16. reforestación a base de nopal y maguey para la conservación

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REFORESTACIÓN A BASE DE NOPAL Y MAGUEY PARA LA CONSERVACIÓN DE
SUELO Y AGUA
Rigoberto E. Vázquez-Alvarado1*, Fidel Blanco-Macías2, Ma. del Carmen OjedaZacarías1, José Romualdo Martínez-López3, Ricardo David Valdez-Cepeda2, Argelio
Santos-Haliscak1,4 y Leticia A. Háuad-Marroquín5
1
Facultad de Agronomía, Universidad Autónoma de Nuevo, Avenida Francisco Villa S/N Col. Ex
Hacienda el Canadá, Escobedo Nuevo León, C.P. 66050, México. 2Centro Regional Universitario
Centro Norte, Universidad Autónoma Chapingo, Cruz del Sur No. 100, Col. Constelación. Apartado
3
Postal 196, El Orito, Zacateca, Zacatecas, C.P. 98085, México. Campo Experimental General Terán
del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, km. 31 Carr.
Montemorelos-China. C.P. 67400. Apartado Postal 3 General Terán, Nuevo León, México. 4Centro
Regional de Fomento Ganadero, Universidad Autónoma de Nuevo León, Carr. Vallecillo entronque
Carr. Sabinas-Paras km. 25, San Carlos, Vallecillo, Nuevo León, México. 5Laboratorio de Química y
Manejo Integral de Recursos Naturales, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de
Nuevo León. Av. Universidad, Ciudad Universitaria San Nicolás de los Garza, N.L. C.P. 66451,
México. *Responsable del Proyecto Nopal de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma
de Nuevo León.
Correo-Electrónico: [email protected]
Resumen
La restauración de los ecosistemas naturales, es una demanda ineludible en México, pues los suelos
están resintiendo la perdida de la parte superficial, la cual es la más fértil y útil para el buen desarrollo
de las plantas. La búsqueda de especies vegetales apropiadas para cultivarse en zonas áridas es una
preocupación permanente de la mayoría de la gente que vive en estas regiones. Las cactáceas llenan
la mayoría de los requerimientos de un forraje tolerante a sequía además que el nopal y el maguey
producen beneficios ecológicos en la captura de carbón, beneficiando ampliamente el aspecto de
calentamiento global, comparadas estas dos especies con plantad de diferentes metabolismo
Palabras claves: Maguey, nopal, reforestación, captura de carbón, erosión
Abstract
Restoration of natural ecosystems, is an unavoidable demand in Mexico because loses of soil surface,
which is the most fertile and useful for plant growth. Search for vegetable species adapted to arid
areas is a permanent concern to most people that lives in these regions. Cactus plants fills most of the
requirements for a tolerant forage to drought conditions, also Cactus pear and Agave produce
ecological benefits like carbon capture, decreasing the global warming, comparing these two species
whit other plants of different metabolism.
Key words: Agave, cactus pear, reforestation, carbon capture, erosion
RESPYN “Revista Salud Pública y Nutrición” Edición Especial No. 5 2011 pp 185-203. (ISSN 1870-0160)
Introducción
Uno de los grandes desafíos que enfrenta México en la actualidad, es la conservación de sus
bosques, selvas, humedales y principalmente las zonas áridas del país, donde grandes superficies
forestales se han perdido o degradado por factores como el cambio de uso del suelo a favor de las
actividades agropecuarias y en otras ocasiones por la expansión de áreas urbanas, también el
pastoreo desmedido, el uso de leña como combustible, entre otros.
La restauración de los ecosistemas naturales, es una demanda ineludible pues los suelos están
resintiendo la perdida de la parte superficial, la cual es la más fértil y útil para el buen desarrollo de las
plantas. Esto implica el desarrollo de obras de conservación de suelos, acompañadas de un proceso
de reforestación agresivo principalmente en las zonas más críticas, donde la elección de la especie
y/o especies a utilizar, juegan un papel preponderante en el éxito de la empresa.
En México los daños más fuertes debidos a la deforestación se están dando en las zonas áridas y
semiáridas, siendo estas las que ocupan una mayor extensión en base a la superficie ocupada, siendo
casi la mitad del territorio nacional. La zona árida se caracteriza por tener una precipitación anual de
menos 400 mm, con una época de sequia de entre 8-12 meses, mientras una semiárida, tiene una
precipitación anula de 400 a 700 mm anuales y de 6-8 meses sequia. Bajo estas condiciones los
daños a la vegetación son más difíciles de recuperar. Los principales tipos de vegetación que
caracterizan a este tipo de hábitat son de matorral xerófilo, pastizal y vegetación halófita, por lo tanto
las especies adecuadas para reforestas deben ser las de estos mismos hábitat (1,2). Dentro de las
especies endémicas de estas zonas se tiene el grupos de las cactáceas y Agaves, compuestas y
pastos. Debido a los aspectos antes mencionados el objetivo del presente trabajo es revisar los
procedimientos de la reforestación para promover la conservación del suelo y agua.
