San Salvador, a las once horas y treinta minutos del día cuat

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910-99
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las once
horas y treinta minutos del día cuatro de abril de dos mil uno.
El presente proceso de amparo se inicio mediante demanda presentada por los
licenciados José Eduardo Recinos Lima y Adonai Osmín Mancía Aguirre, ambos de treinta
y cuatro años de edad al inicio del proceso, abogados del domicilio de Santa Ana, actuando
como apoderados del Alcalde Municipal de Santa Ana, Doctor Carlos Moisés Macal
Monterrosa, quien es de cuarenta y ocho años de edad, médico cirujano, del domicilio de
Santa Ana; contra providencias del Tribunal de Servicio Civil, que consideran violan sus
derechos constitucionales.
Han intervenido en el proceso, además de la parte actora, la autoridad demandada y
el Fiscal de la Corte.
LEIDOS LOS AUTOS; Y CONSIDERANDO:
l- La parte actora, manifestó en su demanda en esencia: Que el procedimiento que realizó el
Tribunal de Servicio Civil, para dictar la sentencia definitiva del diecinueve de octubre de
mil novecientos noventa y nueve, en las diligencias de "injusticia manifiesta" promovidas
por el licenciado Edgardo Enrique Santos Rodríguez como apoderado de la Señora María
Teresa Cardona García, violentó lo establecido en los artículos 2 y 11 de la Constitución,
que encierra los principios constitucionales del derecho de defensa y seguridad jurídica del
debido proceso; que el artículo 11 tutela" cualquiera otro de sus derechos", es decir todos
los conocidos como derechos subjetivos de la persona y para ser vencido en juicio
previamente " tubo" (sic) que haber sido escuchado; que el Tribunal de Servicio Civil
violentó el principio de defensa del Señor Alcalde Municipal de Santa Ana, pues no
comunicó todas las providencias que dicto en las diligencias antes referidas; que se vulneró
el principio de legalidad del debido proceso, porque la acción que entabló el profesional
Santos Rodríguez ya había caducado de conformidad con el artículo 71 y 72 bis de la Ley
del Servicio Civil, y 469 Pr.C., situación que se hizo del conocimiento del referido
Tribunal, pero hizo caso omiso; que su petición de tenerlos por parte, se les resolvió que
legitimarán su personería, porque el documento que lo acreditaba era fotocopia simple, lo
cual es falso, porque era fotocopia certificada; que para la acción entablada de "injusticia
manifiesta", no existe trámite especial para su sustanciación, se debió darle el trámite del
artículo 61 inciso segundo y siguientes de la Ley de Servicio Civil. Pidieron se les
admitiera la demanda, se le tuviera por parte, se ordenara la " suspención" (SIC) del acto
reclamado, se declarará en sentencia definitiva que ha lugar al amparo. Señalaron como
tercero beneficiario a la señora María Teresa Cardona.
La Sala previno a la parte actora, que señalara con claridad: a) el acto concreto
contra el cual reclamaba, señalando su contenido; b) el o los derechos específicos
consagrados en la normativa constitucional que considera violados, debiendo relacionarlos
con respecto del acto reclamado, ya que " no basta la mera enunciación, ni la transcripción
irreflexiva de doctrina que de alguna manera se relaciona con el proceso de amparo para
tenerse por cumplido dicho requisito"; c) el lugar de notificación del tercero beneficiario; d)
nombrar representante común. –La prevención fue evacuada señalando: a) como acto
concreto, " la sentencia condenatoria que dicto en contra de nuestro poderante, pues la
acción que entabló en el Tribunal del Servicio Civil el Licenciado Enrique Santos
Rodríguez, ya había caducado y además no tiene trámite especial señalado": b) " que la
normativa constitucional que se considera violado es la establecida en el artículo 11 Cn.,
que encierra el principio de legalidad, pues ninguna persona puede ser privada en sus
derechos sin ser previamente oída y vencida en juicio con arreglo a las leyes"; c) que ignora
donde puede ser notificado el tercero beneficiado; d) se designa representante común al
Licenciado José Eduardo Recinos Lima. Se resolvió admitir la demanda, circunscrita a la
supuesta violación de los derechos de defensa y audiencia, sin lugar la suspensión del acto
reclamado por haberse ya ejecutado y se pidió informe al Tribunal del Servicio Civil.
