Proyecto de Ley de Tratados y otros acuerdos internacionales

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BOLETÍN OFICIAL
DE LAS CORTES GENERALES
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
X LEGISLATURA
Serie A:
PROYECTOS DE LEY
5 de noviembre de 2013
Núm. 72-1
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PROYECTO DE LEY
121/000072 Proyecto de Ley de Tratados y otros Acuerdos Internacionales.
La Mesa de la Cámara, en su reunión del día de hoy, ha adoptado el acuerdo que se indica respecto
del asunto de referencia.
(121) Proyecto de Ley.
Autor: Gobierno.
Proyecto de Ley de Tratados y otros Acuerdos Internacionales.
Acuerdo:
Encomendar su aprobación con competencia legislativa plena, conforme al artículo 148 del Reglamento,
a la Comisión de Asuntos Exteriores. Asimismo, publicar en el Boletín Oficial de las Cortes Generales,
estableciendo plazo de enmiendas, por un período de quince días hábiles, que finaliza el día 23 de
noviembre de 2013.
En ejecución de dicho acuerdo se ordena la publicación de conformidad con el artículo 97 del
Reglamento de la Cámara.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
Palacio del Congreso de los Diputados, 29 de octubre de 2013.—P.D. El Secretario General del
Congreso de los Diputados, Manuel Alba Navarro.
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PROYECTO DE LEY DE TRATADOS Y OTROS ACUERDOS INTERNACIONALES
Exposición de motivos
I
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de 23 de mayo de 1969, codifica con
vocación universal las cuestiones esenciales del proceso de celebración y entrada en vigor de los tratados
internacionales celebrados entre Estados, así como su observancia, aplicación e interpretación. Si bien no
abarca la regulación de cuestiones como la sucesión de Estados en materia de tratados o la responsabilidad
derivada del incumplimiento, puede seguir considerándose como «el Tratado de los tratados» y el reflejo
del Derecho consuetudinario en la materia.
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones
internacionales o entre organizaciones internacionales, de 21 de marzo de 1986, que aún no ha entrado
en vigor, completa el ámbito de aplicación material de la Convención de 1969 y regula los tratados entre
uno o varios Estados y una o varias organizaciones internacionales, así como los tratados celebrados
entre organizaciones internacionales.
España es Estado parte de la Convención de Viena de 1969 sobre el Derecho de los Tratados y prestó
el consentimiento en obligarse por la Convención de 1986 el 24 de julio de 1990. Ambas Convenciones
configuran el marco de referencia de la presente ley.
En nuestro ordenamiento jurídico la única norma específica reguladora de los tratados es el Decreto 801/1972,
de 24 de marzo, sobre ordenación de la actividad de la Administración del Estado en materia de tratados
internacionales. En su momento, este decreto logró acomodar el ordenamiento jurídico español a las
exigencias de Derecho Internacional en materia de tratados internacionales y dio respuesta a las
remisiones al Derecho interno que hacía la Convención de Viena de 1969.
Sin embargo, con el paso del tiempo el Decreto 801/1972, de 24 de marzo, ha quedado obsoleto tanto
por el notable desarrollo experimentado por el Derecho Internacional a lo largo de las últimas cuatro
décadas, como por los profundos cambios políticos y constitucionales vividos por España desde 1972.
Ello hace de todo punto necesario reemplazar el Decreto por una nueva regulación que, de forma
sistemática y actualizada, regule la actividad del Estado en materia de tratados internacionales y otros
acuerdos internacionales. Esta necesidad se ha subrayado tanto por las propias administraciones públicas,
como por los ámbitos académico y doctrinal.
En efecto, el Derecho Internacional contemporáneo ha conocido un desarrollo que lo ha colocado
en una situación que poco tiene ya que ver con la existente en el momento de aprobación del
Decreto 801/1972, de 24 de marzo. Las Convenciones de Viena de 1969 y 1986 son, sin duda, el marco
de referencia en materia de tratados internacionales, pero difícilmente puede obviarse la existencia de
determinados fenómenos de nuevo cuño y cambios dentro de la comunidad internacional que también
han tenido profundas consecuencias en la práctica internacional de los Estados y, muy en particular, en
su actividad convencional. Así, en primer lugar, destaca la multiplicación de organizaciones
internacionales con capacidad, en muchos casos, para celebrar acuerdos internacionales con los
Estados. Ejemplo particularmente reseñable es el de la Unión Europea ya que tanto su naturaleza
supranacional como la atribución de amplias competencias en materia exterior le empujan a la
celebración de acuerdos internacionales, destacando por sus consecuencias para los Estados miembros
la peculiar y compleja categoría de los acuerdos mixtos con países terceros.
En segundo término, hay que tener presente que la práctica en materia convencional se ha ido
haciendo cada vez más intensa, compleja y fértil sobre la base del principio de autonomía de la voluntad,
lo cual ha dado origen a nuevas formas de acuerdos y nuevos problemas de aplicación. En este sentido,
el Derecho interno de un Estado puede establecer la distinción entre tratados y otros tipos de acuerdos
internacionales, posibilidad que contemplan expresamente las Convenciones de Viena de 1969 y 1986 en
sus respectivos artículos 2.2. Así, en relación con las nuevas formas de acuerdos, cabe citar los acuerdos
de ejecución de tratados internacionales, normalmente denominados en la práctica española «acuerdos
internacionales administrativos» y la celebración de acuerdos internacionales no normativos,
frecuentemente denominados Memorandos de Entendimiento o identificados mediante las siglas MOU
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II
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derivadas de la denominación inglesa Memoranda of Understanding que instrumentan la asunción de
compromisos políticos. Ahora bien, ello no impide en modo alguno que coexistan categorías diferentes a
las tres reguladas por esta Ley que se rigen, todas ellas, por el Derecho interno de los Estados.
Desde la perspectiva interna, los artículos 56, 63.2 y 93 a 96 de la Constitución Española de 1978
regulan la actividad exterior del Estado en materia de tratados internacionales y en buena medida el
Decreto 801/1972, de 24 de marzo, no resulta compatible con ellos. No en vano, la entrada en vigor de la
Constitución Española significó, en virtud del apartado tercero de su Disposición derogatoria única, la
terminación de vigencia de aquellas partes del Decreto 801/1972, de 24 de marzo, que eran incompatibles
con la Carta Magna; y tal era el caso al menos de los títulos V y VI del citado Decreto. Hasta el momento
este vacío normativo ha sido cubierto en la práctica por tres vías principales. En primer lugar, por la
emisión de un buen número de circulares y órdenes ministeriales que han ido articulando de forma
dispersa los trámites a seguir en la tramitación interna de los tratados internacionales y de los otros
posibles acuerdos internacionales. En segundo lugar, por la tarea interpretadora del Tribunal Constitucional,
así como por la labor asesora del Consejo de Estado y de la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio
de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Y en tercer lugar, dado el silencio del Decreto 801/1972, de 24
de marzo, a propósito de la aplicación, los jueces ordinarios también han desempeñado un papel de
primer orden.
