Barcelona Treball Cápsula de tendencia sectorial: Gestión Empresarial Noviembre 2012 De los organigramas piramidales a los organigramas dinámicos Actualmente, el entorno en el que actúan las empresas se caracteriza por los cambios constantes y por la incertidumbre. Las demandas y necesidades que hoy expresan los clientes, mañana pueden haber cambiado. Estos cambios en el mercado, así como en la competencia, obligan a las empresas a introducir nuevas formas de trabajar que permitan una mayor flexibilidad para adaptarse a este nuevo contexto. Para ello, las empresas están optando por adoptar estructuras organizativas y de procesos que permitan dar respuesta a las nuevas situaciones. Las empresas son organizaciones vinculadas a su entorno. Los cambios que se producen en este entorno tienen repercusiones directa o indirectamente en las empresas. Para sobrevivir, las empresas tienen la necesidad de adaptarse al entorno y dar respuesta a los cambios constantes que se van produciendo. El entorno actual, caracterizado por cambios permanentes y por poca estabilidad, obliga a las empresas a replantearse no sólo los servicios y productos que ofrecen, sino también la manera de trabajar. Efectivamente, las estructuras organizativas y los procesos de trabajo tradicionales en las empresas se han caracterizado, en muchas ocasiones, por su rigidez. Precisamente, esta rigidez es la que dificulta que las empresas puedan adoptar los cambios necesarios para dar respuesta a las nuevas demandas del mercado o a los nuevos contextos. La capacidad para adaptarse a los cambios del entorno requiere, pues, un incremento de la flexibilidad de las empresas. protagonismo y pasan a ser considerados como el principal elemento competitivo de las organizaciones. Unos trabajadores motivados e implicados con los objetivos de la empresa son el principal elemento competitivo. En este sentido, se están abandonando las estructuras organizativas basadas en la jerarquía y las relaciones verticales para adoptar organigramas con un componente eminentemente horizontal y dinámico, por lo que se van creando nuevos equipos de trabajo en función de los proyectos a desarrollar. La adopción de estas estructuras descentralizadas y flexibles implica enfatizar la colaboración horizontal entre los miembros de la empresa, y requiere que la información de la que dispone la organización esté ampliamente difundida entre todo el personal que la compone. También requiere estilos de dirección participativos y democráticos en los que se tenga en cuenta la opinión de los equipos como un elemento para la mejora constante, y para el incremento de la calidad de los productos y servicios. Si tradicionalmente el principal foco de atención en las empresas eran los procesos, actualmente esta atención se está centrando en las personas. Así pues, los recursos humanos están ganando Cofinancen: Impacto en el sector La estructura piramidal tradicional está dejando paso a otras estructuras más dinámicas que se construyen en función de los objetivos y los resultados esperados para cada proyecto empresarial que lleva a cabo la empresa. Se trata, pues, de crear equipos multidisciplinares y autodirigidos para trabajar en proyectos conjuntos. Este hecho provoca que personas que en ciertos proyectos ocupan cargos de dirección, en otros realizan tareas más operativas, y a la inversa. Los recursos humanos y los equipos de trabajo se organizan teniendo en cuenta parámetros de eficiencia y efectividad en función de las habilidades y las capacidades técnicas y personales de los trabajadores. Este cambio de paradigma implica también que las fronteras entre departamentos se vuelvan más difusas y flexibles para responder a los cambios del entorno con mayor rapidez. Se está abandonando la concepción clásica de una empresa departamentalizada donde todos los miembros tienen claramente asignadas las tareas que deben realizar y, por tanto, hay un elevado nivel de especialización, para pasar a una concepción de empresa poco departamentalizada y en la que los trabajadores tienen que diversificar las tareas que deben desarrollar. Las estructuras dinámicas se caracterizan por el empoderamiento de los trabajadores, ya que éstos adquieren mayores capacidades y poder para incidir en la toma de decisiones de las organizaciones. Efectivamente, las empresas están impulsando, cada vez más, la participación del personal en los proyectos empresariales y en la toma de decisiones para captar todas las oportunidades que ofrece un entorno de trabajo en equipo. Asimismo, confían en su personal y dan más libertad a sus trabajadores para llevar a cabo tareas de forma autónoma, lo que se traduce en un incremento de la autoconfianza, en la aparición de ideas innovadoras y en la creación de un entorno de trabajo colaborativo y dinámico. Se está extendiendo la concepción de la empresa como una organización que aprende continuamente. Los empleados pasan de ser "trabajadores para la producción de bienes y servicios" a "trabajadores para la producción de conocimiento". Para que esto sea posible es imprescindible que haya una correcta gestión de la información, y que exista una efectiva compartición de los conocimientos adquiridos entre las personas que componen la organización. En este sentido, se establecen mecanismos de información y conocimiento que permiten a la organización crear una red interna de compartición y acceso a todas las fuentes de información posibles. Igualmente, se integran los sistemas de información con los sistemas de inteligencia empresarial que permiten una alineación entre la información que circula por la empresa y la estrategia a seguir. En empresas con organigramas dinámicos, la toma de decisiones deja de ser una tarea exclusiva de las cúpulas directivas para pasar a ser una tarea en la que participa el conjunto de recursos humanos de la empresa. Las empresas cada vez son más conscientes de que no pueden existir sin interactuar con los clientes, los proveedores, los