CORRIENTES QUE CONVERGEN Y QUE DISPUTAN CONCEPTOS E IDENTIDADES EN LA ECONOMIA SOCIAL Y SOLIDARIA. Epistemología de la Economía Social y Solidaria1. Polanyi sostenía que “las civilizaciones, como la vida misma, derivan de la interacción de gran número de factores interdependientes que no pueden reducirse por regla general a instituciones circunsciptas”. La autodenominada “ciencia económica” que se aisló y subordinó a las restantes ciencias sociales, sostuvo y sostiene como principio rector de la vida económica y también política y social, la supuesta “mano invisible del mercado”. Las afirmaciones que sostienen esta creencia son un artículo de fé. El capitalismo en su etapa globalizada y financiarizada transformó a la “maximización de los beneficios” de oferentes y demandantes guiados por el mercado, en el comportamiento racional excluyente de las personas, haciendo que individuos asociales y amorales jurídica y moralmente inimputables, en salvaje competencia darwiniana y con los ojos puestos en la acumulación ilimitada de riqueza y desbordado consumo, sean el único espejo en el que por imperio de los más variados factores de poder y de conformación de subjetividad, se conformó el panóptico que generó el “sentido común” y el conocimiento científico y popular. Esta “ciencia”, y esta mirada con los instrumentos que proporciona el poder y el control comunicacional, se expresó como el “pensamiento único” que conformó un irracional “sentido común”, en el que se reconocen científicos, docentes, comunicadores, trabajadores y también la gente sencilla. No obstante, ni la economía puede ser entendida al margen de las instituciones ni de la realidad, ni los hombres vivieron nunca fuera de la sociedad que incide en sus comportamientos relevantes, que no son sólo egoístas y depredadores. La praxis social exhibe desde siempre, que existe una forma alternativa de hacer sociedad y economía que pone en evidencia que otro mundo es posible. En el marco del pensamiento crítico la economía social y solidaria propone desde la realidad, otra forma de organizar la economía y de afrontar su relación con las restantes ciencias sociales, que también fueron transformadas en estructuras dogmáticas y formales. Para entender a la “economía social y solidaria” es menester consultar su práctica, pero también es imprescindible utilizar nuevos instrumentos epistemológicos que desborden y proporcionen conocimiento, superando las certezas inalteradas de las ciencias sociales que construyeron “El tema de la denominación es de fondo, o como diría Marx, es una discusión material. Es material en tanto es una discusión sobre los contenidos y no sobre las formas o la apariencia. La cuestión del nombre no es menor porque hace a la identidad, es decir a una determinada manera de hacerse presente y ser reconocido en el mundo. Se habla de Tercer Sector; Sector non profit,Economía Social, Economía solidaria, Socioeconomía de la solidaridad, Economía del trabajo, etc. Todos estos conceptos tienen en común que se refieren a la economía nocapitalista y no estatal” Juan Pablo Martí. (2008) “La Economía Solidaria y su aporte al desarrollo”. http://www.economiasolidaria.info/drupal-ecosolidario/sites/default/files/documentos_biblioteca /Eco_Solidaria_0003.pdf 1 sociedades que tras desatar fuerzas productivas formidables, han desembocado en una crisis global que también es humanitaria. “En el plano epistemológico es preciso atacar en su origen la creencia económica cuya normatividad se oculta bajo la referencia a una neutralidad axiológica, y privilegiar un enfoque científico que no eluda la cuestión de las relaciones entre economía, ética, derecho, sociología y política. Al contrario de la idea de un mercado autorregulado, conviene advertir que su surgimiento y su existencia supone instituciones sociales. El mercado autorregulador no es una realidad histórica sino una utopía que ha transformado culturalmente la percepción de la economía y que manifiesta una gran perfomatividad generando profundos cambios institucionales.. Polanyi destaca la pluralidad de los principios económicos. Mauss reconoce la pluralidad de las formas de propiedad. La organización económica es un conjunto complejo de economías, con frecuencia opuestas, modelada por instituciones sociales evolutivas “La mayoría de los mercados que existen actualmente son, fundamentalmente reglas, instituciones y redes que encuadran y controlan la formación y el encuentro de la oferta y la demanda”2. Por ello Chaves afirma que el estudio desde la economía social es “un proceso intelectual guiado por valores explícitos y socialmente relevantes, una perspectiva prescriptiva y activista del trabajo del científico social y no meramente explicativa y predictiva, un enfoque analítico crítico pero constructivo orientado a la transformación social, el reconocimiento de la complejidad, dinamismo y multidimensionalidad de los problemas sociales y que exige la introducción de métodos analíticos basados en la interdisciplinariedad y en una ontología holística o sistémica”. “La presencia de las valoraciones en el proceso científico es despojada de su cariz peyorativo, pues éste deriva fundamentalmente de la idea de evitar legitimar un proceso intelectual que introduce ‘subrepticiamente’ juicios de valor mientras pretende, ilegalmente, conseguir el sello de objetividad y con él de calidad científica” La naturaleza multifacética (económica, social, política, psicológica) de los problemas, y en consecuencia, de las causas y remedios a éstos, dada la intensa relación entre tales facetas, condiciona al economista social a abordar la realidad de una manera holística, y con ella a adoptar una perspectiva metodológica interdisciplina (Chaves) 3. En esa perspectiva metodológica es en el ámbito del “derecho” en el que se debaten las instituciones jurídicas y los “derechos” que sostienen al sociometabolismo capitalista globalizado y financiarizado (Schujman M. 2006) 4. Mauss nos habla siempre de “derecho y economía”. Laville Jean Louis. “Definiciones e instituciones de la Economía”. Y “”Con Mauss y Polanyi hacia una Teoría de la Economía Plural”. Ambos trabajos en “Que es lo económico” Materiales para un debate necesario contra el fatalismo. Ed. Ciccus 2009. pags. 54/5/9.94/100.. 3 Rafael Chaves. “La Economía Social como enfoue metodológico, como objeto de estudio y como disciplina científica”. Revista: CIRIEC—España, nº 33, págs. 115-140 4 Schujman Mario. “Derecho Económico y Social – Globalización, Lex Mercatoria y Análisis Económico del Derecho o Constitucionalismo y Derechos Humanos”. Editorial UNR. 2006. 2 El derecho de “propiedad individual y privada” y la “libertad contractual” como pilares en torno a los cuales se ocultan y se interpretan los sistemas jurídicos, ponen en evidencia que para el proceso transformador que reclama la economía social y solidaria el derecho, debe reformular su perspectiva epistemológica y recoger y jerarquizar en la interpretación, pero también en la aplicación de las normas, los valores emergentes de los derechos humanos y económicos, sociales y culturales, cuya efectiva realización coadyuvará a poner a la reproducción de la vida por encima de la reproducción del capital. Es menester pensar las instituciones jurídicas desde lo sustancial subordinando lo formal. Algunos economistas tomaron la posta de repensar socialmente la economía, los juristas aún están en deuda, salvo honrosas excepciones. Los orígenes de la praxis y del concepto de Economía Social y Solidaria La “economía social y solidaria”, es un conjunto de prácticas ancestrales “comunitarias”, “de buen vivir”, de “solidaridad”, “cooperación”, de “don”, “redistribución”, “ayuda mutua” y “reciprocidad”, que organizadas, para producir, distribuir y consumir, y en procura de satisfacer “derechos – necesidades” de sus integrantes, de comunidades, o de sectores de la sociedad, resisten o enfrentan, al individualismo egoísta y depredador hegemónico, en la búsqueda de una sociedad más humana y más justa. A esta conclusión la abonan desde diferentes ópticas disciplinarias e ideológicas:5 Kart Polanyi (Nota 1 Polanyi 2011)6 sostiene recurriendo a estudios antropológicos e históricos, que hasta el advenimiento de la sociedad “Una visión de la ruptura epistemológica, desde una perspectiva jurídica, en la economía Social y Solidaria” Revista del Equipo Federal de Trabajo. Ed. Nro. 79. Publicado el 4.12.11. http://www.newsmatic.epol.com.ar/index.php?pub_id=99&sid=1044&aid=71634&eid=79&Nomb reSeccion=Economia&Accion=VerArticulo 5 Desde las sociedades altamente heterogéneas de la periferia no resulta fácil admitir que la tópica polanyana de la pluralidad de principios de integración social habilite la disolución total de la tópica marxista de la formación económica social. (143) Otra economía implica un cambio civilizatorio. (145). Coraggio Jose Luis. “Polanyi y la economía social y solidaria en América latina” en “Que es lo económico” Materiales para un debate necesario contra el fatalismo. Ed. Ciccus 2009. Pags. 143/5. 6 “Veamos el caso de una sociedad tribal. El interés económico del individuo es raras veces predominante, porque la comunidad protege a todos sus miembros contra la inanición, a menos que ella misma afronte una catástrofe, en cuyo caso los intereses se verán de nuevo amenazados en forma colectiva, no individual. El mantenimiento de los lazos sociales es fundamental La realización de todos los actos de intercambio tales como los regalos que se espera recibir en reciprocidad aunque no necesariamente de los mismos individuos, debiera explicar por sí misma la ausencia de una noción de la ganancia o aun de la riqueza, fuera de los objetos que tradicionalmente elevan el prestigio social. El orden de la producción y la distribución deriva de dos principios del comportamiento ue no se asocian primordialmente con la economía: La reciprocidad y la redistribución” (Polanyi explica que sus fuentes antropológicas son Malinowski y Thrnwald. (Pag.94/5) Todas las economías de grandes transacciones en especie eran administradas con el auxilio del principio de redistribución”. (99). capitalista en la que se produjo la “gran transformación, fueron la “reciprocidad” y la “redistribución”, los principios económicos en los que reposaron las relaciones socio económicas, independientemente de las relaciones políticas de poder que se sucedieron. Carlos Marx estudia la formación económico social capitalista, poniendo de relieve que la sociedad humana no siempre estuvo dividida en clases, y con el concurso de estudios antropológicos (que exploran entre otros el denominado “modo de producción asiático”), explica que el individualismo y la explotación de un hombre por el otro, y la sociedad dividida en clases no son un rasgo natural de la sociedad humana. Que existieron y existen otras formas de propiedad, y de organización social, distinta a la propiedad privada lucrativa de los medios de producción. ( Alvaro García Linera 2010) 7 Gerardo Cardenas Falcón sostiene que “en muchas de las culturas peruanas y bolivianas, la producción reposaba en el funcionamiento de los ayllus, comunidades locales de aldea en las que residían grupos de parentesco del tipo linaje. La propiedad del suelo era comunal y la tierra era redistribuida periódicamente, sin que ellas pudieran transformar ese derecho de uso en Jamás ha existido el salvaje individualista, recolector de frutos y de caza para sí mismo o para su familia En los vastos sistemas de redistribución de la antigüedad, los actos de trueque y los mercados locales, constituían un aspecto habitual, pero subordinado. La descripción de la mano de obra, la tierra y el dinero como mercancía e enteramente ficticia, sin embargo es con el auxilio de esta ficción que e organizan los mercados de mano de obra, tierra y dinero”. Karl Polany. “La Gran Transformación”. Edic. Reimpresión 2011. FCE. Bs.As. Cap. IV pags. 91 y sgts. pag. 99, 101 y 110. 7 Karl Marx nos habla de “sociedades donde no existía la propiedad privada de las condiciones fundamentales de la producción y donde se desarrollan relaciones de convivencia económica, política, administrativa, comunales”., de “formas de comunidad ancestral o arcaica o formas de propiedad y producción comunitaria”. En el Capital Tomo I pags. 375 y 369, hace referencia a “la propiedad comunal como un estado geneal de la organización social de la producción, uno de cuyos tipo característicos serían la forma “indica, oriental o asiática.”. En Alvaro Garcia Linera. “Forma valor y forma comunidad”. Aproximación teórico abstracta a los fundamentos civilizatorios que preceden al Ayllu Universal”. Edit. Prometeo – Clacso. 2010. Bs.As. Pag. 241. Sin embargo la La zádruga de los sud eslavos constituye el mejor ejemplo, existente aún, de una comunidad familiar de esta clase. Abarca muchas generaciones de descendientes de un mismo padre, los cuales viven juntos, con sus mujeres, bajo el mismo techo; cultivan sus tierras en común, se alimentan y se visten de un fondo común y poseen en común el sobrante de los productos. La comunidad está sujeta a la administración superior del dueño de la casa (domàcin), quien la representa ante el mundo exterior, tiene el derecho de enajenar las cosas de valor mínimo, lleva la caja y es responsable de ésta, lo mismo que de la buena marcha de toda la hacienda. La comunidad familiar, con cultivo del suelo en común, se menciona ya en la India por Nearco, en tiempo de Alejandro Magno, y aún subsiste en el Penyab y en todo el noroeste del país. El mismo Kovalevsky ha podido encontrarla en el Cáucaso. En Argelia existe aún en las cábilas. Ha debido hallarse hasta en América, donde se cree descubrirla en las "calpullis"[descritas por Zurita en el antiguo México; por el contrario, Cunow ("Ausland", 1890, números 42-44) ha demostrado de una manera bastante clara que en la época de la conquista existía en el Perú una especie de marca (que, cosa extraña, también se llamaba allí "marca"), con reparto periódico de las tierras cultivadas y, por consiguiente, con cultivo individual. Frederick Engels. “El origen de la Familia, de la Propiedad Privada y el Estado”. Cap. II y III. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1880s/origen/cap5.htm derecho de alienación y por tanto en cualquier forma de propiedad privada, aparte de la comunal”8. Federico Engels avanza en un trabajo antropológico “El Origen de la familia, de la propiedad privada, y del Estado”.en el desarrollo de este concepto. En estos trabajos aparecen nítidamente las cuestiones inherentes al poder y al derecho de propiedad en relación con la detentación de los medios de producción. Y también Marcel Mauss que en su estudio etnográfico “Sobre los dones y sobre la obligación de hacer regalos” demitifica las afirmaciones que sostienen que el trueque, y el contrato fundado en la propiedad privada individual, son las formas naturales del intercambio (Mauss 1922) 9. “Kropotkin sostenía que en la naturaleza, además de la lucha mutua, “se observa al mismo tiempo, en las mismas proporciones, o tal vez mayores, el apoyo mutuo, la ayuda mutua,(…)de manera que se puede reconocer la sociabilidad como el factor principal de la evolución progresiva”. El psicobiólogo Michael Tomasello se expresa con igual contundencia: “Los homo sapiens están adaptados para actuar y pensar cooperativamente en grupos culturales hasta un grado desconocido en otras especies”. “Las hazañas cognitivas de nuestra especie, sin excepción no son productos de individuos que obraron solos sino de individuos que interactuaban entre si, y lo dicho vale para las tecnologías complejas, los símbolos lingüísticos y matemáticos, y las más complicadas instituciones sociales (…) El origen de la cultura se deriva del hecho de que los seres humanos se hayan puesto a pensar juntos para llevar a cabo actividades cooperativas” Resulta raro que los tópicos contrarios estén tan extendidos en el mundo industrializado y que las situaciones de violencia, egoísmo y competencia feroz estén tan presentes en el mundo de hoy. Pero, en contra de lo que parece y de lo que la teoría estándar predice, en la historia de la humanidad lo que ha prevalecido es la vida en común, los bienes comunales, y la autogestión de los mismos. “Es irónico que los últimos avances de las ciencias humanas subrayen nuestra capacidad para cooperar, nuestra preocupación por el bienestar de los demás y nuestras inclinaciones altruistas, precisamente en una época en la que todos tenemos pruebas más que abundantes del daño que los seres humanos pueden inflingirse mutuamente” (Tomasello 2010) 10. Gerardo Cardenas Falcón.