T.S.X.GALICIA A CORUÑA SALA CIV/PE AUTO: 00024/2016 T.S.X.GALICIA GALICIA SALA CIV/PE PLAZA DE GALICIA S/N Teléfono: 981184876 Fax.: 981184887 MA N.I.G: 15030 31 2 2016 0000007 904100 DPA DILIGENCIAS PREVIAS 0000010 /2016 NIG. 15030 31 2 2016 0000007 SOBRE: PREVARICACIÓN JUDICIAL DENUNCIANTE/QUERELLANTE: JOSE RAMON GOMEZ BESTEIRO PROCURADOR: MARIA IRENE CABRERA RODRIGUEZ ABOGADO: FRANCISCO JAVIER SANCHEZ-VERA GOMEZ-TRELLES DENUNCIADO/QUERELLADO: MARIA DEL PILAR DE LARA CIFUENTES PROCURADOR: ABOGADO: A U T O Nº 24 EXCMO. SR. PRESIDENTE D. MIGUEL A. CADENAS SOBREIRA ILMOS SRES. MAGISTRADOS D. PABLO SAAVEDRA RODRIGUEZ D. PABLO ANGEL SANDE GARCIA D. JOSE ANTONIO BALLESTERO PASCUAL D. FERNANDO ALAÑÓN OLMEDO ------------------------------------------------------En A CORUÑA, a veinticuatro de mayo de dos mil dieciséis. ANTECEDENTES DE HECHO Primero.- Con fecha de entrada en el Registro General de este Tribunal de 22 de marzo de 2016 se presentó por la procuradora doña María Irene Cabrera Rodríguez escrito de querella, en nombre y representación de don José Ramón Gómez Besteiro, contra la Ilma. Sra. doña María del Pilar De Lara Cifuentes, Magistrada-Juez del Juzgado de Instrucción número Uno de Lugo, por la comisión de un delito de prevaricación judicial del artículo 446 del Código Penal. Por providencia de 22 de marzo de 2016 se acordó formar rollo de Diligencias Previas, que fueron registradas con el número 10/2016, así como designación de ponente. En providencia de la misma fecha de conformidad con lo establecido en el artículo 410 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y con el fin de decidir sobre la admisión de la querella en función de la relevancia penal de los hechos en ella relatados, se acordó librar exhorto al Juzgado de 1 Instrucción número Uno de Lugo para que remitiese a esta Sala testimonio del auto dictado el 10 de marzo de 2016 en las Diligencias Previas 2097/13 y de cuanta documentación obrante en las mismas puedan afectar a don José Ramón Gómez Besteiro exclusivamente como precedente del citado auto. Por providencia de 29 de abril siguiente se acordó recabar de la Diputación de Lugo certificación acreditativa del período o períodos en los que don José Ramón Gómez Besteiro presidió dicho organismo. Recibida la documentación solicitada se acordó por providencia de 3 de mayo pasar las actuaciones al Ministerio Fiscal en unión de la documentación recibida en lápiz informático del Juzgado de Instrucción nº Uno de Lugo, a fin de que informase sobre la competencia de la Sala para el conocimiento de los hechos y la admisión, en su caso, de la querella formulada. En escrito del Ministerio Público de fecha 9 de mayo de 2016, recibido en la Sala el día siguiente, se informa a favor de que la Sala asuma la competencia e inadmita a trámite la querella por no ser los hechos objeto de la misma constitutivos de delito, con archivo de las actuaciones. Es Magistrado Rodríguez. Ponente el Ilmo. Sr. D. Pablo Saavedra FUNDAMENTOS DE DERECHO Primero.- A la vista de lo dispuesto en el artículo 73.3 b) de la Ley Orgánica del Poder Judicial que determina que corresponde a esta Sala: “La instrucción y fallo de las causas penales contra jueces, magistrados y miembros el Ministerio Fiscal por delitos o faltas cometidos en el ejercicio de su cargo en la comunidad autónoma, siempre que esta atribución no corresponda al Tribunal Supremo”, procede declarar la competencia de la Sala para conocer de la presente querella en virtud del aforamiento que corresponde a la Ilma. Sra. doña Pilar De Lara Cifuentes dada su condición de Magistrada que ejerce sus funciones en la Comunidad Autónoma de Galicia y referir la querella hechos presuntamente delictivos cometidos en el ejercicio de su cargo. Segundo.