Asimismo, el diseño territorial del Estado realizado tras la entrada en vigor de la Constitución Española
de 1978 ha significado el reconocimiento a las Comunidades Autónomas, a través de sus respectivos
Estatutos de Autonomía, de relevantes competencias en materia de acción exterior. De esta forma, como
consecuencia de lo previsto en el apartado tercero del artículo 149.1 de la Constitución Española, el
Estado posee una competencia de carácter exclusivo en materia de relaciones internacionales que, con
base en una asentada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, incluye en su núcleo duro precisamente
la capacidad de celebrar tratados internacionales, el llamado ius ad tractatum. No obstante, las
Comunidades Autónomas tienen competencia para desplegar ciertas actividades de acción exterior entre
las que cabe, por ejemplo, la celebración de acuerdos internacionales no normativos. También disponen
de competencia para celebrar acuerdos internacionales administrativos, en concreción o ejecución de un
tratado. Gozan, además, de competencias en otros aspectos de la acción exterior que también tienen
consecuencias en la propia política exterior del Estado en materia de celebración de tratados internacionales
y que deben ser objeto de regulación para garantizar su adecuada inserción dentro de la competencia
exclusiva del Estado derivada de los artículos 97 y 149.1.3 de la Constitución Española. Tal es el caso, por
ejemplo, del derecho de las Comunidades Autónomas a proponer la apertura de negociaciones para la
celebración de tratados sobre materias respecto de las que acrediten un interés justificado, el derecho a
ser informadas de la negociación de tratados internacionales que afecten a sus competencias o el derecho
a solicitar al Gobierno formar parte de la delegación española que negocie un tratado internacional que
afecte a competencias de las Comunidades Autónomas.
Igualmente, la pertenencia de España a la Unión Europea tiene profundas repercusiones en el ámbito
de la celebración de tratados internacionales y otros acuerdos internacionales. No en vano la Unión goza
de personalidad jurídica propia y de amplias competencias en materia exterior, lo cual se traduce en la
posibilidad de celebrar acuerdos internacionales con países terceros u organizaciones internacionales.
Dichos acuerdos vinculan tanto a las instituciones de la Unión como a los Estados miembros y son de
dispar naturaleza según sea la competencia de la Unión sobre la que se base. Pueden existir, por tanto,
acuerdos que celebre sólo la Unión con un país tercero o una organización internacional, sin participación
alguna de los Estados miembros, si la Unión goza de competencia exclusiva para ello. Pero pueden existir
acuerdos en los que, junto a la Unión, participen también los Estados miembros, si se trata de competencias
compartidas; precisamente por este motivo, ha surgido la peculiar categoría de los acuerdos mixtos. A su
vez, según sea su contenido, naturaleza y finalidad, existe una amplia variedad de posibilidades de
acuerdos: acuerdos de asociación, acuerdos comerciales, acuerdos de adhesión, entre otros. Se trata, en
cualquier caso, de un ámbito específico en el que el tratamiento jurídico que dé cada Estado miembro
exige también unas especificidades y una flexibilidad que permita asumir las peculiaridades derivadas de
la pertenencia a un proceso de integración de carácter supranacional.
Este escenario exige una actualización del instrumento jurídico que regula la ordenación de la actividad
del Estado en materia de tratados internacionales y otros acuerdos internacionales y aconseja un rango
legal para atender lo que ya fueron recomendaciones del Consejo de Estado. En este sentido, cuando en
su momento se estaba preparando el Decreto 801/1972, de 24 de marzo, el Consejo de Estado llamó la
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atención sobre el hecho de que «el interés público y la seguridad jurídica aconsejan que se dicte una
disposición de rango legal» en sus dictámenes núm. 37.248 y 37.068, de 19 de noviembre de 1971. De
igual modo, una vez en vigor la Constitución Española de 1978, el Consejo de Estado volvió a pronunciarse
en el mismo sentido con ocasión del informe que emitió a propósito del Anteproyecto de Ley de tratados
que se preparó en 1985, si bien no llegó a remitirse a las Cortes Generales, en su dictamen núm. 47.392,
de 21 de febrero de 1985. Ello obedece, entre otros aspectos, a que «la materia afecta a las relaciones
entre órganos constitucionales y asimismo entre los ordenamientos jurídicos nacional e internacional,
regula la producción y aplicación de normas jurídicas convencionales (Constitución Española, artículo 96)
y, finalmente, porque el artículo 63.2 de la Constitución Española establece en realidad una reserva de
ley». En efecto, esta disposición establece que «al Rey corresponde manifestar el consentimiento del
Estado para obligarse internacionalmente por medio de tratados, de conformidad con la Constitución
Española y las leyes».
III
Así las cosas, el contenido de esta Ley de tratados y otros acuerdos internacionales se articula en
torno a cinco grandes títulos. El punto de partida lo configuran las disposiciones generales del título I que
precisan el alcance material de la ley e incluyen definiciones de los principales conceptos manejados en
la ley. A continuación, como núcleo fundamental de la misma, se regula en el título II todo lo relativo a la
competencia para la celebración y la celebración misma de los tratados internacionales, diferenciando, de
la misma forma que hace el Convenio de Viena de 1969 sobre Derecho de los Tratados, entre la
representación internacional de España, el proceso de celebración, la publicación y registro, la ejecución
y observancia y la enmienda, suspensión y denuncia. A partir de ahí, la Ley dedica los dos títulos siguientes
a la regulación de dos importantes modalidades de acuerdos internacionales de relevancia creciente en
la práctica internacional que, sin embargo, no gozan de la naturaleza de los tratados internacionales, a
saber, los acuerdos internacionales administrativos, título III, y los acuerdos internacionales no normativos,
título IV. Ambas modalidades precisan una regulación de los aspectos propios de su naturaleza, calificación,
tramitación y, según los casos, publicación o registro administrativo. Por último, en razón de la naturaleza
de nuestro Estado autonómico y las competencias asumidas en materia de acción exterior por las
Comunidades Autónomas a través de sus respectivos Estatutos de Autonomía, la Ley presta particular
atención a la participación de estas Comunidades Autónomas, título V, tanto en la celebración de tratados
internacionales como de acuerdos administrativos y acuerdos no normativos. Finalmente, la Ley se cierra
con las correspondientes disposiciones adicionales, derogatoria y finales.
TÍTULO I
Disposiciones Generales
CAPÍTULO I
Objeto y definiciones
Artículo 1. Objeto.
La presente ley tiene por objeto regular la celebración por España de los tratados internacionales, los
acuerdos internacionales administrativos y los acuerdos internacionales no normativos definidos en el
artículo 2.