Antecedentes
Los ecosistemas naturales, desarrollan funciones como la regulación del ciclo hidrológico, captura y
almacenamiento de agua, captura de carbón y liberación de oxígeno, generación y conservación del
suelo, entre otros aspectos. También proporcionan diferentes tipos de materiales al ser humanos,
tales como alimentos diversos, madera para construcción y como combustible y plantas medicinas,
entre otros muchos satisfactores. CONAFOR (3), reporta que en México el área con vegetación ocupa
una superficie que se extiende hasta 140 millones de hectáreas, del total del territorio nacional.
Como se puede observar en el Cuadro 1, el ecosistema más grande de la republica Mexicana es el
que presenta vegetación típica de zonas áridas, ocupando un 29.72 % del territorio nacional, lo que
equivale a 58.5 millones de hectáreas. En este tipo de ecosistema cuando llegan las lluvias típicas de
zonas áridas y semiáridas, se producen con gran cantidad de agua, la que es incapaz de infiltrarse
rápidamente, ocasionando torrentes que arrastran violentamente el suelo superficial y la vegetación
que se encuentra sobre estos (4). Así, el suelo se erosiona con mucha facilidad por la causa del
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excesos de agua, donde esto se acentúa, cuando no se cuanta con una cubierta vegetal que lo
proteja, y así ocasionándose lo que conocemos como erosión hídrica. Posteriormente el viento
puede empeorar estas condiciones, acelerando el proceso de perdida de suelo fértil, e iniciándose los
efectos dañinos de la erosión eólica (5).
Cuadro 1. Ecosistemas que ocupan con vegetación las mayores superficies en el territorio
nacional.
Ecosistemas
Territorio nacional (%)
Hectáreas millones
Bosques templados
15.47
30.04
Selvas
13.44
26.4
Vegetación de zonas áridas
29.72
58.5
Áreas vegetales perturbadas
11.30
22.2
Total parcial
69.93
137.1
Total
72.05
141.7
Fuente: SEMARNAP (6).
Algunas de las especies que pueden presentarse en estos ecosistemas son del tipo de matorrales
xerófitos, entre las cuales se cuentan los mezquites, sahuaros o cardón, chollas, nopales, ocotillo, y
diversos tipos de matorral: Matorral desértico micrófilo, desértico rosetófilo y el espinoso tamaulipeco.
Las especies en estas zonas presentan una reducción en su transpiración, así como una reducción en
el número de estomas y superficie foliar, la cual puede estar representada por espinas, siendo estos
mecanismos adaptativos. Por otra parte las raíces de las plantas son amplias y superficiales, de
manera que pueden aprovechar la mayor humedad disponible en la menor cantidad de tiempo. Los
tejidos son turgentes como los de los cactus que almacenan importantes cantidades de agua (7).
El sobrepastoreo en la degradación de los suelos
En la región de Asia Occidental-Norte de África, (WANA por sus siglas en inglés) comprende grandes
superficies
degradadas
por
el
sobrepastoreo
desde
la
segunda
guerra
mundial
(8,9).
Aproximadamente el 50 por ciento de los pastizales áridos han perdido su vegetación (10).
La búsqueda de especies vegetales apropiadas para cultivarse en zonas áridas es una preocupación
permanente de la mayoría de la gente que vive en estas regiones. Las cactáceas llenan la mayoría de
los requerimientos de un forraje tolerante a sequía. De acuerdo con De Kock (11), estos requisitos son
los siguientes:
1) Sobrevivir a sequías prolongadas.
2) Tolerar alta carga animal.
3) Proveer forraje suculento a los animales durante la sequía.
4) No tener efectos adversos en la salud del animal que lo consume.
5) Tolerar uso severo y poseer buena capacidad de recuperación.
6) Tener bajo costo inicial de establecimiento y mantenimiento.
7) Tolerar un amplio rango de condiciones de suelo y clima, de manera que puedan ser
plantados donde la producción de forrajes comunes es incierta.