La autoridad demandada informó: " Negamos categóricamente los hechos expuestos
y alegados, por no ser cierto ";que……las resoluciones fueron apegadas a derecho y
notificadas como señala la ley; que el poder con el cual pretendían legitimar su personería
era fotocopia, por ello es que el Tribunal resolvió que legitimaran su personería; que la
tercera beneficiada podía ser notificada mediante su apoderado General Judicial, señalando
el telefax correspondiente. El Fiscal no contestó la audiencia del Artículo 23 L.Pr. Cn.
Pedido el segundo informe que señala la Ley respectiva, la autoridad demandada
expreso que consta en el expediente que el Alcalde Municipal se le emplazó en legal forma
según acta levantada por el notificador del Juzgado Primero de Paz de Santa Ana, que éste
no contesto la demanda ni alegó ninguna excepción en la que dijera y probara que la acción
intentada ya había prescrito, y esto no se puede suplir de oficio, según el artículo 203 Pr.C.
y el artículo 2232 C.; que se le previno al funcionario municipal mencionado señalara lugar
para oír notificaciones en esta ciudad, debido a que no se le podían hacer las posteriores
notificaciones en la Ciudad de Santa Ana, y al no hacerlo se le notificó por tablero, de
conformidad al artículo 220 Pr.C. y 1276 Pr.C.; que reafirma que los apoderados del Señor
Alcalde Municipal de Santa Ana presentaron fotocopia simple del poder general, por lo que
les previnieron que legitimarán su personería, lo cual no cumplieron. Se acompañó al
informe, certificación del acta de notificación realizada por el Juzgado de Paz de la Ciudad
de Santa Ana que se ha mencionado.
El Fiscal de la Corte manifestó, que ya la autoridad demandada niega el acto
reclamado y que además lo justifica con la certificación que contiene el emplazamiento,
debe concluirse con la inexistencia de dicho acto. El Licenciado José Eduardo Recinos
Lima apoderado del Señor Alcalde Municipal de la Ciudad de Santa Ana evacuó el traslado
del artículo 27 L. Pr. Cn. de la siguiente manera: que se ha violentado el debido proceso,
pues el Tribunal de Servicio Civil admitió una demanda, en la cual la acción que se entabló
no era la pertinente y legal, sin trámite especial señalado, pues según el artículo 13 de la
Ley del Servicio Civil es entendido que la atribución del mencionado Tribunal es para
conocer cuando una Comisión del Servicio Civil o cuando los jefes de dependencia no
estén actuando conforme a los preceptos legales en un proceso administrativo y emitan una
resolución no apegada a derecho.
Se abrió a pruebas el proceso, en el cual el Tribunal del Servicio Civil, presentó
como prueba documental la certificación de la fotocopia del testimonio de escritura pública
de poder general presentada por los Licenciado Recínos Lima y Mancía Aguirre en el juicio
de injusticia manifiesta número 37-99.
Concluido el término, se corrió traslado al Fiscal de la Corte, quien lo contestó
manifestando que la parte actora expone una nueva inconformidad, al contestar el traslado
del artículo 27 L. Pr. Cn., lo que se traduce en un asunto de mera legalidad, y que además
ratifica los conceptos que expreso en su anterior traslado. La parte actora contestó su último
traslado, consignado que se siguió un procedimientos no conforme a derecho y como
consecuencia se dicto una sentencia no pertinente y legal y " por tanto dicha acción es
nula", y para demostrar tal situación, presentó certificación literal del juicio a que se hace
referencia promovido en el Tribunal de Servicio Civil, para que se logre establecer la
violación constitucional al debido proceso. La autoridad demandada al corrérsele el traslado
final, formuló su alegato expresando, que no se violó el derecho de defensa, ya que consta
agregado al proceso de amparo, la certificación del acta donde se realizó el emplazamiento
y las posteriores notificaciones, sin que se hiciera uso del derecho de contestar la demanda
ni alegar ninguna excepción; que el procedimiento se siguió en forma legal de conformidad
con lo establecido en el artículo 975 Pr. en relación al artículo 71 y 13 literal "b" de la Ley
de Servicio Civil.
ll- (a) Se observa en la demanda que la parte actora señala que el Tribunal de
Servicio Civil " no comunicó todas las providencias que dictó en las diligencias" al Señor
Alcalde Municipal de Santa Ana, y con ello violó el debido proceso.
