La Ley del Mínimo Esfuerzo

La Ley del Mínimo Esfuerzo
Escrit per Àstrid Barque - Coordinadora de Primària de LA VINYA de Camp Joliu
dimarts, 3 de novembre de 2009 16:19
Todos los abuelos nos decían que la vida para los jóvenes era más fácil ahora que en sus
tiempos. Luego nuestros padres nos dicen también que cuando ellos tenían nuestra edad,
tenían que esforzarse mucho más para conseguir algo. ¿Qué está pasando en la sociedad
actual, entonces? ¿Es verdad lo que nos dicen nuestros familiares, o es ley de vida y nosotros
diremos lo mismo a nuestros hijos y nietos?
Analizando por ejemplo los fármacos, me doy cuenta que hay pastillas para todo; para
los gases, para adelgazar, para las agujetas, para dormir… reconozco que la química e
industria
farmacéutica ha avanzado mucho, y gracias a esto ha mejorado nuestra calidad de vida, en lo
referente a la salud. Pero estaréis conmigo que en algunos casos, empastillarse es más fácil,
pero no mejor para nuestra salud. ¿Ya no se usan los remedios caseros de nuestras abuelas?
Algunos iban bien, pero claro, requerían un poco de sacrificio. Pues para los gases y adelgazar
hay que hacer dieta, y para las agujetas más ejercicio, para dormir también hay alimentos y
ejercicios que pueden ayudar, además de llevar un horario organizado… aunque es más fácil
tomarse una pastilla y ya está.
Luego están los anuncios televisivos que te prometen todo lo más fácil, incluso lo
imposible: si tienes colesterol toma una botellita diaria y mejoraras, aprende inglés sin esfuerzo
y
en poco tiempo, estiliza la figura sin cansarte con una máquina, limpia lo imposible de una sola
pasada…Pues claro, es más cómodo tomarse una botellita que hacer algo de deporte y vigilar
tu
dieta, probar métodos nuevos de aprendizaje de lenguas por no tener que estudiar como
siempre, enchufarse a una máquina que no sudar hasta quedarse sin aliento, pulverizar un
líquido tóxico y contaminante a la mancha antes que fregotear durante una hora.
También tenemos variedad de libros que nos simplifican todo lo complicado. Recetarios
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Escrit per Àstrid Barque - Coordinadora de Primària de LA VINYA de Camp Joliu
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con menús para que les guste la comida a los más pequeños, no sea que te tengas que pelear
con ellos a que se atrevan a comer alimentos que no les gustan. Tratados que aseguran que es
posible disminuir tu barriga en 2 semanas; claro, haber si te hernias haciendo ejercicios de
abdominales regularmente durante todo el invierno, pudiendo esforzarse solo 15 días antes de
ponerse el bikini…
Todo tiende a llevarnos al mínimo esfuerzo, a buscarlo todo fácil, a no sufrir nada.
Actuaciones a diario se viven así en nuestra sociedad: no me gusta lo que me ofrecen en el
trabajo, me planto en huelga. No me apetece más luchar por mi matrimonio, me separo. No
quiero trabajar con estrés más de ocho horas diarias, me hago funcionario.
A mi hijo le cuestan los estudios, le pongo un profesor porqué yo no puedo hacer más,
mi madre necesita muchos cuidados porque se hace mayor, la meto en un asilo. Quiero ir de
vacaciones, pido un crédito…Y tal y como nos dicen los que nos quieren, a veces hay que
luchar
mucho para conseguir algo.
Las leyes actuales sin embargo no nos ayudan a tener en cuenta que pelear de lo lindo
es el camino al triunfo, y que para tener hay que trabajar, y mucho. No hay más trucos que el
esfuerzo. Pues en los últimos años, han aumentado las bajas por depresión, el fracaso escolar,
los divorcios, los embargues, la solicitud de pisos de protección oficial y becas varias, ha
disminuido el número de hijos por familia… Los más jóvenes de hoy, futuros pilares de nuestro
país, no están siendo educados con políticas de esfuerzo, y luego no se supera cuando algo
cuesta trabajo para obtenerlo, o no van a tener suficiente valor y fortaleza para superar
situaciones difíciles. ¿Cuándo lo van a ver los dirigentes de nuestro país? La Ley del mínimo
esfuerzo que se predica, y prometerlo todo más fácil, tiene éxito en las urnas, pero nos lleva
directos al fracaso.
