Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 UNIDAD III 1. PERSONALIDAD JURÍDICA DEL ESTADO TEORÍA DE LA PERSONALIDAD DEL ESTADO. UNIDAD DEL ESTADO1 Documento extractado de: R. CARRÉ DE MALBERG, Teoría General del Estado, Segunda reimpresión, Facultad de Derecho UNAM, Fondo de Cultura Económica, México, 2001. Págs. 29 a 79. Hay varias maneras de comprender la personalidad del Estado. Según un primer concepto, que se encuentra sobre todo en la literatura alemana, la noción de la personalidad del Estado significaría que la organización estatal de un país tiene por consecuencia engendrar un ser jurídico distinto no solamente de los individuos que componen la nación, sino aun del cuerpo nacional de los ciudadanos. Se reconoce en esta doctrina que el Estado no puede concebirse sin la Nación; pero se sostiene que la Nación no entra en el Estado sino como uno de los elementos que concurren en su formación. Una vez constituido, el Estado no es la personificación de la Nación, no personifica sino a sí mismo. No es tampoco el sujeto de los derechos de la Nación, sino que es el sujeto de sus propios derechos. La personalidad del Estado no es la expresión de una concentración personal de sus miembros en un ser jurídico único, sino que es el producto y la expresión de una organización real, en la cual la Nación no interviene más que como un elemento de estructura al mismo título que el territorio o la potestad gubernamental. El Estado es, pues, una persona en sí, o para decirlo con más exactitud: lo que se encuentra personificado en el Estado no es la colectividad de hombres que contiene, sino el establecimiento estatal mismo. Así la persona estatal se encuentra situada completamente aparte de los miembros humanos del Estado, es decir, no ya solamente aparte de esos miembros tomados individualmente, sino fuera de su conjunto total e indivisible. 1 R. CARRÉ DE MALBERG, Teoría General del Estado, Segunda reimpresión, Facultad de Derecho UNAM, Fondo de Cultura Económica, México, 2001. Págs. 29 a 79. 1 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 En esta teoría no se contenta con admitir que la nación pueda adquirir, por el hecho de su organización estatal, la cualidad de persona distinta de sus miembros individuales, cualidad por la que recibiría precisamente la denominación de Estado, sino que pretende que el Estado debe ser considerado como una entidad jurídica absolutamente distinta de la Nación, como si se tratara de una persona que adquiere su consistencia y su substratum fuera de la nación. En cuanto a la cuestión de la personalidad de la nación misma, los partidarios del concepto citado se dividen en dos bandos. Los unos le niegan a la nación toda personalidad: según ellos, únicamente el Estado tiene carácter de persona. Este punto de vista ha sido sostenido principalmente en Alemania (especialmente Jellinek, quien se rehúsa a admitir que el pueblo sea una persona y sostiene que no es más que un órgano del Estado, y Laband: “El conjunto del pueblo alemán no es un sujeto de derecho”). Los otros consideran a la nación como un sujeto jurídico, pero distinto del Estado (Duguit en Francia); se dice que en virtud del principio de la soberanía nacional, la nación puede y debe ser considerada, como el sujeto originario de la soberanía, y por consiguiente como una persona anterior al Estado; es la nación la que da vida al Estado al hacer delegación de su soberanía en los gobernantes que instituye en su Constitución. Esta doctrina lleva, pues, a crear en el Estado una dualidad de personas, distintas una de otra: la persona nación en primer término; la persona estatal después. Todas estas teorías que separan el Estado de la nación están en contradicción con el principio mismo de la soberanía nacional, tal como ha sido establecido por la Revolución francesa. Al proclamar que la soberanía, es decir, la potestad característica del Estado, reside esencialmente en la nación, la Revolución ha consagrado implícitamente, en efecto, en la base del derecho francés, la idea capital de que los poderes y los derechos de los cuales el Estado es sujeto no son otra cosa, en el fondo, sino los derechos y los poderes de la nación misma. Por consiguiente, el Estado no es un sujeto jurídico que se yergue frente a la nación oponiéndose a ella; desde el momento que se admite que los poderes de naturaleza estatal pertenecen a la nación, hay que admitir también que existe la 2 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 