INCINERACIÓN EN AMÉRICA LATINA: NUEVAS RESISTENCIAS PARA NUEVAS AMENAZAS Abril 2013 En los últimos 30 años, la generación de residuos per cápita en América Latina ha aumentado de 0,2 – 0,5 kg/día a 0,5 –1,00 kg día, mientras el porcentaje de residuos húmedos se ha reducido en forma notoria (actualmente de alrededor de un 50%), aumentando las cantidades de plásticos, aluminio, papel, cartón, cajas de empaques y materiales peligrosos. Esta situación, acentuada por una rápida urbanización y migración hacia la ciudad, ha evidenciado la falta de sistemas apropiados para el manejo de los residuos sólidos municipales. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, la debilidad de las instituciones ambientales y de la legislación relacionada, junto con la presión de las corporaciones industriales del sector de los residuos, han propiciado una creciente promoción de la incineración en diversas ciudades y localidades del continente. La incineración de residuos, promovida como tecnología “limpia”, origina nuevos problemas ambientales y sanitarios y es extremadamente cara en equipamiento, implementación y mantención. Aun más, en los países donde existe como parte del sistema de gestión de residuos, los incineradores desincentivan gravemente el desarrollo de programas de recuperación, reciclaje y compostaje, ya que requieren de gran cantidad de toneladas de estos residuos para mantenerse funcionando. Precisamente, los materiales reciclables son los más atractivos para las incineradoras por su mayor poder calorífico. Situación Actual Hace más de 3 décadas, cuando comenzó la instalación de incineradores en Estados Unidos y Europa occidental, las evidencias científicas vinculadas a los impactos reales y potenciales de esta tecnología despertaron la oposición de ciudadanos y organizaciones que comenzaron a movilizarse para evitar su instalación. Estas movilizaciones lograron detener una mayor expansión de este tipo de industrias en América del Norte, mientras Europa enfrenta hoy un mercado en crisis por la sobrecapacidad de los incineradores. Esta situación configura un escenario propicio donde la industria de la incineración ha visto en América Latina atractivos mercados para colocar su “producto”. El resultado es que hoy, corporaciones y empresas consultoras provenientes principalmente de América del Norte y Europa, muchas de ellas de origen turbio y sin la experiencia que dicen tener, están llevando a cabo una agresiva campaña de promoción de proyectos de incineración de residuos, mediante tecnologías como gasificación y pirólisis que prácticamente no han sido probadas en el mundo. El fomento de la incineración y la política de privatización del manejo de los residuos que la acompaña, ha creado una nueva trinchera de lucha por la justicia ambiental, donde ciudadanos, organizaciones, comunidades afectadas y los más excluidos -los recicladores- han iniciado un movimiento de resistencia contra esa industria y sus estrategias para intervenir, según sus intereses, las políticas sobre manejo de los residuos en la región. Así, las políticas nacionales pro-incineración son el resultado de un proceso de toma de decisiones que no distingue las diferentes necesidades entre ciudades; son discutidas en las cúpulas y sin participación ciudadana; y priorizan los intereses del sector privado industrial, despreciando la existencia y las contribuciones del sector informal, y los impactos de la incineración sobre la población y el medio ambiente. Asimismo, se fomentan patrones de producción y consumo insustentables, que ponen en evidencia la debilidad estatal, la creciente privatización y un poder corporativo asociados a la expansión de un modelo económico desarrollista neoliberal que se expresa incluso en gobiernos progresistas de la región. La agresiva entrada de la incineración en los sistemas de manejo de los residuos de las ciudades de América Latina amenaza el potencial de cambio en los patrones de consumo en favor de la recuperación de los residuos para devolverlos a la sociedad o a la naturaleza y de la inserción de la población recicladora como un componente más del sistema. Les invitamos a no bajar los brazos, pues sólo las comunidades y los recicladores y recicladoras –donde están las mejores tecnologías- podrán detener esta tendencia. ALGUNAS INSTANTÁNEAS ARGENTINA: El colapso de los rellenos sanitarios en algunas grandes ciudades está llevando a la aparición de proyectos basados en tecnologías de incineración o co-incineración. En La Matanza (dos millones de habitantes), la empresa estatal de energía (ENARSA) ha adjudicado la licitación para la construcción del CARE (Centro Ambiental de Recomposición Energética) para el tratamiento de 1500 ton/día. Señalan que generarían 300 empleos pero hay una activa oposición de los vecinos autoconvocados de La Matanza. En La Plata, la llamada “Planta de Tratamiento Integral de Residuos de Ensenada”, de unas 1000 ton/día, apunta, en la primera etapa, a recuperar reciclables, producir compost y CDR combustible derivado de residuos (un 35%). El proyecto se encuentra en etapa de construcción. En Argentina existe una Coalición Ciudadana Anti Incineración que reúne a unos 40 miembros entre organizaciones y personas