escuela central de anormales

Ministerio de Instrucción pública
y Bellas Artes
SECCION DE INFORMACIONES,
PUBLICACIONES Y ESTADISTICA
Escuela Gentral de Anormales ·
Estado actual de la enseñanza
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BLR!!S, S. fl. TIPOGRHFICH
Núñez de Balboa, 21.•Madrid. 1926
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Ministerio de Instrucción pública
y Bellas .artes
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SECCION DE INFORMACIONES,
PUBLICACIONES Y ESTADISTICA
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Escuela Central de Anormales
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BLFISS, S . Fl. TIPOGRRFICFI
Núñez de Balboa, 21.•M?.drid. 1926
1
C-J
ESCUELA CENTRAL DE ANORMALES
IN DICE
P ág,.
l.-Real decreto orgánico, de 13 de septiembre de 1924.
l. -
Real Decreto orgánico de la Escuela ... . . .... . .... . ... .. .
3
II. _Conferencia d ada en el III Congreso Naciona l de Pedia tría
EXPOSICION
(Za ragoza) por el D r . D. César Ju a rros, m édico D irector
III . -
de la Escu ela . . . ... .. .... . .... .. .. . . ...... .. . . ... . .
I2
Dat os Es t ad ís ti cos .. ... .. .... . . .... . ... . · · · · · . · · · · · · · ·
30
I V.- Información gr áf ica.
SEÑOR: El Real decreto de 22 de Enero de 1910 vino a
plantear el problema de la educación de los anormales, vislu'mbrado ya en nuestras instituciones clásicas docentes y totalmente abandonado en España, mientras en otros países es objeto de los mayores cuidados, de serios estudios y de bien .
montadas organizaciones.
Como consecuencia de dicha disposición, se han intentado
varios ensayos de Escuelas y estudios sobre esta materia, el
último de los cuales fué la consignación, en el anterior Presupuesto, de un crédito de 25.000 pesetas, para crear una Escuela
especial.
Esta iniciativa de la ley se desarrolló por la Real orden de
14 de Septiembre de 1922, por la que se estableció la Escuela especial de Anormales, aneja a los Colegios nacionales de
Sordomudos y de Ciegos; pero la exigüidad del crédito consignado para su sostenimiento y la dependencia de organismos totalmente distintos del fin que está llamada a cumplir,
ha sido causa de que no tenga prosperidad y desarrollo.
-4Se hace, pues, preciso dotarla de elementos, tanto de personal, como materiales y científicos, para que sea el comienzo de una obra que, en su día, se propague con la creación de
otras Escuelas semejantes e irradie sobre las nacionales esta
clase de enseñanzas, que tan necesarias son para dar medios
de vida a los niños, a quienes las enfermedades de la infancia
o una desgraciada herencia, han colocado en situación de inferioridad mental, con relación a la mayoría 'de sus semejantes.
Para ello, en primer lugar, se impone la necesidad de reorganizar el Patronato de Anormales, llevando a él personas de
reconocida competencia en estas mater'ias, que no logren en
sus cargos otra satisfacción que la del deber cumplido y que
tengan verdadero fervor en la obra educadora y protectora de
los desgraciados, a su tutela encomendados. Debe extenderse
esa tutela, no solamente a los niños que a la Escuela de Madrid concurren, sino a todos los anormales en edad escolar que
hay en España, para lo cual debe encomendarse al Patronato
la formación de una estadística, lo más completa que sea posible, así como la propuesta de organización general de Escuelas especiales y la protección post-escolar de los que a ellas
asisten, y de todas las medidas conducentes a la educación de
los anormales.
Al reorganizar la Escuela especial de Anormales, no puede
perderse de vista la necesidad de que, no solamente cumpla el
fin de educar a los que en ella puedan ser admitidos, sino que
debe ser modelo de otras semejantes y plantel de futuros Maestros, especializados en la materia. Por todo lo cual, el Presidente
del Directorio militar, de acuerdo con éste, tiene la honra de
someter a la firma de V. M. el siguiente proyecto de decreto.
.Madrid, 13 de Septiembre de 1924.-SEÑOR: A L. R. P.
DE V. M.,
Antonio Magaz y Pers.
REAL DECRETO
·A propuesta del Presidente del Directorio militar, y de
acuerdo con éste,
Vengo en decretar lo siguiente:
Artículo 1. Queda disuelto, desde la publicación de este
Real decreto, el actual Patronato nacional de Anormales.
Art. 2.0 El Patronato nacional de Anormales constará de
un Presidente y ocho Vocales, nombrados por· Real decreto, a
propuesta del Ministro de Instrucción pública y Bellas Artes,
de entre los Pedagogos, Médicos y personas de reconocida competencia en los problemas del conocimiento, curación y educación de los anormales mentales.
Art. 3.0 El Presidente y los Vocales del Patronato tendrán
los honores de jefes -superiores de Administración civil, pero
no la efectividad de tal categoría para ningún otro efecto. El
Patronato, en su primera reunión, elegirá el Secretario del
mismo de entre los Vocales que lo componen.
Art. 4. 0 Las funciones del Patronato nacional de Anormales serán, exclusivamente, de alta supervisión de todas las Escuelas de anormales, tanto públicas como privadas, que existan o se creen en Espafía, y servirá de consejo al Ministerio,
para ampliación y creación de nuevas Escuelas, obras postescolares, etc.
Art. 5. 0 En tal sentido, se considerarán como funciones
peculiares del Patronato:
a) La función de la estadística de anormales .
b) Proponer al Ministerio de Instrucción pública la creación de nuevas Escuelas de anormales, tanto en Madrid, como
en provincias.
0
-6 -
e) Visitar y relacionarse con las Escuelas públicas y privadas de anormales, informando acerca de los defectos pedagógicos de que adolecen y proponiendo las mejoras que juzgue
precisas.
d) Informar, al fi nal de cada aiío, acerca de las Memorias
'
que presenten los Directores de cada Escuela.
e) Proponer cuantas medidas crea necesarias para la educación, amparo post-escolar y organización de Instituciones
protectoras de anormales.
Art. 6. La Escuela primaria Central de Anormales tiene
por objeto educar e instruir a los escoláres que, por su retardo
o anomalía mental, no deben ser educados en las Escuelas
ordinarias, y a los que, al term inar su escolaridad en ellas y
por causas análogas, no están aún en condiciones de comenzar
el aprendizaje de una profesión u oficio.