(1983) “El sector de Economía Social en el Perú”. Ed. Centro de Estudios para el Desarrollo y la participación”- Industrial Tipográfica. Lima Perú. 9 “En los derechos y economías que nos han precedido, jamás se verá el cambio de bienes, riquezas o productos durante una compra llevada cabo entre individuos. No son los individuos sino las colectividades las que se obligan mutuamente, las que cambian y contratan, las personas que estan presentes en el contrato son personas morales: clanes, tribus, familias… Lo que intercambian no son exclusivamente bienes o riquezas, muebles e inmuebles, son sobre todo gentilezas, festines, ritos, servicios militares, mujeres, niños, danzas, ferias en las que el mercado ocupa sólo uno de los momentos . Estas prestaciones y contraprestaciones nacen de forma mas bien voluntaria, por medio de presentes o regalos, aunque en el fondo sean rigurosamente obligatorias bajo pena de guerra privada o pública”. Marcel Mauss. “Ensayo sobre los dones: Razón y forma del cambio en las sociedades primitivas. 1923. Publicado en Sociología y Antropología. 1971. Madrid, Edit. Tecnos. 10 Michael Tomasello.(2010) “¿Por qué cooperamos”. Ed. Katz. Buenos Aires. Paco Puche. “Por Que Cooperamos”.14.2.11. con citas de: Kropotkin, P. (1989), “El apoyo mutuo”, Ediciones Madre Tierra (de la edición inglesa original de 1902) p. 43 y 86 .Tomasello, M. (2010). “¿Por qué cooperamos?”, Katz Editores, p. 17, 18, 117 y 127. 8 . Estos conceptos fueron retomados, desarrollados y corroborados por múltiples trabajos antropológicos e históricos de quienes estudian la economía social y solidaria, en su necesidad de poner de manifiesto que la “naturalización” de la sociedad capitalista y de su socio metabolismo es una falacia absoluta, una “utopía” que “fetichiza” la realidad al decir de Marx y Polanyi. Se trata de pura ideología expuesta como si fuera ciencia. Desde las épocas más remotas de la humanidad comportamientos de cooperación, solidaridad, reciprocidad y don convivieron incluso con el esclavismo. En todos los tiempos el hombre se expresó en coincidencia, pero también en contradicción, con la “formación económico social” dominante. Ya en el Egipto de los Faraones, (Defourny 2001) existían los fondos de seguros colectivos y las corporaciones. “El registro más lejano que se conoce al respecto se debe al descubrimiento del Prof. William Petrie en Kahun, una localidad de Egipto, donde encontró una inscripción que da cuenta de la existencia – hace más de 4.500 años – de una asociación dedicada a prestar servicios funerarios a sus miembros. Conforme a ese texto, se sabe ahora que Senefru, hijo de Hera, soldado del faraón, tuvo una sepultura digna gracias a que su abuela y unas tías pertenecían a una asociación de albañiles de cementerios” En Grecia se conocieron tres clases de entidades: las “thiasoi”, las “eranoi” y los “orfeones”. Con distintas variantes, tenían fines religiosos, sociales y económicos. Para su sostenimiento, dependían de las cuotas de ingreso, donaciones e intereses de inversiones y préstamos. (Defourny, Moirano, Elgue) Los Romanos se agrupaban en colegios de artesanos y en “sodalitia”, asociaciones de carácter religioso. Hubo también agrupaciones de militares, que pagaban a sus integrantes los gastos de traslados, una suma a los que eran dados de baja, socorros para los que eran destituidos y atendían también los funerales de sus miembros. Estas asociaciones romanas se sostenían con las cuotas de ingreso –en dinero y en especie- y con las cuotas mensuales. También en la América prehispana algunos pueblos primitivos practicaban la idea básica de la economía social: Una gestión basada en la ayuda mutua y una propiedad comunal del principal instrumento de producción. (hoy en situaciones extremas es fácil verificar en la sierra peruana, en los éjidos mejicanos, y fundamentalmente en el proceso socio político boliviano o en el Movimiento “Tupac Amaru” argentino el arraigo de las prácticas comunitarias en los pueblos originarios) “La costa peruana proporcionaba medios alimenticios a culturas bien definidas 8.500 años A.C, es decir antes del surgimiento de las primeras ciudades en la Mesopotamia. En muchas de las culturas peruanas y bolivianas, la producción reposaba en el funcionamiento de los “ayllus”, comunidades locales de aldea en las que residían grupos de parentesco del tipo linaje. La propiedad del suelo era comunal y la tierra era redistribuida periódicamente entre las familias, sin que ellas pudieran transformar ese derecho de uso en derecho de alienación y por tanto en cualquier forma de propiedad privada, aparte de la comunal.”(Cardenas Falcon 1973). También en el medioevo feudal es posible encontrar instituciones que traducen principios diversos a aquellos que informan a aquellas que www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Educacion_Ambiental/Por_que_cooperamos, preponderaban en esa sociedad. Zamagni (2005), vincula estas prácticas de lo que denomina como “economía civil” o “civilizada” con el cristianismo. Las asociaciones monásticas fueron el refugio en toda Europa de manifestaciones de asociativismo primitivo. En los países germánicos y anglosajones aparecen en el siglo IX las “guildas” y en el Siglo XI la “cofradía”. (organizaciones de ayuda mutua y caridad) En los albores del siglo XIV, afirman su espacio los gremios, fortaleciendo las condiciones de trabajo de los oficios más calificados. En el medioevo la realidad asociativa se expresa también de diversas formas en China en los Siglos VII y VIII (sociedades agrícolas de seguros mutuos) o en Bizancio (corporaciones alimenticias), o las cofradías de artesanos y los grupos de trabajo en Africa precolonial. (Elgue Mario. “Prehistoria y Orígenes de la Economía Social”. Campus. MEES UNR) En Europa, el desarrollo del capitalismo, trae aparejadas importantes luchas obreras. Las organizaciones sindicales, mutuales y cooperativas son las formas que adopta la autodefensa de los asalariados. “La más antigua mutual de la que se tiene conocimiento parece ser la Unión Tipográfica Italiana de Socorros Mutuos, fundada en 1728. En 1844 modestos tejedores de Lancashire constituyen “en las entrañas mismas del pueblo, al decir de Charles Gide” en Rochadle, la primera cooperativa como una reacción contra los efectos y abusos de las manifestaciones sociales de la revolución industrial, cuyos principios e ideales constituyen el núcleo esencial que da origen a la ética, a los valores y a los principios que a lo largo del tiempo desarrolla la Alianza Cooperativa Internacional y que sustentan ideológicamente a la economía social fundacional.11. “La Economía Social, como hecho económico, antecede a la formulación teórica y conceptual de la misma.Si bien la idea y la práctica de la cooperación son aplicadas desde muy antiguo, casi desde las primeras etapas de la civilización como medio de atender problemas económicos de producción y sociales de distribución, no es sino hasta inicios de la Revolución Industrial en que se agudizaron las necesidades materiales de los trabajadores y, gracias a la prédica de pensadores como R.Owen, Cabet, Derrion e igualmente de personas como Raiffeisen, y Desjardins, surge en diferentes países la necesidad de unirse, de asociarse bajo principios de igualdad y libertad a fin de obtener los bienes y servicios indispensables para su subsistencia, es así que nacen las primeras cooperativas y otras experiencias similares regidas por conceptos análogos a los que rigen actualmente a la economía social”12 La economía social es una encrucijada en la que convergen en su origen las ideas de las diversas corrientes del pensamiento, estas primeas experiencias fueron intepetadas por las utopías socialistas de Robert Owen, Charles Fourier, Wiliam King, Henri de Saint Simón, Pierre Joseph Proudhon, “Todos los rasgos esenciales de la cooperación se dan cita en la oscura tienda de la calleja del Sapo, que abre sus puertas el 21.12.1844. Esfuerzo propio, ayuda mutua, democracia, libertad y voluntariedad, ausencia de lucro. Holyoake G. J. “Historia de los pioneros de Rochdale. Librería y Editorial de la Fedeación Argentina de Cooperativas de Consumo. Bs.As. 1944. 12 Gerardo De Cárdenas Falcón. “La economía social ¿Es una opción post capitalista?”. Trabajo remitido por su autor. 11 Philippe Buchez13 y muchos más que en el siglo XIX promueven el asociativismo. Desde la ambigua, pero pletórica idea saintsimoniana de “sociedad de productores”, pasando por las “cooperativas” de Owen 14, y el falansterio de Fourier. (Quijano 2007 pag. 146). La tradición socialista comenzó con los socialistas utópicos y sus discípulos. Pero hubo que esperar los aportes de Constantin Pecqueur (1842) y François Vidal (1846). La pluralidad ideológica de los pensadores que desarrollaron las ideas del asociativismo y del cooperativismo se expresó en corrientes religiosas, en concepciones solidaristas y también en autores afincados en el pensamiento liberal. El cristianismo social y las comunidades cristianas que sostienen la ideología que difunde la encíclica “rerum novarum” (1891) han hecho una importante contribución para impulsar la economía social. En Esta corriente de pensamiento Fréderic Le Play creo una ¨”Revista de Economía Social” (1856) y destacó su función en la Feria Universal El pensamiento de Frederic Raiffeisen que origina las primeras cajas rurales de ahorro y crédito es fundacional, ámbito en el que reviste importancia la obra de Herman Schulze también en Alemania y de Luigi Luzzatti en Italia, todos ellos vinculados al ideario social cristiano. Aun en el plano del liberalismo clásico León Walras (Las asociaciones populares de consumo, de producción y de crédito Paris 1865) y John Stuart Mill son reconocidos como impulsores del Asociativismo y de la Economía Social. No menos importante es la corriente solidarista que tuvo como mentor a Charles Gide. Para quien el espíritu solidarista tiende “a la abolición del capitalismo y del proletariado sin sacrificar ni la propiedad privada ni las libertades heredadas de la Revolución”. Según esta visión, la ayuda mutua y la educación económica a través de la cooperación debían transformar al hombre. (Defourny. Orígenes pag. 84) Las nacionalidades y las religiones han jugado también en tiempos recientes un rol importante en la conformación de entidades asociativas y de nuevas prácticas, sustentadas en el trípode que conforman las necesidades, la ideología y la lucha para enfrentarlas, en ocasiones muy vinculadas al estado y a las religiones y en otras desde la sociedad civil. Los protestantes y los católicos fueron el motor de los movimientos cooperativos y mutuales en América del Norte. (En este sentido, las comunidades hutteritas EEUU y oeste de Canadá, hace más de un siglo, han creado organizaciones y formas de producción cooperativas, imbuidas de su percepción de los valores de la fe y de la interacción comunitaria). El importantísimo movimiento cooperativo de Québec, tiene una impronta ideológica católica en su origen. En Latinoamérica, sobresalieronn las posturas de las comunidades eclesiásticas de base, que ejercieron los lineamientos de la “Teología de la Liberación”, entre cuyas opciones aparece la creación de cooperativas y de entidades asociativas, como instancias de protagonismo popular. 13 El Belga Felipe Bouchez (1796/1865) concibió y desarrolló las ideas centrales en las que se afirma el Cooperativismo de Producción o de Trabajo 14 Robert Owen (1771/1858) fue un innovador de técnicas y sistemas sociales (Las colonias de New Lanark en Inglaterra y de Nueva Armonía en EEUU, la bolsa Nacional equitativa para los obreros,Carlos Fourrier (1772/1858 y su idea del “Falansterio”. William King (1786/1865) Carlos Uribe Garzón. “Bases del Cooperativismo”. Ed. Fondo Nacional Univesitario. Bogotá. Colombia. 5ª. Edición. 2002... Tanto el judaísmo (Kibutz) como el Islam (bancos islámicos, sin interés al presentan ideas y realizaciones identificadas con la economía social. La filosofía del “Grameen Bank “da otra mirada del Islam, otra lectura de la cultura musulmana, en la cual las mujeres tienen un destacado rol en el derrotero emprendedor. El voluntariado y las acciones justas (karma), dan un perfil budista no lucrativo a iniciativas comunitarias asiáticas que tienen mucho que ver con el Tercer Sector. Las experiencias de autogestión en Yugoslavia, y las formas asociativas a que dio lugar el gobierno de Velazco Alvarado en el Perú y la rebautizada como “República Cooperativa Socialista de Guyana” son otros ejemplos de intentos de instalar otra forma de hacer sociedad y economía . capital) (Elgue Prehistoria Orígenes 2010). En la Argentina, la mutual más antigua que se registra y continúa funcionando es la “Asociación Francesa La Unión de Socorros Mutuos”, fundada el 1° de octubre de 1854 y la Sociedad de Socorros Mutuos “San Crispín”, de 1856, que también sigue en actividad” (Moirano) y en 1884 los inmigrantes europeos constituyen la primera Cooperativa de Consumo15. Estos comportamientos que son inherentes a la naturaleza social de la condición humana se manifiestaron con todas sus contradicciones, en las organizaciones nacidas en la resistencia a las consecuencias sociales y sectoriales de la acumulación capitalista, sostenida por trabajadores industriales, productores rurales y sectores medios urbanos, a través de los tiempos, y se desarrolla renovada y multiplicada en el Siglo XXI con nuevas expresiones formales e informales, generadas por quienes han sido postergados o excluidos por la sociedad neloliberal globalizada. Con potencia económica en el norte y con un contenido social que imagina transformaciones, en el sur postergado y conflictivo. Estas prácticas han suscitado una miríada de miradas académicas y no académicas, que intentan comprender y sistematizar estos comportamientos sociales, que dan cuenta de la necesidad de cambios cualitativos en la sociedad, porque su propia y real existencia y su desarrollo, no pueden ser explicados con los paradigmas teóricos que sustentan la intangibilidad del modo de producción, de acumulación y de vida, que impone la “sociedad neoliberal globalizada” y mucho menos por el “pensamiento único” que congela el cuestionamiento del conocimiento, con “a - prioris”, dogmáticos cuya aceptación implica rechazar la diversidad y el conocimiento popular (Paulo Freire 1992 – Lía Tiriba 2002) En los albores de la formación económica y social capitalista, nacieron conjuntamente con las organizaciones sindicales, las primeras entidades cooperativas y mutuales como entidades de socorros mutuos, aún antes de tener reconocimiento legal, y fueron producto de la práctica y de las ideas de los trabajadores para procurarse mediante la lucha sindical, la cooperación y la ayuda mutua y condiciones mas favorables para su propia subsistencia, la de sus familias y las de la comunidad en la que vivían. Estas ideas se tradujeron en las corrientes de pensamiento propias de la época (socialistas, cristianas, solidaristas e incluso liberales) y contribuyeron al desarrollo del sindicalismo, del mutualismo y el cooperativismo. 15 Mario Schujman. “Las Cooperativas en la Argentina”. Edición UNR y MAEES, 2011. “La noción de servicio social organizado por la acción de asistencia mutua, con el único objeto del bien común, conforma un universo económico diferenciado del contexto de la economía de mercado que opera en función de la ganancia óptima” (Vainstok 1985 pag. 24). Economía Social de Mercado En la posguerra y en Alemania, la preservación de la economía de mercado, y el denominado “milagro alemán”, se asentaron en la política económica de Ludwig Ehrard, y ello dio lugar a un desarrollo teórico, vinculado a la “Escuela de Friburgo” (Walter Eucken) y al “ordoliberalismo” que iban en sentido político contrario al de los precursores de la economía social, aunque partía de reconocer que la economía de mercado para funcionar requería de un marco de políticas que la sostuvieran. Esa política recurrió a “instituciones del derecho social progresivas” implementadas previamente en la República de Weimar y en las reformas de las leyes sociales de Bismarck. Se tata en la definición de Lachman16 de ”una concepción surgida del compromiso político que hacía confluir la libertad de mercado con la eficiencia de la competencia, pero al mismo tiempo, también quería garantizar una existencia digna a los sectores menos privilegiados de la sociedad “Se basa en el pensamiento liberal y presupone la creación y preservación de un adecuado funcionamiento de la economía de mercado y del régimen de competencia. En el macronivel la equidad social se procura a través de medidas redistributivas directas (redistribución vertical –política impositiva de acuerdo a la capacidad contributiva) e indirectas (horizontal a través del seguro social) por parte del Estado, guiadas por las directrices de libertad, solidaridad y justicia de la ética cristiana, pero sin influir en el funcionamiento del mecado. Las medidas redistributivas indirectas deben eliminarse allí donde no son imprescindibles. (Hamm) Rosner afima su adscripción a la Economía Social de Mercado desde la pespectiva de la Doctrina Social de la Iglesia y pone énfasis en el principio de subsidiariedad que es uno de las bases del modelo; siempre donde sea posible se debe dar prioridad a la autoayuda y a la responsabilidad individual. (Erhard). Muchos de los modernos conceptos de co-gestión de las empresas o de responsabilidad social empresaria, tienen su origen en esta corriente de política económica, y muchos otros buscan sus antecedentes en el derecho social que procura la defensa de los derechos colectivos e individuales de los trabajadores. Críticas a la Economía Neoliberal desde la economía Clásica. (Stiglitz, Galbraith, Krugman, Drucker, Axelrod) “Un autor que hizo un aporte significativo en la comprensión de la economía social fue paradójicamente Wilfredo Pareto, uno de los teóricos que más contribuyó al desarrollo de la teoría neoclásica. Werner Lachman y Hans Jurgen Rosner.. En “Seguridad Social en la Economía Social de Mercado”. Edit CIEDLA. Fundación Adenauer. 