[Artículo] LOS ANDES CENTRALES EN EL CENOZOICO TARDIO: AUMENTO EN LA TASA DE ACORTAMIENTO Y DISMINUCION EN LA VELOCIDAD DE CONVERGENCIA R. Somoza1, A. Tomlinson2 y C. Prezzi1 1 2 INGEODAV - CONICET (Argentina) [email protected] SERNAGEOMIN (Chile) [email protected] Keywords: Central Andes, Late Cenozoic, horizontal shortening, convergence rate INTRODUCCION Jordan et al. (2001) mostraron, en un segmento de los Andes, evidencias del desarrollo de condiciones extensivas contemporáneas a un fuerte incremento en la velocidad de convergencia. Esta observación sugiere que la relación entre velocidad de convergencia y deformación no es simple en orógenos de tipo andino. En esta contribución se muestra que la velocidad de acortamiento horizontal en los Andes Centrales fue mayor durante la disminución de la velocidad de convergencia en el Neógeno tardío. ACORTAMIENTO CENOZOICO EN LOS ANDES CENTRALES DEL SUR Utilizamos estimaciones de acortamiento publicadas para las latitudes del Altiplano (1822ºS) y de la Precordillera de Cuyo (30-32ºS). Los datos de Bolivia son divididos en dos transectas ("A" y "B", Fig. 1), mientras que la información compilada para 30-32ºS se agrupa en la transecta "C". Isacks (1988) sugirió que la deformación del Neógeno en Bolivia se desarrolló en dos etapas (véase también Gubbels et al., 1993). En la primera etapa (etapa 1, Oligoceno tardío - Mioceno tardío), el acortamiento ocurrió en el Altiplano y en la Cordillera Oriental. La segunda etapa (etapa 2, Mioceno tardío - Holoceno) comenzó con un salto al este de la deformación, estableciéndose en la zona subandina, donde la actividad continúa hasta el presente. De esta manera, el acortamiento total registrado en Bolivia puede ser dividido en dos etapas discretas. La paleosuperficie San Juan de Oro (SSJO, Fig. 1) (Gubbels et al., 1993; Kennan et al., 1997), una superficie erosional no deformada que corta estructuras de acortamiento regionales del Eoceno - Mioceno medio en gran parte de la Cordillera Oriental y localmente en el Altiplano, es utilizada para discriminar el acortamiento ocurrido en el Mioceno Tardío - reciente de las estimaciones finitas entre las latitudes 18º y 22º30´ S. Si bien la paleosuperficie es transgresiva, existe consenso general de que indica que el acortamiento importante ha cesado en la Cordillera Oriental hace 10 millones de años, cuando la deformación se instaló en la región subandina. TRANSECTA "A" (~18º 15´ S) El acortamiento total del Cenozoico reconocido en la transecta "A" es de 230-255 km (Sheffels, 1990; Lamb and Hoke, 1997; Kley, 1999), de los cuales 45-65 km corresponden a deformación del Eoceno - Oligoceno en el Altiplano y el sector occidental de la Cordillera Oriental (Lamb and Hoke, 1997), lo que sugiere que el acortamiento del intervalo Oligoceno tardío - reciente en latitudes 18º S fue de 165-210 km. La SSJO a esta zona ha sido mapeada hasta 64º 30' W (Fig. 1a). Sin embargo, nosotros consideramos un límite más occidental para determinar la deformación durante la etapa 2 (65º W), debido a que en los sectores más orientales de la paleosuperficie podrían ser más jóvenes en estas latitudes que aquellos de áreas más al sur (Kennan et al., 1997). Las secciones balanceadas de Kley (1999) indican un acortamiento de 44 km desde ~64º 10´ W hasta el frente de deformación. [Artículo] Hacia el oeste, las estimaciones de Sheffels (1990) adicionan 66-85 km hasta ~65º W. De esta manera, 110-130 km de acortamiento más joven que 10 Ma ocurrió en las sección A2a AP SA 25oS fosa CO PN SB SP Figura 1: Andes Centrales del sur. Las barras muestran las secciones para las que se estima el acortamiento Mioceno Tardío - reciente (véase texto). El área gris corresponde a elevaciones mayores que 3000 m (USGS DEM y Cornell Andes Project). La línea punteada muestra el límite oriental de la superficie San Juan de Oro (SSJO), utilizada para diferenciar la edad de la deformación (más antigua que 10 Ma hacia el oeste de la paleosuperficie). Abreviaturas