Art. 7. o La Dirección de la Escuela estará constituída
por una Comisión, compuesta por los dos Médicos y la
Profesora más antigua, entendiéndose por tal la que hubiere sido propuesta en primer lugar por el Tribunal de
oposiciones.
Los acuerdos habrán de adoptarse por unanimidad, entre
los miembros de la Comisión. En caso de faltar aquélla, habrá
de elevarse el asunto a la Superioridad.
Art. 8. Para poder ser admitido en la Escuela de Anormales, es preciso estar dentro de la edad escolar, siendo preferidos los de m.enor edad; no padecer enfermedad contagiosa y
requerir esta clase de enseñanzas, a juicio de la Dirección de
la Escuela.
Art. 9. Las plazas serán ocupadas por niños pobres, a juicio de la Dirección de la Escuela. Podrán ser admitidos, además, los que abonen cien pesetas mensuales, cantidad que se
invertirá en la cantina escolar y material científico.
0
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-7Art. 10. Con objeto de evitar que el niño salga de la Escuela durante el día, y como medio educativo, se establecerá una
cantina escolar.
A este efecto, el Ministerio de Instrucción pública y· Bellas
Artes dedicará 8.000 pesetas, para organización y sostenimiento, de la cantidad aneja a la Escuela Central de Anormales, que
serán satisfechas con cargo al crédito de 100.000 pesetas, consignado en el artículo único, concepto 2. del capítulo 6.
sección séptima del Presupuesto.
Art. 11. La Escuela dispondrá de un jardín para los juegos, gimnasia rítmica , etc. Deberá, asimismo, org~~izarse un
servicio de duchas y baños de limpieza para los nmos.
Art. 12. Se organizará en la Escuela una biblioteca, con
una sección de libros sobre especialidad de anorm.ales, para 'ser
consultados por los Maestros, y con otra de libros para entretenimiento y educación de los niños.
·
Para la implantación de este servicio, el Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes destinará la cantidad de 2.000
pesetas, con cargo al ·crédito de 100.000, consignado en el concepto 3. 0 del artículo único del capítulo 6. 0 del presupuesto
de dicho Ministerio.
Art. 13. Adjunto a la Escuela, habrá un laboratorio de
Biometría Psicología experimental, etc. , y un consultorio pú'
' .
blico para niños anormales mentales, a cargo de los Med1cos
y Profesores de la Escuela.
Art. 14. En el mism·o laboratorio se hará, por las Profesoras de la Escuela, el estudio psicopedagógico y de adaptación
profesional de cada aspirante admitido , determinándose, mediante los datos resultantes del examen clínico, las normas de
su educación y de su orientación profesional.
Art. 15. Las normas educativas serán determinadas, para
cada caso, por la Profesora de la clase, de acuerdo con la Di0
0
,
-~-
rección, y consecuencia de ellas, serán los horarios a que la labor escolar haya de someterse; pero se atenderá siempre con
preferencia, a la educación de la sensibilidad y de la motricidad, a la educación de la atención y de las funciones intelectuales en general.
La instrucción, sobre todo en los grados inferiores, será preferentemente mediante juegos educativos.
Art. 16. La Dirección determinará acerca de la admisibilidad del presentado en la Escuela primaria especial y formulará la correspondiente ficha de admisión, en que habrán de
consignarse Ja filiación del aspirante, sus antecedentes, en
cuanto sea posible conocerlos, el resultado del examen y la
clase a que, provisionalmente, deba ser destinado.
ArL ·l7. A tales fines, la Dirección admitirá, en las condiciones fijadas por este reglamento, a los escolares enviados
por los Inspectores primariÓs, Maestros o Directores de Escuelas públicas y a los presentados por sus padres, siempre que
justifiquen que han asistido a más de una Escuela pública o
privada, sin· obtener los resultados apetecidos o acrediten su
anormalidad con el examen médico.
La admisión de alumnos, se verificará durante todo el
curso.
Art. 18. Para las enseñanzas de carácter general, habrá en
la Escuela tantas Maestras primarias, como clases puedan formarse; estas Maestras ingresarán por oposición y disfrutarán
de un sueldo inicial de 3.000 pesetas.
En caso de vacante, la provisión de las plazas de Maestras
de la Escuela especial, se hará por pposición libre entre Maestras,
que se convocará por treinta días, en la Gaceta de Madrid.
Las de Médicos, se proveerán, en caso de vacante, por concurso, en que habrá de oírse, previamente, a la Real Academia
de Medicina.
-9Los cargos de Profesores de Dibujo y Música se proveerán,
en caso de vacante, por concurso, en el que informe la Dirección de· la Escuela y el Patronato.
Art. 19. La plantilla de la Escuela constará de: ·
Tres Maestras, con el sueldo de 3.000 pesetas anuales, 9.000.
Un Profesor de Dibujo y Modelado, con la gratificación
de 1.000 pesetas.
Un Profesor de Cantos escolares y Música para la gimnasia
rítmica, con Ja. gratificación de 1.000 pesetas.
Un Auxiliar femenino, 2.000.
Dos Médicos, a 1.500 pesetas, 3.000.
Para pago de jornales a dos sirvientes femeninas, una encargada de la cocina de la cantina, durante los meses de 15 de
Septiembre a 15 de Junio, 2.500.
Un Conserje-Portero, con 2.000.
Art. 20. Las Profesoras de la Escuela entrarán en la misma a las ocho y tres cuartos de la mañana, comerán en la cantina y permanecerán hasta la salida de los escolares, por la.
tarde.
·
Art. 21. Por el Ministerio se procederá a arrendar el local
que sea necesario, para la instalación de la Escuela, satisfa~
ciéndose el importe del alquiler, con cargo al crédito de la
Escuela.
Art. 22. Con objeto de divulgar y propagar los conocimien"
tos sobre educación de niños anormales y formar Maestros
que a esta especialidad se hayan de dedicar, se organizarán,
anualm.ente, uno o dos cursos trimestrales de perfeccionamiento, en los cuales se tratarán, intensivamente, todos los problemas
relacionados con el diagnóstico y pedagogía de los niños mentalmente anormales. Este curso será eminentemente práctico,
verificándose todo él en la Escuela de Anormales, por lo que será
precisa la intervención directa del Profesorado de la Escuela.