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odos los abuelos nos decían que la vida para los jóvenes era más fácil ahora que en sus
tiempos. Luego nuestros padres nos dicen también que cuando ellos tenían nuestra edad,
tenían que esforzarse mucho más para conseguir algo. ¿Qué está pasando en la sociedad
actual, entonces? ¿Es verdad lo que nos dicen nuestros familiares, o es ley de vida y nosotros
diremos lo mismo a nuestros hijos y nietos?
Analizando por ejemplo los fármacos, me doy cuenta que hay pastillas para todo; para los
gases, para adelgazar, para las agujetas, para dormir… reconozco que la química e industria
farmacéutica ha avanzado mucho, y gracias a esto ha mejorado nuestra calidad de vida, en lo
referente a la salud. Pero estaréis conmigo que en algunos casos, empastillarse es más fácil,
pero no mejor para nuestra salud. ¿Ya no se usan los remedios caseros de nuestras abuelas?
Algunos iban bien, pero claro, requerían un poco de sacrificio. Pues para los gases y adelgazar
hay que hacer dieta, y para las agujetas más ejercicio, para dormir también hay alimentos y
ejercicios que pueden ayudar, además de llevar un horario organizado… aunque es más fácil
tomarse una pastilla y ya está.
Luego están los anuncios televisivos que te prometen todo lo más fácil, incluso lo imposible: si
tienes colesterol toma una botellita diaria y mejoraras, aprende inglés sin esfuerzo y en poco
tiempo, estiliza la figura sin cansarte con una máquina, limpia lo imposible de una sola
pasada…Pues claro, es más cómodo tomarse una botellita que hacer algo de deporte y vigilar
tu dieta, probar métodos nuevos de aprendizaje de lenguas por no tener que estudiar como
siempre, enchufarse a una máquina que no sudar hasta quedarse sin aliento, pulverizar un
líquido tóxico y contaminante a la mancha antes que fregotear durante una hora.
También tenemos variedad de libros que nos simplifican todo lo complicado. Recetarios con
menús para que les guste la comida a los más pequeños, no sea que te tengas que pelear con
ellos a que se atrevan a comer alimentos que no les gustan. Tratados que aseguran que es
posible disminuir tu barriga en 2 semanas; claro, haber si te hernias haciendo ejercicios de
abdominales regularmente durante todo el invierno, pudiendo esforzarse solo 15 días antes de
ponerse el bikini…
Todo tiende a llevarnos al mínimo esfuerzo, a buscarlo todo fácil, a no sufrir nada. Actuaciones
a diario se viven así en nuestra sociedad: no me gusta lo que me ofrecen en el trabajo, me
planto en huelga. No me apetece más luchar por mi matrimonio, me separo. No quiero trabajar
con estrés más de ocho horas diarias, me hago funcionario.
A mi hijo le cuestan los estudios, le pongo un profesor porqué yo no puedo hacer más, mi
madre necesita muchos cuidados porque se hace mayor, la meto en un asilo. Quiero ir de
vacaciones, pido un crédito…Y tal y como nos dicen los que nos quieren, a veces hay que
luchar mucho para conseguir algo.
Las leyes actuales sin embargo no nos ayudan a tener en cuenta que pelear de lo lindo es el
camino al triunfo, y que para tener hay que trabajar, y mucho. No hay más trucos que el
esfuerzo. Pues en los últimos años, han aumentado las bajas por depresión, el fracaso escolar,
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los divorcios, los embargues, la solicitud de pisos de protección oficial y becas varias, ha
disminuido el número de hijos por familia… Los más jóvenes de hoy, futuros pilares de nuestro
país, no están siendo educados con políticas de esfuerzo, y luego no se supera cuando algo
cuesta trabajo para obtenerlo, o no van a tener suficiente valor y fortaleza para superar
situaciones difíciles. ¿Cuándo lo van a ver los dirigentes de nuestro país? La Ley del mínimo
esfuerzo que se predica, y prometerlo todo más fácil, tiene éxito en las urnas, pero nos lleva
directos al fracaso.
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