Escrito 5 - Acción contenciosa administrativa

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Juicio:
“________ c/ Municipalidad de Ypacarai s/ recurso contencioso administrativo contra la S.D. Nº ____ de fecha _______dictada por la Municipalidad de Ypacarai (Expediente Nº ____/___)”
Objeto:
Promover recurso contencioso administrativo
Excelentísimo
Tribunal de Cuentas
ABOGADO (matrícula _______), en representación de _________, según
poder general que acompaño, con domicilio real en __________ (Asunción, Paraguay) y
constituyendo domicilio procesal en ___________ (Asunción, Paraguay), bajo patrocinio
del ab. __________ (matrícula _______), como mejor proceda, a V.E. digo:
De conformidad con el art. 1 de la Ley 4046/10, promuevo recurso contencioso administrativo contra la S.D. Nº _____de fecha _________, dictada por el Juzgado
de Faltas de la Municipalidad de Ypacarai, Juez María Lucía Ramos, Secretaría Paola Lorena Aponte (Expediente Nº ______/____), la cual confirma el acta de intervención Nº ___
de fecha _____________, por la cual se me imputa una infracción de tránsito y se me condena al pago de la multa de G._______. Esta resolución fue confirmada automáticamente
por resolución ficta de la Intendencia.
INTERPOSICIÓN DEL RECURSO (ADMINISTRATIVO)
EN TIEMPO Y FORMA
Según la cédula de notificación del sumario administrativo, la SD ______
fue notificada el mismo día en que la propia sentencia fue dictada (________). Sin embargo, la notificación ha llegado hasta el domicilio de mis oficinas el pasado ________, conforme lo podrá constatar el CORREO NACIONAL Paraguayo, quien recién la ha entregado en dicha fecha. En tal sentido, conforme el art. 116 de la Ley 3966/10, el plazo de interposición de los recursos perentorio de 5 (cinco) días permitió –a partir de la verdadera
fecha de notificación– la interposición del recurso administrativo de apelación en tiempo y
forma.
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Conforme el art. 139 del Código Procesal Civil, la notificación de las resoluciones que deben hacerse por cédula, al hacerse por despacho telegráfico colacionado o mediante
cartas certificadas, como el caso, deberán ser agregadas al expediente, por lo que V.E. podrá
computar claramente los plazos alegados o, confirmar la falta de notificación. Finalmente,
en caso de duda, rige la ampliación del plazo procesal en razón de 1 (un) día por las distancias que separan su municipio de mi ciudad Asunción (art. 149 CPrC).
INTERPOSICIÓN DEL RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
RESOLUCIÓN FICTA
El art. 117 de la Ley 3966/10 impone al Intendente un plazo perentorio de
10 (diez) días para resolver los recursos interpuestos. Nuestro recurso de apelación (reconsideración) fue presentado ante el Juzgado de Faltas el ____________, conforme lo acredita el cargo recibido por la secretaria del Juzgado, la abogada Paola Lorena Aponte, el mismo fue concedido por providencia de fecha ____________. El expediente fue recibido en
la intendencia por ________ en fecha _____________, según la constancia de recibo en el
expediente, desde el siguiente día hábil (_________), el Intendente tuvo 10 días para resolver la apelación. Es decir, hasta el ______________. Sin embargo, no lo ha hecho. En tal
sentido, conforme el citado artículo, “si no lo hiciere en este lapso, se tendrá por confirmada de modo
automático la resolución apelada” (art. 117 Ley 3966/10). Será a partir de aquí que V.E. deberá
computar el plazo de los 18 días para la interposición del recurso contencioso administrativo, el cual lo presentamos en tiempo y forma.
LOS ARGUMENTOS DEL A QUO
Para confirmar una infracción de tránsito, sancionada ilegítimamente, la SD
______ del a quo ha sido argumentada de la siguiente manera: a) el Municipio obró dentro
de los límites establecidos en la Constitución precautelando el interés general sobre el particular, a
través de actos administrativos legítimos; b) el Municipio goza de autonomía dentro de su jurisdicción;
c) el Municipio tiene competencia dentro de su jurisdicción en lo relativo a la reglamentación y fiscalización de tránsito…; d) la prelación legal de la pirámide de KELSEN; e) la competencia del Juzgado en materia de faltas municipales y la competencia del Intendente en materia de tránsito; f) nuestra consideración de la inconstitucionalidad de la ordenanza municipal; g) la calidad de instrumento público del acta de intervención; y h) que de la falta de los requisitos 2
y 6 del art. 29 de la Ley 1276/98 no se infiere que constituya vicios que conlleven nulidad (sic).
INQUISICIÓN, INCONGRUENCIA Y ARBITRARIEDAD
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Los argumentos de la sentencia recurrida prueban claramente el espíritu y la
intención en todo este asunto. Mi parte concuerda con la juez en que el interés general prima sobre el particular, acepta la autonomía municipal dentro de su jurisdicción, acepta la
teoría de KELSEN, así como la competencia municipal en lo relativo al tránsito vehicular
dentro de su jurisdicción y de la del Juzgado de Faltas en lo relativo al régimen de faltas
municipales. Eso no lo discuto.
Pero como bien lo aclara la sentencia; la autonomía, la competencia y la
prelación de las leyes a favor de la Municipalidad son efectivas DENTRO DE SU JURISDICCIÓN. Y he ahí el quid de la cuestión. Las rutas nacionales e internacionales son jurisdicción del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones. No son jurisdicción de la
Municipalidad. No son jurisdicción de ninguna Municipalidad. Los argumentos de la
juez son sólo teóricos, técnicos, ciertos –si se quiere–. Pero no son concretos ni aplicables
al caso en litigio, ya que la regla en este caso no se aplica desde el momento en que la RUTA II es una excepción al territorio municipal de la ciudad de Ypacarai. Esta le pertenece al
Gobierno Central, en manos del MOPC. En tal sentido, no puede ser argumento jurídico
válido citar todos los artículos de las leyes y ordenanzas al mero efecto expositivo, desde
que estos no están siendo discutidos, justamente porque la infracción fue sobre la ruta.
Distinto hubiese sido el caso de la infracción en el empedrado enfrente a una despensa, en
la esquina del templo, al costado de la plaza; en fin, dentro de todo el radio urbano municipal ajeno a las rutas. La juez ha fundado toda la sentencia en argumentos y problemas que
no son discutidos.
El fundamento legal es un deber judicial. Los jueces deben fundar sus sentencias en las leyes. Ello no implica citar cualquiera, sino la inferencia del silogismo deductivo en el cual la ley (norma general) es encuadrada al caso concreto (norma particular) para
obtener la sentencia (conclusión). Aquí, ello no ha ocurrido. Esto demuestra el espíritu
inquisitivo judicial que alejado de la sana crítica, el cual implica un estado de libre convicción,
fundamento legal, psicológico, lógico y experiencia de vida, fue más bien un argumento de
pura convicción plasmado en leyes no aplicables. ¿A dónde va esto? No es un mero recurso
en búsqueda una solución a mi interés personal, como lo alega el Juzgado, sino justamente a
un interés general del que también formo parte, entre los miles de multados ilegítimamente.
Mi parte ha fundado sus defensas de la declaración indagatoria en más de 10 leyes que de-
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mostraron la incompetencia Municipal para sancionar infracciones sobre rutas nacionales e
internacionales, así como para probar la nulidad de un acta que omite formas legales. Sin
embargo, el interés general protegido por el Juzgado (Sertran Paraguay S.A.) es mayor que el
mío (¿?).
Mi parte no ha solicitado ni declarado –siquiera mencionado– la inconstitucionalidad de la Ordenanza. Porque, como ya lo dije, esta es la regla y este es un caso excepcional. Sin embargo, el Juzgado ha tomado nota de que la hemos solicitado (¿?) y que
debimos haber recurrido vía acción o excepción, ante la CSJ, cuando justamente estas son etapas extraordinarias ante un asunto que ni siquiera se ha vuelto ordinario, por continuar sus
trámites en sedes administrativas. Dicho argumento no prueba más que la inconsistencia e
incongruencia entre lo afirmado por mi parte y lo resuelto por S.S. Sólo ello es una demostración de un caso extra petita que justifica un alejamiento de la ley, de las formas y conlleva
nulidad civil insanable. Dicho esto, todo fallo judicial que cabalgue sobre argumentos teóricos no aplicables, que no analice el caso concreto, que omita considerar punto por punto
los argumentos de mi parte y que demuestre incongruencia por una solución extra petita no
es más que la evidencia de una arbitrariedad que V.E. tiene la oportunidad de subsanar.
Mi parte ha actuado jurídicamente en todo momento. Ha cumplido con sus
deberes procesales y respetado la investidura judicial y la dignidad del funcionario, actuando
en servicio del Derecho, conforme las normas nacionales. Jamás, en ningún momento, ha
fundado una sola línea en cuestiones políticas, económicas o quizá, hasta en base a rumores
o especulaciones de quienes están detrás de lo que muchos consideran un “negocio”. Mi
parte ha esperado ser citado, se ha presentado, se ha defendido y ha expuesto argumentos
de derecho sin generar –siquiera– hechos controvertidos y la juez debió atenerse a ellos. Sin
embargo, la resolución peca por insuficiencia de mérito y como tal debe ser revocada. Por
su parte, el silencio del Intendente ha confirmado automáticamente (resolución ficta) la sentencia del Juzgado. Si bien no existen argumentos expresos, se sobrentiende que ellos son
los mismos en la ficción de su confirmación tácita (art. 117 Ley 3996/10), por lo cual V.E.
también deberá revocarla.
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ACTA DE INTERVENCIÓN E INCUMPLIMIENTO DE LAS FORMAS
El acta de intervención donde se constató la supuesta infracción debió –
entre otros requisitos – contener el nombre del imputado (el mío), o de testigos en su defecto, así como la firma del funcionario interviniente y del imputado (mi firma) o de los
testigos, en su caso (art. 29 Ley 1276/98). El acta que no cumple tales requisitos en un acta
irregular. Únicamente las actas regularmente labradas serán consideradas por el juez como
suficiente prueba de culpabilidad (art. 31 Ley 1276/98). En tal sentido, no habiéndose
cumplido las formas y constituyendo la irregularidad del acta, la juez mal pudo iniciar el
sumario y mucho menos pudo arribar a una sentencia que me culpe, condene y sancione
con multas por infracciones que provienen de documentos irregulares e ilegítimos.
Según el a quo, el acta de intervención no fue argüida de falsa y de la no existencia de los requisitos de los numerales 2 y 6 del art. 29 de la Ley 1276/98 no se infiere que la
falta de ellos constituya vicios que conlleven nulidad (¿?) Me pregunto: ¿cuántos requisitos había que
incumplir para declarar nulo un acto administrativo? Al amparo de la Constitución, las leyes
han sido creadas para reglamentarla. En tal sentido, la Ley 1276/98 primero; y, la Ley
3966/10, después, han establecido las normas y los procedimientos para discutir ante un
juez los supuestos de infracciones como el caso. Dicho procedimiento prevé, entre otras
cosas, normas y formas que garantizan la defensa en juicio y tales defensas no se han respetado. Su violación trae aparejada su nulidad. En la celebración de los actos jurídicos deberán observarse las solemnidades prescriptas por la ley (art. 302 del Código Civil). Cuando una determinada
forma instrumental fuere exclusivamente prescripta por la ley, no podrá suplirse por otra (art. 303 del
Código Civil). En tal sentido, desde el momento en que se me imputó una infracción en un
acta de intervención que no firmé, por un oficial de tránsito que no estuvo allí, por testigos
que no se presentaron, todo lo actuado es NULO. No existe.
Mi parte se ha defendido en más de 7 páginas alegando justamente eso: que
el Acta de Intervención, no sólo no es falsa, sino que además es nula. Es ineficaz, irregular,
un acto administrativo inexistente, que como tal jamás debió iniciar el sumario. ¿Cómo
continuar con esto o de qué otra manera decirlo? ¿Bajo que argumento más podremos demostrar que hemos hecho los deberes como se debían? Mi parte ha presentado sus defensas oportunamente, la ha fundado en más de 10 leyes que ameritaron el rechazo del sumario, así como del acta de intervención que le dio origen, por omisión de formas que traen
aparejada su nulidad. No lo digo yo, lo dicen el Código Civil, la Ley 1276/98, la Ley
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3966/10, la doctrina, la jurisprudencia, la Corte Suprema. Sin embargo, según la juez, ello
“no se infiere”. ¿A dónde vamos? INFERIR, según el Diccionario de la Real Academia Española,
es un verbo que implica sacar una consecuencia o deducir algo de otra cosa. ¿De dónde
concluyó o dedujo la juez que la no existencia de DOS REQUISITOS no implica nulidad
del acto? ¿No es acaso la falta de explicación una omisión del deber judicial de fundar la
resolución en la ley? Es paradójico, ya que el argumento fue justamente el respeto a la pirámide de HANS KELSEN.
EL AGRAVIO
En virtud de todo lo recientemente dicho me han condenado al pago de la
suma de G._________, bajo el apercibimiento de procederse a la remisión de los antecedentes a la Asesoría Legal para el cobro vía judicial.
EL PRINCIPIO DE TRANSCENDENCIA
La MUNICIPALIDAD DE YPACARAI protagonizó la sanción e imposición de
multas de tránsito por el exceso del límite máximo de velocidad de 50 km/h estipulado en
la ciudad. Jurídicamente, la MUNICIPALIDAD DE YPACARAI tiene un Reglamento General de
Tránsito (Ordenanza 15/2008). Ésta, además, se complementa con otras dos ordenanzas
ya mencionadas (31/2009 y 49/2009). El sumario se rige por la Ley Nº 1276/98. Bajo esta
ley –hoy derogada–, la persona que tenga intención de defenderse en el sumario, puede
hacerlo. V.E. recordará que la fotografía del vehículo con la constatación de la supuesta
infracción es simplemente una semiplena prueba. Como tal, no será plena si es argüida de
falsa o pasible de algún otro defecto. Además, el sumario será siempre de averiguación y
comprobación. Que exista o no una infracción dependerá de cada caso en particular. Sin
embargo, considero que existen dos argumentos claves que impiden a la MUNICIPALIDAD
DE
YPACARAI a sancionar y cobrar las multas: a) su incompetencia para multar supuestas in-
fracciones de tránsito sobre rutas nacionales e internacionales y la nulidad del acta de intervención, por incumplimiento de formas legales y, consecuentemente, del sumario mismo.
INCOMPETENCIA DE LA MUNICIPALIDAD DE YPACARAÍ
La MUNICIPALIDAD DE YPACARAI no es competente en materia de infracciones de normas de tránsito sobre rutas nacionales ni internacionales. La norma supuestamente infringida es la Ordenanza Municipal Nº 15/2008, así como sus complementarias
Nº 31/2009 y 49/2009. Conforme el Acta de Intervención, se viola específicamente el art.
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124, que establece los límites de velocidad, con una máxima permitida de 50 km/h, al transitar
la ruta Mcal. Estigarribia.
El antiguo Camino Central – Ruta Nº 2, fue denominado RUTA MARISCAL
ESTIGARRIBIA por el Decreto-Ley Nº 3.258/1940. Esta Ruta –hoy internacional–, que une
Asunción con Ciudad del Este, como salida terrestre al Brasil, no es competencia municipal
en materia de infracciones de tránsito.
Si bien la ordenanza Nº 15/2008 persigue fines loables (reducción de accidentes de tránsito dentro de la ciudad), dicha labor no puede hacerse sino en cooperación
con la autoridad legalmente competente, o sea, con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), a través de su Policía Caminera. La MUNICIPALIDAD DE YPACARAÍ
se atribuye competencias en materia de tránsito que no le corresponden (ordenanza 15/08),
aprueba un “Sistema de Comprobación de Infracciones” (ordenanza 31/09) y contrata a la firma
SETRAN PARAGUAY SA (privada) para la utilización del instrumento de control de velocidad
denominado “Cinemómetro” (ordenanza 49/09), atribuyéndose facultades que la ley no le
reconoce.
La normativa municipal enunciada excede normas legales vigentes. El uso
de los caminos públicos trabajados o mejorados, todo usuario de caminos, transeúntes,
conductor o propietario de vehículos, los vehículos del Estado y sus conductores están
sometidos a las disposiciones del Reglamento General de Tránsito Caminero, establecido por Decreto-Ley Nº 22.094/47 (arts. 1 y 3), que encarga su cumplimiento al Ministerio
de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), con la colaboración del Ministerio del Interior y de Justicia y Trabajo (art. 213). Dicho Reglamento, aprobado por Ley Nº 9/1948,
está vigente.
Las Municipalidades, como lo mencionáramos, sólo pueden limitarse a cooperar. La adopción de este reglamento es optativa, en cuanto la facultad de adoptarlo se establece dentro del mismo Reglamento (art. 2) y se aclara, además, que la función de los Inspectores de Tránsito Municipales, así como la de la Policía Nacional, es sólo la de denunciar infractores (art. 216). La misma Ley Nº 1294/87 “Orgánica Municipal” establece que la
función de la Policía Municipal es la de prestar auxilio para el cumplimiento de las normas
(art. 72) y la nueva ley vigente Nº 3966/10 mantiene el criterio en cuanto señala que la Po-
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licía Municipal debe ordenar, dirigir y señalizar la circulación de personas y vehículos en la
vía pública y en los predios municipales (art. 56). Es decir, la Municipalidad puede coadyuvar
en el cumplimiento de las normas de tránsito, debe denunciar las infracciones, pero jamás
puede multar ni sancionar infractores sobre rutas nacionales, pues ellas quedan fuera de los
predios municipales, las cuales caen de manera exclusiva y excluyente dentro de la competencia del MOPC.
El Reglamento General de Tránsito Caminero es de alcance nacional. Como
se podrá notar a simple vista, todas las disposiciones que lo componen abarcan las más
variadas índoles en materia de tránsito. Contiene capítulos sobre vehículos, equipos, medidas y llantas (art. 13 en adelante), carrocerías y construcción (art. 30 en adelante), pesos brutos
(art. 32 en adelante), luces de los vehículos (art. 39 en adelante), identificación (art. 55 en adelante), inscripciones y patentes (art. 63 en adelante), permisos de conducción (art. 69 en adelante);
por citar algunos ejemplos. El Decreto-Ley contiene disposiciones que abarcan radios urbanos, cuando –por ejemplo– prohíbe parar o estacionar vehículos en las puertas de las casas
de diversiones, templos o edificios de departamentos, reparticiones públicas, bancos y hoteles (art. 115), lo que también demuestra que la intención del legislador fue siempre abarcar
toda la República, en todas sus rutas, aunque éstas atravesaran las ciudades del país. De
hecho y de derecho, toda la materia de VELOCIDAD está establecida en el Capítulo XII,
así como las PENALIDADES en su Capítulo XX.
Actualmente, la Municipalidad utiliza dentro de su control de tránsito la Ley
Nº 1939/02 “Faltas de luces bajas encendidas” la cual modificó el Decreto-Ley Nº 22.094/47
de manera expresa. El Decreto-Ley Nº 22.094/47 fue también modificado por Ley Nº
536/75 la cual incorporó los nuevos montos de las multas con precios equivalentes a salarios mínimos vigentes. Todo lo mencionado tiene dos objetivos: a) demostrar a S.S. que la
normativa está vigente, pues nuevas leyes y de nuestro tiempo hacen referencia a ella y que
es distinta a la utilizada por la MUNICIPALIDAD DE YPACARAI y b) demostrar a S.S. que la
normativa vigente tiene rango de ley y es superior en la prelación normativa nacional, conforme lo establecido en el art. 137 de la Constitución Nacional de 1992. Dicho de otra manera, la MUNICIPALIDAD DE YPACARAI se ha atribuido facultades que de derecho pertenecen al MOPC y, que a pesar de que existe una facultad de cooperar y coadyuvar en la regulación del tránsito, las diversas ordenanzas municipales dictadas por el Municipio son resoluciones de menor jerarquía y, como tales, no modifican ni afectan las disposiciones que
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reglamentan la autoridad del Ministerio. En tal sentido, queda demostrado –de pleno derecho– que las competencias en materia de multas, sanciones y control de infracciones en
materia de tránsito vehicular en rutas nacionales e internacionales, aunque estas crucen las
ciudades del país, es exclusiva del MOPC y de su Policía Caminera y, por lo tanto, mal puede la MUNICIPALIDAD DE YPACARAI arrogarse tales atribuciones.