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Conforme los nuevos presupuestos del Ministerio lo permitan, se organizarán más ampliam.ente los estudios del Seminario de Maestros de anormales, que estará adjunto a esta Escuela Central y se regirá por un reglamento especial. Entretanto, la organización de estos cursos de perfeccionamiento
será como se expresa en los artículos siguientes:
Art. 23. Los cursos de perfeccionamiento serán organizados por la Dirección de la Escuela, contando con el Profesorado de la misma y con otras personas competentes, que serán
llamadas a dar conferencias teórico-prácticas y que serán renumeradas con los ingresos de la matrícula y gastos de prácticas de los asistentes al curso.
Art. 24. El importe de la matrícula será de cien pesetas.
Los asistentes podrán, después del curso, solicitar ejercer como
Maestros honorarios en la Escuela, siéndoles concedido, si la
Dirección y el Claustro de Profesores así lo cree conveniente.
Art. 25. Las materias de estudios serán: Psicología experimental, aplicada a la exploración mental de los anormales;
elementos de anatomía y fisiología del cerebro; exploración y
diagnóstico de los aparatos mentales; Psiquiatría y Psico-patología infantil; Criminología infantil; perturbación de la palabra en los anormales; Pedagogía especial práctica (gimnasia
rítmica, juegos educativos, trabajos manuales, ortopedia mental, etc.).
Art. 26. El actual Patronato de Anormales cesará, desde
Iue"go, en sus funciones, siendo sustituído por el que se nombre,
con arreglo al art. l. o de este Real decreto·.
Art. 27. El Ministro de Instrucción pública y Bellas Artes
dictará las disposiciones necesarias, para la implantación inmediata de lo prevenido en este Real decreto.
Art. 28. Quedan derogadas todas las disposiciones que se
opongan a lo dispuesto en este Real decreto.
-
11-
Dado en Palacio, a trece de Septiembre de mil novecientos
veinticuatro.
ALFONSO
El Presidente interino del Directorio militar,
Antonio Magaz y Pers.
(Gaceta del 14.)
-13-
11.-Escuela central de Anormales.
(su
INSTALACIÓN, SU FUNCIONAMIENTO, SU PORVENIR)
Conferencia dada en el 111 Congreso Nacional de Pediatría
(Zaragoza), por el DR. CÉSAR jUARRos, Médico Director
de la Escuela, Profesor de Psiquiatría forense del Instituto
Español Criminológico.-Madrid.
La Escuela Central de Anormales tiene una especial sianificación. Por primera vez, existe en ·España una escuela
oficial, para la educación y tratamiento de niños anormales,
creada sobre bases sólidas, estimulada con el propósito gubernamental, reiteradamente manifestado, de hacer de ella el
punto de partida, para llegar a una asistencia científica.
Es de justicia consignar cómo el éxito de instalación -que
v_isitantes de todas las categorías técnicas: médicos, maestros,
psicólogos, etc., refrendaron con sus elogios-, débese, principalmente, a la decidida ayuda, obra de una clara comprensión
del problema y su transcendencia, por parte del Subsecretario de Instrucción Pública, Excmo. Sr. D. Javier García Leaniz,
y a la cooperación, entusiasta e incansable, del Secretario del
Patronato y .Jefe de la Sección de Contabilidad de dicho Ministerior, D. Fernando José de Larra.
Ni una idea quedó sin eco, ni una petición sin aquiescencia.
Estimulados, dejábamos volar nuestra fantasía; tantas cuantas
veces exponíamos nuestros proyectos, temerosos de la negativa, recibíamos palabras de aliento y consejos de técnica burocrática.
Es tan frecuente en los Centros oficiales hallar rémoras e
inconvenientes, que exponer la razón principal de haber llevado a puerto la empresa, tiene tanto de obligación de justicia, como de impulso de gratitud.
LOCAL
Alójase la Escuela en un hotel de la Castellana, que cuent.a
-con bello jardín.
El edificio, aunque pequeño, resulta suficiente. para los 60
niños, que constituyen la plantilla de la escuela.
Sus dependencias son:
a) Despacho de la dirección: Amueblado con arreglo a severo estilo español.
b) Laboratorio de Psicología experimental: Dotado de material completo. Se podrán llevar a cabo en él, no sólo elmamejo
de los tests y técnicas corrientes, sino trabajos de investigación.
Encargado el instrumental a las más famosas casas constructoras, va llegando, co~ esa desesperante lentitud que conocen
·
cuantos han tenido que recurrir a ellas.
e) Biblioteca: Provista de las obras fundamentales, servida de las revistas básicas alemanas, inglesas, norteamericanas, francesas, italianas y españolas, .aumenta incesantemente su caudal, con cuantos libros se publican, sobre temas
que guardan relación con el diagnóstico, tratamiento y educación de anormales.
d) Clase de gimnasia rítmica: Situada, interinamente, en
el hall del edificio; hállase provista de magnífica pianola y
embellecida con plantas y obras de arte.
-
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e) Comedor: Limpio, alegre. Mesas independientes, para
agrupar a los niños, según sus cualidades.
f) Cocina y servicios auxiliares: La nota de blancura y
brillo del establecimiento todo, llega aquí al máximo. De la
meditada organización da prueba, entre otros detalles, el contar
con una instalación para carbón, y otra de gas, más limpia, y
con la ventaja de no caldear el edificio en los meses del estío.
g) Botiquín: Instalación de agua esterilizada, autoclavo,
mesa de operaciones e iluminación, en condiciones de permitir
una laparatomía. Sillones de reconocimiento, instrumental de
exploración clínica, etc.
h) Clases: Caracterízalas un sentido estético quintaesenciado, dominando la tendencia modernista, discreta y entonada. Los frisos, con lindas historietas de animales. Los
armarios guardan el matei-ial: Decroly, Montessori, Terman,
Vermeylen, etc., y soportan cuidadas reproducciones de esculturas clásicas. En las paredes, cuadros y lindas ánforas de
cristal, con peces. En el mirador, alegre pajarera. Las mesas
y los bancos no son los habituales en las escuelas, sino que,
concebidos, dibujados y dirigidos por la maestra Directora,
doña María Soriano, constituyen una nota de originalidad y
buen gusto. Mesas de cuarto de niño rico. Esmaltadas y lavables, rec_ias sin ser pesadas, bellas sin recargo. Ríe , entre sus
reflejos, un sentimiento de alegría infantil, que hechiza y retiene a los alumnos.
