Presupuesto y Gasto Público 61/2010: 11-23 Secretaría General de Presupuestos y Gastos © 2010, Instituto de Estudios Fiscales La dinámica de los flujos migratorios de entrada en España MARÍA MIYAR BUSTO * UNED y CESC LUIS GARRIDO MEDINA * Universidad Nacional de Educación a Distancia UNED y CESC Recibido: Octubre 2010 Aceptado: Noviembre 2010 Resumen Este artículo presenta una caracterización de los flujos migratorios de entrada en España para el período 1998-2008 en cuanto a su intensidad, dinámica temporal, rasgos demográficos y grado de regularización. Con este fin se utilizan distintas fuentes estadísticas procedentes de encuestas y registros administrativos entre las que destaca el Padrón Continuo gestionado por el INE. Las sucesivas oleadas migratorias, especialmente intensas desde 2000, han condu­ cido a un incremento de la población inmigrante sin precedentes en España. Si se exceptúan las variaciones en la composición por origen, las características básicas del conjunto, como estructura de edad, nivel educativo y porcen­ taje de mujeres, no han experimentado cambios notables. Palabras clave: dinámica de la inmigración, tendencias demográficas, inmigrantes irregulares. Clasificación JEL: J110. Abstract This paper describes the migration inflows to Spain that reached the country from 1998 to 2008 with a focus on their intensity, temporal dynamics, demographic features and legal status. To do so, the paper uses a number of survey studies and register-based, including the Padrón Municipal Continuo centrally managed by the National Statistics Office. The paper reveals how migration to Spain, specially from 2000, dramatically transformed the Spanish so ciety. With the only exception of changes in the ethnic composition of inflows over time, the basic features of migra­ tion to Spain in terms of educational composition, age and feminization have been remarkably stable. Key words: immigration’s dynamics, demographic Trends, irregular immigrants. JEL Classification: J110. * UNED Departamento de Sociología II (Estructura Social) y CESC. Este trabajo ha sido apoyado por el Plan de I+D+i del Ministerio de Educación y Ciencia (posteriormente Ministerio de Ciencia e Innovación) con el proyecto SEJ2007-67091, de título Inmigración, Estado de Bienestar y desigualdad social en España. Los autores agradecen encarecidamente la magnífica disposición para con ellos de los miembros del INE con los que han tratado durante la elaboración de este trabajo. Especialmente Carmen Alcaide, Miguel de Castro, Ignacio Duque y Ana Jurado. 12 1. María Miyar Busto y Luis Garrido Medina Introducción Desde el año 2000, España ha pasado por uno de los fenómenos demográficos y socia­ les más rápidos de su historia: la llegada masiva de inmigrantes. El crecimiento de los flujos migratorios procedentes tanto de países comunitarios como extracomunitarios ha forzado la adaptación de la sociedad española y de sus investigadores sociales, convirtiéndose en un ob­ jeto de análisis de suma relevancia entre demógrafos, economistas y sociólogos. Este nuevo interés en el análisis de las consecuencias económicas y sociales de los flujos migratorios, tanto para la sociedad de acogida como para sus nuevos integrantes, e incluso para sus sociedades de origen, exige un conocimiento previo de sus características de estos flujos migratorios. El objetivo de este artículo es la caracterización de los flujos migratorios de entra­ da, tanto en cuanto a su intensidad, dinámica temporal y características demográficas como en cuanto a la evolución de la regularización de su residencia y situación laboral en el país. Con este fin, en este artículo se estudiará en primer lugar la evolución de los flujos inmi­ gratorios de los distintos orígenes desde 1998 hasta 2008. A continuación se describen algunas características básicas de esos flujos, como su grado de feminización o los cambios en su com­ posición por edades y nivel educativo. Seguidamente, se presta atención al ritmo de adquisi­ ción de la situación regular en cuanto a la residencia y el trabajo. Por último, se reflexionará so­ bre el futuro de los flujos de la inmigración en el nuevo contexto de crisis de empleo. 