Guía de Observación con el Galileoscopio

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Guía de Observación con el Galileoscopio
Stephen M. Pompea and Robert T. Sparks
National Optical Astronomy Observatory
Tucson, Arizona USA
Version 1.31
Traducción y ampliación: Dra. Irene Puerto Giménez
NOAO es operado por la Association of Universities for
Research in Astronomy (AURA), Inc. bajo un acuerdo de
cooperación con el National Science Foundation
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Copyright 2009: the National Optical Astronomy Observatory. Permitida la reproducción únicamente con fines educativos.
Guía de Observación del Galileoscopio
Indice
Título
Introducción a la Observación con el Galileoscopio
Página
3
Consejos y Trucos para la Observación
4
Observación de La Luna
9
Observación de Venus
12
Observación de Júpiter
15
Observación de Saturno
17
Otros Planetas
19
Otros Objetos Celestes
20
Anotemos nuestras observaciones
23
Hoja de Observación
23
Recursos para la Observación
24
Este trabajo ha sido realizado con el apoyo de una beca del National Science Foundation otorgada a la
American Astronomical Society para coordinar el Año Internacional de la Astronomía 2009.
NOAO es operado por la Association of Universities for Research in Astronomy (AURA), Inc. bajo un
acuerdo de cooperación con el National Science Foundation.
La traducción de esta guía de observación ha sido posible gracias al apoyo del programa SEPTENIO del
Gobierno de Canarias.
Para sugerencias y comentarios por favor contactar con:
Dr. S. Pompea
Manager of Science Education
U.S. Project Director, International Year of Astronomy 2009
NOAO, 950 N. Cherry Avenue, Tucson AZ 85719 USA
[email protected]
Dr. A. Rosenberg Glez.
e-mail: [email protected]
Instituto de Astrofísica de Canarias
Calle Vía Láctea s/n
38.205- La Laguna, Tenerife, España
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Introducción a la observación con el Galileoscopio
El Galileoscopio es un telescopio de bajo
coste con gran calidad óptica. Con él
podemos explorar el cielo nocturno, ver los
cráteres de la Luna, los anillos de Saturno,
las cuatro lunas mayores de Júpiter, cúmulos
de estrellas, estrellas dobles, además de una gran variedad de objetos astronómicos.
Puede que al principio la observación astronómica nos resulte un poco difícil, pero a
medida que practiquemos iremos mejorando. Localizaremos los objetos más fácilmente
en la noche estrellada, e incluso aprenderemos a encontrar objetos que no son visibles a
simple vista. Además, con la experiencia, cada vez notaremos más detalles en los objetos
que observamos.
En esta guía se explica cómo y qué observar con el Galileoscopio. Se hace hincapié en la
observación de la Luna, las fases de Venus, las cuatro lunas Galileanas de Júpiter y los
anillos de Saturno. Estos son los cuatro objetos celestes que Galileo observó hace 400
años y que llevaron a una revolución en la comprensión del Universo.
IMPORTANTE: Un objeto que no se debe observar con el Galileoscopio es el Sol:
PELIGRO: Jamás mirar al Sol
a través de un telescopio. ¡Su
ojo sufriría graves daños!
El Galileoscopio NO es un telescopio solar y
¡NUNCA DEBE APUNTARSE HACIA EL SOL!
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Consejos y trucos para la observación
El Galileoscopio es un telescopio fácil de usar. Una vez montado, la única pieza móvil es
el tubo de enfoque. Sin embargo, conocer de antemano algunas reglas básicas nos hará
disfrutar más de la observación astronómica.
Usemos el telescopio durante el día para familiarizarnos con él.
Para empezar, antes de usar el Galileoscopio bajo la noche estrellada, deberíamos
montarlo de día y aprender a manejarlo.
Las imágenes se ven invertidas…
Lo primero que notamos al mirar por el ocular del Galileoscopio es que las imágenes
aparecen invertidas, tanto de arriba hacia abajo, como de izquierda a derecha. Para
conseguir que las imágenes se viesen al derecho tendríamos que añadir más lentes al
Galileoscopio y, como cada lente absorbe luz, esto oscurecería la imagen. En las
observaciones astronómicas es importante conservar la máxima cantidad de luz para
poder ver los objetos débiles, de ahí que los astrónomos hayan preferido no añadir más
lentes y ver las imágenes al revés (al fin y al cabo Júpiter seguirá siendo Júpiter lo
veamos al derecho o al revés).
¡Necesitamos conseguir una montura estable!
Debido a que el telescopio tiene muchos aumentos, necesita una montura para estabilizar
la imagen. Es imprescindible que consigamos un trípode o cualquier otra montura que lo
mantenga estable. El Galileoscopio viene con un cabezal adaptable a cualquier trípode de
fotografía. Incluso un pequeño trípode de mesa es mucho mejor que observar con el
telescopio a pulso.
A falta de un trípode de fotografía, podríamos apoyar el Galileoscopio en un muro o una
barandilla para echar un vistazo a la luna y los planetas.
Sin embargo, la calidad de la observación será pobre.
Podemos mejorarla notablemente construyendo un
trípode improvisado. He aquí dos ejemplos:
El primero consiste en fijar el Galileoscopio al palo de
una escoba (o palo similar). Se atraviesa el palo con un
tornillo y se fija el Galileoscopio a éste, usando la rosca
de trípode ubicada en su parte inferior.
El segundo se construye con una caja de cartón
utilizando el método desarrollado por Alan Gould del
Lawrence Hall of Science. La ilustración muestra cómo
se fija el tubo del telescopio (la foto es de otro tipo de
telescopio) a la caja mediante un tornillo que la atraviesa.
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Para mover el telescopio en azimut, (como la torreta de un tanque), se gira la caja
(apoyada en una mesa) sobre sí misma y para moverlo en altura (o ángulo sobre el
horizonte) se gira el tubo del telescopio en torno al tornillo que lo fija a la caja. Mirar
hacia arriba del todo no es fácil, pero podemos intentarlo poniendo la caja en el borde de
la mesa tal y como se muestra en la figura.
No nos olvidemos de enfocar.
Si no enfocamos el Galileoscopio veremos las imágenes borrosas. Para enfocarlo tenemos
que mover el tubo en el que está el ocular (tubo de enfoque) hacia dentro y hacia afuera,
¡siempre con cuidado de no sacar el ocular del tubo de enfoque! Para enfocar objetos
cercanos, hay que tirar del tubo hacia afuera y para ver objetos lejanos, debemos
empujarlo hacia adentro. Es importante no tocar en absoluto la lente del ocular.
El telescopio podría no enfocar bien objetos cercanos. Esto se debe a que ha sido
diseñado optimizando la observación de objetos realmente lejanos como los planetas. Así
que para aprender a enfocar debemos apuntar a un objeto lejano (el apuntado se realiza
alineando las dos piezas situadas en la parte superior del Galileoscopio, tal y como se
explica en las Instrucciones de Montaje).
Las estrellas bien enfocadas deben verse como puntos de luz perfectos. Para enfocarlas
con nuestro Galileoscopio tendremos que deslizar lentamente el tubo de enfoque hacia
adentro y hacia afuera hasta conseguir el mejor enfoque posible. Si movemos el tubo de
enfoque demasiado rápido podríamos pasar de largo por el punto de enfoque. Para
ralentizar este movimiento podemos ir girando el tubo a medida que lo movemos hacia
adentro o hacia afuera.
El telescopio está diseñado para usarlo con gafas (no gafas de Sol…). Sin embargo, si
alguien con miopía o hipermetropía prefiere quitarse las gafas para observar, deberá
volver a enfocar el Galileoscopio ya que su punto focal es distinto.
Comencemos con pocos aumentos.
El Galileoscopio aumenta el tamaño de los objetos 25 veces (25x). También podemos
incrementar este aumento a 50 veces usando la lente de Barlow suministrada. Esta lente
debe insertarse en el tubo ocular (ver Instrucciones de Montaje).
Para buscar un objeto celeste lo mejor es comenzar con pocos aumentos (25x) ya que
estos ofrecen un campo de visión más amplio (1.5º), y obviamente cuanto mayor sea la
porción de cielo que vemos a través del Galileoscopio, más fácil nos será encontrar el
objeto. Cuando incrementamos los aumentos a 50x el campo de visión se reduce a 0.75º.
Por lo tanto, cada vez que vayamos a apuntar a un nuevo objeto, lo haremos con el ocular
25x. Tras tener el objeto deseado en el centro del campo de visión pondremos la lente
Barlow con mucho cuidado de no mover el telescopio. Si accidentalmente lo movemos,
el objeto probablemente se saldrá del campo de visión y tendremos que buscarlo de
nuevo con el ocular 25x.
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¿Dónde vamos a observar?
Cuando elegimos un lugar para ir a observar lo primero a tener en cuenta es la seguridad.
No entremos en propiedades privadas sin permiso.
Lo mejor es buscar un sitio tan oscuro como nos sea posible. En cualquier caso debemos
evitar las luces de las farolas.
Otro factor importante a tener en cuenta es que la vista del horizonte sea lo más amplia
posible, es decir, que no haya alrededor edificios o árboles altos. Si no, podría ocurrir, por
ejemplo, que el objeto que queremos ver cae justo detrás de un edificio.
Además el suelo conviene que sea relativamente horizontal para poder montar el trípode
sin problemas (evitar, por ejemplo, una pendiente muy pronunciada).
Los movimientos turbulentos de aire hacen que los objetos que vemos a través del
Galileoscopio titilen (imagen inestable). Los objetos más cercanos al horizonte sufren
este efecto más acusadamente, ya que su luz debe atravesar mayor cantidad de atmósfera.
Por lo tanto, seamos pacientes y dejemos que los objetos alcancen entre 30 y 45 grados
sobre el horizonte para poder verlos mejor. Por otro lado, debemos saber que este efecto
se acentúa en las ciudades.
Si tenemos la posibilidad de subir a una montaña no lo dudemos, pues cuanta menos
atmósfera tenga que atravesar la luz que nos llega de las estrellas, mejor será la
observación.
Una buena idea es contactar son asociaciones de astronomía de la zona para pedirles
consejo. Ellos suelen conocer buenos lugares de observación.
Conozcamos el cielo: las constelaciones como senderos del cielo.
Sería interesante que cuando estuviésemos bajo la noche estrellada supiésemos
reconocer, al menos, las constelaciones más importantes. De este modo la búsqueda de
cualquier objeto celeste (un planeta, un cometa, una nebulosa…) resultará mucho más
fácil.
Para aprendernos las constelaciones, vayamos al lugar de observación con un planisferio
y una linternita preferiblemente roja (para no deslumbrarnos) e intentemos reconocerlas y
memorizarlas. Existen trucos para facilitarnos esta tarea. Uno de ellos es aprendernos
grupos de constelaciones conectadas por una historia de la mitología (en la mitología de
Casiopea, por ejemplo, aparecen Casiopea, Cefeo, Andrómeda, Perseo y Cetus). Otro
truco es guiarnos por las estrellas de constelaciones fácilmente reconocibles (como la Osa
Mayor u Orión) trazando líneas imaginarias (por ejemplo, prolongando las dos estrellas
más brillantes de la Osa Mayor se llega a la estrella Polar, y por tanto a la Osa Menor).
Debemos tener en cuenta que el cielo cambia en el transcurso de las horas (debido al
movimiento de rotación de la Tierra) y que también es diferente según las estaciones del
año (debido al movimiento de traslación de nuestro planeta).
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Comprendamos la danza de los planetas
Si nos fijamos detenidamente en la posición de los planetas a lo largo del tiempo, nos
daremos cuenta de que siempre se ven en la misma franja del cielo (que además es la
misma franja por la que se mueve el Sol). Esto se debe a que los ocho planetas giran en
torno al Sol casi en el mismo plano.
La franja del cielo en la que se ven los planetas (y la Luna también) se denomina Banda
Zodiacal, y su línea central (por la que se mueve el Sol) es la Eclíptica. Esta línea, que
cruza las constelaciones del zodiaco, aparece dibujada en la mayoría de planisferios y
mapas celestes, por lo que nos facilitará la localización de planetas.
Los planetas, según estén o no más próximos al Sol que la Tierra, se clasifican en
planetas interiores (planetas más próximos al Sol) y planetas exteriores (planetas más
lejanos). En la siguiente figura se muestran las posiciones más relevantes de los planetas
interiores (Mercurio y Venus) y los planetas exteriores (Marte, Júpiter, Saturno, Urano y
Neptuno).
Los planetas interiores nunca se verán a medianoche. Sólo pueden verse hacia el oeste al
anochecer (posiciones en torno a la máxima elongación oriental) o hacia el este al
amanecer (posiciones en torno a la máxima elongación occidental). Cuando estén en
conjunción superior o inferior, no serán visibles.
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Por otro lado, los planetas exteriores no serán visibles en posiciones cercanas a la
conjunción. La mejor época para observarlos es en la oposición, momento de máximo
acercamiento a la Tierra. Los planetas en oposición salen por el este a la puesta de sol y
se ponen por el oeste al amanecer.
Y… ¿qué llevamos para ir a observar?
Ropa de abrigo, pues incluso en verano puede refrescar por las noches. Si vamos a
observar en altitud, donde el frío puede ser más extremo, es aconsejable coger guantes y
gorro, además de calcetines que abriguen bien.
Algo de comer y beber. Unos frutos secos y chocolate son muy socorridos.
El planisferio (o mapas celestes) y la linternita roja para ayudarnos en la búsqueda de
objetos celestes. Si vamos a observar la Luna, llevemos un mapa lunar, y si vamos a
observar los planetas, (mejor sin Luna), acordémonos de llevar información de su
posición en el cielo.
Y cómo no, el Galileoscopio y su trípode o montura (sin olvidar la lente Barlow).
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Observación de La Luna
Introducción
La luna, como sabemos, al ser grande y brillante, es un
objeto celeste fácil de encontrar. Aunque estemos
acostumbrados a verla, es muy interesante explorar sus
detalles con el Galileoscopio. La Luna tiene cráteres,
montes, mares (regiones oscuras) y rayos.
Hay gente que piensa que el mejor momento para
La luna tal y como se ve a
través del Galileoscopio.
observar la Luna es cuando está llena, pero esta
(Por
cortesía de A. Jaunsen.
suposición es errónea. Cuando la Luna está llena, el Sol
Noruega)
está alto en su cielo (como cuando es mediodía aquí en
la Tierra), por lo que las sombras de los cráteres y los montes serán muy pequeñas y los
detalles difíciles de ver. En cambio, cuando la Luna está en cuarto creciente o cuarto
menguante, como el Sol está mucho más bajo en su cielo, las sombras serán alargadas y
podremos ver más detalles. La mejor época para observar la Luna es en torno a estas
fases de cuarto creciente y cuarto menguante.
Cuando es cuarto creciente, la Luna sale (por el este) a mediodía, está alta en el cielo a la
puesta de Sol (un buen momento para empezar a observar) y se pone unas seis horas
después. Por lo tanto, si planificamos nuestra observación de la Luna para el anochecer,
deberá estar en torno a cuarto creciente. En cambio, si queremos observarla al amanecer,
la encontraremos alta en el cielo en su fase de cuarto menguante. La Luna también puede
observarse durante el día en ciertas fases, sin embargo, es mejor observarla de noche, al
anochecer o al amanecer. Importante: si se observa de día, ¡NUNCA apuntar al Sol!
En muchos periódicos o calendarios aparece la hora en que sale y se pone la Luna y en
qué fase está. Otros recursos que incluyen esta información son páginas web como
www.elcielodelmes.com en español, o en inglés la revista Sky & Telescope
(www.skyandtelescope.com) o la revista Astronomy (www.astronomy.com) y también un
programa gratis de planetario que podemos instalar en nuestro ordenador llamado
Stellarium (www.stellarium.org).
Relieve Lunar

Cráteres
Los cráteres de la luna están formados por impactos de meteoritos sobre su superficie.
Como en la Luna no hay procesos de erosión, los cráteres pueden durar miles de millones
de años. Los más grandes llegan a medir cientos de kilómetros de diámetro y suelen tener
un pico central. Cuando un gran meteorito impacta contra la Luna, comprime su
superficie, que rebota y forma un pico en el medio del cráter.
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Cuando un cráter está cerca del terminador (línea divisora entre la parte iluminada y la
parte oscura de la Luna), en algunas ocasiones se puede ver el pico central iluminado con
el suelo del cráter oscuro. Usando geometría simple y la longitud de las sombras, se
puede calcular la altura de estos picos centrales.

Mares
Los mares son grandes zonas oscuras de la Luna. En un principio se pensó que eran
océanos y de ahí su nombre. Sin embargo hoy sabemos que son antiguos flujos de lava.
Los mares son más jóvenes que otras partes de la superficie lunar y tienen pocos cráteres.
En la cara visible de la Luna hay varios mares grandes, se pueden ver sus nombres en el
mapa lunar de la página siguiente.

Rayos
Los cráteres de impactos recientes muestran rayos que emanan de sus centros. Estos
rayos están formados por material expulsado del cráter durante el impacto del meteorito.
Con el tiempo, los rayos van desapareciendo debido su exposición a la luz solar. Rayos
muy brillantes son muestra de impactos muy recientes. La mejor fase lunar para ver los
rayos es la Luna llena. Aunque las sombras de la superficie lunar desaparecen, los rayos
se ven muy prominentes.
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Copyright 2009: the National Optical Astronomy Observatory. Permitida la reproducción únicamente con fines educativos.
Mapa lunar, cortesía del Observatorio UCO/Lick y la revista Sky & Telescope.
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Observación de Venus
Introducción
Venus es el segundo objeto más brillante del cielo nocturno (tras la Luna), así que es muy
fácil de identificar cuando es visible. Debido a que es un planeta interior (su órbita
alrededor del Sol es menor que la de la Tierra), siempre se verá cercano al Sol, a menos
de 47 grados. Venus es normalmente conocido como “lucero del alba” cuando es visible
al amanecer.
Este planeta orbita a 108 millones de kilómetros del Sol (la Tierra a 150 millones de
kilómetros) y su tamaño es muy parecido al de la Tierra (Venus tiene 6.000 km de radio y
la Tierra 6.400 km).
El dióxido de carbono, causante del efecto invernadero, constituye un 97% de la
atmósfera venusiana, que es muchísimo más densa que la de la Tierra (crea una presión
en la superficie del planeta 90 veces mayor). Debido al gran efecto invernadero, la
temperatura media (de día) en este planeta es de unos 480 grados centígrados. En estas
condiciones sería muy difícil que la vida proliferara en Venus tal como la conocemos.
Observación de Venus
Aunque las características de su
superficie no son visibles
debido a las nubes, Galileo hizo
una observación de Venus muy
importante. Se dio cuenta de
que Venus, al igual que la
Luna, tiene fases. Galileo
también notó que el tamaño del
disco
de
Venus
varía
considerablemente dependiendo
de su posición en la órbita. De
estas dos observaciones dedujo
que tanto Venus como la Tierra
tenían que dar vueltas alrededor
del Sol (en su época se pensaba
que el Sol y los planetas, así
como las estrellas, orbitaban en
torno a la Tierra, que se
encontraba en el centro del
Universo).
Esquema de las fases de Venus según su posición en
la órbita en torno al Sol. El planeta va girando en
sentido contrario a las agujas del reloj.
Crédito de la imagen: Inés Bonet / IAC.
Para poder ver estos cambios que revolucionaron nuestra concepción del Universo,
tendremos que observar Venus durante varias semanas.
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Si comenzamos a observar Venus cuando
aparece en el cielo al anochecer,
notaremos que la parte iluminada del
disco va menguando (tal y como ocurre
con la Luna, cuando pasa de Luna llena a
Luna nueva) y a su vez, el tamaño del
disco va aumentando. Estos cambios son
debidos a que Venus, en su órbita, se va
aproximando a la Tierra. Después deja de
ser visible debido al gran brillo del Sol.
Véanse las figuras con las fases de Venus
(fases de Venus según su posición en la
órbita y fotografías de las fases de
Venus).
Si por el contrario comenzamos a
observar Venus al amanecer, el proceso
se invierte. Venus, en su órbita, tras Fotografías de las fases de Venus según se
haber adelantado a la Tierra, va va aproximando a la Tierra, están tomadas a
alejándose de ésta. Comenzará viéndose lo largo de algo más de 3 meses.
como un creciente iluminado y la parte
iluminada del disco irá creciendo hasta Crédito de la imagen: Statis Kalyvas.
que se ilumina por completo. Al mismo
tiempo, el tamaño del disco va disminuyendo. Después Venus pasa tras el Sol,
desapareciendo de nuestra vista.
Es una gran experiencia dibujar la imagen que vemos de Venus a través del Galileoscopio
en el transcurso de varias semanas. Comprobaremos por nosotros mismos sus cambios de
fase y su variación de tamaño. Para ello, será necesario dibujar el tamaño de Venus
relativo al del campo visual del Galileoscopio.
Venus en 2009 y 2010.
A comienzos del 2009 Venus se verá al anochecer, alcanzando su máxima distancia
aparente al Sol el 15 de enero (máxima elongación oriental), cuando se pondrá casi tres
horas tras la puesta de Sol. A medida que Venus, en su órbita, va acercándose a la Tierra,
