Hacia un modelo de gestión horizontal de cooperación

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Hacia un modelo de gestión horizontal de relaciones de
cooperación descentralizada desde los gobiernos locales
colombianos
Management towards a model of horizontal relations of
decentralized cooperation from local Colombian governments
Denisse Amara Grandas Estepa
Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano
[email protected]
Resumen:
La cooperación oficial descentralizada ha sido una modalidad utilizada por los gobiernos
territoriales para promover la acción internacional desde el nivel local. En Colombia no ha sido lo
suficientemente potencializada en razón a la falta de desarrollo de capacidades en los territorios,
de información, coordinación y articulación de las iniciativas en estrategias planificadas que
beneficien los procesos de gestión pública y desarrollo local.
Esta ponencia busca aportar a esta reflexión, para lo cual identifica las características de la
práctica de la COD y describe los aspectos más importantes de la dinámica en Colombia. Se
propone un modelo de gestión desde los municipios para avanzar hacia la construcción de
estrategias de COD que beneficien la gestión pública y el desarrollo territorial.
Palabras clave: Cooperación oficial descentralizada, descentralización, Colombia, enfoque
horizontal, enfoque vertical.
Abstract:
The oficial decentralized cooperation (ODC) has been a method used by the territorial
governments to promote international action at the local level. In Colombia this is a cooperation
that has not been sufficiently potentiated due to a lack of capacity building in the territories, lack
of information, not much coordination and joint initiatives on strategies that benefit planned
processes of governance and local development.
This paper seeks to contribute to this reflection, which identifies the features of the practice of
ODC and then describes the most important aspects of the dynamics in Colombian. a model of
1
management is proposed from the Colombian municipalities to move toward building COD
strategies that benefit public management and territorial development.
Key words: Decentralized oficial cooperation, decentralization, Colombia, horizontal
approach, vertical approach.
2
Introducción
En la actualidad, ya no es una novedad que los gobiernos territoriales1 decidan emprender
procesos de internacionalización a través de la cooperación internacional para el desarrollo. Si
bien, la configuración del sistema internacional de ayuda al desarrollo planteaba una clara
estructura sobre su dinámica, actores e instrumentos, los cambios en la visión del desarrollo, en
las relaciones internacionales y en la presencia de nuevos actores como los gobiernos
territoriales, terminaron por afectar sustancialmente las políticas de ayuda, las estrategias,
instrumentos y modos de gestión.
Esta dinámica se ha visto reflejada, entre otras cosas, en la magnitud que han venido adquiriendo
las relaciones internacionales desde el nivel local y la multiplicidad de formas y mecanismos de
cooperación que se están forjando. Después de todo, los primeros Estados fueron Estados-Ciudad
y los hermanamientos entre municipios existen desde la primera mitad del siglo pasado.
En efecto, las acciones internacionales de estos gobiernos tienen su propia especificidad frente a
las relaciones internacionales de los Estados. Más allá que competir, ambas esferas se
complementan, por lo que deben evitarse las comparaciones que a menudo generan confusiones.
Bajo este contexto, la COD, cuyos actores principales son los gobiernos territoriales, se
constituye en un buen instrumento para establecer vínculos con el exterior, en razón a que es una
cooperación que puede contribuir y potenciar a los gobiernos territoriales como conductores del
desarrollo local y de la cohesión social.
En el caso de Colombia, algunos municipios han decidido emprender procesos de
internacionalización a través de relaciones de cooperación con gobiernos territoriales,
especialmente con comunidades autónomas y municipios españoles, principales donantes de
cooperación descentralizada en el país.
Hasta el momento han sido los municipios más prósperos, grandes y los de mayor diversificación
de su actividad económica, los que han sido más activos en estas dinámicas. Sin embargo, ésta es
una cooperación que aún no ha sido lo suficientemente explorada y aprovechada como
consecuencia del vago entendimiento de lo que significa, de la dispersión, la poca coordinación y
articulación de las iniciativas en modelos y estrategias claras y planificadas que beneficien los
procesos de gestión pública y de desarrollo local.
El reto consiste entonces, en avanzar hacia un modelo de gestión que orienten la acción exterior
de los municipios del país, fortalezca la institucionalidad, la gestión pública municipal, el
1
Cuando se habla de gobiernos territoriales se hace alusión a las ciudades, municipios y regiones y cualquier forma
de descentralización política reconocida.
3
desarrollo de capacidades y permita que los municipios avancen en la elaboración de una
estrategia de cooperación descentralizada desde su particularidad como actor local.
En este escenario, la ponencia describe las características más importantes de las relaciones de
cooperación descentralizada desde un “enfoque vertical” tradicionalista y un “enfoque
horizontal” que pretende avanzar hacia relaciones soportadas en la reciprocidad entre socios.
Bajo este contexto, se identifican algunos elementos de los dinámicas de la cooperación desde los
gobiernos territoriales colombianos y se plantea un modelo de gestión con el propósito de
avanzar hacia la construcción de estrategias y políticas públicas de cooperación desde el ámbito
territorial colombiano y con esto, contribuir con procesos más equilibrados y recíprocos que
beneficien ente otras cosas, la gestión pública y el desarrollo territorial.
La ponencia es producto del proyecto de investigación “Construcción de un modelo horizontal
de cooperación descentralizada para Colombia. Experiencia piloto: Municipio de Caldono,
Cauca”, el cual hace parte del Grupo de investigación en Política y Relaciones Internacionales
del Programa de Relaciones Internacionales de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.
1.
La dinámica de la cooperación oficial descentralizada (COD)
La COD puede ser entendida como el conjunto de acciones llevadas a cabo desde los gobiernos
territoriales, de manera directa o a través de la sociedad civil. En esta modalidad, son los
municipios, en su nuevo rol de instancias globalizadas, quienes por decisión propia entran en
contacto con otros municipios y con entidades otorgantes, con cierta autoridad para la
negociación (Pérez, 2007).