A los efectos de esta ley, se entiende por:
a) «tratado internacional»: acuerdo bilateral o multilateral celebrado por escrito entre España y otro
u otros sujetos de Derecho internacional, y regido por el Derecho internacional, ya conste en un instrumento
único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación.
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Artículo 2. Definiciones.
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b) «acuerdo internacional administrativo»: acuerdo de carácter internacional no constitutivo de
tratado que se celebra por órganos, organismos o entes de un sujeto de Derecho internacional competente
por razón de la materia, cuya celebración está prevista en el tratado que ejecuta o concreta, cuyo contenido
habitual es de naturaleza técnica cualquiera que sea su denominación y que se rige por el Derecho
internacional. No constituye acuerdo internacional administrativo el celebrado por esos mismos órganos,
organismos o entes cuando se rige por un ordenamiento jurídico interno.
c) «acuerdo internacional no normativo»: acuerdo de carácter internacional no constitutivo de tratado
ni de acuerdo internacional administrativo que se celebra por el Estado, el Gobierno, los órganos,
organismos y entes de la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y Ciudades de
Ceuta y Melilla, las Entidades Locales, las Universidades públicas y cualesquiera otros sujetos de derecho
público con competencia para ello, que contiene declaraciones de intenciones o establece compromisos
de actuación de contenido político, técnico o logístico, y no constituye fuente de obligaciones internacionales
ni se rige por el Derecho Internacional.
d) «sujeto de Derecho internacional»: un Estado, una organización internacional u otra institución
internacional que goce de capacidad jurídica para celebrar tratados internacionales.
e) «plenipotencia» o «plenos poderes»: documento que acredita a una o varias personas para
representar a España en la negociación, adopción o autenticación del texto de un tratado internacional,
para expresar el consentimiento en obligarse por este o para ejecutar cualquier otro acto con respecto a
un tratado.
f) «negociación»: proceso por el que se elabora el texto de un tratado internacional.
g) «negociador»: el representante del sujeto de Derecho internacional que participa en la elaboración
y adopción del texto de un tratado internacional.
h) «adopción»: acto por el que España expresa su acuerdo sobre el texto de un tratado internacional.
i) «autenticación»: acto por el que España establece como correcto, auténtico y definitivo el texto de
un tratado internacional.
j) «rúbrica»: acto por el que España autentica un tratado internacional mediante una firma abreviada
o las iniciales del plenipotenciario.
k) «firma»: acto por el que España autentica un tratado internacional o manifiesta el consentimiento
en obligarse por él.
l) «firma ad referendum»: acto por el que España firma, sin la previa autorización del Consejo de
Ministros, un tratado internacional, y que equivaldrá a la firma definitiva una vez aprobada la firma ad
referendum por el Consejo de Ministros.
m) «canje de instrumentos»: acto por el que España y otro sujeto de Derecho internacional autentican
o manifiestan el consentimiento en obligarse por un tratado constituido por instrumentos, cuando se
disponga que este acto tenga ese efecto o cuando conste de otro modo que ambos sujetos de Derecho
internacional han convenido que lo tenga.
n) «ratificación»: acto, precedido de una firma de autenticación, por el que España hace constar su
consentimiento en obligarse por el tratado internacional, mediante el instrumento regulado en el artículo
23 de esta ley.
ñ) «adhesión»: acto por el que España hace constar su consentimiento en obligarse por un tratado
multilateral, cuando no ha sido previamente firmado o ratificado por España, mediante el instrumento
regulado en el artículo 23 de esta ley.
o) «aceptación», «aprobación» y «notificación»: denominaciones del acto, con idénticos efectos, por
el que España hace constar su consentimiento en obligarse por un tratado internacional, se haya firmado
o no el texto del tratado.
p) «contratante»: sujeto de Derecho internacional que ha consentido en obligarse por un tratado
internacional haya o no entrado en vigor.
q) «parte»: sujeto de Derecho internacional que ha consentido en obligarse por un tratado
internacional y para el cual dicho tratado está en vigor.
r) «reserva»: acto por el que España realiza una declaración unilateral al firmar, ratificar, aceptar o
aprobar un tratado internacional o al adherirse a él, para excluir o modificar los efectos jurídicos de ciertas
disposiciones del tratado en su aplicación a España, cualquiera que sea su enunciado o denominación.
s) «objeción a una reserva»: acto por el que España realiza una declaración unilateral como
respuesta a la reserva formulada previamente por otro sujeto de Derecho Internacional.
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t) «declaración interpretativa»: acto por el que España realiza una declaración unilateral para precisar
o aclarar el sentido o alcance que atribuye al tratado internacional o a alguna de sus disposiciones,
cualquiera que sea su enunciado o denominación.
u) «denuncia»: acto por el que España hace constar su consentimiento para terminar un tratado
internacional.
CAPÍTULO II
Competencias en materia de tratados y otros acuerdos internacionales
Artículo 3. Competencias del Consejo de Ministros.
El Consejo de Ministros, sin perjuicio de las competencias atribuidas por el ordenamiento jurídico a los
poderes del Estado y a otros órganos de la Administración:
a) Autorizará la firma de los tratados internacionales.
b) Aprobará su firma ad referendum.
c) Autorizará su aplicación provisional.
d) Remitirá a las Cortes Generales los tratados a que se refieren los artículos 93 y 94 de la Constitución
Española.
e) Acordará la manifestación del consentimiento de España para obligarse mediante un tratado
internacional.
f) Conocerá de los acuerdos internacionales administrativos y de los no normativos cuya importancia
así lo aconseje.
Artículo 4. Competencias del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
1. En el ámbito de la Administración General del Estado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación:
a) Ejercerá la competencia general en materia de tratados internacionales y las atribuciones que no
correspondan a otros Ministerios que, por razón de la materia, resulten competentes en la negociación y
seguimiento de los mismos.
b) Prestará asistencia técnica, como Departamento especializado en materia de Derecho
internacional, a los órganos y entes intervinientes en la celebración de tratados y otros acuerdos
internacionales, y les asesorará en dicha materia de conformidad con lo previsto en la Ley 52/1997, de 27
de noviembre, de Asistencia Jurídica al Estado e Instituciones Públicas.
c) Hará el seguimiento de la actividad convencional, informará de ello a los órganos colegiados del
Gobierno y formulará ante estos las propuestas de decisión que procedan.
2. En relación con las restantes Administraciones Públicas, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación ejercerá tareas de asesoramiento, coordinación y las demás funciones que se le atribuyen
en esta ley.
