Asteroides: son los “cuerpos menores” del Sistema Solar Interior (es decir, hasta antes de la órbita de Júpiter). Rocosos y de forma irregular (no esféricos), su composición principal es carbonácea o metálica. Tienen tamaño inferior a los planetas enanos. Se encuentran preponderantemente en el plano del sistema solar, sobre todo en un gran “cinturón”, ubicado entre Marte y Júpiter. No son observables a simple vista. Cometa: son objetos formados principalmente de roca y hielo. Poseen una atmósfera de gas congelado y polvo llamada coma. Sólo es posible ver a los cometas cuando se encuentran cerca del sol, pues allí los gases congelados se subliman (pasan del estado sólido al gaseoso) y son soplados por el viento solar, así se forman las colas del cometa, una de polvo y hielo y otra de gas ionizado. En nuestro Sistema Solar, provienen del Cinturón de Kuiper (región más allá de las órbita de Neptuno) y de los confines del Sistema Solar, un lugar hipotético llamado Nube de Oort. Los cometas suelen tener órbitas elípticas de gran excentricidad (elipses muy ovaladas con el Sol en uno de los focos), esto hace que tarden mucho en acercarse al Sol y que permanezcan poco tiempo cerca de él: por ejemplo el cometa Halley tiene un periodo (tiempo que tarda en dar una vuelta al Sol) aproximado de 76 años, por eso se ve cada esa cantidad de años aproximadamente por un mes. También pueden tener órbitas parabólicas o hiperbólicas, en ese caso se acercan al Sol sólo una vez. Una vez que se alejan del Sol ya no son visibles, vuelven a congelarse dejando material dispersado por el Sistema Solar. Los cometas son generalmente descubiertos usando telescopios de campo ancho o binoculares y algunos son tan brillantes que se ven a simple vista. Meteroides: son pequeños fragmentos de material (roca, metal, hielo) que pueden ser remanentes de la formación de los planetas o fragmentos de cometas. Meteoro: es un meteroide que se encuentra cayendo hacia la tierra. Al atravesar a gran velocidad la atmósfera terrestre la fricción hace que se ionice el gas, por lo que se ve un trazo luminoso. Este fenómeno es al que llamamos “estrella fugaz”. Meteorito: si el meteoro no resulta totalmente desintegrado al atravesar la atmósfera, cae al suelo. A esa “piedra” la denominamos meteorito. Lluvia de meteoros: los materiales dejados atrás por un cometa quedan orbitando al Sol en órbitas que se pueden cruzar con la órbita terrestre. Por esto, una vez al año en su traslación la Tierra atraviesa estas “nubes” de meteroides, que al chocar con la atmósfera terrestre se convierten en meteoros produciendo el efecto que conocemos como “lluvia de estrellas (fugaces)”. Estas son las lluvias anuales más notables: Cuadrántidas (enero) Líridas (abril) Perseidas (agosto) Dracónidas (octubre) Oriónidas (octubre) Leónidas (noviembre) Gemínidas (diciembre) Se llaman así debido a que desde la tierra da la impresión de que las estrellas fugaces provienen de las constelaciones que les dan nombre. Elipse: es una figura geométrica del grupo de las cónicas; y es de especial importancia en astronomía ya que las órbitas de los objetos unidos gravitatoriamente en su mayoría son cónicas; si las órbitas son cerradas, son elipses. Elementos de la elipse: semieje mayor: a – semieje menor: b – focos: F – distancia focal: c (ver figura) A Lo que se llama excentricidad e de una elipse es lo que indica cuan ovalada es la elipse, y es un número entre 0 y 1. Si e es cercano a 0 la elipse es poco excéntrica y es muy parecida a una circunferencia. Los focos están muy cercanos al centro O (ver figura). Por ejemplo: la órbita de la tierra es casi un círculo, y el sol que está en uno de los focos, queda casi en el centro de la órbita. Cuanto más se acerca a 1 la excentricidad, más ovalada será la elipse. Por ejemplo, las órbitas de los cometas suelen ser muy excéntricas, por lo que los focos están muy separados entre sí y cerca de los extremos de la elipse. El Sol se encuentra en uno de esos focos, muy cercano al punto A (ver figura). Estrellas dobles o binarias: es un sistema compuesto por dos estrellas que orbitan en torno al centro de masas de ambas. Se sabe que la mayoría de las estrellas que observamos son en realidad un sistema estelar, es decir son dos o más estrellas ligadas gravitatoriamente (los sistemas estelares múltiples son lo que tienen tres o más estrellas). Puede ocurrir que al observar por telescopio a una estrella se descubra que son dos, pero ojo!, pues puede ser que sean dos estrellas lejanas que no están ligadas (no forman parte de un mismo sistema) pero se ven cercanas desde la Tierra debido a la perspectiva. Eclipses: se le llama a la variación o desaparición de la luz proveniente de un objeto (cuerpo eclipsado) debido al paso de otro cuerpo (eclipsante) delante de él en la línea de la visual. Los eclipses de Sol y Luna ocurren por la alineación de estos dos cuerpos con la Tierra. El primero ocurre con Luna Nueva: la Luna eclipsa la luz del Sol que llega a la Tierra. El segundo ocurre con Luna Llena: la Tierra eclipsa la luz del Sol que llega a la Luna. Los eclipses solares se dividen en: totales, parciales y anulares. Los eclipses lunares se dividen en: totales, parciales y penumbrales; dependiendo de si la Luna pasa en su totalidad o en parte por el cono de sombra proyectado por la Tierra, o únicamente lo hace por la zona de penumbra. Sol: es una estrella mediana, centro del sistema planetario llamado Solar. La distancia media del Sol a la Tierra es de aproximadamente 149.600.000 kilómetros, y su luz recorre esta distancia en 8 minutos y 19 segundos. Su diámetro es 1.392.000 km (109 veces más grande que el de la Tierra), y visto desde aquí tiene un diámetro angular de 32’ (32 minutos de arco). Debido a la cercanía con la Tierra el Sol presenta una magnitud muy superior al resto de las estrellas (magnitud sol: -26). Para su observación, debe tenerse a protección adecuada, que se consigue en las casas de ópticas.