La autoridad demandada presentó como prueba, lo cual aparece agregado de folios
46 y 47, que el Juzgado Primero de Paz de Santa Ana practicó la notificación y
emplazamiento, por medio del acta respectivo. Así mismo aparece de folios 96 y 97, en la
documentación presentada por los mismos impetrantes. Se cumplió así esa fase del proceso,
sin violación a derecho constitucional.
El punto siguiente es determinar si el Señor Alcalde Municipal de Santa Ana,
compareció a contestar la demanda entablada, pues el alcance de ello es que sí se mostró
parte y señalaba lugar para oír notificaciones en San Salvador, era fundamental la
notificación en ese lugar, y a lo contrario, bastaba hacerlo por edicto, como lo hizo el
Tribunal de Servicio Civil. El asunto estriba en que los apoderados de la parte actora
manifiestan que se mostraron parte, pero no se les tuvo por tal, porque se resolvió que
legitimaran su personería argumentando que el documento con lo cual se acreditaba, era
fotocopia simple, cuando en realidad era fotocopia certificada. ¿ Trasciende al campo
constitucional determinar si el poder estaba en fotocopia simple o no?, ¿ No encontramos
ante un caso de mera legalidad?. La función de un Tribunal constitucional, y la Sala lo es,
se entiende –como lo señala la nutrida jurisprudencia y doctrina- encaminada a revertir las
decisiones de las autoridades públicas que por acción u omisión transgreden los derechos
constitucionales de los gobernados. Es cierto que con la evolución del Derecho
Constitucional, se admitió el amparo contra particulares y la posibilidad que entes públicos
accionen el amparo, pero la generalidad es contra autoridades públicas. El desborde de las
demandas de amparo se diera, si se le asignara a la Sala competencia para conocer de
cualquier infracción procedimental por leve que fuera. Nos encontramos, que la tarea de
analizar la prueba si el poder era fotocopia simple o certificada, no se extiende a una
violación concreta a un derecho constitucional especifico, sino que se plantea un asunto de
mera legalidad. El amparo se ha construido para satisfacer pretensiones de índole
constitucional, y en las materias de mera legalidad, deben intervenir los Tribunales creados
para ese fin. El problema del poder era subsanable dentro de ese procedimiento o en otro
proceso aparte, y no en el amparo, pues en rigor no es un asunto constitucional. Por otra
parte, tenemos que colocarnos en el momento en que los apoderados del Alcalde se
mostraron parte en proceso y fue el veintinueve de octubre de mil novecientos noventa y
nueve, posterior a la fecha de la sentencia que fue el diecinueve del mismo mes y año. Así
pues, la razón expresada por la autoridad demandada, por la cual notificó las siguientes
resoluciones por tablero, tienen valor, conforme el contenido de los artículos 220 y 1276
Pr.C., pues la demanda no fue contestada.
El Señor Alcalde Municipal de Santa Ana tuvo conocimiento de la demanda, y
estaba llamado a responderla. En consecuencia, al no hacerla, no cabe duda que su silencio,
dio margen para que la actividad procesal continuara sin su intervención.
(b) Esta sentencia debe recaer también, sobre el punto que sostiene la parte actora,
que se violó el debido proceso, por que la acción entablada ya había caducado, de
conformidad con el artículo72 y 72 bis de la Ley del Servicio Civil y artículo469 Pr.C.