identidad entre la nación y el Estado, en el sentido de que éste no es sino la personificación de aquella. En vano ciertos autores se esfuerzan por diferenciar los dos conceptos de soberanía del Estado y soberanía de la nación. Esta distinción es inaceptable, pues es claro que si el Estado y la nación son dos personas diferentes, la soberanía de la una excluye la soberanía de la otra, la soberanía no puede ser a la vez un atributo estatal y nacional, y la nación no puede ser soberana al mismo tiempo que el Estado sino a condición de que ambos no formen más que una sola y misma persona (la soberanía nacional implica una correspondencia exacta entre el Estado y la nación). Por esto el principio de la soberanía nacional excluye la idea de que el Estado pueda como persona, adquirir su existencia fuera de la nación. Los fundadores revolucionarios del derecho moderno francés han especificado expresamente en sus textos que la soberanía que llamaban nacional reside en la nación entera, en la colectividad indivisible de los ciudadanos y no dividida en cada uno de éstos. La soberanía está en el todo; no está en las partes o fracciones. La nación es soberana en cuanto unidad corporativa, en cuanto persona jurídica superior a sus miembros individuales. Pero, también es cierto que, en el concepto revolucionario, la nación adquiere su consistencia en los individuos que son miembros suyos; es un compuesto de hombres considerados como iguales entre sí; es la colectividad – unificada- de los ciudadanos, de todos los ciudadanos; éstos no pueden ser, pues, completamente eliminados en la construcción jurídica de la persona-nación; entran en la estructura de esta persona jurídica por lo menos en cuanto concurren a formar entre todos la colectividad indivisible cuya personificación es el Estado. Del principio de la soberanía nacional, resulta pues, que el Estado no es otro que la nación misma. Así, la nación tiene poderes, es sujeto de derechos y aparece como soberana en cuanto está jurídicamente organizada y actúa según las leyes de su organización. En otras palabras, la nación se convierte en persona por el hecho de su organización estatal, es decir, por el hecho de estar constituida en Estado. Del mismo modo que el Estado no puede constituir una persona fuera de la nación, la nación no tiene personalidad sino en y 3 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 por el Estado. La nación al organizarse en Estado, se encuentra por ello erigida en un sujeto de derechos, el cual es precisamente el Estado: de modo que lo que personifica el Estado es la nación misma, estatalmente organizada. En síntesis, Pueblo y Estado son dos facetas de una idea esencialmente única. El pueblo halla en el Estado su personalidad jurídica; el Estado halla en el pueblo el elemento material que lo constituye. El concepto anterior es combatido por una escuela que niega la personalidad tanto al Estado como a la nación (método de negación de la personalidad del Estado); sostienen que la comunidad nacional no constituye una persona distinta de sus miembros individuales, pero, no debe verse en la colectividad de los ciudadanos sino a los ciudadanos mismos tomados colectivamente; sacan la consecuencia de que el Estado no es una persona suplementaria que se añade y superpone a las personalidades individuales de sus nacionales, sino que representa únicamente a sus nacionales, considerados en su conjunto colectivo. En una palabra, el grupo de individuos que la doctrina personalista pretende personificar se reduce simplemente a estos mismos individuos agrupados de cierto modo. Teorías del mismo género han sido propuestas, y desarrollan la idea de que las pretendidas personas jurídicas se reducen a simples asociaciones de individuos. Los autores que se adhieren a este primer método de negación de la personalidad del Estado, tienen al menos el mérito de colocarse sobre el terreno del razonamiento jurídico; su doctrina procede de cierto concepto de la naturaleza jurídica de las colectividades organizadas. Otros adversarios de la personalidad estatal se han inspirado en un método bien diferente; pertenecen a la escuela realista o empírica(León Duguit), pretendiendo atenerse a los hechos materiales y adaptarles las teorías jurídicas, declara que no hay posibilidad de reconocer la calidad de persona más que a los seres humanos, porque –dicen- sólo el hombre posee, como tal persona, una existencia real, y por lo demás él sólo está