Esta modalidad, ha sido utilizada por algunos gobiernos territoriales para fortalecer sus procesos
de internacionalización, mediante la firma de hermanamientos, la vinculación en redes de
gobiernos locales a nivel internacional, la participación en programas de tipo territorial
promovidos por organismos internacionales, el intercambio de experiencias y buenas prácticas, la
ejecución de proyectos y programas, todos estos, enmarcados en algunos casos en una estrategia
de proyección de ciudad.
Las dinámicas y prácticas de COD han sido clasificadas desde diferentes perspectivas. Así
entonces, (Gutiérrez, 2006) ha identificado dos tipos de vínculos, los institucionalizados y los
informales. El primero de ellos viene relacionado con actividades bilaterales como los
hermanamientos, los proyectos bilaterales y las asociaciones de municipios y con actividades
pluri-institucionales enmarcadas en la participación en redes y en proyectos en los cuales se
vinculan más de dos instituciones. Por su parte, las relaciones informales se caracterizan por su
falta de institucionalidad y su poca duración que además son difíciles de cuantificar y
sistematizar.
4
De la misma manera otros autores han preferido catalogar la práctica de la COD en un enfoque
vertical y otro horizontal. En este sentido, Díaz Abraham (2008) considera la cooperación oficial
descentralizada horizontal como la realizada entre administraciones públicas subnacionales y
otros agentes que interactúan en el mismo plano y la de tipo vertical la que es llevada a cabo en
conjunto con actores de gobierno centrales u otras formas supranacionales de organización (Ruiz,
2009).
El enfoque vertical y horizontal de COD también puede ser interpretado por otro tipo de
dinámicas y roles. En ese sentido, es posible evidenciar un enfoque vertical caracterizado por un
tipo de relación asistencialista y marcado por las relaciones norte – sur. En el, existe un donante
que restringe su actuación a la destinación de recursos y, el compromiso frente al resultado
positivo de las acciones se diluye entre quien recibe y ejecuta los mismos.
A su vez, se evidencia una opción paralela que avanza hacia una mayor integración y
participación de los actores involucrados que busca una mayor sinergia, complementariedad y
responsabilidad compartida en la ejecución y posterior evaluación, en la cual los gobiernos
territoriales se convierten en sujetos activos de la cooperación.
Bajo esta última interpretación, las relaciones de COD han avanzado de manera muy lenta, de
una visión tradicionalista, vertical y de tinte asistencialista “enfoque vertical”, a una visión que
beneficia un tipo de relaciones más equilibradas soportadas en el intercambio de experiencias, en
la reciprocidad y el mutuo interés y en formas de actuación más abiertas que fortalecen la acción
exterior de los gobiernos locales y que para muchos debe ser categorizada bajo el “enfoque
horizontal” (ODC, 2008). En este último, deja de concebirse la relación “donante – receptor” y
los actores involucrados son considerados como “socios”.
De esta manera, la lógica de la COD muestra nuevas y originales formas de llevar a cabo dichas
relaciones sin que tengan que ceñirse a los instrumentos y modalidades de la cooperación oficial
tradicional. Con esto, las administraciones territoriales haciendo uso de su soberanía y autonomía
tienen opciones diversas de relacionarse mediante el establecimiento de convenios y
hermanamientos, la creación y participación en redes, los intercambios, la asistencia técnica, etc,
que además, contribuye con el fortalecimiento en la planeación y gestión pública territorial.
Aún así, frente a este enfoque horizontal surge una reflexión interesante, Sanahuja y Martínez
(2009), plantean que la naturaleza del sistema de ayuda se caracteriza por su arbitrariedad y
asimetría por lo que necesariamente se desarrollan relaciones verticales que no permiten avanzar
hacia relaciones plenamente horizontales. No obstante ello, como en las relaciones de COD
pueden diferenciarse distintos niveles de verticalidad, es posible distinguir un tipo ideal de COD
que comparte algunos elementos del modelo vertical (Martínez y Sanahuja, 2009).
Por su parte, Malé (citado por Grandas, 2012) plantea diferentes modalidades de relaciones de
COD entre la Unión Europea y América Latina, que muestran algunas coincidencias y elementos
5
compartidos entre los dos enfoques descritos y elementos importantes en la evolución de la COD
hacia un enfoque de relaciones más horizontales y reciprocas:
Frente a las intervenciones en ayuda asistencial y humanitaria con énfasis en las situaciones de
pobreza y emergencia, plantea una modalidad inicial de relaciones de cooperación indirecta a
través de ONG, en las cual el gobierno local del norte se convierte en un simple financiador y por
tanto, se sustituye por agentes privados. Esta modalidad evoluciona con relaciones de
cooperación directa que luego pueden ser materializadas a través de hermanamientos. A su vez,
estos hermanamientos permiten movilizar tanto las capacidades institucionales como los
esfuerzos solidarios de diversos actores locales, que evidencian una nueva relación de sociedad
local a sociedad local. Por último, en muchas ocasiones estas prácticas avanzan hacia la
conformación de redes de ciudades europeas hermandadas con el municipio del Sur o viceversa.
Un segundo ejemplo está relacionado con el apoyo a las políticas públicas locales y el
fortalecimiento institucional. La evolución en las modalidades de gestión en este eje comienza
con relaciones bilaterales verticales soportadas en el apoyo material a la institución del Sur a
través de la dotación de materiales, equipamientos, edificios, etc.
