D° Procesal Orgánico 3°

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Los Auxiliares de la Administración de Justicia
ALCANCE DE LA DEFINICIÓN DE COUTURE
a) La jurisdicción es ante todo una función. No se trata únicamente de
un conjunto de poderes o potestades, sino también de un conjunto de
deberes. De ahí que se hable de Poder-Deber. En efecto, la
jurisdicción es también un deber correlativo a la prohibición de la
autotutela, y este deber se traduce en el principio de Inexcusabilidad
de los Tribunales que consagra el artículo 76 inciso 2° de la
Constitución y el artículo 10 inciso 2° del COT.
Dispone el inciso 2° del artículo 73 de la CPE que: “Reclamada su
intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no
podrán excusarse de ejercer su autoridad, ni aun por falta de ley que
resuelva la contienda o asunto sometidos a su decisión. Idéntica
disposición repite el inciso 2° del artículo 10 del Código Orgánico de
Tribunales.
b) Esta función jurisdiccional es Pública, ya que le corresponde al
Estado como depositario de la soberanía. Además, esta función tiene
por objeto mantener el orden público y su re-establecimiento en el
caso que sea quebrantado.
c) Se cumple mediante el proceso. Es decir, por la serie o secuencia de
actos, regulados jurídicamente, tendientes a la aplicación del Derecho
a caso concreto.
d) Se lleva adelante con las formas requeridas por la ley, es decir, por
los diversos procedimientos establecidos en la ley.
e) Su objeto es resolver conflictos y controversias de relevancia jurídica,
ya que mediante acto de juicio se determinan el derecho de las
partes.
f) El conflicto jurídico se resuelve mediante decisiones con autoridad de
cosa juzgada. Donde hay cosa juzgada, hay jurisdicción; donde no
hay cosa juzgada, tampoco hay jurisdicción.
g) La decisión del conflicto es eventualmente factible de ejecución. Esto
es, la parte gananciosa está facultado para pedir el cumplimiento de
la sentencia cuando así lo desee por los medios que la ley señale.
Jurisdicción en el Derecho Chileno
Nuestro sistema procesal considera entre sus disposiciones a la
Jurisdicción. Si bien no la define ni le dedica títulos especiales, no es menos
cierto que proporciona elementos constitucionales y legales para que la
doctrina construya un concepto y señale sus caracteres en nuestro derecho
positivo. Para ser más preciso, señala en que consiste, su contenido.
Desde luego, la noción de jurisdicción se encuentra en primer término
en la Constitución Política. En efecto, del artículo 76 al 82, se alude a la
jurisdicción. Especial mención merece el artículo 76 que señala en su inciso
1°, que: “la facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de
resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a
los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la República ni
el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales,
avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenidos de
sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos.”
Por su parte, el artículo 5 de la CPE prescribe que “la soberanía reside
esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través
del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las autoridades
que esta Constitución establece.”
A lo anterior cabe agregar la disposición del número 3 inciso 5° del
artículo 19 de la Carta Fundamental que establece que “toda sentencia de
un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo
legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos.”
Finalmente, el artículo 6 de la CPE indica que: “los órganos del Estado
deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas
conforme a ella”; “Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a
los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona,
institución o grupo”.
Luego el artículo 7 agrega: “los órganos del Estado actúan
válidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su
competencia y en la forma que prescriba la ley.”
Para dar forma y hacer operante estos principios, el artículo 77 de la
CPR dispone que una ley orgánica constitucional determinará la organización
y atribuciones de los Tribunales que fueren necesarios para la cumplida y
pronta administración de justicia en todo el territorio de la República.
La referida LOC es el Código Orgánico de Tribunales y su legislación
complementaria.
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Así, el artículo 1° del Código Orgánico de Tribunales señala que: “la
facultad de conocer las causas civiles y criminales, de juzgarlas y de
hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales que
establece la ley.”