1995. ISBN 950.9431.44.3. Pags. 26/8 y sgts. 16 El veía al sistema cooperativo como un complemento de la economía de mercado, precisamente cuando se producen fallos de mercado y la competencia es imperfecta17. En una situación de estas, las empresas grandes no tendrían problemas y las que afrontarían dificultades en el mercado serían los pequeños “negocios al detal”, aspecto que sería resuelto por las cooperativas” (Alvarez y Gordo 2007). Ya las crisis cíclicas del capitalismo obligaron a replantear los criterios de la economía clásica. John Maynard Keynes, introdujo el concepto de la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversionistas, por lo que sostuvo que es necesaria la intervención del estado en políticas fiscales y monetarias activas para mitigar los efectos adversos de los periodos recesionarios y de las fluctuaciones cíclicas de la actividad económica. Su obra dedicada al empleo ponía en discusión buena parte de lo que los economistas clásicos habían enseñado. Galbrhaith fue aún más allá, porque desplazó la matería de análisis de la economía de la econometria y la teoría económica a la política económica y sus consecuencias en la sociedad y en la economía política. En tiempos recientes su “cultura de la satisfacción” y “la economía del fraude inocente” son fértiles críticas de la “economía de mercado”. “En la segunda mitad del siglo XX los economistas fueron criticados más de una vez por su desconexión con lo político y lo social, por considerar la realidad sólo como un número. Las matemáticas resultan fundamentales para el desarrollo científico, tienen una relación con la lógica y hasta con la filosofía, y permiten una tarea de cuantificación sin la cual se harían imposibles los diagnósticos en el mundo moderno, y sin ellos no se podrían tomar decisiones adecuadas. Pero al haber dejado la economía y el sistema financiero en manos de los matemáticos, además de haberse demostrado negativo por sus resultados, refuerza la idea de que es necesario humanizar las ciencias exactas o duras, sobre todo cuando sus consecuencias afectan a la humanidad ”.(Fraga 2008 pag. 42) Aún los pensadores de las ciencias económicas y de la administración que lideraron en su momento las corrientes de pensamiento que dieron lugar al crecimiento vertiginoso de los conglomerados globalizados, advierten hoy que las contradicciones que esta etapa del capitalismo ha engendrado, no consienten la reiteración de fórmulas dogmáticas. La sociedad bipolar en la que el mercado excluye al estado o el estado es el enemigo del mercado va perdiendo adeptos. “La economía de mercado de hoy, que con tanta competencia abastece de bienes de consumo y servicios, lo hace persiguiendo la retribución a relativamente corto plazo. No invierte para prevenir los efectos antisociales de su producción ni de sus productos”.(Galbraith pag. 36) El comportamiento racional egoísta y competitivo ya ha dejado de ser para un universo de pensadores el parámetro excluyente para explicar el funcionamiento de los mercados. Se producen profundos cambios en el Virgolini Edmundo y Otros. “Empresas Cooperativas y Teoría Económica”. Editorial UNR Serie de Publicaciones de la Maestría en Entidades de la Economía Social. Nro. 3. Ed. 2011. 17 pensamiento económico, y aún en el denominado “saber convencional” que sustituyó al conocimiento científico. “Alguien debe dar la voz de alarma cuando el sastre intelectual del emperador no es lo que él piensa que es. Empecemos a decir la verdad: La competitividad es una palabra sin sentido cuando se aplica a la economía nacional. Y la obsesión por la competitividad es tan engañosa como peligrosa” y sólo se fundaba en el “saber convencional”. “Hace pocos años el saber convencional, resumido en mercados libres y moneda sólida, era considerado por muchas personas como verdad revelada, aunque ciertamente hubiesen muchas evidencias en contra (Krugman pag. 29 y 111) ). Ese “saber convencional”, que descartó los comportamientos solidarios, la cooperación y la reciprocidad como conductas relevantes en la sociedad y en el mercado, no tiene incluso relación con la opinión de los cientistas, se evidencia como pura ideología instrumental para la acumulación de poder y riqueza. Axelrod (2003 pag. 9) puntualiza que “la cooperación basada en la reciprocidad, puede evolucionar y sostenerse, incluso entre egoístas, siempre y cuando exista la perspectiva de una interacción a largo plazo” . Esa interacción se produce cuando es inducida por normas estatales o es consecuencia de la existencia de organizaciones que la institu-cionalizan. El corazón del imperio reserva para el “tercer sector” asimilado al concepto de las organizaciones “non profite” un amplio espacio en su economía. La necesidad de recuperar “capital social” y de encontrar caminos para el desarrollo del “capital humano” en la sociedad de la exclusión y del conocimiento aparecen como imperativos. Drucker puntualiza que “solo el sector social, es decir, el no gubernamental, la organización sin fines de lucro, puede crear lo que ahora necesitamos o sea comunidades para ciudadanos y especialmente para los trabajadores del conocimiento, que se imponen cada vez más en las sociedades desarrolladas. Sólo las organizaciones sin fines de lucro pueden proporcionar la enorme diversidad de comunidades que necesitamos: Desde iglesias hasta asociaciones profesionales, desde organizaciones que se hagan cargo de los que carecen de techo hasta clubes de salud. Sólo instituciones del sector social pueden proporcionar las oportunidades de ser voluntario, lo cual permite al individuo moverse en un ámbito que puede controlar, a la vez que realizar alguna actividad en la que los resultados sean significativos. Lo que el siglo XXI necesita, por sobre todas las cosas, es un igualmente explosivo crecimiento del sector social sin fines de lucro (Drucker pag. 191)” Las recientes crisis financieras han puesto de relieve, aún para los economistas más renuentes que “Hay baches inmensos en el actual sistema financiero que hay que rellenar. El mercado, no es capaz de solucionar estos problemas por sí mismo y ahora la gente tiene que correr a los gobiernos en busca de emergencia. No es buena señal porque muestra que la confianza en los mercados se ha evaporado. Las finanzas y la economía real tienen que estar conectadas. En EEUU el sistema financiero se ha separado completamente de la economía real. Se ha demostrado que la mano invisible de Adam Smith que supuestamente resuelve los problemas del mercado no existe. Esta mano invisible ha desaparecido por completo en los últimos días. Lo que estamos viviendo es un fracaso dramático de los mercados que no son transparentes, por el contrario son sólidamente opacos y no reúnen a demandantes u oferentes con aptitud de negociación y con información similar. La economía se enjuicia diariamente a sí misma, y muchas veces llega a conclusiones absolutamente incompatibles con el “pensamiento único”. Tras la decorativas reuniónes del G 20, que cuestionaron la mezcla de regulación y desregulación interesada del sistema financiero, cada país aplicó individualmente recetas de “salvataje” que en la mayoría de los casos expresaban un auto de fe “neoliberal”. En Asia y América Latina se aplicó muchas veces esa receta. Ahora los ajustes graduales que se vienen operando en todo el mundo desde la década del 90, se transforman en “shocks” globales que sirvieron para trasladar los costos de esos “salvatajes” (que dejaron a los conglomerados financieros especulativos en optimas condiciones de multiplicar sus ganancias virtuales ), primero a los inmigrantes y luego a las poblaciones estables de Grecia, Portugal, Francia o España. Ya no se trata sólo del Sudeste Asiático o Latinoamérica. Las políticas económicas y los consensos que ellos generan, parecen no tener ninguna relación ni con la realidad, ni con la producción académica. La ineptitud de estos modelos para generar “desarrollo humano sostenible” parece ser irrelevante. La realidad de los países que ya han sufrido esta terapia del shock de ajuste: (Rusia, Malasia, Indonesia, Argentina, etc). Han demostrado que no generan crecimiento económico en los lugares donde son aplicados, sólo producen acumulación y concentración de la riqueza, con injusticia, dolor social y deterioro ambiental. No se trata tampoco, de que estos fenómenos ideológicos que dan lugar a políticas económicas y sociales, no hayan sido investigados: Si nos limitáramos a incluir en la ciencia económica los interrogantes planteados por quienes en los últimos años han obtenido el “premio nobel de economía”, verificaríamos que las “privatizaciones” a ultranza, que las “desregulaciones” salvajes, los brutales “ajustes”, la destrucción de los mercados internos por la pauperización de amplios sectores de la población, no son el resultado de “verdades reveladas”, sino de la voracidad de unos pocos, que utilizan en su beneficio retazos de ciencia amañados. Sólo ignorando los aportes hechos por economistas de la talla de Elinor Ostrom, (2009)18, de Paul. Krugman (2008)19, de Leo Hurwicz, Eric S. Maskin y Roger Bruce Myerson (2007)20, aún limitando la cita a quienes en los 18 Que demostró como los bienes comunes pueden ser administrados en forma más efectiva por un grupo de usuarios, y que pone el acento en el desarrollo de relaciones socio ecológicas sustentables. 19 Que desenmascaró las falacias que se esconden tras intereses, y lo mucho que la economía tiene de política o, lo que es lo mismo, los intereses y las fuerzas que se mueven en el trasfondo de la disciplina. 20 Retomaron la “teoría de los juegos” pero interrogándose simultáneamente por objetivos como el bienestar social y las ganancias privadas, y concluyeron que las condiciones del últimos años recibieron el premio nobel de economía, puede sostenerse la “desnudez del emperador” y la subsistencia de paradigmas que no soportan su exposición i a la realidadEs imposible pensar la actualidad de la ciencia económica sin atender a los brillantes estudios y conclusiones de Robert Stiglitz (2001)21 y de Amartya Sen (1998)22. La fetichizada religión laica, de los “mercados autorregulados” por la “maximización del beneficio”, engendrada en ideas económicas fue trasladada de los mercados a la vida cotidiana. Desde algunas academias interesadas o anquilosadas, y desde multimedios globales se ha generado un “pensamiento único” que se traduce en un “sentido común” que considera que la salvaje y competitiva defensa darwiniana del propio interés económico o de una situación o expectativa de poder, es el único comportamiento racional posible. Las ciencias sociales desprovistas de relaciones interdisciplinarias, de ética, valores, fines, y objetivos, desprendidas de los resultados que generan, ponen en peligro la reproducción de la vida y de las condiciones de vida en el planeta. El número total de personas con hambre creció en un 9% en el último año, y es ahora un record, 1020 millones, uno cada 6,5 habitantes de planeta. El 20% de todos los niños del mundo está desnutrido .(Bernardo Kliksberg 20/10/2009) Que la relación con el “otro” supone siempre un “competidor”, que la “satisfacción inmediata” es siempre más eficiente. Que la preservación del planeta o de la convivencia es un tema ajeno a la economía y a la política que debe aplicarla. Que la solidaridad, la reciprocidad o el don sólo son sentimientos utópicos inútiles que generan ineficacia, son falacias sostenidas por el prestigio de su expresión econométrica, por parte importante de la academia conjuntamente con los medios de difusión en buena parte del planeta, y es en América Latina donde esa verdad comienza a ser puesta en entredicho por los pueblos con la convicción que resulta de haber visto la “desnudez del principe”. Stiglitz, con rigor científico, reiteradamente ha reclamado cambios profundos en la economía global y uno de los caminos que ha transitado ha mercado no son por regla general óptimas, la competencia no es completamente libre y los consumidores no están perfectamente informados y llegan en relación al “dilema del prisionero” a la conclusión inversa a aquella que proclama el pensamiento único: El egoismo perjudica a los jugadores. 21 Los estudios de Stiglitz ponen de relieve que sólo por excepción los mercados son eficientes. "Cuando los mercados están incompletos y/o la información es imperfecta (lo que ocurre prácticamente en todas las economías), incluso en un mercado competitivo, el reparto no es necesariamente “Pareto eficiente”. Casi siempre existen esquemas de intervención gubernamental que pueden inducir resultados “Pareto superiores”, beneficiando a todos 22 Por su parte Amartya Sen, conocido por sus trabajos sobre las hambrunas pone en tela de juicio la base de la concepción neoliberal porque enjuicia, el concepto de “libertad negativa” que tradicionalmente utiliza la ciencia económica y lo sustituye por el de “libertad positiva”. Ejemplifica poniendo de relieve que en la hambruna de Bengala, la libertad negativa de los trabajadores rurales para comprar alimento no se vió afectada. Sin embargo, murieron de hambre porque no tenían la libertad de alimentarse ni la capacidad de escapar de la muerte. Sus trabajos han conducido a la búsqueda de nuevos paradigmas en el concepto de desarrollo, y en la idea de ciudadanía, de libertad y de capacidad. Abren un universo para las ciencias sociales sido el de acercar a la economía crítica a las entidades de la economía social y particularmente a las cooperativas23. Corrientes del pensamiento vinculadas a la Economía Social Histórica o Fundacional. Organizaciones de la Sociedad Civil. El Sector “Non Profite”. El “don” y la “redistribución” guardan estrecha relación con uno de las miradas posibles, para el polisémico concepto de la “solidaridad” entendida como generosidad para con terceros, definido por Mauss como el comportamiento “voluntario”, aparentemente libre y gratuito y sin embargo obligatorio e interesado de esas prestaciones que han revestido casi siempre la forma de presente, de regalo ofrecido generosamente, incluso cuando en ese gesto que acompaña la transacción, no hay más que ficción formalismo y mentira social, y cuando en el fondo lo que hay es la mentira y el interés económico”24. La idea del “non profite”, asociada al concepto de “tercer sector” tuvo un muy importante desarrollo conceptual en el mundo anglosajón, a partir fundamentalmente de estudios e investigaciones que se llevan adelante en la Universidad John Hopkins, y que se apoyan en investigaciones que se llevaron a cabo en todo el mundo, dirigidas por el Profesor Lester M. Salamon (director del Centro de Estudios de la Sociedad Civil). . Su definición conceptual se estructura a partir de una tipología que reclama de las mismas para su inclusión en el sector 5 condiciones: 1. Deben estar institucionalizadas. Tener una organización y reglas de procedimiento pautadas. 2. Naturaleza privada: La organización no depende ni es directamente dirigida por el gobierno. Esto no significa que no pueda recibir subsidios del gobierno o que funcionarios no puedan participar en sus acciones. 3. Sin fines de lucro: A pesar de que pueden generar beneficios, estos deben ser utilizados para desarrollar misión principal de la organización. 4. Autonomía: Las organizaciones deben tener sus propias reglas de procedimientos, deben ser capaces de dirigir sus actividades y no deben ser gobernadas externamente. “Frente al “fundamentalismo de mercado” propone una economía más equilibrada con un peso creciente de la economía social”. 23 Un sistema económico plural, con 1. Economía privada tradicional 2. Sector público 3. Economía social/cooperativa (incluidas las sociedades mutualistas, organizaciones sin ánimo de lucro) Joseph Stigilitz .Conferencia pronunciada en Sevilla el 25.9.08, en España en el XXVII Congreso del CIRIEC Internacional. Mauss Marcel. “Ensayos sobre el don. Razones sobre el cambio en las sociedades primitivas. Publicado originariamente en 1923 y editado en 1971 por “Antropología y Sociología” Ed. Tecnos en Madrid. 24 5. Voluntarismo: Este carácter significa que debe existir dentro de la organización voluntarios que participen en las actividades de la misma. Asimismo, no implica que toda organización deba originarse desde ingresos del voluntariado, o que la mayoría de sus integrantes deban ser voluntarios En esta caracterización estructural el “beneficio público” o el “bien público” no son explicitados, tampoco se descarta a las entidades organizadas como empresas que participan del mercado .Pero a partir de esta tipología se definen áreas básicas de actuación de las “organizaciones de la sociedad civil” que integran el tercer sector, que ayudan a delimitar el concepto25. Esta corriente de opinión pone el acento en el voluntariado como instrumento de participación ciudadana, e incluye a aquellas entidades que en virtud de sus reglas constitutivas no procuran beneficios a sus integrantes. (asociaciones y fundaciones fundamentalmente), Las fundaciones, las ONG y los voluntariados son las formas jurídicas más representativas de las organizaciones no lucrativas, quienes regularmente se financian con donaciones y cuotas de sostenimiento por parte de beneficiarios, y en donde las actividades misionales se orientan a la satisfacción de terceros. “¿Cuál es la idea? De acuerdo a uno de sus creadores, Andrew Carnegie, la lógica de las fundaciones sería la siguiente: “La riqueza concentrada en lasmanos de un solo hombre es el resultado del trabajo de toda la comunidad; y de un modo uotro debe devolverla a esta última”. Es decir, la solidaridad, o mejor dicho la beneficencia, nose ubicaría dentro del proceso económico sino a continuación” Estas organizaciones, que responden a tradiciones filantrópicas y caritativas, se diferencian de las organizaciones de la economía social y solidaria por como se ubican respecto del sistema capitalista. Complementan la economía capitalista y al sector público en la medida que comparten con el sector público el distribuir servicios y están financiadas mayoritariamente por el sector privado. Las voces más críticas sostienen que el accionar de estas organizaciones hacen políticamente soportables los conflictos y demandas sociales que ni el Estado ni el mercado son capaces -o tienen voluntad- de resolver.(Martí 2008). Esta corriente en la que el concepto de “tercer sector” fue inicialmente esbozado a partir la idea del “non profite” en los EEUU con una muy amplia difusión en el mundo anglosajón y comprende únicamente a las organizaciones que no otorgan a sus integrantes ningún beneficio, entendiendo que sólo tienen este carácter las “organizaciones sin fines de lucro. La mezcla de darwinismo social y caridad de raíz religiosa engendraron un discurso que veía la acción voluntaria como una alternativa a la provisión estatal de servicios sociales. El ascenso de la ola conservadora 25 1) Organizaciones de cultura, arte, recreación y deportes; 2) Educación e investigación; 3) Salud; 4) Servicios sociales; 5) Ecología; 6) Desarrollo de la comunidad y vivienda; 7) Protección de intereses, defensa de los derechos y políticas (se incluyen a los partidos políticos, movimientos sociales y organizaciones que apoyan a movimientos y partidos); 8) Organizaciones voluntarias (caridad), 9) Organizaciones ecuménicas; 10) Actividades internacionales (programas amistosos y de intercambio cultural); 11) Relaciones laborales y profesionales; 12) Otros sectores. retoma el mito de idealizar lo voluntario y demonizar la acción del Estado, negando las virtudes de la cooperación entre ambos. Uno de los modelos típicos de estas organizaciones son las fundaciones, organizaciones cuya principal función es distribuir recursos. La legislación, vincula la creación de estas organizaciones con el sistema fiscal, constituyéndolas como un mecanismo de asignación de una parte de los impuestos (mediante el cual los “privados” pueden intervenir en la orientación de una parte del gasto público) (C.E.N.O.C 2007 pag. 32). En el siglo XX, las fundaciones han privatizado en gran medida el rol redistributivo del estado, y las asociaciones civiles y las “organizacio-nes de la sociedad civil” se han hecho cargo de muchísimas funciones políticas, sociales e incluso de buena parte de la cooperación internacio-nal. Este enfoque excluye a las organizaciones que distribuyen beneficios a sus socios bajo cualquier modalidad. Con lo que se descarta a la mayoría de las cooperativas u otras organizaciones asociativas organizadas con una estructura empresaria, (entidades” non for profite”) como componentes del tercer sector” (Jiménez Escobar y Morales Gutierrez 2008). Por su parte el Banco Mundial26 y otros organismos internacionales le asignan sustancial importancia a las Organizaciones No Gubenamentales (ONG), subtipo de las “non profite” u organizaciones de la sociedad civil El término organizaciones de la sociedad civil abarca para el Banco Mundial, una gran variedad de instancias: grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, grupos indígenas, instituciones de caridad, organizaciones religiosas, asociaciones profesionales y fundaciones”. La perspectiva que para el “tercer sector” y para las “organizaciones no lucrativas” propone la europa mediterránea y canadá. La economía social histórica o fundacional ha asimilado y desarrollado la concepción del tercer sector pero lo ha hecho desde diversas perspectivas La corriente fundamental expresada por la comisión científica del CIRIEC español en su definición cuando delimitó el ámbito de la Economía Social, incluyó a las fundaciones las que conformaban en el sistema anglosajón el sector “non profite” (Chavez y Monon 1) 27 pero distinguiendo a este subsector no lucrativo, del que integra un subsector de mercado 28, con una 26“Amplia gama de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro, que están presentes en la vida pública, expresan los intereses y valores de sus miembros y de otros, según consideraciones éticas, culturales, políticas, científicas, religiosas o filantrópicas” Banco Mundial. http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/EXTTEMAS/EXTCSOSPANI SH/0,,contentMDK:20621524~pagePK:220503~piPK:264336~theSitePK:1490924,00.html 27 “La Economía Social también incluye a las instituciones sin fines de lucro que son productores no de mercado privados, no controlados por las administraciones publicas y que producen servicios no destinados a la venta para determinados grupos de hogares, procediendo sus recursos principales de contribuciones voluntarias efectuadas por los hogares en su calidad de consumidores, de pagos de las administraciones públicas y de rentas de la propiedad”. Organizaciones de interés general y Organizaciones de Interés Mutualísticos » Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social Introducción. 28 Subsector de mercado de la Economia Social: “conjunto de empresas privadas creadas para satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios, asegurando o financiando, y en las que la distribución del beneficio y la toma de decisiones no delimitación se ha hecho aún más compleja, porque la distinción entre entidades lucrativas y no lucrativas trasciende el ámbito que planteaba la concepción anglosajona, porque excluye del sector no lucrativo a las fundaciones y asociaciones controladas por la administración pública o por empresas lucrativas y si se hiciera rigurosa aplicación del principio finalista del “non profite”, habría que excluir a todas las empresas que participan del mercado, cualesquiera sea su tipo asociativo. (Chavez y Monzon. 2001)29 Es en la confluencia en el ámbito del tercer sector del concepto de organizaciones “non profite” y “non for profite” o “not for profite but for service”, en el que se generan grandes cambios tanto en Europa como en Canadá, alentados por el estado de necesidad que engendra el retiro del “welfare”. En ese crecimiento económico que ha afrontado la economía social histórica empresaria y de mercado, una parte muy importante de las organizaciones de la economía social, han acentuado rasgos que las asimilan al sector lucrativo – fundamentalmente en el sector financiero y asegurador- , pero simultáneamente se han desarrollado organizaciones constituidas en función del interés social o de terceros. Nuevas fronteras han estado engendrando tipos jurídicos más complejos y la recurrencia a formas tradicionales de la Economía Social para cumplir objetos diversos a aquellos que originariamente habían sido previstos. . “El retiro del estado de bienestar y la crisis del empleo han hecho emerger nuevas necesidades para una multitud de personas, que antes estaban aún protegidas. Se imponen hoy nuevas demandas sociales: “la recalificación profesional y la reinserción profesional de personas marginalizadas del mercado de trabajo, la rehabilitación económica de barrios urbanos desheredados o incluso la redinamización de zonas rurales desérticas. Las empresas de inserción, las asociaciones intermedias y las administraciones barriales en Francia, las cooperativas sociales en Italia, las sociedades de empleo y de calificación en Alemania, las empresas de formación por el trabajo y los talleres sociales en Bélgica, las “community businesses en el Reino Unido, las corporaciones de desarrollo económico en Canadá, son formas de organizaciones que surgieron en las dos últimas décadas en respuesta a las necesidades progresivamente irritantes ”(Defourny y O. 2001)30. Sobre esta base existen estudios que distinguen un “tercer sector de acción social”, insistiendo a diferencia de la visión de los autores anglosajones en la importancia de su relación con las necesidades de la sociedad, y cuando definen los requisitos que deben cumplir las organizaciones para pertenecer a él indican que se trata de: 1. “Entidades privadas de carácter voluntario”. 2. Sin ánimo de lucro” 3. Que funcionan en forma autónoma” y están ligadas directamente con el capital aportado por cada socio, correspondiendo un voto a cada uno de ellos. Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social. Introducción. 29 Rafael Chaves y José Luis Monzón. 2001 “Economía social y sector no lucrativo: actualidad científica y perspectivas”. CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, nº 37, abril, pp. 7-33 30 Jacques Defourny, Patrick Delvetere, Benedicte Fonteneau. “La economía social en el norte y en el Sur” Editorial Corregidor Bs.As. 2001.Pag. 70. 4. Tratan por “medio de acciones de interés general de impulsar el reconocimiento y ejercicio de los derechos sociales, de lograr cohesión e inclusión social en todas sus dimensiones y de evitar que determinados colectivos queden excluidos de unos niveles suficientes de bienestar”. El concepto de Organizaciones de la Sociedad Civil en América Latina y en la Argentina. En América Latina, las organizaciones que serían luego las que conformarían el Tercer Sector surgieron con mucha fuerza en las décadas de 1960 y 1970, con una presencia importante en la escena pública y con un considerable apoyo de diferentes agencias de cooperación internacional. Con un cambio de rumbo, el inicio de la década de los ’80 comienza con el despliegue de los procesos de democratización política en casi todos los países de la región, acompañados por un cambio del contexto socioeconómico. En este cambio de contexto también comienzan a cambiar las organizaciones y la visión sobre las mismas, pues aquella percepción de un Tercer Sector conformado por dos bloques: uno, histórico, tradicional y conservador, integrado por las organizaciones de la caridad y beneficencia, volcadas al servicio social; y otro, integrado por las nuevas organizaciones no gubernamentales guiadas por una lógica política, volcadas al desarrollo social sustentable, comienza a confundirse y a desvanecerse. Es aquí entonces donde comienza a hablarse de un Tercer Sector más allá del mercado y del estado.El contexto actual de las organizaciones en Argentina y en otros países de América Latina ofrece cambios notables con respecto a los prevalecientes en los ’90. “Estos cambios pueden observarse en el plano de la intervención estatal que aparece relegitimada con un rol activo en la promoción de organizaciones y en el ordenamiento de la economía y en el plano de las tendencias organizativas de la sociedad emergen movimientos sociales relativamente autónomos que se articulan políticamente” (C.E.N.O.C 2006 pag. 27 ) Filmus, Arroyo y Estebanez, buscan situar a las organizaciones existentes en relación con sus “funciones sociales en términos de su capacidad para articular politicas sociales, sea fortaleciendo su capacidad de asistencia directa a la población, o bien de mediación para el fortalecimiento y promoción de esas capacidades. Para estos autores el ámbito de actuación de estas organizaciones conforma un “espacio publico social”: Las sociedades de socorros mutuos, las organizaciones barriales, las bibliotecas populares. Los clubes, hasta las O.N.G.etc. La trama social que une a la solidaridad con la filantropía y el asistencialismo. Con estas modificaciones dos cuestiones se plantean para las organizaciones de la sociedad civil, por una parte su relación con el sector público y la preservación de su autonomía, y por la otra su aptitud para trascender el rol asistencial. En un importante trabajo del C.E.N.O.C se afirma que el mundo de las organizaciones es concebido como una esfera “estatal” y “social”, y a la vez reclama “la definición de un ámbito “público social” que permite trascender la oposición entre “sociedad vs. estado”, que prevalece en las clasificaciones que derivan, a su vez, del postulado de una diferencia entre “privado / público”, que asigna al primer término la esfera del “mercado” y al segundo la esfera “estatal”. González Bombal y Roitter, citados en esa obra, retoman la idea pero la replantean para proponer una clasificación del “sector sin fines de lucro” ajustada a las normas jurídicas para la constitución de organizaciones en Argentina, ajustándola a los sujetos de derecho realmente existentes en la legislación local – asociaciones civiles, fundaciones, cooperativas, mutuales, sindicatos y obras sociales. Pero es quizás en la definición del tipo de entidades que por su objeto integran el sector donde emerge con mayor claridad la distinción con las tesis que sustenta la doctrina anglosajona31. Las modificaciones socio económicas en América Latina y en particular en la Argentina, según la entienden los autores consultados por el CENOC, nos indican que la idea del tercer sector no puede ser unívoca y debe ser objeto de permanente reanálisis asumiendo que sustentan un punto de vista polémico que no coincide con el que se enfoca cuando se visualiza al tercer sector como el ámbito que sólo comprende el voluntariado, la filantropía, a las asociaciones civiles y a las O.N.G. La Visión Crítica del Tercer Sector. Coraggio (2000) es particularmente crítico de una visión asistencial del “tercer sector” y al posible papel funcional al modelo de muchas organizaciones sin fines de lucro que ejecutan esas políticas sociales asistencialistas y estigmatizadoras. Afirma que el crecimiento del tercer sector o del voluntariado en Argentina no significa necesariamente un aumento de la solidaridad social tanto como un reflejo del retroceso en el reconocimiento de derechos sociales y en la garantía del Estado sobre su cumplimiento. Habiendo poca base para la filantropía empresarial y de las clases medias, el Tercer Sector se hincha pero es pobre él mismo. No debe extrañar que, dada la definición amplia de Tercer Sector, en nuestro país crezca casi mecánicamente como respuesta espontánea a la coyuntura, a la vez que se reduce el mercado interno y el empleo remunerado.El concepto de “tercer” sector, sería un espacio de sentimientos 31 Organización de transferencia y asistencia técnica; 1.1. Ayuda solidaria / voluntariado. (Incluye instituciones tales como, Rotary Club, Club de Leones y Scout); 1.2.. Cooperadora escolar / Cooperadora 1.3. Asociación de consumidores.; 1.4.. Bomberos voluntarios.; 1.5. Biblioteca.: 2. Centro / Grupo comunitario Son organizaciones de base con un fuerte anclaje territorial.; 2.1.. Unión vecinal / Sociedad de fomento; 2.2.. Centro de jubilados; 2.3. Club social/ deportivo; 3, .Entidad religiosa: prestan asistencia espiritual y difunden valores religiosos. Caritas y Otras; 4. Centros de estudio/ investigación;5 Federación; 5.1. Confederación; 6. Defensa de derechos, 6.1. Organización de salud: El tipo jurídico de las organizaciones de salud puede ser: Asociación Civil, Mutual, Fundación; 7. Organización cultural. museos, ferias artesanales, centros de promoción y fomento de las tradiciones locales, centros culturales, teatros;8 Organización de defensa de intereses de categorías: Asociaciones Profesionales y de Oficios, como las Cámaras Empresarias, Sindicatos, Gremios, Ligas y Movimientos.; 9 Hogares (niños, ancianos, mujeres, adictos): 10 Institución educativa/formación; 11. .Organizaciones productivas asociadas: Cooperativas, fábricas recuperadas, microemprendimientos, emprendimientos productivos en general; 12. Agrupación de colectividades: 13 Organizaciones prestadoras de otros servicios: y 14. Otras. afecti-vos y lazos solidarios. Un espacio sin mecanismos alienantes como los del sistema de mercado o del sistema político. Esto