Esta modalidad evoluciona cuando se establece relaciones bilaterales verticales mediante la
transferencia de conocimiento, know-how, asistencia técnica, capacitación y asesoramiento del
gobierno local del Norte hacia el gobierno local del Sur. Por último, se avanza hacia un tipo de
relación bilateral horizontal soportada en el intercambio y en la reciprocidad, que desemboca en
redes de gobiernos locales.
De la misma manera, la promoción y apuesta de la cooperación descentralizada Sur-Sur puede
beneficiar una mayor horizontalidad y alcanzar las metas y objetivos prioritarios en los planes
locales de desarrollo. Frente a esto, muchos municipios en América Latina y el Caribe han
emprendido estrategias de cooperación con el fin de fortalecer su institucionalidad y sus procesos
de desarrollo local (Grandas, 2012).
A su vez, la cooperación triangular puede contribuir con este mismo propósito, potencializando la
cooperación técnica, a través de la asociación de una fuente tradicional de carácter bilateral o
multilateral con un gobierno territorial de desarrollo medio para asistir conjuntamente a un tercer
gobierno territorial de menor o similar desarrollo relativo, con proyectos de asistencia técnica e
intercambio de buenas prácticas en áreas como el fortalecimiento institucional, la salud, la
educación, etc (Grandas, 2012).
La siguiente figura permite sintetizar las diferentes relaciones y actores involucrados en un
esquema de cooperación descentralizada que favorece la horizontalidad.
6
Figura 1. Hacia un enfoque de relaciones horizontales de cooperación oficial descentralizada
Intereses
comunes
Reciprocidad
Apoyo a procesos de
descentralización
Fortalecimiento
institucional y
desarrollo local
Gobiernos
locales del
Norte
Gobiernos
locales del Sur
Búsqueda de
socios
Transferencia e
intercambio de
conocimiento y de
buenas prácticas
Fortalecimiento
en la gestión
pública territorial
Fortalecimiento de
la cooperación SurSur, triangular e
inducida
Actores
multilaterales de
cooperación
Redes de
gobiernos locales
Organizaciones
de la sociedad
civil
Fuente: elaboración propia
2.
La cooperación oficial descentralizada en Colombia: hacia un
modelo de gestión para los municipios colombianos
La Constitución Política de Colombia (1991) establece, respectivamente, en sus artículos 1, 286,
287 y 311 que “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República
unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales…” De la misma manera,
establece que “son entidades territoriales los departamentos, los distritos, los municipios y los
territorios indígenas”… las cuales, “gozan de autonomía para la gestión de sus intereses”….
Declara a los municipios como “entidades fundamentales de la división política administrativa
del Estado”, sobre los cuales recae la responsabilidad, ente otras cosas, de “ordenar el desarrollo
de su territorio”…Así entonces, la división político-administrativa del país está organizada en 32
Departamentos, 1.123 municipios2 y 4 Distritos.
2
A Mayo de 2012
7
La cooperación internacional ha sido una alternativa válida para algunos gobiernos territoriales
colombianos para comprender la dimensión internacional desde el nivel local. Estos procesos han
sido, en algunos casos, promovidos por la Agencia de Cooperación del gobierno colombiano hoy APC- y en otros, por las administraciones departamentales, municipales y las organizaciones
de la sociedad civil. Sin embargo, y pese a que existen las condiciones legales para promover la
cooperación desde estos gobiernos, en el país se sigue percibiendo que la estructura del Estado
tiende a concentrar estos temas en manos del gobierno central y sus diferentes instancias. Aun
así, la cooperación ha sido el medio utilizado por muchos departamentos y municipios con mayor
capacidad de planeación y gestión, para internacionalizarse. No obstante, es posible encontrar en
los más pequeños, que los procesos de cooperación son considerados como de poca relevancia en
el marco de las estrategias de desarrollo que adoptan las administraciones municipales.
En cuanto al grado de institucionalización en la administración municipal, son muy pocos los
municipios en Colombia que cuentan con una espacio en el cual se trabajan estos asuntos. Es
posible destacar algunas gobernaciones y ciudades capitales como Medellín, Bogotá,
Bucaramanga, Cartagena, Manizales, Pereira, Pasto, Cali y Florencia, en las cuales existen
oficinas de gestión de la cooperación internacional establecidas en la estructura administrativa de
las Alcaldías; por lo demás, en la mayoría de los casos, las responsabilidades sobre los proyectos
que tienen relación con esto, recaen en las oficinas de planeación, en el despacho del Alcalde o en
algún asesor externo.
En general, se percibe que la cooperación internacional de los municipios se encuentra
desarticulada de los procesos de planeación y no hace parte de las agendas del orden municipal.
En algunos casos en donde esto ocurren, generalmente no se les da continuidad y constituyen
hitos que se pierden en la transición de una administración a otra, pues se insertan como ejes
transversales en los planes de desarrollo, que si bien constituyen la herramienta de planeación por
excelencia de las entidades territoriales, cobijan sólo los cuatro años de gobierno de cada
administración. Es decir, en un gran porcentaje los municipios colombianos no poseen
estrategias de cooperación definidas como políticas de gestión pública con cobertura a mediano y
largo plazo.
En el caso particular de la cooperación oficial descentralizada, el gobierno nacional ha querido
promoverla desde diversos ámbitos de actuación. Al respecto, la nueva estrategia nacional de
cooperación internacional 2012-2014, ha reconocido “la necesidad de apoyar este tipo de
iniciativas desde el territorio, donde los agentes públicos del nivel descentralizado, con base en
una fuerte apropiación, deberán definir, promover, gestionar y hacer seguimiento a las acciones
para financiar sus iniciativas de desarrollo”. Frente a esto, la Estrategia busca “consolidar y
transferir esquemas innovadores de cooperación descentralizada que recibe y otorga el país,
para lograr potenciar la generación de capacidades locales de los diferentes territorios y
contribuir de manera directa por una mayor convergencia regional”.