Este artículo 1°, aparentemente es coincidente con el artículo 73 de la
CPE, pero lo cierto es que este último es más amplio porque la norma
constitucional comprende la expresión “resolverlas”, que no se incluye en el
artículo 1° del COT.
Lo anterior lleva a efectuar un análisis comparativo de ambas
disposiciones y analizar sus falencias.
Se critica la expresión “facultad” que utiliza el artículo 1° del COT
porque vendría a significar que se trataría de una simple atribución de los
Tribunales, de una mera prerrogativa; pero lo cierto es que la función
jurisdiccional no es tan solo una facultad sino que implica a la vez una
obligación, un deber de administrar justicia. El Poder-Deber al cual ya nos
hemos referido.
Pero, resulta que el artículo 76 de la CPR también emplea la expresión
“facultad”, sin embargo, a continuación su inciso 2° consagra el principio de
inexcusabilidad de los Tribunales, de manera que la facultad de que habla el
inciso 1° queda transformada en un deber constitucional.
El artículo 73 de la CPE señala que la función jurisdiccional recae
sobre las causas civiles y criminales.
La expresión “causa” es sinónimo de juicio, de controversia jurídica
actual entre partes, y que se encuentra sometida al conocimiento de los
tribunales de justicia. Volveremos sobre esto más adelante.
La expresión causas civiles se entiende en un sentido amplio, como
contraria a causas criminales, es decir, se comprenden en dicha expresión
las causas mercantiles, mineras, tributarias, laborales, de familia, etc.
En cuanto al contenido de la jurisdicción, el artículo 76 de la CPR y el
1° del COT la extiende al Conocimiento, Resolución y al eventual
cumplimiento de lo resuelto o juzgado, tanto en las causas civiles como en
las criminales.
La causa, como ya señalamos antes, es sinónimo de litigio o juicio y
supone, la existencia de una controversia, de algo que debe ser dirimido
mediante acto de juicio. Este es el contenido del proceso; y el proceso es el
medio a través del cual se resuelve la controversia.
Carnelutti distingue entre el continente y el contenido: el continente
sería el proceso y el contenido, el litigio.
ELEMENTOS DE UNA CAUSA
Los elementos de una causa o litigio son:
1) La existencia de una controversia de orden jurídico.
2) La controversia debe ser actual.
3) La controversia
contrapuestos.
debe
ser
entre
partes
que
tengan
intereses
4) El Tribunal.
1° Existencia de una controversia de orden jurídico
La disputa entre 2 o más individuos debe tener relevancia jurídica, esto
es, debe versar sobre aspectos de derecho o sobre hechos de relevancia
jurídica.
La jurisdicción tiene por objeto resolver conflictos de relevancia jurídica
y no religiosos, morales o espirituales; por ello el artículo 5 del COT señala
que a los tribunales corresponde el conocimiento de los asuntos que se
promuevan dentro del territorio de la República, esto es, en el orden
temporal. Los otros corresponden a otra jurisdicción distinta.
2° La Controversia jurídica debe ser actual
La controversia será actual cuando verse sobre aspectos concretos, no meras
expectativas o discusiones puramente intelectuales. Debe haber un derecho
comprometido. Por ejemplo, el art 23 del CPC es claro al respecto: “Los que,
sin ser partes directas en el juicio, tengan interés actual en sus
resultados, podrán en cualquier estado de él intervenir como
coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos que concede
el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un procurador
común, continuando el juicio en el estado en que se encuentre.
Se entenderá que hay interés actual siempre que exista comprometido
un derecho y no una mera expectativa, salvo que la ley autorice
especialmente la intervención fuera de estos casos.
Si el interés invocado por el tercero es independiente del que
corresponde en el juicio a las dos partes, se observará lo dispuesto en el
artículo anterior”.
Los jueces no pueden hacer declaraciones abstractas o de mera
consulta; los órganos jurisdiccionales no están llamados a conocer y juzgar
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discusiones puramente doctrinarias o de carácter académico, sino que es
menester que efectivamente exista un derecho comprometido.
