Condiciones para una vida digna

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Condiciones para una vida digna
JORGE IVÁN BULA
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Medir el impacto de la crisis económica en el seno de las unidades familiares en
todas sus dimensiones es una tarea que aún demanda muchos afinamientos a
pesar de los avances en materia de medición de condiciones y calidad de vida (v.g.
índice de Desarrollo Humano, índice de Calidad de Vida). Pero por orro lado,
habida cuenta de lo reciente de la crisis, la dificultad de contar con información
actualizada para construir los indicadores disponibles, impide poder realizar este
tipo de evaluación con mayor precisión. Pero un mejor entendimiento de la
dinámica de cómo las titularidades de las familias y los individuos, como lasde-finc
el profesor Amartya Sen, pueden verse afectadas por efecto de una crisis, lo^i.i
permitirnos dimensionar los alcances que ésta puede tener, en particiil.n
dependiendo de su nivel de vulnerabilidad.
Dotaciones iniciales y capital global
En primer lugar es importante entender que toda persona o familia consta de lo
que el profesor Pierre Bourdieu (1979, pp. 128-129) denomina el volumen de
capital global, que él define como el conjunto de recursos y poderes que son
efectivamente utüizables por ella y que depende de las estructuras patrimoniales
de acuerdo con una distribución del mismo dentro de un espacio geográfico
jerarquizado, es decir, dentro de un territorio que contiene una determinada
estructura social.
Dicho capital global consta fundamentalmente de tres tipt)s de cajiit.il: un capital
económico, constituido por las rentas o fuentes de ingreso de l,i pcr.sona o la
familia; un capital cultural, que equivale ,i su bagaie ciiliiiral coiiin producto de
los procesos educitivos formales o informales dentro de lo.s cuales ha tenido
283
CÁTEDRA MANUELANCfZAR É r i c a y bioérica - 1 Semestre de 2 0 0 1
oportunidad de participar, y un capital social que corresponde al conjunto de
contactos y relaciones sociales a los que la persona o la familia tiene acceso o ha
desarrollado.
Éstos son pues los capitales que constituyen la estructura patrimonial de un
individuo o de una familia, estructura que puede variar incluso en medio de un
mismo estrato social (algunos podrán poseer más capital económico que cultural
o viceversa, por ejemplo). Y éste es el capital con el cual las personas se enfrentan
en el mercado.
Pero adicional a estos tipos de capital, cabría adicionar un cuarto aspecto, que
aquí llamaremos, para no apartarnos de la forma como nuestra sociedad exige
categorizar, el capital genético, o lo que el profesor Sir James Edward Meade
(Premio Nobel de Economía en 1977), denomina el componente genético. En
efecto, en el proceso de reproducción genética, tiene lugar el fenómeno de
autopoiesis, un proceso de producción continua de sí mismos que da lugar a un
proceso hereditario que hace de nuestra evolución un sistema histórico, donde a
•la vez se conjugan la herencia de "configuraciones estructurales fundamentales
propias" (v.g. ADN= genes) y variaciones reproductivas que constituyen variaciones
continuas que diferencian los nuevos individuos de sus antecesores (Maturana &
Várela, 1996, pp. 44-45).
Ello significa que todo individuo llega al mundo con unas dotaciones iniciales
que están compuestas por el capital económico, cultural y social acumulado por
su familia, y el capital genético que hereda de sus progenitores. Y es a partir de
estas dotaciones iniciales que se define el poder de negociación que la persona
tiene en el momento de intercambiar bienes y servicios en el mercado. De acuerdo
con esa capacidad de negociación las posibilidades de reproducir o ampliar su
capital global serán mayores o menores. En términos del profesor Meade (1985,
184): "Las dotaciones estructurales básicas de buena o mala fortuna las dan los
padres a los hijos; pero el niño, a medida que crece, moldea y modifica las
dotaciones básicas que recibió cuando niño de su padre y de su madre, antes de
amalgamarlos con los de su mujer y pasar ese paquete modificado y mezclado de
dotaciones de fortuna a sus propios hijos" (subrayado mío). Reconoce Meade que
son estas dotaciones iniciales, las que en condiciones de competencia perfecta (es
decir, en ausencia de barreras artificiales a la movilidad de factores de producción
y de políticas públicas redistributivas) conllevan a las desigualdades en la
distribución del ingreso.
