LA DEMOCRACIA Y LAS NACIONES UNIDAS La democracia es uno de los valores y principios básicos universales e indivisibles de las Naciones Unidas. Se basa en la voluntad libremente expresada por el pueblo y está estrechamente vinculada al imperio de la ley y al ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales.i La democracia en el derecho internacional Si bien la Carta de las Naciones Unidas no incluye ninguna mención de la palabra «democracia», las palabras iniciales de la Carta, «Nosotros los Pueblos», reflejan el principio fundamental de la democracia de que la voluntad del pueblo es la fuente de legitimidad de los Estados soberanos y, por consiguiente, de las Naciones Unidas en su totalidad. La Declaración Universal de Derechos Una mujer afgana ejerce el derecho al voto en las Humanos, aprobada por la Asamblea Elecciones Presidenciales y para Consejo Provincial. General en 1948, proyectó claramente el UN Photo/Eric Kanalstein concepto de democracia declarando «que la voluntad del pueblo será la base de la autoridad del gobierno».ii La Declaración especifica los derechos que son esenciales para una participación política eficaz. Desde su aprobación, la Declaración ha inspirado la elaboración de constituciones en todo el mundo y ha contribuido notablemente a la aceptación mundial de la democracia como valor universal.iii El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) establece la base jurídica de los principios de democracia con arreglo al derecho internacional, en particular: • La libertad de expresión (Artículo 19); • la libertad de reunión pacífica (Artículo 21); • El derecho a la libertad de asociación con otras personas (Artículo 22); • El derecho y la oportunidad de tomar parte en la conducción de los asuntos públicos, directamente, o por conducto de representantes libremente elegidos (Artículo 25); • El derecho al voto y a ser elegido en elecciones periódicas genuinas que se realizarán mediante el sufragio universal e igual y tendrán lugar por voto secreto, garantizando la libre expresión de la voluntad de los electores. (Artículo 25). El Pacto es vinculante para aquellos Estados que lo han ratificado. Hasta el 8 de julio de 2010, el número de partes del pacto era de 166, lo que constituye aproximadamente el 85% de los Miembros de las Naciones Unidas. La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer estipula que los 186 estados parte (julio 2010) deben garantizar a las mujeres, en las mismas condiciones que a los hombres, el derecho a votar en las elecciones y a ser elegidas, y la participación en la vida pública y toma de decisiones (artículo 7). Oficiales electorales de la Misión de las Naciones Unidas en Nepal preparan urnas y otros materiales para votación para distribuirlos en todo el país. UN Photo/Ky Chung Apoyo a la democracia alrededor del mundo Las actividades de las Naciones Unidas en apoyo de la democracia y el buen gobierno son aplicadas por conducto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, el Departamento de Asuntos Políticos, y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH), entre otros. Tales actividades son inseparables de la labor de las Naciones Unidas en la promoción de los derechos humanos, el desarrollo y la paz y la seguridad, e incluyen: • Ayuda a los parlamentos y las estructuras de gobierno local descentralizadas para mejorar los frenos y contrapesos que permiten el florecimiento de la democracia; • Promoción de los derechos humanos, el imperio de la ley y el acceso a la justicia, ayudando a fortalecer la imparcialidad y eficacia de los mecanismos nacionales de derechos humanos y de los sistemas judiciales; • Garantía de la libertad de expresión y acceso a la información mediante el fortalecimiento de la legislación y de la capacidad de los medios de información; • Asistencia electoral y apoyo a largo plazo para los órganos de gestión electoral y; • Promoción de la participación de la mujer en la vida pública y política. Se proporcionan aproximadamente 1.400 millones de dólares anuales por conducto del PNUD solamente para apoyar los procesos democráticos alrededor del mundo, con lo que las Naciones Unidas constituyen uno de los mayores proveedores de cooperación técnica para la democracia y la gobernanza a nivel mundial. La labor política de las Naciones Unidas exige que promueva resultados democráticos; los organismos de desarrollo tratan de promover las instituciones nacionales como los parlamentos, las comisiones electorales y los sistemas jurídicos que