organizada principalmente por la
producción de productos primarios como la yerba, té, y tabaco, además del rápido
avance de la industria forestal en las últimas dos décadas15. Pero la desaparición de los
mecanismos de regulación16 y la liberación de los mercados en los principales cultivos
han determinado una situación de deterioro por la excesiva baja de precios,
sobreproducción y concentración monopólica.
12
Zonas agroeconómicas homogéneas. Misiones. Estudios socioeconómicos de la sustentabilidad de los sistemas de
producción y recursos naturales. Nº 5. Ediciones INTA.
13 La partición de chacras hace referencia a la subdivisión de la parcela de los padres destinada a su ocupación por los
hijos. Este fenómeno precariza las condiciones de producción ya que cada vez es menor la cantidad de tierra que un
núcleo familiar dispone para desenvolverse.
14 De todos modos, la historia de la concentración de la tierra en Misiones tiene sus comienzos previos a la
federalización del territorio, cuando este pertenecía a la provincia de Corrientes. (Ver Abínzano, 1984; Schiavoni,
1988, Bartolomé, 2000; Castiglioni, 2003; Kostlin, 2005).
15 En cuanto a la producción de alimentos de los pequeños productores de la provincia (pese a la figura del Mercado
Central en Posadas, el cual mayoritariamente se provee de otras provincias), esta se distribuye principalmente en
mercados locales (almacenes y pequeños supermercados o venta ambulante) y, desde hace unos 15 años, en las Ferias
Francas.
16 Tal es el caso de la disolución de la CRYM (comisión reguladora de la yerba mate) en 1991.
13
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Esta situación generó la necesidad de buscar nuevas alternativas por parte de los
productores y las organizaciones rurales:
“Ante esta coyuntura el movimiento agrario fue reorganizándose lentamente
(…) una de las ideas motrices que marcaron un cambio de estrategias fue la
sostenibilidad o desarrollo sustentable. (…) El movimiento agrario de
Misiones se apropió de esta noción de desarrollo sostenible, destacando la
necesidad de realizar un uso sustentable del suelo y los recursos naturales
para detener el deterioro del medio ambiente, la exigencia de generar
alternativas al modelo de mercado y de desarrollo aprovechando las
potencialidades culturales locales.” (Schvorer ; 2003; 53)17
Una de las propuestas que surge a partir de estas es la de la comercialización por
medio de las ferias francas: ferias libres de impuestos con el objetivo de mejorar el nivel
de ingresos y calidad de vida de los pequeños productores familiares comercializando su
producción. La primera feria se inauguró en Oberá en 1995 y la experiencia fue
multiplicándose en distintos lugares de la provincia. Esto fue posible gracias al esfuerzo
conjunto del Movimiento Agrario Misionero (MAM) y del entonces Programa Social
Agropecuario (PSA18), sumado al apoyo de municipios y ONG’s (INDES, entre otras).
Vinculadas a esta experiencia comienzan a realizarse desde 1997, impulsadas
por las mismas instituciones que participaban de las Ferias Francas y otros actores
afines, ferias de intercambio de semillas en distintos lugares de la provincia con el
objetivo de revalorizar, rescatar y difundir toda una serie de prácticas que se han dado a
lo largo de generaciones entre familias y vecinos. La primera feria se realizó en San
Vicente y tuvo participantes de distintos puntos de la provincia así como también de las
provincias argentinas de Chaco, Formosa, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe.
Desde ese año hasta el 2003 se realizaron ferias de semillas provinciales cada
año, pero al siguiente surgieron las ferias locales y regionales, con el objeto de que
pudieran participar una mayor cantidad de agricultores y la actividad tuviera llegada a
todos los municipios de la provincia.
En 2004 se realizaron ferias de semillas en distintas localidades de la provincia
(Wanda, Montecarlo, El Alcázar, Bonpland, San Pedro y San Vicente), en las que
participaron más de 1200 personas; en el 2005 la feria provincial se realizó en San
17
Schvorer, Esther L.: Etnografía de una Feria Franca. Estudio de un proyecto de desarrollo rural con productores
familiares. Departamento Eldorado, Misiones, Argentina. Tesis de Maestría en Antropología Social, PPAS, FHyCS,
UNAM, 2003.
18 Implementado desde 1993 y ahora transformado en la Subsecretaria de Agricultura Familiar
14
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Vicente y también tuvieron lugar ferias locales y zonales en distintas localidades (Santa
Ana, Delicia, San Pedro, San Antonio, 2 de Mayo, Wanda, Tobuna, Pozo Azul, Paraíso,
Paraje Gentil, Mojón Grande, Taranco, San Juan de la Sierra); en 2006 también se
realizaron ferias locales y zonales (El Soberbio, Montecarlo, Taranco, Santa Ana, Pozo
Azul) y la feria provincial en Aristóbulo del Valle, donde también se realizó la feria
provincial del 2008; durante 2009 se realizaron ferias zonales en San Vicente, Iguazú y
Jardín América, como así también ferias locales en San Pedro y en dos comunidades
aborígenes sobre ruta 7 y ruta 12: Ysyry y Ka’a Kupe.19
En 2010, la Feria Provincial de Semillas se llevó a cabo en la localidad de
Wanda los días 20 y 21 de Julio. Acudieron a esta participantes de distintos puntos de la
provincia (Iguazú, Wanda, Andresito, San Antonio, San Pedro, Bernardo de Irigoyen,
Puerto Esperanza, Colonia Delicia, Eldorado, Puerto Mado, Piray, Montecarlo,
Garuhape, Puerto Rico, Ruiz de Montoya, Puerto Leoni, Jardín América, Candelaria,
Posadas, Pozo azul, Ka’a yarí, Alem, Campo Viera, San Vicente, Aristóbulo del Valle,
Cerro Azul, Paraje Lucero, J.J. Lanusse, Fracrán, etc. ), así como de otras provincias
del país (Santa Fé, Corrientes, Chaco, Buenos Aires, Tucumán) y de países limítrofes:
Brasil (Santa Catarina) y Paraguay (Presidente Franco y Ciudad del Este).
19
Si bien a todas las ferias pueden acercarse miembros de alguna comunidad aborigen, esto no es lo más frecuente.
Las ferias de semillas realizadas en las dos comunidades guaraníes sobre la Ruta 12 y 7 fueron apoyadas por el
movimiento, pero eran cerradas a participantes externos.
15
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Figura 2. Los lugares señalados con pequeños círculos en blanco, hacen referencia a las
localidades en las cuales se han llevado a cabo Ferias de Semillas
16
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Muchos de los participantes de las ferias de semillas suelen ser precisamente
pequeños productores, vendedores de las ferias francas o miembros de organizaciones
productivas, o bien, se trata de productores que se han acercado porque técnicos del
PSA, del INTA o de alguna ONG que trabaja en el ámbito rural, los ha invitado. De
modo que en las ferias de semillas se pueden ver hombres y mujeres de distintas edades
así como de distintas colonias y parajes exponiendo en sus mesas lo que trajeron
(semillas, frutos, plantines, huevos, etc.), mientras toman un mate o charlan con el
vecino de la otra mesa. Cabe aquí mencionar que así como el equipo técnico que
participa en las ferias de semillas tiene algunas características que los engloban y otras
que los diferencian (formaciones, trayectorias, pertenencias institucionales), los
productores también son parte de una realidad heterogénea si tenemos en cuenta
factores como: el tipo y la variedad de su producción, el tamaño de su explotación, su
pertenencia o no a organizaciones políticas o productivas, el lugar de donde provienen y
su adscripción étnica o religiosa.
Como se mencionó arriba, hay distintos tipos de ferias de semillas: provinciales,
zonales y locales. Las ferias locales se organizan para recibir participantes de la
localidad donde se realizan pero esto no excluye las posibles visitas de otras
localidades; las zonales convocan a participantes de varias localidades adyacentes y la
provincial ha llegado a movilizar a más de mil productores y observadores de toda la
provincia e inclusive de otras provincia y países (Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Salta,
Paraguay, Brasil, etc.). Si bien se han llegado a realizar en el transcurso del mismo año
una feria provincial y ferias locales y zonales, desde el 2007 el núcleo organizativo del
Movimiento Semillero decidió que la feria provincial se lleve a cabo año de por medio,
de modo de poder intercalar ferias zonales y locales en un año y al siguiente año
organizar exclusivamente una feria provincial. Esto se decidió así debido al esfuerzo
organizativo que implica cada una de ellas (traslados, comida, logística, etc.),
principalmente la provincial, a la que acuden productores de distintas zonas de la
provincia. Para algunos técnicos y productores, las ferias zonales no dan resultado ya
que los productores de una misma zona suelen tener las mismas variedades de semillas,
pero hay técnicos que sostienen que los productores tienen más posibilidades de asistir
a las ferias locales por la accesibilidad geográfica. Entra aquí en juego también la
cuestión de los fondos presupuestarios, que para cada feria se constituyen de manera
17
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
diferente de acuerdo a la gestión de los organizadores: la gestión de fondos es una
actividad que implica tiempo y trabajo; además, no son siempre las mismas
instituciones las que pueden o se encuentran dispuestas a colaborar.
Las ferias provinciales suelen durar dos días, con todo lo que esto implica para
los técnicos y, sobre todo, para los productores: comer y dormir fuera del hogar y la
chacra, compartiendo el tiempo con personas que están viviendo la misma experiencia.
Las ferias de menor escala (locales, zonales) citan a los participantes a las 8 a.m. y
terminan después de compartir un almuerzo, aunque algunas actividades (por ejemplo,
charlas sobre temáticas ambientales) se pueden extender hasta alrededor de las cuatro
de la tarde. Lo más común es que se lleven a cabo en un polideportivo o en el tinglado
de alguna escuela agrícola, pero también se realizan en algunos de los tantos Centros
Integradores Comunitarios con los que cuentan un buen número de municipios.
Mientras que en las ferias más pequeñas pueden encontrarse hasta un poco más de
cuarenta participantes, en las ferias provinciales pueden llegar a ser más de mil.
La propuesta de las ferias de semillas consiste en la conservación e intercambio
de semillas entre pequeños productores, así como en la organización de talleres en los
que se posibilita la discusión de diferentes temáticas, como ser: la tenencia de la tierra,
el
patentamiento
de
los
recursos
genéticos
locales,
soberanía
alimentaria,
comercialización, la escasez o disponibilidad de agua en las chacras (manejo de
vertientes), etc. Después de más de diez años de ser llevadas a cabo son cada vez más
las entidades participantes (municipios, escuelas agrícolas, organizaciones) así como los
pequeños productores que se suman al “Movimiento Semillero”, encargado de dar vida
a las ferias.
Los equipos encargados de la organización varían de feria en feria. Si bien
también participan productores, en estos equipos hay preponderancia de técnicos ya que
los mismos cuentan con la posibilidad de incluir esta tarea dentro de la agenda de
trabajo de la institución de la cuál forman parte. Para los productores es más difícil
participar en actividades que requieran invertir mucho tiempo fuera de su chacra ya que
pierden un día de trabajo.
Se han realizado ferias en distintos puntos de la provincia, pero la característica
más común a la hora de elegir la localidad es la de contar con un técnico en la zona que
pertenezca al Movimiento Semillero. Las fechas elegidas para realizar las ferias suelen
18
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
ser la segunda quincena de julio o primera quincena de agosto, para que se pueda
maximizar el uso de las semillas que se recogieron en el encuentro después de
terminadas las heladas y antes de que el sol comience a calentar demasiado la tierra a
partir de septiembre.
La realización de estas actividades año a año ha puesto sobre el tapete diversas
opiniones sobre la conservación, rescate y puesta en valor de las distintas variedades de
especies vegetales existentes en la región.
Si bien tanto las Ferias Francas como las Ferias de Semillas levantan la bandera
en pro de la soberanía alimentaria, esto es una prioridad para las Ferias de Semillas. En
el caso de las Ferias Francas estas se orientan a la integración de la agricultura familiar
en el mercado mediante patrones alternativos -sin intermediarios entre productor y
consumidor- con el objetivo de asegurar cierto nivel de autonomía y de brindar un
ingreso a los pequeños productores ante la crisis de precios de los principales cultivos
de renta. Las Ferias de Semillas se enfocan en ciertos valores no económicos: buscan
rescatar tanto el valor de lo propio y de la diversidad como de los vínculos sociales que
se generan con la circulación de las semillas, así como fomentar una alimentación más
variada y saludable. La modalidad de las Ferias de Semillas es la del libre intercambio
con el objetivo de rescatar una práctica que se ha ido perdiendo por la presencia de
numerosas agropecuarias en las que proveerse de semillas (en su mayoría híbridas). En
las Ferias de Semillas estas se presentan como un bien y un valor en sí mismas, no sólo
como un insumo para la producción20.
Al reflexionar sobre los comienzos de esta experiencia algunos técnicos
comentan:
(…) no había mucha conciencia de la cantidad, variedad, el significado, lo
simbólico que para el pequeño productor significaba la semilla”. (Técnico
PSA)
“Ellos llevan y valoran [sus semillas] y [la] tienen como un símbolo, como
un signo.” (Técnica INTA)
Dada la apertura a este espacio donde el que participa no solo recibe una
alternativa más -que consiste en el acceso a la variedad semillas y por ende de
20
Sin embargo, como veremos más adelante, no todo es como se desearía desde la organización del Movimiento,
ya que en las ferias de semillas también se dan algunos casos de compra y venta de semillas entre productores.
19
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
alimentación, de producción, de consumo y/o de venta- sino que también posibilita
desnaturalizar las prácticas de conservación y selección de semillas, se abre un abanico
de intercambios de todo tipo donde el diálogo juega un papel importante ya que estos
también revalorizan los conocimientos y valores ligados a aquello que se intercambia.
Como señala Gazolla21:
“En muchos casos es a través de una de estas formas de sociabilidad y de
conversaciones que surge información sobre cómo plantar determinada
especie, cuál es el mejor tipo de cultivo, o qué rinde más, o también cuáles
son las técnicas de manejo más adecuadas. De este modo, si por un lado la
producción para autoconsumo engendra sociabilidad, por otro, las formas
de sociabilidad también hacen surgir nuevos conocimientos relacionados a
la producción para autoconsumo.” (2004:81, Traducción propia)
Un día de feria
Las ferias son encuentros para distenderse y compartir. En las ferias
provinciales, el primer día se destina a exhibir las semillas y a la realización de talleres
de diferentes temáticas a cargo de técnicos y productores. Ya de noche, una vez que
estos concluyen, nunca falta algún animador que saque a varios de su timidez y logre
que se arme el baile. De hecho, en algunas ferias el micrófono es usado en varias
ocasiones para compartir opiniones y expresiones artísticas (guitarreadas, poesías,
representaciones teatrales), mientras los productores continúan en sus distintas
ubicaciones mostrando sus semillas. Al siguiente día se realizan los intercambios y se
cierra la jornada con un almuerzo, a modo de despedida. En el caso de las ferias locales
y zonales, estas se desarrollan durante un solo día: la mañana se destina a exhibir
semillas y a la realización de talleres; y antes o después del almuerzo se intercambian
las semillas.
A pesar de estas diferencias, un día tipo en la feria se desarrolla
aproximadamente como sigue:
Cuando es todavía temprano y todo está recién comenzando algunos se anotan en la lista
de participantes mientras otros van acomodando frascos y bolsitas o anotando en
papelitos el nombre con el que conocen las semillas que trajeron y del lugar de donde
21
Agricultura familiar, segurança alimentar e polçiticas públicas uma analise a partir da produçao para autoconsumo
no territorio do Alto Uruguay / RS. Universidade Federal de Ciencias Economicas. Programa de Posgraduaçao en
desenvolvimiento Rural.
20
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
las trajeron. También hay lugar para ramas22 de distintas variedades de mandioca o de
uva, plantines, zapallos, huevos, frutas… y también algún pickle, algún dulce o algún
panificado.
Desde la organización se prevén distintos momentos entre los que transcurre la
acción de la jornada. La feria comienza a cobrar vida con los productores llegando y
colocando sus productos en las mesas. Las semillas, frutas, plantas y demás estarán
expuestas para quien las quiera ver hasta que llegue el momento en que se ha indicado
que comience el intercambio. En ese momento, los que no se apuraron a intercambiar
comienzan a hacerlo, pero sin antes haber realizado un paseo mesa por mesa
negociando qué se puede dar a cambio al poseedor de algún material de interés. La
gente suele ir con algún vecino o familiar de modo de turnarse a cuidar la mesa para
conversar con quien se acerque y salir a recorrer las otras mesas.
Si bien a la feria se llevan semillas para intercambiar, también hay quien elige
vender o regalar. Cabe aclarar que la propuesta de la feria intenta potenciar el
intercambio y no incluir las ventas en el circuito, pero a pesar de esto las ventas se
realizan.23
Si las ferias francas proponen una noción alternativa a la figura de mercado, las
ferias de semillas proponen la revaloración de los intersticios del mercado: la
posibilidad de abastecerse por fuera de éste, conformando redes y organizaciones por
medio de las cuales circulen semillas y saberes. No en vano dijo una productora de San
Pedro (NE de Misiones) que “a la feria se viene a intercambiar ideas”.
Pero si bien no se trata de un intercambio económico, existen distintas
expectativas entre los productores:
 dar una semilla y ser correspondido con una semilla que uno no posee;

esperar que aquel a quien se entregó la semilla haga un buen uso de la misma,
(que no se la lleve para dejarla guardada u olvidada, sino para multiplicarla).
22
Que es la forma en que se planta la mandioca, un alimento preponderante en la zona.
Esto se da sobre todo en casos como el siguiente: Juan no posee semillas que interesen a Pedro, entonces Pedro le
vende un puñado de semillas por unos pesos. Carlos, un técnico que participa en la organización de la feria, se entera
pero no dice nada aunque hubiera preferido que se realice un intercambio de semillas por semillas.
23
21
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
En ambos casos, se apunta a que la semilla dé fruto y su alimento beneficie a alguna de
las partes o a ambas, para que la semilla cierre el círculo o, como dice una productora
de Puerto Piray, “para llevar y seguir plantando, para que no termine esa cadena”. De
esta manera la biografía de la semilla no se limitaría simplemente a la venta, la compra
y el usufructo como una mera mercancía o insumo, sino que haría alusión a la
diversidad y a los ciclos de la vida. Como señala Kopytoff (1991) al indagar sobre la
biografía social de las cosas:
“La misma cosa puede concebirse como mercancía en cierto momento,
pero no en otro. (…) la misma cosa puede ser vista simultáneamente como
una mercancía por una persona y como algo distinto por otra”. (1991:
89)24
Cuando un productor da o recibe una semilla puede intercambiar saberes y
anécdotas acerca de esa semilla. Se comparte con el otro el conocimiento de cuándo
plantarla, cómo plantarla, cómo cosechar la semilla y sus frutos, cómo cocinarlos25,
cómo guardar la semilla, desde cuándo la tiene en la familia, o cómo la perdió, si es que
en ese momento la está recuperando.
A medida que va avanzando la mañana, cuando las mesas están casi todas llenas
de bolsitas y frascos con semillas, de frutas y verduras, de huevos y plantas; ya se
empieza a notar cierto movimiento, se empieza a percibir un cierto zumbido… como de
abejas trabajando en un panal. Un ir y venir de personas curioseando el resto de las
mesas, viendo las semillas de los otros y comentando lo que trajeron, sondeando un
posible canje en el cual los principios de intercambio no serán siempre los de
rentabilidad26. Hay veces que la curiosidad lleva a una persona a probar cierta semilla o
a acercarse a una mesa para conversar y conocer mejor esta semilla. En relación con las
expectativas, es importante recalcar que si bien el productor está en búsqueda de una
semilla que no tiene, no siempre espera obtener otra semilla a cambio, sino que en
ocasiones también está en búsqueda o a la espera de alguien a quien darle sus semillas.
24
Kopytoff analiza dos procesos por los que la vida social de las cosas se vería atravesada: mercantilización y
singularización. En el caso de este último, el autor plantea que la cultura asegura que algunas cosas permanezcan
inequívocamente singulares, mientras que evita la mercantilización de otras o resingulariza lo que ha sido
mercantilizado extrayéndolo de la esfera mercantil usual. Al referirse a las sociedades complejas, Kopytoff señala que
“En el mundo homogeneizado de las mercancías, la biografía memorable de una cosa se convierte en la historia de las
diversas singularizaciones experimentadas por ella, de las clasificaciones y reclasificaciones a las cuales ha estado
sujeta en el mundo incierto de categorías cuya importancia varía con cada modificación menor del contexto. Al igual
que en el caso de las personas, el drama reside aquí en la incertidumbre tanto de la valoración como de la identidad.”
(1991: 120) Considero que el caso de las semillas se encuentra en un punto intermedio entre la mercancía y el objeto
sacralizado, debido justamente a que las semillas han sufrido cambios a través de la historia que las han dotado de un
carácter polisémico.
25 También se intercambian recetas de comidas en la feria de semillas
26 Me refiero al rendimiento de la semilla, “el rinde”, como lo llaman los productores.
22
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Fotografía de Claudia Noceda
Es interesante comentar aquí el caso de cierta mujer que conocí en una feria y
que ya no vivía en su chacra, la cual me contó cómo a pesar de no poder seguir
plantando guarda las semillas de lo que consume para los “chacreros”27, que a veces no
tienen. Esta mujer canalizaba su frustración de no poder tener una producción propia,
compartiendo sus semillas a cambio quizás de una fruta de la semilla de mamón que ella
regaló. Quizás esto también tenga que ver con lo que me hizo notar otra productora
quien dio suma importancia al hecho de “tener para dar”, pero al preguntarle sobre esto
me aclaró:
“Sí, sí. Eso a mi me gusta… pero ahí yo tengo que ver, porque si yo voy a dar
para que lleve a dejar secar no doy… ahora, si yo veo que es una persona
interesada, que se interesa en tener, en plantar, en criar, yo no le vendo, yo le
doy nomás”.