indican Altiplano (AP), Cordillera Oriental (CO), Sierras Subandinas (SA), Puna (PN), Sistema Santa Barbara (SB), Sierras Pampeanas (SP), Precordillera (PC). PC 70oW 65oW (Fig. 1). Adicionalmente, 15-20 km de acortamiento más jóven que 9 m.y. en esta transecta han sido documentados en la cuenca de Corque (Lamb and Hoke, 1997; sección A2b en Fig. 1). La suma de estos valores indica un acortamiento de 125-150 km para el intervalo Mioceno tardío - Holoceno (etapa 2) en la transecta "A". TRANSECTA "B" (~21º 45´ S) El acortamiento total para el Cenozoico reconocido en la transecta "B" suma 215-250 km (Baby et al., 1997; Kley at al., 1997), de los cuales 190 km fueron asignados a deformación del Neógeno (Kley et al., 1997). La cantidad correspondiente al intervalo Mioceno tardío reciente (etapa 2) puede ser extraída de las secciones balanceadas de Kley (1996) (sección B2 en Fig. 1). Los afloramientos más orientales de la SSJO en estas latitudes fueron observados en ~65º W (Fig. 1a), sugiriendo que las fallas más occidentales en los perfiles de Kley (1996) son más antiguas que la paleosuperficie. Excluyendo esas fallas, las secciones transversales indican 135-140 km de acortamiento Mioceno Tardío - reciente. de lo que se infiere que 50-55 km del acortamiento total del Neógeno en estas latitudes pueden ser asignados a deformación ocurrida entre el Oligoceno tardío y el Mioceno tardío (etapa 1) en el Altiplano y en la Cordillera Oriental. TRANSECTA "C" (30-32º S) Cristalini y Ramos (2000) estimaron un acortamiento cenozoico de 175 km en 32º S. La mayoría de este acortamiento fue acomodado en la Precordillera, donde se han estimado [Artículo] valores entre 136 km (32º S) a 122 km (30º S) (Cristalini y Ramos, 2000; Jordan et al., 1993; Zapata y Allmendinger, 1996). La edad de la deformación está particularmente determinada en 30º 15´ S (Seccion C2a en Figura 1), donde la historia de corrimientos de Jordan et al. (1993) indica un acortamiento de 65-80 km en la Precordillera central desde ~11 Ma. Secciones balanceadas de Zapata y Allmendinger (1996) indican un acortamiento Pliocenoreciente de 17 km para la zona triangular de la Precordillera Oriental. Datos estructurales y gravimétricos sugieren un acortamiento de 2-4% (10-15 km) en las Sierras Pampeanas (Jordan and Allmendinger, 1986; Introcaso et al., 1987; sección C2b en Figura 1). Integrados, estos resultados indican un acortamiento de 90-110 km entre el Mioceno tardío y el reciente en latitudes ~30º S. Asumiendo que el acortamiento total se mantiene entre 30º y 32º S, se puede inferir que 65-85 km del acortamiento total estimado para el Neógeno por Cristalini y Ramos (2000) pueden corresponder al intervalo Oligoceno tardío - Mioceno tardío. REGIÓN COMPRENDIDA ENTRE 23º Y 29º S Las evidencias en el norte de la Puna indican poca deformación durante el Cenozoico Temprano (Boll y Hernandez, 1986), mientras que la magnitud del acortamiento total ocurrido durante Cenozoico Tardío se desconoce. Hacia el Este (sección D en Fig. 1), la mayoría de la deformación más joven que la SSJO está representada en la sección mostrada por Allmendinger et al. (1983) (22º 30´ S), la que sugiere un acortamiento de ~75 km desde el Mioceno tardío en Sierras Subandinas y el sector este de la Cordillera Oriental. La SSJO no ha sido reconocida más al sur de la sección "D" (Fig. 1a). La deformación contraccional en la Puna austral probablemente comenzó en el Oligoceno tardío (Kraemer et al., 1999), y un poco más tarde en la Cordillera Oriental a esas latitudes. En estas regiones, la deformación permaneció activa hasta el Plioceno, y localmente hasta el Pleistoceno (Marrett et al., 1994). El acortamiento en el Sistema de Santa Bárbara es de edad mioceno tardía o más joven, y acumula 20-30 km (Grier et al. 1991; Kley and Monaldi, 1999). Contemporáneamente, fallas inversas en los bloques de basamento de las Sierras Pampeanas acomodaron un acortamiento de 15-20 km entre 27º-29º S (Jordan y Allmendinger, 1986). ACORTAMIENTO