forman la base de toda democracia; y las actividades de derechos humanos apoyan la libertad de expresión y asociación, la participación y el imperio de la ley, todos los cuales son componentes críticos de la democracia. La Asamblea General de las Naciones Unidas y la democracia Desde 1988, la Asamblea General ha aprobado por lo menos una resolución por año referente a algún aspecto de la democracia. La democracia ha surgido como tema fundamental en los resultados de las principales conferencias y Cumbres de las Naciones Unidas desde el decenio de 1990, y entre las metas de desarrollo internacionalmente convenidas que produjeron, se incluyen los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Los Estados Miembros en la Cumbre Mundial celebrada en septiembre de 2005, reafirmaron que «la democracia es un valor universal basado en la libertad libremente expresada del pueblo para determinar sus sistemas políticos, económicos, sociales y culturales y su plena participación en todos los aspectos de su vida».iv El documento de resultados de la Cumbre también subraya que «la democracia, el desarrollo y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales son interdependientes y se refuerzan mutuamente», y señala que «pese a que las democracias comparten características comunes, no existe un único modelo de democracia». Los Estados Miembros acordaron promover el aumento de la representación femenina en los órganos de decisión del gobierno, además de asegurar la igualdad de oportunidades para participar plenamente en el proceso político (párrafo 58g). Cinco años antes, los dirigentes mundiales se comprometieron en la Declaración del Milenio a no escatimar esfuerzos para promover la democracia y fortalecer el imperio de la ley, así como los derechos sociales y culturales para todos, y fortalecer la capacidad de todos los países para aplicar los principios y prácticas de democracia y respeto por los derechos humanos.v Primer Día Internacional de la Democracia El 8 de noviembre de 2007, la Asamblea General proclamó el 15 de septiembre como Día Internacional de la Democracia, invitando a los Estados Miembros, el Sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones regionales, intergubernamentales y no gubernamentales a conmemorar el Día. El Día Internacional de la Democracia proporciona una oportunidad de examinar el estado de la democracia en el mundo. La democracia es tanto un proceso como una meta, y sólo con la plena participación y el apoyo de la comunidad internacional, los órganos nacionales de gobierno, la sociedad civil y los individuos puede el ideal de democracia tornarse en realidad para ser disfrutado por todos, en todos lados. ___________________ i Párrafo 119 del Documento de Resultados de la Cumbre Mundial [A/RES/60/1] ii Declaración Universal de Derechos Humanos, Artículo 21 iii In Larger Freedom A59/2005, párrafo 148 iv Documento de Resultados de la Cumbre Mundial, párrafo 185 v Resolución A/RES/55/2 de la Asamblea General PROMOCIÓN DE LA DEMOCRACIA MEDIANTE ELECCIONES La difusión de la democracia en todo el mundo ha sido un logro significativo de nuestra época. Las elecciones son fundamentales para ello, haciendo posible el acto de libre determinación previsto en la Carta de las Naciones Unidas. La historia de la Organización está vinculada con las elecciones desde poco después de su fundación cuando, a fines del decenio de 1940, observó elecciones en la Península Coreana. Durante la era posterior de fideicomiso y descolonización, supervisó y observó plebiscitos, referéndums y elecciones en todo el mundo. Hoy en día, las Naciones Unidas continúa siendo un participante digno de confianza e imparcial, proporcionando asistencia electoral a solicitud de los Estados Miembros. El suministro de asistencia electoral por las Naciones Unidas es un esfuerzo colectivo en el que intervienen varios organismos y departamentos y está estrechamente regulado por la Asamblea General. La asistencia electoral se basa en el principio establecido en la Declaración Universal de Derechos Humanos de que la voluntad de la población, expresada por conducto de elecciones periódicas y genuinas, ha de constituir la base de la autoridad de gobierno, reconociendo a la vez los principios de soberanía del estado y propiedad nacional de las elecciones. Para asegurar el cumplimiento de esos principios, el Subsecretario General de Asuntos Políticos es el Encargado de la coordinación de las actividades de asistencia electoral, y asesora al Secretario