En suma a lo recientemente mencionado, la Ley Nº 167/93, “Que establece la
Estructura Orgánica y funciones del MOPC”, reorganiza el Ministerio y crea la llamada DIRECCIÓN DE VIALIDAD, que ejecuta y aplica las disposiciones que le encomienden las leyes, decretos y reglamentos especiales que abarquen su función (art. 13). Esta Dirección de
Vialidad fue reorganizada por Ley Nº 75/69. La Resolución MOPC Nº 2505/2010 encomendó a la Dirección de Vialidad la reglamentación de los dispositivos de disminución de
velocidad en cruce de rutas importantes, zonas urbanas, salidas de fábricas, etc. (art. 1), así
como la colocación de los mencionados dispositivos los que serán ejecutados –previa solicitud al MOPC– por las Municipalidades dentro de los ejidos municipales (art. 2). Además,
la misma Ley Nº 167/93 creó la DIRECCIÓN DE TRANSPORTE TERRESTRE, encargada de proponer políticas, formular reglamentaciones y normas, habilitar y fiscalizar todo
lo referente al transporte terrestre automotor por carreteras de servicio nacional e internacional destinados a cargas y pasajeros (art. 22). La Ley Nº 167/93 también creó la DIRECCIÓN DE CONTROL Y SEGURIDAD DE TRÁNSITO, que vela por la seguridad y
asegura el cumplimiento de todas las disposiciones legales referentes a las condiciones técnicas, administrativas y financieras establecidas para la circulación de todo los vehículos
transportadores de carga, pasajeros y particulares en rutas nacionales (art. 24). Lo dicho
hasta aquí, también demuestra que la competencia en materia de tránsito vehicular
sobre rutas nacionales e internacionales permanece en manos del MOPC y con
rango de ley. Por último, también a modo de un nuevo ejemplo, la Ley Nº 3877/2009
ordenó la eliminación de las rutas nacionales e internacionales del territorio nacional de los
dispositivos llamados lomadas o lomos de burros; tarea que, de nuevo, fue encomendada al
MOPC (arts. 1 y 2).
La costumbre es causa de muchas acciones en la sociedad paraguaya. Es
parte de nuestra idiosincrasia acostumbrarnos a hacer las cosas sin siquiera preguntarnos
por qué las hacemos. Pero ello no puede servir de pretexto al Municipio para que, luego de
varios años se haya acostumbrado a imponer, sancionar y cobrar multas que no le compe-
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ten. El uso, la costumbre o práctica no pueden crear derechos, sino cuando las leyes se
refieren a ellos (art. 7 Código Civil). Las rutas del país son bienes del dominio público del
Estado (art. 1898 inciso e.- Código Civil) y como tales, son inalienables. Mal puede la Municipalidad apropiarse de ellos. En efecto, son bienes de dominio público municipales todos aquellos que no pertenezcan a otra administración (art. 106 Ley 1294/87), hoy modificado y
confirmado por el art. 134 de la Ley 3966/10. El correcto usufructo de tales bienes debe
ser también establecido por ley, no por ordenanza. A modo de ejemplo, la Ley Nº 818/80
estableció que los tramos de rutas nacionales comprendidos dentro de los límites de la Municipalidad de Asunción pasan a formar parte de los bienes públicos de la misma (art. 1);
bienes que deben ser mensurados judicialmente e inscriptos en los Registros Públicos (art.
2); sobre los cuales el cargo de mantenimiento y regulación de uso es delegado expresamente por ley nacional (art. 4). Quiere decir, que el correcto usufructo de bienes de dominio
público del Estado es únicamente viable vía expresa delegación por ley, como el caso de la
Municipalidad de Asunción. Queda claro, pues, que la Ley 818/80 formula una excepción a
la disposición del Código Civil, pues entra dentro del mismo rango; cuestión que, como se
ha visto, no puede lograr una simple Ordenanza Municipal
DECRETO PRESIDENCIAL Nº 6704/2011
Como una guinda al pastel, el Presidente de la República ha dictado el Decreto Nº 6704 de fecha 6 de junio de 2011, el cual establece las normas de procedimientos de los Juzgados de Faltas y Contravenciones de la Dirección de Control y Seguridad de
Tránsito Terrestre (Policía Caminera), del MOPC, para la aplicación del Reglamento General de Tránsito Caminero y disposiciones complementarias relativas al tránsito terrestre y la
franja de dominio de las Rutas a nivel Nacional.
Este decreto organizó la cuestión. Crea un Jefe del Departamento del Juzgado de Faltas y Contravenciones Central, que ejercerá la Superintendencia de los Juzgados
Regionales (art. 3), con un Director de la Policía Caminera facultado para entender en cuestiones de contienda de competencia entre Juzgados Regionales (art. 4). Establece, además,
que no se podrá sanciona a una persona dos veces por la misma falta en un mismo día (art.
8) y que sólo el funcionario de la Policía Caminera que constate uno o varios hechos que
pudieran constituir faltas o contravenciones labrará un acta en el lugar de hecho (art. 12). El
no pago de la multa dará inicio a un sumario (art. 15), ante un Juez que recibirá los antecedentes (art. 16), quien dictará una sentencia, recurrible ante el Director de Tránsito (art. 21).
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Las disposiciones establecidas en el Decreto son claras y coherentes. Guardan el mismo trámite sumario y formal que con el que cuentan otras Instituciones Públicas.
Sin embargo, lo importante aquí no es sólo su coherencia, sino la nueva prueba tangible
que un Decreto dictado por el Gobierno actual hace mención y reglamenta nada más que
las disposiciones del Reglamento General de Tránsito Caminero, establecido por Decreto-Ley Nº 22.094/47, el cual encarga su cumplimiento al MOPC, aprobado por Ley Nº
9/1948, con carácter de ley. Es decir, una prueba más que demuestra que el Reglamento
Caminero tiene más de 60 años vigentes. Como si ello fuese poco, el Decreto es junto con
la Ordenanza una disposición jurídica de menor jerarquía, como lo establece la Constitución (art.
137). Y, en tal sentido, este Decreto DEROGA las Ordenanzas Municipales en materia de
tránsito vehicular sobre rutas nacionales, pues se refiere a la misma materia, dentro de la
misma jerarquía, conforme lo establece el art. 7 del Código Civil.
Como se podrá notar a estas alturas, la inflación legal ha generado en las
últimas décadas la confusión –quizá la mala costumbre– de creer que las atribuciones en
materia de tránsito sobre las rutas son municipales. Pero el estudio detenido de la normativa vigente demuestra que la competencia pertenece al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y, en consecuencia, es atribución suya, exclusiva, regular y sancionar
las infracciones de tránsito en las rutas del país. Los decretos-leyes citados, aprobados por
leyes y con rango de LEY, están vigentes. Estos constituyen normas de jerarquía superior a
las ordenanzas municipales y, como tales, tienen prelación en su cumplimiento. Por ende, la
competencia sobre las rutas es y permanece en manos del MOPC y, por lo mismo, la MUNICIPALIDAD DE YPARACAÍ
no tiene competencia para sancionar ni cobrar multas que no le
corresponden.
ACUERDO Y SENTENCIA Nº 253 DEL 23/04/2012
La CORTE SUPREMA DE JUSTICIA dictó el Acuerdo y Sentencia Nº 253 de
fecha 23 de abril de 2012, que NO HACE LUGAR a la acción de inconstitucionalidad
promovida por la Municipalidad de Ypacaraí (cuya copia adjunto), dictado en los autos:
“Acción de inconstitucionalidad en el juicio “contra el artículo 12 de la Ley Nº
3966/2010”, que se tramitara en la SALA CONSTITUCIONAL de la Corte Suprema de Justicia
(Expediente Nº 188, año 2010). La CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA,
con carácter de certeza
jurídica, despejó las dudas que rodeaban la competencia municipal sobre rutas nacionales o in-
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ternacionales que crucen su territorio. El fallo dictado por la máxima instancia es conexo y
resuelve uno de los argumentos ejes sobre los que se desenvuelve el presente sumario. Este
fallo, por su trascendencia para resolver esta cuestión, no puede ser ignorado por S.S.
El razonamiento de la CORTE SUPREMA es correcto. Parte de la definición
de ruta nacional brindada en el Código Rural (art. 58 Ley 1248/31) y la clasifica como un
bien de dominio público del Estado (art. 1898 del Código Civil). Esta distinción coincide
plenamente con la que realicé a lo largo del escrito de indagatoria. Realizado el distingo
entre bienes del Estado central y de los municipios, no quedan ya dudas sobre quien tiene
competencia sobre dichos bienes. La propia CORTE resolvió que es “el Estado paraguayo el
que detenta la potestad absoluta sobre ellos y que por una cuestión de administración los
“cede”…” (sic). Por ende, todos los caminos nacionales (rutas) son del Estado en tanto no
sean delegados (cedidos) por el mismo a cada Municipio. El argumento de la Corte reconoce –además– la colisión de intereses entre instituciones (gobiernos municipal y central).
Pero también reconoce que, “no puede entenderse bajo ningún punto de vista que ellos se
encuentran en igualdad de condiciones con el Estado central hasta el punto de debatir cuestiones como la presente” (sic). Es decir, no hay una colisión constitucional en ningún caso
pues según el criterio de la Corte, sigue siendo el Estado paraguayo el señor de su territorio
y el Gobierno Central como administrador del mismo y dentro de sus atribuciones dispone
de aquel en la forma que lo entiende conveniente a la funcionalidad del aparato estatal y
con ello a la sociedad misma. Jamás pudo hablarse de inconstitucionalidad sobre la supuesta incertidumbre. Sin embargo, despejados los nubarrones grises de esta cuestión, surge
enhiesta y brilla la competencia exclusiva y excluyente del MOPC sobre las rutas nacionales.
Las disposiciones establecidas en el Acuerdo y Sentencia son claras y coherentes. Guardan la misma línea argumentativa que presentamos los supuestos infractores
(conductores) cuando aplicamos la ley en defensa de nuestros intereses. Bajo tales argumentos, este honorable Tribunal de Cuentas encontrará en la presente resolución un argumento más que refuerza la tesis de incompetencia municipal para la sanción de infracciones
sobre rutas nacionales y deberá decretar la incompetencia de la MUNICIPALIDAD
YPACARAÍ, haciendo lugar, en consecuencia, a la presente defensa.
NULIDAD DEL ACTA DE INTERVENCIÓN
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DE
Existe nulidad en el Acta de Intervención que constata la infracción y en
todo el sumario administrativo que es su consecuencia.
El Acta de Intervención no reúne las formas legales y, por lo tanto, es nula.
Conforme las reglamentaciones municipales recién mencionadas, la MUNICIPALIDAD
DE
YPARACAÍ contrató una empresa privada y un sistema de control de velocidad en rutas que
no son de su competencia. Con este sistema, las actas de intervenciones, en virtud de un
CINEMÓMETRO, sacan una fotografía de un vehículo determinado y mencionan la velocidad
del vehículo y la superación de un límite determinado. El acta describe la matrícula del
vehículo, su propietario, el lugar, fecha y hora de la infracción, la descripción de la falta, la
disposición legal infringida y datos del vehículo; todo firmado por un Director de Tránsito.
De conformidad con el art. 29 de la Ley Nº 1276/98, hoy derogada y modificada por el art. 97 de Ley Nº 3966/10, el procedimiento administrativo previo requiere
ciertas formalidades. Y en nuestro caso, dichas formalidades fueron omitidas. Se omitió: a)
la presencia del funcionario municipal en el lugar de la infracción, y b) la firma del imputado o de los dos testigos, en su defecto. De la observación inmediata del Acta de Intervención, la supuesta infracción se basa en una fotografía, sistema mediático que no demuestra la presencia in situ e inmediata del oficial de tránsito así como tampoco se encontrará la firma del infractor ni la de los dos testigos que declaren haber visto la infracción de
normas de tránsito.
Al respecto, la doctrina señala que “antes de considerar los vicios, irregularidades y
defectos de que es susceptible el acto administrativo, y este se considere “perfecto”, se deben reunir dos condiciones: “validez y eficacia”. Válido es el acto que ha nacido de acuerdo al ordenamiento jurídico vigente. Eficaz es el acto que siendo válido reúne los requisitos para ser cumplidos, para
ser puesto en práctica. De modo que la “eficacia” del acto se vincula a su ejecutoriedad, a su
fuerza ejecutiva” (MARIENHOFF, MIGUEL. “Tratado de Derecho Administrativo”, página 460).
En tal sentido, el Acta de Intervención impugnada no es válida porque no proviene de un
ordenamiento jurídico vigente que respete la prelación jurídica constitucional (art. 137 CN)
y, además, no es eficaz, pues no siendo válido, tampoco reúne los requisitos formales señalados (art. 29 Ley 1276/98, derogado y modificado por el art. 97 Ley 3966/10). Por lo dicho hasta aquí, en lo que hace al fondo de la cuestión, determinar si existió o no trasgresión
a la normativa municipal de tránsito, le está vedado al Juzgado. Primero, por ser la Munici-
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palidad incompetente, lo que tornaría un procedimiento inválido y una sentencia ineficaz y,
segundo, en razón de que el Acta de Intervención constituye un acto administrativo imperfecto como legajo acusatorio, por contener vicios sustanciales en su elaboración, que no
pueden ser subsanados en otra etapa, lo que lo anula y a su consecuente sumario.
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LEY Nº 3966/10
Finalmente, el Congreso ha ordenado las cosas. La nueva Ley Nº 3966/10,
en su art. 12, numeral 3, inciso b), establece expresamente que en las rutas internacionales
la jurisdicción es exclusiva y excluyente del Gobierno Central, MOPC Policía Caminera. Sin
embargo, esta es una ley que se sanciona en el 2009 y se promulga en febrero de 2010, por
lo cual entró –recién– en vigencia desde este año, en marzo. Todas las multas, infracciones,
actas de intervención y sumarios que hayan ocurrido o se hayan iniciado antes de marzo, se
rigen por las leyes anteriores y recientemente mencionadas. Por su parte, las nuevas infracciones se regirán por esta nueva ley y los procedimientos establecidos en ella. Esta ley, como mencionamos, ordenó las cosas ya que derogó expresamente las siguientes: Nº 1294/87
"Orgánica Municipal"; Nº 1276/98 "Que establece el Régimen de Faltas Municipales y el
Procedimiento en Materia de Faltas Municipales"; Nº 1733/01 "Que modifica el artículo
27, inciso g) de la Ley Nº 1294/87, "Orgánica Municipal"; Nº 1909/02 "De Loteamientos";
Nº 2454/04 "Que modifica el artículo 26 de la Ley Nº 1294/87 "Orgánica Municipal"; y,
Nº 3325/07 "Que modifica los artículos 38, 62, 163, 164 y 165 de la Ley Nº 1294/87, Orgánica Municipal". (art. 283). Es decir, se hace un borrón y cuenta nueva de todo lo dicho.
Todo lo derogado en marzo está vigente para casos anteriores a marzo. La Ley 3966/10
está vigente para todo a partir marzo de este año.
Por último, si bien es cierto que la ley no tiene efecto retroactivo, el procedimiento administrativo es de carácter inquisitivo y sumarial. Por ende, la nueva ley, al ser
más benigna, debe aplicarse en cumplimiento del aforismo in dubio pro reo, en propio beneficio del supuesto infractor (art. 74 Ley 3966/10). Y además, anticipando una respuesta ex
oficio por parte de la MUNICIPALIDAD DE YPACARAÍ, no se podrá hacer valer contra ninguna
persona que no haya sido parte la medida cautelar decretada por la Corte Suprema de Justicia, la cual ha suspendido los efectos de esta ley. Si bien la misma ha sido decretada, la acción de inconstitucionalidad promovida por la Municipalidad tiene efectos inter partes y no
puede ser aplicada ni extendida a terceros en la cuestión (art. 260, num. 1, CN). En suma,
en caso de que la insistencia fijase todo el argumento en la suspensión de los efectos de la
nueva ley, aún así, la cuestión queda resuelta y en manos del MOPC quien siempre y desde
siempre fue el único órgano competente bajo las anteriores leyes vigentes.
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RESOLUCIÓN 2386/2011 DEL MOPC
El 23 de noviembre de 2011, el Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones (M.O.P.C.) dictó la Resolución 2386/2011 “sobre el Establecimiento de las normas
especiales para el tránsito de vehículos por la Ruta Nacional N° 2 “Mariscal José Félix Estigarribia”, por motivos de la festividad religiosa de la Virgen de Caacupé.
La resolución, previendo “la necesidad de establecer normas espaciales para el tránsito de automotores por la Ruta Nacional N° 2 “Mariscal José Félix Estigarribia”, por motivo de la fiesta
religiosa de la “Virgen de Caacupé”, a fin de precautelar la normal circulación de vehículos, y brindar
seguridad a las personas que concurren al Santuario, minimizando los riesgos de accidentes de tránsito,
durante la festividad”; y considerando: “Que es necesario mantener la circulación de vehículos y transeúntes en forma ordenada, fluida y segura, que cada año alcanza una intensidad de tráfico sobredimensionado, motivando tal situación la posibilidad de accidentes, poniendo en peligro la vida de las personas que
concurren al Santuario Nacional de Caacupé”, encargó a la POLICÍA CAMINERA, dependiente del
Ministerio, creada por Ley N° 63/48, para hacer cumplir las normas de transito, y a la DIRECCIÓN NACIONAL DE TRANSPORTE
(DINATRAN), creada por Ley N° 1.590/2000, para
el control de los vehículos de transporte público de pasajeros o de cargas. Todo con el parecer favorable de la DIRECCIÓN DE ASUNTOS JURÍDICOS DE ESTA SECRETARÍA DE ESTADO
conforme el Dictamen D.A.J. N° 1948/2010.
En tal sentido, en uso de sus atribuciones legales, el MOPC resolvió –de
manera extractada– lo siguiente: 1) Establecer normas especiales de transito prohibiendo la
circulación por ciertos tramos de las Rutas N° 1 y 2, de ciertos vehículos, a partir de ciertas
horas; 2) Proceder al desvió del itinerario de los vehículos de transporte público de pasajeros y de vehículos particulares en general, para cruzar o permanecer dentro del casco urbano de la ciudad de Caacupé; 3) Flexibilidad en la variación de los horarios establecidos
conforme a la afluencia de vehículos y peregrinantes, quedando exclusivamente a cargo de
la Policía Nacional y Policía Caminera, coordinados por el Consejo Nacional de Seguridad
Vial, de común acuerdo; 4) Habilitar la circulación de los vehículos de transporte de pasajeros de media y larga distancia; 5) Establecer paradas obligatorias para vehículos de transporte público de pasajeros en general; 6) Encargar a la Policía Caminera el riguroso cum-
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plimiento de lo dispuesto en la presente Resoluci6n; y 7) Solicitar a DINATRAN y a la
SETAMA, a prestar su colaboraci6n. Trascribo texto in extenso en la nota al pie1.
La resolución es, junto con la Ordenanza, una disposición jurídica de menor
jerarquía, como lo establece la Constitución (art. 137). Y, en tal sentido, esta resolución
DEROGA –así como el decreto presidencial– las Ordenanzas Municipales en materia de
tránsito vehicular sobre rutas nacionales, pues se refiere a la misma materia, dentro de la
misma jerarquía, conforme lo establece el art. 7 del Código Civil. Como notará V.E., la
resolución es una prueba más de que el tránsito vehicular sobre rutas nacionales es competencia del MOPC a través de su Policía Caminera.
1
Resolución 2386/2011. VISTO: La necesidad de establecer normas espaciales para el tránsito de automotores por la Ruta
Nacional N° 2 "Mariscal José Félix Estigarribia", por motivo de la fiesta religiosa de la "Virgen de Caacupé", a fin de precautelar la
normal circulación de vehículos, y brindar seguridad a las personas que concurren al Santuario, minimizando los riesgos de
accidentes de tránsito, durante la festividad; y CONSIDERANDO: Que es necesario mantener la circulación de vehículos y
transeúntes en forma ordenada, fluida y segura, que cada año alcanza una intensidad de tráfico sobredimensionado, motivando tal
situación la posibilidad de accidentes, poniendo en peligro la vida de las personas que concurren al Santuario Nacional de Caacupé.
Que la Policía Caminera dependiente de este Ministerio, ha sido creada por Ley N° 63/48 para hacer cumplir las normas de transito,
y la Dirección Nacional de Transporte (DINATRAN), creada por Ley N° 1.590/2000, para el control de los vehículos de transporte
público de pasajeros o de cargas. Que la Dirección de Asuntos Jurídicos de esta Secretaría de Estado ha expresado su parecer
favorable conforme consta en el Dictamen D.A.J. N° 1948/2010. POR TANTO; en uso de sus atribuciones legales, EL MINISTRO
DE OBRAS PUBLICAS Y COMUNICACIONES
RESUELVE:
Art. 1°.- Establecer normas especiales de transito prohibiendo la circulación por la Ruta Nacional N° 2 "Mcal. José Félix
Estigarribia", en el tramo, San Lorenzo a Km. 64 (Ramal Piribebuy) y por la Ruta Nacional N° 1, ramal Paraguarí - Piribebuy, de
vehículos con acoplados, transportadores de ganados en pie y de cargas peligrosas o indivisibles, camiones de carga en general de
diez (10) toneladas adelante, a partir de las 12:00 horas del miércoles 7 y hasta las 10 horas del jueves 8 de diciembre del corriente
año. Asimismo de vehículos de transporte público de pasajeros que no reúnen las condiciones técnicas de seguridad y confort,
utilizando como variante el Ramal a Piribebuy hasta el empalme can la Ruta N° 1 "Mcal. Francisco Solano López", a partir de las
18:00 horas del miércoles 7 y hasta las 09:00 horas del jueves 8 de diciembre de 2011. También se impedirá el tránsito de bicicletas
por la citada Ruta en el tramo ciudad de San Lorenzo hasta la ciudad de Eusebio Ayala, a partir de las 12:00 horas del miércoles 7
hasta las 10:00 horas del jueves 8 de diciembre de 2011.