2. Los cambios en los orígenes de los flujos migratorios de entrada El Padrón Municipal Continuo (en adelante: PMC) constituye una fuente estadística que proporciona notables ventajas comparativas en el estudio de los flujos migratorios de en­ trada. La existencia de fuertes incentivos al registro para la población recién llegada contri­ buye a la construcción de series de entrada eficientes en su estimación, tanto de las caracte­ rísticas demográficas básicas de los recién llegados como en el volumen de los flujos. Estos incentivos consisten, desde la Ley Orgánica de Inmigración y Extranjería 4/2000, en que la inscripción padronal conlleva el derecho de acceso a servicios públicos gratuitos como la sanidad o la educación. Además, el empadronamiento configura uno de los métodos más eficaces de acreditación de la residencia en España, uno de los principales requisitos en las regularizaciones extraordinarias y en la regularización por arraigo 1. En este sentido, ha de tenerse en cuenta que a pesar de la eficacia expuesta en el reflejo de los flujos migratorios de entrada, el PMC es susceptible de verse afectado por cambios legislativos, como la men­ cionada ley 4/2000, que podría haber dado lugar a un empadronamiento masivo de un contin­ gente de población residente hacía tiempo pero no empadronada hasta entonces. Por otra parte, una ventaja añadida del PMC es que comprende tanto a la población regular como a la irregular, elemento poco frecuente en las estadísticas sobre inmigración de otros países del entorno europeo. Además, la información facilitada en el registro no puede ser utilizada para detectar a la población en situación irregular, de modo que la combinación de al­ tos incentivos y bajo coste minimiza el porcentaje de población irregular no empadronada. 13 La dinámica de los flujos migratorios de entrada en España Asimismo, cabe señalar que a pesar de que la disponibilidad de variables sobre las ca­ racterísticas de los individuos es muy reducida, se cuenta con un gran detalle en cuanto a las dimensiones temporales y geográficas de la historia residencial de los individuos. Por último, los datos del PMC cuentan con la ventaja inestimable de constituir el universo total de la po­ blación llegada al país, y no una muestra, evitando los problemas derivados de posibles ses­ gos que muy frecuentemente afectan a la población recién llegada (para un análisis de estos problemas en la EPA y la ENI, véase Miyar, tesis doctoral en prensa). Como dato general re­ presentativo de la capacidad del PMC para computar la llegada de inmigrantes se puede ha­ cer referencia a que, desde el 1 enero 2000 hasta el 30 de junio de 2010, ha registrado la nue­ va residencia en España de 8.024.117 de personas procedentes del exterior 2. Gráfico 1. Entradas trimestrales al Padrón por continente de origen, 1998-2008 140.000 350.000 120.000 300.000 100.000 250.000 80.000 200.000 60.000 150.000 40.000 100.000 20.000 50.000 0 0 I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV 1998 1999 2000 España Latinoamérica 2001 2002 UE 15 Asia 2003 2004 2005 Europa Oriental Otros 2006 2007 2008 Africa TOTAL (eje dcho.) Fuente: Elaboración propia a partir del Padrón Municipal continuo a 1 de enero de 2009. En el Gráfico 1 se presentan las entradas trimestrales al Padrón por continente de naci­ miento desde 1998 a 2008. Hasta el año 2000 los flujos migratorios —registrados en el PMC— de entrada son, aunque en una trayectoria creciente, aún reducidos, rozando las 200 mil nuevas inscripciones al año en 1999. Los principales orígenes en ese período son Latino­ américa, la Unión Europa de los 15, y África (casi en su totalidad procedentes de Marrue­ cos). En 2000 los empadronamientos se disparan, coincidiendo con la nueva legislación que 14 María Miyar Busto y Luis Garrido Medina concede los derechos del Estado de Bienestar a partir de la inscripción padronal y la realiza­ ción de un proceso de regularización extraordinaria entre los meses de marzo y junio. Podría situarse ahí el inicio de la fase de alta intensidad de la inmigración en España, con un prota­ gonismo especial de las inscripciones de los que provienen de Latinoamérica y Europa Oriental, cuyas entradas multiplican por siete las de 1998. En esa primera fase de entradas masivas son las de los latinoamericanos las más desta­ cadas, llegando a inscribirse en el Padrón más de 1.300.000 de ellos desde enero de 2000 hasta diciembre de 2003. Aunque en 2004 estos flujos son claramente menores, en 2006 y 2007 recuperan la intensidad migratoria por la que se caracterizaban cinco años antes, aún con una leve disminución en 2008. Como resultado, las inscripciones de latinoamericanos desde 1998 hasta 