General sobre cuestiones electorales. La División de Asistencia Electoral, dentro del Departamento de Asuntos Políticos, apoya al Encargado para garantizar la congruencia y coherencia de todo el sistema al suministrar la asistencia electoral de las Naciones Unidas. Otros participantes de las Naciones Unidas involucrados en el suministro de asistencia electoral son el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, los Voluntarios de las Naciones Unidas, el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, el Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. En los últimos 20 años, las Naciones Unidas ha suministrado asistencia electoral a más de 100 Estados Miembros. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, por ejemplo, suministra asistencia electoral en un promedio de 30 Estados Miembros por año para fomentar la capacidad de gestión electoral sostenible, promover la participación inclusiva en elecciones, particularmente de las mujeres y otros grupos subrepresentados, y coordinar el apoyo de donantes a los procesos electorales. Las Naciones Unidas también han establecido relaciones con organizaciones gubernamentales, intergubernamentales y no gubernamentales que participan en la asistencia electoral, incluidas la Unión Europea, la Organización de los Estados Americanos, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Unión Africana, International IDEA, el Centro Carter, y la Fundación Internacional para Sistemas Electorales. Esas relaciones ofrecen oportunidades de colaboración en las actividades de apoyo electoral así como para compartir experiencias y enseñanzas. La asistencia electoral de las Naciones Unidas ha sido un componente crucial y positivo en materia de mantenimiento de la paz, establecimiento de la paz, y establecimiento de gobernanza democrática. A medida que la democracia se ha difundido, también lo hecho el papel de las elecciones como medio de establecer un gobierno legítimo. Las Naciones Unidas han participado en elecciones en todas las regiones del mundo con asistencia proporcionada en el Afganistán, Burundi, Un ciudadano de Côte d'Ivoire muestra Camboya, la República Democrática del Congo, Cote su registro de voto. UN Photo/Ky Chung d’Ivoire, Haití, Irak, Kirguistán, Liberia, Malawi, Malí, Nepal, Nigeria, Pakistán, Sierra Leona, Sudán, Timor Oriental y Yemen, por mencionar unos pocos. Las elecciones en cada país son únicas, y reflejan las características políticas e históricas de los distintos países. Si bien no hay un único sistema electoral que se adapte por igual a todos los países, el proceso electoral debe adherirse a obligaciones y compromisos contenidos en instrumentos internacionales de derechos humanos. Por consiguiente, las Naciones Unidas abordan cuidadosamente cada solicitud tras una serie de medidas: solicitud oficial; evaluación; diseño; y ejecución. Se reconoce que al abordar la capacidad de un órgano de gestión electoral por si solo no se han de producir necesariamente elecciones libres y justas. También es necesario que haya un foco del medio político global en el cual se celebran las elecciones. Por consiguiente, las Naciones Unidas también realiza esfuerzos para promover la capacidad, además de las autoridades electorales. Ello implica trabajar con los votantes, los medios de información y la sociedad civil, así como con otros participantes e instituciones de la gobernanza democrática. Las Naciones Unidas también está poniendo más atención al asunto de las elecciones y la violencia, y está en proceso de establecer pasos adicionales que la Organización puede tomar para reducir la posibilidad de que esto ocurra. La meta principal de la asistencia electoral de las Naciones Unidas es apoyar a los Estados Miembros para que celebren elecciones periódicas, fidedignas y genuinas y establezcan procesos electorales sostenibles a nivel nacional. Las Naciones Unidas procuran garantizar que los Estados Miembros tengan la capacidad nacional de organizar elecciones futuras con poca o ninguna ayuda externa. LA DEMOCRACIA Y LA SOCIEDAD CIVIL Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia Antecedentes En la Cumbre Mundial de 2005, los Gobiernos reafirmaron que la democracia es un valor universal basado en la libertad libremente expresada del pueblo para determinar sus sistemas políticos, económicos, sociales, y culturales, y su plena participación en todos los aspectos de su vida. Recalcaron que la democracia, el desarrollo y el respeto de todos los derechos humanos y libertades