Art. 2°.- Proceder al desvió del itinerario de los vehículos de transporte público de pasajeros y de vehículos particulares en
general, que utilizan la Ruta Nacional N° 2 "Mcal. José Félix Estigarribia", para cruzar o permanecer dentro del casco urbano de la
ciudad de Caacupé, en el tramo desde Ypacaraí hasta el km. 55, en los horarios y caminos alternativos, que a continuación se
mencionan: a) Sentido Capital Interior del país, Ypacaraí -Pirayu - Compañía Pedroza por Azcurra, y su empalme con la variante de
la Ruta N° 2 (Caacupé); b) Sentido Interior - Capital del país, Km. 54,500 metros "Calle Carlos Morphi" -Ramal a la Compañía
Cabañas y su empalme can la Ruta N° 2 Km. 48 y/o por la Compañía Pirayu'í - San Bernardino, a partir de las 18:00 horas
(vehículos de uso particular y vehículos de transporte público en general) del miércoles 7 y hasta las 07:00 horas de jueves 8 de
diciembre del presente año.
Art. 3°.-Los horarios establecidos en los Artículos anteriores podrán sufrir variaciones conforme a la afluencia de vehículos
automotores y de peatones peregrinantes, en los tramos citados precedentemente, quedando exclusivamente a cargo de las
autoridades involucradas en la seguridad (Policía Nacional y Policía Caminera) y coordinados por el Consejo Nacional de Seguridad
Vial, de común acuerdo, establecer el horario para la circulaci6n vehicular.
Art. 4°.- Habilitar la circulación de los vehículos de transporte de pasajeros de media y larga distancia, conforme al Artículo 2°
de la presente Resolución, a excepción de los ómnibus de doble piso que podrán circular hasta las 18:00 hs. del miércoles 7,
debiendo luego realizar su desvío por la Ruta Nacional N° 1, desde la ciudad de San Lorenzo.
Art. 5°.- Establecer paradas obligatorias para vehículos de transporte público de pasajeros en general, por la Ruta Nacional N° 2
"Mcal. José Félix Estigarribia", desde Ypacaraí hasta Caacupé, en los siguientes puntos: 1) Ypacaraí; y 2) Terminal de Ómnibus de
Caacupé; en las siguientes fechas y horarios: desde el miércoles 7 a partir de las 18:00 horas hasta el jueves 8 de diciembre del
presente año, a las 06:00 hora.
Art. 6°.- Encargar a la Policía Caminera, dependiente de este Ministerio, el riguroso cumplimiento de lo dispuesto en la
presente Resoluci6n.
Art. 7°.- Solicitar a la Direcci6n Nacional de Transporte (DTNATRAN) y a la SETAMA, a prestar su colaboraci6n para el
cumplimiento de lo dispuesto en la presente Resolución.
Art. 8°.- Comunicar a quien corresponda y cumplido archivar.
Gral. Brig. (R) Cecilio Pérez Bordón, Ministro
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PUBLICACIONES Y NUEVAS ACTUACIONES DEL MOPC
Debido a los festejos marianos, la Policía Caminera del MOPC, como consecuencia de la resolución arriba citada, estuvo trabajando arduamente en aquellos días,
atendiendo el tránsito vehicular sobre las rutas I y II, a favor de todos los peregrinantes que
fueron a Caacupé. Entre los días 7 y 8 de diciembre de 2011, el diario ABC Color publicó
diferentes noticias que prueban, una vez más, que la Policía Caminera es el único organismo competente en el control del tránsito vehicular sobre rutas nacionales y que su labor se
extiende más allá de lo que afirma la adversa. Veamos:
“La Policía Caminera dispuso el desvío para los vehículos que van
rumbo al interior desde Asunción, con la Ruta 2”. Con esta medida, desde Ypacaraí hasta el
kilómetro 54 queda totalmente liberado para el tránsito de peregrinantes. … el desvío fue establecido por la
Policía Caminera poco después de las 10:15 de este miércoles. El desvío se establece en Ypacaraí, desde
donde los vehículos deben tomar el tramo Pirayú, compañías Pedrozo y Azcurra, para salir en Caacupé.
Con esto se deja liberado el tramo para la incesante cantidad de peregrinantes que arriban a la capital
espiritual de la República. (Publicado por el Diario ABC Color, el 7 de diciembre de 2011,
22:28 horas), cuya copia adjunto.
“Inicia desvío de trayecto para vehículos que van del interior a Asunción por la Ruta 2” Cerca de las 21:30 de este miércoles, la Policía Caminera dispuso el desvío de los
vehículos que vienen del interior con destino a Asunción. Aún no se estableció la variante para los automóviles que se trasladan desde Asunción al interior, por la Ruta 2. …Se dispuso el desvío de los vehículos que
vienen del interior con destino a la capital a la altura del kilómetro 54 de la Ruta 2. Efectivos de las policías Caminera y Nacional realizarán el ordenamiento del tránsito y los desvíos serán señalizados con carteles luminosos. Aún no se dispondrá el desvío para los vehículos que van desde Asunción al interior del país,
hasta el momento. (Publicado por el diario ABC Color, el 7 de diciembre de 2011, 21:31 horas), cuya copia adjunto.
“Policía Caminera intensifica controles en Caacupé” El operativo de la
Policía Caminera iniciada semanas atrás es reforzado en la víspera de la festividad de la Virgen de Caacupé. …Desde las primeras horas del miércoles, agentes de la Policía Caminera iniciaron sus actividades en el
área regional de Caacupé. En total, unos 183 agentes trabajan para el operativo de la festividad mariana;
mientras que 280 agentes se distribuyen alrededor de la República. La directora de la Policía Caminera,
Pabla Coronel, comentó detalles de las actividades realizadas en el marco de la campaña “Seguridad vial es
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responsabilidad de todos”. Entre las actividades principales de los agentes se encuentran el control de documentaciones, habilitaciones y registros necesarios para la conducción; así como la vigilancia de llevar cascos,
en caso de conducir motocicletas. Estos Los agentes recuerdan que está prohibido que en los biciclos vayan
más de dos personas o niños menores de 12 años. Igualmente, está prohibido viajar en las estriberas o en las
carrocerías de los vehículos, ratifican los funcionarios. Operativos sorpresas. La directora de la institución subrayó que realizarán el alcotest no solo en Caacupé, sino a nivel nacional. Los mismos se extenderán hasta finalizada la festividad religiosa, previéndose operativos sorpresivos en diversos puntos estratégicos.
Los agentes controlarán las tarifas de los colectivos, de tal forma que las mismas no excedan lo estipulado
por la Dirección Nacional del Transporte (Dinatran). Desvíos y emergencias. La Policía Caminera
habilitó desde la fecha el servicio de atención telefónica. (Publicado por el diario ABC Color, el 7 de
diciembre de 2011, 16:31 horas), cuya copia adjunto.