8
Más allá del interés del gobierno nacional por promoverla, las limitaciones para establecer
vínculos de este tipo obedecen a la falta de información, de desarrollo de capacidades, al vago
entendimiento de lo que significa y al desconocimiento por parte de muchas de las
administraciones locales de menor desarrollo referente a los diversos mecanismos o modalidades
dirigido a los gobiernos municipales. Esto ha evidenciado además, la ausencia de claras
estrategias que permitan potencializarla.
Bajo este contexto, existen dos dinámicas que justifican la necesidad de repensar y potencializar
los enfoques de gestión de la COD como elemento complementario del desarrollo desde el nivel
local y del fortalecimiento de la gestión pública local, que contribuyan a la vez con procesos de
COD más horizontales y recíprocos.
La primera de ellas está relacionada con la lógica vertical con la que se ha desarrollado la COD
en el país. Para este caso, las actividades de COD se han focalizado en especial en aquellas
relaciones con las entidades territoriales españolas. Particularmente, es posible apreciar la
experiencia de las Comunidades Autónomas las cuales han financiado diversos proyectos de
desarrollo. En el país han tenido presencia las CCAA de Valencia, Madrid, País Vasco y
Cataluña y en menor medida Islas Baleares, Navarra, Asturias, Castilla la Mancha, Aragón, la
Rioja, Murcia, Castilla y León, Extremadura, Andalucía y Cantabria.
En este caso, existen relaciones de COD con ciudades capitales e intermedias que han llevado a
una concentración de la ayuda en tres o cuatro departamentos. Así por ejemplo, País Vasco
coopera especialmente en departamentos como Antioquia, Bogotá y Chocó; Valencia en
Antioquia, Atlántico, Bogotá y Bolívar; Madrid en Antioquia, Bolívar, Valle del Cauca, Bogotá y
Cundinamarca; Cataluña en Bogotá, Valle del Cauca y Bolívar, e Islas Baleares en Santander,
Cauca y Antioquia. Esto permite observar que esta cooperación no siempre ha respondido a las
necesidades más próximas locales y por el contrario, se ha focalizado en aquellos municipios o
departamentos caracterizados por altos niveles de desarrollo y de capacidad de gestión.
El panorama de la COD de estas CC AA también muestra un elemento ligado a la lógica vertical
de la cooperación. Se percibe una ausencia generalizada y una falta de implicación directa del
gobierno autonómico, que actúa como un simple financiador, que deja en la mayoría de los casos
en manos de las Ong la ejecución de los proyectos. Esto refuerza el modelo clásico de la ayuda
inducido por la demanda sin un norte estratégico común. Adicionalmente, la falta de implicación
del gobierno local del país, no genera ningún tipo de coordinación y articulación con las
estrategias de desarrollo local ni contribuye con los procesos de alineación, planificación y
aprendizaje entre ambas partes.
De la misma manera, y como consecuencia de esa lógica asistencialista y vertical, las relaciones
de cooperación se limitan a las prioridades de los gobiernos autonómicos, que se materializan
nuevamente a través de los proyectos financiados a las ONG.
9
Se infiere entonces, que en la mayoría de los casos no existen planes conjuntos y planificados
entre los agentes españoles y colombianos. Con esto no se logran establecer objetivos claros y
compartidos, ni prioridades sectoriales y necesidades concertadas.
Esta práctica también revela que este modelo vertical responde, en algunos casos, a la misma
concepción asumida por los gobiernos locales y regionales colombianos. Martinez y Sanahuja
(2009) plantean al respecto, “el modelo vertical de cooperación descentralizada es una
consecuencia de la propia actitud de los gobiernos descentralizados del Sur, que conciben a los
gobiernos descentralizados del Norte exclusivamente como financiadores a través de los cuales
obtener recursos”.
Así entonces, la experiencia significativa de la cooperación de las CC AA en el país, evidencia la
necesidad de establecer nuevas prácticas y mecanismos para evolucionar de la concepción
clásica, dominante y asistencialista que alimenta “la cadena de la ayuda” a un enfoque basado en
relaciones estratégicas, de largo plazo, que pasen de la financiación de proyectos a través de las
ONG a unas relaciones más duraderas entre socios, y que contribuyan con los procesos de
descentralización, fortalecimiento institucional y gobernanza local.
La segunda dinámica está estrechamente relacionada con las nuevas lógicas de la cooperación
como consecuencia de la crisis económica y financiera mundial y el cada vez más acentuado
debate de los países de renta media, que ha llevado, entre otras cosas, a considerables recortes
presupuestarios desde los actores tradicionales de cooperación y al cambio de prioridades en las
políticas de ayuda. Desde esta perspectiva, han comenzado a fortalecerse nuevos instrumentos y
modalidades como la cooperación sur-sur, la descentralizada, la inducida y la triangular, así como
la transferencia y el intercambio de conocimientos, el desarrollo de capacidades y la asistencia
técnica, que alimentan y promueven además, la presencia cada vez más activa de los países de
renta media.
El recorte presupuestal ligado a la condición de Colombia como país de renta media ha sido una
oportunidad para avanzar en una estrategia desde el gobierno nacional que busca posicionar al
país como un líder en la región y como un oferente de cooperación internacional a través de la
cooperación Sur-Sur.
Es así como, el panorama anteriormente descrito implica un reto fundamental para los gobiernos
locales, los cuales deben articular y coordina sus procesos asumiendo un nuevo rol como “socios
de cooperación” y no como simples receptores de unos recursos escasos condicionados a las
prioridades de los donantes.