fundamentales son interdependientes y se reafirman mutuamente. Reanudaron su compromiso a apoyar la democracia y acogieron el establecimiento de un Fondo para la Democracia en las Naciones Unidas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia (FNUD) fue establecido por el Fondo Fiduciario General del Secretario General de las Naciones Unidas en 2005 para apoyar los esfuerzos de democratización en todo el mundo. El FNUD apoya proyectos que fortalecen la voz de la sociedad civil, promueven los derechos humanos, y fomentan la participación de todos los grupos en el proceso democrático. La gran mayoría de fondos del FNUD están destinados a organizaciones locales de la sociedad civil, tanto en las fases de transición como de consolidación de la democratización. Así, el FNUD desempeña un papel novedoso y definido al complementar el trabajo tradicional de las Naciones Unidas –el trabajo con Gobiernos– para fortalecer la gobernanza democrática en todo el mundo. El FNUD subsiste únicamente gracias a contribuciones voluntarias de los Gobiernos. En 2009, sobrepasó los $100 millones de dólares en contribuciones y ahora tiene 37 países donantes, incluidos Estados de medios y bajos recursos en África, Asia y América Latina. El FNUD respalda un proyecto para fortalecer el diálogo público en Palestina. Una iniciativa apoyada por el FNUD para los derechos humanos y la libertad de expresión en Sierra Leona. El Fondo proporciona subvenciones de hasta $500.000. En cuatro rondas de financiación hasta la fecha, el FNUD ha apoyado más de 330 proyectos en 115 países. Las solicitudes se someten a un proceso de selección sumamente riguroso y competitivo, en el que un promedio del tres por ciento de todas las solicitudes se aprueban para subvenciones. Los proyectos duran dos años y se clasifican bajo una o más de seis áreas principales: Desarrollo comunitario Medios de comunicación Imperio de la ley y derechos humanos Herramientas para la democratización Mujeres Juventud La democracia en acción, parte I: Fomentar el apoyo a la Carta Africana de la Democracia En 2007, los Estados Miembros de la Unión Africana adoptaron la Carta Africana de la Democracia, las Elecciones y la Gobernanza, señalando un avance importante de la Unión Africana como participante que promueve la buena gobernanza. Para entrar en vigencia, la Carta requiere que por lo menos 15 Estados de la Unión Africana la firmen y ratifiquen. Hasta junio de 2010, sólo tres habían ratificado la Carta, mientras que 30 la habían firmado con intención de ratificarla. 2 Con el apoyo del FNUD, un consorcio de organizaciones de la sociedad civil africanas apoyadas por el instituto africano de la democracia, Idasa, están fomentando el apoyo local de la Carta en 10 países. La iniciativa aspira a adelantar los esfuerzos de todos los interesados, incluso la sociedad civil y las autoridades encargadas de formular políticas, para promover y mejorar las prácticas democráticas implementadas y fomentar instituciones democráticas sostenibles en todo el continente. Intenta crear movimientos nacionales así como solidaridad internacional para promover el diálogo y la concientización de la Carta. La democracia en acción, parte II: Capacitar a los futuros líderes de Palestina En Palestina, el FNUD financia un proyecto para fomentar el liderazgo entre los jóvenes y establecer foros para que ellos participen en los procesos democráticos mientras adelantan los principios democráticos en sus comunidades. Con el apoyo del FNUD, el Centro para Estudios de Derechos Humanos en Ramallah ha desarrollado un programa para mejorar el diálogo democrático entre los jóvenes tanto en la Ribera Occidental como en la Ciudad de Gaza. Las reuniones incluyeron líderes, facilitadores, y jóvenes representantes de una variedad de perspectivas, lo que hizo que los talleres fueran una oportunidad valiosa para establecer contactos y obtener un entendimiento de diversos orígenes culturales, tradicionales, y religiosos. Los participantes organizan visitas en grupo a sus localidades mutuas, diseñan campañas para fomentar la participación de la juventud en el proceso político, y organizan manifestaciones pacíficas para abogar por derechos democráticos. Se pueden reunir con el Primer Ministro, el Presidente del Consejo Legislativo, y Miembros del Parlamento para conversar sobre medidas constructivas para las contribuciones de la juventud al proceso legislativo. 