27
El chacrero es una persona que, junto a su familia, cuida un lote perteneciente a otro productor, a cambio de lo cual
tiene derecho a vivir y cultivar en él. El arreglo con el propietario puede incluir la asociación con éste para producir
algún cultivo de renta (por ej., tabaco). Podría considerarse al chacrero como un trabajador subremunerado que no
goza de los beneficios asociados al empleo formal.
23
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Vemos aquí la importancia que se otorga a que se cierre el círculo, de
asegurarse que la semilla sea aprovechada. Como remarcaban dos productores, uno
de Colonia Yabebirí y el otro de San Pedro:
“…Porque también hay que saber a quién dar… porque si le vas a dar a
alguien que no va a cuidar…”
“Hay algunos que llevan y tiran todo de vuelta... hay de todo en la viña del
Señor…”
De una bolsita de semillas de zapallo Andaí28, algunas pueden darse a cambio de
una ramita de uva que la señora de otra mesa injertó, mostrando paso a paso cómo es el
procedimiento y sin escatimar los consejos. Una bolsita de tierra para cataplasma puede
ser retribuida con un puñadito de semillas de esponja o simplemente regalarse.
Recorriendo el local donde se desarrolla una feria de semillas en Misiones, se puede
conocer un fruto de Curuguá o ver semillas que casi no se ven o nunca se han visto. No
falta tampoco el visitante que trajo alguna semilla de otros pagos, un maíz salteño o
unas semillas de cayote desde Tucumán.
A la feria se va tanto a buscar una semilla en particular como a sorprenderse
viendo qué se puede llevar de “nuevo”. Incluso se dan los casos en que alguien divisa
en el montón una semilla que conoce pero que hace tiempo no veía, produciéndose así
un emotivo reencuentro… pero también se va con la intención de disfrutar del
encuentro, conocer personas con las cuales compartir experiencias y aprender cosas
nuevas que podrían ser aplicadas en el hogar y la chacra.
Habrá distintos momentos para conocerse entre sí; charlando con el vecino de
mesa, haciendo fila para almorzar, en los talleres dictados por técnicos y productores
sobre distintas temáticas (conservación del maíz, la tenencia de la tierra, las leyes sobre
semillas, el cuidado del las fuentes de agua y su relación con el monte, plantas
medicinales, la elaboración de algún tipo de producto), o compartiendo alguna
experiencia (ej., la producción de maíz local para comercialización). Esta instancia
posibilita un espacio de socialización tanto hacia dentro de la feria, como hacia fuera,
con los vecinos a los que cada participante de la feria pueda llegar. Como señala una
productora “Uno trabaja en grupo en los talleres y aprende cosas para transmitir a los
vecinos”.
Calabaza usualmente usada para hacer “dulce” o preparar ensaladas a pesar de que es muy agradable para todo tipo
de comidas. Para comidas calientes se suele usar el zapallo cascara de hierro u otras variedades.
28
24
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Fotografía de Silvia Goya
Quienes participan están a la expectativa de mostrar y de ver, y de llevarse algo
a cambio. Ya se trate de una feria provincial, zonal o local, se podrá ver una amplia
gama de semillas de muchos colores –amarillos, marrones, naranjas, rojos, negro,
bordo, gris, blanco- y variadas formas –pequeñas, medianas, redondas, alargadas,
planas, arrugadas, lisas, en forma de lagrima, estrelladas-, así como oír voces que
caminan de mesa a mesa dando consejos, contando historias, haciendo preguntas y
compartiendo opiniones.
Consejos, recetas y reflexiones se escuchan por doquier. Mientras que en una
mesa una productora enseña a otra a injertar dos clases de uva y le explica que “hay que
sacar los brotes del pie porque tienden a abortar la uva injertada”, a unos metros en un
grupo de mujeres una explica que “si no se hace abono orgánico las huertas van
decayendo”, y otra comenta: “no hay más árboles nativos frutales, los chicos no
conocen…”. Es que en la feria hay muchísimos disparadores para comenzar a hablar de
distintos temas; habitualmente se designa un momento del día para charlar sobre algún
tema en especial y ese tema sigue rondando las conversaciones, pero en general los
tiempos están abiertos para el libre intercambio de pareceres.
25
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Fotografía de Silvia Goya
En algunas ocasiones el ambiente de las ferias se inunda de un aire más
politizado, en el sentido de hacer visible el valor de las semillas que se producen en la
chacra en contraposición a las que venden las trasnacionales acompañadas de su paquete
tecnológico que las hará “infalibles” –como dicen irónicamente algunos miembros del
Movimiento Semillero. En otros encuentros simplemente se alude al temor de que “el
día de mañana” el productor… “… se vuelva cada vez más dependiente de las semillas
que circulan en el mercado o que el Pro-huerta trae desde San Juan”29.
Percepciones y clasificaciones
Para algunos técnicos la distribución gratuita de semillas crea una mala
costumbre entre los productores, “la gente agarra la cómoda” dicen algunos, aludiendo a
la elección de la vía identificada como menos dificultosa. Lo cierto es que no todos los
productores que van a la feria perciben las cosas de la misma manera. La percepción
que se tiene sobre los distintos tipos de semillas, y en cómo estas diferencias inciden en
sus prácticas alimentarias y de cultivo, es muy variada.
29
Las semillas que entrega el INTA a los productores vienen desde San Juan y por ende están adaptadas
principalmente al clima y a los ritmos de cultivo y cosecha cuyanos.
26
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Las clasificaciones que ponen en juego los productores no siempre tienen las
fronteras muy claras, o bien estas se solapan entre sí. Se puede escuchar hablar de
semillas híbridas, tradicionales, transgénicas, criollas, de la semillas propia, de la
comprada, de la que entrega el INTA (o el Ministerio de Agricultura), de la originaria,
de la común, de la de nuestros antepasados, etc.
Mientras que algunos prefieren, por ejemplo, la híbrida porque “da pronto” y
argumentan que la tradicional necesita “demasiados cuidados”, otros plantean que sólo
produciendo “lo propio” se tiene certeza de lo que se consume. En el caso de las
semillas que se compran en una agropecuaria, no se sabe qué tipo de semillas son, es
decir, no se conocen ni la forma ni los criterios con que fueron seleccionadas y qué
características se conservarán más allá de la primera cosecha30. Quizás el productor
desconozca el origen que tienen las semillas que guarda desde hace varias cosechas,
pero de acuerdo con el criterio de algunos técnicos, una semilla que se utiliza
repetidamente año a año31 se adapta al clima y a la tierra de la zona. El problema es que
no siempre se pueden guardar las semillas, algunas de las que se compran pierden el
vigor genético a la segunda o tercera cosecha. Si bien no es lo más común encontrar
semillas transgénicas en la Provincia32, esto sí sucede con las híbridas.
Para Lorena, productora de Mado, la semilla natural es la que no es científica y
los transgénicos no sirven “porque son semillas que no se pueden guardar porque se
llena de bicho o no nace”. Mientras que la híbrida es “rápida” pero no permite guardar
la semilla porque salen “pocas” de las que se plantan. Lo mismo sostiene Héctor, de San
Pedro, para quien las semillas transgénicas no se pueden guardar y las híbridas no
llegan a dar siquiera el 50% de lo que rinden las tradicionales.
Javier, productor de San Pedro, sostiene que la semilla tradicional se denomina
así porque se vincula con lo que él y otros identifican como la “tradición”, “viene de los
abuelos, viene de la generación de antes, por eso se dice semilla tradicional”. Mientras
que para Myriam, también de San Pedro, la semilla tradicional es aquella hecha por el
productor y agrega: “nosotros con transgénicos no queremos saber nada. La
transgénica es soja con químicos, si no ponés “Round-up” no reproduce, y el híbrido es
30
Algunos productores tampoco tienen certeza de que tipo de semilla reparten el INTA o el Ministerio de agricultura,
de si son híbridas o no.
31 Esto se logra guardando parte de las semillas para utilizar como semillas –es decir, como material de reproducción, el resto se utilizará para los cultivos destinados al autoconsumo (humano o animal) o para la venta.
32 Con excepción de gran parte de la soja cultivada en la provincia, y en los últimos tiempos con parte del maíz.
27
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
una cosa que no da, se debilita. Cada año tenés que ir cambiando, no es una semilla
buena… La soja que tenemos (es) común, vos plantas de un año al otro año y te sigue
dando lo mismo”.
Para Tomasa, de El Soberbio, la semilla originaria o común da más “fácil” y no
necesita abono. Dice que hay gente que prefiere la híbrida porque “no tienen bichitos y
viene más rápido”. Esto es porque este tipo de semillas “vienen curadas”, es decir,
pintadas con una sustancia química. Tal es el caso de las semillas violetas de zapallo,
color del plaguicida con el que se las presenta.33
Al respecto, Rina y Luz, de Campo Grande, sostienen que las semillas
transgénicas no son buenas porque no son naturales: “los científicos le preparan con
veneno para que no entre el caruncho34, ya desde la semilla no es sano”, y se preguntan
“¿Cómo va a salir un maíz sano si tiene ya ese veneno tan fuerte que hasta que crezca
la planta y nazca el choclo está manteniendo ese veneno?”.
Por su parte, Diana, de Mado, plantea que trata de “no utilizar la híbrida porque
es una semilla que necesita otro tratamiento, necesita por ahí un abono químico,
necesita otro tipo de labor cultural y como nosotros estamos acostumbrados a trabajar
la tierra entonces descartamos todo lo que sea químico. Por eso preferimos las semillas
nativas de la zona, inclusive hemos recuperado por los aborígenes semillas muy
interesantes que dan muy buen resultado”.
Fabián, de Colonia Yabebirí35, brinda mucha importancia a la semilla autóctona
y valora la independencia que resulta de no tener que comprar la semilla. Para Ernesto,
de las Breñas (Chaco), la híbrida “da” más que la común pero no se puede guardar. Por
otro lado, también plantea que la híbrida es “cara” y que por eso usan la “común”.
De acuerdo a lo observado en campo, hay algunos productores que prefieren
comprar la semilla porque les ahorra el trabajo de seleccionar, como señaló Natalia,
productora de Colonia Alegría36: “es de buena calidad y da mejor, ya se dan [la
33
En algunas ferias se ven semillas que son evidentemente compradas en agropecuaria. Como lo que se promueve
desde el Movimiento es que las semillas no sean de agropecuaria sino de las que el productor guarda año a año en su
chacra, algunos productores que no tienen semillas propias lavan las semillas para quitarles el color del producto
químico. Esto deja ver la pérdida de variedades locales cada vez más profunda.
34 Forma en que se llama a cierta plaga, “puede ser gusano o bichito”. De ahí que algunos llaman al veneno
“carunchol”.
35 Próxima a Oberá.
36 Próxima a San Pedro.
28
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
industria] el trabajo de seleccionar la semilla que no va a fallar”37. Y por otro lado, hay
quienes perciben que el modelo agroindustrial puede ser más efectivo en algunos casos
pero no siempre es más conveniente. De esta manera lo plantea Bruno, de San Vicente:
“hay nueva tecnología pero va todo con química, con transgénico que no es tan bueno,
que te rinde pero no es tan bueno para el cuerpo [la salud]… entonces es
importantísimo mantener la tradición de la familia. Quizás la hibrida le rinda más kilos
más volumen pero en el fondo los nutrientes quizás sean mucho menos de lo que es una
original”.
En concordancia con esto, Analía, de Paraje Campinhas38, recuerda: “Siempre
decía mi papá: conservá la semilla, m´hija, porque es muy sano lo que vos producís…y
no lo que vos compras de afuera… porque de afuera vos compras y tenés muchas
mezclas con veneno…al tiempo te enfermás. Y si vos producís vos sabés qué alimento
vos estás consumiendo. Entonces sigo eso.”
Vemos aquí cómo cobra importancia la cuestión de los saberes y prácticas
locales, como señala Paula, productora de Colonia San Jorge39: “Yo tengo entendido
que las transgénicas dan más rápido, pero allá en la colonia normalmente se siembran
las semillas caseras nomás, porque no tenés que gastar en comprar ni nada. No sé si
será mejor o qué pero ya la gente se acostumbró ya, creo que en las colonias todo el
mundo tiene esa costumbre”.
De guardar y conservar
Conversando con los feriantes se alcanza a conocer un poco de la
heterogeneidad de costumbres que circulan en torno a la conservación y el cuidado de
las semillas, y sobre lo que esta práctica significa en la vida de los productores.
Javier, de San Pedro, delegado de una organización de pequeños productores,
reconoce que su forma de guardar las semillas atiende a un modelo que la familia viene
sujetando y continuando a lo largo de las generaciones: “yo vengo de generación de los
37
Se trata de una selección genética que en el caso de los híbridos se hace en campo, manipulando la polinización
para conseguir determinado rendimiento (tamaño, ciclos de crecimiento, consistencia del grano, etc.), y en el caso de
los transgénicos en laboratorio, inyectando un gen vegetal o animal con determinadas características (como es el caso
de determinada bacteria resistente al Round Up).
38 Próximo a Bernardo de Irigoyen
39 11 km de San Pedro.
29
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
indios, mis abuelos mis abuelas … , y nosotros teníamos un modelo de canasto
grandote que hacíamos de tacuara, forrábamos todo por adentro con hojas de tacuara
y ahí poníamos 8-10 bolsas de porotos y tenías para 2-3 años, entonces ese era un
modelo que nosotros usábamos que la semilla no se arruina, no se caruncha. Y el arroz
la misma cosa, se hacía una caja grande de madera bien cerrada y ahí se guardaba el
arroz, teníamos para 4-5 años. La pipoca se puede guardar en botellas o sifones, de ahí
van 12 meses para el consumo de la casa”. Para él, no sirve guardar las semillas en
bolsas de plástico ya que se caruncha muy pronto, “hace un gusanito que perfora la
semilla y no sirve más”.
Al preguntar a Andrea, productora de Colonia Esmeralda sobre la importancia
de tener semillas propias sostuvo que “significa mucho porque si vos no tenés, tenés
que andar comprando o… porque no es todo el año que te van a dar la semilla, te van a
regalar una vez pero la otra vez tenés que tener, a mi me significa mucho. Me significa
esfuerzo también porque viste que si yo no junto se van a pudrir todo ahí y el año que
viene voy a salir pidiendo por ahí. Eso tenemos que hacer siempre, todos los que
estamos en la chacra tenemos que tener nuestra semilla.”
Mónica, de Colonia Primavera, alerta de que “hay veces no se puede ir hasta el
pueblo a comprar y la semilla del INTA llega tarde. Entonces es mejor tener guardada
la semilla, tener de la producción de uno.”
Para Nilda, de Paraje Gentil, es una tranquilidad tener las propias semillas, ya
que además de darle uso puede regalarlas o intercambiarlas por otras con vecinos y/o
parientes. Hace muchos años que conserva y usa semillas de pepino, melón japonés,
sandía, poroto arroz, la chaucha orejona y dice: “Nosotros antes no sabíamos comprar
la semilla de repollo40 o de cebolla, se cosechaba la semilla propia. Se deja florecer la
cebolla y se junta la semilla y se siembra”.
Para Sonia, de San Pedro… “Hay distintas formas de guardar las semillas,
porque hay semillas que se pueden guardar de una forma y semillas que se pueden
guardar de otra forma. Por ejemplo las semillas que quiero guardar de un año a otro
no las guardo en bolsitas de polietileno, las guardo en bolsitas de papel de diario, es
40
No todos los productores saben obtener la semilla del repollo, son costumbres que se van perdiendo y que obligan
al productor a comprar la semilla.
30
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
muy importante. También se puede guardar en un cajón de madera, separado clase por
clase.”
Claudia, de Colonia Esmeralda, también cuenta que hay distintas maneras de
guardar las semillas… “Porque hay algunas como el maíz que vos podés dejar con la
chala, no se necesita desgranar y poner en una bolsa. Y el maní también, porque tiene
su chauchita, viste que eso vos ponés en una bolsa y desgranás recién cuando vas a
plantar, desgranás y plantás. Lo que es para producir vos no podes guardar en una
cosa cerrada, porque viste que si vos no secaste bien puede brotar adentro o puede
juntar un hongo y no nace, entonces… como el maní: si vos no secas bien, si estás más
o menos sabiendo que vos no secaste bien, entonces pones en el cajón de madera y ahí
no se arruina.”
Y es así como las formas de guardar las semillas pueden hasta llegar a ser
opuestas; algunos productores aconsejan guardar en botellas, bidones, frascos y
damajuanas bien cerrados41 porque “donde entra el aire ahí los bichitos nacen”, mientras
que otros sostienen que tiene que entrar aire “para que la semilla no se estrague”42,
“para que no se muera”, “para que no se ahogue”, “para que brote siempre”. Otros
prefieren secar las semillas al sol antes de guardar, y otros las secan a la sombra “porque
sino fica muito torradito43”.
41
Algunos cierran herméticamente con cera de abejas, mientras que otros usan un trozo de algodón para cerrar una
botella llena de semillas o una lona para cubrir un tambor cargado de las mismas.
42 Del portugués “estragar”: arruinar.
43 También del portugués, indica que algo se quema o se achicharra.
31
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Fotografía de Silvia Goya
Entre las recomendaciones que se escuchan entre los productores están las de
utilizar la pimienta para ahuyentar a los roedores -ratas - de la semilla que se guarda
para la próxima siembra; la de guardar las semillas con ceniza para que estas no se
humedezcan y “no entre el caruncho”; se recomienda siempre guardar las ramas de las
heladas cubriéndolas del frío hasta que llegue la época de la siembra; también se guarda
las semillas en latas agujereadas o cajones con rendijas para que entre el aire pero no las
ratas.
Mientras algunos productores llevan a cabo antiguas prácticas, como es el caso
de quienes cuelgan semillas cerca del humo de la hoguera o de la cocina a leña, a la
manera de los guaraníes; otros se manejan con métodos que son permitidos por
tecnologías “modernas”. Tal es el caso de Bruno, productor y presidente de una ONG
de San Vicente, “Generalmente se trata de sembrar el mismo año pero hay semillas que
no hace falta conservar especialmente, pones en una lata cerrada por las ratas o algún
insecto, o si no también el otro método es guardarlo en el fondo de la heladera donde
se pone la verdura, depende de la semilla, en el fondo de la heladera que no agarre
muy frío, entonces se mantiene ahí, que no brote, se mantiene ahí para el otro año.”
32
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Por su parte, Analía, de Paraje Campinhas, comenta su técnica para preparar el
poroto “Al poroto hay mucha gente que pone el carunchol, eso para consumir tiene
gusto a veneno. Nosotros quemamos la leña en la cocina a leña y sacamos la ceniza y
lo pasamos en una zaranda44 y ahí ponemos el poroto y lo movemos bien, tiene que
estar bien seco y dejar el más fino del poroto, el yuyo que sale, viste? Y ahí vos podés
guardar una cantidad de años, no se te echa a perder, no agarra gorgojo tampoco.”
Sobre la relación entre el uso del carunchol y los cultivos destinados a la
alimentación, hay ciertos reparos manifestados por los productores que participan de las
ferias. Rina comenta que hace unos años sus padres compraban carunchol pero que este
“deja gusto, por ahí porque uno sabe qué tiene y por más que uno le lave y le cocine
tiene gusto igual”. Mónica, por su parte, comenta que ahora guarda en botellas de
plástico bien cerradas pero que antes solía comprar una pastilla en las veterinarias y que
para consumir la semilla había que esperar aproximadamente un mes… “Por eso a
veces vos compras un poroto y uno consume y te da mucha acidez, infla la panza. ¿Por
qué? Por el veneno, porque no pasa el tiempo de que tiene que salir eso”.
Otra cuestión que es importante a la hora de conservar un tipo de semilla es la de
cuidar que no se crucen unas con otras, como dicen los productores, que no se “casen”.
Como señala Mónica: “Viste que uno tiene que conservar la semilla, la original, viste?
Porque muchos se casan y por eso es que muchos que pierden las semillas… la
original, como vamos a suponer el maíz blanco, el de harina. Ese se casa con el maíz
duro y ya no te sirve para hacer la harina”. Es así que Cecilia, de Montecarlo, cuida
hace 40 años una semilla de pepino para que no se case con otros.
Algunos productores tienen en cuenta las fases de la luna a la hora de sembrar o
cosechar, pero no es el caso de todos. En una ocasión una productora de Bernardo de
Irigoyen, al respecto de este tema, me repitió el comentario de un conocido suyo: “yo
no vivo en la luna, yo vivo en la tierra”. Este tipo de prácticas son valorizadas por
ciertos técnicos del Movimiento Semillero, tal es el caso de la Asociación Biodinámica
44
Un cedazo o tela para limpiar el alimento.
33
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
(ABDA) de Misiones. Esta asociación gestionó la edición y distribución de calendarios
biodinámicos por medio del INTA de Rosario45.
En general se habla de “cosechar en buena luna” para luego dejar secar y
guardar. No en luna nueva sino en creciente o llena. Juliana, de Dos Arroyos, sostiene
que… “… si vos tenés guardado en un frasco o en bolsitas la semilla buena, no cierto?
ahí vos tenés para todo el año”. Para Nilsa, productora de Paraje Gentil, la luna marca
los tiempos… “Marca por ejemplo que usted tiene para sembrar o transplantar o tiene
que podar. Por ejemplo, en la creciente usted puede sembrar, hasta el 3er día de la
nueva usted puede sembrar, trasplantar mudas… y podar usted tiene que podar en la
llena”. Del manejo de estos tiempos también puede depender que las semillas “agarren
caruncho”, o no.46
Claudia, de Colonia Esmeralda, recuerda que sus abuelos tenían muy en cuenta
la luna: “En la nueva sabes que se planta batata, mandioca, la rama, todas las cosas
que dan debajo de la tierra, maní también, mis abuelos decían que yo tenía que plantar
en la luna nueva. Y después los que van arriba, en la llena. Ellos sacaban ahí con la
chala y todo, ataban así y colgaban en el humo, todas las semillas de maíz, el poroto
también”. Pero a su vez reconoce que hoy en día no todos los productores lo hacen. Lo
cierto es que no siempre hay tiempo de seguir los ritmos de la luna, como señala Nilsa:
“Mirá, si llueve y brota todo, no…!”.