284
Condiciones para uii.i vida di^n.
Las posibilidades de movüidad social y de mejorar la calidad de vida dependen,
por tanto, de estas condiciones y de lo que el profesor Bourdieu (1979, p. 145 y
ss.) llama las estrategias de reproducción, que constituyen el conjunto de prácticas
a través de las cuales los individuos y las familias tienden, consciente o
inconscientemente, a conservar o a aumentar su patrimonio, y en consecuencia
mantener o mejorar su posición en la estructura de relaciones de clase que
caracteriza una determinada sociedad. Pero también son el producto de lo que él
denomina las estrategias de reconversión, donde se busca modificar la estructura
patrimonial (o de los distintos capitales) como mecanismo de reproducción o
ascenso social. Asi, por ejemplo, una persona puede hacer uso de sus contactos
sociales (capital social en términos de Bourdieu) para mejorar su situación
económica. Estas estrategias condicionan los cambios que una persona puede
sufrir durante su vida en cuanto al conjunto de titularidades de las que puede
disponer para intercambiar en el mercado y obtener el conjunto de bienes y servicios
que requiere para su propio desarroUo.
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Así, una persona ocupa un lugar en la sociedad de acuerdo con su dotación inicial
de bienes (ya sean estos mercantiles, no mercantiles, tangibles, no tangibles, de
mérito, etc.), lo cual posibilita potenciar sus capacidades, su libertad de desempeño
y su rango de oportunidades; entendiendo que en el uso de esa libertad se ejercen
derechos, como el del dominio sobre un conjunto de bienes y servicios y un
espacio de reconocimiento y participación social, que se traducen, finalmente,
en la calidad de vida de la persona, en su manera de ser y hacer. Existen en los
seres humanos dos tipos de poderes, de habilidades, que condicionan su forma de
relacionarse con los demás y, en consecuencia, afectar su nivel de calidad de vida:
Extractivo: habilidad del hombre para hacer uso de las capacidades de otras
personas (individualismo posesivo = homo economicus). Un poder a través del cual
una persona se sirve de los poderes de la otra para su propio beneficio. Es la
racionalidad que impera en el tipo de sociedad moderna que el hombre ha venido
construyendo. ... ,
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Para el desarrollo: habilidad para hacer uso de sus propias capacidades humanas
(comprensión racional de las cosas, ejercicio de juicios y acciones morales,
contemplación o creación estética, actividades de amistad y amor, etc.). Es el
poder que con base en la alteridad permite desatrollar las capacidades de las
personas. Es el tipo de poder que esta sociedad ha relegado a un segundo plano.
285
CM LI)R,\ MANUEL ANCfZAR Ética y bioética - 1 Semestre de 2 0 0 1
Las condiciones del desarrollo humano
Si entendemos el desarrollo humano, o más bien el desarrollo a escala humana de
una sociedad, como la define el premio Nobel de Economía, el profesor Amartya
Sen, como la expansión de las capacidades humanas, lo que equivale a decir la
ampliación del conjunto de alternativas de desempeño social dentro de las cuales
una persona puede escoger llevar un tipo de vida determinado (Sen, 1992, p. 40),
el acceso a las titularidades, o a un cierta estructura de capital global, influirá
inequívocamente en el tipo de desarrollo resultante.
Dos condiciones se derivan de lo expuesto, por tanto, para la expansión de dichas
capacidades: 1. Las dotaciones iniciales, que equivale a lo que Bourdieu llama el
efecto de inculcación ejercido por la familia o las condiciones de existencia
originales, y 2. Las titularidades de intercambio que la persona pueda generar,
que responderían, en términos de este autor, al efecto de la trayectoria social.
Veamos cómo interactúan estos aspectos. El capital económico de una persona
puede verse afectado positiva o negativamente por diversos factores: en cuanto a
los activos económicos por el tamaño de la familia (entre mayor el número de
hermanos, menor la participación en d patrimonio familiar); la rentabilidad de
los mismos depende de las condiciones del mercado o de poseer buenos contactos
sociales (una buena relación con el gerente del banco, por ejemplo, puede garantizar
unas mejores condiciones de inversión); o bien de un factor de suerte (haber
acertado en la elección del tipo de inversión). En cuanto al nivel de ingresos, éste
puede depender de las habilidades de que dispone la persona, las que ha desarfoUado
gracias al tipo de educación que haya podido obtener o las que ha heredado
genéticamente, de la estructura de salarios del mercado laboral para ese tipo de
habilidades, de la demanda de fuerza de trabajo en el mercado laboral, de los
contactos sociales (apalancamiento de puestos), y algo de suerte en cuanto a éxitos
o fracasos.
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Existen pues interrelaciones entre los distintos tipos de capital, el tipo de entidad
escolar y el nivel educativo pueden mejorar el nivel de contactos sociales de una
- persona; el tipo de relaciones sociales de la persona puede llevarlo a distintos tipos
de aprendizaje adicionales que afectan su capital cultural (disrinto es una banda
de barrios a una sociedad de profesionales). De estas interrelaciones, dependen las
posibilidades de desarrollo social y humano de las personas.
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286
Condiciones para uiu vida digna
Ejemplos de mecanismos a través de los cuales las condiciones socioeconómicas
influyen en el crecimiento de los niños:
El crecimiento de los niños puede ser influido por las condiciones socioeconómicas
familiares, por medio de diversos mecanismos que afectan la disponibUidad de
nutrientes en el nivel celular, por ejemplo, la capacidad familiar de compra (nivel
de ingreso) o de acceso a los alimentos sin intermediación del dinero (acceso
directo a la tierra), influye en la posibilidad de acceso a los recursos alimenticios;
las condiciones socioeconómicas definen prácricas tales como la de la alimentación
infantil y las de salud que influyen en la absorción nutricional y la respuesta del
cuerpo a las infecciones conjuntamente con el nivel de salubridad presente en el
medio ambiente.
Luego, el desarrollo humano sostenible como concepto y como práctica es en
última instancia, el resultado de un esfuerzo permanente por superar las condiciones
de pobreza, de inseguridad, de discriminación y de dependencia, que impiden la
realización de una vida digna a un número cada vez mayor de seres humanos;
debe estar presente en la formulación de las estrategias de desarrollo sostenible,
resumido en los principios de equidad (igualdad de oportunidades para todos en
la sociedad); sostenibilidad (responsabilidad con las generaciones futuras);
productividad (aumento constante en la productividad), siempre que no se reduzca
a las necesidades del crecimiento económico sino que, se convierta en base e
indicador del progreso de todos los miembros de una sociedad; poder de
participación (inserción activa, directa y creciente de los ciudadanos en la solución
de los problemas económicos, sociales, culturales y políticos que afectan su vida...);
y la seguridad humana (condiciones materiales sociales y culturales que deben
permitir la satisfacción permanente y creciente de las necesidades de los hombres
y mujeres) '.
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Impedimentos para un adecuado desarrollo humano
Las condiciones dentro de las cuales puede lograrse una mayor expansión de las
capacidades puede verse afectada al menos por tres aspectos: 1. La ausencia de
medios adecuados de vida; 2. La ausencia de acceso adecuado a los medios de
trabajo y; 3. La ausencia de protección a una posible injerencia de otros en nuestras
vidas (Macpherson, 1987). El primero puede depender de las propias titularidades
producto de los esfiíerzos de una persona, pero también de los esfuerzos que la
sociedad, y en particular el Estado, hacen para garantizar unas condiciones de
Informe sobre Desarrollo Humano. Honduras 1998: 11,12
287
CÁTEDRA M.WUEL ANClZAR É r i c a y bioética - 1 Semestre de 2 0 0 1
vida digna a sus ciudadanos, más específicamente en lo que concierne a los Uamados
bienes meritorios (aqueUos que se derivan de! estatus de ciudadano en su propio
derecho). El segundo, está sujeto a las dinámicas del mercado, pero también a las
regulaciones que tiendan a garantizar el pleno empleo. El último, son las garantias
a gozar de los derechos individuales.
El entorno macroeconómico establece, en consecuencia, los parámetros dentro
de los cuales los individuos pueden ver aumentadas o disminuidas sus posibilidades
de mejorar su nivel de titularidades. Entorno que, a su vez, influye en las decisiones
que en el nivel medio las instituciones del sector privado y del sector público
adopten (v.g. reestructuraciones empresariales) y de las respuestas (las estrategias
de reproducción y reconversión) que en el nivel micro las familias y los individuos
adopten.
En una situación de bajo crecimiento económico y de altos niveles de desempleo
como la que atraviesan la mayoría de los países de América Latina, y en particular
Colombia (con el índice más alto de desempleo de la región), acompañada de un
claro deterioro del sector de la salud, del quiebre presupuestal de los municipios
para inversión en servicios sociales básicos, mostraría que por lo menos dos de los
impedimentos mencionados arriba tienen lugar como producto de la crisis.
Si se tiene en cuenta, como dice el profesor Meade, que las desigualdades resultan
en buena parte de las dotaciones iniciales, es de esperarse que los grupos que
poseen un volumen de capital global menor, sean los más vulnerables frente a la
crisis y quienes se verían más afectados en un desarrollo potencial de sus capacidades
humanas. Vale la pena recordar que aquello que es propio de las «sociedades de
trabajo», como dice Gorz, es que el trabajo es considerado a la vez como un deber
moral, una obligación social y como la vía hacia el éxito personal. Y como dice
Max-Neef (1986, p. 28): "Es sabido que un individuo que sufre una prolongada
cesantía cae en una especie de 'montaña rusa emocional, la cual comprende, por
jo menos, cuatro etapas: a) shock, b) optimismo, c) pesimismo, d) fatalismo. La
• última etapa representa la transición de la inactividad a la frustración y de allí a
un estado final de apatía donde la persona alcanza su más bajo nivel de autoestima".
DUemas para una política social
...
Enfrentar el impacto de la crisis tanto en sus efectos en la calidad de vida de las
personas y las famüias y en su incidencia en la profundización de la desigual
distribución del ingreso supone articular la política social con las demás estrategias
económicas de una política pública. Como lo sugiere el profesor Lance Taylor
288
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Condiciones para una vida digna
(1997, pp. 442 y ss.), es indispensable mantener un enfoque sinérgico en ttes
niveles de intervención: en la búsqueda de una reducción de la pobreza medida
por ingresos, a través de medidas de redistribución del ingreso y de activos
económicos y sociales (e incluso políticos) como una forma de corregir la inequidad
en cuanto a dotaciones iniciales que el mercado por sí mismo no hace; en el
propósito de restablecer el crecimiento económico sostenible, por medio d d
incremento dd capital fisico, el capital humano y la generación de divisas, y en
los esfuerzos por mejorar el desarroUo social con niveles mayores de inversión en
servicios sociales básicos.
En ese sentido, se trata de evitar establecer relaciones causales simplisras como
aquellas que consideran que el crecimiento económico per se conduce a una
reducción de la pobreza, o que el gasto social suprime la pobreza por ingresos. Por
el contrario, se busca entender mejor las relaciones sinérgicas existentes entre
estrategias y acciones de reducción de la pobreza (que pueden ampliar la demanda
por bienes y servicios), programas de desarrollo social (gastos en salud mejoranlos
niveles de productividad de la población) y estrategias de crecimiento económico
(contribuyen a mejorar los niveles de ingreso), no porque una sea prerrequisito de
la otra, sino porque su articulación a través de una acción decidida del Estado,
garantiza colocar al país en la vía del desarrollo humano y, por tanto, de la expansión
de las capacidades de sus ciudadanos y ciudadanas.
Entorno macroeconómico y condiciones socioeconómicas de la famiUa: el caso
de América Launa
La caída del producto nacional se traduce para las familias en un bajo nivel de
dotaciones iniciales (en disponibilidad de tietra y en nivel de capital humano) y el
uso insuficiente de los recursos productivos (hmitaciones legales en el uso de los
derechos).
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Para América Latina, la década de los ochenta se inicia en términos generales con
un duro proceso de inserción en el mercado mundial, en términos de un alto
costo de transformación debido esencialmente a que el producto interno bruto
creció menos que la población y este crecimiento (máximo del 4.5%), sirvió para
pagar el servicio de la deuda (el aliorro interno no financió la inversión y, por lo
tanto, se tuvo que recurrir al constante endeudamiento externo como única
alternativa para garantizar los pagos de los intereses de la deuda externa).
Adicionalmente, se tuvo que reducir el consumo interno o la demanda doméstica,
con lo que de ser países receptores de capital extranjero, se tornaron en exportadores
de capital a los países desarrollados.