2008 superan los 3 millones. El resto de procedencias muestra también una expansión importante a partir del año 2000 y de forma continuada durante el resto del período. La tendencia general es de expan­ sión en 2000 y 2001, con una parada del crecimiento durante 2002 y 2003. A finales de 2004 se experimenta un resurgir del aumento de los flujos de extracomunitarios, coincidiendo con los meses previos a la regularización de 2005. Este renacimiento de las entradas se da en 2006 y 2007 para Latinoamérica y Europa Oriental (al mismo tiempo que entran en la UE Rumanía y Bulgaria). Por su parte, 2008 representa un nuevo cambio de tendencia, más acu­ sado que los anteriores, empezando por los provenientes de Europa Oriental, con disminu­ ciones de los flujos prácticamente en todos los grupos, y seguido por los procedentes de Lati­ noamérica. Además de esta evolución general, encontramos una discontinuidad en las series a raíz de la revisión padronal llevada a cabo en noviembre de 2001 con motivo del censo, cuando se inscribieron alrededor de 150.000 altas que hasta entonces no habían sido registradas y que corresponderían a residentes que habían entrado al país con anterioridad. 3. La estabilidad en las características de los recién llegados La variabilidad en la composición de los flujos migratorios por continente de origen no implica que la distribución de las características sociodemográficas varíe en la misma medi­ da. Los rasgos de la población inmigrante en cuanto a su distribución por edades, sexo o ni­ vel educativo constituyen indicios fehacientes sobre elementos tan importantes en el estudio de los flujos migratorios como los del objetivo del proyecto migratorio, las dinámicas de rea­ grupación familiar o los procesos de autoselección. 3.1. La juventud de los recién llegados En el Gráfico 2 se presenta la estructura de edad de todos aquellos inmigrantes nacidos fuera de España en el momento en que se registra su nueva residencia en España a través del PMC. Se excluye por lo tanto a todos aquellos que se registran con motivo de su nacimien­ to 4, de modo que figuran tan sólo los que han inmigrado. Se presentan distintas curvas para 15 La dinámica de los flujos migratorios de entrada en España cada continente de nacimiento. La composición por edad es muy similar para todos los inmi­ grantes excepto los nacidos en la UE-15 y en América del Norte y Resto. En general, estas curvas de edad se caracterizan por una gran concentración entre los 20 y los 49 años, con la moda en el tramo 25-29. Es éste un intervalo de edad en el que la tasa de actividad es muy elevada y en el que además se espera aún un largo período de vida laboral. A pesar de ser una pauta ampliamente seguida por el colectivo de inmigrantes llegados a España, existen algunas diferencias reseñables. En primer lugar, la concentración es mayor para el grupo de africanos, en el que el 22% de sus integrantes tenían entre 25 y 29 años en el momento de entrada, frente al 18% de la media. Además, para el grupo de Europa Oriental la moda se adelanta ligeramente, compartiéndose entre ese tramo y el de 20-24 años. Por otra parte, el tramo entre los 30 y los 44 años alcanza valores significativamente más altos para los nacidos en Asia. Por su parte, los procedentes de la UE-15 tienen una distribución bimodal, con un má­ ximo entre los 25 y los 29 años y otro entre los 55 y 64, y con mucha más gente en el tramo intermedio. Esta distribución se correspondería con una migración de jóvenes profesionales y turistas retirados. Por otro lado, entre los latinoamericanos se detecta un mayor porcentaje de inmigrantes entre los 5 y los 14 años, que sugiere la posibilidad de que los residentes de estos orígenes ya hayan emprendido procesos de reagrupación familiar. Gráfico 2. Estructura de edad a la entrada a lo largo del período 2000-2008 por continente de nacimiento 20 15 10 5 0 0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-79 UE 15 Asia Europa Oriental Otros Africa Total Latinoamérica Fuente: Elaboración propia a partir del Padrón Municipal continuo a 1 de enero de 2009. 