Artículo 5. Competencias de los departamentos ministeriales.
a) La iniciativa en la negociación del tratado o acuerdo.
b) El planteamiento, desarrollo y conclusión de la negociación.
c) La presencia y participación en la celebración, aplicación y seguimiento de los tratados o acuerdos.
d) Mantener informado de la negociación, aplicación y seguimiento de los tratados o acuerdos al
Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
e) La propuesta al Consejo de Ministros, conjuntamente con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, de los acuerdos de autorización de rúbrica, firma, canje de instrumentos o firma ad
referendum, a los efectos de la autenticación.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
Corresponderá a los departamentos ministeriales respecto de los tratados y otros acuerdos
internacionales que les afecten en el ámbito de sus respectivas competencias:
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Artículo 6. Comisión interministerial de coordinación en materia de tratados y otros acuerdos internacionales.
Se crea la Comisión interministerial de coordinación en materia de tratados y otros acuerdos
internacionales como órgano colegiado de intercambio de información y coordinación de los Departamentos
ministeriales, cuya composición y funcionamiento se determinarán reglamentariamente.
Dicha Comisión establecerá la forma de hacer efectiva la cooperación entre la Administración General
del Estado y las Comunidades Autónomas y las Ciudades de Ceuta y Melilla con finalidad informativa, y
hacer efectiva su participación en el cumplimiento de los compromisos internacionales formalizados por
España.
Artículo 7. Competencias de las Comunidades Autónomas y Ciudades de Ceuta y Melilla y Entidades
Locales.
Las Comunidades Autónomas podrán participar en la celebración de tratados internacionales.
Asimismo, las Comunidades Autónomas y Ciudades de Ceuta y Melilla y las Entidades Locales podrán
establecer otros acuerdos internacionales en el marco de las competencias que les otorgan la Constitución
Española, los Estatutos de Autonomía y el resto del ordenamiento jurídico, en los términos establecidos
en el título V de esta ley.
TÍTULO II
De los Tratados Internacionales
CAPÍTULO I
Representación internacional de España
Artículo 8. Denominación del Estado español.
La denominación oficial del Estado español en los tratados internacionales será «Reino de España».
Artículo 9. Nombramiento de representantes de España.
El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, a propuesta del Ministerio o Ministerios
competentes por razón de la materia, nombrará a los representantes de España para la ejecución de
cualquier acto internacional relativo a un tratado internacional.
Artículo 10. Plenos poderes.
a) El Rey, el Presidente del Gobierno y el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
b) Los Jefes de Misión Diplomática y de Representación Permanente ante una Organización
Internacional para la negociación, adopción y autenticación del texto de un tratado internacional entre
España y el Estado u Organización ante los que se encuentran acreditados.
c) Los Jefes de Misión Especial enviados a uno o varios Estados extranjeros para la negociación,
adopción y autenticación del texto de un tratado internacional entre España y cualquiera de los Estados a
los que ha sido enviada la Misión.
d) Los representantes acreditados ante una conferencia internacional o ante una organización
internacional o uno de sus órganos, para la negociación, adopción y autenticación del texto de un tratado
internacional elaborado en el seno de tal conferencia, organización u órgano.
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1. Para ejecutar en representación de España cualquier acto internacional relativo a un tratado y, en
particular, para negociar, adoptar y autenticar su texto, así como para manifestar el consentimiento de
España en obligarse por el tratado, la persona o personas que los lleven a cabo deberán estar provistas
de una plenipotencia firmada por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en nombre del Rey.
2. No necesitarán plenipotencia para representar a España:
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3. La ejecución de un acto internacional relativo al proceso de celebración de un tratado internacional
por persona no provista de plenipotencia no surtirá efectos jurídicos, salvo que el Ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación convalide el acto.
CAPÍTULO II
Celebración de los Tratados Internacionales
Artículo 11. Negociación.
1. Los departamentos ministeriales negociarán los tratados internacionales en el ámbito de sus
respectivas competencias, en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
2. La apertura del proceso de negociación de un tratado internacional se someterá a previo
conocimiento de los órganos colegiados del Gobierno a través de la Comisión General de Secretarios de
Estado y Subsecretarios. A tal efecto, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, a iniciativa de
los Ministerios interesados, elevará un informe con la relación de los procesos de negociación cuya
apertura se propone, que incluirá una valoración sobre la oportunidad de cada uno de ellos en el marco
de la política exterior española.
3. Las Comunidades Autónomas y las Ciudades de Ceuta y Melilla podrán participar en las
negociaciones de un tratado internacional en los términos previstos en el título V.
Artículo 12. Adopción.
Corresponderá a los negociadores adoptar el texto de un tratado internacional. En el supuesto de un
texto elaborado por una Conferencia internacional, o en el seno de una Organización internacional o de
uno de sus órganos, la adopción se realizará de conformidad con el Reglamento de dicha conferencia,
organización u órgano y, en su defecto, de acuerdo con las normas generales de Derecho internacional.
Artículo 13. Autenticación.
1. El texto de un tratado internacional se autenticará mediante el procedimiento que en él se prescriba
o convengan los negociadores. En defecto de previsión o acuerdo el texto quedará establecido como
auténtico mediante la firma, la firma ad referendum o la rúbrica puestas en el texto del tratado o en el Acta
final de la Conferencia internacional en la que figure dicho texto.
2. Los tratados internacionales de carácter bilateral suscritos por España estarán siempre redactados
en español y así se hará constar en ellos, sin perjuicio de que también puedan estarlo en otra u otras
lenguas españolas que sean cooficiales en una Comunidad Autónoma o en lenguas extranjeras.
1. El Consejo de Ministros autorizará la rúbrica, firma o canje de instrumentos, según sea el caso, de
un tratado internacional, y aprobará su firma ad referendum.
La propuesta al Consejo de Ministros será elevada por el Ministro de Asuntos Exteriores y de
Cooperación y, en su caso, conjuntamente con el titular del Departamento ministerial que sea competente
por razón de la materia.
2. El Presidente del Gobierno y el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación podrán firmar ad
referendum cualquier tratado internacional. La firma ad referendum por cualquier otro representante de
España precisará la autorización del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación elevará la firma ad referendum para su aprobación
al Consejo de Ministros y comunicará la aprobación al depositario o, en su caso, a la contraparte.
3. La aprobación por el Consejo de Ministros de la firma ad referendum de un tratado equivaldrá a la
firma definitiva con efectos de autenticación.
Artículo 15. Aplicación provisional.
1. El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y a
iniciativa motivada del Departamento competente para su negociación, autorizará la aplicación provisional,
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Artículo 14. Autorización de firma y actos de naturaleza similar.
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total o parcial, de un tratado internacional antes de su entrada en vigor. El Ministerio de la Presidencia
comunicará el acuerdo de autorización a las Cortes Generales.
2. La aplicación provisional no podrá autorizarse respecto de los tratados internacionales a que se
refiere el artículo 93 de la Constitución Española.