- El núcleo de los hechos delictivos que la querella imputa a la Sra. De Lara consiste en considerar, que en el auto dictado por la misma el 10 de marzo de 2016 en las Diligencias Previas 2097/2013, se efectúa una imputación injusta de propósito y a sabiendas al querellante como autor de diversos delitos, en relación entre otros hechos con unos viajes a xxx, a la xxx, un xxx, etc, en una fechas –como la Magistrada querellada conocía- en las que el Sr. Gómez Besteiro no era presidente de la Diputación de Lugo, ni ostentaba cargo alguno en la misma. Afirma la querella que la Sra. De Lara tenía las facturas con sus concretas fechas, habiendo hecho en el citado auto relación a los importes económicos que constan en las facturas, pero ocultando maliciosamente la fecha de dichas facturas. El Sr. Gómez Besteiro, continúa la querella, no era Presidente de la Diputación en la fecha de los viajes que se reputan delictivos (2004, 2005, 2006...), por lo que considera la imputación falsa de propósito. La querella, a continuación, concreta el contenido del que considera Auto prevaricador, según el cual se imputan o dicen investigar 4 bloques de hechos –así también numeradosasignados a diversas personas, entre ellas el Sr. Besteiro. Habla el Auto de “indicios serios” derivados de múltiples fuentes probatorias, y que estarían acreditados 8 delitos (cohecho, tráfico de influencias, fraude a las Administraciones Públicas, uso de información privilegiada, prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude de subvenciones públicas y descubrimiento de secretos). Estima el Auto que habría una coordinación entre los presuntos autores y que se habrían puesto muchísimas dificultades a la investigación. Refiere la querella, como ya se adelantó, cuatro bloques de hechos: 1) Relacionados con la llevanza del programa KM 0. 2) Adjudicaciones ilícitas en el ámbito del programa KM 0 con claro xxxxxx. 3) Otorgamiento fraudulento de subvenciones a entidades deportivas que xxxxx. 4) Cobertura de los denominados “Gastos Sociales”. xxxxx. Hace especial énfasis la querella en este cuarto apartado, que es el que ha saltado a los medios de comunicación xxxxxxx. Continúa la querella afirmando que xxxxxx. Tercero.- La extensa y acertada síntesis que efectúa el Ministerio Fiscal de la Jurisprudencia sobre el delito de prevaricación judicial en su doble conceptuación de dolosa (art. 446 C. Penal) y culposa (art. 447 C.P.), nos exime de reiterarla aquí, por lo que nos remitimos a lo dicho por el 3 mismo en el fundamento tercero de su dictamen, para hacerlo nuestro en aras de innecesarias repeticiones. No obstante, en tanto que dicho informe hace referencia en concreto al criterio de la Sala al respecto del delito de prevaricación judicial no nos sustraemos a reiterarlo con el objeto de confirmar la concordancia del criterio de este Tribunal con el del Tribunal Supremo, al que “in extenso” hace referencia el dictamen del Ministerio Público. Decíamos en nuestro Auto que cita el Fiscal de 23 de junio de 2015 que: “El delito de prevaricación judicial al que se refiere el artículo 446 del Código Penal exige para su apreciación la constancia de que el Juez o Magistrado dicte una resolución injusta y, en segundo lugar, que tal dictado tenga lugar con pleno conocimiento de la injusticia de la resolución o, o cuando menos, con negligencia inexcusable. La cuestión más espinosa a la hora de calificar la conducta de un Juez o Magistrado radica en la determinación de la injusticia de la resolución habida cuenta de que tal calificativo no puede extenderse a cualquier decisión no ajustada a Derecho pues la base del tipo delictivo no es otra que castigar aquellas groseras infracciones del ordenamiento jurídico que atenten contra las bases mismas del Estado de Derecho, con el consiguiente desprecio a la norma con ese plus de antijuridicidad. Se trata, a la hora de calificar siquiera indiciariamente una