80 y más 16 María Miyar Busto y Luis Garrido Medina Por otro lado, los cambios en esta distribución por edades pueden ser sintomáticos de cambios en los mecanismos internos de autoselección, la dinámica de inicio de procesos de reagrupación familiar o cambios en los proyectos migratorios. Examinemos ahora cómo ha evolucionado la estructura de edad de los recién llegados a lo largo del período de observación. Tomamos en esta ocasión tan sólo a los países de fuera de la UE-15 para evitar que los cambios en la importancia de los flujos de esos paí­ ses, con una composición por edades claramente distinta, puedan distorsionar el análisis. En el Gráfico 3 se presenta la composición por edades de estos inmigrantes por año de ins­ cripción en el Padrón. El rasgo más llamativo de esta distribución es la solidez de su estabi­ lidad, puesto que no existen cambios muy notables durante todo el período, manteniéndose la estructura muy concentrada en el tramo de 20 a 49 años. De todas formas, cabe destacar que la densidad en las edades laboralmente más activas crece en los años en los que aumen­ tan los incentivos legales al empadronamiento, 2000 y 2004. En el primero de ellos, como se comentó más arriba, se lleva a cabo un proceso de regularización extraordinaria y se les concede el acceso a los servicios públicos a partir de la inscripción padronal. En el segun­ do, se pone en marcha un nuevo proceso de regularización extraordinaria. Esta mayor con- Gráfico 3. Estructura de edad a la entrada (1998-2008) 20 15 10 5 0 0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-79 2000 2005 2001 2006 2002 2007 2003 2008 2004 Fuente: Elaboración propia a partir del Padrón Municipal continuo a 1 de enero de 2009. 80 y más La dinámica de los flujos migratorios de entrada en España 17 centración en las edades moda del hecho migratorio en 2000 y 2004 sugiere que el aumen­ to de las inscripciones en esos años pudo corresponderse en mayor medida con un aumento real de los nuevos residentes en el país, más que con la inscripción atrasada de inmigrantes ya residentes. Por otra parte, en términos agregados no se presenta ningún indicio sobre la puesta en marcha de procesos de reagrupación familiar, bien a través de la llegada de población en edad de jubilación o por la llegada de niños. 3.2. La feminización de los flujos migratorios en España Otro elemento relevante en la caracterización de los flujos migratorios es el porcentaje de mujeres de que se componen. La feminización de los flujos migratorios constituye aún una línea de estudio relativamente reciente en la literatura sobre migraciones internacionales, en parte debido a que históricamente se ha considerado que los protagonistas de estos movi­ mientos eran los hombres, y el papel de las mujeres en estas migraciones se restringía al de acompañantes o dependientes de sus parejas. Sin embargo, cada vez más se señala la relevan­ cia de las mujeres en las migraciones internacionales y la presencia sustantiva de proyectos migratorios propios con motivaciones laborales. En España, el porcentaje de mujeres entre aquellos que se inscriben en el PMC entre los 20 y 49 años es del 44%, muy similar al de otros países destino de migraciones internaciona­ les. Sin embargo, algunas procedencias se desmarcan claramente de la pauta seguida por la mayoría. Mientras que en los flujos procedentes de Latinoamérica las mujeres superan en nú­ mero a los hombres, manteniendo una media del 53% desde 2000 a 2008, otros orígenes se caracterizan por la escasa presencia de mujeres entre sus inmigrantes, como los procedentes de Asia y África (Gráfico 4). De todas formas, en los últimos años disponibles se detecta un incremento del porcentaje de mujeres de estas procedencias, interrumpido en ambos casos en coincidencia con el proceso de regularización extraordinaria. En esta visión agregada por continentes, el paso del tiempo no deja ver una tendencia clara hacia la frecuente feminización de los flujos. Sin embargo, en otros trabajos previos (Miyar, tesis doctoral en prensa) la evolución de la tasa de feminización de los países andinos y de Marruecos, países con una mayor tradición migratoria en España, muestra una tenden­ cia más clara. En el primer caso, hacia una masculinización de los flujos migratorios, y a la inversa en el segundo. Estos distintos patrones avalan la idea de que las dinámicas migrato­ rias de cada país son variadas y que en ocasiones parecen ser las mujeres las pioneras de la cadena migratoria. Por otro lado, la sucesión de oleadas migratorias procedentes de distintos países no pone de relieve estos procesos internos, de modo que a nivel agregado el porcentaje de mujeres parece haberse mantenido muy estable. 