Más que mis palabras, os darán idea del acierto las reproducciones.
i) Cuarto de aseo: Ducha, baño, retretes de niño, lavabos,
serie e instalación para la limpieza de los dientes, distribuído
todo en una habitación llena de luz.
'
. j) Cámara obscura: Para reconocimiento de fondo de ojo,
lannge y trabajos psicológicos.
.
k) Talleres: Dada la importancia que hoy se concede a los
trabajos manuales, ya puesta en marcha la escuela, se pidió y
obtuvo el arrendamiento de locales inmediatos, donde se instalarán, en plazo breve, talleres de cartonería, cestería .y marquetería y, junto a ellos, el Salón de conferencias, donde han
de darse los cursos de que luego hablaremos.
1) Cuarto de profesoras: Impresión de elegante feminidad.
En síntesis, se han perseguido y logrado tres objetivos primordiales: arte, alegría y comodidad. A alcanzar el primero,
contribuyen, en proporción considerable, las obras cedidas en
depósito por el Museo de Arte Moderno.Así, consíguese que los niños muestren verdadera afición
a la Escuela, pues la abundancia de juguetes, hace de ella ·un
lugar de encanto. Los pequeñuelos, sentados sobre esteras, que
les libran de la humedad, o en hamacas de tijera, hállanse,
siempre, rodeados de lindos juguetes.
Tal es la instalación, no superada, hasta ahora, por ninguna
otra de nuestro país, y superior, en conjunto y . detalles, a lo
que es corriente observar en los centros similares del extranjero.
Los detalles todos, fueron estudiados con singular esmero.
Por ejemplo, las cruces donde los niños han de colocar sus
albornoces da baño, en vez de ser inexpresivas, representan
negritos, con los brazos abiertos y graciosas expresiones pícaras, tan acertadas, que su contemplación lleva a hacer desear a los niños el momento del aseo.
Ambiente tan grato y locales así dotados de material, exigían cuidadosa organización de personal y servicios. El auditorio juzgará de si estuvimos o no _acertados, al escoger método
de trabajo.
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La Escuela Central de Anormales presenta una singularidad: no se halla dirigida por una sola persona, donde radica
toda la autoridad y de donde ema!)an las iniciativas todas. La
misión de dirigir, hállase confiada a una maestra, doña María
Soriano, y dos médicos, los doctores don José Palancar y don
César juarros.
La razón de que así se haya acordado merece algunas explicaciones. Nadie ignora cómo el problema de los anormales
exige la colaboración íntima de médicos y maestros; pero, por
legítimas y naturales competencias profesionales, unos y otros
suelen pugnar por que recaiga en sí el papel principal. De ello
resülta que, en estas naves, unas veces el timonel es médico
y otras pedagogo.
Al acometer en nuestro país la labor de cimentar la educación y utilización social de los anormales, dos caminos podrían
seguirse: ponerlo todo en manos de un médico, o confiarlo a
un maestro. En el primer caso, los maestros se hubieran creído
'-preteridos: en el segundo, el gesto de desagrado sería de lado
de los profesionales del arte de curar. O, lo que es lo mismo,
con cualquiera de las dos soluciones, se habría dejado molestos
a elementos, sin cuya apasionada colaboración, no hay éxito
posible.
.
Cuando fué solicitado mi asesoramiento, propuse esta fórmula que acabáis de oir. ¿Resultqdos?
Dispone el Reglamento que los acue~dos todos de la Dirección sean tomados por unanimidad, resolviendo el Ministerio cuando ésta no exista. Pues bien, en el año que lleva
funcionando el sistema, ni una sola vez hubo que acudir a aquél.
La compenetración es tan absoluta, tan lealmente cordial,
que todavía no se registró la menor discrepancia.
El profesorado compónese de tres maestras especializadas,
que ganaron sus puestos en brillante oposición: Las señoras
doña María Soriano, doña Carmen Higelmo y la señorita Dolores Plaza, y tres auxiliares honorarias, nombradas por concurso, las señoritas Angeles del Río, Felisa Inés y María Datas.
Cuéntase, adem ás, con un profesor de música, don Antonio '
Rincón, a cuyo cargo está la gimnasia rítmica y los cantos infantiles; un profesor de modelado y dibujo, don jesús Perdigón, y una auxiliar mecanógrafa, señorita doña Asunción
González.
El personal subalterno fórmanlo una enfermera, procedente
del Instituto Rubio, señorita Aurora Rodríguez; una cocinera,
dos criadas, un conserje y un jardinero.
Ultimamente, ha sido nombrado médico auxiliar gratuito,
con destino al Botiquín, el doctor Tolosa Latour.
Es interesante hacer saber que el personal técnico está pagado muy modestamente. Las maestras, que entran en la Escuela a las nueve de la mañana y salen a las cinco de la tarde,
cobran 3.000 pesetas anuales; los médicos 1.500; el profesor
de cantos escolares 1.500; el de modelado y dibujo, 1.000.
No es, sin embargo , en la exigüidad donde reside el interés,
sino en el hecho de que, al tratarse de la distribución de la
cantidad consignada en Presupuesto, profesores, médicos y
maestras hicieron llegar a las altas esferas burocráticas, su .
deseo de que no se hablase de mejora de sueldos, ínterin no
fuese completa y perfecta la instalación de la Escuela. Lo
principal era y es que ésta pueda ufanarse de no tener rival:
la soldada, cosa secundaria.
Y como, aun habiendo logrado en parte su afán, este grupo
de técnicos entusiastas piensa que aún caben perfeccioñamien-
-
PERSONAL
2
-
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tos, cobrando menos que el conserje y la enfermera, pasan sus
consultas y dan sus clases médicós y maestras, y permanecen
ocho horas rodeadas de sus pequeñuelos, estas maestras abnegadas que, a pesar de cultivar la parte más difícil de la Pedagogía, cobran menos que las maestras ele las escuelas corrientes que, en Madrid, sostiene el Estado.