3. En el supuesto de que se trate de un tratado internacional comprendido en alguno de los supuestos
del artículo 94.1 de la Constitución Española, si las Cortes Generales no concedieran la preceptiva
autorización para la conclusión de dicho tratado, el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación notificará
de inmediato a los otros contratantes, entre los que el tratado se aplica provisionalmente, la intención de
España de no llegar a ser parte en el mismo, terminando en ese momento su aplicación provisional.
4. El Consejo de Ministros autorizará la aplicación provisional de los tratados internacionales que
impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública y el desembolso de fondos con carácter
previo a su ratificación y entrada en vigor, a iniciativa motivada del departamento competente, siempre
que exista crédito adecuado y suficiente en los Presupuestos Generales del Estado, de acuerdo con el
calendario de pagos previsto, previo informe del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y a
propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Artículo 16. Manifestación del consentimiento en obligarse por un tratado.
1. El Consejo de Ministros acordará la prestación del consentimiento de España en obligarse por un
tratado internacional, de conformidad con la Constitución Española y las leyes, en la forma convenida por
los negociadores.
2. En los supuestos de tratados que pudieran estar incluidos en los artículos 93 y 94.1 de la
Constitución Española, los representantes de España solo podrán convenir aquellas formas de
manifestación del consentimiento que permitan la obtención de la autorización de las Cortes Generales
previamente a la conclusión del tratado.
Artículo 17. Trámites internos previos a la manifestación del consentimiento en obligarse por un tratado
internacional.
1. La manifestación del consentimiento en obligarse por un tratado internacional de los previstos en
los artículos 93 y 94 de la Constitución Española requerirá la previa autorización de las Cortes Generales
en los términos establecidos en dichos preceptos.
2. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en coordinación con el Ministerio competente
por razón de la materia objeto del tratado, elevará al Consejo de Estado, de acuerdo con el artículo 22.1
de la Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril, del Consejo de Estado, la consulta acerca de la necesidad de
autorización de las Cortes Generales con carácter previo a la prestación del consentimiento en obligarse
por un tratado. Asimismo, le corresponderá proponer al Consejo de Ministros, previo dictamen del Consejo
de Estado, el envío del tratado a las Cortes Generales con ese fin.
Artículo 18. Información a las Cortes Generales.
El Gobierno informará inmediatamente a las Cortes Generales de la conclusión de todo tratado
internacional y le remitirá su texto completo, junto con las reservas y declaraciones que España haya
formulado.
Artículo 19. Solicitud de información por las Cortes Generales.
Artículo 20. Control previo de constitucionalidad.
El control previo de constitucionalidad de los tratados internacionales previsto en el artículo 95 de la
Constitución Española se tramitará de conformidad con lo previsto en el artículo 78 de la Ley
Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional y en los Reglamentos del Congreso de los
Diputados y del Senado.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
Las Cámaras y sus Comisiones podrán recabar, a través de los presidentes de aquellas, la información
y ayuda que precisen del Gobierno y sus departamentos y de cualesquiera autoridades del Estado y de
las Comunidades Autónomas y Ciudades de Ceuta y Melilla.
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Artículo 21. Canje o deposito de los instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación y adhesión.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación adoptará las medidas pertinentes para proceder
al canje, depósito o notificación a los contratantes o al depositario de los instrumentos mediante los que
se manifiesta el consentimiento de España en obligarse por un tratado internacional.
Artículo 22. Reservas y declaraciones.
1. La manifestación del consentimiento de España en obligarse mediante un tratado internacional irá
acompañada de las reservas y declaraciones que España haya decidido formular.
2. En el caso de tratados internacionales que precisen de la autorización parlamentaria a que se
refiere el artículo 17, la manifestación del consentimiento irá acompañada de las reservas y declaraciones
que hayan sido autorizadas por las Cortes Generales.
Artículo 23. Firma del instrumento de manifestación del consentimiento por el Rey.
El Rey, con el refrendo del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, firmará los instrumentos
de ratificación y de adhesión que manifiesten el consentimiento de España en obligarse por un tratado
internacional.
CAPÍTULO III
Publicación y registro de los tratados internacionales
Artículo 24. Publicación en el «Boletín Oficial del Estado» y entrada en vigor.
1. Los tratados internacionales válidamente celebrados se publicarán íntegramente en el «Boletín
Oficial del Estado». Dicha publicación habrá de producirse al tiempo de la entrada en vigor del tratado
para España o antes, si se conociera fehacientemente la fecha de su entrada en vigor.
2. Si se hubiera convenido la aplicación provisional de un tratado o de parte del mismo, se procederá
a su inmediata publicación. En su momento se publicará la fecha de la entrada en vigor para España o,
en su caso, aquella en que termine su aplicación provisional.
3. Los tratados internacionales formarán parte del ordenamiento jurídico interno una vez publicados
en el «Boletín Oficial del Estado».
Artículo 25. Contenido de la publicación.
1. La publicación de un tratado internacional en el «Boletín Oficial del Estado» incluirá el texto íntegro
del tratado junto a cualesquiera instrumentos y documentos anejos o complementarios, así como los actos
unilaterales dependientes del tratado. Además, se publicará la fecha de entrada en vigor del tratado y, en
su caso, la de aplicación provisional y su terminación.
2. Asimismo, se publicarán en el «Boletín Oficial del Estado», cuando se produzcan, las alteraciones
que puedan influir en la aplicación de un tratado internacional.
1. El Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, registrará en la
Secretaría de las Naciones Unidas, y en cualquier otra Organización internacional que proceda, los
tratados bilaterales en los que España sea parte, así como los tratados multilaterales de los que España
sea depositaria.
2. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación comunicará a la Secretaría de las Naciones
Unidas, y a cualquier otra Organización internacional que proceda, todo acto español posterior a dichos
tratados internacionales que los modifique o suspenda, o que ponga término a su aplicación.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
Artículo 26. Registro.
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Artículo 27. Custodia y depósito.
1. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación custodiará los textos originales de los
tratados internacionales celebrados por España o, en su caso, los ejemplares autorizados de los mismos,
así como los de cualquier otro instrumento o comunicación relativos a un tratado.
2. En caso de que España sea designada depositaria de un tratado internacional, las funciones
correspondientes serán desempeñadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Artículo 28. Publicaciones periódicas.
Sin perjuicio de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado», el Ministerio de Asuntos Exteriores y
de Cooperación publicará periódicamente colecciones de tratados en vigor en los que España sea parte.
CAPÍTULO IV
Aplicación e interpretación de los tratados internacionales
Artículo 29. Eficacia.
1. Las disposiciones de los tratados internacionales válidamente celebrados sólo podrán ser
derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las
normas generales de Derecho internacional.