289
CÁTEDRA MANUELANCfZAR Ética y bioética - I Semestre de 2 0 0 1
Para financiar los déficit públicos y externos se aumentan las cargas tributarias, se
reducen las importaciones y se inician las devaluaciones, lo que derivó en el
encarecimiento de las importaciones y, en consecuencia, de los insumos y la
tecnología procedente del exterior, mientras que las exportaciones, a pesar de
verse favorecidas por el tipo de cambio, no aumentan según lo esperado, dada la
baja de la demanda externa, pues la crisis internacional del capitalismo y la
revolución agrícola genera tanto autosuficiencia en los países del norte, como
una caída de los precios de las materias primas.
PIB V PIB por hab. De América Latina v el Caribe.
Periodos 1981-1990 y 1991-1999
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DPIB
• PIB por hab.
Años
Fuente: Cepal. Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe • 1999
Finalmente, la inflación acompaña un proceso generalizado de desempleo y
surgimiento de la llamada «economía informal». Todas la economías del área
implementan políticas económicas de «ajuste», que asumen la pérdida del poder
adquisitivo en la pugna precios-salarios, las inversiones productivas se van a las
bolsas locales o a engrosar los depósitos bancarios y no a generar nuevos empleos.
En los casos más dramáticos, la «fuga de capitales» acaba con la base del ahorro
nacional que en el mejor de los casos se dolariza. Así, tras la «década perdida» de
los ochenta, en que el impacto de la crisis de la deuda externa provocó varios años
consecutivos de crecimiento negativo, y un balance general para la década de -1 %
de crecimiento en el PIB por habitante, la economía recuperó su tono expansivo,
aunque con tasas de crecimiento del PIB per cápita que no Uegan siquiera al
1,5%, según cifras de la CEPAL.
290
CondicioiKs para una vida digna
Al final de los noventa, la trayectoria de las tasas de crecimiento del PIB
latinoameticano es moderada e inestable, marcando la década con una crisis en
1995 y otra en 1999 donde las tasas de crecimiento del PIB por habitante fueron
negativas, motivadas por factores externos que golpearon economías en fase de
transición. En 1995 México sufrió las consecuencias de la pérdida de confianza
de los propietarios de títulos de deuda, que iniciaron una retirada sistemática del
mercado afectando incluso a Argentina. En 1998 y 1999 la crisis estaba ligada a
los efectos de la crisis asiática, donde las economías emergentes sufrieron el ataque
de los capitales volátiles, una vez que se pusieron en evidencia las presiones
devaluadoras sobre sus monedas. En alguna medida, las estadísticas del crecimiento
dd PIB latinoamericano están favorecidas por el efecto de las crisis: en un principio,
en las etapas depresivas aumenta el desempleo y se reduce la actividad económica,
dejando capacidad instalada ociosa, y cae el producto, en consecuencia, luego la
recuperación del PIB es favorecida por los bajos índices iniciales, los del año de
crisis, así como por la abundante oferta de fiierza de trabajo, que presiona los
salarios hacia abajo y potencia la economia informal, al mismo tiempo que se
recupera la actividad de la capacidad instalada, con lo cual el PIB vuelve a crecer
con fuerza, pero no de forma sostenida.
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291
CÁTEDRA MANUELANClZAR É t i c a y bioética - 1 Semestre de 2 0 0 1
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Ahorro nacional
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La forma en que se deben medir los niveles de deuda externa que pueden tolerar
los paises ha generado un intenso debate. Algunos criticos sostienen que muchas
de las definiciones de lo que constituye una «deuda de carácter sostenible», ayuda
a imponer condiciones tan graves que para los países pagar el servicio de la deuda
tienen que realizar sacrificios inaceptables en sus servicios sociales básicos a un
enorme costo humano. Esta Tabla de la relación deuda-PNB no contempla los
factores relativos al carácter sostenible de las esferas económica y social, pero brinda
una perspectiva útil para el estudio y la comparación de los niveles de deuda de
los países.
1
Total de deuda externa expresado c o m o porcentaje
del p r o d u c t o n a c i o n a l b r u t o (PNB)
307 1
Somalia
Malasia
51
Haití
38
Colombia
República de Corea
35
República Dominicana
Media América Latina
292
33
29
19
Condiciones para una vida digna
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•
E n t r e .4.4 y -2.0
Entre-1.9 y-0.2
Entre -0.1 y 0.1
Entre 0.2 y 1.0
Entre 1.1 y 2.0
Entre 2.1 y 3.0
Más de 3.1
Fuente: CEPAL, Balance preliminar de las
economías de América Latina y el Caribe,
1998
unicef t
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293
CÁTEDRA M A N U a ANCfZAR Ética y bioérica - 1 Semestre de 2 0 0 1
% HOGARES
POBRES
Fuente: CEPAL, Panorama Social de América Latina, 1998.