es, evidentemente, distinto de las propuestas de “economía social” o de empresa social, que no eluden al mercado, sino que generan mercados regulados de otra manera, incluso promovidos desde el Estado. Como puede verse, el triángulo Estado-Mercado-Tercer Sector pierde sentido para la visión de José Luis Coraggio. (2000) Pero es aún más crítica la posición de otros autores cuando afirman que “son agentes de la modernidad. Negri y Hardt (2001) entienden que es un frente de la intervención imperial. Para Petras (1999), las ONGs son la cara comunitaria del neoliberalismo, son una forma de neoliberalismo que viene desde abajo y desde adentro, que despolitiza amplios segmentos de la población. Armando de Melo Lisboa (2007 pag. 342) no obstante, puntualiza que “a pesar de las fuertes críticas, sospechas y acusaciones que pesan sobre las actividades de las ONGs, ellas han sido aceptadas como una voz legítima, con un prestigio cada vez más grande”, sin perjuicio de distinguir a aquellas cuya autonomía está restringida por su dependencia respecto del financiamiento público nacional o extranjero o de entidades de la economía lucrativa. El concepto de empresas sociales. En ese encuentro de la economía social de mercado y las organizaciones de la sociedad civil y en sus interfaces y zonas grises, la OCDE define a las denominadas “empresas sociales”, con un criterio que las aproxima a la “economía social de mercado” y que comprende “a toda actividad privada de interés general, organizada a partir de una gestión empresarial y que no tiene como razón principal la maximización de las ganancias sino la satisfacción de ciertos objetivos económicos y sociales, así como la capacidad de poner en marcha por la producción de bienes o servicios, soluciones innovadoras a los problemas de exclusión y empleo”(Laurent 2004) 32 Estas organizaciones se identifican con los principios de reciprocidad y redistribución pero también con el principio de mercado y Laurent sostiene que no expresan una ruptura con las organizaciones de la economía social sino una ampliación de sus formas posibles, que ha tenido reconocimiento legislativo en europa, con la regulación de las cooperativas sociales italianas, que realizan una mixtura entre el enfoque caritativo y la tradición de ayda mutua. La legislación de la “sociedad con finalidad social” belga, etc. Economía Social Histórica o Fundacional. La reiterada pregunta acerca de que es “la economía social”, no admite una definición, ni un concepto univoco. “La dificultad de la conceptualización y delimitación no es mínima pues, aunque ciertas categorías de entidades, al menos en el plano teórico son fácilmente encuadrables en un ‘sector diferenciado’, muchas otras se sitúan en Gardin Laurent. “Las empresas sociales”. En “Economía Social y Solidaria, una visión europea”. Ed. UNGS – Altamira – Fundación OSDE. Argentina. 2004. Pag.74 y sgts.. 32 ‘zonas institucionales fronterizas’ entre sector público, sector capitalista y sector de la economía social”.(Chavez) 33 José Luis Monzón afirma la existencia de “fronteras borrosas y ambigüedades conceptuales del tercer sector”, integrado por las entidades de la economía Social. Esta idea del tercer sector le permite a Defourny en un paso que lo acerca a la economía popular, sumar al sector formal de la economía social, a las organizaciones de la economía llamada no oficial o sumergida (trabajo negro, no declarado, trabajo doméstico, actividades ilegales, etc). y profundizar la idea de sus interfaces (originada en las tesis de Henry Desroches, que había incluido también una interfaz con el sector sindical ), y sus relaciones con el sector público, con el sector municipal o comunitario, y con el sector privado tradicional, y esta visión le obliga a hablar de una geometría variable, para definir y conceptualizar a la economía social (Jacqes Dofourny)34 Retomando el concepto del tercer sector, Reyna puntualiza que “La acción económica para el ejercicio de la solidaridad y para la defensa de los intereses colectivos justifica la existencia de todo un tercer sector en la estructura económica moderna, equidistante de las empresas estrictamente capitalistas que se justifican suficientemente en la consecución del lucro para sus inversores, y de la propiamente pública de titularidad estatal que responde habitualmente a intereses estratégicos (Reyna 2000) 35. Sin embargo este carácter distintivo no supone aislamiento para el Tercer Sector, sino que convive con las otras dos fórmulas de acción económica, a veces de forma subordinada, pero en otras ocasiones con carácter sustitutivo o incluso dominante”. “Los conceptos de economía social y de “non profit sector” describen realidades con amplios espacios comunes aunque, no totalmente coincidentes. Junto a los conceptos de economía social y de non profit sector se utiliza la denominación tercer sector para referirse indistintamente a cualquiera de ellos.”. (Chavez y Monzon (1). La Economía Social histórica o fundacional debe ser entendida desde la idea de que conforma un modo alternativo de hacer empresa, de hacer economía, que integra un tercer sector diferenciado del privado lucrativo y del estado, de que responde a una tipología jurídica que institucionaliza entidades u organizaciones que responden a su naturaleza (Chavez 2009)36, y porque se afirma en valores diversos a aquellos que son hegemónicos en esta sociedad. “La noción de economía social en su acepción dominante actual, comenzó a consolidarse en Francia durante los años 70 cuando los movimientos cooperativo, mutualista y asociativo de este país aunaron intereses y líneas de acción constituyendo el Comité Nacional de Enlace de las Actividades Mutualistas, Cooperativas y Asociativas y aprobando la llamada “Carta de la Economía Social”. 33 Rafael Chaves. La Economía social como enfoque metodológico, como objeto de estudio y como disciplina científica. CIRIEC-España, nº 33, págs. 115-140 34 Jaques Defourny. “Orígenes, contextos y funciones de un tercer gran sector”. 35 Reyna Fernandez Sebastián “Estados Modernos y Economía Social”. Montreal Junio del año 2000. 36 El concepto de Economía Social, está integrada por cuatro grandes familias de entidades: las cooperativas, las mutualidades, las asociaciones y las fundaciones privadas, a las que hay que añadir otras organizaciones similares según los países de referencia Rafael Chavez. “El Ambito de la Economía Social”. Anuario de Fundibes año 2009 pag. 131. Esta carta concebía por primera vez la economía social como un sector marcado por una ética social, y al fijar algunos de los rasgos que han acompañado su conceptualización como "el conjunto de entidades no pertenecientes al sector público que, con funcionamiento y gestión democráticos e igualdad de derechos y deberes de los socios, practican un régimen especial de propiedad y distribución de las ganancias, empleando los excedentes de ejercicio para el crecimiento de la entidad y la mejora de los servicios a los socios y a la sociedad” Más tarde y sobre la base de la anterior definición, un organismo belga, el Conseil Wallon de l'Economie Sociale,"(Chavez y Monzon 1) 37 incorporó, sin dejar de lado un desarrollo inherente a los principios y valores, la referencia a la tipología jurídica de las entidades que la integran incluyendo a “Cooperativas, Mutuales y Asociacones”. La comisión científica del CIRIEC español en su definición cuando delimitó el ámbito de la Economía Social, incluyó a las fundaciones las que conformaban en el sistema anglosajón el sector “non profite” (Chavez y Monon 1) 38 pero distinguiendo a este subsector no lucrativo, del que integra un 39 subsector de mercado . Desde el 2006 en adelante se profundiza el interés de la Comunidad Económica Europea, por el subsector de la economía social que opera en el mercado y las entidades que la integran obtienen el reconocimiento oficial y su definición, para su inclusión en el manual de cuentas satélites dirigido a institutos de estadística y productores y utilizadores de estadísticas de la UE, y se sientan las bases para la elaboración de estadísticas fiables y homogéneas de todo el conjunto de la ES utilizando los sistemas de contabilidad nacional vigentesr. Todo este proceso conduce a una asimilación de conceptos inherentes a la economía de mercado y consecuentemente José Luis Monzón precisa que “por ser empresas que actúan en el mercado, las cooperativas y mutuas, igual que el resto de empresas, necesitan desarrollar procesos productivos eficientes, que conduzcan al máximo resultado utilizando los mínimos medios”. (Monzon 2006)40 Estas ideas y una creciente preocupación por la competencia y la eficiencia empresaria son substanciales para entender cual es el ámbito de la Rafael Chaves y José Luis Monzón (1). “Economía Social. Introducción”. http://www.uv.es/uidescoop/ 38 “La Economía Social también incluye a las instituciones sin fines de lucro que son productores no de mercado privados, no controlados por las administraciones publicas y que producen servicios no destinados a la venta para determinados grupos de hogares, procediendo sus recursos principales de contribuciones voluntarias efectuadas por los hogares en su calidad de consumidores, de pagos de las administraciones públicas y de rentas de la propiedad”. Organizaciones de interés general y Organizaciones de Interés Mutualísticos » Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social Introducción. 39 Subsector de mercado de la Economia Social: “conjunto de empresas privadas creadas para satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios, asegurando o financiando, y en las que la distribución del beneficio y la toma de decisiones no están ligadas directamente con el capital aportado por cada socio, correspondiendo un voto a cada uno de ellos. Rafael Chavez y José Luis Monzon. Economía Social. Introducción. 40 José Luis Monzón. “Economía Social y conceptos afines: fronteras borrosas y ambigüedades conceptuales del Tercer Sector”. CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, nº 56, noviembre 2006, pp. 9-24. 37 Economía Social Histórica o Fundacional, con amplia difusión en la Europa Mediterránea, y en Hispanoamérica. Criterio al que no es ajena la Alianza Coooperativa Intenacional. Pauline Green al asumir la Presidencia de la Organización, destaco que “las 300 principales organizaciones cooperativas por sí solas, tienen un PIB combinado equivalente al de España, y emplean a un 20% más de personas que todas las corporaciones multinacionales” (Pauline Green 2010)41. En este proceso en el 2006 el Comité Económico y Social Europeo para la Economía Social asume que se trata de empresas privadas organizadas formalmente, con autonomía de decisión y libertad de adhesión, para satisfacer necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios, asegurando o financiando y en las que la eventual distribución entre los socios de beneficios o excedentes, así como la toma de decisiones, no están ligados directamente con el capital aportado, correspondiendo un voto a cada uno de ellos, e incluye también a las entidades privadas organizadas formalmente, que producen servicios de no mercado a favor de las familias, cuyos excedentes, si los hubiera, no pueden ser apropiados por los agentes económicos que las crean, controlan o financian (Monzon 2006). Una visión crítica nos propone Martine D’Amours desde la realidad canadiense, que quizás no pueda ser universalizada pero que introduce nuevos cauces de análisis, quien diferencia al que denomina como “antigua economía social” (cooperativas financieras, agrícolas y de seguros), de la “nueva economía social” a su vez integrada por el subsector de empresas colectivas, y el de “acción comunitaria autónoma”. Sobre esta base formula la crítica subsector de la “antigua economía social” y afirma que “ han experimentado una pérdida de su naturaleza en términos de la adhesión a los principios y valores originales. Progresivamente llegaron a constituir formas híbridas más inclinadas a las actividades de negocios que son propias de las empresas privadas con fines lucrativos. Esto hace que se hable en Québec, de un proceso de “decadencia” en el sentido que esas organizaciones que originalmente surgieron con las características de la economía social, van perdiendo progresivamente su naturaleza”42, no obstante lo cual propone una definición que las incluye a partir de la inalienabilidad de sus patrimonios y del mantenimiento del principio democrático que otorga a cada asociado un voto cualesquiera sea la magnitud de su participación económica. Laville hace referencia a lo que denomina una nueva ola de iniciativas en Europa para señalar esta confluencia entre la economía social de no mercado y el asociativismo de la sociedad civil43. Pauline Greeen. “Crisis y Oportunidad”. Discurso en la Asamblea de la ACI. ICA Digest 68. Enero del 2010. http://www.ica.coop/es/digest/68-digest-es.pdf 42 Martine D’Amours. “La economía social en Canadá: Su desarrollo e institucionalización” Documento 50. Editado por el Cesot con prólogo de Mirta Vuotto, en Bs.As. 43 “Mientras antes las cooperativas descansaban en la iniciativa de una categoría única, los trabajadores o los consumidores por ejemplo, los grupos fundadores son ahora más heterogéneos. Por primera vez las cooperativas pueden tener miembros voluntarios si su número no supera la mitad del conjunto de los otros miembros: trabajadores, consumidores y personas jurídicas, entre las cuales pueden encontrarse poderes públicos. Se identifican dos tipos de cooperativas 41 En América Latina Bastidas Delgado, construye lo que denomina un concepto operativo de la Economía Social, en el que se pone de relieve atendiendo a la disputa política en Venezuela, en torno a la intervención del estado en el sector, que se trata de “organizaciones y personas que voluntaria y directamente, sin intermediación enfrentan problemas comunes44 También en el cono sur Claudia Lisio nos proporciona una definición muy clara y precisa que abunda en sentido común y que retoma los criterios clásicos que tienen en cuenta la tipología jurídica de las entidades de la economía social, y las ubica como un sector diverso al público y al lucrativo, puntualizando las características que las distinguen. Se trata de una conceptualización que toma partido en casi todos los temas que debatió la doctrina europea, antes de ser atrapada por los requerimientos imperativos de los mercados.45. sociales, las cooperativas de servicios (sociales, de salud, de educación) y las de integración (inserción de trabajadores discapacitados o desfavorecidos). Con resultados espectaculares ya que genera 300.000 nuevos empleos en la década 1990, la experiencia italiana sirve de modelo para otros países. En España, tres leyes regionales prevén cooperativas con vocación social: en 1983 Cataluña vota una ley sobre las cooperativas mixtas de integración social, lo mismo ocurre en 1985 en la región de Valencia y luego en Euskadi en 1993; a nivel nacional una ley de 1999 introduce las cooperativas de iniciativa social que pueden gestionar servicios de interés colectivo o servicios sociales públicos. En Portugal, una ley de 1996, complementada en 1998, reconoce a las cooperativas de solidaridad social destinadas a ayudar a grupos “vulnerables” (niños, personas mayores o discapacitadas,…) así como a familias y comunidades desfavorecidas, cuyos miembros efectivos beneficiarios de los servicios se distinguen de los miembros voluntarios que brindan bienes o servicios no remunerados. En 1999 se establece un estatuto de cooperativa social de responsabilidad limitada mientras en Francia se adopta en 2001 una sociedad cooperativa de interés colectivo. Las cooperativas sociales o de interés colectivo fundan su dinámica en una organización multisocietaria en cuyo seno se garantiza la igualdad jurídica entre las partes involucradas (stakeholders). Transforman a las partes involucradas en co-gestoras por su acceso al rango de socios. En consecuencia, se distinguen de las empresas de capital que difunden un discurso sobre las partes involucradas pero mantienen una fuerte jerarquización de éstas dado que no son accionistas. La noción de empresa social no sólo amplia el estatuto cooperativo sino que se difunde en forma asombrosa. En el Reino Unido, el gobierno ha implementado en 2002 una “Coalition for Social enterprise” así como una “Social Enterprise Unit” para sostener esas empresas cuyo número se estima en 5.300 antes de crear en 2005 el estatuto de “community interest company”. Laville Jean Louis.” Economía Social en Europa: Una nueva ola de iniciativas en Europa”. Otra Economía - Volumen II - Nº 2 - 1º semestre/ 2008 - ISSN 1851-4715 - www.riless.org/otraeconomia “Conjunto de actividades económicas realizadas mediante organizaciones constituidas por personas que voluntaria y directamente, sin intermediación, enfrentan problemas comunes, aportando recursos propios; como conjunto poseen una estructura y funcionamiento que no permiten el lucro, entendido éste como el remanente de una operación económica” Bastidas Delgado Oscar Y Otros. “Hacia una política de estado para la economía social, y las cooperativas venezolanas, como eje de un modelo de desarrollo basado en la cooperación”. Agosto del 2011. https://sites.google.com/site/ESyCooperativismo@ESyCooper Bastidas Delgado, Oscar. Economía Social y Cooperativismo. Una Visión Organizacional. Editorial Universidad de San Gil /Distribuidora Norma, Colombia. Mayo 2010. Pags, 139-140 45 “La economía social está esencialmente integrada por cooperativas, mutuales, asociaciones y fundaciones. Sus actividades no pertenecen al sector público ni a la actividad privada tradicional que tiene como único fin el lucro. Se orientan principalmente a cubrir necesidades, no a lucrar. Cuatro son sus características intrínsecas de desarrollo: 1) empresariado social, democrático y participativo; 44 Economía civil o civilizatoria (Zamagni 2007). Zamagni utiliza la expresión “economía civil” o “economía civilizatoria para hacer referencia a esa economía que da cuenta de valores y que abreva en la solidaridad, la reciprocidad y el don. Plantea en una visión antropológica de la economía que la naturaleza social del hombre y la búsqueda de la felicidad como objetivo de vida determina que . “Ni uno sólo habrá que guste de un placer suyo en el que ningún otro participe. La naturaleza de la felicidad es constitutivamente relacional, no es posible vivir una vida buena si no es con los demás y gracias a ellos. En el individualismo se olvidan los motivos no pecuniarios (es decir de las preferencias sociales) como por ejemplo el deseo y la necesidad de reciprocidad, el deseo de evitar la desaprobación social, el deseo de desempeñar tareas de por sí interesantes. Pero profundiza este concepto cuando reconoce que “también los animales son sociables y que lo humano comienza en la reciprocidad 46.” La reciprocidad es la palabra clave de toda la estructura antropológica y social de la economía civil. Aristóteles afirmaba que no hay “vida buena fuera de la polis, sin amistad y sin reciprocidad, que depende de la respuesta correlativa del otro, una respuesta que sin embargo no podemos controlar y por lo tanto se vuelve incierta la plenitud de la felicidad.”