competidores y el resto de elementos del entorno. Por este motivo, cada vez son más los casos de cooperación con proveedores y competidores a fin de compartir información y tecnologías que permiten obtener beneficios mutuos. La adopción de organigramas dinámicos no está asociada a un sector de actividad concreto, sino que es un cambio de modelo de organización que se da independientemente del sector donde actúa la empresa. Pero el mantenimiento de las estructuras organizativas dinámicas requiere un mayor esfuerzo para lograr la correcta coordinación e integración de las diversas actividades que se llevan a cabo en la empresa. Así, la adopción de este tipo de estructuras no es viable en todas las empresas, y su dificultad de implantación varía en función de la tipología de empresa de que se trate (dimensiones, tipo de recursos humanos, etc.). Algunas organizaciones optan por combinar los dos tipos de estructuras organizativas (dinámicas y piramidales), de manera que algunas secciones (por ejemplo, las de investigación y desarrollo) 2 funcionan con estructuras dinámicas y otras (como las operaciones de producción) funcionan con un sistema más piramidal. La implantación de organigramas dinámicos resulta más fácil para las pequeñas y medianas empresas y para empresas de reciente creación que para las grandes empresas y corporaciones. Cofinancen: Impacto sobre los perfiles profesionales La adopción de estructuras dinámicas requiere un compromiso firme de la dirección, que debe tomar conciencia de la necesidad de cambiar de mentalidad empresarial y de estructura formal. Los directivos deben adoptar nuevas formas de dirección y gestión, y deben desarrollar Los equipos autodirigidos y multidisciplinarios son la unidad fundamental de trabajo en las estructuras organizativas dinámicas. En los organigramas dinámicos, las tareas, roles y funciones no se atribuyen a puestos de trabajo específicos, sino que varían en función del proyecto a desarrollar. habilidades que les permitan afrontar los retos de dirigir equipos autoorganizados y autodirigidos (es decir, equipos a los que se plantea un objetivo o problema a resolver y ellos son autónomos en la forma de resolverlo). El personal directivo es responsable de administrar una red de relaciones, y debe construir vínculos flexibles entre la empresa, sus empleados, proveedores, socios y clientes. La propia naturaleza de las estructuras organizativas dinámicas, basadas en la diversidad de tareas a desarrollar por los trabajadores y en la multidisciplinaridad de los equipos de trabajo, implica la diversificación de los conocimientos y tareas de los empleados de la empresa. Estos dejan de ser especialistas en un único ámbito de actividad y deben pasar a tener unos conocimientos mínimos sobre las diferentes áreas de actividad de la empresa. Se pasa, pues, de unos trabajadores especialistas en un único campo, a trabajadores que, a pesar de dominar más un determinado campo de actividad, tienen un componente generalista. Es la complementariedad entre especialización y polivalencia. En los sistemas dinámicos los trabajadores tienen una elevada autonomía, y se les exige que sean proactivos y que tengan un alto grado de iniciativa y capacidad de innovación. El control y la coordinación de equipos se realiza, muy a menudo, a través de la comunicación informal. En las empresas con organigramas piramidales, el conocimiento de las necesidades del cliente suele estar depositada en los niveles superiores, y la visualización hacia el cliente no acostumbra a existir en el resto del personal. Esto provoca que el trabajo que realizan los empleados se enfoque hacia la satisfacción de su jefe más inmediato y no hacia la satisfacción del cliente. Por el contrario, en las estructuras dinámicas, hay una clara visualización del cliente por parte de todas las capas de la organización, de manera que todos los trabajadores orientan su trabajo a la satisfacción del cliente. Hace falta pues, que los trabajadores tengan habilidades para el trato con los clientes y que tengan la capacidad de detectar las necesidades de éstos y darles respuesta. La importancia de la correcta circulación de la información y la compartición de conocimientos en el seno de la empresa implica que los trabajadores tengan unas buenas habilidades de comunicación. Deben ser capaces de trasladar, al resto de miembros de la organización, la información de la que disponen y de entender y procesar la información que el resto les facilitan. Por otro lado, la importancia de la tecnología para favorecer esta correcta circulación de la información hace que los miembros de la empresa deban tener un buen dominio de las herramientas tecnológicas. Este dominio toma especial relevancia en los puestos directivos. En las empresas piramidales la jerarquía vigila directamente el comportamiento y rendimiento de los trabajadores. En el caso de las empresas con organigramas dinámicos la cuestión del control es mucho más compleja. La dirección trabaja con unas cualidades y competencias de liderazgo basadas en la delegación, la gestión de equipos, la gestión de redes y contactos, y la tolerancia al cambio y a la incertidumbre. Así el paso de los organigramas piramidales a los organigramas dinámicos impacta en todos los perfiles profesionales de la organización, con especial incidencia en los que ocupan posiciones directivas. También puede repercutir en las empresas de servicios (especialmente, consultoras), ya que puede haber un incremento de la demanda de acciones formativas y de consultoría en materia de gestión del cambio, diseño organizativo y gestión de equipos multidisciplinares. Amplía la información del sector en la Web Barcelona Trabajo Mercado> Sectores Económicos> Gestión empresarial En este apartado web encontrarás un informe del sector en clave de empleo, podrás consultar las fichas ocupacionales con los diversos perfiles profesionales, y conocer los principales recursos para encontrar trabajo. Cofinancian: Cofinancen: