SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, DESARROLLO RURAL PESCA Y ALIMENTACION Subsecretaría de Desarrollo Rural Dirección General de Apoyos para el Desarrollo Rural 5 Labranza de conservación L a labranza de conservación que usa los residuos de las cosechas (rastrojos) contribuye de manera esencial a conservar y rehabilitar el suelo, a incorporar materia orgánica, a mejorar la fertilidad del suelo y a reducir los costos de producción, con lo que los productores pueden practicar una agricultura sustentable. La labranza de conservación, es un sistema de laboreo que realiza la siembra sobre una superficie del suelo cubierta con residuos del cultivo anterior, con lo cual se conserva la humedad y se reduce la pérdida de suelo causada por la lluvia y el viento en suelos agrícolas con riesgo de erosión. Con ésta práctica se incrementa la capacidad productiva del suelo, se aumentan los rendimientos y se reducen los costos de producción. Labranza en camellones. El suelo se laborea hasta poco antes de la siembra; utilizando escardillos o removedores de residuos, se laborea aproximadamente un tercio de la superficie del terreno en el momento de la siembra. La siembra se hace en bordes o camellones de una altura entre 10 y 15 cm. El control de malezas se realiza con una combinación de escardas y herbicidas; las labores de cultivo se utilizan para reconstruir los bordes (Figura 1a). Este sistema mantiene por lo menos un 30% de la superficie del suelo cubierta con residuos de cultivos (rastrojo) después de la siembra. Los residuos pueden provenir de un cultivo forrajero, de un cultivo de cobertera de invierno, de un grano pequeño o de un cultivo en hilera. Los tipos de labranza de conservación se describen a continuación: Labranza en franjas. El suelo se deja sin laborear hasta antes de la siembra. Al momento de sembrar se laborean franjas aisladas del suelo, aproximadamente de un tercio de la superficie del terreno, con arado rotatorio, un cincel en el surco de siembra o un escardillo. El control de malezas se realiza mediante herbicidas y escardas (Figura 1b). a) Labranza en camellones b) Labranza en franjas c) Labranza de coberteras d) Labranza cero o no labranza Figura 1. Tipos de labranza de conservación 2 Sistema de Agronegocios Agrícolas Labranza de cobertera. En esta modalidad se laborea la superficie total del suelo antes de la siembra. Se utilizan cinceles con puntas en V del tipo de pata de ganso (cincel de asadas). El control de malezas se realiza mediante una combinación de herbicidas y escardas (Figura 1c). Labranza cero o no-labranza. No se disturba o laborea el suelo hasta antes de la siembra. La siembra se realiza con implementos que cortan los residuos de cosecha y depositan la semilla en una proporción del terreno no mayor de 7 cm de ancho (Figura 1d). El control de malezas se realiza con aplicaciones de herbicidas. Manejo de la labranza de conservación Se recomienda que antes de iniciar el sistema de labranza de conservación, se realice una buena preparación del suelo, que elimine estratos endurecidos que puedan dificultar el desarrollo radicular de las plantas (Figura 2). Con una pedregosidad mayor del 20% y una pendiente mayor del 16% las labores de establecimiento del cultivo se realizarán con fuerza animal o manual. Figura 2. Implementos para romper capas duras del suelo. Las decisiones sobre el tipo de labranza a utilizar en un suelo, dependen de los implementos con que cuente el agricultor, desde la pala, azadón, coas, sembradoras de tiro animal, hasta sembradoras de precisión, así como de las condiciones climáticas y de la presencia de malezas, plagas y enfermedades. Ventajas de la labranza de conservación •Conserva la humedad y reduce la erosión del suelo. •Reduce los costos de producción. •Incrementa la productividad del suelo. •Ahorra energía, tiempo y mano de obra. •Reduce la compactación del suelo. •Mejora la estructura del suelo y la agregación de las partículas. •Genera mayor actividad biológica en la superficie del suelo. •Reduce la infestación de malezas. •Mejora el desarrollo de las raíces de los cultivos. •Mejora el drenaje interno del suelo. •Reduce las deficiencias hídricas. Para acondicionar el terreno que se utilizará en labranza de conservación se sugieren los siguientes pasos: •Hacer un análisis de suelo para detectar el estado nutrimental y resolver los problemas de acidez o alcalinidad que impidan la efectividad de los fertilizantes al cultivo. • Realizar la labor del subsuelo con arado de cincel en aquellos suelos donde exista el Labranza de conservación 3 «piso de arado» (capa dura de suelo) que impida el desarrollo radicular del cultivo. • Nivelar el terreno para manejar los excesos de agua a velocidades no erosivas y evitar encharcamientos que afecten el desarrollo de los cultivos. • Determinar la densidad de siembra a utilizar para definir el espaciamiento adecuado entre hileras y entre plantas. Siembra. Es una de las actividades más importantes en el proceso productivo conjuntamente con el tipo de variedad, métodos y densidad de siembra a utilizar al momento de establecer un cultivo. La selección de una variedad de semilla para un área determinada en un sistema de labranza de conservación debe considerar el ciclo vegetativo del cultivo y algunas características agronómicas de las variedades de interés para el productor. Epoca y métodos de siembra. De acuerdo con las condiciones climáticas de la región, se pueden realizar siembras de primavera-verano que se inician en marzo y terminan en julio y siembras tardías que se realizan en los meses de agosto a octubre. Las siembras de otoño-invierno se inician en noviembre y terminan en febrero. Las recomendaciones generales para los diferentes cultivos se presentan en el Cuadro 1. Cuadro 1. Densidades de plantas recomendadas para diferentes cultivos Cultivo Maíz Maíz Frijol Frijol Sorgo Sorgo Trigo Colza Soya Densidad de siembraª 30,000 - 70,000 18 a 30 70,000 - 300,000 40 a 75 180,000 - 450,000 10 a 18 70 a 160 6a8 300,000 - 450,000 Unidad de medida Plantas/ha Kilogramos/ha Plantas/ha Kilogramos/ha Plantas/ha Kilogramos/ha Kilogramos/ha Kilogramos/ha Plantas/ha ª Depende del material, región y las costumbres de los productores. INIFAP La siembra de maíz se recomienda hacer con sembradoras de precisión, colocando las semillas equidistantes unas de otras (igual distancia entre hileras y entre plantas) de 28 a 40 cm, con lo cual se pueden alcanzar densidades de 62,000 a 127,000 plantas por hectárea; ésta distribución uniforme cubre el suelo; también se reduce la presencia de malezas, las pérdidas de agua por evaporación y la competencia entre plantas. Equipo utilizado. Los implementos utilizados en labranza de conservación para la siembra pueden ser desde una pala, coa mecánica, sembradoras de tracción animal, hasta sembradoras unitarias y múltiples especializadas de tracción motriz. Algunos implementos manuales se ilustran en la Figura 3. 4 Sistema de Agronegocios Agrícolas Figura 3. Implementos manuales para la siembra Sembradora unitaria. Se utiliza para sembrar granos grandes como el maíz, frijol, haba, entre otros, pueden ser del tipo de hileras amplias o angostas. Al sembrar con cobertura de rastrojo abundante es conveniente realizar la siembra cuando las pajas estén de preferencia secas para que sean cortadas por el disco y se siembre la semilla adecuadamente en el suelo. Sembradora múltiple. Estas tienen un solo deposito para la semilla y varios dispositivos para sembrar en pequeñas hileras. Se utilizan para la siembra de granos pequeños (trigo, avena, cebada, sorgo), soya, chícharo, pastizales, praderas de leguminosas y otros cultivos densos. Estas sembradoras se caracterizan por tener unidades de siembra independientes unas de otras y en la parte delantera de estas unidades poseen un dispositivo cortador y removedor de residuos del suelo, que es un componente indispensable para sembrar sobre rastrojo (Figura 4). Las sembradoras múltiples pueden ser de discos dobles o sencillos para abrir pequeños surcos; tienen ruedas prensadoras para compactar el suelo y regular la profundidad de siembra. Para ajustar la separación entre hileras de siembra, la sembradora cuenta con abridores movibles. Figura 4. Diferentes formas de discos cortadores y removedores de residuos Labranza de conservación 5 Fertilización. Es los sistemas de labranza de conservación con maíz, trigo y cebada se debe considerar que los residuos de cosecha que se incorporan tienen una alta relación de carbono/nitrógeno y un alto contenido de lignina, por lo que se requiere una cantidad adicional de nitrógeno para la descomposición de los residuos. Consecuentemente, al incorporar los residuos de cosecha de maíz, se requiere de una aplicación adicional promedio de nitrógeno de 30 a 40 kg/ha y para los residuos de trigo y cebada de 20 a 30 kg/ha. Las recomendaciones de fertilización estarán en función del cultivo, de las condiciones de fertilidad del suelo y de los rendimientos esperados, por lo que es conveniente utilizar las fórmulas de fertilización que se recomiendan en el ámbito regional por el INIFAP, los Centros de Enseñanza e Investigación y las empresas especializadas. En general, los requerimientos de nutrimentos para producir una tonelada de grano se presentan en el Cuadro 2. Cuadro 2. Requerimientos de nutrimentos para producir una tonelada de grano en diferentes cultivos (kg/ha) Cultivo N Maíz Sorgo Trigo Frijol 26.40 34.00 34.98 45.50 P 10.68 14.00 30.00 13.70 K 24.13 33.00 46.66 38.50 Ca Mg S 3.73 7.60 4.32 3.55 4.60 3.99 2.84 3.80 3.82 Para obtener 6 ton/ha de grano de maíz se requerirá en forma aproximada de 160 kg de N, 60 kg de P y 140 kg de K, por hectárea. A esta cantidad de fertilizantes se les deberá agregar de 20 a 35 kg de nitrógeno para la descomposición de los residuos de cosecha. La aplicación de los fertilizantes podrá realizarse en la siembra o en dos aplicaciones. Control de malezas. En sistemas de labranza de conservación es muy importante controlar las malezas ya que estas pueden afectar seriamente los rendimientos de los cultivos. Los sistemas de mínima laboreo y de labranza de conservación, no permiten realizar el control de malezas en forma mecánica o manual por la presencia de la cobertura de residuos sobre el suelo, por ello es necesario recurrir al control químico. El control de malezas debe hacerse antes de que produzcan semillas, usando herbicidas de contacto (e. g. Gramoxone) y sistémicos (e.g. Faena). El control adecuado de las malezas también tiene efectos en el control de enfermedades e insectos dañinos. La rotación de cultivos es una de las prácticas más importantes en un programa de control de malezas, debido a que algunas malezas pueden controlarse más fácil en un cultivo que en otro. La rotación de herbicidas y de cultivos ayuda a prevenir la resistencia de las malezas a los herbicidas; una rotación de maíz, granos pequeños seguidos de frijol o soya, resulta muy útil en el control de las malezas. Los productos químicos que se recomiendan para el control de malezas se muestran en el Cuadro 3. 6 Sistema de Agronegocios Agrícolas Cuadro 3. Control químico con herbicidas selectivos para maíz Malezas que controla Nombre comercial Herbicida Nombre común Forma de actuar Tipo de herbicida Pastos y hoja ancha Primagram 500 Atrazina+Metolachlor Sistémico Pre y post-emergente Hoja ancha, cadillo, rosetilla, cardo, chicalote, etc. Pastos y hoja ancha Agrosina, Atramex Atrazina-D Gesaprim Azinotox Atrazina Sistémico Pre y post-emergente Ametrina+Atrazina Sistémico Post-emergente Pastos anuales Gesapax combi Alachlor Contacto Pre-emergente Pastos y algunas hojas anchas Lasso, Herbilaz 500 Pendimetalin Contacto Pre y post-emergente Solamente hoja ancha Prowl, Stomp 2, 4-D Contacto y sistémico Post–emergente Maleza de hoja ancha Agroamina Agroester Dacamine Hierbamina Esterón Transester Tordon Hierbester Herbipol Bromoxinil Contacto Post–emergente Brominal Bronoxynil 200 Dicamba Contacto Post-emergente Bamvel 480 Gesatop Simazina Sistémico Post-emergente Control de plagas y enfermedades. Las plagas y enfermedades causan daños de importancia económica en la agricultura, desde la siembra hasta el almacenamiento de los productos agrícolas. Las plantas atacadas por plagas y enfermedades pueden sufrir daños parciales y hasta totales, resultando una reducción del rendimiento, baja calidad y mal aspecto de los productos lo cual afecta su aceptación en el mercado. Para el control de plagas y enfermedades que atacan diferentes cultivos que se siembran bajo labranza de conservación consulte las recomendaciones de las casas comerciales y del INIFAP. Cosecha. La cosecha de maíz con el sistema de labranza de conservación, puede ser manual o mecanizada; en la cosecha manual se sugiere que la pizca sea con la planta en pie y cuando el grano tenga de 14 a 18% de humedad. En el caso de cosecha mecanizada la humedad del grano debe de ser de 13 a 15% para que se tenga un buen trillado de la mazorca. Labranza de conservación 7 Manejo de los residuos de cosecha Después de la cosecha, el rastrojo de maíz deberá ser picado y distribuido uniformemente sobre el terreno; se deben controlar malezas que se presenten en el periodo de estiaje. Un manejo eficiente de los residuos de cosecha en labranza de conservación, es la base para lograr una buena siembra de maíz sobre una cubierta de rastrojo; como ya se indico, es conveniente dejar por lo menos un 30% de cobertura vegetal sobre el suelo. La cobertura del suelo aumenta la productividad de éste y conserva mejor la humedad para el desarrollo de las plantas. Es importante mencionar que entre más residuos se dejen sobre el terreno, la erosión es menor y el almacenamiento del agua en el suelo será mayor. Por lo que la cobertura puede variar desde un porcentaje bajo hasta dejar el 100% de los residuos; sin embargo, se recomienda dejar sobre el terreno cuando menos uno de cada tres surcos de rastrojo, o sea el 30% del residuo. Un 30% de cobertura logra abatir la erosión hasta en un 50% en comparación con suelos con labranza tradicional, donde no se deja residuo alguno. Para lograr el mejor beneficio de los residuos como mantillos protectores, se recomienda picarlos en trozos de 5 a 10 cm de largo. Esta práctica se puede llevar a cabo con una picadora de pajas o con una máquina ensiladora ajustada al tamaño de trozo requerido. El picado y esparcimiento de los residuos puede efectuarse antes de la época de vientos (febrero – marzo). Al no llegar la radiación solar directamente al suelo, este retiene una mayor cantidad de su humedad. Sistema de Agronegocios Agrícolas Bibliografía de apoyo Fertimex, 1990. Guía nacional de fertilización y combate de plagas. Fertilizantes mexicanos, S. A. México. Figueroa S., B. y F. J. Morales F. 1992. Manual de producción de cultivos con labranza de conservación.Colegio de Postgraduados. SARH. Montecillo, México. FIRA, 1990. Labranza de conservación; una alternativa para aumentar la producción y productividad del agro mexicano. Boletín informativo No. 222. México. Fuentes Y. , J. L . 1 9 8 3 . P l a g a s , enfermedades y malezas. Dirección General de Investigación y Capacitación Agraria Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid, España. Responsable de la ficha M. C. Agustín Navarro Bravo SISACOP Colegio de Postgraduados 56230 Montecillo, Edo. de México. Tel. 01 (595) 2 02 00 Ext. 1135 y 1136 Correo electrónico: [email protected]