Artículo en PDF

Anuncio
ACUICULTURA MARINA
VIII. LAS JAULAS FLOTANTES PARA
ENGORDE DE PECES
El engorde de peces marinos puede realizarse en estanques, naturales o artificiales,
alimentados con agua de mar o en jaulas flotantes que se instalan en aguas costeras.
Estas últimas son mucho más importantes si
atendemos a las toneladas producidas y
mucho más numerosas, como se observa en
el cuadro 1.
Cuadro 1.—INSTALACIONES DE PISCICULTURA
MARINA EN JAPON (1980)
Especie
Serviola Espáridos Otras Núm. de instalaciones
Produc.
total
Jaulas Estan-Zonas
(t)
flotantes ques acot.
155.053 29.172
12.492 10.862
3.016
1.071
6
4
71
97
7
62
De las más de 35.000 toneladas de salmón
producidas en Europa Occidental en 1985,
más del 99 por 100 se obtuvieron en jaulas
flotantes. También son de gran relevancia en
truchicultura, ya que estas instalaciones pueden situarse en aguas marinas o continentales. Se puede asegurar que sin las jaulas flotantes la piscicultura marina no hubiera alcanzado el nivel de desarrollo y el volumen
de producción actuales. También en acuicultura continental suponen una vía de expansión de gran importancia y para la producción de peces marinos son la única alternativa económicamente viable.
muertas. La carga de animales por unidad de
volumen que admite una jaula es muy superior a la posible en un estanque, dada la calidad y oxigenación constante del agua. Estas
mismas condiciones permiten utilizar alimentos baratos pero de alta capacidad contaminante, como los subproductos de matadero o
los restos de pescado fresco triturados, que
en un estanque causarían numerosos problemas al no limpiarse el agua con rapidez y
quedar residuos en el fondo.
Una característica muy ventajosa de las jaulas es la movilidad. La posibilidad de traslado,
incluso con peces dentro, permite evitar, por
ejemplo, mareas rojas, condiciones climáticas
adversas o contaminaciones accidentales del
agua.
Finalmente, desde el punto de vista económico, el precio es relativamente bajo y el
coste por tonelada de peces producida es
mucho menor que en cualquier tipo de
estanque.
En cuanto a inconvenientes, hay que mencionar la dificultad de controlar el estado
sanitario de los animales, el riesgo de fugas y
el ataque por predadores; la pérdida de parte
del alimento cuando hay pequeños peces
competidores y el manejo relativamente complicado para observar, manipular y capturar
Ventajas e inconvenientes
La jaula flotante no requiere bombeo ni
conducciones de agua, ya que aprovecha
aguas naturales, inagotables y siempre renovadas por mareas y corrientes. A diferencia
de los estanques, la calidad del agua en el
interior de la jaula es estable y uniforme; la
circulación dentro de la jaula es muy adecuada para piscicultura, sin presentar zonas
56
Jaula circular de estructura rígida con red de protección
para predadores.
los peces, lo que se traduce en una menor
productividad laboral. Se ha calculado que,
según el tipo de jaula y el emplazamiento de
la misma, se pueden producir entre 5.000 y
50.000 kilogramos por hombre y año, mientras que en granjas de engorde convencionales con estanques, un hombre puede llegar a
producir hasta 100.000 kilogramos si todas las
condiciones son idóneas.
Además de estos inconvenientes hay que
señalar que para obtener buenos rendimientos es necesario elegir cuidadosamente el
emplazamiento. El lugar en que se sitúa la
jaula determina en gran parte el éxito de la
producción y también influye en la duración
del artefacto, su mantenimiento en condiciones óptimas y el grado de deterioro por
incrustación de organismos vivos —algas y
moluscos, entre otros— que es lo que se
suele denominar «fouling».
Aunque el precio inicial de una jaula no
suele ser elevado, es necesario reponer y
reparar períodicamente algunos de sus elementos, siendo mayor el coste de mantenimiento en las jaulas que en los estanques.
Dónde situar las jaulas flotantes
El emplazamiento ideal para una jaula flotante debe estar situado al abrigo de vientos
y temporales, ser fácilmente accesible desde
tierra y estar lejos de focos de contaminación
urbana o industrial. La renovación del agua
ha de ser constante en virtud de mareas y
corrientes, sin que éstas sean excesivas ni se
produzcan calmas prolongadas.
Los parámetros hidrológicos deben ser
lo más constantes posible, especialmente la
temperatura y salinidad. Por último, el emplazamiento de jaulas en un lugar determinado
no debe originar conflictos ni interferir con
otras actividades, como el turismo, la pesca o
la industria.
Jaula rectangular de estructura rígida con pasillos anchos.
nantes en el lugar. El estudio de los «indicadores» biológicos también es necesario para
determinar la estabilidad del ecosistema y el
efecto de éste sobre la explotación en cuanto
a «fouling » , especies predadoras de las que
se van a engordar, presentación de mareas
rojas o aguas repelentes para los peces por
crecimiento exagerado de alguna especie de
fitoplancton o zooplancton, competición del
alimento y presencia de especies reservorio o
portadoras de agentes patógenos microbianos
o parasitarios.
Impacto ambiental de las jaulas flotantes
Cuando se instalan grandes estructuras en
aguas costeras de poca profundidad se modifica considerablemente la hidrografía local.
Las jaulas flotantes producen variaciones comparables a las causadas por bateas o plataformas de diversa utilización. Las corrientes
tienden a estratificarse y se modifican la
velocidad y dirección de las mismas; pueden
producirse cambios de sentido en estratos
separados sólo por diez centímetros.
Otros factores que limitan los posibles
emplazamientos de las jaulas flotantes son la
profundidad, el oleaje, la flora y fauna propias
del lugar y el nivel en que se sitúan los termoclinos, que son las líneas que separan las
masas de agua que tienen diferente temperatura. Las primeras tienen influencia directa
sobre el «fouling» e indirecta sobre los costes
de mantenimiento.
Están poco estudiados los efectos de la
flora y fauna de una zona sobre las instalaciones y los peces que se engordan en ellas,
pero el conocimiento de las mismas puede
dar una idea rápida y bastante exacta de las
temperaturas, salinidades, corrientes, etc., rei-
Complejo de jaulas ensambladas con amplios pasillos
de trabajo entre ellas.
57
fiLas jaulas actúan como barreras, desplazando el agua a su illrededor. El coeficiente
de transmisión o paso del agua a través de
las mismas depende del tamaño de malla de
la red y del grado de incrustación que presente, pudiendo oscilar entre el 20 y 75 por
100. Si se instalan varias jaulas unidas, el
agua circula en canales, se forman remolinos
y disminuye notablemente el recambio de
agua dentro de ellas.
También se ha observado que las jaulas flotantes actúan como rompeolas. Por esto es
necesario conocer con exactitud la profundidad del emplazamiento en las bajamares vivas
y la altura máxima de las olas en temporales,
pues la jaula puede llegar a deteriorarse si el
oleaje rompe sobre ella. Las jaulas soportan
bien las olas altas, siempre y cuando no rompan encima; en algunos casos se colocan
rompeolas flotantes alrededor de la jaula y a
cierta distancia para protegerla.
Si las corrientes son lo suficientemente
intensas para recambiar el agua, el oxígeno
no actúa como factor limitante. Se ha comprobado que cuando el lugar está bien escogido, la carga de salmónidos —especies muy
exigentes en oxígeno— puede ser mucho
mayor que en un estanque. La demanda bioquímica de oxígeno (BOD) tampoco aumenta
en exceso si las corrientes arrastran los restos de alimento y las heces. No obstante, los
fondos de las zonas donde se emplazan jaulas y sus proximidades suelen cubrirse de
residuos sólidos que alteran su composición
y granulometría. Para disminuir al máximo
este efecto es conveniente que el lugar donde
se vaya a colocar una jaula tenga una profundidad al menos dos veces mayor a la
del artefacto.
Los materiales con los que está construida
la jaula pueden contaminar el agua con meta-
les pesados —cinc, cadmio y plomo— o con
otros productos, como los procedentes de
tratamientos «anti-fouling». Entre estos últimos resulta especialmente peligroso el tributil-estaño (TBT), de efectos muy nocivos para
los moluscos y que ya ha sido prohibido en
algunos países.
También hay que considerar que los animales alojados en las jaulas pueden transmitir a
la fauna natural enfermedades o parasitosis
que nunca se hubieran presentado en una
zona. A pesar de todos estos factores y efectos mencionados, es muy difícil evaluar el
impacto ambiental de las jaulas, ya que aún
son desconocidos muchos aspectos de la
ictiopatología, toxicología o hidrología.
Tipos de jaulas flotantes
Son varios los tipos o modelos de jaulas
flotantes que se emplean en piscicultura
marina. La elección de uno u otro depende
de las características del emplazamiento, la
especie que se vaya a engordar y el sistema
de explotación a emplear. El lugar determina
la robustez, profundidad y materiales más
adecuados; la especie puede influir en el
tamaño y tipo de malla, así como en la superficie o volumen total de jaulas necesarios,
según la resistencia, agresividad y comportamiento de los peces.
El tamaño es uno de los parámetros más
importantes, ya que determina el coste. Resulta más barata una jaula grande que dos
pequeñas, aunque a veces la grande es más
difícil de manejar o requiere más mano de
obra. Mencionamos a continuación los tipos
de jaulas más empleados, analizando las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
Jaulas con paredes y fondo flexibles.—Son,
en principio, las más baratas. Las redes son
fáciles de encontrar o fabricar, hacen que la
jaula pese menos y sea más fácil de anclar.
También permiten agilizar ciertas operaciones
de manejo. Pero entre sus limitaciones hay que
indicar que sólo pueden ser de materiales sintéticos, de corta vida útil, que se incrustan con facilidad y necesitan limpiezas y cambios frecuentes; pueden llegar a romperse o cegarse
haciendo peligrar la vida de los peces; cuando las corrientes son intensas se deforman y
reducen el espacio útil de alojamiento, pudiendo incluso enredarse con los flotadores; y,
finalmente, suelen requerir la instalación de
una red exterior para proteger a los peces de
predadores y evitar fugas.
Estructura flotante con largueros de fibra de vidrio para
una jaula de paredes flexibles.
58 Jaulas rígidas.—Pueden fabricarse en una
gran variedad de materiales, siendo posible
elegir el más adecuado a la especie o el lugar
y al presupuesto. Pueden limpiarse y desincrustarse bien para volver a usarlas; son más
resistentes y de más larga vida útil; provocan
menos stress en los peces, ya que el volumen
interior permanece constante y no suele ser
necesario instalar una red anti-predadores.
También son más fáciles las operaciones de
manejo como la clasificación automática de
los peces por tamaños y pueden agruparse o
subdividirse para hacer tratamientos o separación de lotes.
En contrapartida son, obviamente, más caras y necesitan más anclaje; son menos resistentes al oleaje, a los temporales y más difíciles de instalar.
Forma de las jaulas
Hay otras características que permiten diferenciar tipos de jaulas. Entre ellas destacaremos la forma y la existencia de pasillos de
trabajo. Se ha comprobado de forma práctica
que las jaulas exagonales u octogonales dan
peor resultado que las cuadradas o rectangulares. Las jaulas circulares y sin pasillo son
las más resistentes, ya que no tienen juntas
en ángulo; resultan idóneas para emplazamientos con mucho oleaje. También son adecuadas para el bienestar de los peces, ya que
no les provocan tanto stress y permiten que
naden de forma natural. Como inconveniente
hay que mencionar que la circulación del
agua en el interior de una jaula circular es
peor que en las rectangulares.
Es muy importante que el trabajo en una
jaula resulte cómodo, para lo que se instalan
pasillos más o menos amplios a su alrededor
o incluso por encima. Es curioso el hecho de
que cuando es el propietario de la jaula quien
trabaja en ella, suele escoger un modelo sin
pasillo, mucho más barato, a pesar del riesgo
que supone si hay oleaje.
aunque son mucho más caras y complicadas
de manejar.
Materiales y manejo de las jaulas flotantes
Al elegir y poner en funcionamiento una
jaula flotante hay que considerar no sólo el
precio inicial, sino los costes de operación y
mantenimiento, que suelen ser bastante más
altos. En cualquier caso, cuanto más grande
sea una jaula más barata resultará. El diseño,
tamaño y material de la jaula influyen decisivamente en el tiempo y número de personas
necesarios para manejarla. En el cuadro 2 se
detallan las tareas más importantes y la dedicación necesaria en una explotación de jaulas
de tipo medio.
Los trabajos más importantes en las jaulas
son la limpieza y sustitución de redes, la
lucha contra las incrustaciones y la suciedad.
Una jaula con excesiva suciedad en las redes
no es operativa: el paso de agua a través de
ella disminuye mucho, opone más resistencia
Cuadro 2.—TAREAS DE EXPLOTACION Y
MANTENIMIENTO DE UNA JAULA FLOTANTE DE
TIPO MEDIO
Porcentaje de
dedicación
Trabajo
Inspección y limpieza de redes
Clasificación de los peces Mantenimiento general Alimentación de los peces Pesca Renovación de efectivos 20-38 (a)
8-22
5-25 (a)
15-35 (b)
2-10
1-5
(a) Varía ampliamente, en función del emplazamiento.
(b) Incluye el tiempo de preparación y transporte del
alimento.
En resumen, las jaulas más empleadas, por
su versatilidad y economía, son las rectangulares o cuadradas con pasillos de trabajo
amplios, y paredes flexibles. Son fáciles de
manejar, pueden agruparse varias unidades,
se montan con sencillez a partir de elementos
prefabricados, son baratas y resisten las tracciones por tener sólo cuatro juntas. Siempre
que el emplazamiento lo permita, es conveniente unir las jaulas a tierra mediante pontones flotantes o pequeños muelles, que facilitan el acceso y simplifican el manejo.
Se han diseñado y se emplean también jaulas sumergibles o de flotabilidad variable,
Detalle de la unión de los flotadores al larguero metálico
de una jaula flotante.
59
Jaulas cuadradas muy simples, de paredes flexibles y largueros de madera y bambú.
al oleaje y las corrientes, es necesario un
mayor anclaje y el peso puede aumentar
tanto que la jaula se hunda, cosa que es relativamente frecuente. El cambio de redes se
hace con distinta frecuencia según el emplazamiento; en Japón el período medio es de
14 días, aunque hay lugares donde es necesario hacerlo cada semana. En los mejores
casos y lugares la red dura tres o cuatro
meses e incluso un año.
La selección de materiales es decisiva para
ajustar los costes de mantenimiento. Las
redes o paredes que forman el recinto para
los peces pueden ser de nylon flexible tejido
sin nudos y tratado con productos antiincrustantes. Este material se degrada de
forma natural con la luz del sol y su vida útil
es, en el mejor de los casos, de unos cinco
años. Pueden utilizarse redes rígidas o semirígidas, de acero recubierto de plástico, plástico termomoldeado, acero galvanizado o aleaciones especiales, como el cuproníquel. Este
último material es muy resistente a la corrosión y la abrasión y presenta excelentes cualidades anti- « fouling». A pesar de su alto precio, se está imponiendo en muchas piscifactorías marinas por su larga duración y fácil
mantenimiento.
Los flotadores más corrientes son de plástico premoldeado, relleno de espuma de
poliestireno. Son ligeros, compactos y fáciles
de manejar. Si se van a intalar pasillos de
trabajo amplios, suelen emplearse bloques
preformados de poliestireno expandido total o
parcialmente embutidos en carcasas de fibra
de vidrio. Para los largueros de las jaulas se
emplean diversos materiales: acero inoxidable, aluminio, madera, fibra de vidrio o cloruro de polivinilo (PVC). Cada uno presenta
ventajas e inconvenientes, que deben ser
sopesadas a la hora de elegir, en función del
emplazamiento y el presupuesto. Las juntas
son los elementos que más tracciones han de
soportar, por lo que deben fabricarse en
acero inoxidable o hierro galvanizado.
Algunos piscicultores o empresas de engorde diseñan y fabrican sus propias jaulas,
pero existen ya numerosas marcas y modelos
comercializados, entre los que se puede elegir en función de las necesidades. Se ha ilustrado con algunas fotografías la amplia gama
de posibilidades de estas instalaciones.
Blanca Mas Alvarez y José Alejandro Tiana Mariscal
Departamento de Producción Animal
de la Facultad de Veterinaria de Madrid.
Descargar