Donde tanto se ha hablado de empleomanía, de sueldos
desproporcionados y del afán frenético con que los españo~es
todos se lanzan al asalto del Presupuesto, representa nota smgular, que sólo con simpatía puede ser vista, el rasgo _de los
que, del éxito de la Escuela Central de Anormales, htcteron
empeño romántico.
Veamos cómo se trabaja en la Escuela Central de Anormales.
SERVICIOS
La Escuela Central de Anormales tiene montados los siguientes servicios:
a) Consulta: Diariamente hay consul_t~ para nm?s anormales (pública y gratuíta). Los lunes, mtercoles y vternes, a
cargo del doctor juarros; los martes, jueves y sábados, a cargo
del doctor Palancar.
b) Biblioteca: La Biblioteca del establecimiento es ~~~blica ele diez a una. En ella, además de una excelente coleccwn
de obras fundamentales sobre la especialidad, encuéntranse las
últimas novedades y los números corrientes de las principales
revistas de todo el mundo.
e) Cantina: Encargada ele facilitar la comida de mediodía a Jos alumnos.
d) Cursos: Tan pronto se halle t_er_n:in~~o el Salón, d~ conferencias, tendrán lugar Cursos de mtctacwn para mecltcos Y
-
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maestros, utilizando el material todo de la Escuela. Las enseñanzas serán dadas, además del profesorado de ésta, por los
técnicos nacionales y extranjeros, cuya cooperación se estime
necesaria.
·
e) Conferencias: Dispone el Reglamento que se dé una mensual, acerca de la actualidad científica, comentando libros,
Congresos, artículos. Estas conferencias constituirán una glosa
de la cuestión culminante, con lo que se logrará la finalidad
de mantener informados, sin esfuerzo de su parte, del movimiento científico, a cuantos se interesan sinceramente por la
educación de anormales.
f) Educación y tratamiento: Vamos a dedicar más adelante
largo espacio a la técnica seguida; por ello no haremos aquí
sino consignar el rótulo.
Según habrán apreciado cuantos me oyen, las misiones encomendadas a la Escuela son tres: educar y tratar a los niños
a ella adscritos; crear un plantel de médicos y maestros esp ecializados, donde pueda reclutarse el personal necesario para
las Escuelas de este tipo, que el Gobierno tiene el propósito
de ir creando; y, finalmente, estimular la curiosidad de los
aficionados, facilitándoles el medio de seguir, sin dispendios de dinero ni tiempo, el intenso movimiento bibliográfico, a que el estudio de los anormales da lugar en las demás
naciones.
La transcendencia de la Escuela Central de Anormales rebasa, pues, los límites corrientes en las instituciones de esta
índole.
Salvo por un grupo muy reducido de gentes, el problema
no es bien conocido en España; o se cree que cabe hacer prodigios de trocar al tonto en inteligente, o se piensa, desdeñosamente, que cuanto se intente para mejorar la situación de
estos pobres niños, será tiempo perdido.
-
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. Aun dentro de los aparentemente iniciados, abunda el
tipo de Jos que, por todo bagaje, llevan consigo un conociI1).iento, exclusivamente teórico muchas veces, de las e~c~l~s .
de test en boga. El test es, sin embargo, un instrumento mutii,
y, no pocas veces, perjudicial, cuando lo maneja quien ignora
la psicología normal y la fisiología del cerebro. . , .
Tan precaria situación, supone intensa labor d1dactica de
divulgación. Por muchos test que maneje, siempre fracasa:á, ,
al valorar la inteligencia de un niño, quien no sepa anatom1a, ,
fisiología y psicología.
En no pequeña parte, esta tarea centrífuga de la Escuela,
ha de tener, por tanto, carácter de rectificación.
El desconocimiento de cómo funciona el cerebro, por· una
parte, el entusiasmo despertado por la aparente sencil.le~ au~?­
mática de los tests, por otra, y, constantemente, la hmltacwn
de las fuentes informativas a la literatura francesa, con alguna
tímida excursión al inglés, contribuyó a crear un pintoresco .
tipo de pseudo-enterado, que, sin descanso, maneja los nom- .
bres de Binet, Decroly y Madame Montessori, metiendo mucho
más estruendo del que autorizan su desorientación y el estado ,
mismo del arte de educar anormales, arte donde, por hallarse
aún en sus comienzos, todo ha de ser cautela, minuciosidad y
tanteo.
TECN ICA DE TRABAJO
Hemos llegado al momento principal de esta conferencia:
a la exposición de los métodos de trabajo, seguidos en la Escuela Central de Anormales.
Las familias de los niños aspirantes a ingreso, se proveen,
en Secretaría, de un in1preso, que han de llenar, haciendo
-21constar, además de las generales de nombre, apellidos, edad,
domicilio, etc., los antecedentes morbosos del padre, de la
madre, de los hermanos y del anormal. Condiciones del embarazo y parto, etc. Un vez lleno el impreso, se les señala hora
para asistir a la consulta, donde el médico encargado de ella
ha de dar respuestas, en un segundo impreso (B), a los siguientes datos:
Condiciones económicas de la familia: condiciones sociales;
condiciones higiénicas.-Evolución de la dentición.-A que
edad comenzó a andar.-A cuál a hablar.-Qué enfermedades ha tenido, a qué edad y cuánto le duraron.-Talla.. Peso.-Espirometría.-lndice vital de Pignet.-Número de
· respiraciones.-Perímetro torácico.-Número de pulsaciones.Caracteres del pulso.-Tensión arteriaL-Diámetros craneales.
Conformación craneaL-Conformación generaL-Dinamometría.-Instrucción.-Particularidades clínicas de la piel y uñas.
Aparato nervioso.-Aparato digestivo.-Aparato circulatorio.
Aparato génito-urinario.-Aparato respiratorio.-Características psicológicas.-Gusto.-Oifato.-Oído.-Tacto.-Vista. Funciones endocrinas.-Sueño.-Sentido muscular.-Fatiga.Huesos y articulaciones.-Nutrición.-Examen psicológico de
Bínet.
Una vez en posesión de estos datos, el médico decide, de
acuerdo con la Directora, si debe o no ser admitido aquel niño.
Las normas en que se basa la determinación, son dos esen·ciales.