Por esto, se busca que la COD avance hacia relaciones horizontales en la cual, los gobiernos
locales colombianos desarrollen sus capacidades, identifiquen sus potencialidades y necesidades
10
y establezcan verdaderas estrategias de cooperación en las que se identifiquen posibles socios con
el fin de establecer relaciones más duraderas que impacten los procesos de desarrollo local.
Bajo este contexto, pensar en relaciones de COD desde los municipios colombianos, implica la
construcción de un proceso que pasa por la voluntad política, la vinculación de la sociedad civil,
la planeación estratégica y la identificación de socios potenciales. Solo así, la acción exterior del
municipio a través de la cooperación descentralizada, se convertirá en un verdadero asunto de
política pública que además, estará inmerso en las dinámicas de la sociedad civil organizada
(SCO), a través del desarrollo de capacidades y se constituirá en un proceso sostenible y
proyectable en el tiempo3.
2.1 La voluntad y el compromiso político
Desde la esfera local, es fundamental que existan ciertos niveles de voluntad y compromiso de
parte de los dos ejes en los que se apoya este tipo de relación: la SCO y la institucionalidad
pública municipal representada en el Alcalde y el Concejo municipal.
No hay que perder de vista que la cooperación descentralizada involucra el desarrollo de
objetivos que se enlazan en estos dos ejes, y por lo tanto, se justifica desde todo punto de vista la
necesidad de contar con su voluntad y compromiso en cada momento del proceso.
El Alcalde es la primera figura que debe impulsar la acción exterior del municipio y generar los
espacios de participación para que se construyan estrategias consensuadas de cooperación
descentralizada que den cuenta de las potencialidades del municipio y de las prioridades para el
establecimiento de relaciones con el exterior.
Otra instancia fundamental en el proceso es el Concejo Municipal, quien más allá de ejercer
control político, debe involucrarse, en la dinámica internacional del municipio. Resulta
primordial contar con altos niveles de comunicación, información y diálogo con el Concejo en
razón a que desde allí se discuten y se aprueban, entre otras cosas, las directrices y proyecciones
relacionadas con los procesos de internacionalización y/o cooperación internacional.
Un primer elemento que salta a la vista es la condición de que en los planes de desarrollo
municipal se priorice la cooperación internacional promoviendo la cooperación descentralizada
como estrategia para la gestión complementaria del desarrollo local mediante la ejecución de
proyectos con recursos externos, la asistencia técnica, la transferencia de conocimiento etc. Esto,
argumentado en la convicción de que el ámbito de lo local garantiza una dinámica de trabajo más
acoplada a la realidad concreta de sus destinatarios y aparta los condicionantes políticos
3
Estos elementos serán consignados y recogidos en una guía práctica para las administraciones municipales en
Colombia.
11
tradicionales que acompañan la cooperación.
Por su parte, la sociedad civil juega un papel fundamental en el proceso, en razón a que la
administración municipal debe cultivar, socializar y sensibilizar las dinámicas de COD de su
interés. Ligado a esto, es necesario que los gobiernos municipales generen capacidades en la
sociedad civil organizada para afianzar en enfoque participativo y el compromiso en ellas,
alrededor de la acción exterior.
El enfoque participativo no sólo se logra a través de ejercicios de rendición de cuentas y
socialización, sino también permitiendo que la SCO diseñe los mecanismos que considera más
eficaces y confiables para participar, decidir y controlar el rumbo que desea tome su municipio
con la ejecución de una estrategia de COD.
2.2 La necesidad de un espacio de dirección y coordinación del proceso
Las estructuras y procedimientos organizativos para gestionar la cooperación constituyen un
elemento clave para el éxito del cumplimiento de los objetivos de una estrategia, así como para
mejorar la calidad de la cooperación que se recibe y/o se otorga.
Teniendo en cuenta el enfoque y proyección que tenga el municipio sobre su acción exterior,
existen algunas posibles ubicaciones de la oficina/dependencia/equipo de trabajo que vaya a
aglutinar las funciones esenciales en la materia:
- Puede crearse como una Secretaría independiente, lo cual le permite crear en su interior
subdivisiones que cuenten con profesionales especializados en las diferentes áreas y modalidades
de Cooperación que se requieran impulsar en el municipio. Esta opción representa un gran
esfuerzo fiscal y técnico por parte de la administración municipal, y por tanto, no ha sido el
mecanismo predilecto de los municipios dados los costos para su mantenimiento.
- Puede estar ubicada en la Secretaría de Hacienda, de Planeación o de Desarrollo Económico
cuando el municipio tiene un enfoque hacia la cooperación focalizada en el desarrollo productivo,
la obtención de recursos financieros, técnicos y especializados. Estas dependencias poseen el
personal con el nivel de especialización requerido para lograr mejores niveles de captación de
recursos mediante la presentación de proyectos. Este es el caso del municipio de Funza
Cundinamarca, en el cual las funciones sobre internacionalización de las actividades económicas
y el fortalecimiento productivo a través de la gestión de recursos de cooperación están
concentradas en la Secretaría de Desarrollo Económico.
- Puede estar en el despacho del Alcalde cuando el municipio se inclina hacia la promoción de la
diplomacia local, la gobernabilidad y el liderazgo político, puesto que el Alcalde es el personaje
que por excelencia realiza la proyección exterior del municipio. Un ejemplo de este tipo se
12
encuentra en el municipio de Guadalajara de Buga en el Valle del Cauca, donde se creó una
Oficina de Cooperación Internacional dependiente del despacho del Alcalde. Otro caso
significativo lo constituye el municipio de Caldono en el departamento del Cauca, en el cual se ha
impulsado desde el despacho de la Alcaldesa el enfoque participativo que abarca un componente
intensivo de gestión y posicionamiento del municipio ante diferentes instancias y organismos
nacionales e internacionales.