HORIZONTAL Y VELOCIDAD DE CONVERGENCIA DURANTE EL CENOZOICO TARDIO Durante la principal época de construcción de los Andes Centrales se observa una relación inversa entre la evolución de la velocidad de convergencia de placas y la velocidad del acortamiento en la placa superior (Fig. 2). Algunas de las variables que pueden incidir en la velocidad de acortamiento en el orógeno son discutidas a continuación. La magnitud y dirección de la convergencia entre Nazca y América del Sur está dominada por el movimiento absoluto de la placa oceánica. La desaceleración de la convergencia observada durante el Neógeno tardío (Fig. 2a) está determinada por la desaceleración contemporánea en la expansión oceánica a través de las dorsales del Pacífico Oriental y de Chile. Por otra parte, la evolución del Atlántico Sur sugiere que, ~20 millones de años atrás, Sudamérica habría aumentado su velocidad hacia el oeste (~0,6 cm/año). Sin embargo, la información disponible no permite reconocer cambios en el transcurso del Neógeno correlacionables con los cambios en la velocidad de deformación mostrados en la Figura 2. Asimismo, las velocidades absolutas derivadas de los modelos de plumas del manto (HS, hotspots) carecen de la resolución necesaria para analizar la información de la Figura 2. El modelo Mϋller et al. (1993) sugiere que la velocidad respecto a los HP de una localidad en el Chaco (latitud 22º S) habría sido ~0,8 cm/año durante el intervalo 20-10 Ma, y ~1 cm/año durante los últimos 10 millones de años. El aumento de velocidad resultante (~0.2 cm/año) es pequeño como para ser directamente relacionado con los cambios en la velocidad de deformación (Fig. 2b). Una propuesta temporal que implicaría un aumento en la velocidad absoluta de América del Sur ~6 millones de años atrás reúne evidencias indirectas: Pollitz (1991) sugirió que hace 6 millones de años Africa experimentó [Artículo] un cambio en su movimiento absoluto que involucra una disminución de velocidad. Este posible cambio en la cinemática de Africa resulta contemporáneo a eventos mayores tales Figura 2: a) Evolución de la convergencia entre las placas de América del Sur y Nazca durante el Cenozoico Tardío (Somoza, 1998). La curva está suavizada conservando la velocidad media para cada intervalo de tiempo considerado en la base de datos original. b, c) Estimaciones del acortamiento horizontal considerando una evolución tectónica en los Andes Centrales según en dos etapas discretas (véase texto). Los gráficos corresponden a las secciones ubicadas en los intervalos de latitud mostrados. Se muestran los valores medios aproximados cada etapa de deformación en estas regiones. Se asume una tasa de deformación progresiva constante para cada una de estas etapas. como la apertura del Golfo de Adén y el mar Rojo, iniciación de extensión en el Rift del Este de Africa, y un cambio en la orientación de esfuerzos en la plataforma europea. Una disminución en la velocidad absoluta de Africa implica un aumento en al velocidad hacia el oeste de la dorsal del Atlántico Sur, que a su vez aumenta la velocidad de Sudamérica. Volviendo a los Andes, la velocidad de la placa superior podría ser un factor causal del aumento en la tasa de acortamiento, pero esta hipótesis resulta difícil de argumentar mediante valores concretos. La aceleración del acortamiento horizontal en la placa superior podría estar relacionada con un aumento del acople entre las placas, que a su vez podría estar vinculado a cambios en la inclinación o la edad de la placa subducida. Sin embargo, el registro magmático en los Andes Centrales del Sur (ej. Allmendinger et al., 1997) sugiere que el ángulo de subducción en la región del Altiplano habría sido más somero durante el Neógeno temprano que el que se observa actualmente, mientras que predice un movimiento opuesto (somerización de la subducción durante el Neógeno) para la actual región de "subducción horizontal" en Chile central. Este modelo de evolución diferencial del