3 La democracia en acción, parte III: Potenciar a comunidades en el Cáucaso En el Cáucaso del Norte, el FNUD respalda una iniciativa para adelantar la democracia a nivel comunitario capacitando a líderes de la sociedad civil en liderazgo, actividades de fomento, manejo de proyectos, y movilización de recursos. La iniciativa general consiste en sesiones de capacitación, conferencias, y talleres en Daguestán, Chechenia, Ingusetia y Osetia del Norte para unir a las ONG de la región en una red amplia y vibrante que pueda promover la democracia y fomentar cambio positivo en sus comunidades. El proyecto es implementado por la Fundación FOCUS-MEDIA en Moscú, la cual brega por comunidades sanas, tolerantes, y prósperas al informar, educar, e involucrar al pueblo y las organizaciones para mejorar sus condiciones de vida y salud. La democracia en acción, parte IV: Fortalecer el liderazgo de la juventud en Myanmar En Myanmar, el FNUD apoya una iniciativa de ActionAid International para capacitar a los jóvenes en liderazgo y búsqueda de compromiso de la sociedad civil con el objetivo general de reconstruir comunidades y medios de vida. El proyecto también incluye un componente de capacitación para lidiar con los medios de comunicación. El proyecto se lleva a cabo entre los grupos minoritarios shan, kachín, y kayah, y uno de sus objetivos secundarios es reconciliar las diferencias entre los grupos. El proyecto incluye capacitación en desarrollo de las capacidades además de organización de grupos de autoayuda. En un caso, luego de conversaciones 4 organizadas por el proyecto, seis aldeas de las comunidades shan y kachin acordaron trabajar juntas para reconstruir el puente que las enlazaba a todas con el mercado. En otro caso, líderes juveniles decidieron organizar un juego de fútbol para acercar a la gente y recaudar fondos para reparar la escuela local. Estos son ejemplos de la meta principal del proyecto, que es enseñarles a los jóvenes cómo conversar, movilizarse, y tomar medidas para resolver problemas comunitarios. Para más información, visite www.un.org/democracyfund o llame al +1 212 963 3399. 5 LA DEMOCRACIA Y LOS DERECHOS HUMANOS Marco normativo de derechos humanos Los valores de libertad y respeto por los derechos humanos y el principio de celebrar elecciones periódicas y genuinas mediante el sufragio universal son elementos esenciales de la democracia. A su vez, la democracia proporciona el medio natural para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos. Esos valores se han incorporado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y han sido elaborados Internacional aún de más en Derechos el Pacto Civiles y Políticos que consagra una multitud de Mujeres en Juba, Sudán, votan en las elecciones nacionales de su país, las primeras en realizarse en casi 25 años. UN Photo/Tim McKulka derechos políticos y libertades civiles en que se basan las democracias significativas. El nexo entre democracia y derechos humanos figura en el artículo 21(3) de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece: «La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto». Los derechos consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en instrumentos de derechos humanos posteriores que abarcan los derechos de los grupos (por ejemplo, los pueblos indígenas, las minorías, las personas con discapacidades) son igualmente esenciales para la democracia habida cuenta de que garantizan la distribución equitativa de la riqueza, y la igualdad y equidad con respecto al acceso a los derechos civiles y políticos. Durante muchos años la Asamblea General de las Naciones Unidas y la ex Comisión de Derechos Humanos trataron de valerse de los instrumentos internacionales de derechos humanos para promover una comprensión común de los principios, las normas, y los valores que constituyen la base de la democracia, con miras a orientar a los Estados Miembros para la formación de tradiciones e instituciones democráticas internas; y atender sus compromisos en cuanto a derechos humanos, democracia y desarrollo. Ello llevó a articular varias resoluciones de la ex Comisión de Derechos Manifestantes mostrando pancartas por la libertad de expresión en Wat Phnom, Camboya. OHCHR/James Turpin Humanos que han constituido un hito. En 2000, la Comisión recomendó una serie de importantes medidas legislativas, institucionales y prácticas para consolidar la democracia (resolución 2000/47); y en 2002, la Comisión declaró lo siguiente como elementos esenciales de la democracia:i • Respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales • Libertad de