resolución como prevaricadora, como recuerda la sentencia de 28 de Junio de 2004, de excluir cualquier explicación razonable que pudiera justificar la resolución cuestionada. Como dispone el auto del Tribunal Supremo de 13 de febrero de 2013, recogiendo lo indicado en la sentencia de 15 de octubre de 1999, la injusticia tiene que ser patente, clamorosa, ajena a cualquier método de razonamiento jurídico, expresiva de un voluntario apartamiento de lo que es propio de la función judicial. La más reciente sentencia de 20 de diciembre de 2013 alude a que por resolución injusta, habrá de estimarse aquella que se aparta de todas las opciones jurídicamente defendibles, careciendo de toda interpretación razonable, siendo en definitiva exponente de una clara irracionalidad; se alude a que la injusticia es un plus respecto de mera ilegalidad, a que la resolución que se analiza no es sostenible mediante ningún método aceptable de interpretación de la Ley (STS núm. 1497/2002, de 23 septiembre), o falta una fundamentación jurídica razonable distinta de la voluntad de su autor ( STS núm. 878/2002, de 17 de mayo). A contrario de lo expuesto, no será prevaricadora aquella resolución que si bien no resulta acomodada a derecho no entraña una desviación absolutamente irracional del ordenamiento jurídico o que de algún modo puede mínima justificación siquiera que equivocada.” tener una En el auto de 3 de marzo de 2016, que también cita el Ministerio Público, establecía la Sala: “Sin embargo, con ello parece no repararse en la más que consolidada y notoria doctrina jurisprudencial –en la que no ahondaremos remitiéndonos a la plasmada por el Instructor- conforme a la cual el delito de prevaricación judicial exige para su apreciación la constancia de que el Juez o Magistrado dicte una resolución injusta y, en segundo lugar, que tal dictado tenga lugar con pleno conocimiento de la injusticia de la resolución o, cuando menos, con negligencia inexcusable, sin obviar que la cuestión más espinosa a la hora de calificar la conducta de un Juez o Magistrado radica en la determinación de la injusticia de la resolución, habida cuenta de que ese calificativo no puede extenderse a cualquier decisión no ajustada a Derecho porque la base del tipo delictivo no es otra que castigar aquellas groseras infracciones del ordenamiento jurídico que atenten contra las bases mismas del Estado de Derecho, con el consiguiente desprecio a la norma con ese plus de antijuridicidad. Se trata, a la hora de calificar una resolución como prevaricadora, de excluir cualquier explicación razonable que pudiera justificarla; y la injusticia tiene que ser patente, clamorosa, ajena a cualquier método de razonamiento jurídico, expresiva de un voluntario apartamiento de lo que es propio de la función judicial, estimándose como injusta la resolución que se aparta de todas las opciones jurídicamente defendibles, careciendo de toda interpretación razonable, siendo en definitiva exponente de una clara irracionalidad. La injusticia es un plus respecto de la mera ilegalidad, así pues, e implica que la resolución que se analiza no es sostenible mediante ningún método aceptable de interpretación de la ley. A contrario de lo expuesto, no será prevaricadora aquella resolución que si bien no resulta acomodada a Derecho no entraña una desviación absolutamente irracional del ordenamiento jurídico o que de algún modo puede tener una mínima justificación, siquiera que equivocada (por todas, ATSJG de 23 de junio de 2015, y SSTS de 28 de junio de 2007, y de 13 de febrero y 20 de diciembre de 2013).” En la misma línea pueden verse entre otros el ATSJG de 10-11-2015. Cuarto.