- Puede estar en una Unidad de Asesoría y apoyo o Unidad Técnica especializada (Staff), lo que
permitirá transversalizar la política pública de internacionalización, especialmente si se tiene la
intención que el municipio sea el que gestione directamente a través de sus distintas dependencias
las acciones en esta materia. Aunque no se ha encontrado una unidad organizacional de tales
magnitudes en los municipios, lo más cercano son las oficinas de cooperación o de relaciones
internacionales.
- Puede estar situada en la Secretaría de Desarrollo Social o Comunitario, la cual tiene a su cargo
el contacto con las organizaciones sociales del municipio. Al optar por esta ubicación, se hace
evidente un enfoque de la política de internacionalización orientado al fortalecimiento del tejido
social, de la participación y el establecimiento de relaciones horizontales de cooperación y
comunicación entre la sociedad civil y el municipio. Así por ejemplo, en el municipio de El
Cármen de Chucurí (Santander) la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente aglutina las
funciones involucradas con la consecución de fondos de cooperación para el impulso de
programas hacia la población vulnerable.
- Puede ser crearse un Comité Interinstitucional, que como lugar de tránsito de propuestas, reúne
a las diferentes secretarías y oficinas de la administración municipal, a las entidades
descentralizadas del municipio, e integra a la sociedad civil, permitiendo mayores niveles de
divulgación y participación en el impulso de la internacionalización. Esta forma de asociación
requiere los mayores niveles de compromiso de parte de los actores involucrados, de lo contrario
puede convertirse en instancia intermitente cuyas reuniones no tendrían resultado y ningún
impacto sobre el proceso de internacionalización. Aunque no se dispone de información sobre la
existencia de una estructura similar, hay que considerar el atractivo que representa por los bajos
costos que implica así como por la diversidad de actores que involucra.
- Se puede aprovechar el espacio institucional de las Asociaciones de Municipios y/o las
Agencias de Desarrollo Económico Local (ADEL) como vehículos para movilizar la estrategia de
relacionamiento horizontal y la gestión compartida de proyectos. Un ejemplo interesante lo
constituye Amunorca -Asociación de Municipios del Norte del Cauca-, la cual ha estado presente
en la gestión internacional de los municipios de esta región, especialmente impulsando las
gestiones sobre Desarrollo Social Sostenible a través de su Oficina de Cooperación Internacional.
También existen casos exitosos donde Asociaciones Civiles del municipio logran movilizar
proyectos cuando en los municipios no existen capacidades institucionales suficientes para
13
hacerlo, este es el caso de la Asociación Municipal de Mujeres del municipio de San Andrés de
Cuerquía (Antioquia) –ASOMANOL- la cual logró la ejecución de cinco proyectos productivos
con cooperación del país Vasco.
- Se puede crear una Agencia independiente para fortalecer los procesos de internacionalización
vía cooperación y/o inversión. Esta opción ofrece un mayor margen de maniobra y posibilidades
de financiación tanto del sector público como del Privado. Permiten gestionar de forma
independiente y con mayor libertad los recursos de cooperación, debido a que la incorporación de
estos recursos en su presupuesto es más ágil y no se limita por el principio de anualidad que
implica el manejo de recursos con corte en cada vigencia fiscal. El ejemplo más significativo es
el de la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana -ACI como una
asociación entre la Alcaldía de Medellín, la EPM, el Área Metropolitana del valle de Aburra y
varias empresas de Medellín. Sin embargo, aunque estas agencias representan un gran atractivo
para la gestión de los recursos de manera más ágil, requieren de una fuerte estructura
administrativa territorial para lograr mejores niveles de articulación regional.
Es importante señalar, que en algunas ocasiones las alcaldías consideran que estos procesos
deben recaer en una persona para lo cual, contratan a un profesional que se encarga de asesorar al
Alcalde en la formulación de política de cooperación. Sin embargo, esto no es suficiente debido a
que es necesario conformar un equipo de trabajo que pueda desarrollar de manera integral la
internacionalización municipal vía cooperación en toda la estructura organizacional municipal.
No hay que olvidar además, que la elección de alguna de las anteriores formas de organización
implica los siguientes aspectos:
- La identificación y asignación de responsabilidades en materia de internacionalización y de CD
en el municipio.
- La definición de los procesos para la toma de decisiones, líneas de autoridad y flujos y
mecanismos para la circulación de la información.
- La definición de instrumentos para el establecimiento de relaciones y vínculos internacionales
en el marco de las disposiciones legales vigentes en la materia.
- La realización de un estudio técnico que permita identificar claramente las cargas de trabajo, los
perfiles, funciones, competencias laborales, procesos y procedimientos.
- La identificación de los costos y sus fuentes de financiación.
- El establecimiento de líneas de comunicación y cooperación con otras dependencias de la
administración municipal, departamental y nacional.
2.3 La identificación de características, potencialidades y necesidades del
municipio, proyectables al exterior.
El plan de desarrollo consigna las principales líneas programáticas que la administración
14
municipal desea impulsar y por tanto, se convierte en el primer instrumento para identificar los
potenciales proyectos y programas en el establecimiento de relaciones de cooperación entre
socios.
De la misma manera, existen otros instrumentos que deben ser examinados como el plan de
desarrollo departamental y si es el caso, la estrategia de cooperación internacional del orden
departamental y nacional.
Ligado a estos instrumentos programáticos, el gobierno local debe avanzar hacia un proceso
participativo y de articulación local para identificar una visión de municipio y priorizar con la
comunidad acciones y ejes estratégicos proyectables al exterior.