asociación • Libertad de expresión y de opinión • Acceso al poder y su ejercicio de conformidad con el imperio de la ley • La celebración de elecciones periódicas, libres y justas por sufragio universal y por voto secreto como expresión de la voluntad de la población • Un sistema pluralista de partidos y organizaciones políticas • La separación de poderes • La independencia del poder judicial • La transparencia y la responsabilidad en la administración pública • Medios de información libres, independientes y pluralistas. Apoyo a los procesos de democratización nacional Los déficits de la democracia y las instituciones débiles son algunos de los principales problemas para la realización eficaz de los derechos humanos. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos trata de abordar esos problemas mediante sus servicios consultivos y su programa de cooperación técnica, que se centran en el fortalecimiento del marco jurídico para la protección de los derechos humanos (reforma institucional y jurídica); el establecimiento de capacidades que habiliten a los i Comisión de Derechos Humanos, resolución 2002/46 segmentos vulnerables y en situación desventajosa de la sociedad; y la promoción de la conciencia y educación en derechos humanos. Promoción de la gobernanza democrática La Oficina sigue promoviendo la gobernanza democrática al suministrar apoyo continuo a instituciones democráticas, entre ellas entidades e instituciones nacionales involucradas en la administración de la justicia, al mejorar la capacidad de los parlamentarios de participar en la protección de los derechos humanos, al apoyar a la sociedad civil y al facilitar los procesos de desarrollo electoral y constitucional. Apoyo a democracias en transición En las democracias en transición y en los países que salen de situaciones de conflicto, la Oficina del Alto Comisionado colabora con los gobiernos y otras entidades nacionales para enfrentarse al pasado a fin de restablecer la confianza del público, y restaurar la paz y el imperio de la ley. La Oficina del Alto Comisionado se ha concentrado en combatir la impunidad, y ha apoyado activamente programas de justicia transicional en más de 20 países en todo el mundo durante la década pasada. Su apoyo incluye garantizar que factores de derechos humanos y justicia transicional se reflejen en acuerdos de paz; participar en el diseño e implementación de consultas nacionales globales sobre mecanismos de justicia transicional; apoyar el establecimiento de procesos para descubrir la verdad, mecanismos de responsabilidad judicial, y programas de reparaciones; y mejorar la reforma institucional. Orientación de los esfuerzos nacionales y regionales para consolidar la democracia y mantener el imperio de la ley En dos seminarios de expertos organizados por la Oficina del Alto Comisionado en 2002 y 2005 se aclararon los principales problemas que se oponen a la democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley incluidos: • La profundización de la pobreza • Amenazas a la seguridad humana • La violación de los derechos individuales y los impedimentos para el disfrute de las libertades fundamentales • Las erosiones del imperio de la ley en contextos tales como la lucha contra el terrorismo • La ocupación ilegal con uso de la fuerza • El aumento de los conflictos armados • El acceso desigual a la justicia por parte de los grupos en situación desventajosa • La impunidad Los informes de esos seminariosii constituyen una guía para elaborar marcos y estrategias nacionales y regionales para la realización de la democracia como concepto holístico basado en una estricta adhesión a los derechos humanos y los principios del imperio de la ley. Además, la Oficina del Alto Comisionado ha publicado una compilacióniii de documentos y textos pertinentes que sirve como referencia e instrumento analítico para la preparación de la constitución, la revisión/redacción de legislaciones y estrategias nacionales para consolidar los derechos humanos y las bases democráticas. La Oficina del Alto Comisionado participa con otras partes del sistema de las Naciones Unidas en la elaboración de un enfoque coherente a nivel de todo el sistema en lo que respecta a la democracia y la asistencia constitucional. También trata de asociarse con organizaciones intergubernamentales que promueven la democracia tales como l’Organisation Internationale de la Francophonie, la Unión Interparlamentaria, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y organizaciones