- La querella se ciñe a la existencia de una prevaricación dolosa, en el actuar de la Sra. De Lara, fijándola en la infracción del art. 446 del C. Penal. En ello nos centraremos, pero podemos adelantar en concordancia 5 con el Ministerio Público que no apreciamos en la resolución tildada de prevaricadora por la querellante la existencia de ningún tipo de delito. La querella parte de una visión subjetiva de los hechos efectuando consideraciones al margen de la resolución que nos ocupa, (por ejemplo, el modo de llevar las causas penales por la Sra. De Lara que critica). De nuevo debemos resaltar, como lo hace la propia querellante y el Ministerio Fiscal, que la jurisprudencia más reciente sobre la prevaricación judicial ha abandonado posiciones subjetivas, que hacían depender de la subjetividad del juez lo justo de lo injusto, y construye su contenido en el quebrantamiento del derecho objetivo, que se produce cuando la aplicación realizada del derecho no resulta objetivamente sostenible, según los métodos generalmente admitidos en la interpretación del derecho, se exige, por lo tanto, una indudable infracción del derecho, y, además, una arbitrariedad en el ejercicio de la jurisdicción (S.T.S., ya citada, de 21-4-2015, entre otras varias concordantes). Por ello, dejando al margen apreciaciones subjetivas de la querellante, nos centraremos en el análisis del Auto tildado de prevaricador en lo que puede concernir al querellante, singularmente, como quedó dicho, a que se le imputen al Sr. Gómez Besteiro hechos que no pudo haber cometido. Y reiteramos lo de apreciaciones subjetivas de la parte querellante, porque, con independencia de otras afirmaciones interesadas, no se ha percatado de un extremo del Auto que consideramos esencial. Luego de enumerar al comienzo de la resolución (fundamento de derecho único) los 8 delitos contra la Administración Pública de los que considera la existencia de indicios serios de su presunta comisión, tras las diversas diligencias de investigación practicadas, la Sra. De Lara afirma lo siguiente: “En la comisión de tales delitos habría participado un elevado número de Autoridades y funcionarios pertenecientes a la Diputación Provincial de Lugo, quienes coordinadamente y de forma continuada en el tiempo podrían, presuntamente, haber perpetrado un cúmulo de irregularidades con posible encaje penal, consistentes en la contratación ilícita y manipulación de concursos para beneficiar a determinados empresarios, otorgamiento fraudulento de subvenciones sin justificar y desviación de fondos y caudales públicos a fines distintos de los reglados (entre otras conductas no menos importantes) sin que los encargados de velar por la legalidad y de fiscalizar, jurídica y contablemente, la actuación pública hayan cumplido con la misión legalmente encomendada de preservar el interés público, llegando a participar directamente en tales ilicitudes. Las conductas investigadas, en las que habrían intervenido las citadas autoridades y funcionarios, con el carácter provisional de la investigación, harto complicada, no solo por la complejidad de los delitos que se investigan sino también por la opacidad y falta de colaboración de los responsables de la Diputación, cuya actitud terminó haciendo necesaria la adopción de medidas restrictivas y limitativas de derechos, como son las diligencias de entrada y registro, serían las siguientes:” Enumera a continuación en cuatro apartados las conductas investigadas, ya referidas en el fundamento segundo de la presente resolución, y concluye luego de pormenorizar en cada uno de ellos los hechos que pudieran ser constitutivos de delito, en un punto y aparte que abarca a los cuatro apartados, con la siguiente frase: xxxxxxxxxxx. Cuarto.