va aumentando de tamaño y menguando su parte iluminada.
A finales de marzo Venus pasa entre el Sol y la Tierra (y no será visible), y en abril
comienza a verse de nuevo, esta vez en el cielo matutino justo antes de salir el Sol. Será
un Venus en fase creciente y de gran tamaño. A medida que transcurre el año, Venus se
aleja de la Tierra, disminuyendo el tamaño de su disco y aumentando su parte iluminada.
El 5 de junio Venus alcanza su máxima distancia aparente del Sol (máxima elongación
occidental), y saldrá un par de horas antes del amanecer. A continuación Venus sigue
alejándose de la Tierra en su órbita alrededor del Sol, y en octubre queda oculto tras el
brillo del Sol.
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Copyright 2009: the National Optical Astronomy Observatory. Permitida la reproducción únicamente con fines educativos.
El 11 de enero del 2010 Venus se encuentra justo al otro lado del Sol (conjunción
superior) y después comienza su viaje de acercamiento a la Tierra. En junio vuelve a
hacerse visible, esta vez en el cielo del anochecer y alcanza la máxima distancia aparente
al Sol el 19 de agosto (máxima elongación oriental).
Venus sigue aproximándose a la Tierra y en octubre deja de ser visible. El 29 de octubre
pasa entre el Sol y la Tierra, adelantándola, para hacerse visible de nuevo en el cielo del
amanecer en noviembre. Venus finalizará el 2010 en el cielo del amanecer.
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Observación de Júpiter
Introducción
Júpiter es el planeta más grande del
Sistema Solar. Cuando es visible, aparece
muy brillante en el cielo. Es uno de los
objetos celestes más impresionantes que
pueden observarse con un pequeño
telescopio, mostrando varios detalles a los
observadores pacientes.
Júpiter y las lunas Galileanas.
Júpiter mide unos 143.000 km de diámetro Crédito de la imagen: Don Waid.
(más de diez veces el diámetro de la Tierra)
y orbita a casi 780 millones de km. del Sol. Es un gigante gaseoso sin superficie sólida.
En la atmósfera de Júpiter destacan las inconfundibles bandas de nubes y la Gran Mancha
Roja, una tormenta persistente con un tamaño aproximado de dos veces el diámetro de la
Tierra ¡que lleva allí más de 300 años!
Observación de Júpiter
Júpiter es muy brillante, se ve a simple vista. Para localizarlo, lo mejor es buscar en
Internet su posición en el firmamento para la fecha y horas de observación (ver la sección
Recursos para la Observación).
Cuando apuntamos el telescopio hacia Júpiter, lo primero que llama la atención son sus
cuatro lunas Galileanas. Es posible que sólo veamos tres, (o incluso sólo dos, en raras
ocasiones), ya que alguna de las lunas podría encontrarse justo enfrente o justo detrás de
Júpiter. Las cuatro lunas orbitan casi en el mismo plano, así que normalmente las
veremos alineadas.
Las cuatro lunas Galileanas son, por orden de la más cercana a la más lejana a Júpiter: Io,
Europa, Ganimedes y Calisto. Io es la luna más rápida, dando una vuelta alrededor de
Júpiter en tan sólo 2 días. Calisto, por otro lado, es la luna más lenta, tarda dos semanas
en completar su ciclo. Durante el transcurso de una observación de varias horas podremos
ver el cambio de posición de las lunas.
A veces se puede observar la sombra de alguna luna en la superficie de Júpiter. La
sombra se moverá por la superficie a medida que la luna vaya orbitando en torno al
planeta. Las predicciones para cuándo se ven las sombras se pueden consultar en Internet
(ver Recursos para la Observación).
Observemos meticulosamente el disco de Júpiter. La mayoría de la gente notará
enseguida las bandas cercanas al ecuador del planeta, estas son las bandas ecuatoriales de
Júpiter. Si miramos detenidamente y el aire está lo suficientemente quieto (si hay un buen
“seeing”) podremos ver además otras bandas.
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Copyright 2009: the National Optical Astronomy Observatory. Permitida la reproducción únicamente con fines educativos.
Es muy difícil ver con el Galileoscopio la Gran Mancha Roja, pero merece la pena
intentarlo. Usemos uno de los programas o páginas web de la sección de Recursos para
la Observación para asegurarnos de que la mancha es visible cuando queremos observar,
es decir, que se encuentra en la cara visible del planeta y no en la otra. Para esta
observación de la Mancha Roja conviene emplear la lente Barlow u otro ocular con
mayores aumentos. La Mancha Roja va cambiando de color, y actualmente es de color
pálido, más salmón que rojo. Revisemos en Internet el estado de la Mancha, podría
volver a tornarse roja en cualquier momento.
Aunque es difícil, puede que notemos que la imagen de Júpiter (a través del
Galileoscopio) no es circular, sino más bien achatada. Esto se debe a que Júpiter rota muy
rápidamente sobre su propio eje (¡en menos de diez horas en el ecuador!) y este
movimiento causa un ensanchamiento del planeta en su ecuador.
Júpiter en 2009 y 2010.
A comienzos del 2009 Júpiter está muy bajo en el cielo del oeste al anochecer y
enseguida deja de ser visible al esconderse tras el Sol. En marzo aparece de nuevo, esta
vez en el cielo de la mañana, cerca del horizonte oriental. A medida que la Tierra se
acerca a Júpiter (movimiento aparente de Júpiter alejándose del Sol), este planeta irá
saliendo cada vez más temprano, durante la madrugada.
La mejor época para observar Júpiter en el 2009 es a finales de verano o a principios de
otoño, ya que se encuentra en oposición (posición más cercana a la Tierra) el 14/15 de
agosto. Durante la oposición Júpiter sale a la puesta de Sol, está alto en el cielo a
medianoche y se pone al amanecer. Obviamente, esta es la fecha en que Júpiter aparecerá
más brillante y más grande al mirarlo a través de un telescopio. A partir de esta fecha y
para el resto del 2009 Júpiter estará en buena posición en el cielo para observarlo al
anochecer. Cada vez se irá poniendo más temprano (de madrugada).
En enero de 2010 Júpiter deja de ser visible al ocultarse tras el brillo de la puesta de Sol.
Estará oculto unos meses hasta que en abril reaparece en el cielo del amanecer, cercano al
Sol. Debido al movimiento aparente de Júpiter alejándose del Sol, cada vez saldrá más
temprano en la madrugada.
La oposición del 2010, fecha óptima para la observación, ocurre el 21 de septiembre. La
observación de Júpiter al anochecer seguirá siendo favorable para el resto del 2010.
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Observación de Saturno
Introducción
Saturno es uno de los cuerpos celestes más hermosos que se pueden contemplar con un
pequeño telescopio. Sus anillos no dejan de cautivar incluso a los astrónomos
aficionados. Sorprendentemente están formados por rocas y hielo con una anchura de tan
sólo cientos de metros. La razón por la que se ven tan brillantes es que el material del que
están hechos es muy reflectante.
Apuntando a Saturno con un pequeño telescopio también podemos observar Titán, una
luna brillante de Saturno. Titán es la segunda luna más grande del Sistema Solar (tras
Ganimedes) y es la única que posee una atmósfera densa. La presión causada por esta
atmósfera en la superficie de Titán es un 50% mayor que la causada en la superficie
terrestre por nuestra atmósfera.
Observación de Saturno
Saturno es bastante brillante y fácil de distinguir a simple vista incluso cuando está lejos
de la Tierra. Si queremos conocer la posición de Saturno en un determinado día
busquémosla en alguno de los programas o páginas web que se dan en la sección
Recursos para la Observación.
Una vez que tenemos la imagen de Saturno bien enfocada en el Galileoscopio,
lancémonos a la búsqueda de sus anillos. Con los 25 aumentos ya deberían verse, aunque
no con mucho detalle. Si disponemos de la lente de Barlow (o de un ocular 1.25”)
usémoslo para agrandar la imagen. Deberíamos poder distinguir ahora la división de
Cassini en los anillos. Esta división, que se ve como una banda oscura, es un hueco que
hay entre los anillos. Los detalles de la superficie de Saturno son difíciles de detectar con
un telescopio pequeño. Las bandas son muy pálidas y tienen poco contraste.
Titán, la luna más grande de Saturno, es fácil de observar. Completa una órbita en torno a
Saturno en 16 días aproximadamente. Podemos encontrar su posición consultando
Recursos para la Observación. Debido a la presencia de los anillos, es muy difícil ver la
sombra de Titán sobre Saturno. Sin embargo, cuando los anillos se encuentran
completamente de perfil (como ocurre en el 2009) podríamos llegar a verla.
Saturno en 2009 y 2010.
A comienzos del 2009 Saturno sale en torno a las 22:00. El 8 de marzo se encuentra en
oposición (posición más cercana a la Tierra) y sale justo a la puesta de Sol. Debido a su
proximidad a la Tierra, Saturno se verá en su máximo de brillo y tamaño a través de un
telescopio. Saturno sigue siendo un objeto observable al anochecer hasta que desaparece
en agosto debido a su cercanía (aparente desde la Tierra) al Sol. A finales de 2009
Saturno vuelve a aparecer en nuestros cielos, esta vez al amanecer, cerca del hemisferio
oriental.
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Copyright 2009: the National Optical Astronomy Observatory. Permitida la reproducción únicamente con fines educativos.
A medida que transcurren los meses, Saturno irá saliendo cada vez más temprano, (en
enero del 2010 sale en torno a la 1 de la madrugada), hasta que el 22 de marzo del 2010
alcanza la oposición y sale a la puesta de sol. Como ya se ha dicho, la mejor época para
observarlo es en torno a la oposición. Saturno continúa siendo observable al anochecer
hasta que en septiembre del 2010 desaparece bajo el brillo del Sol, debido a su cercanía
aparente a éste. A finales del 2010 Saturno reaparece en el cielo del amanecer.
Como sabemos, la característica más destacada de Saturno son sus anillos. Sin embargo
en el 2009 éstos se encuentran justo de perfil, casi desapareciendo de nuestra vista. Esta
configuración se da una vez cada catorce años aproximadamente (ya que el periodo de
traslación de Saturno es de unos 29 años). Cuando Galileo observó este fenómeno, creyó
que los anillos habían desaparecido. ¡Aprovechemos el 2009 para contemplar este
fenómeno tan inusual!
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Otros Planetas
Mercurio
Mercurio, al igual que Venus, también pasa por distintas fases, lo que hace que merezca
la pena observarlo. El problema es que nunca se ve a más de 28 grados del Sol. Siempre
estará en el cielo del oeste si se ve al anochecer (y se pondrá poco después), o en el cielo
del este si se ve al amanecer (y desaparecerá con el brillo del Sol). Mercurio nunca se
verá en mitad de la noche. En las fases crecientes o menguantes, tal y como ocurre con
Venus, Mercurio estará más próximo a la Tierra y por tanto se verá más brillante.
Si queremos ver Mercurio (al amanecer o al anochecer) lo mejor es buscar las fechas en
que el planeta se encuentra más alejado del Sol (máxima elongación occidental u
oriental). En general sólo podemos observar Mercurio en estas fechas y algunos días
antes y después.
Para el 2009 estas fechas son:


Al anochecer: 1 enero, 26 abril, 25 agosto y 19 diciembre.
Al amanecer: 14 febrero, 13 junio y 6 octubre.
Para el 2010 las fechas son:


Al anochecer: 8 abril, 6 agosto y 1 diciembre.
Al amanecer: 27 enero, 26 Mayo y 19 septiembre.
Se dice que Copérnico nunca vio Mercurio y se lamentó de esto en su lecho de muerte.
¡No dejemos que esto nos ocurra!
Consulte la sección de Recursos para la Observación para buscar la posición exacta de
Mercurio en el cielo en la fecha en que queremos observar.
Marte
Marte siempre ha cautivado la imaginación de la gente. Cuando está en torno a su
máximo de brillo tiene un color rojizo que destaca en el cielo estrellado. Este color se
debe a que los minerales en su superficie tienen un alto contenido en óxidos de hierro.
Su diámetro es tan sólo la mitad del terrestre. Incluso en las fechas de su máximo
acercamiento a la Tierra (una vez cada dos años aproximadamente, cuando está en
oposición), se ve pequeño en el Galileoscopio (comparado con Júpiter, por ejemplo).
Intentemos observar Marte cuando está próximo a la oposición (fecha en que sale a la
puesta de Sol y se pone al amanecer). Una vez que encontremos Marte con el
Galileoscopio, introduzcamos la lente Barlow para incrementar los aumentos a 50x. Si la
noche es buena (sin muchas turbulencias atmosféricas) se pueden ver dos áreas más
oscuras y quizás también uno de los casquetes polares.
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Marte no estará en oposición hasta el 29 de enero del 2010, y no será visible en el cielo
del anochecer en todo el 2009. Para encontrar su posición en el cielo consultemos la
sección Recursos para la Observación.
Urano y Neptuno
Urano y Neptuno no son visibles a simple vista pero se pueden ver con el Galileoscopio.
Lo difícil es apuntar el telescopio hacia la zona correcta del cielo.
Al ser tan lejanos, no podemos apreciar detalles en sus superficies. Se ven demasiado
pequeños incluso con los telescopios relativamente grandes de los astrónomos
aficionados.
Consultemos la sección Recursos para la Observación para encontrar las posiciones de
Urano y Neptuno. El mejor momento para observar estos planetas es cuando se
encuentren muy cerca de una estrella visible a simple vista, y por tanto fácil de localizar.
Urano comienza el 2009 en el cielo del oeste, cerca de la puesta de Sol, y en febrero ya
desaparece bajo el brillo solar. En Mayo reaparece como objeto matutino, pasa la
mayoría del año en el cielo de la mañana y la madrugada y alcanza la oposición el 17 de
septiembre. La visibilidad de Urano durante el 2010 es muy parecida a la del 2009, con
un desfase en la oposición de tan sólo cuatro días. La oposición de Urano en el 2010
ocurre el 21 de septiembre.
Durante la primera mitad del 2009 Neptuno es un objeto matutino y alcanza la oposición
el 17 de agosto. En el transcurso del año, Neptuno estará tres veces a menos de 1 grado
de Júpiter: a finales de Mayo (en el cielo matutino), a principios de julio (de madrugada y
en el cielo matutino) y a finales de diciembre (al anochecer). Si apuntamos el
Galileoscopio hacia Júpiter en estas fechas, ¡también veremos Neptuno por el ocular! En
el 2010 Neptuno estará en oposición el 20 de agosto.
Plutón (planeta enano) es demasiado débil para verlo con el Galileoscopio.
Otros Objetos Celestes
Las Pléyades
Galileo observó el cúmulo estelar de las Pléyades, también conocido como las Siete
Hermanas. Es una imagen hermosa.
Las Pléyades son visibles a simple vista si no hay mucha contaminación lumínica. La
mejor época para observarlas es desde finales de otoño a principios de primavera. Mucha
gente confunde este cúmulo con la Osa Menor, ya que su forma es parecida. Sin
embargo, las Pléyades no están cerca de la estrella Polar y son mucho más pequeñas que
la Osa Menor.
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Al observar las Pléyades con el Galileoscopio veremos muchas más estrellas que a simple
vista. Para observar este cúmulo, lo mejor es utilizar 25 aumentos (sin la lente Barlow),
ya que el campo visual es mayor y abarca casi la totalidad del cúmulo.
Las Pléyades son un cúmulo abierto, son estrellas jóvenes y calientes que nacieron de la
misma nube de gas y polvo aproximadamente al mismo tiempo.
La Nebulosa de Orión
Con el Galileoscopio también podemos observar la nebulosa de Orión, otro de los objetos
celestes que Galileo observó. Se puede encontrar fácilmente en la espada de Orión (que
cuelga del famoso cinturón de Orión). La mejor época para ver Orión es en los meses de
invierno, desde finales de noviembre a finales de marzo.
Fijémonos en el color de la nebulosa (gris, quizás con unos tonos verduzcos) y en el
pequeño patrón de estrellas en su centro. Usando la lente Barlow (50x) puede que seamos
capaces de distinguir cuatro estrellas en su centro, se llaman el Trapecio (¡observemos
detenidamente!). Tomémonos nuestro tiempo también para admirar los intrincados
patrones de la nebulosa.
Orión es una región de formación estelar. Los astrónomos estudian estrellas creadas a