Reflexionando sobre las distintas formas de guardar, Marisol, productora de
Candelaria compartía conmigo su parecer. Para ella se trata simplemente de una
cuestión de hábitos:
“A la gente le pueden mostrar una forma nueva pero va a seguir
guardando como ya conoce. Yo guardo como me enseño mi mamá, y con
mi marido no nos ponemos de acuerdo. Cada uno guarda a su manera, el
también aprendió de su mamá. Es muy difícil cambiar los hábitos, ese es
un trabajo que los técnicos vienen haciendo hace tiempo (intentar cambiar
sus hábitos), es una lucha.”
45
En general las políticas del INTA se enfocan al desarrollo de grandes y medianos productores mediante nuevas
tecnologías, pero en el caso de la Agencia de Extensión Rural INTA de la Ciudad de Rosario, se destaca, entre otras
cosas, por su trabajo con huertas urbanas y las Agencias de Extensión Rural INTA de San Vicente y Aristóbulo del
Valle en Misiones, destinan buena parte de su trabajo al sector de pequeños productores, poniendo el acento en el
manejo sustentable de los recursos y en asegurar la soberanía alimentaria de las familias.
46 Un permacultor español que suele participar en actividades del movimiento explicó que esto tiene que ver con que
en una luna, la salvia de las plantas sube y en otra, baja. Cuando baja se pueden sacar frutos u hojas, cuando se trata
de raíces el procedimiento es el opuesto.
34
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Buscando cosas nuevas
Así como los distintos ambientes pueden provocar distintos comportamientos en
las semillas, también influyen en la variedad que encontramos en una zona u otra de la
provincia. Si se observan los cultivos en una comunidad guaraní y en una explotación
de colonos, en un paraje del sur de la provincia, quizás encontremos prácticamente la
misma variedad de productos. En cambio, en el nordeste de la provincia, caracterizado
por una mayor agrobiodiversidad, esta variedad es aún más compleja47.
La diferencia en variedades de acuerdo a las zonas es un aliciente a la hora de
buscar semillas en una feria provincial, ya que en estas es más notable la diversidad de
las especies vegetales presentes en Misiones.
Para Claudia, de Colonia Esmeralda, es importante tener variedad porque
mientras que “un poroto da en 40 días, otro en unos meses… hay unos que son tardíos
y otros que son más tempraneros. Si tenés una sola vos ya cosechas y ya no tenés,
porque viste que hay poroto que es lindo comer verde, otro es seco y entonces… como
las verduras también. ¿Viste que hay de otoño, de invierno, de verano?”. De aquí
tenemos que la cuestión de la estacionalidad de los cultivos hace realmente necesario
tener cierta variedad de los mismos.
Al preguntarle a Nilsa, de Paraje Gentil, sobre la importancia de tener
variedades, no sólo sostuvo que es necesario… “para mejorar la calidad de vida en el
comer, para no aburrirse siempre de una cosa sola”, sino que también planteó que a
ella le gusta “a veces no para consumir sino para ver qué hay, qué producen”. Lo
mismo se observa en el comentario de María, de Fracrán, sobre distintas variedades de
zapallo: “allá había botija, el redondota, unas larguitas con cuello, otras tipo
calabacitas, otras redondas, otras verdes, otras rojas, las bien naranja con manchas,
no… vaya a ver lo que era eso! A mi me encantaba sólo de mirar.”
Acercándose a las mesas que exponen semillas, frutos, plantas, dulces, huevos,
etc., se escucha al productor que busca lo que se le perdió por una seca o una helada, o
47
De acuerdo con INDES prácticamente sólo en el nordeste de Misiones se mantienen variedades por parte de los
pequeños agricultores, quienes debido a su situación socio-económica se ven obligados a la conservación de
semillas propias. (Registro de experiencias, rescate, identificación, y mejoramiento de variedades de maíces locales
2002-2007).
35
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
al que abandonó un tiempo la chacra y cuando volvió descubrió que le descuidaron48 el
maíz que hacía tanto que guardaba. Como aquel productor que contaba de su búsqueda:
“estoy viendo si en esta feria encuentro la soja Santa Rosa que perdí hace mucho. La
gente de mucho progreso nos metió en la cabeza que esto no va y nos metieron su
material, y no sirve el material de ellos y perdimos el que teníamos nosotros”. En esta
última frase se comienza a tener un atisbo no sólo de por qué los pequeños productores
van a las ferias sino de por qué nacieron estas ferias y cuál es la ideología que las
sostiene.
Por sobre todo, las ferias se consideran un lugar donde ir a compartir y quienes
ya han participado probablemente se alegren con la posibilidad de volver a hacerlo.
Como señala una ex técnica del PSA:
“Si vos decís vamos a la feria de semillas “¡¿dónde?!” Ya quieren venir.
Yo creo que nosotros estamos participando en muchos espacios pero el
espacio más valorado por los productores es este, lejos... Uno puede
discutirlo pero yo creo que es un dato de la realidad, nada más.”
La posibilidad que existe en las ferias de semillas de diversificar la variedad
repercute tanto en la alimentación y en la mayor oferta de productos para vender como
en la amplitud de conocimientos sobre las especies vegetales de la región. Lo cual se
valora aún más debido a la pérdida de conocimientos y de biodiversidad que han sido
consecuencia de fenómenos como el de la llamada Revolución Verde.
48
Expresión muy usada en la provincia. Se refiere a no encargarse de cuidar algo como es necesario e incluso
abandonarlo.
36
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Pensando el autoconsumo
“O travalho do agricultor é produtivo, más e também
simbólico e repleto de significaçoes e sentidos que lhe
são fundamentales para a construção da sua identidade
social en quanto agricultor familiar. A sua identidade,
por sua vez, está ligada ao ser colono, ao trabalho
laborioso aplicado no proceso produtivo, ao apego à
terra enquanto patrimonio, à familia, ao saber-fazer
histórico transmitido de geração em geração, que
embassa a produção para autoconsumo enquanto
produção alimentar é simbólica das relaçoes sociais.
Assim a produção para autoconsumo longe de ser apenas
mais uma mercadoría produzida pelo colono, é a
produção e reprodução de relaçoes sociais e expresa um
saber acumulado e transmitido na socialização dos
filhos” (GAZOLLA: 2004).
Las ferias de semillas son descriptas por algunos técnicos como eventos que
rescatan y revalorizan una práctica de los productores, el intercambio de semillas. Si
bien esto es cierto, también es cierto que esta práctica se ha ido perdiendo -por motivos
como la producción enfocada al monocultivo, la posibilidad de comprar semillas o de
recibirlas gratis del programa Pro Huerta (INTA) y que muchos productores se han
reencontrado o han descubierto esta práctica a partir de las ferias. Incluso, algunos
productores han ingresado en las ferias francas a partir de éstas, o simplemente han
comenzado a diversificar la producción para el autoconsumo.
La posibilidad de tener un producto que no está destinado a la venta le permite al
productor el intercambio con otros productores como una estrategia de resistencia a los
vaivenes del mercado, más aún si posee mayor diversidad en su chacra. Que una
productora pueda intercambiar cierta cantidad de maíz por un lechón o sus gallinas por
el azúcar que produce un productor vecino, no significa que haya tomado una postura en
contra del mercado, sino que simplemente suma una opción a sus estrategias de
supervivencia. (Garay – Vidal; 2008)
37
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
De acuerdo a Leite (2004)49, si se limita el estudio del autoconsumo
exclusivamente a la producción de alimentos, este se define como la parte de la
producción agropecuaria, realizada en el establecimiento familiar, destinada a alimentar
a los miembros de estas familias, a los animales y al consumo productivo del excedente,
deduciendo de esta producción las partes relativas a la comercialización, donación o
pérdida. Por su parte, del Pilar Carrillo et al, agregan que el autoconsumo es una
actividad ancestral que en la práctica se constituye en un complemento a los ingresos
familiares, o en un ahorro. Para ellos:
“El ACO [autoconsumo] incorpora una estrategia de manejo de recursos
humanos, naturales y financieros por parte del productor campesino y de
su familia y guarda una relación estrecha con su actividad económica
generadora de ingresos y con el mercado. Posee nexos claros con los
patrones de consumo familiares y locales y con los lazos de parentesco y
vecindario, así como con las características culturales de las sociedades
locales” (2006:3)
Generalmente el pequeño productor misionero se especializa de manera relativa
en uno o dos cultivos de renta y destina sólo una porción de la producción al consumo
familiar. Además, en algunos casos recurre a un empleo fuera de su predio para obtener
o completar sus ingresos. Ya sea por las crisis en los mercados o el deterioro medio
ambiental, sobre todo de la tierra50, puede suceder que la mano de obra familiar se
convierta totalmente en asalariada y se descomponga la unidad de producción familiar,
pero que aún así se continúe con la producción de autoconsumo con el fin de abaratar
los costos de alimentación (del Pilar Carrillo et al, 2006). Pero en general las prácticas
de autoconsumo son degradadas por la especialización productiva que se da a partir del
proceso de modernización de la agricultura, como señalan del Pilar Carrillo et al:
“En estos sistemas de producción suelen existir diversas formas de
emplear los recursos naturales, y en muchos casos la ausencia de
información técnica para el desarrollo de formas más sostenibles de
producción o la poca sensibilización ambiental y productiva pone en
riesgo la sostenibilidad y con ella la producción interna de alimentos”.
(2006:23).
“Autoconsumo y sostenibilidad en la agricultura familiar: una aproximación a la experiencia brasileña”, en:
Políticas de seguridad alimentaria y nutrición en América Latina (comp.), ED. HUCITEC FAO-FODEPAL. Sao
Paulo. Citado por del Pilar Carrillo et al.
50 El deterioro de la tierra debilita la fertilidad de la misma y por ende la capacidad de reproducirse que tendrán las
especies vegetales, sin las cuales la tierra a su vez se ve desprotegida y no sólo se erosiona cada vez más sino que
pierde la capacidad de retención de agua y nutrientes. De este modo, las posibilidades de un pequeño productor son
cada vez más escuetas –para la producción orientada tanto al autoconsumo como al mercado- si no se acude a
tratamientos de conservación y protección de suelos y vertientes.
49
38
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Para estos autores, hoy en día la típica unidad agrícola familiar es aquella que,
aún sumando la producción de autoconsumo a la venta e intercambio de productos y de
su mano de obra, obtiene ingresos de subsistencia familiar que no le permiten realizar
ahorros o tener excedentes para acumular. En épocas de crisis, cuando las familias
poseen pocos ingresos para comprar alimentos y otros bienes, la producción para el
autoconsumo se vuelve estratégica para la supervivencia. Pero no puede afirmarse que
si se supera la crisis el ACO deja de ser importante:
“En este caso se convierte en un factor de cubrimiento frente al riesgo y la
vulnerabilidad de caer en la inseguridad alimentaria. Con crisis o sin ella,
el autoconsumo es estratégico para las familias de bajos ingresos, pues
disminuye la dependencia del mercado en una parte de la alimentación
familiar. Es un colchón de seguridad, o si se quiere, es un ahorro que se
reproduce constantemente pero se consume.” (2006: 5)
Como señala una productora de Colonia Primavera al preguntársele que
diferencia habría en su vida si no pudiera producir para comer: “ahí no sé que sería
porque para vivir de todo lo comprado no… no se puede, es muy caro.”
En un trabajo donde se analiza la agricultura familiar, la seguridad alimentaria y
las políticas públicas teniendo en cuenta principalmente a la producción para
autoconsumo, Gazolla (2004) reflexiona sobre el principio de alternatividad productiva
que permite a los productores tanto consumir los productos directamente para atender
las necesidades domésticas o venderlos cuando la renta monetaria que estos
proporcionan permita adquirir otros productos también de consumo domésticos, pero
que no pueden ser producidos por la unidad productiva familiar (sal, aceite, querosene,
utensílios de limpieza, etc.). Para Gazolla, la producción de autoconsumo trae un mayor
“juego de cintura” a la unidad productiva, una autonomía relativa que permite generar
“un círculo virtuoso de intercambios ventajosos al grupo doméstico, pudiendo
garantizarse todos los bienes necesarios para la alimentación de la familia a través del
consumo diferido” (2004: 141, Traducción propia).
La alternatividad entre consumir sus productos y venderlos permite al pequeño
productor familiar enfrentar la mercantilización del consumo familiar que implica que el
productor deje de producir sus alimentos al interior de las unidades familiares y pase a
adquirirlos en los mercados perdiendo así el control efectivo de sus estrategias de vida:
“La mercantilización del consumo se corporiza a través de la
externalización del consumo familiar, en la que “la producción propia es
39
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
substituida en nuevas bases, por un proceso de compra de los alimentos
necesarios para alcanzar lo que Wolf (1976) llamó el mínimo calórico y,
así, garantizar la reproducción social y alimentaria del grupo doméstico.”
(2004: 129, Traducción propia)
De acuerdo con Gazolla, al fortalecer el autoconsumo es más probable que la
unidad doméstica del pequeño productor posea una renta mayor y que su familia sea
menos vulnerable en términos de salud. Además, este tendrá elevada su autoestima por
ser un policultor y por llevar adelante lo que el autor llama la agroindustria casera 51. Tal
como vemos en el caso de Sonia, de Colonia San Lorenzo52:
“Vendo no todo lo que tengo en la chacra porque tenemos yerba pero hay
un problema con el precio de la yerba, mas nos defendemos con las
plantas anuales (poroto maíz, entre otros), las verduras, y a través de la
experiencia que uno va formando en las ferias y trabajando en grupo… yo
me hago casi todos los alimentos en mi casa, por ejemplo, la mermelada,
el pan con verduras, en distintas formas, hago mucho alimento que es
orgánico. Hago pan de zanahoria, de remolacha, envasados.”
El autor sostiene la hipotesis de que una via de producción de consumo poco
mercantilizada es fundamental para que el agricultor familiar pueda realizar la
diversificación de sus estratégias de vida:
“La diversificación de las estrategias de vida solamente es posible en el
momento en que las familias consiguen generar activos, rentas, o poseen
la capacidad de obtener un excedente monetario para hacer frente a otras
necesidades y posibilidades de reproducción social. Es por eso que el
fortalecimiento del autoconsumo en contextos de agricultura familiar
mercantilizada es tan importante. Él es el que forma, en gran medida, la
base para la diversificación de las estrategias de vida y reduce la
vulnerabilidad del grupo doméstico a las situaciones de pobreza rural e
inseguridad alimentaria.” (2004: 146, Traducción propia).
Cabe aclarar que si bien promueven la producción de autoconsumo, no
necesariamente la agroecología y las posturas que promueven el cuidado del medio
ambiente se contraponen a las estrategias de comercialización. Así sucede con las Ferias
Francas y la Red Cañera53 de la provincia de Misiones, las que nacieron con el
propósito de ser social, ambiental y económicamente sustentables. En el caso de las
Ferias Francas, se fusionan objetivos que van desde canalizar el excedente de la
producción destinada al autoconsumo -consolidando así una alternativa de ingresos a los
51
Agroindustria casera: producción realizada al interior de las unidades familiares sin tener, necesariamente, la
legalización formal para tal emprendimiento. “El agricultor vende la mayoría de su producción vegetal y animal pero
no comercializa gran parte de los productos de la agroindustria casera”. (2004: 117).
52 Próxima a San Pedro
53 Red de productores de azúcar que promueve la producción orgánica y sin intermediarios entre el pequeño
productor y el mercado.
40
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
cultivos de renta- hasta apostar a un tipo de producción que refuerce la soberanía
alimentaria y rescate tanto saberes como productos locales (Castiglioni, 2009). Las
Ferias de Semillas -y otras actividades organizadas por el Movimiento Semillero- se
encuentran en consonancia con este objetivo, ya que promueven la variedad en la
producción alimenticia tanto para el autoconsumo como para la venta con semillas
propias de los pequeños productores.
41
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Capítulo 2
Del “G7” al Movimiento por la Semilla Campesina
Cuando la historia de las Ferias de Semillas recién arrancaba para Misiones en
1996, quienes la comenzaron a encarrilar se llamaban a sí mismos con humor “el
Grupo de los Siete”54, refiriéndose a las distintas entidades gubernamentales y no
gubernamentales que trabajan en conjunto desde aquel entonces. Hubo dos o tres años
en que el trabajo de la organización recayó más sobre algunos técnicos e instituciones
que sobre otros, pero entre todos se colaboraba, y de ahí en más, con distinto grado de
participación, algunos siguieron, otros abandonaron, y otros nuevos se fueron sumando.
Con el tiempo este grupo empezó a crecer como Movimiento, y hoy ya no hay un
acuerdo unánime sobre sus alcances. Se podría decir que son simplemente quienes se
reúnen para recaudar fondos y organizar cada detalle de la feria –transporte, comida,
alojamiento, talleres, sonido, difusión- ya sea sólo técnicos, o técnicos y productores,
pero también se dice que los que constituyen el Movimiento Semillero son quienes
llevan adelante sus objetivos sea donde sea y sea como sea. Como señala uno de los
técnicos integrante:
“un productor que en su colonia está empujando el cuidado de las semillas
criollas o el intercambio ¿no es parte del Movimiento? Para nosotros sí,
para él… no sé si él quiere ser parte del Movimiento Semillero. Pero si el
54
Irónicamente hace referencia al G8, grupo de países industrializados de gran peso político, económico y militar
(Alemania, Canadá, E.E.U.U., Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia), o bien al grupo de diputados que se
apartaron del Partido Justicialista en Argentina durante la presidencia de Carlos Menem.
42
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
tipo está empujando las cosas que nosotros queremos empujar, para
nosotros es alguien que hace parte de este movimiento.”
A pesar de que el grupo se extiende y varía cada año llegando a sumar más de 30
instituciones entre municipios, iglesias, asociaciones, EFAs55 (Escuelas de la Familia
Agrícola), IEAs (Institutos de Enseñanza Agropecuaria) y demás, pasaré a describir a
las siete instituciones que estuvieron desde los comienzos. Como señalaba una ex
técnica del PSA:
“Este movimiento empezó fuerte con algunas instituciones y ahora hay muchas
ONG’s, está el INTA de San Vicente, otros INTAs colaboran pero el INTA de San
Vicente forma parte del Movimiento… están la ferias francas, unas
organizaciones de semilleristas de San Pedro, está la organización de
productores, la UTR 56, y voy a pecar porque me voy a olvidar un montón,
porque son como treinta…” (Subrayado mío).
Como se puede notar al comparar ambas citas, para algunos sus límites
tienen que ver con las orientaciones prácticas e ideológicas y para otros, estos se
sostienen con la participación estable en el tiempo.
Si bien todas estas instituciones buscan trabajar de manera articulada en torno a
problemáticas de los pequeños productores tales como la tenencia de la tierra, el uso del
agua y otros recursos, la producción y comercialización de la producción, etc., partiré
describiendo a uno de sus integrantes fundamentales, el PSA, y seguiré con el resto de
los actores insertos dentro del grupo originario del Movimiento Semillero, con quien el
primero mantiene relaciones interinstitucionales: el Movimiento Agrario Misionero
(MAM), el Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana (INDES), la Asociación
de Ferias Francas de Misiones (AFFM), la Pastoral de Diócesis de Iguazú, la Red de
Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM), y el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA).
Programa Social Agropecuario (PSA)
Los convenios con otras instituciones pasan más bien por el trabajo en terreno que por
acuerdos escritos, lo que sí estipula el programa es que debe articular acciones. Como
señala Otero et al (2001) en un trabajo sobre las relaciones entre el Estado, las ONG’s y
los productores:
55
Las EFAs siempre han participado directa o indirectamente, prestando sus instalaciones para la realización de las
ferias, colaborando en su organización y, en algunos casos, socializando trabajos de sus alumnos sobre conservación
de semillas.
56 Unión de Trabajadores Rurales, organización de Bernardo de Irigoyen que nuclea a productores y técnicos.
43
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
“La originalidad que introduce el PSA es la institucionalización de los vínculos
entre el Estado, las ONGs y las organizaciones agrarias. En vez de "generar
espacios propios o exclusivos en oposición", el PSA trató de "acompañar y
potenciar las iniciativas, acciones y espacios existentes", ya que uno de los
objetivos del programa es "fortalecer a los agentes de desarrollo que
tradicionalmente prestan servicio a los productores minifundistas, y a las
organizaciones propias de estos últimos, de modo que no se genere una
dependencia con respecto a la asistencia del Estado" (informe de monitoreo,
1998:195, citado en Otero et al)
El Programa Social Agropecuario (PSA) fue un programa nacional de
desarrollo rural dependiente de la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca
(SAGPyA) implementado en 1993, que junto con esta ha ido cambiando de rango desde
el 2008. Hasta 2008, la SAGPyA era una Secretaría dependiente del Ministerio de
Economía y, desde aquel año hasta 2009, de la cartera de Producción. A partir del 1 de
octubre de 2009, el Departamento fue elevado a rango de Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca, dependiente del Poder Ejecutivo Nacional.