intergubernamentales regionales. La Oficina también proporciona apoyo dedicado al Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia, sirviendo de asesora para el necesario proceso de adopción de decisiones sobre criterios para financiar el programa y propuestas de proyectos. Para más información, póngase en contacto con: OHCHR Ginebra, Tel: +41(0)22 9289787 o visite www.ohchr.org ii E/CN.4/2003/59 y E/CN.4/2005/58. iii La Compilación de documentos y textos adoptados y usados por las distintas organizaciones intergubernamentales, internacionales, regionales y subregionales con miras a promover y consolidar la democracia está disponible en http://www2.ohchr.org/english/law/compilation_democracy/index.htm. LAS MUJERES Y LA DEMOCRACIA Desde luchas excepcionales para obtener su derecho al voto hasta esfuerzos continuos de países para establecer cuotas y reservas a fin de aumentar los números de representantes elegidas, las mujeres siempre han mantenido una participación firme en la democracia. Han reconocido que la participación en la democracia es la manera clave mediante la cual los intereses de las mujeres se pueden representar y recibir una respuesta política socialmente legítima y sostenible. La cantidad sorprendentemente baja de mujeres en cargos públicos, que actualmente es un promedio mundial de sólo el 19 por ciento en asambleas nacionales, ha sido reconocida como un déficit que se debe compensar. El aumento de la participación de las mujeres en todos los niveles de la gobernanza democrática –desde el nivel local hasta el nacional y regional– diversifica el carácter de las asambleas democráticas y permite que la toma de decisiones públicas responda a las necesidades de los ciudadanos que puedan haberse descuidado en el pasado. Mujeres en Parlamentos Nacionales Porcentaje en cámara única o cámara baja al 31 de mayo de 2010 Estados Árabes Pacífico África Subsahariana Asia MUNDO Europa – excluye países nórdicos Europa – incluye países nórdicos América Países nórdicos Fuente: Unión Interparlamentaria Las elecciones y la participación significativa de las mujeres en política En todo el mundo, el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) apoya esfuerzos para aumentar la proporción de mujeres elegidas para cargos gubernamentales, incluso fomentando la capacidad de las mujeres para ser legisladoras efectivas una vez elegidas. Sin embargo, el reto de obtener igualdad entre los sexos en la participación política va más allá de lograr mejores proporciones cuantitativas entre hombres y mujeres durante un año electoral. UNIFEM también apoya iniciativas para aumentar la efectividad política femenina antes y después de las elecciones, incluso adoptando “medidas especiales de carácter temporal” conforme al Artículo 4 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en inglés). Aunque varios países (incluso Bolivia, Senegal, Egipto, Albania y Burkina Faso) adoptaron cuotas o reservas en 2008-2009 a través de enmiendas constitucionales, reformas de leyes electorales, o la promulgación de leyes de igualdad, el número de países que tienen dichas medidas implementadas sigue siendo bajo. Esto es a pesar del hecho que se ha demostrado que las cuotas y reservas en promedio producen una representación femenina más alta, sin tener en cuenta el sistema electoral. UNIFEM apoya campañas de organizaciones de la sociedad civil para la mujer a fin de fomentar medidas especiales de carácter temporal y suministra asistencia técnica a Gobiernos para implementar dichas medidas. Al reconocer que el reto de obtener igualdad entre los sexos en la participación política va más allá de lograr mejores proporciones cuantitativas entre hombres y mujeres durante un año electoral, UNIFEM también intenta fomentar la capacidad de las mujeres para ser legisladoras efectivas una vez elegidas. Estrategias como fomentar grupos bipartidarios a nivel parlamentario y local pueden suministrar el apoyo de colegas necesario para promover un programa legislativo y político para igualdad entre los sexos. En Ruanda, Uganda, Kenia, Burundi, Mozambique y Afganistán, UNIFEM ha apoyado la creación de grupos parlamentarios de mujeres, redes de colegas entre concejalas locales, aumento de la capacidad de los grupos de mujeres de analizar la legislación desde una perspectiva de género, y la elaboración de estrategias de implementación. Fomento del apoyo local y educación cívica Un elemento fundamental para garantizar la participación efectiva y significativa de las mujeres en política