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El futuro de las zonas áridas y semiáridas del mundo depende del desarrollo de sistemas agrícolas
sustentables y de la siembra de cultivos apropiados. El nopal y maguey llenan la mayoría de estos
requerimientos y son importantes para la economía de las zonas áridas, tanto para condiciones de
subsistencia como para las orientadas al mercado (12).
Importancia del Nopal y Maguey en Zonas Áridas
La creciente importancia del nopal y maguey en zonas áridas es atribuible a su capacidad de ser más
eficiente que los pastos o leguminosas en la conversión de agua a materia seca, basada en su
mecanismo fotosintético especializado (MAC) (13,14,15). Permanecer suculento durante sequía,
producir forraje, fruta y otros productos útiles y se utilizan para prevenir la degradación de largo plazo
de ambientes ecológicamente susceptibles.
Se ha especulado que los cactos y Opuntia en particular, fueron introducidos en la región WANA por
los moros españoles. Sin embargo, las plantaciones grandes y formales no fueron establecidas sino
hasta los 1900. Estas plantaciones fueron implementadas con la idea de contar con bancos vivos de
forraje para alimentar a los animales durante las sequías y para combatir la desertificación (16).
Se encuentran grandes áreas en Argelia, el nordeste de Brasil, México y Sudáfrica. El nopal es usado
todo el año, como forraje de emergencia durante la sequía, en muchas zonas áridas de México, sur de
Texas, Sudáfrica y Túnez(17).
Desde inicios del Siglo XX en África del Norte, se han introducido varias estrategias para reducir la
erosión hídrica y eólica, usando arbustos (Acacia cyanophylla, Atriplex numularia y A. halimus) y nopal
(O. ficus-indica f. inermis). Grandes áreas han sido plantadas en Argelia, Marruecos y Túnez desde
1950. Se estima que en áreas de escasa precipitación existen de 700 mil a 1 millón de hectáreas de
plantaciones que ayudan a combatir la erosión y desertificación y a proveer de forraje al ganado
durante la sequía (18).
La importancia del nopal en África del Norte se hizo evidente cuando la investigación mostró que las
plantas MAC pueden tener alta productividad en zonas secas. Debido a su alta eficiencia en el uso del
agua (19), su productividad es mucho más alta que cualquier otra planta de zonas áridas.
En la Figura 1, se puede observar como en Túnez, bajo condiciones de temporal y sin aplicación de
fertilizantes, el nopal sin espinas puede producir 20 t ha-1 año-1 de cladodios frescos en áreas con
-1
-1
precipitación de150 mm anuales, o 70 t ha año en lugares que presentan una lluvia anual de 400
mm y 90 t ha-1 año-1 con una precipitación de 500 mm anuales respectivamente (20), precipitaciones
que son muy comunes en condiciones de las áridas y semi-áridas. Lo anterior nos demuestra que el
nopal es una alternativa viable sobre muchas otras especies que son utilizadas para efectuar
reforestaciones en zona donde se ha removido la vegetación nativa, por razones naturales o
provocadas (21).
Para revertir la desertificación y restaurar la cubierta vegetal en áreas afectadas, se deben usar
paquetes integrados donde se controle el pastizal y la conservación de recursos naturales. Los
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nopales sin espinas (Opuntia ficus-indica) es usado en Argelia y Túnez para aminorar y dirigir el
movimiento de las dunas, mejorar la restauración de la cubierta vegetativa y evitar la erosión de las
terrazas construidas para reducir la escorrentía (22).
En el sur y centro de Túnez, las plantaciones de nopal proveen de grandes cantidades de forraje para
el ganado y juegan un papel clave en la conservación del suelo. Las terrazas son dañadas fácilmente
por la escorrentía, pero las raíces del nopal ayudan a mantenerlas en su lugar, asegurando su
estabilidad. Se plantan dos hileras de nopal en el margen interior de las terrazas. La humedad
almacenada en la base de la terraza mejora el crecimiento de la planta. Adicionalmente, las pencas
son cosechadas y usadas como forraje durante los períodos de sequía. Los nopales pueden usarse
en combinación con barreras de cemento u hojas de palma cortadas y acomodadas para reducir la
erosión eólica y el movimiento de arena, manteniendo el suelo y mejorando la cubierta vegetativa.
Figura 1. Rendimiento Opuntia ficus-indica var. inermis y
lluvia en Túnez (adaptado de Monjauze y Le Huérou, 1965)
(23).