Junto con estos cambios el programa en cuestión pasó a ser: primero, Secretaría
de Agricultura Familiar y Desarrollo Sustentable, dependiente todavía de la
SAGPyA pero ya no como programa sino dentro de su estructura; y desde la creación
del Ministerio, Subsecretaría de Agricultura Familiar. Cabe aclarar que estos
cambios todavía no son del todo asimilados y que al referirse a esta entidad se la llama
alternadamente PSA, ex PSA, secretaría y subsecretaría.57
De acuerdo a Nardi (2006)58, el PSA se origina y ejecuta en el marco de las
políticas de desregulación de la economía nacional y la descentralización y
desconcentración del gobierno central hacia las provincias. En el caso de Misiones, la
57
Tanto en la página web de la secretaria de la SAGPyA como en la del ministerio (http://www.sagpya.mecon.gov.ar/
y http://www.minagri.gob.ar/. Por el momento ambas son iguales pero hasta que desaparezca la primera se puede
acceder de las dos maneras) se puede leer:
“El Programa Social Agropecuario es una propuesta de promoción dirigida a los pequeños productores
minifundistas de todo el país, tendiente a superar las restricciones financieras, productivas y sociales y lograr,
a través de una estrategia organizativa grupal, una inserción social más plena y equitativa de los mismos.
Los objetivos generales del Programa Social Agropecuario son: Contribuir, mediante la asistencia técnica y
financiera y la capacitación, al mejoramiento de las actividades productivos y de los niveles de ingreso de los
productores minifundistas; Generar un espacio de participación que facilite la organización de los productores
minifundistas, a los efectos de que puedan asumir su propia representación y desarrollar su capacidad de
gestión; Promover la participación organizada de los pequeños productores en las decisiones de políticas,
programas y proyectos a nivel local, provincial y nacional. El PSA cuenta con el financiamiento del Estado
Nacional (Ley de Presupuesto), habiendo iniciado sus acciones en abril 1993, las que continúan hasta el
presente.”
58 Una aproximación a la gestión del desarrollo rural del Programa Social Agropecuario en la Provincia de Misiones,
Argentina. En: Estudios Regionales. Año 14, Nº 33, UNaM, Posadas, mayo 2006.
44
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
coordinación provincial esta compartida por organizaciones de agricultores, ong’s y el
estado:
“La UTCP [unidades de coordinación provincial] de Misiones en un
principio se organizó de esta manera: la dirección de la UTCP bajo la
responsabilidad del Coordinador del Equipo Técnico de Apoyo local
(ETA) y un representante de las siguientes organizaciones: el Movimiento
Agrario Misionero (MAM), el Ministerio de Asuntos Agrarios de la
Provincia de Misiones, (MAA); el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA); la Asociación de Tabacaleros; la Pastoral Social
(ONG que pertenece a la Iglesia católica) y el Instituto de Desarrollo
Social y Promoción Humana (INDES). En 2001, a raíz de un conflicto59
suscitado en el PSA local, productores y técnicos en una asamblea
decidieron ampliar la UTCP, para ello se incorporaron cinco miembros
más: un delegado por la Asociación de Interferias de Misiones, un
miembro de la RAOM (Red de Agricultura Orgánica de Misiones), un
representante de los técnicos del PSA, un miembro de la Pastoral Social de
la Diócesis de Iguazú y una representante por las mujeres productoras. De
esta manera se trató que las decisiones y las políticas a implementar sean
producto de una decisión compartida por las personas e instituciones
involucradas.” (Schvorer: 2001)
La concepción del PSA, así como la del Movimiento Semillero, se ha cimentado
sobre un conjunto de ideas recogidas del ambientalismo. Esto tiene que ver con la
orientación práctica e ideológica de quienes lo integran. Tal es el caso del primer
coordinador del PSA, el ingeniero agrónomo Roberto “Coya” Cametti, quien había
realizado en España un posgrado relacionado a la gestión ambiental y la agricultura
sustentable. Los resultados de esta orientación se pueden ver en el caso de las ferias
francas, cuya producción debe ser orgánica, partiendo de la premisa básica de un
manejo sustentable de la naturaleza. Como así también en las líneas de apoyo
financiero, que apoyan tanto al fortalecimiento del autoconsumo como a
emprendimientos productivos asociativos (EPA’s), y dentro de estos últimos promueven
tanto actividades tradicionales e innovadoras60, como proyectos de sostenibilidad que
apunten a la recuperación del medio ambiente.
Es importante destacar que en un principio el PSA tuvo un rol muy importante
en la difusión de las ferias de semillas mediante los técnicos de los grupos que
59
Para mayor información sobre esta cuestión ver Schvorer: Etnografía de un conflicto en el Programa Social
Agropecuario de Misiones. En: Estudios Regionales. Año 10, Nº 20, UNaM, Posadas, diciembre 2001.
60 Aquí se refiere tanto a actividades ya realizadas por los pequeños productores, como a actividades con rentabilidad
conocida pero que no han sido implementadas por pequeños productores de la zona, o han sido llevadas a cabo por
medianos y grandes productores con tecnología posible de adoptar por pequeños productores, o bien, implican un
cambio en la orientación productiva del grupo y por lo tanto requieren un tiempo mayor de aprendizaje
45
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
financiaba en distintos puntos de la provincia. Como señala un ex técnico de esta
institución:
“En los inicios el PSA tenía un rol fundamental en esta cuestión, si no
hubiera estado quizás las ferias hubieran perdido mucho dinamismo. Hoy
si el PSA se corre, la cosa sigue. Ya adquirió vuelo propio esto. El
Movimiento Semillero ya tiene vuelo propio y no está apoyado en una sola
institución. Y la feria, con esto de hacer las locales, se conoce por todos
lados.”
Movimiento Agrario Misionero
El MAM es un movimiento gremial cuyo accionar con los pequeños productores se
remonta a los años ’70, previa a la conformación de las Ligas Agrarias. De vuelta a la
democracia, ante la organización de productores por sector61, el MAM comenzó a
recomponer las formas de organización gremial que se habían intentado construir en los
70, buscando congregar la mayoría de los productores en un mismo movimiento.
El MAM tiene una fuerte presencia en los departamentos del centro de la
provincia (Oberá y Cainguás, principalmente) y goza de reconocimiento como
organización de lucha, si bien no representa a todos los pequeños y medianos
productores de Misiones. Esto hace que el MAM tenga un espacio ganado
institucionalmente en la provincia, tanto político, como institucional y de defensa del
sector.
La relación con el PSA se basa en el trabajo con el mismo sector de productores.
Es miembro de la UTCP y financian proyectos de asistencia técnica y capacitación. De
acuerdo a Otero et al, a mediados de los 90, el Movimiento Agrario Misionero impulsa
el proyecto ferias francas a partir de una transformación interna del movimiento,
marcada por una mayor apertura hacia el Estado y los planes de desarrollo.
Entre las principales figuras fundacionales del MAM se encontraba Michel
Guilbard. Este último fue un dirigente campesino francés - en 1964 secretario del
Movimiento Rural de las Juventudes Cristianas de Francia - que en 1965 llegó a la
argentina convocado por el Movimiento Rural Cristiano de la Acción Católica para
trabajar en la formación de cuadros intelectuales. En 1971 participó de la formación del
MAM y fue miembro de su dirigencia hasta 1976 cuando fue detenido durante un año y
medio por la dictadura argentina. En el exilio siguió trabajando para dar apoyo a la
61
Luego de que la dictadura desbarató las organizaciones políticas rurales se impuso una forma de organización
dividida de acuerdo al producto (tabacaleros, yerbateros, etc.), esto debilitó las posibilidades de acción del
movimiento agrario.
46
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
lucha por los derechos humanos en la Argentina de aquellos años. Restaurando el
sistema democrático, regresó a la Argentina para trabajar en la reorganización del
MAM, donde tuvo un papel protagónico en la conformación de las Ferias Francas
(Arce, 2007).62
La relación entre el MAM y las ferias francas fue muy estrecha desde sus
comienzos. Ha colaborado en la conformación y desarrollo de las ferias, y uno de sus
principales dirigentes, Eugenio Kasalaba, ha sido presidente de la asociación de Ferias
Francas de Misiones repetidas veces. Si bien en el presente no participa en la
organización de Ferias de Semillas, sigue vinculado a estas justamente a través de los
numerosos productores que trabajan en distintas Ferias Francas y que participan en
Ferias de Semillas.
Asociación de ferias francas de Misiones
La Asociación de ferias francas de Misiones (AFFM) es una organización que congrega
a delegados de todas las ferias (aproximadamente cuarenta y cinco) y constituye la
representación gremial de los feriantes. Su propósito fundamental es desarrollar y
consolidar la experiencia de venta en mercados locales, unificando criterios en el ámbito
de lo productivo y en la comercialización, además de buscar la concreción de
reivindicaciones gremiales del sector, tales como la cobertura previsional y de salud
para los feriantes.(Otero et al, 2001).
Según los registros del PSA las Ferias Francas involucran más de cinco mil
explotaciones agrícolas familiares. Este programa trabajo junto al MAM, ONG’s y
Municipios en la organización de las Ferias Francas con el objetivo de:
 lograr la inserción de los pequeños productores en los mercados locales a través
de lo que producen en la chacra y sin alterar los patrones de producción
tradicionales;
 impedir que los mismos emigren a las ciudades a ensanchar los cinturones de
pobreza.
Es importante resaltar que muchos de los productores que participan en las Ferias de
Semillas son feriantes de distintas Ferias Francas de la provincia –gran parte de estas
Escribe Eugenio Kasalaba en la Edición homenaje a Michel Guilbard del Amanecer Agrario: “Su enorme prestigio
le abrió, a su querido Movimiento Agrario, las puertas de numerosas Instituciones extranjeras, lo que permitió
desarrollar exitosamente sus proyectos. Fue también mejor comprendido en los medios gubernamentales, lo que
permitió la participación del MAM en todas las instituciones vinculadas al agro y la producción.”
62
47
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
han estado representadas en las Ferias de Semillas-, estas últimas un importante canal de
comunicación y promoción de actividades. Además, teniendo en cuenta que de 1998 al
2003 las Ferias de Semillas se realizaron en Eldorado, la presencia de los feriantes de la
Feria Franca de esa localidad fue muy fuerte, sobre todo de las mujeres.
Pastoral de Diócesis de Iguazú
El Proyecto de Desarrollo Rural de la Pastoral de Diócesis de Iguazú tuvo su
accionar en los departamentos de la zona norte de Misiones. Desde 1993 ha trabajado en
zonas rurales asistiendo a pequeños productores en cuestiones productivas y
reivindicativas, respecto a la tenencia de la tierra. En esto ha tenido vital importancia el
aporte del Mons. Joaquín Piña Batllevell, jesuita, primer obispo de Puerto Iguazú. En
su momento, el PSA otorgó asistencia financiera a los grupos apoyados por la Pastoral
y muchos de los integrantes de este programa (su ex coordinador, algunos miembros del
equipo técnico de apoyo y varios técnicos de campo) provienen de este sector de la
iglesia católica, con antecedentes de trabajo con la población rural más pobre.
Vale señalar que la presencia de la Pastoral Social y sobre todo del Obispo Piña
han sido fundamentales tanto en el trabajo con la población en cuanto a información
sobre sus derechos y búsqueda de alternativas, como también, al constituirse como
canal de divulgación y vehiculización del conflicto de ocupación de tierras privadas 63, y
de reclamos de productores a nivel provincial y nacional. En este punto inicial los
mediadores ante los otros protagonistas del conflicto han sido los miembros de la
Pastoral. (Otero et al, 2001). Cabe mencionar aquí que fueron parte de dicho proceso el
INDES y la ONG APHyDAL (Asociación de Promoción Humana y Desarrollo
Agroecológico Local).
La Pastoral Social se disuelve como equipo de trabajo a partir del cambio de
Obispo. Según ex miembros de esta organización la llegada de un nuevo obispo cerró
las puertas a quienes se encontraban trabajando previamente. A pesar de esto, el trabajo
con esta población sigue dándose con otras instituciones y organizaciones, es así que
algunos productores que en su momento participaron en la lucha por la tierra ligados a
63
De acuerdo a Baranger (2008), el epicentro simbólico de la lucha de los ocupantes misioneros fue -y continúa
siendo- Pozo Azul; situado en el Departamento de San Pedro en el límite de los dos latifundios ocupados de mayor
extensión: Colonizadora e Intercontinental. Para más información ver Kostlin (2005) y (2010).
48
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
la Pastoral y hoy luchan por el acceso a ciertos recursos (agua, luz, subsidios, escuelas,
etc.), siguen participando en Ferias de Semillas y otras actividades vinculadas al
Movimiento Semillero.
Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana
El INDES es una ONG que viene trabajando en Misiones desde 1981, y por lo tanto
tiene mucha experiencia de trabajo con pequeños productores. Comenzó a trabajar junto
a la Pastoral en la zona de San Pedro, estuvo acompañando los conflictos por la tierra y
hoy sigue trabajando en la zona.
La relación de INDES con el PSA se da tanto a través de su participación en la
UTCP como en el trabajo en campo con los productores. INDES se encuentra registrado
en el programa como proveedor de asistencia técnica y capacitación. Se acuerdan
estrategias y líneas de trabajo así como el marco político de desarrollo de que tienen
cada uno por su lado y en común para ver como el programa puede favorecer o
promover esas instancias de trabajo.
Esta institución promueve estrategias de autoconsumo y brinda muchísima
importancia a la formación de dirigentes. De acuerdo a un documento de la
organización:
“Colabora y articula con las organizaciones locales y grupos
humanos, en el análisis de sus problemas y necesidades, en la
planificación, ejecución de proyectos y actividades destinadas a
superarlos. Trabaja en cuestiones vinculadas al mejoramiento del
autoabastecimiento, la capitalización y los ingresos, el acceso a
derechos sociales básicos y a la generación de empleo desde una
perspectiva de desarrollo sustentable. Contribuye mediante
formación y capacitación en aspectos técnicos, organizativos y
administrativos, y acompaña gestiones de apoyo financiero. Además
facilita la representación de las organizaciones de base en los
espacios de consulta y participación de los organismos y programas
estatales a escala municipal, provincial y nacional, entre otras
actividades.”(Registro de experiencias, rescate, identificación, y
mejoramiento de variedades de maíces locales)
El INDES ha trabajado junto a organizaciones de productores en el rescate y
selección de variedades de semillas, mandioca y caña de azucar, con el objetivo de
promocionar las variedades locales más eficientes. Si bien para algunos miembros del
49
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Movimiento esto arrasaría con la diversidad local de la misma manera que los híbridos,
técnicos del INDES sostienen que hay variedades que tienen una producción muy pobre
y que de todos modos esta discusión es muy compleja. Sobre la experiencia llevada
adelante con productores del Municipio de San Pedro entre el 2002 y el 2007, sostienen
lo siguiente:
“La finalidad del trabajo que se viene realizando desde el INDES con los
productores es rescatar, describir y mejorar las variedades de maíces a partir de
prácticas de selección, pretendiendo lograr un mayor conocimiento sobre las mismas,
sus características, adaptabilidad, y posibilidades que brindan de aumentar la
producción. Además, disponer de semillas de estas variedades de maíces para la
producción propia, su multiplicación y difusión.64” (Op Cit)
Si bien algunas de estas actividades las realizan en forma independiente al
Movimiento Semillero, es una de las instituciones participantes que más ha sostenido el
trabajo y los objetivos de éste. Me refiero tanto a los técnicos que colaboran con las
ferias y otras actividades del Movimiento, como a los productores vinculados al INDES
que participan en las mismas.
La Red de Agricultura Orgánica de Misiones
La RAOM, conformada en 1993, incluye entre sus miembros productores,
asociaciones, ONG’s y técnicos de distintas instituciones. Para Simón Blaser, ex
secretario de la RAOM, esta es… “… como expresa la palabra Red, una organización
abierta y multifacética. Integra organizaciones públicas y de la sociedad civil,
productores, técnicos, consumidores, etc., sin categorizar a sus integrantes”.
En cuanto a su enfoque y líneas de acción, Blaser define a la RAOM como un
lugar de encuentros múltiples a favor de la agricultura y se refiere a esto como… “Una
causa nada fácil frente a los presupuestos comerciales del agrobusiness basada en
monocultivos, tóxicos, consumo, destrucción irreversible de recursos naturales y
comercialización engañosa de sus frutos poco favorables a la salud de los
consumidores. Por definición quien defiende la agricultura no tiene nada a “vender”
porque la agricultura es autosuficiente y genera sus propios recursos al mismo tiempo
que produce alimentos – así mismo, sin propuesta comercial, la RAOM consigue estar
“Ello fue incentivado al comprobar la persistente pérdida de las variedades en las sucesivas “Ferias de Semillas”
desarrolladas tanto a nivel provincial como locales, y en oportunidad de realizarse un programa de acopio para el
Programa Alimentario Nacional y corroborar la mezcla de variedades, impurezas, etc.”
64
50
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
presente en muchas o casi todas las actividades de la agricultura orgánica en la
provincia y también se proyecta más allá de la provincia con una base administrativo y
económica más que modesta. Actúa en movimientos como los de las ferias francas o
ferias de semillas, en organizaciones de extensión rural, etc. dando sus impulsos para
la cura de nuestra agricultura, sirviendo de plataforma de constante renovación e
innovación tecnológico y social.”
Es así que la RAOM promueve la agricultura familiar agroecológica y
agropastoril como propuesta de desarrollo y forma de vida, frente a los postulados de la
economía de libre mercado y a sus consecuencias entre los pequeños productores y el
medio ambiente -agrotóxicos, monocultivo, desforestación, dependencia de insumos
externos-.
Diversos miembros de esta organización pertenecen a varias instituciones a la
vez, tales como el ex PSA o el INTA y muchos de estos pertenecen al Movimiento
Semillero.
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
El INTA es un organismo creado en 1956, con el propósito de… “… impulsar y
vigorizar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuarias y acelerar con los
beneficios de estas funciones fundamentales: la tecnificación y el mejoramiento de la
empresa agraria y de la vida rural”65. Depende de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA), con autarquía operativa y financiera.
De acuerdo al sitio web del Instituto, su objetivo central es contribuir a la
competitividad del sector agropecuario, forestal y agroindustrial en todo el territorio
nacional, en un marco de sostenibilidad ecológica y social; “Prioriza entre sus acciones
la generación de información y tecnologías para procesos y productos de este vasto
sector, poniendo los mismos al servicio del productor rural a través de su sistema de
extensión.”
El INTA se encuentra realizando acciones en todo el territorio misionero. Su
estructura en la provincia consta de un centro regional, dos estaciones experimentales
(Cerro Azul y Montecarlo), y ocho agencias de extensión rural (Oberá, Apostoles, San
Javier, Aristóbulo del Valle, San Vicente, Puerto Rico Eldorado, Bernardo Irigoyen). A
65
http://www.inta.gov.ar/ins/presenta.htm
51
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
través del Programa Minifundio tiene grupos de trabajo con pequeños productores en
distintos departamentos de la Provincia, y a través del PROHUERTA 66 trabaja con
población periurbana y rural en toda la provincia.
De esta institución participaron originalmente en el Movimiento, técnicos de
la Agencia de Extensión Rural – INTA San Vicente, vinculados al Proyecto
Minifundio. Tal es el caso de Silvana Zimmermann y Mauricio Colombo. Para
algunos miembros, este último es “el padre de la criatura”, en alusión al
Movimiento Semillero. Ambos empezaron trabajando con semillas mejoradas, pero
luego siguieron trabajando con rescate de semillas locales, es decir, adaptadas a la
zona.
Técnicos rurales y pequeños productores
Si bien aquí se ha hecho alusión a instituciones en general son sólo
individuos o grupos de individuos aislados dentro de estas instituciones los que
adhieren a la ideología del Movimiento Semillero, utilizando así a las instituciones
a las que pertenecen como herramienta para viabilizar sus líneas de acción. Esto
pasa principalmente con el INTA y el PSA por ser organismos del Estado que se
enfocan más bien en la aplicación de nuevas tecnologías y en el crecimiento de los
pequeños productores. Tal es así que el importante aporte de fondos por parte del
INTA, tanto en las ferias realizadas en el 2008 como en 2009, fue considerado
como una novedad. En cuanto a la Secretaria de Agricultura (ex PSA), sus
integrantes reconocen que… “… si bien el ministerio (MAyP) colabora con fondos
para actividades tales como talleres organizados por el Movimiento Semillero,
habría que ver si realmente quieren apoyar eso o si en realidad sólo es para no
hacer un cambio muy brusco.” (Ex técnico PSA). Esto indica que la orientación
agroecológica que ha tenido el PSA no necesariamente es la que predomina en la
nueva estructura inserta en el Ministerio de Agricultura, pero que representa a cierto
sector de los técnicos que luchan por su reconocimiento.
66
Financiado por la Secretaría de Desarrollo Social de la Nación, como parte del Programa de Políticas Sociales
Comunitarias desde 1992, es ejecutado por el INTA. A partir del 2004 y bajo el nuevo gobierno nacional el Pro—
Huerta continúa en ejecución bajo la órbita de la Secretaría, como parte del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria
“El Hambre Más Urgente”, creado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
52
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
En el caso de la última Feria de Semillas, realizada en Wanda en julio del
2010, las entidades que colaboraron económicamente fueron la municipalidad local
y otros municipios (los cuales contribuyeron con el traslado de los participantes),
comercios locales, Iglesia Luterana e Iglesia Evangélica del Río de la Plata
(también miembros del Movimiento Semillero67), UTERMI (Unión de Técnicos
Rurales de Misiones), INDES, INTA (Programa Pro-Huerta, IPAF NEA, ProFeder,
Centro Regional Misiones), Ministerio de Trabajo de la Nación, Proyecto Araucaria
XXI, Proyecto Porvenir, UNEFAM (Unión de EFA’s) y R.A.O.M.
Si bien desde el Movimiento las declaraciones apuntan a que este se
encuentra conformado tanto por productores como por técnicos, nos hemos
enfocado en el grupo fundante del movimiento, en el cual predomina la presencia
de los denominados “técnicos”. Es por eso necesario hacer una breve mención a qué
se hace referencia al decir “técnicos” en el ámbito rural de la provincia.