- Podríamos pormenorizar más a la vista de la documentación recibida del Juzgado, como en algún momento lo hace el Ministerio Fiscal, pero no es preciso. De su simple lectura se corroboran con datos y pruebas, incluso documentales o documentadas, las aseveraciones del Auto pretendidamente prevaricador. En consecuencia con lo relatado con anterioridad en los cuatro apartados o núcleos de la investigación se llama a declarar al querellante y las otras personas antes mencionadas en concepto de investigados, en cuanto puedan estar relacionadas con los hechos relatados en dichos apartados, y, a continuación ordena la práctica de más pruebas. Estamos en la fase preliminar de la instrucción de la causa, en la que por cierto según se desprende de la documentación recibida del Juzgado ha intervenido desde el principio de la investigación judicial la Magistrada en funciones de apoyo doña Hortensia Bouso Darriba acordando la práctica de abundantes diligencias de prueba en providencias como las de 23-8-2013, 18-10-2013, 10-12-2013 y 4-4-2014. Fase preliminar que se rige por lo dispuesto en los artículos 299 en relación con el 777 de la LECr, y cuyo objeto es practicar las diligencias encaminadas a averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos, la naturaleza y circunstancias de los hechos y las personas que 7 hayan participado en los mismos, con el fin de preparar el juicio, sin perjuicio, entre otras decisiones, de poder acordar su archivo si finalizada la fase de investigación no apareciese suficientemente justificada la perpetración del delito o que los hechos no son constitutivos de infracción penal (art. 779.1º LECr), por lo que es difícil concebir que en esta fase del proceso se pueda incurrir en prevaricación pues muchas diligencias pueden resultar infructuosas a aquellos fines y no por ello pueden considerarse contrarias a la Ley (no hemos encontrado precedentes judiciales en este ámbito). Tendríamos que encontrarnos ante una resolución tan groseramente ilegal y sin fundamento para poder plantearnos la existencia del delito de prevaricación judicial. Por último, resaltar, por si quedase alguna duda, como lo hace el Ministerio Fiscal, que con la querella se acompaña como documento número 4, oficio dirigido por la querellada a la Diputación de Lugo de fecha 21 de diciembre de 2015 solicitando se faciliten a la Policía diversas facturas englobadas en la investigación y en las que se detalle su fecha, por lo que no es de recibo que el querellante, que aporta tal documento, pretenda ampararse en una ocultación de fechas para fundamentar la querella cuando tenía constancia oficial y cierta de las mismas. En definitiva, podemos concluir con el Ministerio Fiscal que no existe indicio alguno (ni siquiera errores, podemos añadir) en el Auto dictado por doña Pilar De Lara Cifuentes, con fecha 10 de marzo de 2016 en las D.P.P.A. 2097/2013 que se siguen en el Juzgado nº Uno de Lugo, de la que es titular, de que se haya cometido en el mismo delito de prevaricación judicial ni ningún otro, por lo que de conformidad con lo dispuesto en el art. 313 de la LECr. procede desestimar la querella interpuesta por no ser los hechos en que se funda constitutivos de delito. Se recuerda a la parte querellante que según dispone el art. 301 de la LECr. las actuaciones sumariales son secretas, lo que ponemos de manifiesto por si parte del contenido de la presente resolución puede afectar al secreto de las D.P.P.A. 2097/2013 que se siguen en el Juzgado nº Uno de Lugo. En su virtud La Sala Acuerda, inadmitir a trámite la querella presentada por la representación procesal de don José Ramón Gómez Besteiro contra la Ilma. Sra. Magistrada-Juez del Juzgado de Instrucción número Uno de Lugo doña Pilar De Lara Cifuentes. Notifíquese el presente auto al Ministerio Fiscal y a la parte querellante, y, una vez firme esta resolución, archívense las actuaciones. Contra la presente resolución cabe interponer recurso de súplica en el plazo de tres días ante esta Sala. Así lo acuerdan, mandan y firman los señores antes expresados, de lo que yo, Letrado de la Administración de Justicia, doy fe. 9