¿Se trata de un niño susceptible de mejoría?
¿Es verdadero anormal o sólo retrasado escolar?
Si la respuesta a la primera pregunta resulta negativa, el
niño es rechazado. No se justifica el establecimiento de Centros de esta índole, destinándolos a asilo. Como, a veces, la
posibilidad de alivio no es cuestión sencilla de resolver, los
-
niños son admitidos condicionalmente. O, lo que es lo mismo,
que, de comprobarse la ineficacia de los medios puestos en
juego, el anormal habrá de ceder su puesto a otro, susceptible
de más satisfactorios resultados.
·
Tampoco el simple retrasado escolar es admitido. Sabemos
que, procediendo así, renunciamos a éxitos resonantes; pero
no nos parece lícito llenar unas clases, llamadas de anormales,
con niños que no presentan sino sencillos retrasos pedagógicos,
consecuencia de errores escolares, torpezas de la familia o
acción nociva del medio en que el niño se ha criado.
Dentro de la Escuela, se agrupan, por ahora, los alumnos
en tres secciones totalmente arbitrarias, y sin otro valor que
el de un medio provisional de clasificación, ínterin los progresos de la organización permitan contar con mayor cantidad de
locales y profesoras, Las secciones, son:
a)
Anormales, de anormalidad preferentemente
física.
b) Anormales, de anormalidad preférentemente
intelectual.
e) Anormales, de anormalidad preferentemente
moral.
Distribuídos así, se procede por el médico y la maestra a
llenar el impreso C, que, por su mucha extensión, no podemos
consignar aquí con todo detalle, habiéndonos de limitar a
exponer las partes principales de que consta.
l. Cuadro del método psicográjico de Vermeylen, mediante
el cual se logra comparar, gráficamente, el nivel de las diferentes funciones mentales del niño examinado y el de las de
éste con Jos normales.
11. Examen psicológico por el método de Terman. Así, todos
los alumnos de la Escuela son examinados por tres métodos:
23-
Vinet, Terman y Vermeylen. Su elección como tests, obligatorios y sistemáticos, no ha sido ni caprichosa, ni fundada en
motivos teóricos. Son, sencillamente, aquellos cuya técnica es
más familiar al personal de la Escuela. Claro que, al h1argen
de los tres obligatorios, cada cual trabaja, además, en los que
estima convenientes, con la obligación de someter los resultados a la consideración de los compañeros, para que, llegado
el momento oportuno de sustituir los ahora provisionalmente
reglamentarios, pueda hacerse el cambio, a base de experiencia.
No necesitamos decir que el empeño de cuantos integran la
Escuela está en lograr una escala métrica, a base de tests nacionales, adaptados a las características psicológicas de nuestros niños y del ambiente nacional, tan distinto del francés,
el yanqui y el belga. Requiérese labor de muchos años. Pero,
afortunadamente, mis compañeros están vacunados contra el
prurito de idear tests y hacer descubrimientos sensacionales,
y no son ele temer improvisaciones temerarias.
111. Examen psicológico analítico, utilizando el material de
psicología experimental, que posee el Laboratorio y que ha de
irse aumentando, hasta permitir la realización de investigaciones especiales.
IV. Examen neurológico. Una a una, figuran las exploraciones todas, contenidas en los tratados de semiología nerviosa.
V. Observación complementaria. Esta sección corre a cargo
de las profesoras y es, juntamente con el examen neurológico,
la que más valiosos datos proporciona. Sustituye al examen
pedagógico de otras fichas, por entender que muy escasa eficacia puede tener la exploración de la lectura, la escritura y
el cálculo, en niños realmente anormales.
V 1 Plan terapéutico y pedagógico.
-24-
Anibas misiones se llevan a cabo, con absoluta solidaridad
de médico y maestro. A cargo de cada grupo, figura un médico,
y todos los problemas con él relacionados, resuélvelos, unido
con la profesora.
Aquél apura los datos clínicos, por si logra descubrir al. guna posibilidad de tratamiento etiológico; en caso de no conseguirlo, atiende a todos los síntomas secundarios y se preocupa de mantener una activa fiscalización higiénica sobre la
vida del muchacho.
Por su parte, las maestras se esfuerzan en la individualización de sus técnicas. Conocedoras de las en boga: Decroly,
Montessori, Dalton, Demoor, Hermanos de la Caridad de Gand
etcétera, no siguen ninguno de tales sistemas, sino que, to~
mando un trozo de aquí, una idea de allí, confeccionan planes
adaptados a las condiciones especiales del alumno, sin subordinación a teoría alguna.
En este sentido, cuantos elogios se hagan de la abnegación,
del fervor, de la cultura, de la intuición que las maestras de
la Escuela Central de Anormales ponen a contribución, resultarán inferiores a la realidad.
Así, por ejemplo, la hora de las comidas de los pequeñuelos, la han convertido en un motivo de labor, que participa del
carácter de clase y recreo.
Sentadas entre los niños, animándoles, adiestrándoles en
comer, envueltas en la blancura espejeante del local, llevan
a cabo una labor personal de improvisación , que es, acaso,
de las que más beneficios rinden a la finalidad educativa, para
que la Escuela fué creada.
Funciona cada grupo en plena autonomía. La iniciativa
armónica de médico y maestra, desarróllase, sin obstáculo de
ninguna clase. Libros, instrumentos, revistas, cuanto se necesita, es concedido. El pasado otoño, la señorita Dolores Plaza
-25 -
estuvo trabajando con Decroly y visitando las instituciones
francesas y belgas para anormales. Este verano, la Directora,
doi'ía María Soriano, ha estudiado las organizaciones de esta
índole en Suiza y Alemania, asistiendo al Congreso del "Niño,
en Ginebra. En el ai'ío de existencia que cuenta la Escuela,
no puede pedirse mayor actividad informativa de un centro,
que cuenta, sólo, con tres profesoras.