Al preguntar a distintos productores de diversos puntos de la provincia ¿Qué es
un técnico? las respuestas suelen ser del tipo “están capacitados”, “tienen libro”, “tienen
estudio”, “son los que acompañan”, “los que capacitan”.
La figura del técnico casi siempre hace alusión al extensionista de determinada
institución –ya sea gubernamental o no gubernamental- que posee determinados saberes
generales obtenidos en su formación académica, los cuales se irán complementando con
saberes que obtendrá a lo largo de su experiencia sobre el terreno. Hay técnicos que no
son de la zona y que han venido a Misiones a partir de su formación terciaria o
universitaria. Y hay técnicos que son hijos de productores y que han logrado realizar
estudios terciarios o que por su trayectoria ahora trabajan como técnicos. Su formación
de base puede provenir tanto de la agronomía, la veterinaria o la bromatología, como de
un secundario con orientación agrícola, e incluso de las ciencias sociales.68
Por otro lado, sin el aporte de la presencia y el constante trabajo de numerosas
organizaciones de pequeños agricultores que participan en distintos espacios de debate y
de construcción de alternativas para el sector (Foros de la Tierra, Ferias de Semillas,
67
Para más información sobre el papel de estas en las reivindicaciones de pequeños productores en los últimos años,
ver Fernández (2006).
68 Como es el caso de algunos trabajadores sociales y antropólogos que trabajan en entidades gubernamentales y
ONG’s de la provincia.
53
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Ferias Francas, LAICRIMPO69, emprendimientos, cooperativas, etc.), el Movimiento
Semillero no sería más que un discurso. Tal es el caso de las mujeres de Colonia
Paraíso (San Pedro) quienes han conformado la Cooperativa Unión y Progreso con
acompañamiento del INDES. Esta cooperativa ha participado en los inicios de las Ferias
de Semillas, pero es importante considerar que a los productores les es más difícil
participar sostenidamente, ya que no tienen las facilidades de movilidad y los sueldos
fijos que sí poseen los técnicos. De esta zona también han participado diferentes grupos
de base de la Subsecretaria de Agricultura Familiar y del INDES, tal es el caso este año
de OPFAL (organización de pequeños productores familiares agroecológicos locales),
de la Comunidad de pequeños productores familiares de la zona uno y en años
anteriores: Productores de la Cooperativa Siete Estrellas, Productores Unidos de ruta 20,
Portón Viejo, Pozo Azul. Como también grupos de base y promotores de INTA Pro
Huerta, como sucede en la zona de Puerto Rico, Jardín América y en otros lugares de la
provincia.
En cuanto a la zona de Iguazú, Wanda, Libertad, se encuentran la Asociación de
productores cebolleros, Cooperativa Grupo San Benito, Cooperativa Tupi Kua,
Asociación de productores de Santa Rosa, Asociación el Hornero, Asociación de Sierra
Morena, Asociación Nueva Argentina, Asociación Lanusse, Grupo Neike, Asociación
de productores de tacuaral, Asociación de productores del puerto. La mayoría grupos de
base del INTA Pro Huerta articulados con la casa del colono, las municipalidades, la
Subsecretaria de agricultura Familiar. También se trabaja en forma articulada con
programas de Salud Pública con grupos de trabajo sobre nutrición.
Como éstas, muchas otras organizaciones participan en una red que nutre y da
beneficios (en conocimientos, en infraestructura, económicamente, en viajes, en
experiencias) pero que a la vez sostienen con el trabajo cotidiano, ya sea asistiendo a
talleres y reuniones como protegiendo, reproduciendo e intercambiando semillas.
Algunas de estas son: APAM (Asociación de Productores Agrícolas de Misiones),
ODHAT (Organización para el desarrollo humano, ambiental y tecnológico), Juventud
Cooperativa de Montecarlo, grupos de mujeres de floricultura, Productores de Mado y
Alicia Unidos, Red Cañera, PIP (Productores Independientes de Piray), UTERMI,
69
“Laicrimpo- salud” es un movimiento popular por la salud integral que se inicia en las provincias del nordeste
argentino.
54
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
MOCAMI, Municipios Unidos, Productores Rurales, Unión de Familias Agrarias,
Cooperativa Mbororé, Grupo “Los del 9”, PROFASUR70.
A lo largo de los años han participado productores de la mayoría de las Ferias
Francas de la Provincia, grupos de base de PSA, del INTA Pro Huerta, con sus
respectivos nombres. A su vez han participado comunidades aborígenes de distintas
localidades de la provincia, como ser comunidades de Cdte. Andresito, de Pozo azul, de
Capiovi, de San Vicente, de Montecarlo, Mado, Aristóbulo del Valle, Iguazú, etc.
Jornada de intercambio de maíces del Pueblo Guaraní, Ruiz de Montoya71.
Los comienzos
Al remontarse al surgimiento de las ferias de semillas uno de los miembros
fundadores del movimiento me comentaba que todo surgió cuando varios técnicos que
trabajaban con pequeños productores desde diferentes programas con inquietudes en
común comenzaron a conformar una red interinstitucional:
70
En los últimos años han surgido muchas organizaciones de pequeños productores, tal es el caso de PROFASUR
(Productores Familiares del Sur). A diferencia del centro y norte de la provincia, en la zona sur no existía una
organización que nuclee a gran parte de los productores. PROFASUR surge en el 2008 y actualmente forma parte del
Foro departamental de agricultura familiar de San Ignacio y de otros departamentos del sur de la provincia.
71
Se realizó en la chacra de la médica responsable de la salita de Ruiz de Montoya, miembro de la
RAOM y de la Asociación Biodinámica Argentina.
55
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
“(…) nos dábamos cuenta de que la semilla era algo muy sentido para la
gente y era, como por ejemplo, el padre que le da la herencia al hijo para
que haga su propia familia y tal vez lo más apreciado era un manojo de
semillas para que vuelva a armar su chacra en otro lado, reproducir toda
la diversidad de los padres en otro lugar, y eso era muy fuerte, por
ejemplo que los vecinos se intercambiaran las semillas aprovechando las
reuniones o las visitas de uno a otro y que cuando uno perdía una semilla
por una seca o por cualquier otra circunstancia, sabía que en los
alrededores tenía algún pariente o algún vecino que le iba a dar esa
semilla, que a lo mejor alguna vez se la dio ese mismo productor u otro,
entonces todo ese intercambio se nos ocurrió hacerlo una fiesta. Roberto
Cametti, que fue el padre de todo esto, que fue el que tuvo la idea, el había
visto en otros países como Brasil y en algún otro país de Latinoamérica
que hacían estos eventos. Entonces decidimos hacer la primera feria en
San Vicente, un poco para llevar a una gran fiesta todo este intercambio
de semillas. (Técnico del INTA)
Si bien, como antecedente de las ferias que se suma a la historia organizativa del
sector rural en la provincia, ya se venían realizando acciones en defensa de la
biodiversidad agrícola como la revalorización y recuperación de las semillas campesinas
y charlas debate sobre los impactos de la revolución verde en el país en encuentros de
agricultores, fue en el 2005 que se conforma el “Movimiento en Defensa de la Semilla
Campesina” de Misiones con el objetivo de llevar adelante más acciones y funcionar
como un espacio de articulación para enfrentar la situación de la agricultura familiar, el
acceso a la tierra por los pequeños agricultores, la concentración de la tierra, el avance
del pino sobre tierras agrícolas, la introducción de semillas transgénicas, entre otros.
Vía Campesina y GRAIN
De acuerdo a Arellano (2005), la organización que inició el planteo de la
necesidad de la recuperación de semillas en Misiones fue la ONG RAOM (Red de
Agricultura Orgánica de Misiones) “sustentada básicamente en las propuestas de las
organizaciones internacionales VIA CAMPESINA y GRAIN” (Arellano: 2005).
La relación con Vía Campesina es más bien una adscripción ideológica a los
preceptos de esta organización, como ser la lucha por los recursos naturales y la
soberanía alimentaria. La asociación que mantenía vínculos más estrechos con esta
organización hoy ya no se encuentra trabajando en conjunto con el Movimiento
Semillero. Me refiero a APHyDAL (Asociación de Promoción Humana y Desarrollo
Agroecológico Local), entidad que comenzó a trabajar en la zona nordeste de la
56
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
provincia como parte de la Pastoral Social de la Diócesis de Iguazú y que desde el 2004
organiza ferias de semillas y actividades afines a la temática, independientemente del
Movimiento Semillero.
Para Baranger (2008) Vía Campesina… “… no agrupa solamente a
‘campesinos’, en el sentido antropológico social clásico, sino que apunta a un concepto
de campesino ampliamente resignificado, mediante la incorporación de dimensiones
novedosas como el ecologismo antiproductivista y la antiglobalización” (2008: 56).
Este autor reconoce en esta organización fundada en 1993 un proyecto altermundista
con ansias de cambiar el sistema planetario neoliberal.
De acuerdo a la página web de este ‘Movimiento Campesino Internacional’ sus
objetivos son… “Desarrollar la solidaridad, la unidad en la diversidad entre las
organizaciones miembros para promover las relaciones económicas de igualdad, de
paridad de género, de justicia social, la preservación y conquista de la tierra, del agua,
de las semillas y otros recursos naturales; la soberanía alimentaria; la producción
agrícola sostenible y una igualdad basada en la producción a pequeña y mediana
escala”. Este movimiento se integra por 148 organizaciones provenientes de 69 países
de Asia, África, Europa y el continente Americano.
En el caso de GRAIN, se trata de una organización internacional que comenzó
su historia a principios de los 80 con activistas preocupados por la pérdida de la
57
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
diversidad genética y que en los 90 se constituyó legalmente como fundación
independiente sin fines de lucro -con sede principal en Barcelona, España- con el
propósito principal de apoyar a agricultores de pequeña escala y a movimientos sociales
en sus luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y
controlados comunitariamente. Su trabajo consiste en producir investigaciones e
impulsar la conformación de redes a nivel local, regional e internacional, orientándose
mayormente hacia África, Asia y América Latina. Si bien su sede se encuentra en
Barcelona, GRAIN diversifica su equipo con representantes de distintos continentes.
La relación con GRAIN tuvo sus comienzos previamente a la conformación
del Movimiento Semillero, más precisamente con la R.A.O.M. A diferencia de la
relación con Vía Campesina, las relaciones del Movimiento Semillero con GRAIN
permiten llevar adelante acciones conjuntas en el plano práctico, tales como talleres de
formación sobre cuestiones legales que rondan la temática sobre semillas, o bien sobre
el cambio climático. Cierto referente de esta organización, hace mención de sucesos
tales como la Cumbre de los Pueblos (Río de Janeiro, 1992) y sobre tratados
internacionales que allí se pusieron en marcha como fueron el Convenio sobre Cambio
Climático y el Convenio sobre Biodiversidad (COB). Sobre este último comenta:
“Una de las cosas claves que marcó fuerte el COB –que venía siendo una
pelea de países del sur- es que hasta el 92 los recursos genéticos y la
biodiversidad eran patrimonio de la humanidad, no había una posibilidad
de los países de reclamar por sus semillas, plantas, etc. El convenio
establece por primera vez que la biodiversidad es patrimonio de cada país
y que entonces el acceso a la biodiversidad es una decisión soberana de
cada país. Entonces eso significó por un lado un gran avance porque los
países podían decir “no queremos que nos pirateen la biodiversidad,
podemos protegerla, podemos crear leyes de acceso” y al mismo tiempo
significó una enorme trampa porque una vez que esta establecida una
norma de acceso la biodiversidad se puede poner en venta y abrió las
puertas para toda la oficialización de la piratería como son la mayor parte
de los países del sur, con los gobernantes que tienen.
Pero entonces, el COB empieza a funcionar, Argentina lo ratifica en el 94,
a partir de ahí es una parte más –Estados Unidos no lo ratifica nunca por
ejemplo, lo desconoce- y en el 96, Argentina organiza la conferencia de las
partes. Te imaginas, María Julia Alsogaray era la secretaria de Recursos
Naturales, lo que se podía esperar de eso. Entonces me proponen que
organicemos nosotros una reunión -que bautizamos enseguida “Los
Pueblos en la Convención”, con la idea de marcar la presencia de
indígenas, campesinos, etc.- y nosotros organizamos una reunión
internacional, con pocos participantes, con esas personas, pero exigimos
que por lo menos 10 de esos 40 de todo el mundo fueran de Argentina.”
58
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Al pensar en los comienzos, se recuerdan distintos acontecimientos tales como
un taller con mujeres en 1996 y la mencionada Reunión de los Pueblos en la
convención ese mismo año. Esta última consistió en una reunión alternativa a la
conferencia de las partes que se realizaría en Buenos Aires, para discutir el Convenio
sobre Diversidad Biológica, puesto en marcha en la Cumbre de la Tierra de 1992 en
Río de Janeiro. A su vez se reflexiona sobre procesos de aprendizaje que se fueron
atravesando:
Ahora ya se conocen las ferias pero en el origen… ¿cómo se convocaba a
los productores? ¿A que se los invitaba? ¿Sabían a qué iban?
Lo que pasa es que fue al revés. En el origen fue una toma de conciencia
de nosotros los técnicos. En el 96 se organizó un taller de mujeres
campesinas en Oberá, organizado por el PSA -Creo que era por el PSA y
el MAM y no sé qué…- para hablar diferentes temas acerca de la realidad
de género y una de las cosas que se había organizado para ese taller era:
se le había pedido a Mauricio que hable un poco de semillas, porque
Mauricio hacía muchos años que ya venía dedicándose al tema y en la
distribución de roles, el cuidado de las semillas está más en las manos de
las mujeres. Mauricio había armado qué es lo que iba a charlar, qué es lo
que iba a plantear, y había llevado una buena cantidad de semillas. Y
como para provocar el tema Mauricio tira un paño en el piso y
desparrama las semillas todas mezcladas y la consigna era que cada una
elija una semilla… no las podían parar, no podían seguir con lo que
estaba previsto inmediatamente. Unas decían “¡mira esa semilla que no sé
qué… que había en mi casa!” y así.
Y entonces ahí hubo una toma de conciencia de cómo hacemos para
meternos más en este tema. Entonces se fue trabajando la cosa y en agosto
del año siguiente se hizo la primera feria. Y no es un tema que tenés que
provocar mucho. (Miguel, ex técnico del PSA)
Carolina (técnica de la Secretaría de Agricultura Familiar) reconoce distintos
puntos de partida:
“viene de distintas puntas el origen. Por parte de algunos, los que
estábamos en la RAOM habíamos participado en el 96 en un encuentro
que se hizo en Buenos Aires de muchas ong’s del país como parte de una
cosa que en muchas partes del mundo se empezó a hacer, que era tomar
conciencia del problema que estaba habiendo de erosión genética, de
cómo se estaba perdiendo la diversidad por el avance de la… por la
modernización de la agricultura que plantea el monocultivo y las semillas
mejoradas, entonces se estaban perdiendo las semillas campesinas. Y por
otro lado, en la provincia el equipo técnico de San Vicente venía de Santa
Fe y traía semillas mejoradas como propuesta técnica, la gente no las
adoptaba, no las quería y ellos empezaron a ver lo que tenía la gente.
Haciendo ensayos empezaron a ver que era mucho mejor la semilla que
tenía la gente, porque está adaptada a la zona, porque la gente elige por
otras cualidades, no solamente por el rendimiento. Bueno, juntando todo
eso hicimos todos un compromiso de empezar a fomentar y recuperar lo
que era el intercambio de semillas”.
59
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Sobre cómo y por qué se mueve el Movimiento
Aquellos que participan del Movimiento atienden a un modelo integral tanto en
lo social como en lo ambiental, y muchos de ellos se alistan en la lucha por un modelo
agroecológico. Carla De Micco (2008) señala que en el campo del desarrollo rural en
Misiones existen técnicos que adhieren a diferentes “paquetes” de ideas: el
desarrollista, el organizativo y el agroecológico.
“El modelo agroecológico hace referencia a la necesidad de tener en
cuenta los aspectos sociales y de conservación de la naturaleza. Se
contrapone a la modernización agrícola de la revolución verde, y al
modelo de los agronegocios, asociado a la ganancia inmediata,
ambientalmente destructiva y sin distribución de los beneficios” (2008: 7).
En su libro La invención del tercer mundo (1998) Arturo Escobar plantea el
surgimiento de un discurso alternativo al tipo de concepciones de desarrollo como las
que dan un empuje a la Revolución Verde. Tal es el caso de la escritora y militante
Vandana Shiva, para esta autora hoy nos encontramos ante un panorama de
totalitarismo alimentario, de monocultivos que destruyen las alternativas para personas
sin acceso a alimentos diversos y seguros producidos ecológicamente, de trasgresión de
los derechos a una soberanía alimentaria y de los derechos de los agricultores y de
protección de los derechos de las grandes empresas.
“El derecho de las grandes compañías a alimentar a la fuerza a los
ciudadanos del mundo con alimentos culturalmente inapropiados y
peligrosos se ha convertido en absoluto. El derecho a la comida, el
derecho a la seguridad, el derecho a la cultura, están siendo tratados
todos ellos como barreras al comercio que han de ser desmanteladas”
(Shiva, Vandana, 2003).
El avance de la frontera de los monocultivos -en cualquiera de los cinco
continentes- y el modo en que estos repercuten en la situación económica, social,
política de los pequeños productores, amenazando a la vez a la reproducción de la
biodiversidad plantea una necesidad de rescatar y socializar las alternativas existentes a
estos sistemas productivos.
Un caso paradigmático es el del negocio de los transgénicos y del patentamiento
de los recursos genéticos. Debido a la modificación genética de las semillas, solamente
la descendencia de la primera generación se beneficia con el cruce de las líneas
parentales. Esto significa que la composición genética de la semilla ya no funciona de la
misma manera si es usada para la cosecha del año siguiente, de modo que el agricultor
tiene que volver cada año al distribuidor para obtener nuevas semillas híbridas,
60
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
generándose así un lazo de dependencia no sólo económico sino también social y
político. Cuando digo dependencia social me refiero a que al reproducirse la situación
de compra de semillas año tras año se da la pérdida de ciertas prácticas de intercambio y
conservación que han servido a campesinos e indígenas como una red productora a lo
largo de muchas generaciones. Numerosas publicaciones gráficas, audiovisuales y
virtuales, dan testimonio de esta realidad. Si bien esto sucede en todo el mundo, las
poblaciones más afectadas son las de pequeños productores e indígenas de América
Latina, Asia y África. En cuanto a la dependencia política, me refiero a que el
monopolio semillero ha tornado difícil acceder a otra opción que la que imponen las
empresas semilleras más fuertes. A su vez, determinado tipo de semillas mejoradas
genéticamente por grandes compañías no tienen éxito si no es en compañía de los
agrotóxicos que venden estas mismas empresas y que –de acuerdo al discurso
agroecológico- rompen con el ciclo natural del medioambiente dañando así la tierra,
contaminando el agua y destruyendo la biodiversidad. Si a esto se suma que los
monocultivos arrasan con las poblaciones boscosas nativas, la alteración llega a generar
a corto plazo la aparición de plagas y la merma de las fuentes de agua, y a largo plazo
severas alteraciones del clima. Si bien en la Provincia de Misiones los transgénicos no
tienen tan fuerte presencia como en otras provincias del país, gran parte de la soja
producida sí lo es y ya se puede encontrar maíz transgénico. Este último, a diferencia de
la soja que se autopoliniza, es altamente contaminante ya que su polinización puede
recorrer varios kilómetros. De acuerdo a lo sostenido por técnicos de INDES, en diez
años los transgénicos podrían contaminar genéticamente a todas las variedades de maíz
de la región.
Para Ferrara: “El uso intensivo de agroquímicos y de semillas genéticamente
modificadas en millones de hectáreas como modalidad predominante del capitalismo
neoliberal, tiene su expresión en Misiones (…) en una metodología salvaje de
fabricación de madera que produce un acelerado desequilibrio ecológico de
consecuencias catastróficas” (2007:279). Lo cierto es que los riesgos a los que es
expuesta la población por el uso y mal uso de agroquímicos se repite también en la
provincia con cultivos tradicionales tales como el tabaco y la yerba –y actualmente con
los cítricos-. Como señalan Gortari y Oviedo (2001) en un trabajo donde analizan la
viabilidad de políticas de manejo de plaguicidas en el cultivo de la yerba mate:
61
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
“La aplicación de tecnologías desarrollistas en la agricultura impulsada
por la llamada ‘revolución verde’, se extendió a los cultivos regionales y
también a la Yerba Mate, priorizando altos rendimientos de corto plazo por
sobre la sustentabilidad del agrosistema.” (2001; 97)
De acuerdo al censo tabacalero 98/99, de los 20 mil productores yerbateros de
ese entonces, más de 7 mil eran también productores de tabaco. A su vez, en el censo
tabacalero 2002 el número de familias vinculadas al tabaco ascendía a 16.201. De
acuerdo a Baranger y Castiglioni (2006) los tabacaleros son en su mayoría productores
familiares, propietarios u ocupantes de pequeñas extensiones de tierra y para muchas de
estas familias el tabaco es prácticamente la única alternativa para generar ingresos
monetarios y obtener una cobertura de salud.
De acuerdo a estos dos artículos, tanto en el caso de la yerba como en el del
tabaco el uso de plaguicidas sigue siendo alarmante a pesar del intento de instaurar un
manejo integrado de plagas. Si consideramos que en su mayoría estos cultivos se llevan
adelante por productores familiares y que en muchos casos conviven con la producción
de alimentos, podemos entender la importancia que otorga el Movimiento Semillero a
lograr la inclusión de cada vez más pequeños productores para lograr la reconstrucción
y socialización de tecnologías social y ambientalmente sustentables.