18 María Miyar Busto y Luis Garrido Medina Gráfico 4. Proporción de mujeres por año de entrada y país de nacimiento (20-44 años) 60 50 40 30 20 10 0 2000 2001 UE15 Asia 2002 2003 2004 Europa Oriental Otros 2005 2006 Africa Total 2007 2008 Latinoamérica Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Padrón Municipal continuo a 1 de enero de 2009. 3.3. La cualificación de los inmigrantes según la EPA Por último, el nivel educativo se configura como uno de los rasgos más determinantes del éxito de la integración laboral y social de los inmigrantes, así como de los procesos de au­ toselección en los países de origen. Para el estudio de esta dimensión de los flujos migrato­ rios resulta dificultoso utilizar los datos disponibles en el PMC, puesto que muchos de los inscritos carecen de información sobre el nivel educativo, y en todo caso suele ser una varia­ ble muy poco actualizada. Por ello, se utiliza la información disponible en la EPA. En el Grá­ fico 5 se presenta la evolución de la composición por nivel educativo de los inmigrantes que llegaron entre los 20 y los 49 años. El nivel educativo se ha agrupado en cuatro categorías: educación primaria o menos, educación secundaria inicial, educación secundaria superior, formación profesional y educación universitaria. A pesar del considerable porcentaje de inmigrantes con educación secundaria, son muy pocos los inmigrantes que han recibido educación orientada al mercado laboral. La media desde 2000 es de un 11% con formación profesional y un 14% con educación universitaria. Además, la presencia de inmigrantes que sólo tienen estudios primarios o menos es bastante notable. 19 La dinámica de los flujos migratorios de entrada en España Gráfico 5. Nivel educativo por año de llegada, nacidos fuera de España 20-49 años, 2000-2008 35 30 25 20 15 10 5 0 2000 2001 Primaria o ­ 2002 2003 Sec.Inicial 2004 2005 Sec.Superior 2006 2007 FP Universitarios 2008 Fuente: EPA I/2000 a I/2010. Nuevamente encontramos una apreciable estabilidad en las características de los sucesi­ vos flujos migratorios, aunque con una ligera tendencia desde 2004 al aumento de los inmi­ grantes de bajo nivel educativo en detrimento de los que tienen educación secundaria, junto con una leve mejoría del porcentaje con estudios superiores. A pesar de la persistencia de las características formativas de los sucesivos flujos de in­ migrantes, cabe la posibilidad de que se produzcan cambios en las características de la pobla­ ción residente debido a la actuación de procesos de autoselección en las salidas del país. Uti­ lizando exclusivamente las encuestas de los años 2006-2009, se ha seguido a los llegados entre 2000 y 2004, por disponer este grupo de una apreciable uniformidad educativa. En el Gráfico 6 se presenta la distribución por nivel educativo de este conjunto desde 2005 hasta 2009. Una vez más, las curvas muestran una considerable estabilidad, aunque se aprecia una caída del porcentaje de los que tienen estudios universitarios a medida que pasa al tiempo, de igual forma que aumenta, ligeramente, la presencia de los que tienen primaria o menos y se­ cundaria inicial. Este patrón de comportamiento sugiere que la dinámica de salidas pueda es­ tar protagonizada por el grupo de universitarios, con proyectos migratorios más cortos liga­ dos a inversiones formativas. En definitiva, la población en edad activa llegada al mercado de trabajo español desde 2000 ha mantenido a lo largo de ocho años una composición sorprendentemente estable en cuanto a su nivel educativo, sexo y edad, a pesar de la variabilidad de orígenes que se han su­ cedido a lo largo de los años. 20 María Miyar Busto y Luis Garrido Medina Gráfico 6. Distribución por nivel educativo a lo largo del período 2005-2009, inmigrantes llegados entre 2000 y 2004 35 30 25 20 15 10 5 0 2005 2006 Primaria o ­ Sec.Inicial 2007 Sec.Superior 2008 FP 2009 Universitarios Fuente: Elaboración propia a partir de EPA I/2006 a IV/2009. 