. En su fructífera tarea de cuestionar algunas afirmaciones dogmáticas de la economía neoliberal cita a Adam Smith que en su “Teoría de los sentimientos morales” nos dice, que “nadie ha visto jamás a un perro que hiciera con otro perro un autentico y deliberado intercambio de un hueso por otro, por esa razón cuando el perro quiere un hueso, sólo puede arrebatárselo por la fuerza al otro. Para Smith también la riqueza o el poder son simples medios de atraer la atención de ser reconocidos por los demás. Zamagni descalifica la visión unidimensional que sólo atiende a intenciones y no a inclinaciones humanas que también existen, reduciendo la felicidad a utilidad, porque sostiene que “la utilidad personal se puede maximizar a solas, pero hacen falta al menos dos para estar felices. Al subjetivizar los valores, al hacerlos retrogradar al nivel de las preferencias individuales, y al tomar estas como dadas, esa cultura niega o limita la carga social que los valores siempre contienen”. 2) empleo y cohesión / inclusión social; 3) desarrollo local y 4) protección social mutua Claudia De Lisio. “Algunas aproximaciones sobre la economía Social”. Trabajo elaborado a partir del documento de la Primera Conferencia Europea sobre Economía Social en Europa Central y Oriental. « PRAHA Economía social 2002 ampliando la economía social « Praga 24 y 25 de Octubre de 2002 – Dossier Preparatorio- Coordinado por Bruno Roelants CECOP Julio 2002 46 La reciprocidad puede ser vista como una serie de transferencias bidireccionales independientes entre sí y al mismo tiempo interconectadas. Ninguna transferencia constituye un prerrequisitos para la puesta en práctica de otra. Esta es una lógica que no tiene carácter condicional (como el contrato) ni puramente incondicional (como la filantropía) porque si bien es cierto que la prestación del otro no es precondición de la mía, al mismo tiempo sin la respuesta de los otros no alcanzo mi objetivo. (pag. 141 a 147), Este autor no soslaya un tema altamente polémico en la práctica y en la academia de la economía social, cuando dice que: “En las condiciones actuales la mas devastadora forma de humillación y por tanto de exclusión social, es la que pasa por la irrelevancia económica. Sentirse inútil es peor todavía que ser explotados. La sensación de inutilidad induce a la resignación. Que es mas apremiante. Proteger a los de abajo o a los de afuera ?” Poniendo de relieve que el viejo modelo de welfare (al que se aferran políticas sociales progresistas y muchos autores) habría respondido a los de abajo. Y propone “una nueva welfare society que debe orientarse a los que han sido excluidos: Del proceso laboral, de la instrucción, de la participación en la vida asociada, etc”. Este autor que vincula sus orígenes ideológicos con la corriente social cristiana de la iglesia, formula valiosísimos aportes a la economía social, aunque no utilice esa denominación y se ubica en las corrientes que procuran la convivencia del principio de reciprocidad con el de mercado. Economía, Popular, Solidaria o Economía del trabajo La economía popular y solidaria ha tenido en la realidad y en la cátedra un desarrollo muy importante en América Latina, sobre todo en Brasil, Chile y en la Argentina, países de los que son oriundos quienes encabezan las tres grandes corrientes de pensamiento de la economía popular, solidaria o del trabajo. Empresas recuperadas, iniciativas enderezadas al comercio Justo, huertas orgánicas, economía no monetizada que gira en torno al trueque, microemprendimientos y microfinanzas, bancos populares, empresas familiares, organizaciones asociativas ubanas y rurales, agricultura familiar, precoperativas y cooperativas enderezadas a todo tipo de actividades, se desarrollan a partir de relaciones sociales, económicas y jurídicas diferentes.. Para algunos de esos pensadores también las actividades domesticas o de subsistencia, de pequeña envergadura, generalmente informal y que canalizan su producción en la venta domiciliaria o en mercados y ferias alternativos al mercado formal, que se han desarrollado como consecuencia de la crisis en todo el mundo, pero fundamentalmente en América Latina, conforman este mundo de la economía popular47. Lía Tiriba en ·”Economía popular y movimientos populares ( y una vez más, el trabajo como principio educativo)” señala tres corrientes en la economía popular a la que define como al sector que “corresponde a las actividades económicas que han sido desarrollada por los sectores populares para intentar satisfacer sus necesidades básicas” distingue 3 corrientes para su analisis: El criterio de Orlando Nuñez (1995) afirmado en su experiencia en el ámbito de Nicaragua quien ”cree que la economía popular está compuesta por los pobres y desempleados, obreros y asalariados del campo y de la ciudad, los productores-trabajadores directos, individuales y agrupados en redes, sindicalizados o cooperativizados, asociados o autogestionarios, que a pesar que estén subordinados y dirigidos por la economía capitalistas, no están dispersos, teniendo como identidad la pertenencia a un proyecto de desarrollo nacional, alternativo al capitalismo Los sujetos de la economía popular, orientados por “la valorización de la fuerza de trabajo y por el valor de uso, valor de uso de los bienes y valor de uso de la propia fuerza de trabajo”- De el hacen parte todas las unidades domésticas que “no viven de la explotación del trabajo ajeno, ni pueden vivir de la riqueza acumulada (incluidas inversiones en fondos de 47 Estas entidades y actividades han sido engendradas para autogestionar, o para gestionar con el concurso del grupo social más próximo, la satisfacción de las necesidades primarias urgentes por parte de sectores excluidos de la sociedad y de la economía, atendidos insuficientemente con fondos de política social. Se trata de comportamientos y organizaciones que en muchas ocasiones transitan la informalidad jurídica, económica y social, pero que cuando nacen, suscitan en la sociedad civil la comprensión cabal de las ventajas de la solidaridad, de la reciprocidad y del don. Operan en base al producido de su actividad, a aportes de sus integrantes, de sus familias o de terceros, de organismos de bien público y de los estados nacionales, provinciales o municipales. La autogestión promueve en estos emprendimientos la participación democrática y en muchos de ellos fundamentalmente durante el proceso de su pensiones, etc.) sino que sus miembros deben continuar trabajando para realizar expectativas medias de calidad de vida(...) aunque todos o algunos de sus miembros trabajen en los otros dos subsistemas” José Luis Coraggio distingue a la economía popular urbana de la economía solidaria, “se trata de un segmento dependiente, subordinado. Las relaciones económicas que establecen no están aisladas del conjunto del sistema, se trata de un segmento dependiente, subordinado, que sin cambiar tales condiciones no puede plantearse un proyecto de desarrollo independiente y a su vez identifica respecto a la economía informal, tres corrientes de pensamiento: a) la neoliberal, representada por Hernando de Soto (1987), que considera la necesidad de cambiar los regulaciones estatales para que estos sectores puedan salir de la informalidad; b) la empresarial-modernizante, que bajo las vertientes individualista o asociacionista, está presente en los programas de gobierno, organismos internacionales y ONGs, los cuales se proponen modernizar los pequeños emprendimientos, de cara a su competencia en el mercado; y c) la solidarista, asociada principalmente a grupos cristianos católicos y que contando con la ayuda de las ONGs, pretende extender desde ‘abajo’, desde lo local, los valores de solidaridad y reciprocidad en las estrategias familiares y comunitarias de sobrevivencia y reclama participación en una cuarta corriente) que “tampoco acepta la opción excluyente entre sociedad y Estado, sino que se propone trabajar en su interfase, previendo que el actual proceso de desmantelamiento dará paso necesariamente a la generación de nuevas formas estatales” (Coraggio,1995:160-163). Luis Rasetto. Para el autor chileno, la economía popular está compuesta de cinco tipos de actividades: a) Soluciones asistenciales, como mendicidad en la calle, subsidios para indigentes, sistemas organizados de beneficiencia pública o privada orientados a sectores de extrema pobreza, etc.; b) Actividades ilegales o con pequeños delitos, como prostitución, pequeños robos, pequeños puntos de venta de droga u otras actividades consideradas ilícitas o al margen de las normas sociales y culturales; c) Iniciativas individuales informales como comercio ambulante, servicios domésticos de pintura y limpieza, mensajeros con locomoción propia, guardadores de coche, etc. muchas veces vinculadas con el comercio formal; d) Microempresas y pequeños talleres y negocios de carácter familiar, individual, o de dos o tres socios: pequeños comercios de barrio, talleres de costura, bares, colmados, etc. (generalmente dirigidos por los mismos propietarios, con la colaboración de la familia) y e)Organizaciones económicas populares: organización de pequeños grupos para buscar, asociativa y solidariamente, la forma de encarar sus problemas económicos, sociales y culturales más inmediatos(generalmente surgidos de parroquias, comunidades, sindicatos, partidos políticos y otras organizaciones populares). gestación la solidaridad y la reciprocidad alcanzan niveles que es difícil reconocer en la “economía social fundacional” atravesada por el mercado. Su origen facilita el encuentro con el sector de las organizaciones de la sociedad civil que ven en estas personas y entidades un valioso sujeto para realizar sus finalidades enderezadas al “bien común”, pero no es sencilla su relación con el “sector de la economía social fundacional”. También es complicado su “partenariado” con el sector público porque en oportunidades se transforma en mero asistencialismo clientelar que genera dependencia. Quienes intentan desentrañar la realidad de la economía social y solidaria, destinan sus esfuerzos a estudiar particularizadamente este fenómeno económico social, y lo hacen en muchos casos, porque entienden que expresa a un movimiento social, con aptitud para generar transformaciones sociales profundas, que van más allá de cuestionar al neoliberalismo. Hunden sus raíces ideológicas en el anarquismo libertario, en el marxismo y también en la espiritualidad religiosa. En funciones de gobierno, o de asesoramiento, desde la cátedra universitaria, en la incubación de emprendimientos, orientando sus esfuerzos a la educación popular, o a la extensión intervención, todos ellos se sumergen y son tributarios de la realidad. Estudian fenómenos que son estrellas fugaces y que no trascienden la coyuntura y en otros casos su sostenimiento los modifica y trastoca. Su relación con las políticas públicas también incide en su trabajo. Se relacionan con el movimiento obrero, con los movimientos sociales y políticos y también con las políticas públicas cuando encuentran espacio para ello. Se trata en definitiva de un universo en permanente movimiento frente al cual no hay espacio para la reflexión dogmática. Para algunos se trata de economía para pobres, lo que es rechazado por otros autores, y también existen divergencias respecto a si deben participar o no del mercado. Casi todos ellos toman como referencias sustanciales el trabajo autogestionario y la transformación de la sociedad. Pero no todos coinciden en que es un camino para transformar a la sociedad y a la economía capitalista. Quijano (2007) dice que es la respuesta de los trabajadores marginalizados y empobrecidos y de la población socialmente excluida, y la consecuencia del creciente desinterés en la mercantilización de la fuerza viva de trabajo individual. No es a su juicio una crítica conciente y explícita del capitalismo, sino un camino de reciprocidad y de universalización de los mecanismos del “polo marginal de la economía”, o en otra nomenclatura la extensión de la informalidad, cuando ese término alude a lo que hacen los pobres para sobrevivir, no a los capitalistas que invaden ese espacio para precarizar y flexibilizar el trabajo”. Nuñez (2007 pag. 115) que “La economía popular, asociativa y autogestionara, no es un modelo para cambiar o subordinar al sistema actual, no es un modelo para todo el mundo o para todas las naciones, sino un proyecto para construir un alternativa económica, social, política y cultural de resistencia popular frente a los efectos de la globalización, sentando las condiciones para edificar a largo plazo, pero desde aquí y desde ahora, las condiciones para una nueva economía, una nueva sociedad y una nueva civilización”. Pedro Claudio Cunca Bocayuva (2000 pags 243, 245, 255) asume que “La iniciativa y el poder de decisión sobre el desarrollo, lejos de ser competencia exclusiva del estado y de las elites económicas, debe residir en la sociedad civil. Los actores de la búsqueda de alternativas deben ser las comunidades marginadas, que han sido objeto declarado de los programas de desarrollo”. “Reclama para ello el fortalecimiento de las “redes y politicas locales y exige una conexión entre el gigantesco segmento del “precariado” y las nuevas dinámicas de inteligencia colectiva del trabajo en red que involucran al llamado “cognariado” (proletariado del conocimiento). La movilización democrática, cooperativa y productiva del territorio necesita avanzar a través de la creación y apropiación de interfaces de redes y significados generados en las formas de producción virtuales y reales” Armando de Melo Lisboa, (2007 pag. 373 y sgts) pone de relieve que “La economía solidaria no es una panacea, sino una apuesta, un potencial que florece” donde se realiza “la difícil articulación entre solidaridad y competición” entre competencia y cooperación y cuestiona la visión clásica de los mercados afirmando que pueden ser vislumbrados “como una mediación en la que se renuevan los lazos de sociabilidad y reciprocidad, pues las personas buscan no sólo maximizar sus ganancias materiales sino también sentirse reconocidas y útiles socialmente”. Cree que “la competencia integrada a un ethos no utilitarista, combinada con la dimensión de la responsabilidad ecológica y social, tiene aspectos positivos, pues estimula la innovación, proporciona calidad y multiplica las energías productivas, sin los efectos maléficos de los juegos de suma cero (tipo gana o pierde) de la economía “casino” hoy predominante”. Corrientes ideológicas en la economía social y solidaria En simplificada asimilación a las corrientes ideológicas que participaron de la conformación del pensamiento de la economía social histórica o fundacional y no obstante que la distancia y las circunstancias que transitaron unos y otros es diferente,48 trataremos de reseñar a grandes rasgos las definiciones que nos proporcionan Paul Singer desde una perspectiva marxista, Luis Rasetto cuyo pensamiento se vincula a la doctrina social de la iglesia católica y el heterodoxo José Luis Coraggio que construye sus tesis con elementos teóricos de Polanyi, de Mauss y también de Marx, y quienes desde las experiencias ecuatorianas y boliviana piensan con raíces culturales en los pueblos originarios una economía social y solidaria enriquecida. Una miríada de pensadores se referencian, en esas corrientes atendiendo aunque ello no defina con exactitud sus coincidencias y divergencias formulan formidables aportes a la disciplina a partir de una rigurosa investigación e intervención en la praxis transformadora en América Latina. Coraggio que ha hecho aportes a la formulación de las políticas y de la legislación que en torno a la economía solidaria se están desarrollando en Ecuador49, pone el acento en la “contradicción dinámica” de la “contraposición 48 Los puntos de convergencia y de divergencia, de acuerdo y de debate de estos tres autores y de sus múltiples seguidores, transita por muchísimos otros temas que exceden largamente al de su adscripción ideológica. 