¿Guardianes de la Biodiversidad?
Como se puede leer en el afiche que se observa a continuación, el Movimiento
por las Semillas Campesinas o Movimiento Semillero es una red integrada por familias
agricultoras, técnicas y técnicos, organizaciones, iglesias, entes gubernamentales,
escuelas agrícolas, ONGs.
62
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Figura 1
Aquí también se pueden observar a primera vista dos consignas basadas en la
tenencia y circulación de semillas: “Las semillas en manos de los agricultores” y
“Semillas, patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad”. Ambas sostienen la
idea de que de esta manera se garantiza la identidad cultural campesina y la
conservación de la biodiversidad. Pero esta concepción que incluye al poblador local no
63
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
siempre fue la imperante en el movimiento ambientalista misionero, el cual en las
últimas dos décadas ha ido incluyendo a los pobladores rurales por medio de la difusión
de una producción más sustentable. Es así que se ha ido reunificando la dicotomía
naturaleza/sociedad en donde la conservación de la naturaleza y de las especies locales
no tenía lugar para los ‘pobladores tradicionales’, a quienes consideraba como intrusos.
(Ferrero, 2008).
Pelegrini (2006) propone un debate sobre la manera en que las concepciones
basadas en la relación naturaleza / cultura han influenciado a la noción de patrimonio y
a las políticas públicas tendientes a proteger los bienes culturales latinoamericanos. De
acuerdo a esta autora, en los últimos años del S.XX e inicios del S.XXI se comienza a
plantear que todo el patrimonio se configura y se engendra mediante sus relaciones con
la cultura y el medio:
“No século XXI, o reconhecimento das chamadas populações tradicionais
e da sua possível contribução para a conservação e manutenção da
diversidade biológica apontou o surgimento de um ecologismo
diferenciado daquele emergente nos países industrializados que
sacralizavam o mito da “naturaza intocada”, dois séculos antes. A
acepção do “equilíbrio dos ecosistemas” e do “novo naturalismo”,
manifestos por meio de movimentos sociais, primou pela diversidade
cultural e pela união entre o homen e a naturaza de modo a garantir a
gestão democrática dos espaços territoriais e o adecuado manejo das
áreas de proteção ambiental.” (2006: 118)
El lugar de los pobladores tradicionales como guardianes de la biodiversidad
comenzó a reconocerse mediante las circunstancias signadas por numerosas reuniones
internacionales que marcaban la importancia por la preservación de los recursos
naturales, siendo la década de 1990 una época particularmente importante para esta
reivindicación. Como señala Zanirato:
“A relação estabelecida entre a preservação dos recursos e os
conhecimentos tradicionais indicava o valor atribuído à diversidade, que
advinha do conceito antropológico de cultura e da importância que esta
confere á diversidade cultural da humanidade.” (2006: 260)
Pero Pelegrini nos advierte:
“Ainda assim, faz-se necesario atentar para as armadilhas decurrentes das
visões simplistas que, por um lado, apostam na posibilidade de a
tecnología moderna reverter qualquer impacto das actividades humanas
sobre a natureza, e por outro, defendem que as populações tradicionais
figuram como “conservacionistas natos” (Pelegrini: 118-119)
64
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Sobre este enfoque la autora resalta las dimensiones sociales que adquiere el
patrimonio ambiental mediante una perspectiva dinámica que fomenta la conciencia de
uso común del medio y la responsabilidad colectiva por el espacio, ya que cualquier
esfuerzo es vano si las poblaciones no reconocen la importancia de su propia cultura y
su medio ambiente para salvaguardar su soberania. Para Pelegrini:
“(…) os grandes desafíos para aqueles que se dedicam à defesa dos bens
culturais não se circuncrevem à descoberta dos meios eficazes para o
desenvolvimento da educação patrimonial ou da educação ambiental, mas
englobam o despertar da consciencia e do apreço a esses bens.”
(Pellegrini: 125)
Talleres en Feria de Semillas. Fotografía de Silvia Goya
Pero, ¿Qué es un Movimiento?
Hasta aquí hemos leído la palabra Movimiento repetidas veces: movimiento
cristiano, movimiento agrario, movimiento campesino internacional, movimiento
ambientalista, movimiento semillero… la lista podría seguir más allá de los límites de
lo tratado en este trabajo pero no por eso desvinculándose de la temática. La idea de
movimiento es algo de lo que no podemos escaparnos. Al preguntar a una ex técnica
65
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
del PSA sobre qué era para ella el Movimiento Semillero compartió conmigo una
reflexión casi circular: “Es como un movimiento, no tan estructurado y planificado,
mientras se mueva, esa es la idea”. Y quizás esta idea se pueda aplicar también a las
propias semillas y a la intención de que estas puedan circular libremente. Justamente, a
uno de los objetivos del movimiento semillero: la movilidad de las semillas y de los
saberes que estas acarrean.
Pero veamos qué se dice desde las ciencias sociales. Giddens define a un
movimiento social como a:
Un intento colectivo de promover un interés común, o de asegurar un
objetivo compartido, mediante la acción colectiva en el exterior de la
esfera de las instituciones establecidas. (1991: 659-660)
Si bien este autor reconoce haber propuesto una definición demasiado amplia,
considera que esto es necesario debido a las variaciones entre los diferentes tipos de
movimientos:
Muchos movimientos sociales son muy reducidos, comprendiendo, quizá,
menos de unas docenas de miembros; otros pueden incluir miles e incluso
millones de personas. Algunos movimientos llevan a cabo sus actividades
dentro de las leyes de la sociedad o sociedades en las que existen, mientras
que otros operan como grupos ilegales o clandestinos. (Op. Cit: 660)
Según Doug Mc Adam (En: Laraña, E. y Gusfield, 1994) el estudio de los
nuevos movimientos sociales ha convertido a los factores culturales y cognitivos en
aspectos centrales sin por eso negar la importancia de los factores políticos, económicos
y organizativos. En este sentido, ya no se habla de la adscripción a una clase como una
condición sine qua non para formar parte de un movimiento social.
Esto se ajusta sobre todo a movimientos como el ambientalista, ya que no
moviliza solamente a productores sino también a asociaciones de consumidores. Esto
sucede sobre todo en Europa pero también en lugares como el sur de Brasil, donde
podemos encontrar una fuerte tendencia a la conformación de asociaciones de corte
agroecológico: ya se trate de productores, de técnicos, de investigadores o de
consumidores.
66
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Objetivos y conceptos guías del Movimiento Semillero en Misiones
Como puede apreciarse en el afiche presentado más arriba (Ver figura 1) vemos
que se pueden reconocer dos dimensiones interrelacionadas dentro de los objetivos del
Movimiento.
Por un lado todo lo que refiere a valorizar y defender el libre intercambio de
semillas criollas y nativas como una herramienta para rescatar, conservar y multiplicar
la biodiversidad, así como para garantizar la soberanía alimentaria. Y por otro lado,
aquello que apunta a
promover la independencia de los pequeños productores,
fortaleciendo la agricultura familiar por medio de la conformación de redes y de la
realización de capacitaciones enmarcadas en una propuesta agroecológica.
Es importante recalcar que ambos son procesos que avanzan simultáneamente, y
que la herramienta del intercambio no sólo se enfoca en el material genético en sí, sino
también en el intercambio de conocimientos que contribuyen a la vida cotidiana de
familias y organizaciones de pequeños productores. El movimiento busca
constantemente generar espacios de intercambio y de articulación en pos de estos
objetivos.
En relación con el concepto de Soberanía Alimentaria, este fue expresado por
primera vez por Vía Campesina en la Cumbre Mundial de la Alimentación realizada en
Roma en 1996, y retomado en la declaración política del foro de ONGs y OSCs para la
Soberanía Alimentaria en la misma ciudad en 2002:
"La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y
países a definir sus propias políticas agrícolas, pastoriles, laborales, de
pesca, alimentarias y agrarias que sean ecológica, social, económica y
culturalmente apropiadas a sus circunstancias exclusivas. Esto incluye
el derecho real a la alimentación y a la producción de alimentos, lo que
significa que todos los pueblos tienen el derecho de tener alimentos y
recursos para la producción de alimentos seguros, nutritivos y
culturalmente apropiados, así como la capacidad de mantenerse a sí
mismos y a sus sociedades".72
De: "Soberanía alimentaria: un derecho para todos”, Declaración política del Foro de ONG/OSC para la Soberanía
Alimentaria. Roma, junio de 2002.
72
67
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
De acuerdo a un número de la revista Biodiversidad, Sustento y Culturas (2006), el
concepto de soberanía alimentaria ha surgido a partir del “(mal) uso” del concepto de
seguridad alimentaria:
"La definición oficial de la seguridad alimentaria, avalada en las
Cumbres de la Alimentación y otras conferencias de alto nivel, habla de
que todos y todas tengan una cantidad suficiente de buenos alimentos
para comer todos los días. Pero no habla acerca de dónde proviene el
alimento, quién lo produce, en qué condiciones se ha cultivado. Esto
permite que los exportadores de alimentos del Norte y del Sur
argumenten que la mejor manera de que los países pobres logren la
seguridad alimentaria es importando alimentos baratos, en lugar de
tratar de producirlos por sí mismos. Como ya resulta dolorosamente
evidente en todos lados, esto vuelve a esos países más dependientes del
mercado internacional, expulsa de sus tierras a los campesinos que no
pueden competir con las importaciones subsidiadas y que terminan en
las ciudades en búsqueda de empleos que no existen. La seguridad
alimentaria, entendida de esa forma, tan solo contribuye a crear más
pobreza, marginación y hambre.”
Consideramos que el concepto de soberanía alimentaria iría más allá del de
seguridad alimentaria, ya que no sólo se plantea el acceder a los alimentos y a los
recursos necesarios para la producción de los mismos, sino también considerar
cuestiones como costumbres culinarias, el qué y cómo comer y en qué escala producir.
Decidir qué consumir, cómo y quién lo produce de tal manera que se puedan restablecer
las relaciones con los ecosistemas existentes y reconociendo los conocimientos preexistentes en toda su diversidad. (Garay- Vidal, 2009)
Otro concepto guía para el Movimiento -fuertemente ligado al de soberanía
alimentaria- es el de Biodiversidad. Veamos que dicen al respecto algunos miembros
del Movimiento Semillero. Para Manuel (técnico del INTA):
“Es un concepto que para nosotros es muy fuerte porque imitando la
naturaleza para que haya equilibrio y algo sea sustentable tiene que haber
diversidad. Entonces este concepto lo tenemos que trasladar a la forma de
trabajar de una familia o de una región.”
Carolina (técnica de la Secretaría de Agricultura Familiar), aclara que la idea es
que junto con la valorización de las semillas nativas y criollas vaya toda una propuesta
agroecológica que promueva la diversidad, ya que en un lugar como Misiones no se
puede pasar de una selva subtropical a un monocultivo de pino, de tabaco o de yerba:
68
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
“Para sostener en el tiempo la producción en nuestra provincia tenés que
tener una variedad de plantas, de animales, de árboles, tiene que haber un
poco de todo”.
Federico (técnico de la misma institución) señala que ya no es suficiente con el
cultivo de tabaco adoptado por numerosas familias de pequeños productores para
garantizar la subsistencia. Más allá de si adhiere o no a las propuestas agroecológicas, el
pequeño productor debe diversificar tanto para el autoconsumo como para el caso de no
tener éxito con un único cultivo.
“Entonces abre el abanico y hace gallinas, vaca, chanchos, patos, poroto,
mandioca, batata, zapallo, sandía, melón. Mantener la diversidad hace a un
sistema más resiliente. Resiliente es: si yo tengo un ecosistema y se produce
una invasión de langostas, si tengo sólo maíz las langostas se van a hacer un
festín, van a arrasar con mi chacra. Si yo tengo diversidad, las langostas me
van a comer el maíz, capaz el poroto, pero no me van a comer el araticú, no
me van a comer algo del monte, del pedazo de monte que tengo, no me van a
comer el pasto. Entonces cuando yo más diversidad tengo el sistema es más
resistente a una acción externa y tiene más capacidad de recuperarse más
rápidamente. Eso es resiliencia, la capacidad de preservarse o de
recuperarse más rápido. Lo mismo para una sequía o para las lluvias.”
La soberania alimentaria reivindica la posibilidad de optar por la diversidad, la
libertad de elegir el qué y el cómo. En su búsqueda por defender la biodiversidad y la
soberania alimentaria el Movimiento realiza diversas actividades, entre las cuales las
ferias ocupan un lugar central. Porque como señala uno de los fundadores del
Movimiento: “si no hay semillas no hay agricultor, si no hay agricultor no hay
semillas”.
69
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Capítulo 3
Buscando pasos para dar
Junto al trabajo de valorización y defensa de la semilla criolla, uno de los
objetivos al que presta particular importancia el Movimiento Semillero es al de la
formación de sus integrantes en cuestiones técnicas y legislativas. El decir “técnicas”
remite a saberes y tecnologías en lo que hace a las semillas y los cultivos y los cuidados
que éstas y éstos necesitan. En cuanto a la cuestión legislativa, se enfocan en
discusiones sobre la protección de la biodiversidad a nivel nacional y mundial. Como
señalaba un integrante del movimiento:
“(…) es importante formarnos en todo lo que está pasando sobre este
tema, las presiones para modificar las leyes sobre el tema. Formarnos y
estar atentos a como contrarrestar esas cuestiones. Somos unas
hormiguitas al lado de monstruos como Monsanto y algunas empresas
semilleras que son las que hacen estos lobbies”. (Ex técnico PSA)
En la Feria Provincial de Semillas del 2006 realizada en San Vicente, tuve la
posibilidad de observar la situación de, a la vez fuerte y sutil, enfrentamiento entre
ciertos visitantes del Instituto Nacional de Semillas (INASE) y la postura del
Movimiento. Dichos funcionarios pretendían transmitir la preocupación de que si los
productores no registraban sus semillas quedarían libres de ser patentadas por una
empresa semillera. Después de debates grupales entre productores y técnicos se decidió
70
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
plantear que la postura del Movimiento Semillero es la del “no registro” de la
biodiversidad genética. Para muchos integrantes del movimiento un registro no protege
las semillas, e incluso deja una sistematización de éstas a disposición de diferentes
entidades que podrían usufructuarlas. Para ellos, luchar contra los registros de propiedad
intelectual con la misma herramienta que sus enemigos no tiene sentido, ya que se trata
de un mecanismo legal que quieren erradicar. Esto insertó en el movimiento el debate
“registro sí, registro no” entre integrantes que quizás antes no lo tenían muy presente,
e hizo notar la urgencia de formarse en este tipo de cuestiones legales. Por otro lado,
ciertos integrantes del Movimiento están de acuerdo con realizar un registro de semillas
locales, pero no con patentarlas.73
Formarse
El movimiento constantemente busca nuevos pasos a seguir para fortalecerse. Los
talleres de formación y capacitaciones son una apuesta fuerte en este sentido. Desde
hace más de 10 años, en distintos puntos de la provincia se han realizado talleres de
conservación y producción de semillas criollas, así como talleres de recuperación de
arroz, soja santa rosa, maíz, poroto, y talleres sobre cuestiones legales y patrimonio. A
su vez, tuvieron lugar ferias locales y zonales de semillas en distintas localidades de la
provincia74.
En la reunión de planificación bianual realizada a en marzo del 201075 se
propusieron nueve talleres para llevar a cabo en distintos momentos a lo largo de dos
años. Las temáticas serían las siguientes: Plantas nativas; Plantas medicinales;
Conservación y reproducción de semillas76; Árboles frutales; rescate de arroz77;
Introducción
a
la
agricultura
biodinámica78;
Interpretación
el
Calendario
Biodinámico79; Taller de Abonos.
73
Tal es el caso de algunos miembros del INDES.
En el 2009 algunas ferias programadas fueron canceladas por la lluvia, ya que debido a la denominada Gripe A, no
pudieron realizarse las ferias entre julio y agosto como es de costumbre, y se postergaron para una época de lluvias
intermitentes.
75 Llevada a cabo en la chacra biodinámica de Ruiz de Montoya “El Hormiguero”.
76 De acuerdo a una técnica del INTA, en los talleres de conservación “se hace rescate de lo que la gente sabe y se
refuerza técnicamente.”
77 Si bien ya se realizó exitosamente un taller de estas características en la zona de San Antonio es importante
realizarlo para continuar con el rescate.
78 La agricultura biodinámica es un sistema complejo con una cosmovisión que parte de los principios de la
antroposofía de Rudolf Steiner. Algunos sectores del Movimiento Semillero se encuentran fuertemente orientados
tanto a la agricultura biodinámica como a la antroposofía en general.
79 Calendario que estudia las relaciones entre los astros y los cultivos, separando a estos últimos por los que se
cosechan de fruta, raíz, hoja o flor y recomendando fechas de siembra, transplante y cosecha.
74
71
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Además, se propuso continuar con la cuestión legal y política. Se planteó que es
importante continuar con los talleres que hacen a la dimensión social, legal y política
del Movimiento Semillero y las problemáticas que abarca. En base al taller “Semillas,
¿patrimonio de quién?”80 surgió la necesidad de realizar sistematizaciones para repartir
como material de consulta “porque si no - como planteaba una productora - no sirve”,
ya que después de haber realizado el taller resulta difícil referirse a las cuestiones que el
disertante explicara tan claramente.
El trabajo del grupo de formación que propuso los talleres mencionados se basó
en discutir qué cosas se hicieron hasta el momento dentro del Movimiento Semillero y
qué cosas nunca se hicieron en materia de capacitación, así como qué cosas sería
positivo que se repitan o difundan entre más participantes del movimiento. Un taller
tiene un límite de personas a las que se puede dirigir (aproximadamente cincuenta) y es
necesario buscar herramientas para que cada participante pueda multiplicar esa
información.
Es importante tener en cuenta que las capacitaciones son pensadas en función de
rescatar los conocimientos, tanto de productores como de técnicos, con el fin
multiplicarlos en el medio, y no como una cuestión unidireccional de técnico a
productor.
Venta colectiva de semillas
Impulsadas por algunos miembros del Movimiento se han llevado acciones a nivel
provincial tales como gestionar la compra de maíz criollo local por parte de un
organismo de gobierno de la provincia81. Esta gestión sentó un precedente de compra
de semillas por parte del Estado, a pesar de la legislación argentina que dice que la
El taller “Semillas, ¿Patrimonio de quién?” (Eldorado, Noviembre 2009) tuvo como disertante principal al
referente de GRAIN en este país, quien presentó la cuestión a nivel mundial y nacional de las leyes sobre semillas,
patentes y derechos de propiedad intelectual. El disertante inició una charla sobre cómo la biodiversidad y el
conocimiento en torno a ella se están perdiendo y de cómo esto es un problema político, planteando que todas las
semillas fueron “creadas por el pueblo” -ya sean campesinos o indígenas- a lo largo de los años en un proceso de
diálogo y creación entre las personas y la naturaleza.
81 Los actores involucrados en esta experiencia estuvieron nucleados en la “Comisión Permanente de Organización de
las Ferias de Semillas de Misiones”, participaron alrededor de 80 productores de Andresito, San Antonio, Irigoyen,
Eldorado, Piray, Montecarlo, El Alcázar, Caraguatay, San Pedro, San Vicente, Oberá, Cerro Azul, Puerto Rico, Ruiz
de Montoya, Capioví. Con fuerte presencia de la Cooperativa Agrícola Río Paraná de Oberá, la cual se encargó del
seguimiento administrativo del proyecto. Entre el 2003 y el 2007 esta actividad se realizó a través del Ministerio de
Bienestar Social de la provincia con fondos de un Plan de Seguridad Alimentaria de la Nación. Por cambios en la
conducción del programa la compra se siguió realizando, aunque en menor cantidad, por parte del Ministerio de
Trabajo.
80
72
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
semilla para ser legalmente comercializada debe estar registrada y ser identificada o
fiscalizada82.
Entre los logros alcanzados por esta gestión el Movimiento Semillero destaca la
contribución de esta acción a la sustentabilidad del sistema productivo local; la
incidencia en un programa del estado desde la organización y la articulación entre
distintas organizaciones e instituciones con un mismo objetivo; el beneficio desde el
estado a población vulnerable con semillas adecuadas y su aporte a la economía de los
pequeños productores locales83; la valorización de la producción y rol de la economía
campesina por parte de al menos un sector del gobierno; la toma de conciencia por
parte de muchos agricultores y técnicos de la importancia de ofrecer semillas de calidad
y respetar acuerdos de calidad; de la continuidad del abastecimiento de semillas por
parte de productores organizados; del rescate del conocimiento de los agricultores sobre
las distintas variedades, sus ventajas, sus usos y sus formas de selección. A su vez esta
experiencia sirve de base para futuros trabajos de rescate de variedades y su
multiplicación; y los proyectos, para mejorar la producción de semillas84.
Pensando el Patrimonio: Naturaleza y Cultura
Ribeiro y Zanirato (2006), quienes trabajan sobre la cuestión de la naturaleza
como patrimonio cultural, reseñan los caminos que llevaron de entender al patrimonio
como grandes monumentos históricos a entenderlo como “o conjunto dos bens culturais,
referente às identidades coletivas”, en sus variadas expresiones. Las autoras hablan de
bienes materiales e inmateriales imprescindibles para la conformación de la identidad
cultural de un pueblo y hace hincapié en la importancia del patrimonio natural ya que
con esta figura se intenta salvaguardar tanto los recursos naturales, como el
conocimiento tradicional sobre los usos de esos recursos, así como el hecho de
preservar la información genética de las áreas protegidas para uso futuro.