4. El logro de la regularidad residencial española La información que recoge el Padrón Municipal Continuo comprende a todos los nue­ vos residentes en España, independientemente de su condición regular. Por el contrario, las series de autorizaciones de residencia dan cuenta únicamente de la población extranjera con autorización de residencia en vigor en cada momento del tiempo, quedando excluidos por lo tanto los que se encuentran en situación irregular y los que ya han adquirido la nacionalidad española. Al tratarse de autorizaciones de residencia en vigor, estas series cuentan con la ventaja de la completa actualización de los datos. Las autorizaciones de residencia pueden concederse en base a dos regímenes: el comu­ nitario y el régimen general. En primer tipo tiene como población objetivo a los ciudadanos de la Unión Europea, para quien, a pesar de no ser obligatorio, facilita algunos trámites ad­ ministrativos. También los ciudadanos extracomunitarios pueden acceder a este régimen en el caso de tratarse de familiares (hijos, padres y cónyuges) de ciudadanos comunitarios o es­ pañoles. En diciembre de 2008 el 13% de las autorizaciones del régimen comunitarios se ha­ bían concedido a ciudadanos extracomunitarios. El resto de residentes deben solicitar su autorización por el régimen general. En el Gráfico 7 se presenta la evolución de las autorizaciones de residencia en vigor desde el 31 de diciembre de 1997 hasta el 31 de diciembre de 2008. Aunque todas las proce­ dencias crecían ya a un ritmo similar, el despegue de las autorizaciones, al igual que sucedía con las inscripciones padronales, se produce en 2000. A partir de ese año el ritmo de creci­ miento se sitúa en casi 100.000 nuevas autorizaciones al año hasta diciembre de 2004. Este crecimiento está liderado por el crecimiento de las autorizaciones concedidas a latinoameri­ canos. En la segunda mitad de 2005 las autorizaciones vuelven a dispararse a raíz de un nue­ vo proceso de regularización extraordinaria. 21 La dinámica de los flujos migratorios de entrada en España Gráfico 7. Autorizaciones de residencia a ciudadanos extracomunitarios, diciembre 2007 a diciembre 2008 2.000.000 5.000.000 1.800.000 4.500.000 1.600.000 4.000.000 1.400.000 3.500.000 1.200.000 3.000.000 1.000.000 2.500.000 800.000 2.000.000 600.000 1.500.000 400.000 1.000.000 200.000 500.000 0 dic-97 dic-98 dic-99 U.E. Otros dic-00 dic-01 dic-02 Resto de Europa Asia dic-03 dic-04 África TOTAL (eje dcha.) dic-05 dic-06 dic-07 0 dic-08 Latinoamérica Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración. La pauta seguida tras el incremento que supuso la regularización extraordinaria de 2005 es fluctuante. En los meses siguientes el crecimiento previo a la regularización se detiene e incluso para algunas procedencias las autorizaciones en vigor caen aproximadamente un año después. Estas oscilaciones son coherentes con el hecho de que las autorizaciones en las re­ gularizaciones extraordinarias expiran un año después de su aprobación, puesto que ese es el período por el que se conceden. Tras esta etapa oscilante la pauta de crecimiento recupera su continuidad. En los primeros meses de 2008 se aprecia una pausa en el crecimiento, aunque retoma el ritmo anterior en la segunda mitad del año. A pesar de las convulsiones que sufren estas series cuando acometen procesos de regu­ larización extraordinaria, podemos afirmar que tienen un carácter mucho más continuo que las series de nuevas inscripciones padronales. Esta estabilidad de las series concuerda con las dinámicas propias de la administración pública, que sí intervienen de forma activa en la pau­ ta temporal de las autorizaciones. Esta intervención hace que aumentos rápidos del número de solicitudes no se traduzcan en incrementos bruscos de las autorizaciones. 5. Conclusiones La población de inmigrantes con poco tiempo de residencia presenta habitualmente di­ ficultades en su cuantificación, por tratarse del segmento con mayor movilidad geográfica y porque su frecuente condición de irregulares les empuja a evitar la declaración de sus datos a las autoridades públicas. Sin embargo, los fuertes incentivos que presenta la inscripción pa­ 22 María Miyar Busto y Luis Garrido Medina dronal a partir de la legislación de 2000 4, por ser necesaria para el acceso a los servicios pú­ blicos y prueba de la antigüedad de la residencia de cara a la regularización por arraigo, ga­ rantiza una eficaz estimación de los flujos migratorios de entrada a partir del PMC. También los inmigrantes en situación irregular pueden acceder a estos recursos públicos y a la inscrip­ ción padronal, de modo que es una de las pocas fuentes estadísticas que comprenden a toda la población, independientemente de su estatus legal. En el período estudiado se han registrado más de ocho millones de inscripciones en el Padrón fruto de migraciones desde el extranjero. Las entradas empezaron a crecer de una for­ ma apreciable a partir de 1996, pero viven una expansión decisiva desde el año 2000. Centra­ da en el año 2003, se produce entre los extracomunitarios una moderación de las entradas causada en gran parte por la exigencia de visado a los colombianos en 2002 y a los ecuatoria­ nos en 2003. La regularización extraordinaria de 2005 promueve un resurgir de las entradas de extracomunitarios desde finales de 2004, y una vez terminada, en 2006 y 2007 las renova­ das facilidades para la obtención del permiso de residencia y la ampliación de la UE-25 a Ru­ manía y Bulgaria fomentan las llegadas desde Latinoamérica y Europa Oriental. Como resultado de las sucesivas oleadas migratorias, la población nacida en el extran­ jero supone a principios de 2009 más del 13% de la población residente en España. En las inscripciones padronales han tenido un protagonismo muy importante los latinoamericanos, que representan un 40% del total, seguidos por los procedentes de Europa Oriental, que a pe­ sar de ser un origen muy reciente, constituyen a finales de 2008 el 21% del total de inscrip­ ciones registradas en el PMC. De igual forma muestran los flujos migratorios de entrada a España lo que parece ser una gran capacidad de reacción ante los cambios en la situación normativa, puesto que no sólo coinciden los períodos de cambios legislativos con incrementos puntuales de los flujos, sino que además esos flujos se mantienen considerablemente en el tiempo. El análisis realizado en este artículo pone en evidencia también que, a pesar de que la composición por orígenes ha variado durante toda la década estudiada, no lo han hecho las características básicas del conjunto. De esta forma, aunque la estructura de edades de los dis­ tintos grupos de extracomunitarios difiere levemente, la del conjunto se ha mantenido muy concentrada en las edades laborales más activas, al igual que se ha mantenido el bajo perfil educativo o la tasa de feminización. Por su parte, las series de autorizaciones de residencia, aunque no pueden ofrecer un panorama fiable de los flujos entrantes, sí lo hacen de una faceta muy específica de su inte­ gración social y laboral, la de la obtención de la residencia legal. La dinámica temporal de estas series es muy distinta a la del Padrón, con un patrón mucho más estable derivado de las restricciones temporales asociadas a la obtención de los permisos y de las dilaciones de la gestión administrativa de las autorizaciones de las que carece la inscripción padronal, aunque sufra importantes cambios de ritmo acordes con los cambios legislativos. En el último año disponible, 2008, se observan ya indicios de la caída de nuevas entra­ das, especialmente acusada para las procedencias más cercanas, como es Europa Oriental dado que su nacionalidad más numerosa en España, la rumana, se encuentra integrada ya en la UE. Este patrón sugiere que son en efecto los países más próximos (tanto geográfica como La dinámica de los flujos migratorios de entrada en España 23 económica y políticamente) los que más fácilmente pueden adaptar sus proyectos migrato­ rios a los cambios en las circunstancias legales y económicas. Notas 1. El artículo 42 del Reglamento que desarrolla la Ley Orgánica 14/2003 de 20 de noviembre de 2003 la considera como causa suficiente en la concesión de permisos de residencia. 2. Para llegar a esta cifra se han sumado a las 7.306.258 personas, que hemos computado directamente de los datos padronales, las 717.859 personas de las «Estimaciones de la Población Actual» correspondientes al período 1 de enero de 2009-30 de junio de 2010, cifra obtenida de los datos que el INE publica trimestralmente en su web. 3. En los estudios de inmigración se consideran inmigrantes a los extranjeros nacidos en el país de destino y se los clasifica como «inmigrantes de segunda generación». En este epígrafe no se contemplan en las «entradas proce­ dentes del extranjero» ya que han nacido en España. La proximidad temporal del proceso inmigratorio en Espa­ ña hace que esta «segunda generación» sea aún muy joven y que por tanto no resulte relevante para otros proce­ sos sociales diferentes de los demográficos, como, por ejemplo, los laborales. 4. Esta legislación trasladó al espacio de la legalidad una serie de prácticas que se venían produciendo antes de esa su promulgación. La especificidad de este comportamiento en el entorno europeo está probablemente asociada a la larga tradición secular de España como país de emigración, antaño América y más cercanamente a la Euro­ pa más desarrollada.