Normalmente las raíces pueden presentar dos formas. Una es cuando se deriva la radícula de una
semilla se forma una raíz típica pivotante (Figura 2). La segunda forma es cuando se origina de una
reproducción vegetativa, la raíz que se forma es del tipo fasciculada superficial (Figura 3). La
profundidad radicular puede alcanzar de 18-20 cm con varios metros en sentido longitudinal de
separación de la planta madre (Figura 4). Las raíces tanto de Opuntia como de Agave, son
estimuladas por la presencia de la lluvia, crecen abundantemente durante estos eventos, para utilizar
la máxima cantidad de agua posible (24, 25, 26,27).
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Beneficios ecológicos del Nopal y Maguey
Pimienta et al. (28), reportan que tanto el nopal como el maguey producen una amplia captura de
carbón, lo que beneficia ampliamente el aspecto de calentamiento global, comparadas estas dos
especies con plantad de diferentes metabolismo. En el Cuadro 2 se observa como el Agave tequilana
tiene tasas de asimilación de CO2 y valores de asimilación neta similares a plantas C3 y C4, creciendo
en condiciones optimas de humedad de suelo pero con bajas tasas de transpiración (29,30). Sin
embargo Agave tequilana y Opuntia ficus-indica tienen tasas de asimilación sustanciales a través de
todo un año. Los altos valores de asimilación neta de CO 2 ocurren tanto en condiciones de humedad
como en sequía si las temperaturas son moderadas entre el día y la noche y estas prevalecen. El
incremento en las áreas de cultivo con Agave tequilana y Opuntia ficus-indica, presenta beneficios
agronómicos y ecológicos por la facilidad de estas plantas MAC de secuestrar carbono durante largos
periodos de sequía cuando pocas plantas de metabolismo C3 y C4 y algunas plantas nativas apenas
pueden fijar CO2 atmosférico (31,32,33).
Figura 2. Desarrollo de plántulas de nopal
cacanapo a partir de semillas, durante los
periodos de lluvias.
Figura 3. Desarrollo abundante de la raíz
fasciculada en planta adulta de nopal
cacanapo
Cuadro 2. Captura de carbono en especies de C3 y C4 y MAC de importancia económica (34).
Especie
Tipo de
Asimilación de C
Transpiración
-1
-1
-2
metabolismo
(t ha año )
(g H2O m )
Caña (Saccharum officinarum)
C4
35
550
Agave azul (Agave tequilana) (6 años)
MAC
26
200
Nopal (Opuntia ficus-indica)
MAC
24
Eucalipto (Eucaliptus globulus)
C3
20
950
Maíz (Zea mays)
C4
15
Piña (Ananas comosus)
MAC
12
Papa (Solanum tuberosum)
C3
10
Agave azul (A. tequilana) (2 años)
MAC
9
Soya (Glycine max)
C3
5
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Figura 4. Desarrollo superficial de la raíz en
planta adulta de nopal cacanapo.
Efectos de la deforestación en la erosión del suelo
La formación de un perfil de suelo, es el resultado del concurso de un conjunto de factores, donde
dicho proceso es extremadamente lento, pudiendo durar de 1,000 a 10,000 años para formar una
capa de 30 cm de suelo (35). Desde este punto de vista, se debe considerar el suelo como un recurso
no renovable y por lo tanto un bien a proteger.
Muchos de los suelos con vocación agrícola y ganadera, sufren problemas de erosión ya sea natural o
provocada, siendo las actividades humanas las que limitan seriamente su capacidad productiva (36).
Por lo tanto la cuantificación de las pérdidas de suelo representa un problema de difícil solución,
debido a la gran cantidad de factores involucrados en este fenómeno, donde el proceso de
reforestación pareciera ser una de las medias a seguir en las áreas más afectadas por este proceso.
En la Figura 5, podemos observar las áreas con riesgos potenciales de erosión en la Republica
Mexicana, donde los efectos de las áreas actuales y potenciales están afectando la planificación y
manejo que puedan hacen los productores agropecuarios, además que en ocasiones ellos tienen
mucho que ver en los inicios de los procesos erosivos. Por lo tanto, establecer una política adecuada
de usos del suelo por parte de los productores, es el punto de partida lógico en una evaluación de la
sostenibilidad y vulnerabilidad en su sentido más amplio. La degradación del suelo es un proceso
degenerativo que reduce la capacidad actual y futura, para producir cosechas productivas.
La Cuenca Hidrográfica como Unidad de Manejo y Conservación
La degradación de los ecosistemas por actividad humana pone en peligro la capacidad productiva y
desarrollo de todo tipo de organismos. Por lo tanto, para evaluar el análisis de una reforestación debe
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hacerse a una escala espaciotemporal mayor al área de explotación que se desee implantar.