Conforme este último artículo, en toda demanda se tiene por acabada o extinguida la
acción, por no proseguirse en el termino señalado por la Ley para la prescripción. Deriva de
lo anterior, que los abogados Recinos Lima y Mancía Aguirre tratan de una Institución, y la
disposición legal que menciona, de otra. Reclaman porque la acción había caducado, pero
como vimos, el artículo trata de la prescripción. Lo mismo sucede con el artículo 72 bis de
la Ley del Servicio Civil, que se refiere a prescripción de acciones. El artículo 72 no es
pertinente el caso, pues trata de prueba testimonial y que se regirá la prueba por el Código
de Procedimientos Civiles.- Aquí es de aplicar el conocimiento que se tiene sobre lo que
constituye la caducidad y la prescripción. Lo primero es la perdida de validez de una
facultad por transcurrir el plazo para ejecutarla o sea cesa el derecho para entablar la
demanda y opera sin necesidad de alegato de parte, es decir sin que sea necesario que se
oponga una excepción, declarándola el Juez al constatar por sí, el lapso transcurrido; en lo
segundo, el derecho nació con duración indefinida y se pierde cuando hay negligencia en
usarlo, oponiéndole una excepción. En la caducidad, se pierde efectividad, el derecho deja
de existir al llegar a un plazo o término fijo y se declara de oficio; en la prescripción, esta
debe de alegarse, conforme al artículo 2232 C. Mencionando lo anterior, no queda más que
reconocer que el alegato de la parte actora no sirve para apoyar una sentencia favorable a
sus intereses puesto que al tratarse de un caso que requiere de alegación de parte y esta no
se hizo, no estamos ante un acto inconstitucional de la autoridad demandada.
(c) Falta por ver el contenido final de la demanda de amparo presentada. Reclama
porque la acción de "Injusticia Manifiesta" de acuerdo a los hechos planteados en la
demanda, tendría que haberse ventilado, como de nulidad, de conformidad al artículo 61 de
la Ley de Servicio Civil y darle el trámite del art. 61 inciso segundo de la ley citada. Darle
un procedimiento indebido a un caso, precisamente puede constituir una violación al debido
proceso, por eso se debe de determinar, si el señalamiento de los abogados Recinos Lima y
Mancía Aguirre resulta o no cierto. El artículo 61 de la Ley de Servicio Civil trata de
destitución de funcionarios o empleados, mientras que la demanda que se presentó por la
señora María Teresa Cardona García por medio de su apoderado Licenciado Edgardo
Enrique Santos Rodríguez lo fue por suspensión en el trabajo de la primera. Existe
disparidad entre lo que pretende la parte actora y la realidad de los hechos, puesto que
pretende que se aplique el procedimiento de nulidad de destitución; sin embargo no
estamos ante ese caso, sino ante uno de suspensión, por ello, no produce su alegato el
efecto de estimarse que cabe una inconstitucionalidad en el accionar del Tribunal
demandado. Por otra parte, se debe destacar que el procedimiento utilizado no vulneraba
derechos fundamentales del supuesto agraviado, ni distorsiona el debido proceso en daño
del Señor Alcalde de Santa Ana, sino incluso dio más; así el artículo 61 mencionado
concede audiencia por cuarenta y ocho horas para contestar la demanda; el Tribunal de
Servicio Civil concedió tres días. Señalado lo anterior no llegan las argumentaciones de la
parte actora ha mostrar que exista violación a las normas constitucionales señaladas, en
consecuencia debe desestimarse la pretensión planteada.
POR TANTO: A nombre de la República, con base en las razones expuestas y
artículos 32,33 y 34 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, esta Sala FALLA: a)
Declárase que no ha lugar al amparo solicitado por los Licenciados José Eduardo Recinos
Lima y Adonay Osmín Mancia Aguirre como apoderados del Señor Alcalde Municipal de
Santa Ana contra actos del Tribunal de Servicio Civil; b) Notifíquese.---R. HERNANDEZ
VALIENTE---J. E. TENORIO---J. ENRIQUE ACOSTA---PRONUNCIADO POR LOS
SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---S. RIVAS AVENDAÑO--RUBRICADAS
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