Participación en el ingreso, del 20% más rico y el 40% más pobre de los hogares,
1990-97
Asiii
Meridioal
Asia
Orieniiil
Am •rica
L a t i a a y el
Ca i be
Pakes
induslríali?:adu(i
Fuente: DNICEV, El Estado Mundial de la Infancia, 1999
•
•
294
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Participación en el ingreso, 40% más pobre
Participación en el ingreso, 20% más rico
Püiscs en
ilusa nutiu
A
Cotidiciúncí para una vida digna
La severa contracción económica de América Latina entre 1998 y 1999, producto
de la crisis financiera internacional, agudizó sus índices de pobreza. Según cifras
de la CEPAL, 220 millones de personas (45% de la población regional), se
encuentran en situación de miseria, por el retroceso en el crecimiento y el aumento
del nivel de desempleo, interrumpiéndose "la tendencia a la reducción de la pobreza
observada en gran parte de los años 90"^.
Del total de pobres en la región, aproximadamente 117 miUones (más del 50%)
son niños y adolescentes de los cuales, 37 miUones integran el grupo más vulnerable
que son los niños menores de 6 años.
No obstante, pese a la crisis económica que golpeó en los últimos dos años a la
mayoría de Latinoamérica, un grupo de países logró reducir sus niveles de pobreza
en ese período: México (crecimiento promedio de 5,9 % anual entre 1996 y
1998, la desocupación abierta se redujo desde un 7,4% en el tercer trimestre de
1995 a un 2,8 % en el cuarto trimestre de 1998, lo que permitió que los hogares
en situación de pobreza se redujeran de un 43 a un 38 % entre 1996 y 1998 y
población indigente decreciera del 16 al 13%); América Central y las mayores
naciones del Caribe «mantuvieron e incluso incrementaron su ritmo de crecimiento
económico, redujeron los niveles de desempleo y elevaron las remuneraciones
reales»,^ sin embargo, la mayoría de países redujo o estancó el producto de su
economia (en Chile el desempleo se elevó de 5,7 a 9,9% entre noviembre de
1996 y noviembre de 1998, la economía creció un promedio de 4,9% anual en
ese periodo, mientras que en 1999 se contrajo un 1,1 %, este retroceso en el
crecimiento aminoró el ritmo de disminución de la pobreza, con reducción de 20
a 18% de la población. La indigencia prácticamente no varió), adicionalmente
«aumentaron su desempleo y cayeron sus remuneraciones reales, con lo que
mantuvieron o aumentaron sus niveles de pobreza»''.
Disparidades en la región, 1990 - 1997
Participación en el ingreso
del 40% más pobre
Brasil
Venezuela
Colombia
7.0
11.0
11.0
Participación en el ingreso
del 20% más rico
68.0
58.0
56.0 1
^ CEPAL. «Panorama Social de América Latina»
' Ibid
' Ibid
295
CÁTEDRA MANUEl ANCfZAR Ériea y bioética - I Semestre de 2 0 0 1
^
Para la CEPAL, la inestabilidad laboral es uno de los factores de mayor influencia
en el empeoramiento de los índices de pobreza regionales. El panorama social de
América Latina de 1998 de la CEPAL, ha puesto de relieve algunos de los ra.sgos
menos venturosos del progreso. El porcentaje de hogares que vivían bajo la línea
de pobreza en América Latina entre 1990 y 1997 se redujo pasando del 41 al
36%, nivel de pobreza que se aproxima al 3 5 % que había en 1980, antes de la
gran crisis económica de la década anterior.
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No hay datos
El informe anual de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, indica que
la mortalidad infantil disminuyó 30% en las últimas dos décadas en América
Latina y el Caribe, en 1999 la región en conjunto reportó una disminución de
10%, aunque persisten altas tasas en algunas naciones.