2. Los tratados internacionales válidamente celebrados y publicados oficialmente producirán efectos
en España desde la fecha que el tratado determine o, en su defecto, a partir de la fecha de su entrada en
vigor.
Artículo 30. Observancia.
Todos los poderes, órganos y organismos del Estado deberán respetar las obligaciones de los tratados
internacionales en vigor en los que España sea parte. El Gobierno velará por el adecuado cumplimiento
de dichos tratados.
Artículo 31. Ejecución.
1. Los tratados internacionales serán directamente aplicables a menos que de su texto se desprenda
que dicha aplicación queda condicionada a la aprobación de las leyes o disposiciones reglamentarias
pertinentes.
2. El Gobierno remitirá a las Cortes Generales los proyectos de ley que se requieran para la ejecución
de un tratado internacional. Las Cortes Generales podrán delegar en el Gobierno la potestad de dictar
tales normas dentro de los límites y con los requisitos establecidos en los artículos 82 a 85 de la Constitución
Española.
3. El Gobierno, las Comunidades Autónomas y las Ciudades de Ceuta y Melilla adoptarán las
medidas necesarias para la ejecución de los tratados internacionales en los que España sea parte en lo
que afecte a materias de sus respectivas competencias.
Artículo 32. Prevalencia de los tratados.
Artículo 33. Declaración de inconstitucionalidad.
La declaración de inconstitucionalidad de los tratados internacionales se tramitará por el procedimiento
regulado en el Título II de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales válidamente celebrados y publicados
oficialmente prevalecerán sobre cualquier otra norma del ordenamiento interno en caso de conflicto con
ellas, salvo las normas de rango constitucional.
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Artículo 34. Efectos jurídicos de las reservas, ámbito territorial, cláusula de la nación más favorecida y
aplicación de tratados sucesivos concernientes a la misma materia.
1. De conformidad con las normas generales de Derecho internacional y según lo previsto en el
propio tratado, se determinarán:
a) Los efectos jurídicos de las reservas que afecten a las disposiciones de un tratado internacional
del que España sea parte.
b) Los efectos jurídicos de las objeciones a tales reservas.
c) El nuevo ámbito de aplicación del tratado internacional en caso de cambios territoriales que
afecten a otro Estado parte.
2. Los efectos jurídicos de la cláusula de la nación más favorecida inserta en tratados internacionales
en los que España sea parte se determinarán de conformidad con las normas de Derecho Internacional.
3. Cuando España sea parte de dos o más tratados internacionales sucesivos relativos a la misma
materia, la determinación de las disposiciones que hayan de prevalecer se efectuará en la forma prevista
en dichos tratados y, en su defecto, de acuerdo con las normas generales de Derecho Internacional.
Artículo 35. Otros actos sobre tratados internacionales.
Los actos que persigan producir algún efecto jurídico respecto de un tratado internacional ya consentido
por España requerirán el previo pronunciamiento del Consejo de Ministros, a propuesta conjunta del
Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación y del titular del departamento ministerial que sea
competente por razón de la materia.
Artículo 36. Retirada de las reservas y de las objeciones a las reservas.
1. La retirada de las reservas, así como de las declaraciones u objeciones que España haya
formulado requerirá la autorización del Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación. Asimismo, el Consejo de Ministros tomará conocimiento y, en su caso,
aceptará la retirada de reservas y declaraciones formuladas por otras partes.
2. Cuando la retirada afecte a reservas y declaraciones aprobadas por las Cortes Generales, se
requerirá su autorización previa. En los demás casos las Cortes Generales serán informadas de ello.
Artículo 37. Reglas de interpretación.
CAPÍTULO V
Enmienda, Denuncia y Suspensión de los tratados internacionales
Artículo 38. Enmienda.
1. La enmienda de un tratado internacional se llevará a cabo en la forma en él prevista o, en su
defecto, mediante la conclusión entre las partes de un nuevo tratado.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
1. Las disposiciones de los tratados internacionales se interpretarán de acuerdo con los criterios
establecidos por las normas generales de Derecho Internacional y los contenidos en el propio tratado.
2. En la interpretación de los tratados internacionales constitutivos de Organizaciones internacionales
y de tratados adoptados en el ámbito de una Organización internacional, se tendrá en cuenta toda norma
pertinente de la Organización.
3. Las disposiciones de tratados internacionales afectadas por declaraciones formuladas por España
se interpretarán conforme al sentido que reciban de tales declaraciones.
4. Las disposiciones dictadas en ejecución de tratados internacionales en los que España sea parte
se interpretarán de conformidad con el tratado que desarrollan.
5. Las dudas y discrepancias sobre la interpretación y el cumplimiento de un tratado internacional del
que España sea parte se someterán al dictamen Consejo de Estado, de acuerdo con lo dispuesto en Ley
Orgánica 3/1980, de 22 de abril, por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en coordinación
con el Ministerio competente por razón de la materia.
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2. Cuando el tratado internacional prevea un procedimiento de enmienda que no requiera la
conclusión de un nuevo tratado internacional se seguirá en el Derecho interno español alguno de los
siguientes procedimientos:
a) Toma de conocimiento por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores
y de Cooperación, de una enmienda que entre en vigor directamente, en virtud del procedimiento previsto
en el tratado y sin necesidad de ninguna decisión adicional por el Estado Parte.
b) Aceptación o rechazo por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores
y de Cooperación, de una enmienda adoptada que pueda ser aceptada o rechazada por el Estado parte
en el plazo establecido para ello por el tratado.
Transcurrido dicho plazo sin oposición, la enmienda se entenderá tácitamente aceptada y el Consejo
de Ministros, a propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, tomará conocimiento de
su entrada en vigor.
Artículo 39. Denuncia y suspensión.
1. El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en
coordinación con el Ministerio competente por razón de la materia objeto del tratado, acordará la denuncia
o la suspensión de la aplicación de un tratado internacional.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los tratados internacionales comprendidos en los
artículos 93 y 94.1 de la Constitución Española sólo podrán ser denunciados previa autorización de las
Cortes Generales, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 96.2 de la Constitución Española.
3. Por razones de urgencia, el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en coordinación con
el Ministerio competente por razón de la materia objeto del tratado, podrá decidir la suspensión de la
aplicación de un tratado, y recabará con carácter inmediato la aprobación del Consejo de Ministros. El
Gobierno informará inmediatamente a las Cortes Generales de la denuncia o de la suspensión de la
aplicación de un tratado internacional.
TÍTULO III
De los Acuerdos Internacionales Administrativos
Artículo 40. Requisitos.
1. Los órganos, organismos y entes de las Administraciones Públicas podrán celebrar acuerdos
internacionales administrativos en ejecución y concreción de un tratado internacional cuando el propio
tratado así lo prevea.