No se entiende, sin embargo, esta facilidad, esta independencia, como sinónimas de labor heterogénea, descabalada,
contradictoria. Todos los planes muéstranse unidos por el
nexo de unas cuantas ideas fundamentales, que expondremos
con toda brevedad.
a) Cooperación íntima de médicos y maestras: Nos hemos
permitido insistir varias veces, en el transcurso de la conferencia, sobre esta característica, por no ser corriente en las escuelas de anormales, de ordinario regentadas, exclusivamente,
por m.édicos o maestros. No viéndolo de cerca, les será difícil
a los que me escuchan formarse idea de la leal camaradería
en que se desenvuelve -el trabajo en nuestra Escuela. Ni un
rozamiento, ni una rivalidad. No existe terreno médico, ni
terreno pedagógico; no hay sino uno solo, sobre el que flota ,
como única ilusión, la mejoría del nii'ío.
Buen ejemplo para otras cooperaciones médico-pedagógicas, que atraviesan en Espai'ía vida lánguida; por ejemplo: la
Inspección Médico-escolar, por culpa de no haberse establecido esa colaboración leal y amigable, cuya descripción he
ten ido la satisfacción de haceros.
b) Diagnóstico, a base de examen médico y de observación
del conzportam'iento: Nuestras fichas, como habéis oído, exigen,
provisionalmente, el empleo de los métodos de Venneylen, Terman y Binet; pero a los resultados que ellos arrojan no se les
concede otra beligerancia que la de un dato más, que es pre-
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26-
ciso interpretar con esmero y severo criterio. A la fantasía
no se le permite desplegar sus alas más allá de lo necesario,
para mantener en vibración el trémulo romanticismo que alienta en la empresa. Lo esencial es determinar la lesión, los mecanismos que interesó y cuáles quedaron intactos o menos perturbados. Tras estos datos, hay que buscar tenazmente la
aptitud dominante o, lo que es lo mismo, la ruta a seguir, para
la mejor utilización de aquella inteligencia.
Averiguada la aptitud, conviértesela en eje de la labor
educativa, sin deformarla, sin obstinarse en abrirle cauces
preconcebidos. Cada niño anormal, es totalmente distinto de
los demás.
Como decimos los médicos: <<no hay enfermedades, sino
enfermos>>, se repite en nuestra Escuela: no hay anormalidades, sino anormales. El rótulo es lo de menos. Por eso, la .
clasificación es para nosotros cuestión secundaria. Por eso
estimamos más los tests de aptitud, que los de edad. Por eso
concedemos mayor transcendencia a la opinión que la maestra
cimenta en una observación escrupulosa, que a lo que puede
arrojar la prueba ideada por psicÓlogos extranjeros, tras observaciones en niños de su país; tanto más, si da resultados
diferentes, según quien la emplea.
e) La obsesión de la alegría: En la Escuela Central de Anormales, todo se subordina a que los niños estén contentos, alegres. Sus lágrimas nos saben a reconvención, a fracaso. Sobre
toda otra consideración , alzamos el contento de los pequeñu elos. El bello jardín de la entrada, que habéis visto proyectar,
va a modificarse, exclusivamente por razones de esta índole.
Los niños gustan pisar sus praderas. Impedir que lo hagan ,
es torturarles. Permitírselo, equivale a afear el lindo rincón.
En nuestro clima, las praderas no toleran ser pisoteadas. La
solución no era más que una: establecer un jardín artístico
-
27-
que, no obstante serlo, deje a los niños en libertad absoluta
ele correr y saltar.
Por ello, el material que más abunda en las clases es el
juguete, siempre selecto, como puedan tenerlo los niños· de
las familias más adineradas. La provisión de juguetes se cuida
con tan solícito esmero, como la biblioteca o el laboratorio
d) Igualdad: En la Escuela no existen, fuera de los trárnites burocráticos, categorías. Todos nos consideramos cola-_
boradores. Todo se hace de acuerdo. Nunca se ordena.
Este espíritu de fraternidad tiene una resonancia que merece' ser conocida. Contamos con alumnos pobres y ricos. Para
aquéllos, educación, comida, tratamiento, es completamente
gratuito. Los otros, pagan 100 pesetas mensuales. Pues bien,
desde el momento que entran en la Escuela, no existe la menor
diferencia. Comen lo mismo, juegan con los mismos juguetes.
Así, en una institución donde cada pareja m.édico-pedagógica tiene absoluta independencia de trabajo, de empleo de
métodos, el ambiente resulta impregnado de una homogeneidad, que domina y · sugestiona. Hasta a las criadas les está
permitida la iniciativa, y justo es reconocer que, en más de
una ocasión, hubieron de sorprendernos por su acierto y utilidad.
He aquí, en rápida síntesis, la Escuela Central de Anormales. No nos ciega el entusiasmo hasta el extremo de ocultarnos
que trátase, sólo, de tina primera piedra. Fuera ridículo pretender que, por disponer de un local artísticamente decorado,
donde poder dar tratamiento y educación a sesenta niños ,
se ha adelantado un paso decisivo en el camino de resolver el
angustioso problema de Íos anormales en España, donde no
contamos aún ni con una estadística de su número.
Hay que aumentar el número de escuelas en Madrid, hay ·
que llevar el beneficio a provincias; pero ello requiere contar
-29-
-28-
con perso_nal preparado suficientemente. Apto no sólo en
cult~ra, smo en sentimientos. No olvidemos que no es excepciOna~ e~ caso de enamorados de la Pedagogía teórica, que ,
en la practica, toleran mal al niño. La misión de formar perso~al_ apto es, según acabamos de ver, una de las misiones
pnncipales de la Escuela Central de Anormales.
Hay qu: crear un internado, para aquellos niños cuyos
padres no VIven en la ciudad donde está establecida la Escuela
Con frecuencia hemos de pasar por la amargura de ver retornar a su hogar, desconsolados e iracundos, a padres que, atraídos por el renombre de la nueva institución, vinieron en busca
de s_u amparo y tuvieron que renunciar a él, porque, pobres
labn.:gos, en las lindes de la pobreza, no podían tener en Madrid
al hiJO.
1:-I~~ que crear el sanatorio para anormales psiquiátricos.
Los nmos locos no pueden ingresar en la Escuela, donde represe~tarían grave riesgo para los demás; no pueden ir a sanato~IOs
~dultos, por suponer una crueldad y encarnar una
hereJia tecmca . ¿Qué harán las familias con ellos?