3° La controversia debe ser entre partes que tengan intereses
contrapuestos
Luego, para que exista controversia, deben a lo menos existir dos
partes y cada parte puede ser dos o más personas, naturales o jurídicas.
Desde el punto de vista procesal, aquella parte que acciona, que
pretende algo se denomina demandante o actor, o sujeto activo. Aquella otra
contra la cual se pretende se denomina demandado, o sujeto pasivo.
4° El Tribunal
El tribunal no puede faltar, es quien va a resolver el conflicto o
controversia planteado. Puede ser ordinario, especial o arbitral como reza el
art., 5 del COT.
Momentos de la Jurisdicción
Siguiendo la terminología de Calamandrei, la doctrina nacional emplea
el término “momentos de la jurisdicción” para referirse a las fases o etapas de
su desarrollo y que ya refleja el art 76 de la CPR y 1° del COT.
Estos momentos, llamados también poderes o elementos de la
jurisdicción, son para don Juan Colombo Campbell los siguientes:
Conocimiento
Es el derecho a conocer de una cuestión litigiosa determinada. Lo
normal es que el juez no actúe de oficio o de propia iniciativa, salvo
excepcionalmente, en materia criminal
El juez, en virtud de este poder, actúa solo a consecuencia de un
requerimiento de las partes que son las que impulsan al juez, quien obrará
en la medida que sea competente. Esta idea esta consagrada en el art., 10
inc. 1° del COT: “Los tribunales no podrán ejercer su ministerio sino a
petición de parte, salvo los casos en que la ley los faculte para proceder
de oficio”.
Decisión
Es la facultad de dictar sentencia poniendo término a la litis con
carácter definitivo, esto es, con autoridad de cosa juzgada. El juez no
puede dejar de resolver la contienda aun en caso de insuficiencia,
oscuridad o silencio de la ley; debe fallar, interpretando y aplicando
la ley si la hay. O bien integrando en caso de un vacío legal.
No cabe aplicar entonces el Principio Non Liquet (no queda claro) de
los tiempos del jurado en Roma.
Pero para llegar a dicho final, que se materializa en la sentencia
definitiva, se debe recorrer todo un camino, se debe realizar una serie
de actuaciones procesales y judiciales necesarias para poder arribar
a dicha sentencia definitiva. Ese camino a recorrer, y estas
actuaciones a realizar son los diversos procedimientos que la ley
señala.
Ahora bien, al fallar, el juez no puede hacerlo fuera de los límites
propuestos por las partes en la demanda y la contestación de la
demanda.
Ejecución
Quiere decir que es posible emplear la fuerza para cumplir forzadamente las
resoluciones judiciales que se dicten dentro del proceso y que permiten el
desarrollo del procedimiento.
Esta etapa es eventual, y en el caso que la parte no cumpla
voluntariamente, los tribunales gozan de la facultad de imperio. La cual
consiste en que para poder ejecutar sus resoluciones pueden valerse del
auxilio de la fuerza pública requiriéndola directamente.
La autoridad requerida para estos efectos debe prestar el auxilio sin
que le corresponda calificar el fundamento, legalidad o justicia de la
resolución. Así lo señala perentoriamente el art., 76 de la CPR.
Si la autoridad niega el auxilio requerido, comete el delito de negación
de auxilio (artículo 253 del Código Penal)
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Normalmente el mismo juez que dictó la resolución en primera o única
instancia es el competente para conocer de su cumplimiento de acuerdo al
art., 113 y 114 del COT.
Esta facultad recibe el nombre de imperio y se encuentra consagrada
también en el artículo 11 del COT: “Para hacer ejecutar sus sentencias y
para practicar o hacer practicar las actuaciones que decreten, podrán
los tribunales requerir de las demás autoridades el auxilio de la fuerza
pública que de ellas dependiere, o los otros medios de acción
conducentes de que dispusieren.”