naturales del país. A ésta se suma una comunidad vibrante de recicladores que ha logrado importantes avances en cuanto a reconocimiento. BRASIL: La aprobación de la Ley de Residuos de Brasil (PNRS) en agosto de 2010 abrió grandes posibilidades de desarrollar una gestión de residuos integral y con inclusión de una organizada y enorme población recicladora articulada en el MNCR (Movimento Nacional dos Catadores de Materiais Recicláveis). Sin embargo, tras haber dejado abierta la opción de la incineración abierta en la misma Ley, hoy son decenas de municipios los que están explorando la posibilidad de incinerar sus residuos como solución ante la meta de cerrar todos los vertederos del país antes del 2014. Por esa razón organizaciones sociales y el MNCR organizan movilizaciones, participan en audiencias y en ofensivas legales para detener estas propuestas. Con algunos logros y muchos desafíos, hoy se están desarrollando acciones de protesta en San Bernardo do Campo, Barbieri, Minas Gerais, Porto Alegre y Brasilia. Además será necesaria una ofensiva contra el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo), que apoya públicamente la incineración. COLOMBIA: El Gobierno ha asumido una serie de compromisos para establecer un modelo de reciclaje con inclusión de la población recicladora en Bogotá. El proceso ya ha conseguido su primera gran victoria: la Alcaldía de Bogotá inició en 2013 el pago de remuneraciones a los recicladores como trabajadores del sistema de aseo de la ciudad. Mientras esto ocurre, la industria de la incineración no se ha hecho esperar y algunos personeros de la Administración han participado en giras técnicas a Europa y Japón para conocer experiencias de incineración. COSTA RICA: El país enfrenta la amenaza de diversas propuestas de incineración, con la Asociación de Municipalidades como una de las entidades impulsoras. La comunidad y los recicladores están desarrollando una activa campaña para que estas decisiones y acuerdos cambien de curso y los responsables políticos conozcan otras alternativas para el manejo de los residuos del país. Entre las acciones desarrolladas se encuentran contactos entre activistas anti-incineración para constituir bloques sólidos de trabajo, entrega de información a la comunidad, e invitación a autoridades a conocer experiencias de Basura Cero. HAITÍ: Por más de dos años, equipos comerciales de Estados Unidos y Haití han trabajado en un acuerdo comercial públicoprivado: un proyecto, denominado Phoenix, incinerará los residuos para producir energía, un recurso escaso en Haití al que solo el 30% de la población tiene acceso. El acuerdo comprometería al Estado a un contrato por 30 años. La compañía encargada nunca ha construido una planta, y el 90% de la propiedad correspondería al sector privado, mientras el 10% al público. No existió una licitación pública previa. MÉXICO: En 2013 la comunidad organizada de Huichapan (estado de Hidalgo), logró una histórica victoria tras 6 meses de movilizaciones pacíficas y acciones legales que llevaron a la clausura de la planta de la empresa Proambiente, filial de Cementos Mexicanos, CEMEX. Esta instalación recibía y procesaba gran parte de las 12 mil toneladas de residuos sólidos generados diariamente en la Ciudad de México, luego del cierre del vertedero más grande de América Latina (Bordo Poniente), para ser quemados como combustible alterno en los hornos de la planta local de CEMEX. La agrupación local que lideró este movimiento, Ciudadanos Unidos por el Medio Ambiente, CUMA, hoy sigue trabajando en pro de la organización, movilización e información de la comunidad, así como para la implementación, en conjunto con el municipio, de un programa local de Basura Cero. Existe contacto con los recicladores de Bordo Poniente, cuyo trabajo depende de los residuos del DF. NICARAGUA: Una empresa de capital español se encuentra en negociaciones con las autoridades nacionales de Nicaragua para llevar a cabo la construcción de 12 incineradoras en un plazo de 2 años y medio, con una inversión de 150 millones de dólares. El proyecto construiría plantas que producirían energía eléctrica y térmica. Para el funcionamiento de cada una de las plantas se demanda no menos que 30 mil toneladas secas de RSU por año. La presentación de la propuesta no considera aprovechamiento de reciclables en ninguna de sus etapas. URUGUAY: Durante más de un año organizaciones ciudadanas de Uruguay y recicladores organizados han hecho seguimiento a las decisiones de varias instancias en materia de residuos sólidos urbanos. Existe un avance en la línea de optar por propuestas de incineradores de Europa, al amparo del art. 297 de la Rendición de Cuentas que habilita a empresas incineradoras en el país, mientras a nivel ministerial se está discutiendo en forma participativa un borrador de ley de residuos para enviar al parlamento. Tras un Seminario realizado en conjunto con GAIA en Montevideo (2012), organizaciones nacionales anunciaron la creación de una coalición para continuar trabajando en soluciones sostenibles en el manejo de los residuos. Alianza Global por Alternativas a la Incineración www.no-burn.org http://zerowasteworld.org FB: Global Alliance for Incinerator Alternatives