2.4 El mejoramiento de capacidades locales
Un elemento fundamental del proceso viene estrechamente relacionado con el desarrollo y la
construcción de capacidades en los líderes comunitarios y las organizaciones del territorio
municipal. En primer lugar, es fundamental que quien lidera la estrategia de relaciones de
cooperación descentralizada (dependerá de un municipio a otro, generalmente es un proceso que
emana de la Administración Municipal) comprenda los alcances y las dimensiones de ello. Pues
bien, es evidente que no todos los municipios tengan claridad acerca del tema de la
internacionalización municipal vía cooperación internacional.
Dicho esto, es necesario insistir en los procesos de sensibilización municipal que permitan
generar posibilidades de capacitación, formación y actualización en las diferentes organizaciones
de base de un territorio.
2.5 La transferencia de buenas prácticas.
Un buen instrumento para desarrollar capacidades en los gobiernos territoriales se soporta en el
aprendizaje entre iguales y el impulso y la réplica de buenas prácticas de los procesos de gestión
internacional. El municipio entonces, puede identificar prácticas de otros municipios
colombianos que sirvan como referencia para emprender este proceso.
Construir e implementar una práctica de cooperación internacional desde los gobiernos
territoriales soportada en el aprendizaje de buenas prácticas, fortalecerá procesos de cooperación
eficaces, equilibrados, incluyentes y equitativos y, por lo tanto contribuirá con la coordinación de
políticas concertadas de cooperación entre agentes del desarrollo.
2.6 La identificación de los socios, modalidades e instrumentos de
cooperación oficial descentralizada.
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En la dinámica de la cooperación internacional es posible identificar el establecimiento de
relaciones a través de diferentes modalidades e instrumentos a través de las cuales intervienen
diferentes actores como agencias de cooperación gubernamentales, gobiernos territoriales,
organizaciones internacionales, redes de gobiernos locales a nivel internacional, fundaciones,
empresas, etc.
Así entonces, es posible fortalecer este tipo de cooperación horizontal, a través de varios
mecanismos:
- Identificando gobiernos locales de la región con los que se generen intereses comunes y se logre
establecer intercambio de buenas prácticas. Algunos ejemplos de referencia pueden ser
Argentina, Uruguay, México, entre otros.
- Vinculando al municipio a redes de gobiernos locales de carácter regional, como Flacma y
Olagi.
- Identificando los programas de cooperación al interior de los organismos de integración
regional como CEPAL, CAN, Mercosur, etc.
- Examinando los programas de cooperación Sur-Sur y triangular, promovidos desde actores
multilaterales y bilaterales de cooperación como el Programa Art-Gold de PNUD, el Programa
Urbal de la Unión Europea, la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), la
Agencia Alemana de Cooperación (GIZ), entre otros.
Los gobiernos territoriales han emprendido relaciones de cooperación con sus homólogos de
manera directa o a través de las convocatorias públicas para que organizaciones de la sociedad
civil ejecuten proyectos de desarrollo en países del Sur. Algunos ejemplos que se pueden resaltar
son las entidades territoriales de España, Francia e Italia.
A su vez, muchos municipios en América Latina y el Caribe, han empezado a emprender
procesos de internacionalización a través de la cooperación con sus homólogos. Frente a esto,
pensar en el fortalecimiento de la cooperación descentralizada Sur-Sur, sin duda alguna
contribuirá con procesos complementarios y mas horizontales de ayuda.
Las redes de gobiernos locales también se han constituido en un espacio de vital importancia en
el escenario de la cooperación descentralizada, debido principalmente a que estas posibilitan las
relaciones entre pares, estableciendo vínculos horizontales, sin jerarquía y entre similares con
objetivos en común.
En la actualidad es común observar como los gobiernos territoriales han ido paulatinamente
incursionando en el trabajo en redes, potenciando y multiplicando este tipo de experiencias, por
ello, pertenecer a una red de este tipo, se constituye en una gran ayuda para todos los gobiernos
locales que estén interesados en consolidar un proceso de internacionalización en sus territorios,
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mediante la oportunidad de construir rutas de acceso, en un escenario más recíproco, horizontal y
solidario.
Los siguientes son algunos ejemplos significativos de este tipo:
-
Ciudades y gobiernos locales unidos (CGLU)
Asociación internacional de ciudades educadoras
Organización latinoamericana de gobiernos intermedios (OLAGI)
Art-Gold
Urbal
Riadel
Metrópolis
Gobiernos locales por la sustentabilidad
Red andina de ciudades (RAC)
Unión Iberoamericana de Municipalistas
Federación latinoamericana de ciudades, municipios y asociaciones de gobiernos locales,
FLACMA
Asociación latinoamericana de organizaciones de promoción al desarrollo (ALOP)
Red latinoamericana de cooperación para el desarrollo municipal, REDCOMÚN AMERICA LATINA
De la misma manera, los organismos internacionales de carácter financiero y no financiero
cuentan con programas para el desarrollo local. Sin embargo, en algunas ocasiones la
financiación para gobiernos territoriales no resulta de fácil acceso en razón a que comúnmente
estos organismos trabajan directamente con los Estados nacionales.
Un buen mecanismo consiste en identificar estos programas que benefician a los gobiernos
territoriales en especial, los que provienen de los siguientes actores multilaterales de desarrollo.
- Banco Mundial (ejemplo: Fondo de Financiación para municipios).
- La Alianza de las Ciudades (Cities Alliance)
- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
- El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (ejemplo: Estrategia ART GOLD /
REDES – Colombia).
Por último, las alianzas público privadas (APP), también se constituyen en un mecanismo
fundamental del proceso que deja de lado las tradicionales relaciones de cooperación
descentralizada de tinte vertical y avanza hacia un tipo de “cooperación en red” en la cual, “cada
actor comparta y asuma objetivos de desarrollo con otros actores”… Esta cooperación “llama a la
corresponsabilidad de todas las partes: agencias públicas, instituciones internacionales, gobiernos
locales, y empresas” (OCMA, 2008).
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En este escenario, juega un papel fundamental la vinculación de las empresas locales en los
procesos de desarrollo. La administración municipal debe invitar a participar de estos procesos de
sensibilización e identificación de prioridades al sector privado, quienes además han emprendido
políticas de responsabilidad social que contribuyen con el desarrollo y la cohesión social a nivel
local.
2.7 La identificación de socios potenciales, la gestión y desarrollo de una
agenda de acción exterior para establecer relaciones de cooperación de
acuerdo con las prioridades municipales.
Luego de establecer las prioridades y proyectos del municipio y las diferentes fuentes de
cooperación descentralizada, se debe adelantar un proceso de identificación de socios potenciales
para construir un mapa de socios.
Para ello, es importante identificar las diferentes características, modalidades y mecanismos
utilizados por estas fuentes como prioridades temáticas y geográficas, experiencias en el país,
convocatorias específicas, requisitos, representación en el país, mecanismos de inscripción (para
el caso de las redes), datos de contacto, etc.
A partir del mapa de socios, se deben iniciar acciones concretas, las cuales no necesariamente
deben coincidir entre ello, sin embargo, pueden servir como guía, referencia o parámetro para las
diferentes entidades del orden territorial. Por ello, a continuación se presentan algunos aspectos
que pueden ser de gran utilidad para avanzar hacia una efectiva gestión y comunicación con los
socios.
En este escenario, es importante considerar como aliado no solo al más lejano. Algo que resulta
típico en los procesos de este tipo, es considerar siempre como prioritario colocar la atención en
los recursos europeos, de Estados Unidos o Asia. Sin embargo, bajo las circunstancias actuales es
fundamental avanzar hacia mecanismos de cooperación sur – sur que posibilitan compartir
experiencias y prácticas exitosas que pueden resultar la solución, o parte de ella, a las necesidades
municipales.
2.8 La importancia de la sistematización de la información y la coordinación
con las instancias departamentales y nacionales.
Un elemento fundamental dentro del proceso, consiste en sistematizar todas aquellas acciones
relacionadas con la cooperación internacional. Para ello, debe existir un registro a través de una
herramienta metodológica que dé cuenta del proceso, los resultados, los actores involucrados, los
datos de contacto, entre los más importantes.
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Esto beneficiará los procesos de gestión del municipio y disminuirá los niveles de
desinformación y descoordinación que tanto se evidencia en la cooperación internacional.
Ayudará además al siguiente mandatario en la identificación de las nuevas estrategias del
municipio basadas en un diagnóstico de las anteriores experiencias.
De la misma manera, es fundamental mantener una comunicación con las instancias
departamentales y nacionales encargadas del tema, para avanzar en los procesos de
sistematización, información y coordinación en estos niveles.
2.9 La estrategia de cooperación descentralizada del Municipio y la
importancia de la política pública.
Quizá el aspecto más importante de cualquier proceso estructurado y organizado de relaciones de
cooperación descentralizada tiene como resultado y se materializa en la construcción de una
estrategia de cooperación que dé cuenta del ejercicio adelantado por el municipio.
Este marco estratégico, permitirá evidenciar la construcción clara de un diagnóstico, de unas
prioridades estratégicas frente a los actores de cooperación y de la identificación de unos
objetivos y líneas de acción específicas que se traducen en la ejecución de una agenda exterior y
en la sostenibilidad del proceso como una política pública integrada en el proyecto municipal.
El reto consiste entonces, en orientar la acción exterior del municipio para que avance en la
elaboración de una verdadera política pública de cooperación internacional que incluya el
componente de CD, desde su particularidad como actor descentralizado, que se integre en las
prioridades del municipio y en un marco estratégico de internacionalización, propio de la acción
pública.
3. Reflexiones finales
Existe sin duda, un elevado consenso en las oportunidades que tienen los territorios colombianos
de aprovechar la cooperación oficial descentralizada como un mecanismo de internacionalización
municipal. En América Latina e incluso en el país, existen caminos recorridos de experiencias
exitosas, que permiten a los gobiernos locales pensarse locamente para luego actuar globalmente.
Los territorios colombianos deben visualizar esta acción internacional como un escenario
complementario a la gestión del desarrollo en cumplimiento de sus propias metas, planes y
programas.
La participación de los gobiernos locales y los diversos territorios colombianos en asuntos
internacionales a través de relaciones de COD ya no es un asunto impensable, lejano o utópico.
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Requiere no obstante, un proceso serio de planeación, institucionalización y gestión pública. Es
importante entonces, además de un liderazgo político propio de los gobiernos locales y una
sociedad civil con algún nivel de empoderamiento, visualizar cuales son las principales
necesidades y potencialidades con las que cuenta el municipio para identificar esos posibles
aliados de cooperación descentralizada con los cuales se pueden establecer relaciones recíprocas
y horizontales.
Frente a esto, es necesario pensar a nivel territorial en las capacidades que se tienen y se está en
la posibilidad de compartir con otros territorios de igual, similar o mayor desarrollo. Las
relaciones de cooperación internacional deben ser vistas como un proceso de doble vía y no de
forma unidireccional.
No existen entonces formulas únicas para iniciar estos procesos a nivel territorial. Sin embargo,
es posible visualizar rutas que posibilitan estas acciones a nivel territorial, en las cuales debe
avanzarse hacia procesos de articulación, coordinación y sinergias entre los diferentes actores de
un territorio como el gobierno local, las organizaciones de base, las ONG, las fundaciones, el
sector privado, etc.
De la creatividad, seriedad y empeño de cada municipio, o territorio del país dependerá que se
puedan lograr acciones de gestión complementaria que permitan ante todo mejorar la calidad de
vida de los habitantes y alcanzar niveles de desarrollo humano óptimos en las comunidades.
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