partir de esta nube gigante de gas y polvo. Está relativamente cercana, a unos 1.200 años
luz. Al ser la región de formación estelar grande más cercana, los astrónomos
profesionales continúan estudiándola en detalle.
La Vía Láctea
Para observar la Vía Láctea, nuestra galaxia, hay que estar en un lugar oscuro. Se ve
como una banda de luz, que está formada por muchísimas estrellas lejanas. En verano
cruza el cielo de norte a sur. El centro de la Vía Láctea se encuentra en la dirección en
que se ve la constelación de Sagitario.
Con el Galileoscopio se verán muchas de las estrellas de la Vía Láctea. Simplemente
apuntemos hacia ella y movamos el telescopio lentamente hacia arriba y abajo a lo largo
de ésta. Veremos muchos cúmulos y nebulosas (regiones de formación estelar). Podemos
consultar Recursos para la Observación para extraer información acerca de qué objetos
específicos se ven en la Vía Láctea. En la región de Sagitario, por ejemplo, podemos
encontrar las nebulosas de la Laguna (M8) y Trífida (M20), el cúmulo globular M22 y los
cúmulos abiertos M18, M21, M23 y M25.
Otras galaxias
Además de la Vía Láctea, existen otras tres galaxias que podemos apreciar a simple vista:
la Pequeña Nube de Magallanes, la Gran Nube de Magallanes y la galaxia de
Andrómeda, M31. Las dos primeras son galaxias irregulares (de 20.000 y 50.000 años luz
de diámetro respectivamente), satélites de la nuestra, sólo visibles desde el hemisferio
sur.
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La galaxia M31 se encuentra en la constelación de Andrómeda. A pesar de que cuando la
miramos vemos sólo una pequeña nubecita, es fascinante pensar que se trata de una gran
galaxia de 200.000 años luz de diámetro con cientos de miles de millones de estrellas.
Además, como se encuentra a 2,3 millones de años luz de distancia, hoy en día la vemos
tal y como era hace más de dos millones de años, cuando ni siquiera había aparecido en
nuestro planeta el Homo Sapiens. Para encontrar su posición exacta consultar Recursos
para la Observación.
Estrellas Dobles
El 70% de las estrellas son dobles o múltiples. Sin embargo, debido a la gran distancia
que nos separa de ellas suelen aparecer como una sola. A continuación se dan algunas de
las estrellas dobles que podemos distinguir con el Galileoscopio:
Mizar y Alcor, en la constelación de la Osa Mayor, son dobles ópticas (no forman parte
del mismo sistema si no que las vemos juntas porque están casi en la misma línea de
visión). De las tres estrellas que forman la cola de la Osa, es la que está en medio. Se
pueden resolver a simple vista. Cuando apuntamos con el telescopio veremos que junto a
Mizar, la más brillante de las dos, aparece otra estrella: Mizar B. Esta compañera gira a
su alrededor cada 10.000 años.
Algol, la segunda estrella más brillante de Perseo, es fácil de observar. Su nombre viene
del árabe “el demonio”. El brillo de estas dos estrellas, que se eclipsan mutuamente, varía
considerablemente. Su periodo es de casi tres días.
Se dice que Albireo, en la constelación del Cisne, es la estrella doble más bonita del
cielo, con una estrella más brillante de color dorado y la otra acompañante más débil, de
color azul turquesa.
Estrellas Variables
Además de las binarias eclipsadas (estrellas dobles cuyo brillo varía debido a que se
eclipsan una a otra, como Algol), existen otro tipo de estrellas cuyo brillo varía
intrínsecamente.
Mira, cuyo nombre procede del latín “la maravillosa”, fue la primera estrella variable que
se descubrió. Aparece y desaparece del cielo, ya que su brillo varía desde la magnitud 9
(visible sólo con telescopio o prismáticos) hasta la magnitud 3 (visible a simple vista). Se
encuentra en la constelación de Cetus, “la ballena”, y su periodo de variabilidad es de
unos 330 días.
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Anotemos nuestras observaciones
Sería interesante tomar nota de las observaciones que hagamos. Es gratificante ver cómo
aumenta la lista de objetos que hemos observamos. Además, al escribir los detalles de
nuestras observaciones, comprobaremos como nuestra destreza observacional mejora con
el tiempo.
Las hojas de trabajo para anotar las observaciones tienen una sección destinada a dibujar
el objeto que vemos. Un círculo representa el campo visual del ocular y el objeto debe
dibujarse a escala. Es decir, si el objeto ocupa medio campo visual del ocular, entonces
habrá que dibujarlo de tal forma que cubra medio círculo en la hoja de observaciones.
Observador
_________________
Objeto
______________________
Fecha
_________________
Constelación ______________________
Hora
_________________
Telescopio
______________________
Lugar
_________________
Aumentos
______________________
Dibujos del campo de visión
CON POCOS AUMENTOS
CON MUCHOS AUMENTOS
NOTAS DE OBSERVACIÓN Y COMENTARIOS:
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Recursos para la observación
En Internet hay muchos recursos buenos para la observación. A continuación se muestran
algunas de las mejores páginas web y programas gratis, tanto en inglés como en español.
En inglés:

Sellarium: http://www.stellarium.org/
Stellarium es un programa muy bueno de planetario, es de código abierto y gratis. Nos
permite introducir nuestra localización, fecha y hora, y nos muestra los objetos celestes
que se ven (incluyendo objetos de cielo profundo si queremos). Se puede instalar en los
sistemas operativos Windos, Mac OS X y Linux.

Heavens Above: http://www.heavens-above.com/
Heavens Above es famoso por sus predicciones de paso de satélites visibles, incluyendo
la ISS (la estación espacial internacional). También ofrece información sobre la
localización y las horas a la que salen y se ponen los cometas visibles. Además, en caso
de no disponer de un planisferio para salir a observar, desde esta página web podemos
imprimir mapas del cielo (“Whole Sky Chart”) correspondientes a cualquier lugar, fecha,
hora. Para introducir nuestra localización (en “Configuration”) podemos hacerlo usando
un mapa, una base de datos o introduciendo manualmente la latitud y longitud (en
Canarias en torno a 28 grados y -16 grados respectivamente).

Sky & Telescope: http://www.skyandtelescope.com/
La página web de la revista Sky & Telescope es una buena fuente de noticias y de
información observacional. También tienen cartas celestes, consejos y trucos para
observar.

Astronomy: http://www.astronomy.com/
La revista Astronomy se ocupa de noticias astronómicas y dispone también de
información para observar. Se puede acceder a mapas celestes, críticas de productos,
noticias de última hora y una gran variedad de consejos para la observación.

Telescopio WorldWide: http://www.worldwidetelescope.org/Home.aspx
El telescopio WorlWide de Microsoft es un programa potente que nos permite explorar el
cielo nocturno. Puede funcionar como un planetario tradicional, pero también nos permite
acceder a imágenes astronómicas de diversas fuentes y crear nuestras propias visitas por
el cielo nocturno. Actualmente sólo funciona con Windows, pero están creando una
versión por Internet.

Google Sky: http://www.google.com/sky/
Google Sky es una extensión de Google Earth que funcionará como un programa de
24
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planetario, además de permitir el acceso a imágenes astronómicas y datos. Pulsando sobre
cualquier objeto aparece su información y enlaces a imágenes.

Virtual Moon Atlas: http://www.ap-i.net/avl/en/start
El Virtual Moon Atlas es un programa de ordenador gratis que nos permite obtener
mapas de la Luna muy detallados para usarlos en las observaciones. Allí se puede
encontrar también la fase de la Luna y cuándo sale y se pone. Podemos buscar las
características del relieve lunar (mares, cráteres…) por su nombre y ver también cual es
la mejor fecha para observarlas. Disponible sólo para Windows.

Sky Charts: http://www.stargazing.net/astropc/index.html
Sky Chart es un programa de planetario gratis para Windows. Una vez introducidos
localización y fecha, nos muestra lo que se ve en el cielo para ayudarnos en la
preparación de las observaciones.

Uncle Al’s Sky Wheel: http://www.lhs.berkeley.edu/starclock/skywheel.html
Uncle Al’s Sky Wheel es un planisferio gratis para imprimir. Una vez que lo montamos,
este planisferio nos puede ayudar a encontrar las constelaciones a cualquier hora de la
noche, cualquier día del año. Los planisferios son muy útiles si estamos observando en un
lugar sin acceso a ordenadores.

Spaceweather.com: http://www.spaceweather.com/
Spaceweather se centra en el Sol, manchas solares, y auroras boreales. También ofrece
información sobre conjunciones planetarias e imágenes de astrónomos profesionales y
aficionados de todo el mundo. Suelen hacer hincapié en las próximas conjunciones.

Astronomy Cast: http://www.astronomycast.com/
Es uno de los podcasts sobre astronomía para el público general más famoso y mejor
producido. Los temas abarcan todas las áreas de astronomía y se puede buscar el catálogo
de podcasts por temas. Se pueden enviar preguntas para que nos las contesten a los
programas de preguntas populares.

Transit times of Jupiter Red Spot:
http://www.skyandtelescope.com/observing/objects/planets/Transit_Times_of
_Jupiters_Red_Spot.html
En esta página web podemos encontrar las horas a las que la Gran Mancha Roja cruza la
cara visible de Júpiter.

Juplet: http://www.shallowsky.com/jupiter.html
El Juplet da las posiciones de Júpiter y sus cuatro lunas Galileanas para cualquier fecha y
hora. Usar este applet es muy fácil. Podemos identificar qué lunas serán visibles y su
localización precisa.
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
Jupiter’s Moons Javascript Utility:
http://www.skyandtelescope.com/observing/objects/javascript/3307071.html#
Este applet es más potente. Entre otras cosas predice cuándo podremos ver las sombras
de las lunas atravesando Júpiter. En él aparecen además de mapas con las posiciones de
las lunas, un recuadro con los principales acontecimientos como los tránsitos y eclipses
con las horas de comienzo y final.

Saturn’s Moons Javascript Utility:
http://www.skyandtelescope.com/observing/objects/planets/3308506.html
Este otro applet nos permite encontrar las posiciones de las lunas de Saturno para
cualquier fecha y hora. Hay una herramienta con la que se puede cambiar la orientación
de la imagen para ponerla tal y como se vería a través del Galileoscopio.

You Are Galileo:http://www-irc.mtk.nao.ac.jp/~webadm/Galileo-E/index.php
You are Galileo, desarrollado por el Observatorio Nacional de Japón, está dirigido a
estudiantes que quieran reproducir las históricas observaciones de
Galileo. Incluye guías observacionales y hojas de observación
específicas para varios objetos. Los estudiantes pueden rellenarlas
en sus observaciones y enviarlas para recibir certificados de
observación.
En español:

El cielo del mes: www.elcielodelmes.com
Una página web muy completa. En ella se pueden consultar las efemérides de la Luna,
los planetas, lluvias de estrellas y cometas. Tiene también applets con las posiciones de
las lunas de Júpiter y Saturno. Además cuenta con un planisferio on-line, una sección de
noticias astronómicas, otra sección de introducción a diversos temas de Astronomía,
juegos y muchas otras utilidades.

Real Observatorio de la Armada:
http://www.armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/ci
encia_observatorio/00_pre10_Observatorio
Una página web donde consultar las efemérides del Sol y la Luna.

Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC):
http://www.iac.es/divulgacion.php?op1=35
Aquí aparecen enlaces de Astronomía en español organizados por categorías:
“asociaciones astronómicas”, “noticias especiales, foros y efemérides”. “revistas y
publicaciones”, “archivos de imágenes”, “recursos educativos”, “listas de recursos” y
“software”.
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