REJ – Revista de Estudios de la Justicia – Nº 7 – Año 2006 8° JUZGADO DE GARANTIA DE SANTIAGO RIT: 2396 - 2005 RUC: 0510018515-8 No es posible decretar una medida cautelar real dentro del proceso penal mientras no exista formalización de la investigación por parte del Ministerio Público. “Las medias cautelares reales, si bien están destinadas a asegurar en ciertos casos fines procesales no estrictamente penales (…), sólo lo están en el contexto de un proceso penal en el cual el órgano que detenta la persecución criminal (…) haya formulado una imputación formalmente, cuyo contenido fáctico pueda ser conectado con la pretensión cautelar real del querellante. (…) el artículo 230 del Código Procesal Penal exige al fiscal, para solicitar medidas cautelares (sin distinguir entre las reales y las personales,), que previamente haya formalizado la investigación. Si bien es cierto que se excluye a la víctima de dicha disposición, no existe razón alguna para no extender a ella tal exigencia” Santiago, veinticuatro de junio de dos mil seis VISTOS Y TENIENDO PRESENTE: 1.- Que la parte querellante en esta causa ha solicitado medida cautelar real en contra del querellado Luis Becerra, concretamente la prohibición de celebrar actos o contratos sobre una serie de vehículos que individualiza. 2.- Que la medida solicitada sólo se puede fundar en los hechos descritos en la querella interpuesta el ´22 de diciembre de 2005 del año en curso por la parte querellante en contra del imputado ya individualizado. 3.- Que independientemente de la verosimilitud de los hechos materia de la querella, su eventual calificación jurídica y, en especial, la existencia o no de una necesidad de cautelar a través de la medida solicitada los fines patrimoniales de la acción civil que se inserta en el proceso penal, este juez debe hacerse cargo del hecho de que en la especie no ha sido aún formalizada investigación alguna por parte del Ministerio Público en contra del imputado. En efecto, las medias cautelares reales, si bien están destinadas a asegurar en ciertos casos fines procesales no estrictamente penales (vgr. el resultado de la demanda civil), sólo lo están en el contexto de un proceso penal en el cual el órgano que detenta la persecución criminal (Ministerio Público) haya formulado una imputación formalmente, cuyo contenido fáctico pueda ser conectado con la pretensión cautelar real del querellante. Es con relación a la formulación de cargos penalmente relevantes que debe ponderarse, primero, la viabilidad misma de un proceso penal del cual puedan surgir fines supra penales cuya cautela se justifique 255 REJ – Jurisprudencia de interés mediante medias cautelares reales y; segundo, sólo con la imputación de cargos por parte del Estado surge la posibilidad de conectar los presupuestos de la medida cautelar real con un núcleo fáctico que pueda dar lugar a la incoación de un proceso penal en el cual la responsabilidad civil del imputado pueda finalmente discutirse –no autónomamente- sino con ocasión de su responsabilidad penal. 4.- Con relación a lo expuesto, el artículo 230 del Código Procesal Penal exige al fiscal, para solicitar medidas cautelares (sin distinguir entre las reales y las personales,), que previamente haya formalizado la investigación. Si bien es cierto que se excluye a la víctima de dicha disposición, no existe razón alguna para no extender a ella tal exigencia. En efecto, si esa exigencia ha sido concebida para el ente estatal, con mayor razón debe considerarse para el particular que pide la medida, pues la eventual sustanciación de una acción civil en el proceso penal supone, indefectiblemente, que el Ministerio Público judicialice el caso, como quiera que la propia demanda civil que interpone la víctima no sólo exige la formalización de la investigación sino, aún más, que esta se encuentre cerrada y que el fiscal haya deducido acusación. Y esto no es menor: precisamente la “necesidad de cautela” extrapenal que subyace a las medidas cautelares que pueda pedir la víctima (satisfacción eventual de la responsabilidad civil) supone la presunción grave del derecho que se pretende; presunción que sólo puede jurisdiccionalmente ponderarse en el marco de una pretensión penal efectuada por el órgano constitucionalmente concebido al efecto, es decir, el Ministerio Público. 5.- Si la necesidad de cautela es de carácter puramente penal, como sería la satisfacción eventual de penas pecuniarias, el interés jurídico en la medida claramente se centra en el Ministerio Público, que a la fecha no ha formalizado la investigación. 6.- Por otro lado, cuando el artículo 157 del Código Procesal Penal se refiere a que la medidas en comento puede pedirse “durante la investigación”, sin referencia a la formalización de la misma, en opinión de este juez en caso alguno se ha pretendido por el legislador omitir tal requisito. En efecto, no puede pasarse por alto –amen de lo ya expresado- lo previsto en el artículo 61 del mismo código, que de manera tajante en su inciso primero indica que a fin de preparar la demanda civil la víctima con posterioridad a la formalización de la investigación puede solicitar la práctica de ciertas diligencias. Luego, el inciso segundo del precepto en comento señala que “Asimismo, se podrá cautelar la demanda civil, solicitando alguna de las medidas del artículo 157”. Es decir, la remisión al artículo 157 que permite a la víctima solicitar medidas cautelares reales se hace en un contexto normativo en el cual la formalización previa de la investigación aparece como un requisito sine qua non. De otra forma, no se explica que, concedida una medida cautelar real, el plazo para demandar civilmente no sea el del Código de Procedimiento Civil, sino el del Código Procesal Penal, o sea, en la adhesión a la acusación del fiscal, a más tardar 15 días antes de la audiencia de preparación de juicio. 256 REJ – Revista de Estudios de la Justicia – Nº 7 – Año 2006 7.- En suma, la existencia de una formalización de la investigación, o sea, de la imputación de hechos penalmente relevantes por parte del Ministerio Público constituye un presupuesto básico de cualquier afectación de derechos en el proceso penal, salvo las excepciones legales (artículo 236 del Código procesal Penal), que están concebidas en interés del Ministerio Público y de los fines específicamente adscritos a la persecución penal estatal. Y de conformidad con los artículos 60, 61, 230 y 157 del Código procesal Penal, se rechaza la medida cautelar real solicitada por la querellante en esta causa. Notifíquese a la parte querellante, defensor y Ministerio Público vía correo electrónico. RIT: 2396 - 2005 RUC: 0510018515-8 Resolvió LUIS FRANCISCO AVILES MELLADO, Juez Titular Octavo Juzgado de Garantía de Santiago. 257