49 José Luis Coraggio. “ La economía popular en el Ecuador”. entre la lógica de la reproducción del capital y la lógica de la reproducción de la vida humana” y propicia una sociedad fundada sobre la base de la reproducción ampliada de la vida. A su construcción aportan los actores de la economía popular cuya base está constituida por la “unidad doméstica”. (Coraggio 2000 y 2007), y afirma, en la búsqueda de una convergencia transformadora congruente con la realidad latinoamericana, que la “Economía Popular” es la base de una “Economía Social y Solidaría” Entiende que no es conveniente “apurar en esta materia la formalización de modelos para pretender imponerlos a la realidad, sino experimentar, dejar espacio para la creatividad popular. Tampoco pueden ser predeterminados los sujetos colectivos que requiere el desarrollo de un sistema económico dirigido a la reproducción ampliada de la vida, sino que se irán constituyendo con el proceso mismo, a veces encarnándose en viejas estructuras sindicales, movimientos cooperativos, redes de solidaridad local o global, a veces recuperando nuestras mejores tradiciones, otras innovando”. Para ello reclama “recentrar la discusión (de las políticas sociales) en la contradicción capital/ trabajo”. Plantea que el ámbito más fértil para desarrollar la “economía del trabajo” es “el local y regional” donde es capaz como “subsistema orgánico de adquirir una dinámica parcialmente autosostenida, coexistiendo, compitiendo y articulándose con la Economía de Capital y la Economía Pública” Este autor en su prolífica obra (2009) 50 entiende que “la economía social y solidaria es un programa consciente de acción colectiva que encuadra a las prácticas que van impulsando y articulando distintas variantes de organización económica autónomas del capital y del poder”. Hace un esfuerzo por diferenciarse de las definiciones clásicas de la economía social a las que en este trabajo definimos como históricas o fundacionales, y afirma que en el ámbito que estas delimitan dentro de un sistema con dominio del capital, “introyectan una ética del mercado capitalista que genera un campo de fuerzas, que no puede verse como un afuera, sino que las atraviesa y co-constituyen”, y porque no ponen en tensión el sistema social ni proponen, por sí mismas y por las practicas que impulsan ningún proyecto de transformación social, económica y política (Coraggio 2000 y 2007 pag. 165 a 192). Plantea que “cuando la economía (neoliberal hegemónica en la sociedad) no resuelve esa negatividad se genera la amenaza de un desastre social y/o ecológico (como el que experimentamos actualmente) resultante de la inadecuación del capitalismo con la cohesión y reproducción de la sociedad por lo que la http://www.coraggioeconomia.org/jlc/archivos%20para%20descargar/La_economia_popular_so lidaria_en_el_Ecuador.pdf www.economiasolidaria.org/.../interesante_entrevista_de_radio_a_jos... http://www.iaen.edu.ec/wordpress/?p=9681 50Coraggio José Luis. Autor y Coautor de mas de 25 libros, y de centenares de artículos. Entre otros: (2007) Organizador y coautor de “La Economía Social desde la Periferia. Contribuciones Latinoamericanas. Ed. Altamira / UNGS. (2009) Coorganizador y coautor de “Diccionario de la Otra Economía”. Coedición de Ed. Altamira /UNGS/ CLACSO. (2009) b. Organizador y coautor de “ Que es lo económico. Materiales para un debate necesario contra el fatalismo”. Ed.CICCUS reproducción de la vida requieren transformaciones o ajustes estructurales en el modo social de producción Por ello concluye definiendo a la economía social y solidaria como a “un proyecto sociopolítico y cultural de transformación que propone nuevas prácticas conducentes, y refuerza su institucionalización en pugna con el sistema institucional propio de una economía dominada por el principio de mercado. A la vez, por la misma dinámica de los procesos de transformación social, debe apoyarse en prácticas e instituciones ya existentes que están en los márgenes del principio de mercado total o que responden al menos a una pluralidad de principios económicos (incluido el de mercado, pero que en el contexto de los otros ya no es total) todo ello enmarcado por el principio ético de la reproducción ampliada de la vida de todos.51. Los equipos que ha conformado Coraggio a partir de la Maestría que dirige en la UNGS están abordando importantes temas de esta diciplina: Susana Hintze, ha profundizado en relación a la economía solidaria, la temática de las políticas públicas52, Gonzalo Vazquez entre otros temas ha abordado el inherente a la sostenibilidad del organizaciones de la otra economía,53 Ruth Muñoz el del financiamiento de la economía social54 , María Victoria Deux la temática de la “autogestión”55 y Claudia Danani56 entre otros tópicos ha “Lo que implica no sólo los medios y procesos técnicos (en el sentido de forma concreta del metabolismo trabajo- naturaleza inmediato), sino también las mutuas determinaciones con las de distribución, circulación y consumo. “El sistema económico es una mera función de la organización social” (Polanyi, 2003, p. 98), lo que incluye todas las relaciones sociales. La economía de mercado es vista así como un intento transformador de separar la economía de la sociedad. De la misma manera proponemos ampliar las propuestas de la Economía Social y Solidaria: se trata de construir otra economía para otra sociedad, no de propiciar comportamientos solidarios aislados o apenas local o sectorialmente articulados, que no se reproducirán sin una base institucional que los favorezca (Ejemplo: la reciprocidad o la solidaridad cambian de sentido cuando se dan entre personas o grupos asimétricos, económicamente desiguales. La solidaridad se vuelve filantropía.) Jose Luis Coraggio. “Principios, instituciones y prácticas de la Economía Social Solidaria”. Incluido en “Economía social y solidaria. EL trabajo antes que el capital.”, Alberto Acosta y Esperanza Martínez (Editores), Abya Yala, Quito, 2011 52 Susana Hintze. “Políticas sociales argentinas en el cambio de siglo”. Editorial Espacio. (2007) “La política es un arma cargada de futuro. La Economía Social y Solidaria en Brasil y Venezuela”. Ed. Ciccus y Clacso. Bs.As. 2010. Coordinadora y coautora conjuntamente con Claudia Danani de “Protecciones y desprotecciones: “La seguridad social en la Argentina”. 1990/2010. Ed. UNGS. Abril 2011. 53 Gonzalo Vazquez. Coautor de “Empresas Sociales y Economía Social”. Ed. UNGS. (2003). “La sostenibilidad de los emprendimientos asociativos de trabajadores Autogestionarios”. Tesis de Maestría.(2010). http://web.tau.org.ar/upload/89f0c2b656ca02ff45ef61a4f2e5bf24/tesisGV___version_final.pdf 54 Ruth Muñoz. Coautora de “Finanzas y Economía Social”. Modalidades en el manejo de recursos. Coedición Altamira. UNGS. Fundación OSDE. 2005. Coautora del” Financiamiento de la Economía Social. Actores e Instrumentos”. Ed. UNGS.2006. “Las finanzas y la economía social. La experiencia argentina”. Ed. Altamira – UNGS. 2008 55 María Victoria Deux. “Los procesos de recuperación de empresas en el aglomerado del gran Rosario”. Tesis de Maestría. Coautora de “Autogestión Obrera en la Argentina”. Edit. UNR. 2005. 56 Claudia Danani. Coautora de “Gestión Local en Salud: Concepto y Experiencias. Ed. UNGS 2008. Editora y Coautora de “El área metropolitana de Buenos Aires”. Ed. UNGS 1997 51 prestado atención a la temática de la “salud” y de la “seguridad social en la argentina” y a la problemática urbana en el conourbano bonaerense.. Paul Singer que hace ya mucho tiempo (1968) hizo posible los primeros contactos de las corrientes sesentistas latinoamericanas con una versión accesible y sencilla de la economía política marxista57, ocupa la Secretaría de Economía Solidaria en Brasil y plantea que “el modo solidario de producción y distribución parece a primera vista un híbrido entre el capitalismo y la pequeña producción simple de mercancías”, se trata de un “modo de producción y distribución alternativo al capitalismo… que une el principio de la unidad entre posesión utilización de los medios de producción y distribución (propio de la producción simple de mercancías) con el principio de la socialización de esos medios (propio del capitalismo). Parece un híbrido entre el capitalismo y la pequeña producción de mercaderías, pero en realidad constituye una síntesis que supera a ambos. Paul Singer (citado por Pablo Guerra) señalaba en la exposición sobre economía solidaria que tuvo lugar en el Foro Social Mundial de Porto Alegre: que "La autogestión es una opción profundamente revolucionaria, anticapitalista, porque ella exige la integración de cada uno de los individuos en un colectivo libremente escogido /.../ Estamos construyendo en medio de contradicciones, en las fallas del capitalismo, un nuevo tipo de sociedad y de economía. Es difícil, más no imposible...". y dando un nuevo paso, sostendrá en otro artículo que las experiencias de economía de solidaridad no solo son anti - capitalistas, sino también, expresiones socialistas: "Cualquier empresa democrática, igualitaria y autogestionaria -cooperativa o no- ya es socialista. Es una experiencia socialista, aunque sea puntual”. Sostiene la existencia de contradicciones que enfrentan al capitalismo con la democracia y recupera el rol transformador de los trabajadores y de la autogestión.”La economía solidaria es una creación en proceso continuo de trabajadores en lucha contra el capitalismo”. Afirma que la autogestión hubiera evitado “formas degeneradas de la economía solidaria (cooperativas de consumo y agrícola que adoptaron la gestión capitalista)” que se constituyeron en Europa a fines del siglo XIX y polemiza en el ámbito del marxismo con el criterio de Rosa de Luxemburgo en el sentido de que “por el dominio del intercambio sobre la producción” en la economía capitalista no son sustentables las cooperativas autogestionadas. Singer asume que la autogestión generalizada de la economía y de la sociedad –es el programa económico y político del socialismo – y que la construcción de emprendimientos solidarios patentizará que “no es inferior a la gestión capitalista en el desarrollo de las fuerzas productivas”. Plantea que “la economía solidaria puede extenderse hacia todos los campos de la actividad económica” y para ello “es imprescindible que cuente con fuentes de financiación, redes de comercialización, asesoramiento técnico Compiladora de “Política Social y Economía social. Debates fundamentales”. Coedición UNGS – Altamira – Fundación Osde. 2004 57 Paul Singer. “Curso de introducción a la economía política”. Editorial Siglo XXI 2ª. Edición. 1979- Mexico – España y Colombia. “Economía Solidaria. Un modo de producción y distribución”. En La Economía Social desde la Periferia. Contribciones Latinoamericanas”.Ed. UNGS. Altamira. Bs.A. 2007. “Economía Política de la Urbanización. Ed. Siglo XXI. “Relaciones entre sociedad y estado en la Economía Solidaria”. Rev.de Ciencias Sociales. Iconos. Flacso Ecuador. (2009). científico, formación continua de los trabajadores y apoyo institucional y legal de las autoridades gubernamentales”. Estructura con la que cuentan las empresas capitalistas. Plantea el criterio del “sector integrado” y bases para la gestión especificadas58. “El carácter revolucionario de la economía solidaria le abre la perspectiva de superar la condición de mero paliativo contra el desempleo”. Antonio Cruz retoma algunos conceptos del marxismo y de Singer y profundiza el debate afirmando que el “modo de producción” capitalista se asienta en “la lógica de reproducción ampliada del capital” por lo que sostiene que “la idea de la existencia de una “economía plural”, no tiene fundamento. La economía capitalista es una selva donde toda la gente está a punto de ser devorada. Podemos hablar de la coexistencia de distintos modos de producción en un período histórico dado y en una zona geográfica determinada, pero en constante conflicto y bajo la hegemonía de uno de ellos”. La economía solidaria en su opinión, sólo puede ser sostenible y transformadora, si genera mecanismos que posibiliten la “acumulación de capital económico y social – en el concepto de Bordieu), en una medida que le permita estructurar una nueva formación social. “Mientras que los marxistas y los keynesianos son aliados en la lucha contra los preceptos de la corriente ortodoxa liberal, ellos divergen cuando se trata de discutir los límites y posibilidades del capitalismo como un sistema económico que sea social y ambientalmente viable”.59 Luis Inacio Gaiger (2007 pag. 101 a 110)) que parte de la premisa de que aunque “no faltan contradicciones en el capitalismo, eso tampoco significa que esté colapsando, o que haya factores que impidan su entrada en una crisis agónica reiterativa”, señala a los emprendimientos solidarios como expresión de una forma social de producción específica, contrapuesta a la forma típica del capitalismo, y con la cual, no obstante deben convivir para subsistir en formaciones históricas dominadas por el modo de producción capitalista” 60 y destaca las virtudes y aptitudes de gestión de este modo de producción alternativo 61 aún en esta formación económica y social. 58 Paul Singer (2007). Pags. 61/2/6/7 y 73. Antonio Cruz . “La Acumulación Solidaria. Los retos de la economía asociativa bajo la mundialización del capital”. Revista de Estudios Cooperativos. Vol. 16 Nro 1. Julio 2011. Ed. Universidad de la República UDELAR, (Uruguay) (pags.15/8, 28/9). 60 Luiz Inacio Gaiger. « La Economía Solidaria y el Capitalismo en la perspectiva de las transiciones históricas » Pags. 92 y 96. 61 Los fundamentos democráticos de la autogestión se juntan justamente con el requisito de participación de los trabajadores, preconizados por los métodos de gestión modernos. Células de producción, grupos de trabajo y puestos multifuncionales, a la par de otras técnicas de gestión horizontal y responsabilización del trabajador, típicas de las normas de gestión de calidad en boga, se acomodan con naturalidad a la estructura participativa en los emprendimientos solidarios La economía solidaria ha contribuido para dinamizar el enorme potencial de recursos humanos y materiales que yace quieta en los ámbitos no mercantiles y mercantiles de la sociedad. Contrariando la idea de que el espacio económico está completamente tomado por el capitalismo global, las empresas solidarias tienden a ocupar nichos de mercado. Las relaciones de cercanía, cuya ausencia encarece enormemente a la gran empresa con estrategias de marketing, son en verdad un patrimonio de la economía popular Luiz Inacio Gaiger. « La Economía Solidaria y el Capitalismo en la perspectiva de las transiciones históricas ». Pags.