ángulo de subducción a lo largo del margen de los Andes Centrales del Sur no se relaciona con el similar aumento de acortamiento observado en las transectas A-B y C durante el mismo intervalo (Fig. 2b, c). Por otra parte, [Artículo] varios autores han sugerido que la subducción de corteza oceánica joven favorecería el desarrollo de esfuerzos compresivos en la placa superior. Si bien la edad de la litósfera subducida en los Andes Centrales durante los últimos 15 millones de años habría sido progresivamente más joven (Wortel, 1984), este decrecimiento de edad habría sido lineal, sin mostrar algún cambio que pueda relacionarse con el aumento en la velocidad de acortamiento desde el Mioceno tardío. Otra alternativa para explorar el origen de la aceleración observada en el acortamiento horizontal es considerar factores intrínsecos del desarrollo orogénico. Por ejemplo, la velocidad de acortamiento relativamente menor observada en Bolivia entre 25-10 Ma (Fig. 2) corresponde a deformación contraccional en el Altiplano y la Cordillera Oriental. El aumento en la velocidad de acortamiento observado desde el Mioceno tardío esta relacionado con el desarrollo de la faja plegada y corrida subandina, la que a su vez está vinculada con el bajocorrimiento del escudo Brasileño. Es posible que, luego de alcanzar un cierto engrosamiento cortical en el Mioceno tardío, un aumento en la resistencia a la deformación (strain hardening) en la región Altiplano - Cordillera Oriental haya resultado en la transferencia de la deformación a la (entonces no deformada) zona subandina (e.g. Gubbels et al., 1993). La presencia, en el antepaís del Mioceno tardío, de una sucesión Paleozoico Terciario con horizontes aptos para actuar como despegues, favoreció el desarrollo de la deformación epidérmica que caracteriza a las Sierras Subandinas, permitiendo acomodar un acortamiento mayor al observado en la etapa previa (25-10 Ma). Así, aunque las fuerzas derivadas de la tectónica de placas podrían haber sido menores (Fig. 2a), la acción simultánea de fuerzas gravitacionales horizontales en el orógeno podría explicar la mayor tasa de acortamiento observada para el intervalo Mioceno tardío - Holoceno (Fig. 2b, c). De la discusión precedente surge que el aumento en la velocidad de acortamiento observado durante el Mioceno tardío - Holoceno podría responder a causas intrínsecas en el desarrollo orogénico y/o a un aumento en la velocidad absoluta de la placa superior, mientras que la correlación con otros de los factores considerados es menos favorable. Es importante notar que la tasa de acortamiento en las latitudes de la Puna también podría haber aumentado en los últimos 10 millones de años. De ser así, esto favorecería al movimiento absoluto de Sudamérica como el factor más posible, ya que una actividad significativa de expansión gravitatoria sería menos probable para las zonas con estilo tectónico de láminas gruesas a latitudes de la Puna. De todas maneras, y como se discute arriba, los datos disponibles no permiten determinar valores ajustados temporalmente de la evolución del movimiento absoluto de Sudamérica, y las estimaciones de la cantidad y edad del acortamiento en latitudes de la Puna tienen menos precisión que en las otras zonas. REFERENCIAS Allmendinger, R., Ramos, V., Jordan, T., Palma, M., and Isacks, B., 1983, paleogeography and Andean structural geometry, northwest Argentina: Tectonics, 2: 1-16. Allmendinger, R., Jordan, T., Kay, S., and Isacks, B., 1997, The evolution of the Altiplano-Puna plateau of the Central Andes: Annual Reviews Earth Planetary Sciences, 25: 139-174. Baby, P., Rochat, P., Mascle, G., and Hérail, G., 1997. Neogene shortening contribution to crustal thickening in the back arc of the Central Andes: Geology, 25: 883-886. Boll, A., and Hernández, R., 1986, Interpretación estructural del área Tres Cruces: Boletín de Informaciones Petroleras, 7: 2-14. Cristalini, E.; and Ramos, V., 2000. 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