De acuerdo a Ribeiro y Zanirato (Op. Cit.), en el curso del siglo XX las formas
de comprender la cultura y la historia sufrieron significativas modificaciones que
repercutieron en la comprensión de los bienes considerados patrimonios y que llevaron
82
La Ley de semillas y creaciones fitogenéticas Nº 20.247 creó el registro Nacional de Cultivares y Registro
Nacional de la Propiedad de Cultivares.
83 La venta de maíz como semilla y no como grano significó un ingreso seis veces mayor y para la mayoría fue un
ingreso extra ya que no venden maíz sino que lo cultivan para autoconsumo.
84 Algunos productores se hicieron “semilleristas”, se han dedicado a la producción y comercialización de semillas de
variedades locales de maíz, poroto, abonos verdes y arroz secano.
73
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
a dejar de considerar a estos como bienes aislados del uso. Así, “O valor cultural, a
dimensão simbólica que envolve a produção e a reprodução das culturas, expressas nos
modos de uso dos bens, foi incorporado à definição do patrimônio” (Ribeiro y Zanirato,
2006:254).
Es interesante observar como el Movimiento Semillero local y algunas
ramificaciones del movimiento ambientalista a nivel mundial tales como GRAIN, Vía
Campesina, organizaciones campesinas e indígenas nacionales85, entre otras, utilizan
esta forma de abordar el concepto cuando se refieren a las semillas como “libre
patrimonio de los pueblos”. Para ellos las semillas no son un bien que deba ser aislado
del uso en un banco de germoplasma sino que la conservación se debe continuar en
forma dinámica a través de intercambios de semillas. Por supuesto que esta expresión –
libre patrimonio de los pueblos- se pronuncia en contra de las empresas semilleras
como Monsanto, Syngenta, Cargill y Nidera, que privatizan el patrimonio genético de
pueblos que han ido mejorando y adaptando al ambiente las semillas a través de
generaciones. Lo que sostienen las organizaciones indígenas y campesinas es que tanto
los organismos genéticamente modificados como los derechos de propiedad intelectual
sobre la biodiversidad son instrumentos que privatizan las semillas y la alimentación
mundial, atentando contra los sistemas de conocimiento originarios locales,
tradicionales y científicos, restringiendo el uso y conservación de la biodiversidad
agrícola e ilegalizando prácticas culturales y agrícolas locales, comunitarias y
ancestrales.
A partir de la década de 1960 se crearon los derechos de obtentor como una
norma para registrar una semilla y sus descendientes como propias, siempre y cuando
tenga una característica que la distinga y se reproduzca homogéneamente. La paradoja
de que sea ilegal intercambiar semillas campesinas porque no están registradas y que no
se puedan regalar ni intercambiar las registradas porque estas sean destinadas solamente
a lo que legalmente se denomina el “uso propio”, lleva a iniciar una lucha por abolir
estas leyes que impiden la libre circulación de las semillas.
Existen diversas posturas con respecto a la protección del patrimonio natural,
tanto a nivel nacional como internacional. Ribeiro y Zanirato (2006) reseñan el debate
entre ambientalistas norteamericanos hacia fines del siglo XIX. Por un lado presenta a
85
Como ser el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MoCaSE) o el Movimiento Nacional Campesino
Indígena (MNCI).
74
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
los conservacionistas, para quienes la conservación ambiental requiere mantener un
área protegida utilizándola sin colocar en riesgo su dinámica natural y atributos físicos.
Por otro lado, a los preservacionistas, quienes con una postura más radical sostienen
que las áreas naturales protegidas no deben ser interferidas por la presencia humana
para que sólo procesos naturales influencien su dinámica. Cabe aquí el interrogante de si
el hombre no es, acaso, parte de la naturaleza.
La Convención sobre protección de patrimonio cultural y natural que tuvo lugar
en la Conferencia de Estocolmo en 1972, buscaba definir al patrimonio por su doble
aspecto cultural y natural, teniendo en cuenta para esto que el hombre interactúa con la
naturaleza y se hace necesario reestablecer el equilibrio entre ambos. De acuerdo al
documento naturaleza y cultura son complementarias. Para Ribeiro y Zanirato, dicho
planteo procura alterar la visión utilitarista de la naturaleza como una fuente de
acumulación de capital. Esta convención define que tanto bienes dotados de valor
cultural como natural podían ser inscriptos como patrimonio universal, quedando la
protección de estos bajo la responsabilidad de la comunidad internacional. Pero, ¿qué
significa internacional? ¿Acaso es internacional para el libre uso de las comunidades o
para el libre usufructo de las corporaciones? Reflexionando sobre esta cuestión, Emilio
Lombardo86 sostiene que:
“La vida no humana se ha convertido en una cuestión de Estado y de
Imperio, en el sentido en que lo entienden Negri y Hardt (2000), como una
nueva forma global que constituye un orden en el cual el ejercicio del
poder no está limitado a ninguna región, sino que se ejecuta de manera
desterritorializada bajo una lógica de mando que no tiene fronteras ni
límites. Esta configuración trasnacional se encuentra formada por
organismos oficiales y ongs internacionales, empresas transnacionales,
estados nacionales, hasta llegar a ámbitos provinciales y locales. En este
sentido un Leviatán supranacional se erige en una red: Naciones Unidas y
sus diversas instituciones adherentes representan la punta del iceberg que
en un principio consolidó un orden jurídico internacional sostenido en
soberanías nacionales, pero que actualmente adopta una configuración
distinta.” (2009:9)
Cuando en 1992 la Cumbre de los Pueblos establece que la biodiversidad debe
ser patrimonio de cada país para que estos sean quienes tomen decisiones acerca del
acceso a la biodiversidad, el panorama no cambia demasiado. Ya sean soberanías
UNSa – CIUNSA – CONICET. Ponencia presentada en la VIII Reunión de Antropólogos del Mercosur RAM
“Diversidad y Poder en América Latina”. Grupo Nº 15: “Patrimonio Mundial, Identidad y Derechos de las
Comunidades Locales”. 2009
86
75
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
nacionales o redes jurídicas internacionales las que se pronuncien en pro de la
conservación de la biodiversidad, no se necesita más que observar lo que sucede en el
plano local para darse cuenta de la infinita tarea que significa cumplir con estos
objetivos. Pienso tanto en el contrabando de madera nativa como en el daño producido
por las deforestaciones y los agroquímicos usados en este y otros monocultivos (por
ejemplo, en el cultivo de tabaco Burley en la provincia de Misiones).
Siguiendo con la cuestión de cómo se interrelacionan cultura y naturaleza es
interesante el planteo de Ferrero (2007), quien -utilizando el concepto de
cosmografía87- analiza cómo el movimiento ambientalista en la provincia de Misiones
ha ido incluyendo a los actores agrarios por medio de la producción sustentable,
saliendo así de la dicotomía parques (ANP)88/pobladores (naturaleza/sociedad) en
donde la conservación de la naturaleza y de las especies locales no tenia en cuenta a los
‘pobladores tradicionales’:
“Durante las últimas décadas del siglo XX y los primeros años de siglo
XXI, en el territorio de Misiones se constituyó una cosmografía
ambientalista que entró en conflicto con la cosmografía agraria, pero
también abrió espacios de negociación y alianza, dándole una nueva
impronta al espacio provincial. La cosmografía ambientalista se origina
de una confluencia de procesos donde interviene el desarrollo de ideas
ambientalistas a nivel mundial, y situaciones particulares de Misiones
como la reducción de la superficie de selva”. (2007:84)
En la tesis de Ferrero podemos apreciar la heterogeneidad de la cosmografía
agraria, la cual incluye sectores heterogéneos de productores e investigadores que
trabajan en la búsqueda de formas armónicas de relacionarse con la naturaleza.
En la década de 1980, la Comisión Mundial de Medio Ambiente puso en
discusión el tema de la sustentabilidad y la conservación, en relación al
desenvolvimiento económico y la minimización de los impactos ambientales, pasando
estos temas a ser imperativos en diversas reuniones internacionales. Ferrero nos brinda
un panorama de la situación del ambientalismo en la provincia para la misma época:
87
Este concepto es definido por Little (2001) como las identidades colectivas e históricamente contingentes,
ideologías y sistemas de conocimiento sobre el entorno, desarrollados por un grupo social para establecer y mantener
territorios humanos. Ferrero analiza las transformaciones de una cosmografía agraria que se opuso a la selva desde
los tiempos de la colonización -sobre todo a partir de la década del 90 cuando finaliza la expansión de la frontera
agraria en tierras fiscales y ciertas modificaciones en las políticas económicas deterioran la calidad de vida de los
pequeños productores- que generaron el surgimiento de una cosmografía ambientalista basada en modalidades
diferentes a las de la cosmografía agraria, en cuanto a las maneras de intervenir y pensar el espacio, la producción y el
uso de los recursos naturales, con el agregado de la presencia de nuevos actores sociales. En Misiones, la cosmografía
ambientalista se constituye a partir de la presencia de un conjunto de actores, ideas y formas de intervenir en el
espacio que promueven la conservación de la selva, crean reservas naturales y proponen modelos alternativos de
desarrollo bajo la denominación de desarrollo sustentable.
88 Áreas Naturales Protegidas
76
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Hasta la década de 1980, en la provincia de Misiones se privilegió el
desarrollo de un modelo desarrollista rural y forestal, donde la selva pasó
a ser vista fundamentalmente como un espacio del cual extraer madera, y
como un medio que dificultaba la producción rural; donde el PN Iguazú
era una isla de protección de selva en un mar de tierras pensadas a ser
explotadas. Ya vimos que los incentivos estatales estuvieron dirigidos a la
expansión de la forestación y al desarrollo de la agricultura, llevando a la
expansión de la frontera agraria sobre los espacios de selva. Si bien desde
inicios del siglo XX, se levantaban voces en pro de modalidades
productivas que no degradasen los recursos, tales los casos de Moisés
Bertoni, y ya durante la segunda mitad del siglo XX, de Alberto Roth, estas
eran voces marginales a la tendencia predominante. Las figuras de Roth y
Bertoni, entre otros, serían ampliamente valoradas recién a partir de las
décadas de 1980, cuando se comienza a consolidar un frente ambientalista
en la provincia. Por ejemplo, a partir de los ’80, estos serían reconocidos
entre los pioneros del ambientalismo misionero, con cierto sentimiento de
culpa por parte de las nuevas generaciones por no haberles prestado
atención antes. (2007: 90)89
En esta coyuntura comienza a germinar el Movimiento Semillero, sumándose
acciones y actores durante la década de 1990, para comenzar a realizar las ferias de
semillas en 1997 y autoproclamarse como movimiento en el 2004, con la premisa de
que la preservación de los recursos genéticos es fundamental para la seguridad
alimentaria y la continuidad en el tiempo del ejercicio de la soberanía alimentaria.
A su vez, el movimiento denuncia que estos recursos han comenzado a ser
considerados “objetos de derecho de propiedad intelectual”. La modificación de
organismos genéticos por parte de empresas transnacionales para su posterior
patentamiento ha modificado no sólo las modalidades de cultivo del mundo
orientándolas al monocultivo, sino que en su afán por incluir a todos los recursos
naturales en un registro de propiedad intelectual ponen en riesgo la libertad de los
agricultores de guardar e intercambiar la semilla, una práctica que permite una
alternativa a los lazos de dependencia económica generada por la necesidad de una
compra obligatoria de semillas, indefectiblemente acompañadas de los “paquetes
tecnológicos” de herbicidas e insecticidas, sin los que los nuevos organismos
genéticamente modificados no tienen éxito.
89
Ricardo, un productor de San Ignacio contaba que Roth iba a las escuelas a dar charlas sobre cuestiones como el
manejo de los suelos (curvas de nivel) y que su padre adoptó algunas de las propuestas de Roth.
77
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
La conservación, el manejo y la reproducción: es decir, guardar, intercambiar,
dar, elegir a quien dar y cómo cocinar, serían las herramientas fundamentales para
alcanzar la continuidad en el tiempo de la satisfacción de necesidades alimentarias y
conservar un modo de producción en el que los recursos genéticos estén en manos de
los agricultores. Cito a continuación el fragmento de una entrevista a un técnico de una
agencia de desarrollo local, quien trabaja hace más de 20 años ligado a pequeños
productores:
“¿Qué pasaría si no estuviera esta herramienta del intercambio, que
ya viene de antes de la feria?
Y bueno, es una estrategia que si no se diera un montón de agricultores
tendrían que migrar a otras regiones o a otras ciudades porque no
podrían sobrevivir, por eso creemos que es una estrategia muy fuerte,
lo que hacemos con eso es simplemente por ahí
reforzarla,
socializarla, multiplicarla o por lo menos hacerle ver la importancia de
estas prácticas a un montón de agricultores que ya están muy
confundidos y creen que esto no es importante, que la semilla criolla no
tiene tanto valor... porque la sociedad consumista nos ha hecho creer
que lo de afuera es mejor, que lo comprado es mejor, que lo que sale de
una fábrica, lo de las empresas esta hecho mejor que lo nuestro y no es
así
¿Por qué no?
Y no es así porque lo nuestro lo conocemos, por ejemplo la semilla, la
conocemos está adaptada a nuestra forma de vivir, de cultivarla, a
nuestra tierra, a nuestro relieve, a nuestros animales, y se parece
mucho a nosotros. Entonces cuando vos traes una semilla comprada
generalmente no se adapta y encima es cara y la tenés que pagar.
Entonces es demasiado fuerte la estrategia”
(F, Técnico del INTA).
Y esta estrategia es todavía más fuerte en la provincia en la agricultura contemporánea
de los Mbya, la cual -como señala Miguel Bartolomé (2010)- no puede ser entendida al
margen de su lógica cosmológica que dota al medio ambiente de características
humanizadas y de sus relaciones parentales, en las que…
“Los sistemas de intercambio recíproco entre las distintas familias extensas
de un teko’há y los que se realizan entre los diferentes teko’há90, no solo
misioneros sino del Paraguay y el Brasil, determinan la circulación de las
semillas que constituyen un verdadero banco cultural de germoplasma
guaraní.” (2010: 280).
En cierta ocasión tuve la oportunidad de visitar la chacra de la familia de una
productora en San Ignacio, ella de ascendencia paraguaya y guaraní, y su marido, de
ascendencia polaca. Cada uno hablaba de diferentes formas de guardar las semillas.
90
El autor se refiere a las aldeas mbya, teko’há o teko’a.
78
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
También pude visitar a su nieta, cuya chacra está muy cerca, y el terreno de una de sus
hijas, en “el pueblo”91. En ambas visitas me mostraron algunos cultivos que fueron
producto de semillas dadas por la abuela. A pesar de esto, el porcentaje de cultivos que
obtienen a partir de semillas compradas en agropecuarias es el predominante. En
general, las semillas de huerta suelen comprarse en estos comercios mientras que las
especies que aún se conservan entre los productores son el maíz, la mandioca, la batata,
el poroto y el zapallo, en sus distintas variedades. Aunque existen productores que
también compran semillas de zapallo o de maíz. El Movimiento Semillero intenta
rescatar estas prácticas de intercambio y conservación de semillas que, aunque en
ciertas zonas de la provincia se encuentran en decadencia o retirada, y en otras están
más fuertes y presentes, aún existen y persisten.
Saberes que van y vienen
Si bien la mayoría de los técnicos que integran el Movimiento manejan un
conocimiento técnico-científico, son respetuosos de las prácticas locales que pueden
haber resultado de fusiones culturales y de distintas readaptaciones. Como señala un
técnico de la Subsecretaria de Agricultura Familiar: de acuerdo a sus conocimientos,
algunas de las técnicas de los productores para él no tienen sentido, ya que “tienen más
riesgos que ventajas”, sin embargo reconoce que sí lo tienen para los productores. Tal es
el caso de dejar las semillas en un lugar en donde se ventile. Para él la semilla estaría así
en riesgo de que “agarre caruncho”.
Esto da muestra de cierta tensión entre los conocimientos y las prácticas de
técnicos y productores, en una situación de desequilibrio en la que suele ser el pequeño
productor el que debe “recibir” de mano de los técnicos. Los conocimientos suelen
terminar entonces circulando en un solo sentido, o bien, la circulación se da en ambos
sentidos, pero prevalece el sentido “técnico-productor”, en detrimento del sentido
“productor- técnico”.
De todas maneras, los técnicos del Movimiento Semillero insisten y no dejan de
remarcar la importancia del saber de los agricultores, en tanto que el saber del técnico
91
En el interior de la provincia se suele aludir a las áreas urbana y rural de una localidad como el pueblo y la colonia.
79
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
no sería mejor sino que estaría en igualdad de condiciones. Como señala un miembro
del Movimiento, técnico de la Subsecretaría de agricultura familiar (ex PSA):
“Me parece importante destacar que en el Movimiento nosotros
consideramos los saberes de los productores al mismo nivel que los
saberes nuestros, de los técnicos. Nosotros tenemos una formación a
través de los libros, a través de la práctica también, y el productor a
través de su práctica y análisis cotidiano de lo que está pasando en
su chacra.
En el tema de semillas, un productor sabe mucho más que yo, y el
saber que él tiene es un saber consolidado, mirando diferentes
cosas, mirando el suelo, las plantas, el clima, los insectos, las
malezas… él, lo que sabe de semillas lo sabe con una integralidad.”
Aún así, la situación de desequilibrio entre saberes, se encuentra latente ya que existen
asimetrías objetivas en la relación entre técnicos y productores. La posición social de
un técnico, así como la sociedad en su conjunto -incluidos los productores- de alguna
manera legitiman sus saberes por sobre los de un productor. Existen relaciones de poder
que se traslucen en la toma de decisiones del “cómo hacer”. Ambos pueden aportar al
saber del otro y llamar la atención sobre cuestiones que pasan desapercibidas. Pero la
relación técnico / productor no es siempre igual y los saberes ocuparán distintas
posiciones de acuerdo a la naturaleza de esta relación. Los saberes se articulan, se
subsumen, se imponen, se complementan, se respetan, se avasallan, están en tensión, se
aprovechan y se dejan pasar. Pero sobre todo, ni los técnicos ni los productores son
todos iguales, entran en juego variables que van desde el enfoque de trabajo 92 al
carácter del técnico o productor.
Para Guillerma, técnica de la zona de San Pedro, la relación entre técnicos y
productores depende más que nada de la actitud con la que el técnico se introduzca y
trabaje en el terreno. Debe trabajar con respeto pero a la vez saber cuando mantenerse
inflexible en una postura. De todos modos los resultados no son de hoy para mañana, “a
veces te encontrás después de un tiempo con alguien que te dijo que probó algo y le dió
buenos resultados pero que en un principio no quiso escuchar”. Un técnico debe
92
Para Carla de Micco (2008) los técnicos de la provincia se dividen en técnicos con enfoques desarrollistas,
organizativos y agroecológicos. Se entiende que estos enfoques no son puros sino que son susceptibles de combinarse
entre sí, con una predominancia de uno de ellos. Para una referencia al modelo agroecológico véase capitulo 1 del
presente trabajo.
80
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
“saber encontrar líderes en los grupos para comenzar a trabajar, gente que no se
queda estancada sino que quiere aprender cosas nuevas”.
Guillerma también me habló de la cuestión de género: “si sos mujer, por las
dudas primero desconfían de lo que vos decís, de si sabés”. A pesar de haber crecido
en el ámbito rural y de producir algunas cosas en su chacra, esta mujer no se considera a
la vez productora y técnica ya que el trabajo en la chacra es mucho más duro y un
técnico cuenta con la ventaja de un ingreso fijo. Para ella, por estas razones un técnico
nunca se debería poner a la altura de un productor, ya que no está sujeto a las mismas
incertidumbres. 93
Para Flora, promotora de Pro-huerta94, ningún técnico se impone: “Hay más bien
recomendaciones que imposiciones, es una relación libre. Hay capacitaciones abiertas
y cerradas a grupos en las que se pregunta al productor si quiere participar y recién
ahí se comienza a trabajar. No todos quieren.”
El hecho de que técnicos capaciten a pequeños productores en temas de
mantenimiento y mejoramiento de huertas me llamo la atención ¿acaso este no es uno
de los saberes que caracteriza a los productores? La respuesta que me fue dada por parte
de una productora me aclaró el panorama: “ellos siempre saben alguna cosa nueva”.
Las novedades suelen venir de la mano de los enfoques que sostienen, tales como el de
la agroecología o el de la biodinámica en el control de plagas, siendo éste el modelo,
con distintas variantes, en que se insertan los técnicos del Movimiento Semillero.
Amelia por su parte, me habló de la “química de entendimiento” que tiene que
existir en la relación técnico-productor para que ésta funcione. Ella se considera parte
del Movimiento y aunque nota que para otros productores estos talleres son “una
pérdida de tiempo”; a ella, en cambio, le parece que “aprende mucho”.
Por lo que pude observar del modo de trabajo de las distintas entidades que
trabajan con pequeños productores y que forman parte del Movimiento Semillero, en
general se otorga muchísima importancia a que el productor salga de su chacra y
conozca otras experiencias y modos de hacer las cosas. Pude observar eso en el énfasis
93
Este punto es controvertido. Si bien un productor cuenta con desventajas tales como las de vivir lejos de los centros
urbanos, no siempre tener facilidades para movilizarse transporte o estar sujeto a los vaivenes del mercado y del
clima, en tiempos de flexibilización laboral un técnico también está sujeto a los vaivenes del mercado. Ya no siempre
son planta permanente y –como todos- es preciso que apelen a su red de relaciones para sobrevivir.
94 no cobran sueldo pero pueden participar de capacitaciones, algo muy valorados por algunos productores.
81
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
en el trabajo en grupos y en los viajes para capacitaciones y encuentros entre
organizaciones.
Esta cuestión me deriva a pensar en las idas y vueltas de una práctica y un
discurso que se significa constantemente y que se resignifica con la práctica.
Recordemos que los postulados de las ferias de semillas son rescatar -en base a una
mirada global- las prácticas y conocimientos locales.