(101/110). Aunque el capitalismo haya optimizado las posibilidades humanas de generar abundancia, 59 Este autor, distingue el “modo de producción” de los distintos “modos materiales de producción” introduciendo un muy importante concepto de análisis para el debate teórico. “Entiende que “los marcos fundamentales de una cultura del trabajo de nuevo tipo serían las relaciones de producción caracterizadas por la perspectiva del valor de uso y no del valor de cambio.” Concepto éste en el que coincide con Hinkelammert y Mora Jiménez (2009). Lía Tiriba en el marco de la economía solidaria y popular brasilera que reinvindica como tal sólo a aquella que se despliega a partir de la autogestión y que tiene por objeto la lógica de la reproducción ampliada de la vida, recoge conceptos de Singer, pero también de Coraggio y Rasetto, de Marx y de Gramsci para construir conceptos pedagógicos en torno a la investigación de estos emprendimientos sociales productivos y con ellos sostiene que: “Si ya no es posible creer que la vanguardia del proletariado a través de su partido único, va a promover una gran transformación social, el tema es como es posible superar la miseria económica y humana ? Cuando ya no hay un ethos obrero, hay un nuevo ethos, que tal vez pudiéramos denominar “ethos de los excluidos”. Y por ello reivindica “la potencialidad de la economía popular que puede constituiré en un amplio proceso práxico-educativo, en una escuela que debe ser vivida no sólo paa atenuar los problemas del desempleo, sino también para hacer que los trabajadores y la sociedad descubran na nueva manera de hacer y concebir las relaciones económicas y sociales, tanto en el ámbito del lugar de trabajo, como en toda la sociedad”.62 Afirma Tiriba que “Diferentemente de los procesos de ‘autoayuda’ impartidos por los gobiernos, empresarios y por otros pseudo aliados de los excluidos del mercado formal de trabajo, el objetivo de la educación popular no puede ser el de contribuir para ‘aliviar la pobreza’, y tampoco de ajustar las ‘competencias básicas’ de los trabajadores para que consigan competir en el mercado, desconsiderando las necesidades reales e inmediatas de las capas socialmente desfavorecidas. La educación popular, al contrario de la ‘educación bancaria’, tiene como uno de sus objetivos cuestionar las actual lógica excluyente del mercado, y a la vez, crear alternativas para ella”63. Luis Rasetto desde una óptica ideológica diferente, también ha tenido y tiene una considerable influencia en la economía popular y solidaria latinoamericana. Su visión transformadora está vinculada al concepto de que mientras la economía mundial continúa su proceso de expansión y crecimiento global, una visión de conjunto del mundo permite prever que estamos avanzando hacia un colapso de la misma civilización que se está expandiendo y creciendo. fueron los movimientos sociales del trabajo los que se encargaron de luchar por su repartición civilizando al capitalismo. 62 Lía Tiriba. Pedagogía de la Producción Asociada”. (2007) En la “Economía Social desde la Periferia. Contribuciones Latinoamericanas”. Ed .Altamira y UNGS. Pag. 195/203 63 Lía Tiriba. Economía popular y movimientos populares ( y una vez más, el trabajo como principioeducativo)”.http://hermes.ucs.br/ccea/dece/jmrocha/Ecosolidaria/Economa%20Lia %20Tiriba.pdf Luis Rasetto Migliaro. (2004. La Economía de Solidaridad. Concepto. Realidad y Proyecto. Revista Persona y Sociedad. Vol 12 Nro 2. 1999, Santiago de Chile. MAEES. Campus Virtual Este autor plantea la necesidad de “introducir la solidaridad en la economía, de incorporar la solidaridad en la teoría y en la práctica de la economía”. Un clásico de su pensamiento es la indicación de los diferentes caminos64 por los cuales se arriba a este racional comportamiento económico y social que conforma a las empresas del sector solidario. En el universo que construye (1993b) ninguna economía se vuelve solidaria porque las personas sean buenas y generosas. El Trabajo y la Comunidad son los factores que determinan a todos los demás factores de la producción. La solidaridad sólo puede transfomarse en un valor económico real, en la medida en que se plasma en la propia organización del trabajo. No sirve idealizar una economía popular fundada en el trabajo participativo y solidario. Más que nunca, es preciso aprender a hacerla, a materializarla en lo cotidiano del proceso de producción. Distingue distintos tipos de relaciones económicas: De intercambio, donación, reciprocidad o compensación, comensalidad, cooperación, tributación y asignación jerárquica, y otras relaciones menores, lo que determina la complejidad de las múltiples formas en la conformación de los mercados y de las relaciones de propiedad y apropiación de los recursos económicos. (Rasetto 2002) (61 a 71) Consecuentemente en su concepto “las desigualdades y las injusticias económicas no radica en el mercado como mecanismo o sistema de asignación de recursos o bienes, sino en el predominio del capital que da lugar a un sistema de intercambio injustos” Su teoría gira alrededor de una visión económica, en la que las “empresas alternativas”, juegan un rol esencial, que se organizan a partir de recursos y factores que son puestos en común y que generan un nuevo factor económico el denominado “factor C”, que se conforma a partir de la combinación de la cooperación, comunidad colectividad, coordinación y colaboración que significa “la formación de un gro, asociación o comunidad que opera cooperativa y coordinadamente proporcionando un conjunto de beneficios a cada integrante y un mejo rendimiento y eficiencia a la unidad económica”. Distingue recursos y factores en la organización de la empresa. Los 5 factores necesarios son “la fuerza de trabajo, la tecnología, los medios de trabajo, el factor financiero y el factor gerencial y administrativo” y sostiene que uno de esos factores se asume como organizador, mientras que los demás se presentan como factores organizados. La categoría organizadora determina la naturaleza de la empresa En su análisis de las empresas alternativas distingue distintas tipos de empresas: La familia como unidad económica, las microempresas y talleres de carácter familiar, la economía campesina y de comunidades, las organizaciones económicas populares y los talleres solidarios de autosubsistencia, la cooperativa y el cooperativismo65, la empresa de trabajadores autogestionaria66, Afirma la concepción del sector o subsector de economía de solidaridad coincidentemente con la denominada economía social histórica o fundacional pero con contenidos diversos. Sostiene que la economía de solidaridad es un proyecto integrador de los conceptos de desarrollo social y superación de la pobreza, que plantea la necesidad de enfocar la idea de un desarrollo “social” alternativo, a partir de catorce tesis67 A partir de las ideas desarrolladas por Rasetto, pero también de otros autores, trabajan en Uruguay Pablo Guerra68 quien traza un recorrido por la economía de solidaridad y sus diversas manifestaciones teóricas en el norte y en el sur69, y Juan Pablo Martí. La economía social y solidaria y las comunidades de los pueblos originarios. La colonización en Latinoamérica impuso un proceso de desculturalización de los pueblos originarios y de destrucción de “una economía que brotaba espontáneamente y libremente de su suelo y de su gente,”70. Conviviendo y en contradicción con las relaciones y las instituciones hegemónicas, han permanecido en muchos pueblos originarios campesinos a través de los tiempos, la vida comunitaria en la que ocupan un lugar destacado, no sólo la reciprocidad, la redistribución, el don, la cooperación y ayuda mutua, sino también el “buen vivir”, y una relación armoniosa con la madre naturaleza. 65 La empresa cooperativa opea con el propósito de obtener la máxima valoración posible de la categoría económica qe se pone a la base de su gestión: La valorización del trabajo en la cooperativa de trabajadores, del consumo posible si es de consmidores, del ahorro, etc. Análogamente a como las empresas capitalistas se proponen la valoración del capital. Rasetto Migliaro Luis.(2002) “Las empresas alternativas”. Editorial Nordan – Comunidad Montevideo Uruguay. Pag.141. 66 Rasetto Migliaro Luis (2002) pags. 47, 59, 61 a 71. 67 El desarrollo social es un proceso económico, político y cultural, que es incompatible con los actuales modelos de desarrollo económico. Se trata de un concepto de desarrollo en el que lo local es relevante. Tiene que ver con las personas y no con las cosas. Es un proceso comunitario en el que participan grandes grupos humanos organizados y que realizan un esfuerzo activo. La solución al desarrollo no se puede esperar del mercado o del estado es responsabilidad de toda la sociedad. Implica transferencias y donaciones que deben respetar la autonomía de esos grupos o comunidades. Requiere de los aportes de la Economía y de la Educación Popular y se conecta indisolublemente a procesos globales de transformación y democratización económica y política. Luis Rasetto - “Cinco constataciones claves para comprender la realidad de la pobreza en América Latina”. 68 Pablo Guerra. “Sobre las políticas de trabajo, empleo e inclusión social. El caso del Mercosur”. Revista del Equipo Federal de Trabajo. Nro. 79. Enero 2012. En esta obra pone el acento en el “comunitarismo como un cuerpo de ideas crítico al pensamiento individualista, a la racionalidad utilitarista y a los componentes liberales de la economía” y “en la visión sustantivista (Polanyi) y la satisfacción de necesidades humanas (la búsqueda de una “vida buena” o “sumak kawsay” de las praxis comunitarias andinas. (2011), “Economía y Empresas. Una visión desde el pensamiento comunitarista”, Equipo Federal del Trabajo, Año VI12, Revista nº 68 www.eft.og.ar 69 Pablo Guerra. “Economía de la Solidaridad.Una introducción a sus diversas manifestaciones teóricas” http://tacuru.ourproject.org/documentos/guerra.pdf. 70 Mariátegui José Carlos. “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”. Biblioteca amauta. Ed. Miraflores. Lima Perú.1928. La comunidad enlazada al “buen vivir, la “buena vida” o “vida en armonía” como práctica y como parte de un sistema vida alternativo, subsiste firmemente arraigada en las comunidades indígenas de América Latina, con un peso que aún no ha sido ponderado con precisión, porque no es mensurado conjuntamente con la población mestiza, ni con los campesino que comparten con los pueblos originarios buena parte de su problemática. No obstante aún con estas puntualizaciones es claro que la práctica de la cosmovisión indígena campesina, no puede ser soslayada en las sociedades latinoamericanas,71 en general y por la economía social y solidaria en particular. Ha dado lugar a movimientos sociales muy importantes72, ha hecho aportes sustanciales al pensamiento crítico73, y ha engendrado políticas públicas con contundente traducción normativa74. Los conceptos, de “buen vivir”, de “armonía con la naturaleza”, los “principios ético morales de no seas flojo, no seas mentiroso y no seas ladrón, (art. 8 de la Constitución política del estado plurinacional de Bolivia) son congruentes, traducen y enriquecen en una diversidad multiplicadora, a los valores y a los principios de la economía social y solidaria. Y la práctica que rescata a la comunidad como asiento de la vida social en el cual reencastrar las instituciones jurídicas, sociales y económicas. El principio de comunidad se expresa en Alvaro García Linera en Bolivia en el “ayllu” ancestral como forma social de posesión de la tierra, de la organización de la producción, de circulación de los productos, del acontecer de las técnicas laborales” (Alvaro Garcia Linera 2010 pag. 277), y la teleología sustancial de la “reproducción ampliada de la vida” (Hinkelammert y Mora Jiménez 71 Las comunidades campesinas gestionan diectamente sus asuntos sociales y gran parte de sus asuntos económicos, involcran más del 15% de la población peruana”. Cardenas Falcon Gerardo. (Ob. Cit. Pag. 251) En el censo 2001 en Bolivia un 62,2% de la población se declara indígena. En Ecuador las estimaciones que se hacían de que un 35% de la población es indígena (Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas), parece en opinión de la CEPAL no tener sustento, los datos censales reducen ese porcentaje a un 6,8%.Información del INEC (2001), da cuenta de que más de 830.000 personas en ese país tienen identidad originaria (el 50% de ellos quechua). Estos son datos muy controvertidos. En México el porcentaje ronda en torno a un 10 a 12% de la población. http://www.cepal.cl/deype/noticias/noticias/7/40337/d2_16Bolivia_INDIGENAS.pdf http://celade.cepal.org/redatam/PRYESP/SISPPI/Webhelp/porcentaje_de_poblacion_indig.htm 72 En Bolivia tras los históricos movimientos campesinos originarios por la tierra y el territorio, las recientes “guerra del agua” y del “gas” en el 2003. El levantamiento del ejercito zapatista de liberación en Méjico (2004) de un contenido mucho fundamentalmente político, pero sostenido en el movimiento comunitario indígena. Las luchas de la CONAICE en Ecuador,.etc. 73 Boaventura de Souza Santos. “Descolonizar el saber, reinventar el poder”. 2010. Ed. Trilce. Extensión Udelar. Montevideo. Uruguay. (b)“Refundación del Estado en América Latina. Pespectivas desde una epistemología del Sur”. 2010. Ed. Antropofagia. Bs.As. Argentina. Quijano Anibal. “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina” www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Anibal%20Quijano.pdf Andrés Uzeda Vasquez. “Suma Qamaña. Visiones indígenas y desarrollo”. www.bibliocomunidad.com/.../Suma%20Qamaña,.. Eduardo Gudynas y Alberto Acosta.”El buen vivir o la disolución de la idea del progreso”. http://lalineadefuego.info/2011/05/25/el-buen-vivir-o-la-disolucion-de-la-idea-del-progreso/ 74 En Bolivia la “Nueva Constitución Política del Estado” promulgada el 7.02.09, Ed. UPS Editorial. La Paz Bolivia. Julio 2011 y la Constitución de la República de Ecuador aprobada en referéndum popular en el año 2008. Ed. Aristos. Quito Ecuador. 2008. encuentra en el “buen vivir” que expresa, además de un punto de colisión con la idea eurocéntrica de desarrollo, una forma distinta de concebir la relación con la naturaleza76. El principio de necesidad que originó tanto a la economía social fundacional o histórica fundamentalmente en sus orígenes y a las expresiones de la economía popular y solidaria en estos últimos años, es el que también ha alentado en sistema mundo globalizado capitalista y neocolonial, a la “Economía Comunitaria Social y Solidaria”, en el decir de Mutuberria Lazarini y Chiroque Solano77. Lamentablemente todavía la “economía social y solidaria” no ha debatido suficientemente las propuestas que para el pensamiento, para la política, para los sistemas nomativos, económicos y sociales y fundamentalmente para la práctica implican la experiencias “comunitarias” en Latinoamérica. La referencia en el debate de la nueva legislación de Ecuador y de Bolivia es muy importante, pero quizás soslaye una rediscusión desde nuevos viejos, ángulos diversos, en un díalogo de saberes para entender las dificultades que afrontan en el sociometabolismo hegemónico tanto los emprendimientos y organizaciones de la economía social histórica o fundacional como los que se constituyen a partir de las ideas de la economía popular y solidaria, para sostener su identidad y la identifica-ción de sus 2009, Coraggio 2007)75 Hinkelammert Franz y Mora Jiménez Henry (2009) “Economía sociedad y vida humana”. Ed. Altamira. UNGS. Buenos Aies. Argentina. 76 “Hemos construido unos sistemas sociotécnicos que provocan tensiones insoportables sobre la biosfera y deterioran la base natural de recursos. Disponemos de equipos exagerados de artefactos técnicos en la industria y en los hogares, practicamos una agricultura con un exceso de medios químicos y mecánicos, hemos dejado que se hipertrofie nuestra necesidad” Esta plétora de bienes y servicios pone en peligro la continuidad de la biosfera tal como la hemos conocido y su capacidad para satisfacer nuestras necesidades básicas de supervivencia. ¿será la humanidad capaz de reorientar su vida y reorganizar su metabolismo con el medio natural para asegurar su supervivencia civilizada? Se trata de un desafío sin precedentes en la historia. ¿cómo hacer compatible este objetivo con la satisfacción de las necesidades insatisfechas de más de dos tercios de la humanidad? ¿Cómo mejorar la alimentación, el suministro de agua y electricidad, el transporte, etc. de esta mayoría de la población humana sin aumentar la presión humana sobre los ecosistemas, o incluso reduciéndola como sería deseable? 75 Joaquim Sempere. “Autocontención: mejor con menos” Pags. 7 y 9. Para el “buen vivir” en la cosmovisión de los pueblos originarios, no existen ni aquella visión de un estado de subdesarrollo a ser superado,ni la la concepción tradicional de pobreza asociada a la carencia de bienes materiales o de riqueza vinculada a su abundancia, El buen vivir, más que una declaración constitucional, se presenta, entonces, como una oportunidad para construir colectivamente un nuevo régimen de desarrollo, digámoslo más claramente, una nueva forma de vida. El valor básico de la economía, en un régimen de buen vivir, es la solidaridad. Se busca una economía distinta, una economía social y solidaria, diferente de aquella caracterizada por una supuesta libre competencia, que anima al canibalismo económico entre seres humanos y que alimenta la especulación financiera. Alberto Acosta. El buen vivir, una utopía por (re)construir.pags. 11/28. Dossier. Enfoques sobre el bienestar y el buen vivir. Centro de Investigación Para la Paz. Madrid. España 2010. 77 Valeria Mutuberria Lazarini y Henry Chiroque Solano. “Procesos de construcción de Otras Alternativas: Desarrollo y planeamiento de la Economía Social Comunitaria en América Latina”. Publicado en la Revista del CIRIEC. Nro 66. Octubre del 2009. Pags. 147 a 163. integrantes con sus principios y valores, lo que perjudica las especificidades que configuran sus fortalezas.