Población con acceso a servicios
b á s i c o s , 1990-1997
^
1
País
a g u a potable
Saneamiento
adecuado
Valor % rural
agua potable
Valor % rural
Valor % total
-
85
51
71
29
37
68.8
30
COLOMBIA
76
85
56
56
Haití
37
28
37
Bolivia
63
32
17 1
Cuba
93
Argentina
Brasil
F u e n t e : U N I C E F , 1999.
|
297
CÁTEDRA MANUEl ANCfZAR É l i c a y bioérica - I Semestre de 2 0 0 1
La OPS también estima que en 1997 alrededor del 80% de la población de la
región contaba con abastecimiento de agua potable por conexión domiciliaria o
de fácil acceso con un margen de variación entre 9 1 % en América del Norte y
67% en América Central. El 70% de la población de la región tiene acceso a agua
desinfectada, lo que representa un avance enorme en relación con el 20% que la
obtenía hace 10 años, sin embargo, en las zonas rurales se observan diferencias de
cobertura que oscUan entre más dd 80% y menos del 20% alrededor de 1995.
Adicionalmente, el déficit en la disposición sanitaria de aguas residuales y de
excreta es todavía agudo. La cobertura en las subregiones muestra diferencias
importantes aunque ha habido progresos de cobertura en la región. Sólo el 10%
de las aguas residuales que se recolectan reciben algún tipo de tratamiento previo
a su disposición final.
Brecha en el crecimiento
Porcentaje de los menores de 5 años que sufren retraso en el crecimiento
País
Rural %
Relación
Urbana/Rural
Urbana %
China
República
Dominicana
Sudán
39
15
9
7
39
23
1.7
COLOMBIA
Haiti
Malí
19
35
33
13
24
22
1.5
1.5
1.5
4.3
2.1
El índice de Riesgo de los Niños (IRN) es el resultado de los siguientes cinco
indicadores:
• TMM5, tasa de mortalidad de menores de 5 años (1997)
• PIN, porcentaje de niños con peso inferior al normal en grado moderado o
grave (1997-1998)
• NQNAEP, porcentaje de niños que no asisten a primaria (1987-97)
• CONFLICTO, evaluación de la seguridad calculado para 1998 por el Grupo
Asesor de Seguridad de UNICEF
• VIH/SIDA, tasa de prevalencia del VIH/SIDA para personas entre 15 y 49
años (1997).
298
Condiciono para uiu vida digna
El í n d i c e de R i e s g o
d e l o s N i ñ o s (IRN)
Somalia
92
Iraq
39
Haití
47
COLOMBIA
16
México
11
M e d i a América Latina
10
C o s t a Rica
<5
Estados Unidos
Europa Occidental
Tomando en cuenta este panorama, y la evolución de las economías
latinoamericanas, es importante recordar que por lo menos tres factores se
constituyen en impedimentos para el desarrollo humano:
• Falta de medios adecuados para la vida.
,
,
• Ausencia de acceso adecuado a los medios de trabajo.
• Carencia de protección ante la posibilidad de ser invadido por otros.
Cualquiera de estas circunstancias se traduce en una participación restringida al
existir enfermedades físicas que generan discapacidades o cuando se limita la
autonomía pot enfermedad mental, privación cognitiva y/o restricción de
oportunidades.
Una perspectiva del desarrollo humano
:„
La expansión de las capacidades humanas es igual a la libertad que tienen las
personas de escoger entre alternativas diversas de vida —de desempeños sociales—
es condicionada por las dotaciones iniciales (efecto de inculcación ejercido por la
familia o las condiciones de existencia originales) y las titularidades de intercambio
(efecto de la trayectoria social).
'
•
Hacia un concepto de la justicia económica
í^
'
Entender el problema de la justicia económica nos sitúa, pues, en dos planos de
discusión y de análisis:
299
CÁTEDRA MANUEL ANClZAR É t i c a y bioética - 1 Semestre de 2 0 0 1
•
•
El problema de la justicia económica es un problema de relaciones económicas
(el capital una relación social - capital global: producto de las relaciones sociales)
y en consecuencia obliga a repensar el mismo ordenamiento societal sobre el
cual se construyen dichas relaciones.
Pero es, además, un problema ético que se deriva de una determinada ley
natural o una supuesta naturaleza social de la persona, producto de un proceso
de construcción social, donde la ética se traduce en esos consensos que las
sociedades encuentran en su proceso de estructuración institucional.
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