2. Los acuerdos internacionales administrativos sólo podrán ser firmados por las autoridades
designadas en el propio tratado internacional o, en su defecto, por los titulares de los órganos, organismos
y entes de las Administraciones Públicas competentes por razón de la materia.
3. Los acuerdos internacionales administrativos deberán respetar el contenido del tratado
internacional que les dé cobertura, así como los límites que dicho tratado haya podido establecer para su
celebración.
4. En los acuerdos internacionales administrativos regulados por la presente ley se incluirá, en todo
caso, la referencia a «Reino de España» junto con la mención del órgano, organismo o ente que los celebre.
1. Todos los proyectos de acuerdos internacionales administrativos serán remitidos al Ministerio de
Asuntos Exteriores y de Cooperación antes de su firma para informe por la Asesoría Jurídica Internacional
acerca de su naturaleza, procedimiento y más adecuada instrumentación según el Derecho Internacional.
En particular, dictaminará sobre si dicho proyecto debería formalizarse como tratado internacional o como
acuerdo internacional no normativo. Asimismo, antes de su firma, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación remitirá al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas aquellos que conlleven
compromisos financieros para que informe sobre la existencia de financiación presupuestaria adecuada y
suficiente para atender tales compromisos.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
Artículo 41. Informe.
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2. El plazo para la emisión de los informes de la Asesoría Jurídica Internacional y del Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas será de diez días, respectivamente.
Artículo 42. Tramitación interna.
1. Los acuerdos internacionales administrativos no exigirán la tramitación prevista en el Título II de
esta ley. Los signatarios tendrán autonomía para decidir el procedimiento que habrá de respetar, en todo
caso, lo establecido en el tratado que le dé cobertura.
2. El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, tomará
conocimiento de la celebración de los acuerdos internacionales administrativos cuando su importancia o
alcance así lo aconseje.
Artículo 43. Publicación y entrada en vigor.
De conformidad con la legislación en vigor, los acuerdos internacionales administrativos se publicarán
en el «Boletín Oficial del Estado» por resolución del Secretario General Técnico del Ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación, con indicación de la fecha de su entrada en vigor.
Artículo 44. Recopilaciones.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación publicará periódicamente colecciones de
acuerdos internacionales administrativos celebrados por España.
TÍTULO IV
De los Acuerdos Internacionales No Normativos
Artículo 45. Naturaleza.
Los acuerdos internacionales no normativos no constituyen fuente de obligaciones internacionales.
Artículo 46. Competencia.
El Gobierno, los Departamentos Ministeriales, los órganos, organismos y entes de la Administración
General del Estado, las Comunidades Autónomas, las Ciudades de Ceuta y Melilla, las Entidades Locales,
las Universidades públicas y cualesquiera otros sujetos de derecho público con competencia para ello,
podrán establecer acuerdos internacionales no normativos con órganos, organismos, entes,
Administraciones y personificaciones de naturaleza equivalente de otros sujetos de Derecho Internacional
en el ejercicio de sus respectivas competencias.
Artículo 47. Informe.
Artículo 48. Tramitación interna.
1. Los acuerdos internacionales no normativos no exigirán la tramitación prevista en el Título II. Los
signatarios tienen autonomía para decidir el procedimiento.
2. El Consejo de Ministros, a propuesta conjunta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación
y del competente por razón de la materia, tomará conocimiento de la celebración de los acuerdos
internacionales no normativos cuando su importancia así lo aconseje conforme a la valoración conjunta
de dichos Ministros.
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
Los proyectos de acuerdos internacionales no normativos serán informados por el Servicio Jurídico
respectivo del órgano u organismo público que los celebre acerca de su naturaleza, procedimiento y más
adecuada instrumentación según el Derecho Internacional, en particular, dictaminará sobre si dicho
proyecto debería formalizarse como tratado internacional o como acuerdo internacional administrativo.
Asimismo, informará sobre la competencia para celebrarlo y sobre su adecuación al orden constitucional
de distribución de competencias. En el expediente relativo a acuerdos no normativos que impliquen
obligaciones financieras se acreditará la existencia de financiación presupuestaria adecuada y suficiente
para atender los compromisos que se derivan de los mismos mediante informe del Ministerio de Hacienda
y Administraciones públicas.
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Artículo 49. Mención expresa del Estado.
En los acuerdos internacionales no normativos se incluirá en todo caso la referencia a «Reino de
España» junto con la mención del signatario.
Artículo 50. Registro.
De conformidad con la legislación en vigor, una vez firmado el acuerdo internacional no normativo, se
remitirá una copia del mismo al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para su inscripción en
el registro administrativo de dichos acuerdos.
TÍTULO V
De las Comunidades Autónomas, las Ciudades de Ceuta y Melilla y Entidades Locales
CAPÍTULO I
La participación de las Comunidades Autónomas en la celebración de tratados internacionales
Artículo 51. Propuesta de apertura de negociaciones.
Las Comunidades Autónomas podrán solicitar al Gobierno la apertura de negociaciones para la
celebración de tratados internacionales dentro del marco competencial fijado por la Constitución Española
y por sus respectivos Estatutos de Autonomía. El Gobierno resolverá motivadamente acerca de dicha
solicitud, a propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, previo informe del de
Hacienda y Administraciones Públicas sobre su adecuación al orden competencial, y del competente por
razón de la materia.
Artículo 52. Deber de información.
1. El Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, remitirá a las
Comunidades Autónomas información sobre la negociación de aquellos tratados internacionales que
tengan por ámbito materias que sean de su competencia o interés específico, definido por las competencias
que tengan atribuidas por el ordenamiento jurídico o por afectar de manera especial a su respectivo
ámbito territorial.
2. Las Comunidades Autónomas podrán remitir al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación
las observaciones que estimen convenientes sobre la negociación. La decisión adoptada sobre las
observaciones deberá ser comunicada a las Comunidades Autónomas.
Artículo 53. Participación en la delegación española.
1. Las Comunidades Autónomas y las Ciudades de Ceuta y Melilla podrán solicitar al Gobierno
formar parte de la delegación española que negocie un tratado internacional que tenga por ámbito materias
propias de su competencia o interés específico, definido por las competencias que tengan atribuidas por
el ordenamiento jurídico o por afectar de manera especial a su respectivo ámbito territorial, y en los
términos previstos en sus Estatutos de Autonomía.
2. El Gobierno decidirá motivadamente, a propuesta conjunta del Ministerio de Asuntos Exteriores y
de Cooperación y del competente por razón de la materia, acerca de la procedencia de dicha participación.
La decisión adoptada sobre la solicitud deberá ser comunicada a las Comunidades y Ciudades Autónomas.
Celebración de acuerdos internacionales administrativos y no normativos por las Comunidades Autónomas,
las Ciudades de Ceuta y Melilla y las Entidades Locales
Artículo 54. Celebración de acuerdos internacionales administrativos.