dotado de voluntad; y por consiguiente los autores de este grupo sostienen que el concepto de una personalidad o de una voluntad estatales no es más que un concepto escolástico nacido por entero del cerebro de los juristas, sin 4 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 tener fundamento real y por cierto totalmente superfluo para la construcción de la teoría jurídica del Estado. Partiendo del punto de vista anterior, se llega a una u otra de las conclusiones siguientes: o bien se reduce el Estado a la suma de individuos ut singuli que lo componen (doctrina individualista de Rousseau en El Contrato Social), o bien hay que atenerse a que la potestad estatal consiste simplemente en el poder que tienen de hecho los gobiernos de imponer su voluntad a los gobernados, y esto por el único motivo de ser los más fuertes; concluyéndose de ello que la pretendida persona estatal se confunde con los gobernantes, al menos con la persona del gobernante supremo. La teoría realista del Estado ha encontrado poca aprobación entre los juristas, su error manifiesto es que, bajo el pretexto de establecer las realidades materiales, desconoce las realidades jurídicas, pues no se puede confundir la personalidad jurídica con la existencia física. Para el jurista la cuestión se reduce a determinar si el Estado constituye un ser del mundo jurídico, es decir, un sujeto activo y pasivo de derechos. El derecho se mueve en un campo de ideas, y por consecuencia, de abstracciones. Hasta la personalidad jurídica de los seres humanos no es un hecho que cae bajo los sentidos, es un concepto jurídico, es la expresión de una idea abstracta. No obstante, es claro que los conceptos jurídicos se basan en hechos, pero su objeto no es tanto exponer estos hechos en sí mismos sino en expresar las relaciones jurídicas que de ellos se derivan, relaciones que tienen necesariamente un carácter abstracto. La personalidad humana es una de estas relaciones; la personalidad estatal es otra semejante, ambas tienen su fundamento en hechos, pero las dos son abstracciones. En cuanto a la consideración expuesta por Duguit y por Seydel de que el Estado no es capaz de querer, es poco decisiva, pues la personalidad jurídica se reconoce hasta al hombre incapaz de toda voluntad propia, y, por otra parte, no puede decirse, propiamente hablando, que la voluntad del Estado forme la base de su personalidad. Tampoco es necesario insistir sobre la refutación de la doctrina que para negar la personalidad del Estado, se funda simplemente en que éste no posee una individualidad física. 5 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 6 LA PERSONALIDAD DEL ESTADO 2 Documento tomado de http://estuderecho.com/sitio/?p=250. Abril 24 de 2013. EL ESTADO: Es la organización jurídica de una sociedad bajo un régimen jurídico que se ejerce en determinado territorio. Es una persona jurídica de derecho público, con una sola personalidad, regulada en su estructura por la Constitución y leyes administrativas secundarias. PERSONALIDAD JURÍDICA DEL ESTADO: Es la investidura jurídica, la imputación de derechos derivados de una institución con fines específicos frente a una sociedad. ELEMENTOS DEL ESTADO: Población (elemento material), territorio y poder (elemento formal). TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA DEL ESTADO: La teoría de la doble personalidad y la teoría de la doble voluntad en una sola personalidad. Los que niegan que el estado tenga una personalidad y los que afirman que tiene una personalidad. Nuestra legislación acepta la teoría de una personalidad con voluntad doble. VENTAJAS DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA DEL ESTADO: 2 http://estuderecho.com/sitio/?p=250. Abril 24 de 2013. Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 - Resuelve el problema de la continuidad y perpetuidad estatal. - Explica las relaciones patrimoniales entre la administración y los administrados. -Configura la relación de poder a través de figuras jurídicas del obrar administrativo. - Da lugar a la relación jurídico – administrativo. DESVENTAJAS DE LA PERSONALIDAD DEL ESTADO: -No las tiene por ser considerada como persona jurídica LA PERSONALIDAD JURIDICA DEL ESTADO 3 Documento tomado de http://www.grupoevos.com/revistajuridicapanama/articulos201009/personalidad-juridicaestado.htm. Abril 24 de 2013. Autor: MANUEL FERNANDO GUARNIZO ALFARO. (Ensayo). Existen teorías contrapuestas sobre el tema de la personalidad jurídica del Estado, siendo las principales posiciones, en lo siguiente: a) La que reconoce como persona al hombre y niega que la personalidad se predique del Estado. b) La que sólo admite para el Estado una personalidad llamada jurídica, o sea, dada por el Derecho. c) La que afirma que la personalidad jurídica del Estado es solamente la cobertura que el derecho pone por encima de la personalidad moral del mismo Estado, que es una realidad de tipo social. 