Tradicionalmente se habla de reforestación en donde el objetivo principal es plantar árboles, sin
importar o considerar cuales; en este caso, evidentemente se está fuera de este enfoque
ecosistémico. El reconocer aspectos estructurales y funcionales del ecosistema, sería lo que aumente
las posibilidades de éxito de una reforestación.
Las cuencas representan unidades funcionales, que se definen en base a los patrones de flujo de
agua dentro del ecosistema (37). El parteaguas de una cuenca constituye un limite natural y bien
definido, donde la tarea de evaluar el desarrollo de la vegetación a través de los balances de materia y
energía se facilitan enormemente, pues se pueden colocar vertedores y sistemas de medición en la
boca de las cuencas. Por tal motivo las mediciones a nivel macro son muy importantes para observar
la dimensión de estos problemas.
Figura 5. Áreas en la Republica Mexicana que presentan pérdidas severas
de suelo que requieren obras de conservación y restauración (38).
En la Figura 6, podemos observar, las áreas de los diferentes estados de la República Mexicana, que
tienen carácter de prioritario o urgente para iniciar trabajos de reforestación. Estos trabajos deberán
hacerse con especies afines a las zonas ecológicas específicas. El centro y norte de México
presentan los daños más prominentes y siendo los menos en los estados de la zona del Golfo. De
acuerdo a la información disponible de instituciones oficiales y no oficiales, los datos sobre
deforestación para México varían fuertemente, los cuales van de 314,000 hectáreas anuales a 1.076
millones de hectáreas anuales. Sin embargo a pesar de esta disparidad el Biólogo Takaki (39) señala
que es importante hacer notar que no se puede decir que una u otra estimación de la tasa de
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deforestación es correcta o errada, pues estos datos fueron calculados con diferentes definiciones,
metodologías y fuentes de información (Cuadro 3).
De forma general, se distinguen dos tipos de procesos de degradación del suelo (la erosión por agua y
viento), fenómenos que originan una degradación in situ del suelo. También pueden ser procesos de
degradación física (la compactación) o química (acidificación, salinización, pérdida de materia
orgánica y contaminación).
Sitios con reforestación
requerida
Figura 6. Áreas en la Republica Mexicana que requieren trabajos de
reforestación para detener la pérdida de suelo (40).
En la Figura 7 se puede observar la ubicación de la principal zona deforestadas del desierto
Chihuahuense en el norte de México, la cual presenta áreas fuertemente afectadas por dicho
fenómeno. Los estados más afectados por la deforestación son: Nuevo León, Coahuila, Chihuahua,
Durango y Zacatecas, donde las especies más adecuadas para resolver este problema son diversas y
se deben escoger de acuerdo a su adaptación al ecosistema (45). Por las condiciones antes
mencionadas, el nopal y maguey siguen siendo los más apropiados que podrían sobrevivir las
condiciones de suelos escasos y con deficiente dotación de humedad.
Cuadro 3. Tasas de deforestación en México en base a miles en diferentes áreas
ecológicas (41).
Año (Referencia)
Bosques
Selvas Zonas Áridas Total
2002 (42).
259
510
307
1,076
2002 (43).
226
549
162
938
2005 (44)
nd
nd
nd
314
nd = no determinada.
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López y Elizondo (46), describen cuatro grandes zonas nopaleras en la República Mexicana, tomando
en cuenta su abundancia, sus características fisiológicas, las condiciones climáticas y edáficas donde
estas crecen, son las siguientes:
A) La Zona centro-sur incluye partes de los estados de Puebla, Querétaro y Oaxaca, se caracteriza
por tres tipos de nopaleras cultivadas para cladodios tiernos (nopalitos), fruta (tunas) y forraje. Las
especies principales son Opuntia ficus-indica (nopal de Castilla), O. amychlaea (nopal Alfajayucan),
con algunas variedades cultivadas, O. megacantha (tuna amarilla) y O. tomentosa.
B) La Zona del altiplano, se ubica principalmente en los estados de Zacatecas y San Luís Potosí,
pero también comprende partes de Aguascalientes, Durango, Guanajuato, y Jalisco. Incluye
vegetación arbórea de O. leucotricha (nopal duraznillo), O. streptacantha (nopal cardón) así como
plantas arbustivas de O. robusta (nopal tapón), O. cantabrigiensis (nopal cuijo), O. rastrera (nopal
rastrero), O. lindheimeri (nopal cacanapo) y O. leptocaulis (tasajillo).
C) La Zona norte, ubicada en el desierto chihuahuense, es la región de mayor tamaño e incluye los
estados de Chihuahua, Durango, Zacatecas y Coahuila. Esta representada por vegetación arbustiva
de O. cantabrigiensis, O. phaeacanta (nopal rastrero), y O. rastrera, O. lindheimeri.