1. Las Comunidades Autónomas podrán celebrar acuerdos internacionales administrativos en
ejecución y concreción de un tratado internacional cuando tengan por ámbito materias propias de su
cve: BOCG-10-A-72-1-C1
CAPÍTULO II
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competencia y en los términos previstos en sus respectivos Estatutos de Autonomía y con sujeción a lo
que disponga el propio tratado internacional. Asimismo, cuando tengan por ámbito materias propias de su
competencia podrán celebrarlos las Ciudades Autónomas y las Entidades Locales.
2. Los requisitos, calificación, tramitación interna, publicación y entrada en vigor de estos acuerdos
internacionales administrativos, sin perjuicio de lo que se dispone en el apartado siguiente, se regirán por
lo previsto en el Título III.
3. Los proyectos de acuerdos internacionales administrativos serán remitidos al Ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación antes de su firma para informe por la Asesoría Jurídica Internacional acerca de
su naturaleza, procedimiento y más adecuada instrumentación según el Derecho Internacional. En particular,
dictaminará sobre si dicho proyecto debería formalizarse como tratado internacional o como acuerdo
internacional administrativo. Para la emisión de su informe, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación
recabará cuantos otros juzgue necesarios. El plazo para la emisión del informe será de diez días.
Artículo 55. Celebración de acuerdos internacionales no normativos.
1. Las Comunidades Autónomas podrán establecer acuerdos internacionales no normativos en las
materias que sean propias de su competencia y en los términos previstos en sus respectivos Estatutos de
Autonomía. Asimismo, cuando tengan por ámbito materias propias de su competencia podrán celebrarlos
las Ciudades de Ceuta y Melilla y las Entidades Locales.
2. La tramitación interna, calificación, informe y registro de estos acuerdos internacionales no normativos,
sin perjuicio de lo que se dispone en el apartado siguiente, se regirán por lo previsto en el Título IV.
3. Los proyectos de acuerdos internacionales no normativos serán remitidos al Ministerio de Asuntos
Exteriores y de Cooperación antes de su firma para informe por la Asesoría Jurídica Internacional acerca de
su naturaleza, procedimiento y más adecuada instrumentación según el Derecho Internacional. En particular,
dictaminará sobre si dicho proyecto debería formalizarse como tratado internacional o como acuerdo
internacional administrativo. Para la emisión de su informe, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación
recabará cuantos otros juzgue necesarios. El plazo para la emisión del informe será de diez días.
Disposición adicional primera. Comunicación a otros sujetos de Derecho Internacional.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación comunicará la presente ley a los sujetos de
Derecho Internacional con los que España mantiene relaciones o de los que es miembro.
Disposición adicional segunda. Régimen de la acción exterior de la Unión Europea.
Lo dispuesto en la presente ley se entiende sin perjuicio de las peculiaridades que en materia de
acuerdos internacionales puedan derivarse para España como consecuencia de la obligación de
cumplimiento del Derecho de la Unión Europea, en especial de las disposiciones del Tratado de la Unión
Europea y del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea que regulan la acción exterior de la Unión.
De conformidad con el artículo 135 de la Constitución Española y, en particular, con lo establecido en
el artículo 7.3 de la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad
Financiera, todos los tratados internacionales, acuerdos internacionales administrativos y no normativos
que vayan a celebrarse deberán supeditarse de forma estricta al cumplimiento de las exigencias de los
principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. A tal fin, en el expediente relativo a
aquellos tratados o acuerdos que impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública deberá
constar la valoración de sus repercusiones y efectos sobre los gastos e ingresos públicos, presentes y
futuros, y acreditar, en su caso, la existencia de financiación presupuestaria adecuada y suficiente para
atender los compromisos que se derivan de los mismos.
Disposición adicional cuarta. Contribuciones o aportaciones que realice la Administración General del
Estado así como los Organismos Públicos dependientes de ella no previstas en Tratados y Acuerdos
Internacionales.
La suscripción o formalización de instrumentos jurídicos distintos de los definidos en los apartados a),
b) y c) del artículo 2 de la presente ley, a través de los que la Administración General del Estado o los
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Disposición adicional tercera. Sometimiento al principio de estabilidad presupuestaria.
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Organismos Públicos dependientes de ella se comprometan a realizar contribuciones o aportaciones a
Organismos o Programas Internacionales, públicos o privados, aun cuando no se sujeten al Derecho
internacional,deberá ser autorizada por el Consejo de Ministros, a propuesta del Departamento competente,
previo informe del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación sobre su adecuación a los fines,
directrices y objetivos de la política exterior y sobre su naturaleza, procedimiento y más adecuada
instrumentación jurídica. El expediente que se eleve al Consejo de Ministros, deberá ir acompañado
necesariamente del informe favorable del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
Disposición adicional quinta. Actos de aplicación de tratados internacionales para evitar la doble
imposición y acuerdos sobre precios de transferencia.
No quedan sujetos a las disposiciones de la presente ley los actos de aplicación de los tratados y
convenios internacionales para evitar la doble imposición, en particular, los acuerdos amistosos de
resolución de los conflictos en la aplicación de los tratados para evitar la doble imposición. Tampoco
quedan sujetos los acuerdos entre administraciones tributarias para la valoración de las operaciones
efectuadas con personas o entidades vinculadas.
Disposición derogatoria. Derogación normativa.
Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a la presente ley y, en
particular, el Decreto 801/1972, de 24 de marzo, sobre ordenación de la actividad de la Administración del
Estado en materia de tratados internacionales.
Disposición final primera. Título competencial.
La presente ley se dicta al amparo del artículo 149.1.3.ª de la Constitución Española que atribuye al
Estado la competencia exclusiva en materia de relaciones internacionales.
Disposición final segunda. Registro de acuerdos internacionales no normativos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación adoptará las medidas pertinentes para la puesta
en marcha y llevanza del registro administrativo de los acuerdos internacionales no normativos cuya
publicidad se regirá por las disposiciones reguladoras de la publicidad de los registros administrativos.
Disposición final tercera. Desarrollo normativo.
Se autoriza al Gobierno y a los titulares de los departamentos ministeriales, en los ámbitos de sus
respectivas competencias, a dictar las disposiciones que resulten necesarias para el adecuado desarrollo
de lo dispuesto en la presente ley.
Disposición final cuarta. Entrada en vigor.
Nota:
Advertidos errores en el BOCG. Congreso de los Diputados, serie A, núm. 72-1 de 5 de
noviembre de 2013, el ejemplar con cve: BOCG-10-A-72-1 se ha sustituido por el presente
con cve: BOCG-10-A-72-1-C1.
http://www.congreso.es
D. L.: M-12.580/1961
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Teléf.: 91 390 60 00
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La presente ley entrará en vigor a los veinte días de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
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