3 Autor: MANUEL FERNANDO GUARNIZO ALFARO. (Ensayo). http://www.grupoevos.com/revistajuridicapanama/articulos201009/personalidadjuridica-estado.htm. Abril 24 de 2013. 7 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 d) La que personifica también a la nación, y define al Estado como la nación organizada política y jurídicamente. TEORIAS QUE NIEGAN LA PERSONALIDAD JURIDICA DEL ESTADO Siendo el punto común de las mismas, en que la única persona para el Derecho es el hombre; los grupos, las colectividades, los entes sociales etc., no son más que la suma de los individuos que los componen y no tienen personalidad alguna. Entre los autores que niegan rotundamente la personalidad del Estado se tiene en León Duguit, para quien la naturaleza del Estado consiste exclusivamente en ser una dualidad de gobernantes y de gobernados, con el hecho social de mando y dominación de los primeros sobre los segundos. TEORIAS DE LA PERSONALIDAD JURIDICA Y DE LA PERSONALIDAD MORAL Teorías afirmativas de la personalidad jurídica Son: a) La primera refiere que el Estado es nada más que una persona jurídica y que esa personalidad es creada por el Derecho, por la técnica jurídica, como una ficción del Derecho. Según este punto de vista, la totalidad de hombres que forman al Estado configura una unidad indivisible diferente de sus miembros, pero tal unidad jurídicamente personificada como un sujeto de derecho, es nada más que un ser o realidad ficticiamente creados por el Derecho. Tenemos como exponentes de esta teoría, en primer lugar a Ihering, para quien el Derecho subjetivo se define como un interés jurídicamente protegido, y el Estado se reputa como persona jurídica porque hay un interés colectivo y permanente de la comunidad, que debe ser asumido por el derecho para organizarse y tutelarse en forma de sujeto de derecho. Otro seguidor de esta teoría es Kelsen, para quien el Estado es igual al Derecho, y consiste en la personificación del orden 8 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 jurídico total; toda persona jurídica y también el Estado es la expresión unitaria de un conjunto de normas, cuando ese complejo de normas es la totalidad de un orden jurídico determinado, la persona jurídica a la cual ficticiamente se imputa o atribuye ese orden normativo, se llama Estado. b) La personalidad jurídica es algo así como la vestidura social, de una institución, que por un fenómeno sociológico espontáneo aparece como una unidad social distinta de la suma de hombres que forman un grupo o una asociación. Puede decirse que este enfoque admite una personalidad moral o social anterior y preexistente a la personalidad jurídica. La personalidad moral sería previa al Derecho; consecuentemente la personalidad moral es el soporte de la personalidad jurídica, es la realidad social subyacente sobre la cual se apoya o coloca la personalidad jurídica, por tanto la personalidad jurídica es el revestimiento de la personalidad moral, es la misma personalidad moral recogida y asumida por la técnica jurídica. c) Finalmente , la teoría francesa que hemos rechazado rotundamente por creerla equivocada, supone que la nación es una entidad distinta del conjunto de nacionales, y que conforma una persona moral con unidad propia ( en tanto para nosotros es nada más que una pluralidad de hombres que tienen entre sí el vínculo común de una misma nacionalidad). Pues bien, la nación –persona moral― se identifica con el Estado porque se politiza, se organiza en Estado, se personifica política y jurídicamente en el Estado. El Estado sería, así, la nación organizada bajo forma política y jurídica. EL ESTADO COMO PERSONA El Estado tiene personalidad. Pero no es una persona como hombre, esa personalidad es de tipo accesorio y accidental, consecuentemente el Estado es algo más que la cantidad, pluralidad o suma de individuos que lo forman; es una unidad estable duradera, distinta de los hombres. Esa realidad, social accidental, que de algún modo es independiente de los hombres, se llama persona moral