“Policía caminera realiza controles en Caacupé” En la víspera del 8 de
diciembre rigurosos son los controles realiza la Policía Caminera en las inmediaciones de Caacupé. El objetivo es evitar cualquier tipo de incidentes con los peregrinantes. Motociclistas sin casco, camionetas que trasportan pasajeros en la carrocería, camiones de cargas que lleven a personas, vehículos que circulen con exceso
de velocidad o incurran en adelantamientos indebidos son sancionados con distintas medidas. Las multas
por violar estas normas van de tres a cinco jornales mínimos para los choferes. En cuanto a las camionetas y
vehículos de carga que viajen con pasajeros en la carrocería, se procede a detenerlos y bajar a las personas.
Los procedimientos arrojaron hasta el momento 100 conductores sancionados por diversas infracciones. Los
controles proseguirán hasta el 14 de diciembre, fecha en que disminuye notablemente la cantidad de peregrinantes. (Publicado por el diario ABC Color, el 7 de diciembre de 2011, 11:08 horas), cuya
copia adjunto.
“Caminera detectó 10 casos de alcotest positivos” Pabla Coronel, titular
interina de la Policía Caminera, calificó de positiva la gestión del organismo en la cobertura de la zona de
Caacupé. Informó que se detectaron 10 casos positivos de alcotest, uno de ellos tras un accidente que dejó
daños materiales. Coronel conversó con ABC TV e informó sobre las tareas que realizó la Caminera durante la festividad del Día de la Virgen de Caacupé. La autoridad informó que se realizaron 25 procedimientos en los cuales se detectaron 10 casos de alcotest positivos. (Publicado por el diario ABC Color,
el 8 de diciembre de 2011, 08:46 horas), cuya copia adjunto.
“Caminera desplegó controles de velocidad en rutas I y II” Efectivos de
la Policía Caminera implementaron desde ayer de tarde controles móviles de velocidad sobre las rutas I y II,
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con el objetivo de evitar choques y arrollamientos de los peregrinantes que se dirigen a Caacupé. Durante
una verificación de apenas 10 minutos efectuada en el desvío a San Bernardino, tres conductores fueron
sancionados con multas de ocho jornales, unos 510.000 guaraníes por sobrepasar los 80 kilómetros por
hora, en carretera, que estipula el reglamento de tránsito del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). La Caminera montó puestos de controles en siete puntos de la Ruta II, para ordenar
el tránsito, resguardar y asistir a los peatones. El primer retén fue instalado en el kilómetro 26, zona de
Itauguá, luego en el peaje de la ciudad de Ypacaraí, después en el desvío a la ciudad de San Bernardino y
otros cuatro en puestos hasta el cruce Piribebuy, señalaron. Durante los controles previos efectuados en horas
de la madrugada en el desvío a San Bernardino, seis conductores alcoholizados, que se dirigían a la Villa
Serrana, fueron sorprendidos y sacados de circulación. La Caminera anunció oficialmente que recién después
del mediodía de hoy, los vehículos de gran porte podrán volver a transitar sobre la Ruta II, en el tramo
comprendido entre la ciudad de San Lorenzo y Caacupé. (Publicado por el diario ABC Color, el 8
de diciembre de 2011, 00:00 horas), cuya copia adjunto.
Este honorable Tribunal de Cuentas notará que estas publicaciones prueban
y constituyen un argumento más que refuerza mi tesis de incompetencia municipal para la
sanción de infracciones sobre rutas nacionales. La labor de la Policía Caminera es total.
Abarca desde el control de uso de cascos hasta de personas en carrocerías y se extiende
desde ciudades como Itauguá, pasando por Capiatá, Ypacarai, San Bernardino, Caacupé
hasta Piribebuy, en más de 7 puestos de control. La MUNICIPALIDAD DE YPACARAÍ, por su
parte, –olvidando su tan preciada autonomía–, no ha puesto un solo funcionario al servicio
de siquiera uno de los millares de peregrinantes que recorren día a día kilómetros de supuestas “rutas municipales”. Pues, como es notorio, todo es controlado a cabalidad por el
MOPC. De hecho, las fotografías de las publicaciones demuestran que el MOPC utiliza su
reglamento de tránsito para el control de velocidad (cinemómetro), multando hasta con 5
jornales las infracciones por superar la velocidad de 80 km/h. El trabajo es serio, con policías uniformados en la vía pública, trabajando en pro de los peregrinos y no ese que pretende la Municipalidad de Ypacarai, con funcionarios administrativos, sacando fotografías
ocultas desde la comodidad de una camionetita estacionada detrás de la tramposa sombra
de un árbol.
¿Qué se supone que debe hacer el conductor? ¿Respetar los 50 km/h ilegalmente exigidos por la Municipalidad de Ypacarai o los 80 km/h exigidos por el MOPC?
¿Debe el conductor ser sancionado dos veces por la misma infracción aún cuando la ley lo
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prohíbe? ¿Puede haber dos autoridades “competentes” realizando la misma labor y sancionando y multando por separado? Como notarán V.E., el hecho aquí alegado es una prueba
más de que el supuesto interés social municipal no existe. La Municipalidad de Ypacarai no
es competente para realizar controles sobre las rutas nacionales y lo que hacen es nulo. La
tarea de corregir tal agravio, por su interés, tiene extensión nacional, responsabilidad social
y está al alcance de Vuestro Tribunal poder enderezar este atropello.
PRUEBA DOCUEMENTAL
Ofrezco como prueba documental las constancias completas del expediente
administrativo que obran en el Juzgado de faltas de la Municipalidad de Ypacarai y cuya
copia deberá ser agregada al expediente por la demanda. Por lo que solicito a V.E. se sirvan
de librar oficios a la Municipalidad de Ypacarai a fin de que remitan copia autenticada del
expediente caratulado: “Municipalidad de Ypacarai c/ ____________ s/ Infracción de
tránsito (Expediente Nº ______/____)”. Asimismo, todas las constancias de las publicaciones supra citadas.
Por todo lo expresado, solicito a V.E. se sirva proveer lo siguiente:
1. Que reconozca mi personería en el carácter invocado y que tenga por constituido
mi domicilio en lugar señalado;
2. Que tenga por interpuesta esta demanda contencioso administrativa que ________
promueve contra la Municipalidad de Ypacaraí, en los términos del escrito que
antecede, y de la misma corra traslado a la parte demandada para que la conteste
dentro del termino de ley;
3. Que ordene el desglose y devolución de los documentos originales presentados
previa agregación y autenticación por secretaría de sus fotocopias;
4. Que, oficio mediante, dirigido a la MUNICIPALIDAD
DE
YPACARAÍ, ordene la
remisión de todos los antecedentes sumariales a autos (Expediente Nº _____/___);
5. Que, oportunamente y previo trámites de rigor, dicte sentencia anulando la S.D. Nº
________de _________ y todo el sumario, declarando el sobreseimiento definitivo
y el archivo, liberando a mi cliente del pago de G._____, sin afectar ni considerarse
éste como antecedente alguno contra su persona, con expresa condena en costas.
ES JUSTICIA
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