_Hay que fundar colonias de trabajo para anormales colomas que permitan disminuir el coste que su tutela su~one
para_ el Estado. Pese a las estadísticas insinceras, es reducido
e! numero de anormales a los que se logra colocar en condiCIOnes de ganarse por sí solos el pan de cada día. En cambio
abundan los ca~o~ en que se consigue hacerles aptos par;
alc~nzar una mod1ca soldada, siempre que el patrono sea altrlllsta Y no aspire a enriquecerse con el producto del obrero.
Para el Estado, la disminución del parasitismo, que todo
anorn:al s~pone, representa importante victoria económica.
Yease SI es largo el camino que dista por recorrer, camino
en el cual no hemos hecho sino colocar los primeros jalones.
No desconocemos que todo está por crear, que la Escuela
?e
Central de Anormales no traduce sino una iniciación, un comienzo.
Acaso me preguntéis: ¿Pues si estabas convencido de su
todavía escasa trascendencia práctica, por qué viniste a contarnos cómo funciona, cóm.o se halla instalada y cuál es el '
espíritu que os anima a los que a ella pertenecéis?
Pues porque si las ideas, aun las más generosas y útiles,
les falta el apoyo de la opinión pública, condenadas están a ·
esterilidad. Los profanos bien demuestran su apoyo, acudiendo .
en enorme cantidad a la consulta, para so licitar el ingreso de '
sus hijos; la Prensa no nos escatimó elogios; p_ero nos falta el ·
aliento ele los técnicos. De ellos, la mayoría no nos visitasteis;
muchos lo hicieron cuando todavía no había sido inaugurada, :
desconociendo por ello su funcionamiento.
¿Qué ocasión más propicia que la de un Congreso de Pediatría para que nos conozcáis? Aquí vinim.os a conquistar .
vuestro aliento, vuestro estímulo. Tengo seguridad de que si .
ninguna de ambas cosas alcancé, fué exclusiva cu lpa mía, por
torpeza de expresión, acaso por falta de claridad. De otro
modo, el hecho carecería de explicación .
Nadie que se acerque a la Escuela Central de Anormales,
puede permanecer indiferente a su atmósfera de sano esteticismo, a su alegría, a la comodidad de su instalación, al ambiente de cordial amistad en que médicos y maestras se mueven, a la grave transcendencia de que se nimba su futuro, ya
que ella representa el crisol donde ha de fundirse el metal de
los nuevos iniciados, sin cuyo concurso no cabe pensar en que
tenga arreglo la precaria situación por que en España atraviesa el problema de los anormales. Si mis palabras no os convencieron, por lo menos atended mi súplica.
¡Visitadnos!
'
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con perso.nal preparado suficientemente. Apto no sólo en
cult~ra, smo en sentimientos. No olvidemos que no es excepciOna! e~ caso de enamorados de la Pedagogía teórica, que,
en la practica, toleran mal al niño. La misión de formar perso:1al. apto es, según acabamos de ver, una de las misiones
pnncipales de la Escuela Central de Anormales.
Hay qu~ crear un. internado, para aquellos niños cuyos
padres no VI~en en la ciudad donde está establecida la Escuela
Con frecuencia hemos de pasar por la amargura de ver retornar a su hogar, desconsolados e iracundos, a padres que, atraídos por el renombre de la nueva institución, vinieron en busca
de s.u amparo Y tuvieron que renunciar a él, porque, pobres
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al hiJO.
H~~ que crear el sanatorio para anormales psiquiátricos.
Los nmos locos no pueden ingresar en la Escuela, donde represe~tarían grave riesgo para los demás; no pueden ir a sanato~IOS ?e ~dultos, por suponer una crueldad y encarnar una
hereJia tecmca. ¿Qué harán las familias con ellos?
.Hay que fundar colonias de trabajo para anormales colomas que permitan disminuir el coste que su tutela su~one
para_ el Estado. Pese a las estadísticas insinceras, es reducido
e~ numero de anormales a los que se logra colocar en condiCIOnes de ganarse por sí solos el pan de cada día. En cambio
abundan los ca~o~ en que se consigue hacerles aptos par;
alc~nzar una modica soldada, siempre que el patrono sea altntista Y no aspire a enriquecerse con el producto del obrero.
Para el Estado, la disminución del parasitismo, que todo
anorn:al s~pone, representa importante victoria económica.
Yease SI es largo el camino que dista por recorrer, camino
en el cual no hemos hecho sino colocar los primeros jalones.
No desconocemos que todo está por crear, que la Escuela
Central de Anormales no traduce sino una iniciación, un co- .
mienzo.
Acaso me preguntéis: ¿Pues si estabas convencido de su
todavía escasa trascendencia práctica, por qué viniste a contarnos cómo funciona, cómo se halla instalada y cuál es el '
espíritu que os anima a los que a ella pertenecéis?
Pues porque si las ideas, aun las más generosas y útiles, ·
les falta el apoyo de la opinión pública, condenadas están a ·
esterilidad. Los profanos bien demuestran su apoyo, acudiendo ;
en enorme cantidad a la consulta, para solicitar el ingreso de '
sus hijos; la Prensa no nos escatimó elogios; P.ero nos falta el
aliento de los técnicos. De ellos, la mayoría no nos visitasteis;
muchos Jo hicieron cuando todavía no había sido inaugurada , :
desconociendo por ello su funcionamiento.
¿Qué ocasión más propicia que la de un Congreso de Pediatría para que nos conozcáis? Aquí vinimos a conquistar
vuestro aliento, vuestro estímulo. Tengo seguridad de que si .
ninguna de ambas cosas alcancé, fué exclusiva culpa mía, por
torpeza de expresión, acaso por falta de claridad. De otro
modo, el hecho carecería de explicación.
Nadie que se acerque a la Escuela Central de Anormales,
puede permanecer indiferente a su atmósfera de sano esteticismo, a su alegría, a la comodidad de su instalación, al ambiente de cordial amistad en que médicos y maestras se mueven, a la grave transcendencia de que se nimba su futuro, ya
que ella representa el crisol donde ha de fundirse el metal de
los nuevos iniciados, sin cuyo concurso no cabe pensar en que
tenga arreglo la precaria situación por que en España atra- .
viesa el problema de los anormales. Si mis palabras no os convencieron, por lo menos atended mi súplica.
¡Visitadnos!
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(de 15 de S eptiembre de 1925 a 51_ de Ene ro de 1926)
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