“La autoridad legalmente requerida debe prestar el auxilio, sin que
le corresponda calificar el fundamento con que se le pide ni la justicia o
legalidad de la sentencia o decreto que se trata de ejecutar.”
Características de la Jurisdicción
La jurisdicción presenta las siguientes características:
1) Es de origen constitucional
2) Constituye una función pública
3) Es un función privativa de los Tribunales de Justicia
4) Presenta unidad conceptual
5) Es inderogable
6) Es indelegable
7) Es irrenunciable
8) Es improrrogable
9) Esta ligada a la territorialidad del Estado
10)
Se encuentra amparada por el imperio
11)
Es de ejercicio eventual
12)
Produce el efecto de cosa juzgada
1° Origen constitucional
La jurisdicción constituye una emanación de la soberanía, la que
reside en la nación toda quien delega su ejercicio en las autoridades
establecidas en la Constitución y las leyes.
2° Constituye una función pública
El Estado ejerce la soberanía por delegación de todos los habitantes de
la República.
Para el ejercicio de la soberanía existen 3 vías que reciben el nombre de
funciones:
– Función Legislativa
– Función Administrativa
– Función Judicial
3° Es una función privativa de los Tribunales
Nótese que la Constitución entrega el ejercicio de la jurisdicción a los
Tribunales de Justicia y no al Poder Judicial, lo cual tiene importancia por
cuanto si su ejercicio se entregara al Poder Judicial, importaría que ningún
otro órgano ajeno a él podría ejercer jurisdicción.
Por ello se explica que autoridades administrativas y legislativas
puedan excepcionalmente ejercer funciones jurisdiccionales en cuanto
constituyan un tribunal.
En efecto, en la medida que estas autoridades tengan y hagan uso de
facultades jurisdiccionales, son tribunales. En otras palabras, es la función
la que da su carácter al órgano. No obstante, se debe tener presente que
existen otros órganos –por ejemplo de control- que en ciertos y determinados
casos pueden ejercer funciones jurisdiccionales.
4° Presenta unidad conceptual
La jurisdicción es una sola y como tal no admite clasificaciones. Todos
los jueces, sean civiles o penales, tienen jurisdicción de lo contrario no serían
jueces.
5° Es Inderogable
La jurisdicción, en cuanto es emanación de la soberanía, es
inderogable. De ahí que sea nulo por ilicitud del objeto, cualquier
manifestación de voluntad por la cual se acuerde someter un litigio a una
jurisdicción extranjera.
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6° Es Indelegable
Como la soberanía radica en la nación, que delega su ejercicio en las
autoridades establecidas en la Constitución y las leyes, y no existiendo
mandato expreso que permita delegar el ejercicio de la soberanía, no cabe
sino concluir que el ejercicio de la jurisdicción es indelegable.
No debe confundirse esta características con la posibilidad de delegar
la competencia de un Tribunal por ejemplo, de parte de un tribunal nacional
a uno extranjero para la práctica de determinados actos. Se delega la
competencia, pero no la jurisdicción. Lo cual se materializa mediante los
exhortos o cartas rogatorias.
7° Es irrenunciable
Para comprender esta característica basta con enunciar que se es juez
porque se tiene jurisdicción; luego, renunciar a la jurisdicción importaría
renunciar a ser juez.
Ello no sólo es jurídicamente improcedente, sino que además importa
incurrir en un delito. La aplicación práctica de esta característica la
constituye el principio de la inexcusabilidad de los tribunales a la cual ya nos
hemos referido.
8° Es improrrogable
Prorrogar la jurisdicción implicaría transferir la calidad de juez, lo que
no está permite.
No debe confundirse lo anterior con la prórroga de competencia que si
es admisible y muy utilizada en asuntos contenciosos civiles.
9° Se encuentra ligada a la territorialidad del Estado
Como la jurisdicción es un atributo de la soberanía, su ejercicio sólo es
posible dentro de los límites territoriales del Estado.