D) Zona costera del Golfo de México, esta cubre parte de los estados de Coahuila, norte de Nuevo
León y Tamaulipas. En esta se presentan plantas arbustivas de O. lindheimeri (nopal cacanapo)
asociadas con otras especies forrajeras.
Etapas en la obtención de plantas para reforestación
El origen del material vegetal para las tareas de reforestación se obtiene de plantas de vivero así
como de material vegetativo de sitios afines.
A) Producción de plantas en vivero (Figura 8): Se inicia con la selección de germoplasma. Implica
diversas acciones como: la preparación de semilla para siembra, preparación de sustrato, llenado
de bolsas, riego, fertilización, micorrización, etc. Así como clasificación de la planta y
transportación al área de plantación.
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Desierto Chihuahuense
Figura 7. Ubicación de principales zonas deforestadas en el centro norte de la República
Mexicana pertenecientes al desierto Chihuahuense.
a) Plantación de nopal forrajero sin espina b) Plantación de nopal forrajero sin espina
variedad COPENA F1.
variedad Liso Forrajero.
Figura 8. Producción de semilla para reforestación de nopal forrajero sin espina.
B) Producción de material vegetativo para propagación (Figura 9): Se hace con plantas nativas
jóvenes o adultas y sanas ubicadas en áreas cercanas al sitio que se va a reforestar. Implica la
selección y manejo de planta donadoras de ramas, raquetas (en caso de nopal), hijuelos (en caso
de maguey), etc. Así mismo la transportación al área de plantación y una plantación adecuada en
suelo previamente preparado para obtener un enraizamiento satisfactorio.
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B) Plantación de nopal criollo con espina
A) Plantación de nopal criollo con espina,
Cacanapo (Opuntia lindheimeri).
Tapón (Opuntia robusta).
Figura 9. Obtención de semilla de material nativo para reforestación de A) Opuntia robusta y B)
Opuntia lindheimeri.
Preparación del terreno y plantación
El objetivo de la preparación del área a reforestar, es mejorar las condiciones del suelo para asegurar
una mejor plantación y una mayor sobrevivencia de la planta que se va a establecer, así como
efectuar el trazo del terreno ya sea con surcos, melgas o terrazas. La fecha de plantación estará
definida por la época de lluvias en la región o por la disponibilidad de agua de riego del productor, lo
cual garantizará el enraizamiento de las plantas. La planta deberá sembrarse a una profundidad de
hasta 1/3 de su tamaño en tierra previamente removida. Se deberá compactar el suelo a su alrededor
para evitar bolsas de aire que afectarían su enraizamiento.
En el Cuadro 4 se observan lar reglas de operación que se siguen con respecto a la densidad de
población que se debe plantar de acuerdo a la zona ecológica dañada. Por ejemplo en zonas áridas y
semiáridas se sugieren dos condiciones: a) cuando se utilizan material vegetativo de vivero, son de
800 a 2,000 plantas por hectárea y b) cuando se utilice material criollo de la región la densidad de
siembra sugerida para estas zonas es de 1,100 a 4,000 plantas por hectárea.
Cuadro 4. Reglas de operación en densidad de plantación (Plantas ha-1), estima de acuerdo al
tipo de ecosistema a reforestar (47).
Tipo de Ecosistema
Material de Vivero
Material Vegetativo
Bosque de coníferas
1,100 a 1,600
No aplica
Selvas medianas y altas
625 a 900
625 a 900
Selvas baja
625 a 900
800 a 1,000
Zona árida o semiárida
800 a 2,000
1100 a 4,000
Protección y mantenimiento
Representa cuidar la reforestación contra daño por animales, plagas y enfermedades. También es
importante el replante, deshierbe, abonado y riego cuando sea posible. Las actividades de
mantenimiento se deben realizar durante el tiempo necesario y la época del año adecuada, hasta que
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dicha replantación se encuentre plenamente establecida. La plantación se puede considerar
establecida, cuando más de 60 % de las plantas ha sobrevivido después de tres años (Cuadro 5).
Reforestaciones con Nopal y Maguey en México
CONAFOR (48) reportó que se utilizó nopal forrajero, tunero y maguey entre otras especies en áreas
afectadas por la erosión y deforestación. Por ejemplo se reforestó con nopal entre otras especies en
los siguientes estados: Zacatecas, Chihuahua, Aguascalientes, Nuevo León, Durando, Guanajuato,
Jalisco, Querétaro, San Luís Potosí y Tamaulipas. En los estados que se utilizó maguey fueron:
Chihuahua, Nuevo León, Durando, Querétaro, San Luís Potosí, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo,
Morelos, Sonora y Tlaxcala.