es desarrollar un “apoyo local para igualdad entre los sexos”. Por esto, UNIFEM está apoyando iniciativas en Bolivia, Sudán, Nepal y Camerún dirigidas a fomentar programas políticos de consenso nacional para igualdad entre los sexos. UNIFEM sigue suministrando asistencia técnica a ministerios de asuntos de mujeres, observatorios de género, y comités para facilitarles el desempeño de un papel de liderazgo en los esfuerzos de gobiernos por integrar consideraciones de género. Dichos esfuerzos incluyen elaboración de planes nacionales sobre género, integración del género a procesos relacionados con la planificación, y elaboración de estrategias de desarrollo nacional, planes de seguridad nacional y políticas ambientales. Gobernanza democrática y responsabilidad UNIFEM también trabaja para mejorar la gobernanza democrática que tiene en cuenta las cuestiones de género y el aumento de responsabilidad para mujeres. UNIFEM se está asociando con PNUD en una iniciativa mundial de varios años dirigida a mejorar la calidad de la gobernanza desde la perspectiva de la capacidad de las mujeres para obtener acceso a servicios públicos. En Marruecos, la iniciativa está trabajando con el Ministerio de Justicia para garantizar que las mujeres tengan mejor acceso a los tribunales de familia. En Ruanda, se ha dado apoyo al observatorio de géneros para mejorar su capacidad de monitorear la provisión de servicios agrícolas a mujeres. A nivel local, UNIFEM trabaja con entidades descentralizadas en Colombia, Namibia, Tanzania, Malí e India para garantizar que la planificación y los presupuestos reducen la desigualdad entre los sexos para mujeres de la comunidad. Legislación y políticas que tienen en cuenta las cuestiones de género UNIFEM intenta ayudar, asesorar, y apoyar democracias en desarrollo en la promulgación de legislación y políticas que tienen en cuenta las cuestiones de género, principalmente aquellas que tratan la igualdad entre los sexos en leyes y gobernanza, violencia contra mujeres, trabajo, salud, y pobreza. UNIFEM presta atención en particular a la eliminación de disposiciones discriminatorias de la legislación y políticas existentes, así como a la incorporación de disposiciones de igualdad entre los sexos conforme a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. En Costa Rica, UNIFEM apoyó la labor de la Asociación de Trabajadoras Domésticas (ASTRADOMES) para abogar por la reforma del Código Laboral nacional que se aprobó en junio de 2009. En Burundi, el apoyo de UNIFEM contribuyó a enmiendas al Código Penal para aumentar las penas para perpetradores de violencia contra mujeres y los castigos por violación conyugal en Burundi. Las mujeres en procesos de consolidación de la paz La prioridad de UNIFEM en sociedades después de los conflictos ha sido fomentar la voz e influencia de las mujeres en el establecimiento de la paz y consolidación de la paz, especialmente en la formulación de políticas y distribución de fondos, para abordar debidamente las necesidades de mujeres y niñas en la planificación posterior a conflictos. El UNIFEM a menudo desempeña un papel de convocación, facilitando las relaciones entre las activistas de la paz, representantes de alto nivel de las Naciones Unidas, y los líderes del mundo. Como parte de los eventos para conmemorar el Décimo Aniversario de la Resolución 1325 sobre la mujer, la paz, y la seguridad, el UNIFEM convocó “Días Abiertos” sobre la mujer y la paz en varios países en junio de 2010. Los Días Abiertos les dieron acceso a activistas de mujeres en la República Democrática del Congo, Nepal, Pakistán, Afganistán, Guinea-Bissau y Somalia a miembros destacados de misiones de las Naciones Unidas y del gobierno. Las mujeres profundizan la democracia: La transformación de la política para igualdad entre los sexos El UNIFEM, en asociación con el Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia (FNUD) y la División de Asistencia Electoral del Departamento de Asuntos Políticos (DAP), convocó a 21 líderes de la sociedad civil de 18 países que trabajan para profundizar la participación de las mujeres en competencia y gobernanza políticas democráticas a un taller en Nueva Delhi en enero de 2010. El Taller sobre Género y Democracia se propuso suministrar una plataforma para conversar sobre logros y retos al implementar proyectos pilotos innovadores a nivel popular, analizar retos a la participación política de mujeres, y contribuir a los esfuerzos generales de las Naciones Unidas para promover la democracia.