Esta característica tiene algunas excepciones como las del artículo 6
del Código Orgánico de Tribunales que ya analizamos.
10° Se encuentra amparada por el imperio
Se llama imperio la facultad de los Tribunales para ejecutar ellos
mismos lo juzgado, para lo cual pueden recurrir directamente a la fuerza
pública que está obligada a prestarles su auxilio.
11° Es de ejercicio eventual
La jurisdicción se pone en movimiento solamente cuando la función
legislativa resulta insuficiente para mantener la vigencia real del Derecho.
Mientras las normas jurídicas son cumplidas naturalmente por todos,
no se requiere actividad jurisdiccional; luego, su ejercicio dependerá del
eventual quebrantamiento del Ordenamiento Jurídico.
12° Produce el efecto de Cosa Juzgada
La jurisdicción produce el efecto jurídico de cosa juzgada, el cual no se
encuentra en ninguna otra actividad del Estado. El efecto de cosa juzgada es
inherente a la jurisdicción, y en su esencia, es la prohibición de reiteración
de juicios, cumpliéndose los requisitos legales.
Las sentencias que emiten los tribunales producen el efecto de verdad
indiscutible e inamovible una vez que quedan firmes y ejecutoriadas al
amparo del art., 175 del CPC: “Las sentencias definitivas o
interlocutorias firmes producen la acción o la excepción de cosa
juzgada”.
Este efecto permite al vencedor obtener el cumplimiento de lo resuelto;
y a su vez, permite al vencido evitar que se el enjuicie nuevamente por lo
mismo.
Límites de la Jurisdicción
La jurisdicción, aunque unitaria por su naturaleza, se ejerce dentro de
ciertos límites en el tiempo y en el espacio.
Luego, entendemos por límites de la jurisdicción:
1) El tiempo por el que la ejercen sus titulares
2) El ámbito dentro del cual sus titulares la deben ejercer
a) Límites en el Tiempo
En cuanto al tiempo por el cual sus titulares ejercen la jurisdicción, la
regla general la constituyen los jueces perpetuos.
En efecto, conforme al artículo 80 de la Constitución, “los jueces
permanecerán en sus cargos durante su buen comportamiento; pero los
inferiores desempeñarán su respectiva judicatura por el tiempo que
determinen las leyes.”
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“No obstante lo anterior, los jueces cesarán en sus funciones al
cumplir 75 años de edad; o por renuncia o incapacidad legal
sobreviniente o en caso de ser depuestos de sus destinos, por causa
legalmente sentenciada. La norma relativa a la edad no regirá respecto
al Presidente de la Corte Suprema, quien continuará en su cargo hasta el
término de su período.”
De manera que el límite en el tiempo esta dado por la edad de los
jueces, ya que cesarán en sus cargos al cumplir 75 años de edad.
Existe claramente un límite en el tiempo para el ejercicio de la
jurisdicción, tratándose de los jueces temporales, reducidos a los jueces
árbitros, que normalmente duran 2 años en funciones. Puede agregarse el
caso de los jueces interinos que son nombrados para servir una plaza
vacante, mientras se procede al nombramiento de su titular en propiedad.
b) Límites en el Espacio
En este caso los límites pueden ser:
–
Internos
–
Externos
Límites internos son aquellos que miran a la jurisdicción misma,
prescindiendo de la jurisdicción de otros Estados o de las funciones propias
de otros órganos del Estado.
Surge aquí la noción de competencia, que determina la órbita dentro de la
cual cada juez o tribunal ejerce su actividad jurisdiccional. Además, a cada
uno le corresponde actuar dentro de su orbita. Artículo 7º CPR Art. 7°: “ El
Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus
integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la
ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden
atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra
autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido
en virtud de la Constitución o las leyes.
Todo acto en Todo acto en contravención a este artículo es nulo y
originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale”.
Por su parte, los límites externos están dados por el territorio del
Estado al que pertenece el tribunal.
Eso………………….
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