La Evaluación de los trabajos de reforestación, se da en función de la sobrevivencia de las diferentes
especies utilizadas, en el Cuadro 5, podemos observar los resultados de sobrevivencia especialmente
para nopal y maguey, en los estados de Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Durango, los cuales
fueron seleccionados por estar dentro del desierto Chihuahuense y considerados como zonas áridas y
semiáridas. Las especies de nopal más utilizadas fueron Opuntia rastrera y Opuntia spp, aunque esta
ultima lo más seguro es que se trate de Opuntia lindheimeri (nopal cacanapo) y/o Opuntia
cantabrigiensis (nopal cuijo) (Figura 10). Entre las especies de nopal mejorado que han sido utilizadas
para detener el suelo y como un recurso forrajero, se tiene Liso Forrajero, COPENA F1, Villanueva,
etc. En los nopales sin espina, se requiere tener cercos que protejan las plantas en las primeras
etapas del desarrollo para que las plantas puedan alcanzar una altura competitiva con el ganado. En
el caso del maguey se utilizó Agave angustifolia, Agave durangensis y Agave spp. La sobrevivencia
para nopal estuvo entre 65.2 a 69.9 %, para Chihuahua y Coahuila respectivamente, sin embargo los
magueyes alcanzaron niveles mayores de 87.7 a 90.1 %, lo que nos sugiere que el maguey tiene
mejores posibilidades de sobrevivir bajo condiciones severas de sequía y altas temperaturas (Figura
11).
Cuadro 5. Reforestaciones desarrolladas
especies utilizaron nopal y maguey (49).
Estados
Nombre común
Chihuahua
Nopal
Coahuila
Nopal
Nopal rastrero
Maguey
Maguey
Durango
Maguey
Nopal
Nopal rastrero
Nuevo León
Nopal
Maguey
Nopal rastrero
en los estados del norte de México, entre otras
Nombre Científico
Supervivencia (%)
Opuntia spp
Opuntia spp
Opuntia rastrera
Agave angustifolia
Agave spp
Agave durangensis
Opuntia spp
Opuntia rastrera
Opuntia spp
Agave spp
Opuntia rastrera
65.22
64.31
69.94
88.39
87.65
88.96
78.67
75.68
82.34
90.13
79.46
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Con respecto a la asignación de recursos oficiales para las tareas de reforestación y restauración de
suelos, CONAFOR en 2010, reporta que para Nuevo León se respaldaron siete municipios y otros
muchos en diferentes estados de la Republica Mexicana. Se atendió el problema de erosión de suelos
y deforestación acentuada sobre sus recursos vegetales. Los municipios de Nuevo León que fueron
respaldados son: Mina con 226 ha, San Pedro Garza García 20 ha, Salinas Victoria 166 ha, Linares
66 ha, Aramberri 1,060 ha, Galeana 285 ha y General Zaragoza con 180 ha. Las superficies
beneficiadas indican que el municipio de Aramberri con 1,060 ha, tiene problemas muy serios para
incorporarse en los aspectos de la vida productiva agropecuaria del municipio.
Figura 10. Plantación de nopal de
Opuntia lindheimeri (nopal cacanapo)
en curvas a nivel.
Figura 11. Plantación de maguey delimitando
terrazas asociado con cultivos anuales (50).
Microcuencas para sembrar Nopal o Maguey
Debido a que el tamaño de la microcaptación se calcula considerando los requerimientos de agua del
cultivo en su estado de madurez, en el primeros años de establecida la plantación es conveniente
atenderla, para evitarle deficiencias de forma tal que las plantas pequeños no tengan problemas por
deficiencias de agua: En caso de tener suficiente agua el la microcuenca se sugiere destinarla para
otro cultivo que puede ser maíz, avena, frijol, etc. A medida que transcurre el tiempo y que las
necesidades de agua son mayores para el cultivo, se aumenta el área de escorrentía y se reduce la
superficie dedicada a otros cultivos, hasta que finalmente se utilice en su totalidad la microcaptación
para abastecer al nopal forrajero, tunero o el maguey con la cantidad de agua requerida (51).
La operación de las microcuencas con un cultivo perenne y un anual, permite al agricultor obtener
utilidades extra con los cultivos anuales mientras el nopal o maguey no generen una gran cosecha
productiva (52,53).