El intercambio de semillas locales ya existía en Misiones antes de que los
“técnicos” lo identificaran como tal y comenzaran a valorarlo y a fomentar su
continuidad. Pero para que ellos pudieran prestar atención y darle fuerza a esta mirada
tuvieron que recibir un impulso y una contención que los supere. No me parece que sea
coincidencia que 1996 haya sido declarado mundialmente el año de la biodiversidad y al
año siguiente comenzaran a realizarse las ferias de intercambio de semillas en Misiones.
Considero que así como un productor descubre en un taller que otras personas tienen los
mismos problemas que él y logra de esta manera sentirse un poco menos solo, los
técnicos que participaron de la Reunión de los Pueblos en la Convención (Buenos
Aires, 1996) 95 recibieron algún tipo de motivación para seguir adelante con sus líneas
de acción. Hoy, las redes al estilo de MAELA (Movimiento Agro Ecológico
Latinoamericano, desde 1992) y la vinculación con otras organizaciones del país o de
países vecinos, viabilizan la difusión de experiencias y la discusión sobre alternativas al
modelo agroindustrial.
Por otro lado, no son todos los productores los que realizan estos intercambios ni
estos representan la única forma de circulación en lo que se refiere a semillas sino que
conviven con la compra y venta en el mercado. Sin embargo, las prácticas del
intercambio y conservación de semillas son valoradas porque permiten -a la vez que
colaborar con la continuidad de cierta biodiversidad- generarle al pequeño productor un
patrimonio íntimamente ligado a sus condiciones de salud e independencia económica.
Quiero señalar que muchas veces -pero no siempre- se construye un discurso
basado en la exclusividad de esta práctica como si la circulación mercantil o el uso de
las técnicas de control de plagas disponibles en una agropecuaria estuviesen
descalificados o impliquen una traición al modelo ideal agroecológico. En tanto que nos
95
Reunión internacional alternativa a la conferencia de las partes realizada asimismo ese año en Buenos Aires. Ver
capitulo 1.
82
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
encontraremos con que ambas conviven tanto en las prácticas como en el discurso de los
pequeños productores, ya que aunque exista un convencimiento por parte de algunos de
estos, la reconversión del método de trabajo en una chacra -donde existe producción de
autoconsumo, pero también cultivos de renta que exigen, como en el caso del tabaco,
paquetes tecnológicos -es un trabajo largo y arduo.
Construyendo
Vale la pena retomar aquí, la importancia que Gramsci ha atribuido a la educación como
una herramienta que permita superar y desmitificar las visiones ideologizadas de la
realidad, logrando así una conciencia objetiva que permita a las “masas” constituirse
como clases activadas políticamente, capaces de participar en la construcción de
alternativas contra-hegemónicas. La educación no es entonces concebida como un
proceso en que el docente o el técnico da y el alumno o el agricultor recibe, sino como
una dinámica en la que se articulan los saberes de los distintos participantes de la
experiencia (Coben, 2001).
En su artículo “Heterogeneidade de conhecimentos no desenvolvimento rural
sustentable”, Julia Guivant realiza un análisis de los discursos a favor del desarrollo
sustentable, en el que nos advierte acerca de las idealizaciones del conocimiento
tradicional por sobre el científico, como si el primero fuera necesariamente sustentable
y como si el primero se tratara de un conocimiento estático que no ha recibido
influencias a lo largo de las décadas, ya sea de la ciencia, de la historia o de la industria.
Me parece de suma utilidad para esta instancia retomar su desafío de cómo desarrollar
un concepto de conocimiento local que incorpore de forma mas sustantiva una hibridez.
Para esta autora, el conocimiento se construye a partir de las formas de decodificar
nuestras experiencias, desde nuestros repertorios cognitivos y en relación/oposición a
diferentes actores en “situación de interfase” (Guivant: 1997).
Esta es una forma interesante de abordar la construcción del discurso en defensa
de una semilla autóctona y su nivel de apropiación. Tanto al hablar de conservar como
de intercambiar semillas estamos hablando de prácticas de la zona, preexistentes a la
83
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
presencia del técnico rural, pero resignificadas por éste a través de una mirada global96.
Se trata de idas y de vueltas que finalmente inciden en estas prácticas, fortaleciéndolas
en un intento de construir una alternativa al modelo agrícola imperante.
Siguiendo esta dirección, Pelegrini (2006) plantea que la educación ambiental en
América Latina ha sido fundamental en la difusión de la responsabilidad social por el
medio ambiente y la orientación hacia el desarrollo sustentable. Para esta autora, la
educación patrimonial y ambiental es una tarea prioritaria ya que revela la diversidad y
los cambios culturales, sociales y ambientales, prestando particular importancia a los
conflictos de intereses entre distintos segmentos sociales. A su vez, esta perspectiva
toma a la población como agentes histórico-sociales y productores de cultura en su
interrelación con el medio natural y social.
“A educação patrimonial e ambiental deve ser conduzida de modo a
contemplar a pesquisa, o registro, a exploração das potencialidades dos
bens culturais e naturais no campo da memoria, das raizes culturais e da
valorização da diversidade. À medida que o cidadão se percebe como
parte integrante do seu entorno, tende a elevar sua autoestima e a
valorizar a sua identidade cultural” (Pelegrini, 2006: 127)
La autora plantea que la percepción de herencias inmateriales -tales como
actividades artesanales y producciones artísticas o literarias, canciones, recetas
culinarias y saberes medicinales- se vuelven fundamentales para la integración de la
población a sus propias condiciones de existencia, con la naturaleza y el medio
ambiente. Así, las creencias y el saber hacer también son valorados como un
patrimonio: el patrimonio de conocimiento que permite a hombres y mujeres sobrevivir
en el medio ambiente que habitan, considerando a este último en tanto “locus da
materialização das relações sociais”.
96Esta
aseveración de que son los técnicos quienes resignifican las prácticas locales a través de una mirada global, no
desmerece la capacidad intelectual de los pequeños productores sino que da pie para aclarar que las situaciones socioeconómicas de los pequeños productores en la provincia de Misiones pocas veces hacen posible el acceso a medios
alternativos de información. De ahí la importancia que otorga el Movimiento a la realización de talleres y encuentros
que movilicen al productor fuera de su chacra para conocer otras experiencias.
84
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Capítulo 4
Retroalimentándonos
¿Es nuestra la culpa si las redes son a la vez reales como la naturaleza,
narradas como el discurso, colectivas como la sociedad?
Bruno Latour, en Nunca Fuimos Modernos
Volviendo al tema de la construcción del conocimiento, cuando señalo más
arriba que las practicas locales son resignificadas a través de una mirada global quisiera
dejar claro que no sólo se trata de “miradas más amplias”, sino de procesos que van de
lo local a lo global y viceversa. Retroalimentándose. Como señalan Deleuze y Guattari
(2000) en su modelo rizomático, cualquier predicado afirmado de un elemento puede
incidir en la concepción de otros elementos de la estructura, sin importar su posición
recíproca.
El Rizoma es un modelo descriptivo y epistemológico que forma parte de la
teoría filosófica de estos autores y que intenta escapar a un modelo arbóreo o jerárquico
de organización del conocimiento. Esta noción parte de la estructura de algunas plantas
cuyos brotes pueden comenzar a ramificarse en cualquier punto y que puede hacer las
veces de raíz, tallo o rama, sin importar su posición en la figura de la planta.
Este planteo rizomático no dista demasiado de lo que plantea Latour (2007), que
reflexionando sobre cómo el artículo de un diario mezcla a la vez relaciones químicas y
políticas, nos introduce en el análisis de las redes que articulan estas relaciones:
“Un mismo hilo relaciona la más esotérica de las ciencias y la política
más baja, el cielo más lejano y una fábrica específica en las afueras de
85
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Lyon, el peligro más global y las elecciones que vienen, o el próximo
consejo de administración. Los tamaños, los desafíos, las duraciones, los
actores no son comparables y sin embargo ahí están, comprometidos en la
misma historia.” (2007:1)
De redes y rizomas
Para Latour, la noción de traducción o de red es como el hilo de Ariadna que
articula esas historias mezcladas a las que él se remite, o también podríamos decir: que
articula distintos niveles de acción. Teniendo en cuenta que los discursos también son
acciones, una herramienta que pueda articular tal diversidad es sumamente rica.
Parafraseando a Latour, una red es “más flexible que la noción de sistema, más
histórica que la de estructura, más empírica que la de complejidad.” (Latour, 2007:18)
Me gustaría aquí relacionar la noción de red y el modelo rizomático de Deleuze
y Guattari, partiendo de los principios que estos últimos proponen para abordar la
noción de rizoma, para dar cuenta de ciertos elementos característicos del Movimiento
Semillero. De acuerdo a los principios de conexión y heterogeneidad, cualquier punto
del rizoma puede ser conectado, y debe serlo. Eso no sucede en el árbol ni en la raíz,
que siempre fijan un punto, un orden:
“El árbol lingüístico, a la manera de Chomsky, sigue comenzando
en un punto S y procediendo por dicotomía. En un rizoma, por el
contrario, cada rasgo no remite necesariamente a un rasgo
lingüístico: eslabones semióticos de cualquier naturaleza se
conectan en él con formas de codificación muy diversas, eslabones
biológicos, políticos, económicos, etc., poniendo en juego no sólo
regímenes de signos distintos, sino también estados de cosas.”
(2000:13)
Esto es justamente lo que observo dentro del Movimiento Semillero, donde se
buscan integrar distintas dimensiones y a distintos sectores que hacen a un mismo
fenómeno. Desde integrar saberes académicos con saberes que nacen desde la práctica y
la herencia, hasta conectar episodios que suceden en distintos puntos del planeta en el
plano biológico, social, económico, legislativo y, sobre todo, político. Esto crea en las
ferias, talleres y reuniones de planificación del Movimiento un ambiente al que, en
ocasiones, ciertos sectores del Movimiento llaman “la mística”, aunque esta es una
86
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
noción que no siempre se explicita de manera precisa97. Si bien no profundicé en este
tema, cuando pregunté a un miembro del equipo organizador sobre esta cuestión, este
prefirió orientarme hacia una lectura del teólogo y filosofo Leonardo Boff, que
explicarla con sus palabras. Así lo hice, y reproduzco a continuación un fragmento de
su trabajo Ecología, Política, Teología y Mística98:
“Cuando aquí hablamos de mística, pensamos en una experiencia de base
omnienglobante, mediante la cual se capta la totalidad de las cosas,
exactamente como una totalidad orgánica cargada de significación y de
valor. La mística está ligada a la espiritualidad. Espíritu, en su sentido
originario (de donde viene la palabra espiritualidad), es el ser que respira.
Por lo tanto, es todo ser que vive, como el ser humano, el animal y la
planta. Pero no sólo eso. La tierra toda y el universo son vivenciados como
portadores de espíritu, porque de ellos viene la vida y son ellos quienes
mantienen la vida y todo el movimiento creador.” (Leonard Boff)
Mi elección de Latour, Deleuze y Guattari no es casual, reconozco en ellos este
abordaje omnienglobante que propone Boff. Por supuesto, a medida que aumentan y
mutan las conexiones dentro de una red de relaciones también cambia la naturaleza de la
misma. Como se puede leer en la introducción de Mil Mesetas:
“Los hilos de la marioneta, en tanto que rizoma o multiplicidad, no
remiten a la supuesta voluntad del artista o del titiritero, sino a las
multiplicidad de las fibras nerviosas que forman a su vez otra marioneta
según otras dimensiones conectadas con las primeras (...)” (Deleuze y
Guattari, 2000:14)
97
La mística es también un ritual que se realiza en algunas ferias de semillas, se leen poesías que aluden a la
importancia de la semillas, a la biodiversidad y a los pequeños productores. Se elige un centro en donde aportar
elementos como semillas, frutas, estacas, velas, herramientas, instrumentos de música, vasijas, etc.
98
http://lapiedadymiregion.wordpress.com/ecologia-politica-teologia-y-mistica-leonardo-boff/
http://sociedad-teosofica.com.ar/links/ecologia/boff-ecologia.html
87
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
Me interesa este señalamiento en tanto que remite a la voluntad, a aquello
formado por múltiples estímulos interconectados. Esto es útil para pensar las distintas
influencias internas y externas que llevan al Movimiento Semillero a ser lo que es.
Siguiendo con los principios que estos autores proponen para abordar el modelo
rizomático, vale la pena retomar aquí el principio de ruptura asignificante. Este
principio plantea que un rizoma puede ser interrumpido en cualquiera de sus partes pero
esto no significará una ruptura definitiva ya que es capaz de recomenzar en una u otra
de sus líneas. Para ilustrar esto los autores presentan el siguiente ejemplo: “Es
imposible acabar con las hormigas, puesto que forman un rizoma animal que aunque se
destruya en su mayor parte, no cesa de reconstituirse.” (2000:15)
Este ejemplo es muy rico para el caso que tomo, ya que mi intención no es
plantear al movimiento ambientalista como un movimiento que en la actualidad
construye una fuerte contra-hegemonía, sino que lo pienso como un movimiento que a
pesar de las sucesivas batallas perdidas sigue trabajando en pos de generar aportes al
desarrollo social y ambientalmente sustentable. Si bien algunas acciones en esta
dirección puedan parecer débiles, la/s ideología/s que las sustentan están en constante
circulación, articulación y multiplicación –debilitándose por aquí y fortaleciéndose por
allá-. Para Latour, ningún análisis debe separar a su objeto de esta relación colectiva:
“Partimos de una existencia continuada y arriesgada –continuada porque
es arriesgada- y no de una esencia; partimos del encuentro y no de la
permanencia. Partimos del vinculum mismo, del pasaje y de la relación, no
aceptando como punto de partida ningún ser que salga de esa relación a la
vez colectiva, real y discursiva.” (2007: 187)
Esto es justamente lo que intenta mostrar con su principio de simetría,
intentando reestablecer la continuidad e historicidad entre hechos que han sido
separados demostrando que aquel “hilo de Ariadna que permitiría pasar continuamente
de lo local a lo global, de lo humano a lo no humano, existe”. Para Latour “hasta una
red extensa es local, punto por punto”:
“Ellas se componen de lugares particulares, alineados por una serie de
ramificaciones que atraviesan otros lugares y que para extenderse
requieren nuevas ramificaciones. (…) Los dos extremos, lo local y lo
global, son mucho menos interesantes que las disposiciones
intermediarias, aquí llamadas redes.” (2007: 171 y 177)
88
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
De aquí parto para plantear que un fenómeno como el del Movimiento Semillero
no es primero local o primero global sino que hay un movimientos locales y globales
que se retroalimentan constantemente a través de discursos, practicas y sentires.
Naturaleza y política
Hablar de un movimiento ambientalista como es el Movimiento por la Semilla
Campesina de Misiones, implica hacer hincapié en que naturaleza y política de ninguna
manera están separadas. De acuerdo a Latour, la constitución moderna separa entre
naturaleza y política. Él niega esa división y plantea que la hibridez entre naturaleza y
política se observa claramente en temas como los de la biotecnología, la propiedad
intelectual y, yo agregaría, la naturaleza como patrimonio de los pueblos. Para
Lombardo (2009), se plantea una nueva forma de plantear la relación entre vida y
política desde el momento en que el cuidado del ambiente deja de ser una suma de
singularidades para convertirse en una problemática única y mundial
La politización del objeto de las ciencias naturales vincula a estas a una situación
más propia de las ciencias sociales, ya que no se puede comprender a la naturaleza de
manera autónoma a los sistemas económicos, políticos y culturales de nuestra sociedad.
La naturaleza es un producto histórico integrado a la circulación universal de la
producción industrial y los problemas ambientales no sólo afectan a la sociedad sino
que son generados socialmente (Beck: 2006).
Es así que el Movimiento Semillero además de promover el rescate de prácticas
locales que contribuyan al cuidado de la biodiversidad y al mejoramiento de la calidad
de vida del pequeño productor, también analiza el modelo agrícola dominante en
búsqueda de acciones que se opongan a cuestiones tales como los frentes forestal y
tabacalero, al patentamiento de semillas, a convertir a los colonos en empresarios y al
discurso que plantea que desarrollo es igual al desarrollo económico, que ignora a las
culturas locales. Se busca evidenciar maniobras y debilidades de este modelo a partir de
un posicionamiento político que permita construir nuevos modos de ver, actuar y
proyectar.
El hecho de defender la no separación entre naturaleza y política (o sociedad, o
cultura) forma parte de un enfoque holístico que no podría dejar de mencionar ya que
89
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
caracteriza no sólo a la Antropología sino también a la Agroecología e incluso a la
Antroposofía. Todas estas disciplinas -ya sean caracterizadas para algunos como
ciencias y para otros no- convergen en esta mirada holística que intenta abordar distintas
dimensiones de un mismo fenómeno.
Quizá por esto ha resultado difícil realizar el exigido extrañamiento y he
oscilado permanentemente entre la mirada desde afuera y desde adentro, hasta el punto
de sentirme en ocasiones como parte del Movimiento, tal como una observadora
participante.
90
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
A modo de cierre
En el camino que todavía transito de conocer las múltiples identidades del
Movimiento Semillero, atravesé distintas instancias entre las que se contaron el
entusiasmo y el escepticismo, la alegría y la tristeza. Y es que como señala Escobar:
“El proceso de juzgar experiencias como las anteriores desde las
perspectivas occidentales no resulta fácil. Deben evitarse dos extremos: el
de adherir a ellas como alternativas sin analizarlas, y el de despreciarlas
como exposiciones románticas de activistas o intelectuales” (1998: 322)
Como en el caso de todos los grupos humanos, los acuerdos y las construcciones
se dan en un lento proceso en el que en ocasiones no pueden evitarse las fisuras y los
desencuentros. Por otro lado, la red de relaciones es más amplia que lo que fui capaz de
registrar.
La consecución de los objetivos del Movimiento Semillero se encuentra inserta
en una vorágine en la que junto al modelo agroindustrial imperante, los discursos
ecologistas no siempre son de fiar. En el medio de todo esto, los productores deben
optar día a día entre elementos de uno y otro modelo, movidos tanto por su experiencia
y sus circunstancias como por influencias de distintos tipos: las del vecino, las de la
familia, las de los compañeros de alguna organización, las de distintos técnicos o las del
vendedor de alguna agropecuaria. El esfuerzo del Movimiento por revalorizar el
intercambio de semillas locales me lleva a detectar que el lugar de la semilla entre los
productores no siempre es el mismo. Para Kopytoff, la singularización de objetos
llevada a cabo por grupos sociales plantea un problema especial ya que… “… debido a
que es realizada colectivamente, ostenta el sello de la aprobación conjunta, canaliza la
tendencia individual hacia la singularización y asume la responsabilidad del carácter
sacro cultural” (1991: 109). Y es posible que aún para quienes no sientan la semilla
como un valor en sí, se abra la posibilidad de reflexionar al respecto.
Existe conciencia de los cambios que el modelo de monocultivo está provocando
en los modelos de vida de pequeños productores e indígenas y muchos reconocen que
ya no se guardan semillas como en otros tiempos. Aunque esta práctica ya no sea tan
fuerte como lo fue quizá hace algunas décadas, cuando no era tan fácil aprovisionarse
91
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
de insumos en el mercado, el valor simbólico y económico que tiene para muchos
productores es un respaldo para seguir adelante. Así mismo, muchos jóvenes rurales
están tomando estos valores con la intención de reproducirlos, de modo que no se trata
de una reliquia próxima a sepultarse. Muchos de ellos, ya sean parejas comenzando con
su propia chacra o jóvenes que todavía trabajan en la de sus padres, buscan pistas para
no tener que someterse a un modelo que no está pensado para posibilitar a los pequeños
productores una buena calidad de vida sino para maximizar los rindes de los principales
cultivos de renta.
En este sentido, vuelvo a retomar a Escobar cuando reflexiona sobre la
necesidad de asomarse en este tipo de problemáticas:
“Quizá los diversos modelos locales que los investigadores y activistas
han comenzado a describir en los últimos años puedan servir de base para
otros regímenes de comprensión y de práctica.” (1998: 324)
En la búsqueda de nuevas líneas de acción, conocer y revalorizar alternativas
que todavía circulan en la población - mirar para adentro - puede ser un comienzo.
Quisiera señalar que reconozco en el diseño que elegí para el presente trabajo, la
inevitable interdependencia entre cultura y naturaleza: la interacción existente desde
hace miles de años entre el hombre y su ambiente, modificándose ambos entre sí.
92
Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
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Una aproximación al Movimiento por la Semilla Campesina de Misiones – Violeta Vidal
INDICE
Agradecimientos
Introducción
Organización del trabajo
Capítulo 1. Las ferias y sus feriantes
Breve reseña sobre la colonización en Misiones
Caracterización de colonos y/o pequeños productores misioneros
Productores y organizaciones
Un día de feria
Percepciones y clasificaciones
De guardar y conservar
Buscando cosas nuevas
Pensando el autoconsumo
1
2
4
7
8
10
12
20
26
29
35
37
Capítulo 2. Del “G7” al Movimiento por la Semilla Campesina
Técnicos rurales y pequeños productores
Los comienzos
Vía Campesina y GRAIN
Sobre cómo y por qué se mueve el Movimiento
¿Guardianes de la Biodiversidad?
Pero, ¿Qué es un Movimiento?
Objetivos y conceptos guías del Movimiento Semillero en Misiones
42
52
55
56
60
62
65
67
Capítulo 3. Buscando pasos para dar
Formarse
Venta colectiva de semillas
Pensando el Patrimonio: Naturaleza y Cultura
Saberes que van y vienen
70
71
72
73
79
Capítulo 4. Retroalimentándonos
De redes y rizomas
Naturaleza y política
85
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A modo de cierre
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Bibliografía Consultada
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Índice
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