no por alusión a la ética, sino por contraposición a la realidad sustancial de la persona física o visible que es el hombre. Esa persona moral es a la 9 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 vez persona jurídica, porque sirve de soporte y sustrato a la máscara o vestido que por encima le pone el Derecho para que actué como sujeto de derecho en el mundo jurídico. LA DOBLE PERSONALIDAD PÚBLICA Y PRIVADA DEL ESTADO La personalidad jurídica del Estado tiene carácter público. El Estado es una persona jurídica de Derecho Público. Hace algún tiempo, la doctrina dividía o desdoblaba la personalidad jurídica del Estado en una persona pública y en otra persona privada. A la primera la veía cuando el Estado actuaba con todo rigor y con todo el imperio de su poder público, ejemplo legislar, acuñar moneda; a la segunda la veía cuando el Estado actuaba, por decir humildemente, con igualdad de los particulares, ejemplo: cuando realiza una compraventa, a los actos como persona pública los llamaba actos “iure imperiu”(ACTOS DE IMPERIO), y a los actos como persona privada los llamaba actos “iure gestionis” (actos de gestión privada). Estas teorías se crearon a efecto de que el Estado mantenga la irresponsabilidad cuando el Estado actuaba como persona de Derecho Público, pero de hacerlo responsable cuando actuaba como persona de Derecho Privado. Esta teoría antes mencionada, no goza actualmente de crédito en la doctrina, la personalidad jurídica del Estado es una sola, y siempre pública o de Derecho Público, el Estado actúa en algunos casos dentro del Derecho Público y en otros casos dentro del Derecho Privado, es decir, difiere la naturaleza de las relaciones jurídicas, pero no la naturaleza de su personalidad. La teoría es admitida por la legislación y jurisprudencia mexicana; es objetada porque ella implica una dualidad incompatible con el concepto unitario que del Estado tiene la doctrina moderna. IMPORTANCIA DE LA IMPUTACION JURIDICA (PERSONALIDAD JURIDICA) 10 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 La noción jurídica de la personalidad sirve, entre otras cosas, y además de prestar la calidad de sujeto de Derecho al Estado, para afirmar la continuidad del Estado en el tiempo, por tanto cada vez que cambiara un gobierno, los actos del gobierno anterior por ser actos de persona física distinta, no serían desconocidos por el nuevo; las sentencias se cumplen y son eficaces pese a que el juez que las dictó ya no esté a su cargo, porque se considera que el Administrador y el juez han actuado en nombre del Estado, en representación de la persona jurídica “Estado”, que es siempre la misma, que tiene continuidad pese al cambio y la sucesión de los gobernantes. Decir que el Estado actúa por representación, que obra a través de los gobernantes, y que lo que éstos hacen en ejercicio del poder es como si lo hiciera el Estado significa “atribuir” o “imputar” al Estado la actividad de los gobernantes que son órganos suyos. La imputación jurídica es la ficción necesaria que permite atribuir al Estado los actos de sus representantes. En términos de Derecho Privado, diríamos que el Estado persona jurídica tiene capacidad de Derecho, pero no tiene capacidad de hecho. Debe actuar mediante representantes. Estos cambian y se suceden en ejercicio del poder, pero la persona jurídica a la que representan tiene continuidad es siempre la misma. CONCLUSIONES Personalidad Jurídica del Estado, sobre la personalidad jurídica del Estado, se han tejido muchas y contradictorias teorías, por lo que se puede resumir, sobre el tema tratado que el Estado posee personalidad, el Estado no es una persona como el hombre, no tiene una realidad sustancial que se sostenga o subsista por sí misma, dicha realidad es de tipo accesorio y accidental, es un modo de ser que afecta al hombre y a su convivencia. El Estado es una unidad estable, duradera distinta de los hombres: ellos pueden cambiar, sustituirse. Esa realidad social accidental, que es independiente de los hombres en cuanto difiere de su mera suma, y de otro modo depende de los hombres porque existe y dura por ellos, se llama persona moral, no por conexión con la ética, sino por contraposición a la realidad sustancial. Esa persona moral es a la vez persona jurídica, porque sirve de máscara, vestimenta que posee el Estado, de lo cual se denomina derecho para que actúe como sujeto de derecho en el mudo jurídico. 11 Docente: Guillermo León Betancur Hincapié 2013 12