La desventaja de las microcuencas es que necesitan mantener el área limpia de malezas, reconstruir
los bordos destruidos por tormentas inesperadas o pisoteo por ganado. La Figura 9 muestra un cultivo
de nopal, asociado con uno anual, a medida que crece el nopal se reduce la superficie dedicada al
cultivo anual.
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Figura 9. Utilización eficiente del terreno en las primeras etapas de desarrollo de
nopal, pudiéndose asociación con un cultivo anual (54).
Prevención de la erosión
El índice de erosión se obtiene al sumar los valores observados en campo, ordenando los resultados
en rangos para cinco indicadores de condición de pérdida del suelo, basados en el suelo perdido en
toneladas por hectárea por año. En el Cuadro 6, podemos observar que la condición de erosión
estable, es la más alta en los tres estados de la Republica Mexicana que fueron evaluados 56, 60 y 46
% respectivamente, anualmente esta categoría solo puede perder 0.4 t ha-1 año-1 de suelo, lo que
representa una condición normal en un cultivo tradicional, después le sigue la condición de erosión
Ligera de 0.5 a 1.8 t ha-1 año-1, donde N.L. y Chihuahua presentan los datos más altos y finalmente se
puede observar que Chihuahua presenta un 4 % de erosión con una categoría Critica, con un rango
de 2.5 hasta 15.9 t ha-1 año-1, lo cual ya comienza a ser un problema serio para esta región. Los datos
anteriores nos indican que los mejoramientos de aéreas deforestadas son muy puntuales, lo que
podría poner en duda la sobrevivencia futura de las plantas utilizadas. Un esquema de cuenca nos
podría dar una mejor idea del balance de los recursos hídricos requeridos para la región, los
problemas de los recursos suelo, fauna y sus interacciones.
Cuadro 6. Prevención de erosión en Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, de acuerdo al número
de predios establecidos y su nivel de erosión. 2008.
Ejercicio 2008
Niveles
de
t ha-1 año-1
No. predios (N.
No. predios
No. predios
erosión
L.)
(Coahuila)
(Chihuahua)
Estable
0.4
56%
60%
46%
Ligera
0.5 a 1.8
30%
10%
27%
Moderada
1.9 a 2.4
15%
30%
23%
Crítica
2.5 a 15.9
4
Severa
más de 16
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Seguimiento
Para tener un seguimiento aceptable, se puede utilizar una parcela permanente, para dar seguimiento
a una plantación testigo, dando periódicamente las prácticas que se requieran, tomando datos de
diámetro, altura de plantas, rendimiento, etc. También se debe evaluar la calidad de las plantas
utilizadas, lo drástico de las sequías (representa la mayor causa de mortalidad de planta), los daños
por pastoreo y por la fauna silvestre, también son muy significativos mermando las población
establecida. La selección de la fecha de reforestación debe coincidir con la presencia de las lluvias en
la región. Finalmente los aportes de recursos financieros también juegan un papel preponderante en el
inicio de los trabajos correspondientes.
Conclusiones
1. El nopal y maguey representan las especies más adecuadas para sobrevivir condiciones
extremas en sequías y suelos degradados, donde otras especies no podrían competir.
2. Las especies de nopal más adecuadas para la Zona Norte y Costera del Golfo que se pueden
utilizar en reforestación son: Opuntia rastrera (nopal rastrero), Opuntia phaeacanta (nopal
rastrero), Opuntia lindheimeri (nopal cacanapo), Opuntia cantabrigiensis (nopal cuijo), y
Opuntia robusta (nopal tapón). Las especies de maguey más comunes en estas zonas son:
Agave angustifolia, Agave spp y Agave durangensis.
3. El nopal y maguey ofrecen beneficios ecológicos por su captura alta de carbón durante un
año, comparadas estas dos especies contra las de metabolismo C3 y C4 viviendo en zonas
desérticas o semidesérticas.
4. El manejo de la deforestación debe efectuarse en forma integral, considerando la flora, fauna,
agua y suelo, pues estos no son elementos aislados, lo que permitiría un maneje sostenible.
5. Manejar la reforestación a nivel de cuencas hidrográfica permite mejorar las relaciones entre
los factores involucrados, como su manejo, conservación y restauración del ecosistema.
6. La sequía representa la mayor causa de mortalidad de planta de las zonas reforestadas, por
lo que la selección de fecha de siembra debe coincidir con la presencia de lluvias en la región.
7. Finalmente, los aportes de recursos financieros para reforestación, deben ajustarse a las
condiciones ambientales y técnicas requeridos. Los retrasos ponen en peligro la sobrevivencia
de las plantas utilizadas.
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